El rasgo esencial de una parábola es el de la comparación o semejanza, por medio de la cual se utiliza un acontecimiento común y bien entendido para ilustrar un hecho o principio no expresado directamente en la narración… El relato o suceso sobre el cual se funda la parábola puede ser un acontecimiento real o ficticio; pero si es ficticio, la historia debe ser consecuente y probable, sin ninguna mezcla de lo extraordinario o milagroso… La parábola se distingue de la fábula, pues ésta es imaginaria, exagerada e improbable en cuanto a los hechos; por otra parte, hay semejanza en los fines de una y otra, porque la parábola tiene como objeto comunicar una importante verdad espiritual, mientras que la moraleja, así llamada, de la fábula sólo sirve, cuando más, para dar a entender algún logro mundano y beneficio personal. Las historias de árboles, animales y cosas inanimadas que hablan entre sí o con las personas, son completamente imaginarias. El propósito declarado de la fábula es más bien para entretener que para enseñar. La alegoría se distingue de la parábola por la amplitud del tamaño y detalle de la historia, y por el estrecho enlazamiento de la narrativa con la lección que tiene por objeto enseñar; en la parábola éstas se conservan distintamente separadas. Los mitos son historias ficticias, algunas con bases históricas, pero sin ningún simbolismo de valor espiritual. El proverbio es una afirmación breve y sentenciosa, al estilo de una máxima, y connota una verdad o implicación definitiva por medio de la comparación. Los proverbios y las parábolas se relacionan estrechamente, y en varias ocasiones los términos se usan indistintamente en la Biblia… Talmage, “Jesús el Cristo”, Capítulo 19
Por Miguel A. Arizola
“La parábola le comunica al oyente verdades religiosas exactamente proporcionales a su fe e inteligencia… Solo el que busca encuentra”
(Bible Dictionary, “Parables”).
Por Miguel A. Arizola
¿Por qué el Señor hablaba en parábolas?
Mateo 13:13–15; Marcos 4:12, 33–34; Lucas 8:10
Por Miguel A. Arizola
Jesús enseñó con parábolas para disimular su significado. De ese modo, Sus oyentes adquieren conocimiento de una verdad religiosa de acuerdo con su fe e inteligencia.
“Parábolas del Maestro”, Liahona, julio de 2007
Por Miguel A. Arizola
“Las parábolas del Nuevo Testamento, pronunciadas por el Maestro de maestros, son de tal belleza, sencillez y eficacia, que no tienen paralelo en la literatura.”