Sei sulla pagina 1di 6

SISTEMA OSEO:

EL SISTEMA ÓSEO: El sistema óseo es una estructura que está formada básicamente por 206
huesos. Junto al sistema articular y el sistema muscular forma el aparato locomotor. Los huesos y
otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al sistema muscular a través de
tendones. Es el conjunto de huesos, cartílagos y articulaciones que conforman el esqueleto, y
permiten al cuerpo sostenerse, proteger los órganos y movilizarse. Los huesos en el sistema óseo
no se tocan, sino que se mantienen unidos gracias a los músculos, tendones y ligamentos. Los
tendones fijan los músculos a los huesos y los ligamentos unen los huesos a otros huesos.

FUNCIONES DEL SISTEMA ÓSEO: Los huesos cumplen tres funciones fundamentales:
proporcionar sostén al organismo, constituir los segmentos móviles del sistema de palancas
configurado junto a las articulaciones y músculos, brindar protección a los órganos y tejidos
internos: 1- Soporte: Mantiene el cuerpo rígido tanto externa como internamente. 2- Protección:
Algunos huesos forman cavidades que protegen a los órganos internos, como es el caso del
cráneo, el cráneo protege el cerebro frente a los golpes, y la caja torácica, formada por costillas
protege los pulmones y el corazón. 3- Movimiento: Gracias a los músculos que se insertan en los
huesos y a su capacidad de contraerse y dilatarse, son capaces de mover el cuerpo humano. El
esqueleto humano se considera en tres regiones: - Cabeza (cráneo y cara). - Tronco (columna
vertebral y caja torácica). - Extremidades superiores (brazos, antebrazos y manos) e inferiores
(muslos, piernas y pies).

ENFERMEDADES DEL SISTEMA OSEO: Las enfermedades del sistema óseo afectan
particularmente la movilidad del cuerpo, y por ende la calidad de vida del enfermo. A continuación,
algunas de ellas.

1. Artritis: Puede presentarse a cualquier edad y se distingue por causar dolor e inflamación
en las articulaciones (las más afectadas son las que componen las manos y los pies). Esta
enfermedad va acompañada de rigidez y pérdida del movimiento. A veces se le denomina
artritis degenerativa, porque produce el deterioro de cartílagos y huesos, lo que provoca
dolor y rigidez. ¿Cuáles son los síntomas de la artritis? Los síntomas o signos de
advertencia de la artritis más comunes que se manifiestan en las articulaciones o en la
zona que las rodean son cuatro. Si tiene alguno de estos síntomas, y especialmente si
persisten durante más de dos semanas o un período más prolongado, es importante que
consulte a un médico. Los síntomas son: Dolor Rigidez Hinchazón (a veces) Dificultad para
mover una articulación Otros tipos de síntomas pueden variar según los distintos tipos de
artritis

2. Osteoporosis

En ésta el hueso se hace más delgado y poroso; además, en sus primeras etapas es asintomática
(no es evidente o fácil de detectar). Sin embargo, sí es posible prevenirla a través de la práctica
constante de ejercicio y una nutrición adecuada.

Es una enfermedad que afecta la densidad de los huesos, deteriorándose la micro arquitectura de
los mismos, haciéndolos más frágiles y propensos a fracturarse con cualquier golpe o esfuerzo.

Es provocada por la disminución del tejido que forma al hueso, o también por la pérdida de las
sales minerales que lo constituyen. El paciente no sabe que la sufre hasta que ocurre una fractura
y es diagnosticado. La densidad de los huesos puede ser medida mediante el procedimiento de
densitometria ósea.

Los síntomas de la osteoporosis como el dolor en los huesos o las fracturas, generalmente surgen
a partir de los 45 años de edad, siendo más común en las mujeres después de la menopausia y en
hombres después de los 65 años de edad.

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la resistencia de los


huesos, aumentando el riesgo de fracturas, principalmente en las vértebras del hueso del muslo y
de la muñeca, sin embargo, puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo.

De esta forma, algunos síntomas y señales de osteoporosis son:

Dolor en los huesos y en las articulaciones;

Fragilidad ósea que aumenta el riesgo de fracturas;

Fracturas frecuentes, principalmente en las vértebras de la columna y del fémur;

Diminución de la altura 2 a 3 cms;

Dolor de espalda, causado por una vértebra fracturada o colapsada;

Postura encorvada con hombros caídos.

Tratamiento:

Los bisfosfonatos son los medicamentos que se recetan con mayor frecuencia
para el tratamiento de la osteoporosis. Algunos de estos pueden ser:

 Alendronato (Fosamax)
 Risedronato (Actonel)
 Ibandronato (Boniva)
 Ácido zoledrónico (Reclast)
El denosumab (Prolia, Xgeva) es un medicamento más nuevo que reduce el riesgo de
tener una fractura osteoporótica en mujeres y hombres. El denosumab, que no está
relacionado con los bisfosfonatos, podría estar indicado en las personas que no pueden
tomar bisfosfonatos, como las que padecen función renal disminuida.

La abaloparatida (Tymlos) es el medicamento más nuevo para tratar la osteoporosis. Al


igual que la teriparatida, tiene el potencial de reconstruir los huesos. En un ensayo
comparativo de estos dos tratamientos, al parecer, la abaloparatida fue tan eficaz como la
teriparatida, pero presentó menos probabilidades de provocar un exceso de calcio.

3. Raquitismo
Es más frecuente en niños y es causada por una deficiencia de vitamina D. El raquitismo evita que
el sistema óseo adquiera nutrientes, por consiguiente, éstos se vuelven débiles, lo que a la larga
puede generar dolor.

Síntomas

Entre los signos y síntomas del raquitismo, se incluyen los siguientes:

Retraso en el crecimiento

Dolores en la columna vertebral, pelvis y piernas

Debilidad muscular

Debido a que el raquitismo debilita el cartílago de crecimiento en los extremos de los huesos de
los niños, puede provocar deformidades en el esqueleto, tales como las siguientes:

Piernas arqueadas o rodilla valga

Muñecas y tobillos engrosados

Proyección del esternón

Tratamiento

La mayoría de los casos de raquitismo se pueden tratar con suplementos de


vitamina D y calcio. Sigue las instrucciones de dosis que indique el médico del
niño. El exceso de vitamina D puede ser nocivo.

El médico del niño supervisará su avance con radiografías y análisis de sangre.

4. Enfermedad de Paget

Es una enfermedad asintomática que consiste en el crecimiento acelerado del proceso de


regeneración ósea. Los huesos constantemente se van regenerando, pero al sufrir esta patología,
lo hacen de una manera más rápida de lo normal.

Como consecuencia, el hueso regenerado es más débil y menos rígido, por lo que es propenso a
fracturarse o doblarse. Sus causas no son totalmente conocidas y se especula que afectan factores
genéticos, así como también la acción de algún tipo de virus.
Esta enfermedad puede afectar algún área específica o a todo el esqueleto. Dependiendo de la
zona afectada, puede presentar diversos síntomas, a saber:

Pelvis: Dolor en las caderas.

Cráneo: Dolores de cabeza y perdida de la audición.

Espina Dorsal: Adormecimiento u hormigueo y dolor en las extremidades.

Piernas: Piernas arqueadas, lo cual también provocara osteoartritis.

Tratamiento

Si no tienes síntomas, es posible que no necesites tratamiento. Sin embargo, si la


enfermedad está activa —esto lo indica un nivel elevado de fosfatasa alcalina— y
está afectando lugares de alto riesgo del cuerpo, como el cráneo o la columna
vertebral, el médico puede recomendarte un tratamiento para prevenir
complicaciones, aun si no tienes síntomas.

Medicamentos

Los medicamentos para la osteoporosis (bisfosfonatos) constituyen el tratamiento


más frecuente para la enfermedad ósea de Paget. Algunos bisfosfonatos se toman
por vía oral, mientras otros se administran mediante una inyección. Los
bisfosfonatos orales en general se toleran bien, pero pueden irritar el tubo
gastrointestinal. Por ejemplo:

 Alendronato (Fosamax)

 Ibandronato (Boniva)

 Pamidronato (Aredia)

 Risedronato (Actonel)

 Ácido zoledrónico (Zometa, Reclast)

En raras ocasiones, la terapia con bisfosfonatos se ha asociado con dolores


intensos de los músculos, articulaciones o huesos, que pueden no desaparecer
cuando se descontinúan los medicamentos. Además, los bisfosfonatos pueden
aumentar el riesgo de un raro trastorno en el cual una sección de la mandíbula
muere y se deteriora (osteonecrosis de la mandíbula), lo cual se asocia
usualmente con una enfermedad o extracción dental.

Si no puedes tolerar los bisfosfonatos, es posible que el médico prescriba


calcitonina (Miacalcina), una hormona que se produce de forma natural y que se
relaciona con la regulación del calcio y el metabolismo óseo. La calcitonina es un
medicamento que te administras a ti mismo mediante una inyección o aerosol
nasal. Los efectos secundarios pueden comprender náuseas, enrojecimiento facial
e irritación en el lugar de la inyección.

5. Osteoartritis

Es un tipo de artritis que afecta al cartílago, el cual es el encargado de impedir el roce entre los
huesos de las articulaciones, recubriéndolos. Como consecuencia, se produce mucho dolor en las
mismas.

Adicionalmente, el roce puede causar fragmentación de los huesos, cuyos pedacitos pueden
quedar incrustados en el cartílago, aumentando así el dolor.

Las articulaciones se hinchan y pueden crearse espolones en los huesos, produciéndose


deformidades. El movimiento de la persona queda limitado. A diferencia de la artritis, la
osteoartritis sólo afecta a las articulaciones y no a otros órganos del cuerpo.

Entre las causas de esta enfermedad figuran el sobrepeso, envejecimiento, lesiones en las
articulaciones, defectos en la articulación en su formación o genéticos y desgaste producido por
deporte o alguna actividad física.

La osteoartritis suele afectar los dedos y las articulaciones que soportan peso, como rodillas,
cadera, espalda y cuello.

Los síntomas de la osteoartritis, sobre todo el dolor, se pueden mejorar con ciertos
medicamentos, como los siguientes:

 Paracetamol. El paracetamol (Tylenol, otros) ha demostrado ser eficaz en las


personas con osteoartritis y con dolor leve a moderado. Tomar una dosis
mayor que la recomendada de paracetamol puede causar daños en el
hígado.
 Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Los AINE de venta
libre, incluidos el ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) y el naproxeno sódico
(Aleve y otros), tomados en las dosis recomendadas, suelen aliviar el dolor
de la osteoartritis. Los AINE más potentes, disponibles con receta, también
pueden reducir levemente la inflamación junto con el alivio del dolor.

Los AINE pueden causar malestar estomacal, problemas cardiovasculares,


problemas de sangrado y daños en el hígado y los riñones. Los AINE tópicos
tienen menos efectos secundarios y pueden aliviar el dolor igual de bien.

 Duloxetina (Cymbalta). Esta medicación normalmente se usa como


antidepresivo, pero también está aprobada para tratar el dolor crónico,
incluido el dolor de la osteoartritis.

6. Osteomielitis

La osteomielitis es una inflamación del hueso y la médula ósea causada por bacterias que
forman pus, micobacterias u hongos. Toda infección ósea de duración prolongada se
denomina osteomielitis crónica. A los pacientes con esta afección, se les trata con
antibióticos sistémicos que pueden administrarse por vía oral o parenteral (es decir, por
inyección en el músculo o la vena)

Medicamentos

Una biopsia de hueso permitirá conocer el tipo de microbio que causa la infección;
de esta manera, el médico puede elegir un antibiótico que funciona
particularmente bien para ese tipo de infección. Por lo general, los antibióticos se
administran a través de una vena del brazo durante cuatro o seis semanas como
mínimo.

Puede necesitarse una serie adicional de antibióticos por vía oral para las
infecciones más graves.

Potrebbero piacerti anche