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Marco Teorico

Los Valores Morales son todas las cosas que proveen a las personas
a defender y crecer en su dignidad.
Los valores morales son desarrollados y perfeccionados por cada
persona a través de su experiencia.

Por lo general los valores morales perfeccionan al hombre, en cuanto


a las acciones buenas que realice, como: vivir de manera honesta, ser
sincero, y ser bondadoso, entre otras.

Aun así, escoger los valores morales es una decisión netamente de la


persona y no está obligado a ejecutarlo, es decir, cada persona es
dueña de sus elecciones, y está en su juicio decidir si opta por ellos o
no, sin embargo elegir y tomar acción sobre estos, tendrá un efecto de
calidad extra en cada persona.

 Propiciar en los estudiantes el descubrimiento y el desarrollo de la


espiritualidad como campo en el cual se integran las dimensiones
humanas a partir de la recuperación del sujeto y de la toma de
conciencia de vivir para los demás y con los demás
 Camino para la formación, como opción de trascendencia y
renovación humana y social desde la espiritualidad.
 Implica propiciar el descubrimiento y el desarrollo de la
espiritualidad.
 Generación de espacios para encontrar nuevas maneras de
vivenciar la existencia.
 Significa el compromiso con una ética que incluya el respeto a la
vida y a la diferencia.
 Desencadenar auténticos procesos de humanización.
 Crear condiciones para que los estudiantes descubran el sentido de
la existencia.
 Generar cambios que respondan a los retos que surgen de la
globalización.

El Amor: El amor es considerado como la unión de expresiones y


actitudes importantes y desinteresadas, que se reflejan entre las
personas capaces de desarrollar virtudes emocionales.

El Agradecimiento: La gratitud, agradecimiento, gratitud o aprecio es


un sentimiento, del corazón o de actitud en el reconocimiento de un
beneficio que se ha recibido o va a recibir.

El Respeto: Respeto significa mostrar respecto y el aprecio por el


valor de alguien o de algo,
incluyendo el honor y la estima. Esto incluye el respeto por uno mismo,
respeto por los derechos y la dignidad de todas las personas y el
respeto por el medio ambiente que sustenta la vida. El respeto nos
impide lastimar a lo que debemos valorar.

La Amistad: La amistad es una relación entre dos personas que


tienen afecto mutuo el uno al otro. El estudio de la amistad se incluye
en los campos de la sociología, la psicología social, la
antropología, la filosofía y la zoología. Diversas teorías académicas de
amistad que se han propuesto, incluyendo la teoría del intercambio
social, teoría de la equidad, la dialéctica relacional y estilos de apego.

La Bondad: Es el estado o cualidad de ser bueno, sobre todo


moralmente bueno o beneficioso. En cierto sentido, es la cualidad de
tener calidad. En otras palabras en el campo de texto de la bondad:
beneficiosos, remunerado, útil, útil, provechoso, excelente.

La Dignidad: La dignidad es un término que se utiliza en las


discusiones morales, éticos y políticos para significar que un ser tiene
un derecho innato de respeto y trato ético.

La Generosidad: La generosidad es el hábito de dar libremente, sin


esperar nada a cambio. Puede implicar tiempo, ofreciendo bienes o
talentos para ayudar a alguien en necesidad. A menudo equiparada
con la caridad como virtud, la generosidad es ampliamente aceptado
en la sociedad como un rasgo deseable.

La Honestidad: La honestidad se refiere a una faceta del carácter


moral y se refiere a los atributos positivos y virtuosos tales como la
integridad, veracidad y sinceridad, junto con la ausencia de la mentira,
el engaño o robo.

La Humildad: Es la cualidad de ser modesto y respetuoso. La


humildad, en diversas interpretaciones, es ampliamente visto como
una virtud en muchas tradiciones religiosas y filosóficas, cuya relación
con las nociones de ausencia de ego.

La Justicia: La justicia es un concepto de la rectitud moral basada en


la ética, la racionalidad, el derecho, la ley natural, la religión o la
equidad. También es el acto de ser justo y / o equitativo.

En la escuela, como en toda institución, se da una red de


interrelaciones entre los diferentes actores.
Ese entretejido de vínculos interpersonales que inciden
inevitablemente en la tarea, con sus roturas y agujeros y del que es
imposible sustraerse, es lo que llamamos CONVIVENCIA, o sea, el
hecho de vivir y vivenciar con. El problema es que, como también
sucede en otros ámbitos, se puede vivir mal o bien, mejor o peor. De
aquí la necesidad de construir un proyecto de convivencia, por el que
un mayor bienestar de los actores incida necesariamente en la tarea
que los ha convocado.

La escuela tiene su razón de ser en la transmisión de unos y en la


apropiación por parte de otros de saberes significativos, y
precisamente un proyecto de convivencia tiene como objetivo una
realización mayor de esta finalidad.

Construir la convivencia exige, por sobre todo, querer comunicarse y


querer dar lugar a la participación y crear espacios para la
comunicación y ámbitos para la participación, en los que cada uno de
los actores escolares pueda ser escuchado, conocido y capaz de
poner su ladrillo en esa obra por edificar.

Pero, es imposible construir la convivencia sin remitirse a los valores,


cimientos de todo sistema de convivencia. No podemos dejar de
mencionar algunos tales como: vida, libertad, bien, verdad, solidaridad,
tolerancia, igualdad y justicia. Valores universales, sobre los que hay
consenso común, pero que exigen, no convertirse en palabras vacías.
A éstos se podrían agregar otros, también de carácter universal:
respeto, responsabilidad, compromiso, participación. Redefinir los
valores, a través de las palabras que lo representan, conduce a un
planteo en términos de deberes y derecho, de todos y cada uno.

Construir la convivencia significa poner acento en lo educativo, que


puede desprenderse de cualquier situación cotidiana escolar. Significa
creer en la palabra como aquello más propio del sujeto y, en
consecuencia, el mejor camino para su crecimiento y ubicación en su
contexto.

Apostar a la palabra es, buscar espacios para ponerla en juego. Es dar


lugar a la participación como campo, de despliegue de una palabra
que, además de expresar emociones y hacerse cargo de ellas, se
convierte en acción personalizate, grupal, coordinada por adultos
confiables, que sean referentes y módulos de identificación de los
niños: adultos que también necesitarán sus espacios para
"realimentarse" y hacer acuerdos, propuestas, críticas.

La participación transforma la escuela, porque crea lazos,


compromisos, personaliza.

Así posibilita, aumenta y vuelve cada vez más creativo el trabajo


escolar.

Por todo lo dicho debemos apostar a la palabra promoviendo:

 el diálogo
 la comunicación
 la reflexión
 el juicio crítico
 la confianza

Sobre la base de las normas y valores que permiten la vida en


sociedad.

Ley 25.787: Institúyase el día 29 de julio de cada año, como el día de


los Valores Humanos.
Sancionada: octubre, 1 de 2003.
Promulgada: octubre, 27 de 2003.

El senado y cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en


el Congreso, etc. Sancionan con fuerza la Ley:

• Artículo 1: Instituyéndose el día 20 de julio de cada año como el día


de los Valores Humanos
• Artículo 2: El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología arbitrara
los medios necesarios para que se desarrollen clases alusivas a esta
conmemoración en los establecimientos educativos de todo el país.
• Artículo 3: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Valores

Definición de los valores:

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro


comportamiento en función de realizarnos como personas.
Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y
elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de
otro. También son fuente de satisfacción y plenitud. Se refieren a
necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones
con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo,
aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo
ocurre con el bienestar o la felicidad. Valen por sí mismos. Son
importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y
no por lo que se opina de ellos.
Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados.
Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar
en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias,
sentimientos y valores. Una persona valiosa es alguien que vive de
acuerdo con los valores en los que crece.
Los valores también son la base para vivir en comunidad y
relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra
conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.
En una organización los valores son el marco de comportamiento que
deben tener sus integrantes, y dependen de la naturaleza de la
organización (su razón de ser): del propósito para el cual fue creada
(sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su visión). Para ello,
deberían inspirar las actitudes y acciones necesarias para lograr sus
objetivos.

1) Los balores son convicciones profundas de los seres humanos que


determinan su manera de ser y orientan su conducta.
La solidaridad frente a la indiferencia, la justicia frente al abuso, el
amor frente al odio.
2) Los valores involucraron nuestros sentimientos y emosiones.
Cuando valoramos la paz, nos molesta y nos hiere la guerra.
Cuando valoramos la libertad nos enoja y lacera la esclavitud.
Cuando valoramos el amor, lastima el odio.
3) Valores, actitudes y conducta están relacionados.
Los valores son creencias de que algo es preferible y digno de
aprecio.
4) Los valores se jerarquizan por criterios de importancia.
Cada persona constituye su escala de valores personales, esto quiere
decir que las personas preferimos unos valores a otros.
5) Los valores mas importantes de las personas forman parte de su
identidad, orientan sus decisiones frente a sus deseos e impulsos y
fortalecen su sentido del deber ser.
6) Los valores se aprenden desde la temprana infancia y cada persona
les asigna un sentido propio. Cada persona, de acuerdo a sus
experiencias, conocimientos previos y desarrollo cognitivo, constituye
un sentido propio de los valores. Todos nos enseñan que la
honestidad es algo deseable, y aunque lo aceptamos como cierto, el
sentido que le encontramos en nuestra vida, será diferente en cada
persona.
7) Los valores y su jerarquización pueden cambiar a lo largo de la
vida. Los valores están relacionados con los intereses y necesidades
de las personas a lo largo de su desarrollo.

Los valores de los niños pequeños están definidos en buena medida


por sus necesidades de subsistencia y por la búsqueda de aprobación
de sus padres: sustento biológico, amor filial.
Los adolescentes guían sus valores personales por su necesidad de
experimentación y autonomía: amistad, libertad.
Mientras que en la edad adulta se plantean nuevas prioridades: salud,
éxito profesional, responsabilidad.
Algunos valores permanecen a lo largo de la vida de las personas.

Los valores y su significado

¿Qué se entiende por valor?


Este concepto abarca contenidos y significados diferentes y ha sido
abordado desde diversas perspectivas y teorías. Se entiende por valor
lo que hace que una persona sea tal. El valor se refiere a una
excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se considera un valor
decir la verdad y ser honesto, ser sincero en vez de ser falso.
Los valores están presentes desde el principio de la humanidad. Para
el ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad,
la belleza, la felicidad, la virtud.
Desde el punto de vista socio-educativo, los valores son considerados
referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento
humano hacia la transformación social y la realización de la persona.
‘’Todo valor supone la existencia de una cosa o persona que lo posee
y de un objeto que lo aprecia o descubre, pero no es ni lo uno ni lo
otro. Los valores no tienen existencia real, sino adherido a los objetos
que lo sostienen. Antes son meras posibilidades’’. (Prieto Figueroa, 19
84).

¿Desde cuales perspectivas se aprecian los valores?


La visión subjetivista considera que los valores no son reales, no valen
en si mismos, sino que son las personas quienes les otorgan un
determinado valor.

La solidaridad

La justicia y la solidaridad, son dos valores complementarios. La


justicia es, actualmente, el eje de las teorías éticas.
La solidaridad, consiste en un sentimiento de comunidad, de afecto
hacia el necesitado, de obligaciones compartidas, de necesidades
comunes. Todo lo cual lleva a la participación activa en el
reconocimiento y ayuda al otro. Sabemos que la solidaridad fue el
tercero de los ideales que universalizo la Revolución Francesa. Un
valor, sin embargo, ignorado, pero imprescindible para entender en
sus justos términos el ideal de justicia, que hemos dicho, es la base de
la ética. En efecto, es el sentimiento de solidaridad el que ha de
llevarnos, por una parte, a denunciar las injusticias y, por otra, a
compensar las insuficiencias de la justicia.
La solidaridad esta más cerca de las actitudes, que son particulares, y
la justicia, mas próxima a la Ley, que es general.
La solidaridad ha de ser vista como una ayuda, como un apoyo, la
celebración de todos en el camino hacia la justicia.
Ha sido un valor siempre mas presente en los ambientes pobres y
poco desarrollados. Ha sido, en definitiva, la virtud de los pobres,
solidarios o falta de las condiciones materiales para poder ser justos.
Allí donde los materiales pueden ser vistos sino como naturales y no
sociales, porque no se ve la forma humana de acabar con ellos, la
solidaridad entre las personas es lo único capaz de atenuarlos.
La solidaridad es el espacio reservado a la participación individual en
las tareas colectivas de signo democrático.
La palabra ‘’solidaridad’’ deriva del verbo solidar, que significa
consolidar, unir, hacer fuerte. Por eso decimos que, cuando somos
solidarios estamos uniendonos fuertemente, consolidando lazos entre
nosotros.

Uniendo nuestras fuerzas

Los seres humanos somos seres sociables por naturaleza, no


podemos estar aislados solos; si no estuviéramos en comunidad, no
podríamos sobrevivir.
Para desarrollarnos física y psíquicamente, necesitamos muchas
cosas, espirituales y materiales. Por eso trabajamos, buscamos
protección, nos reproducimos y, también, nos reconocemos como
miembros de la sociedad y de una misma especie. Nos comunicamos
y nos relacionamos permanentemente con los miembros de la
comunidad en que vivimos.
Des esta manera, nos unimos para llevar adelante intereses comunes
y asumir las mismas responsabilidades.

Solidaridad vs Individualismo

La sociedad actual tiende a marcar las individualidades, destacando


los logros personales y, sobre todo, los logros materiales. Esto se ve
favorecido por la publicidad en los medios masivos de comunicación,
que impulsan a lograr un estatus de vida sin importar a qué precio. Por
ello, las personas van cuidando su circuito de comunicación por temor
a perder lo que han logrado.
Todo esto se contrapone al concepto de solidaridad y de ser social,
que es el ser humano en vez de unir sus esfuerzos para obtener
logros mayores, se encierra cada vez mas en si mismo, anulando las
posibilidades de diálogo y adoptando una actitud escapista ante los
problemas.
Responsabilidad
La responsabilidad es un concepto bastante amplio, que guarda
relación con el asumir de las consecuencias de todos aquellos actos
que realizamos en forma conciente e intencionada. Se trata de uno de
los valores humanos mas importantes, el que nace a partir de la
capacidad humana para poder optar entre diferentes opciones y
actuar, haciendo uso de la libre voluntad, de la cual resulta la
necesitad de asumir todas aquellas consecuencias que de estos actos
deriven.
En un valor que esta en la conciencia de la persona, que le permite
reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus
actos, siempre en el plano moral. Una vez que pasa al plano ético,
persisten estas cuatro ideas para establecer la magnitud de dichas
acciones y afrontarlas de la manera mas prepositita e integral, siempre
en pro del mejoramiento laboral, social, cultural y natural.

La responsabilidad no solo tiene relación con las consecuencias de


nuestros actos, sino que también esta asociada a los principios, a
aquellos antecedentes a partir de los cuales el hombre toma las
motivaciones para ejercer la libre voluntad y actúa. De este modo, es
comprensible que la responsabilidad este en juego cuando una
persona comienza a realizar ciertas actividades sin tener motivos
reales para hacerlo, aun en el caso de que dicha acción traiga
resultados positivos o favorables.

La responsabilidad de las personas es de mucha importancia, ya que


se trata de uno de los valores que permiten mantener en orden la vida
en comunidad, demostrando con esta el compromiso con las propias
decisiones y con las consecuencias que estas pueden generarle tanto
a la persona en si como a quienes los rodean.
Las personas responsables se diferencian de aquellos que no lo son
en que las primeras siempre toman en cuenta la intención de lo que
están haciendo y no cuestionan ni son limitadas por aquellas reglas
que se les imponen como básicas para cumplir con sus objetivos. Por
otra parte, una persona que carece de responsabilidad será aquella
que siempre busca y presenta excusas para justificar aquello que no
realizo, además de no mostrar un serio compromiso ante
determinados asuntos hasta asegurarse de que las cosas estén bien
encaminadas. Es por esto que la responsabilidad, además de
comportarse como uno de los valores humanos por excelencia, es tan
considerada, por ejemplo, a la hora de buscar un empleo, ya que
contratar a un sujeto que no es capaz de asumir las consecuencias de
sus actos y que no sea capaz de cumplir o comprometerse no asegura
en ningún caso el cumplimiento mas básico de sus tareas.

¿Cómo ser más responsables?


El camino mas rápido para mejorar en responsabilidad es apreciar
claramente que de nuestro comportamiento dependen cosas grandes.
Los hombres con ideales y metas elevadas se responsabilizan
enseguida de sus decisiones.

¿Qué cualidades ayuda a la responsabilidad?


Hay varias virtudes que se relación mutuamente con la
responsabilidad. Digamos tres:
Valentía: para dar cuenta de los propios actos hace falta un Alor capaz
de superar el temor al castigo. (Responsabilidad ante los demás)
Humildad: el orgullo dificulta pedir perdón, mientras que las personas
humildes reconocen sus fallos. (Responsabilidad ante uno mismo)
Piedad basada en la filiación divina: quien aprecia el gran don de ser
hijo de Dios procura que su comportamiento agradece a su Padre.
(Responsabilidad ante Dios)

¿La responsabilidad mejora con la edad?


Con la edad suelen tomarse decisiones más importantes, y
normalmente la responsabilidad aumenta. Pero no mejora por el
simple paso de los años, sino por los hábitos que se adquieren.

¿Cómo ejercitar la responsabilidad?


La manera habitual de desarrollar esta virtud es aceptar los
compromisos, las tareas, los deberes. No sólo laborales, también
deportivos o familiares. Evitando atribularse con exceso de reglas que
pueden conducir a rechazar regulaciones y responsabilidades.
- Reflexionar ante la propia conciencia. Es bueno reconocer errores y
culpas. Quien no reconoce culpas acaba siendo asesino en serie a
quien todo da igual. En este sentido, la responsabilidad mejora con la
práctica de la confesión.
- La responsabilidad ante Dios se puede fomentar meditando la
pasión, lo mucho que el Señor nos ama, y el cielo que nos espera. El
infierno también ayuda a la responsabilidad.

¿Cómo impulsar a otros en esta cualidad?


Hay varios modos de animar a la práctica de esta virtud:
- Presentar favorablemente las cualidades de una persona
responsable, por ejemplo, hacer ver que da gusto tener en el propio
equipo a alguien que cumple con los compromisos.
- Poner encargos y preguntar por sus cumplimientos; con el
correspondiente aplauso si se realizó bien.
- También ayuda la existencia de premios y castigos según sea el
comportamiento. Evitando que todo gire en torno a esto, pues se trata
de obrar bien porque eso queremos, no sólo por esperar una
gratificación, que no siempre existe.

Más de solidaridad

La solidaridad es uno de los principios básicos de la concepción


cristiana de la organización social y política, y constituye el fin y el
motivo primario del valor de la organización social. Su importancia es
radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, y es de
singular interés para el estudio del hombre en sociedad y de la
sociedad misma. Es uno de los principios de la filosofía social. Se
entiende por regla general que, sin estos cinco principios, la sociedad
no funciona bien ni se encamina hacia su verdadero fin.
La solidaridad, esencialmente, debe ser dirigida al ser humano. La
persona humana es principio y fin de la solidaridad. El acto solidario
debe ser hecho en beneficio de una persona, ya sea directa o
indirectamente.
La solidaridad nace del ser humano y se dirige hacia el ser humano.
Siempre ha sido una exigencia de convivencia entre los hombres. Pero
no hay que confundir tampoco a la solidaridad con la caridad pura, o
con la libertad. La solidaridad es, en sentido estricto una relación de
justicia: ¿Por qué solidaridad?, solidaridad, porque todos necesitamos
de todos, porque somos seres humanos, iguales en dignidad y
derechos. La solidaridad es justa porque los bienes de la tierra están
destinados al bien común, al bien de todos y cada uno de los hombres,
y los que, dada su buena fortuna, tienen más, están obligados a
aportar más a favor de otras personas y de la sociedad en general.
La solidaridad se enriquece y alcanza su plenitud cuando se le
adhiere: la virtud de la caridad, cuando se realiza por amor, cuando se
convierte en entrega. Nadie ama más que el que da la vida por sus
hermanos. El verdadero amor al prójimo, la verdadera caridad y
entrega, se manifiestan en eso, en dar la propia vida. No sólo bienes
materiales, sino la vida entera. Desde este punto de vista, uno de los
mayores ejemplos de la solidaridad y entrega en nuestro tiempo tal
vez lo encontremos en la Madre Teresa de Calcuta, quien no conoció
límite alguno para esa entrega personal a los necesitados.
La solidaridad debe ser en todas las personas una constante. Ser una
realidad diaria. Así como dentro del matrimonio la solidaridad entre los
cónyuges se realiza y perfecciona todos los días en todos los detalles
de la vida cotidiana, así la disposición de solidaridad con otras
personas debe ser parte inamovible de nuestros actos cotidianos.
Debe convertirse en hábito, en virtud. La solidaridad no es una serie
de actos aislados encaminados a ayudar al prójimo. Es una actitud
personal, una disposición constante y perpetua de tomar
responsabilidad por las necesidades ajenas.
La solidaridad, en este sentido, implica en gran medida el olvido de sí
mismos y de las propias necesidades, para empujar al espíritu
humano a realizarse en la entrega a los demás.
Solidaridad entre individuos

La primacía de la solidaridad entre individuos no resta importancia a la


real necesidad de impulsar la solidaridad de escala social.
Los problemas socio-económicos sólo pueden se resueltos con ayuda
de todas las formas de solidaridad: solidaridad de los pobres entre sí,
de los ricos y los pobres, de los trabajadores entre sí, de los
empresarios y de los empleados, solidaridad ente las naciones y entre
los pueblos. La solidaridad a gran escala está íntimamente ligada con
aquella entre individuos, y en ella funda su verdadero valor.
La solidaridad entre las personas individuales, entre seres humanos
iguales, de uno a uno, debe tender necesariamente a la solidaridad de
escala social. La verdadera solidaridad encuentra su mayor solaz en el
crecimiento de su campo de influencia. Con esto, podemos afirmar
que la solidaridad es una virtud que, si no se desarrolla, se pierde.
Para la solidaridad, hay solo dos opciones: crecer o morir.
Pero este crecimiento en el campo de influencia de la solidaridad
entraña un serio peligro, pues también puede suceder que, al ampliar
los alcances de una tendencia solidaria, se pierde la intensidad de
esta disposición; se difumine su fuerza; se barre poco a poco su
verdadera efectividad, para convertirse en un malestar personal por
los males de la sociedad; una verborrea lastimosa por las injusticias,
una lágrima estéril, una hipócrita tristeza que no empuja a la acción,
sino a la lástima inútil y soberbia.
La solidaridad social consiste en colaborar de manera desinteresada
con el bien común. Hay actos de solidaridad que son específicamente
obligatorios. Incluso existen actos en contra de la solidaridad que
pueden ser castigados. Entendemos, por ejemplo, que el cumplir las
leyes es un acto solidario, porque sabemos que cumpliéndolas
favorecemos el orden social, la observancia de dichas leyes y, por lo
tanto, el bien común. En esta caso, la falta contra la solidaridad es
motivo de castigo, y este castigo se lleva a cabo porque se considera
que el cumplimiento de la ley es de interés general y a todos
aprovecha.
Solidaridad en sociedad

Tenemos que afirmar, antes que cualquier otra cosa, lo siguiente: no


es conveniente observar la solidaridad entre pueblos distintos sin tener
clara la dimensión humana que esto conlleva: las naciones no son
entes subsistentes en sí mismos, sino que subsisten en los seres
humanos que lo conforman. Por eso, no hay que ignorar lo que
realmente sucede. Cuando una nación es solidaria con otra nación,
realmente los individuos que pertenecen a una nación están siendo
solidarios con las personas que viven en otra nación. Las naciones no
son capaces de la solidaridad, sino a través de los individuos que la
conforman. La solidaridad no es susceptible de perder su dimensión
humana, aún cuando esté siendo llevada a cabo más allá de la propia
sociedad.
La solidaridad en el ámbito internacional sólo es comprensible cuando
se tienen por verdaderamente iguales en derecho de todas las
naciones, independientemente de su influencia económica o cultural
dentro de un mundo que se inclina a favorecer la globalización.
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La amistad

La amistad (del latín Amicus; amigo, que deriva de amore, amar) es


una relación activa entre dos o más personas. La amistad es una de
las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las
personas tienen en la vida.
La amistad se da en distintas etapas de la vida en diferentes grados
de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas
encuentran inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los
pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. La
verdadera amistad dura toda la vida.
Puede haber relaciones “amistosas” donde intervienen una persona y
otro tipo de persona (ángeles, santos) y de una forma animal, algunos
le llaman así a su relación con el perro a pesar de ser una relación
exclusivamente material y sensorial; a este último se le conoce como
“el mejor amigo del hombre”. También se puede dar la amistad incluso
entre dos o más animales de especies distintas, pero como se dijo
anteriormente, es una relación corporal sin el uso del razonamiento y
la libertad donde sólo están por instinto y no por decisión libre.

Demostración de amistad

Los sabios y poetas de todos los tiempos han exaltado siempre la


amistad. Además del amor, se necesita amistad. Para los filósofos
griegos, expresa virtud, es un regalo de los dioses. Aristóteles
menciona tres tipos de amistad: por interés, por placer y por el bien;
pero solo la que surge del bien merece llamarse amistad.
La amistad se demuestra en la preocupación por el amigo,
interesándose por su bienestar, por sus problemas y logros. Por esto
procura reunirse, comunicarse o convive con él. Un amigo es el que
esta en todos los momentos, el que te levanta cuando estas decaído.
Es en la turbación donde la amistad se pone a prueba.

Religión y amistad

Conjunto de personas que se sienten ellas mismas cuando se reúnen;


es decir, libres de actuar y expresarse, dentro de sus principios y su
moralidad, haciendo pleno uso del libre albedrío ya que se saben
aceptados en grado sumo por el resto de los componentes del grupo.

Cultura popular

Las relaciones de amistad han sido profusamente narradas, tanto en el


mundo de la literatura como en el del cine y la televisión, al grado tal
que si bien un listado verdaderamente completo seria imposible, es
fácil identificarlas en casi cualquier obra.
La amistad verdadera es desinteresada, pues mas consiste en dar que
en recibir, no busca el provecho propio, sino el del amigo. El amigo
verdadero no puede tener, para su amigo, dos caras: la amistad, si ha
de ser leal y sincera, exige renuncias, rectitud, intercambio de favores,
de servicios nobles y lícitos. El amigo es fuerte y sincero en la medida
en que, de acuerdo con la prudencia sobrenatural, piensa
generosamente en los demás, con personal sacrificio. Del amigo se
espera la correspondencia al clima de confianza, que se establece con
la verdadera amistad, se espera el reconocimiento de lo que somos y,
cuando sea necesaria, también la defensa clara y sin paliativos.

4: La cultura es el conjunto de todas las formas, los modelos o los


patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad
se manifiesta.

Compañerismo

El compañerismo es esencial. Compañerismo significa ‘’una vida


común juntos’’. En un sentido, esto resume las otras funciones de las
que hemos hablado. El compañerismo involucra estar juntos, amarse y
tener comunión unos a otros. Involucra escuchar a alguien que tiene
una preocupación, orar con alguien que tiene una necesidad, visitar a
alguien que está en el hospital, sentarse en una clase o un estudio
bíblico o incluso cantar un himno con alguien a quien no ha visto
antes.

3 Compañerismo significa “una vida común juntos”. Involucra estar


juntos, amarse y tener comunión unos a otros.

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