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1. Pensar la práctica
7. Delimitar el contexto
La dinámica de este taller permite dar a los procesos de escritura un lugar de peso,
tanto en lo referente al diseño en sí mismo, la elaboración del marco teórico, el registro y
análisis del trabajo de campo, y la reflexión sobre las propias prácticas.
El espacio del Taller 5 funciona a partir del trabajo en grupo, en el cual cada
integrante ocupa un rol, y lo recomendable sería que el desempeño de los mismos fuera
rotativo y que no se estancara o rigidizara en las mismas personas. Es fundamental en los
inicios, establecer los objetivos y metas de la tarea a emprender, y las actividades que
posibilitarán la concreción de un proyecto común. Una división de tareas operativa que
contemple las posibilidades de cada uno de los integrantes, permitirá un mejor
funcionamiento grupal y una mayor apropiación de la problemática a abordar. El aprendizaje
en grupo se construye en interacción con otros y contribuye al aprendizaje de cada sujeto,
lo cual será posible al escuchar otros puntos de vista que permitirán ir construyendo y
contrastando el conocimiento, y genera respeto por la diversidad.
INVESTIGACIÓN-ACCIÓN
El concepto fue introducido por Kurt Lewin a principios de la década del 1940, quien
expandía la forma de investigación hacia una integración de la experimentación científica
con la experimentación social (Lewin,1946,1952).
Por su parte, hacia los años ‘70 J. Elliott y L. Stenhouse, retomando las ideas de
Lewin, reafirman que “(...) las ideas educativas sólo pueden expresar su auténtico valor
cuando se intenta traducirlas a la práctica (...)”1. Estos autores hicieron hincapié en la
importancia del papel del docente como el encargado de la comprensión del problema, el
cual al ser identificado permite abrir un proceso cíclico de exploración, actuación y
valoración de resultados.
Características
1
Bausela Herreras, E. (2002). La docencia a través de la investigación–acción. España. Revista
Iberoamericana de Educación.
● Se configura como una espiral de ciclos de planificación, acción, observación y
reflexión. (Elliott, 1990; Kemmis y McTaggart,1988)2
Proceso
2
Kemmis, S. y McTaggart, R. (1988). Cómo planificar la investigación-acción en Bausela Herreras, E.
(2002). La docencia a través de la investigación–acción. España. Revista Iberoamericana de
Educación.
3
Kemmis, S. y McTaggart, R. Op. cit.
QUÉ ES ENSEÑAR
Lerner (1996) aporta otra visión, desde una perspectiva constructivista, al decir que
enseñar es:
● Plantear problemas a partir de los cuales sea posible reelaborar los contenidos
escolares.
● Proveer la información necesaria para que los niños puedan avanzar en la
reconstrucción de esos contenidos sobre los que están trabajando. A veces es
brindada directamente y otras recurriendo a material escrito. La información que el
docente no debe dar es aquella que corre el riesgo de obstaculizar el proceso
constructivo, de impedir que los niños elaboren sus propias estrategias para resolver
el problema planteado.
● Favorecer la discusión sobre los problemas que se han formulado
● Brindar la oportunidad de coordinar diferentes puntos de vista.
● Orientar hacia la resolución de los problemas planteados.
● Alentar la formulación de conceptualizaciones necesarias para el progreso en el
dominio del objeto de conocimiento.
● Promover redefiniciones sucesivas hasta alcanzar un conocimiento próximo al saber
socialmente establecido.
● Promover que los niños se planteen nuevos problemas que no se hubieran
planteado fuera de la escuela.
En una dirección similar, el Marco General del Diseño Curricular para la Educación
Inicial (2000), dispone que es tarea del enseñante guiar al alumno tomando en
consideración sus ritmos y necesidades, para que la enseñanza sea exitosa. Esto podemos
relacionarlo con el concepto de andamiaje que utiliza Bruner (1976)6, a partir del cual define
la enseñanza como una analogía a la construcción de un edificio: en este proceso el adulto
ofrece su ayuda como “andamios” transitorios al comienzo de la construcción de
conocimiento y, a medida que el niño va asumiendo cada vez una mayor autonomía en el
4
Fenstermacher, G (1989). Tres aspectos de la filosofía de la investigación sobre la enseñanza en
Gvirtz y Palamidessi (1998). El ABC de la tarea docente: currículum y enseñanza. Cap 5.
5
Feldman, D. (2010). Didáctica general. Ministerio de Educación, Instituto Nacional de Formación
Docente.
6
Wood, D., Bruner, J. S. y Ross, G. (1976). The role of tutoring in problem solving.Journal of Child
Psychology and Psychiatry en Gvirtz y Palamidessi (1998). El ABC de la tarea docente: currículum y
enseñanza. Cap 5 y en Coll, C. (1990). Desarrollo Psicológico y Educación II. Alianza. Capítulo 17
aprendizaje, el adulto va retirando esos “andamios” progresivamente; generando un
aprendizaje guiado.
Para que este andamiaje sea efectivo y, como resultado, se logre el aprendizaje, la
enseñanza debe estar vinculada con él. De esta manera, la ayuda ofrecida por el docente
debe “conectar” con los esquemas de conocimiento del alumno, ser significativa, para
movilizarlos y activarlos generando su reestructuración. Esta ayuda del docente, además de
tener en cuenta los conocimientos previos de los alumnos, debe generarles desafíos que
puedan resolver con ellos.(Coll, 1993)
● La centralidad del juego: distinguir que no todas las actividades que se proponen son
juegos, sino que muchos verdaderos juegos necesitan contar con saberes previos
para jugarlos, por lo tanto, el niño jugador aprende a jugar, enriquece sus
aprendizajes y el juego mismo se vuelve más desafiante. Resulta significativo
reconocer y valorar en el espacio escolar el lenguaje lúdico que es privilegiado en la
infancia, y adentrarse en él con propuestas docentes que desafíen la zona de
desarrollo potencial de los pequeños, enseñando a jugar y propiciando situaciones
de verdadera enseñanza.
● La multitarea con ofertas diversas – simultáneas y el trabajo en pequeños grupos
como modalidad organizativa privilegiada: El trabajo en pequeños grupos que se
desarrolla en forma simultánea, resulta la forma organizativa más adecuada porque
permite respetar a los niños en sus tiempos personales, en sus intereses, en sus
posibilidades de interactuar con otros, acompañándolos de un modo placentero en la
conquista de sus aprendizajes.
● La enseñanza centrada en la construcción de escenarios: Enseñar construyendo
escenarios para dramatizar, explorar, dibujar, construir, observar y registrar, dando
importancia al diseño del espacio como un elemento curricular a planificar.
● El principio de globalización – articulación de contenidos como modo de reunir
aportes de los diferentes campos de conocimiento alrededor de ejes organizadores
significativos para los niños: Esta lógica es la que ha de orientar la planificación de
las secuencias de actividades de enseñanza para los niños pequeños. Los proyectos
y las unidades didácticas son, entre otros modos de planificación, formatos que se
sostienen en las ideas de articular los diversos contenidos para promover el
aprendizaje significativo de los niños, la comprensión de situaciones vitales, recortes
de la realidad social – cultural – natural, de diversas producciones culturales.
7
Vigotsky, L. S. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores en COLL, C. y otros.
(1993). El constructivismo en el aula. Barcelona: Graó. Serie Pedagogía
● El desarrollo personal y social y la alfabetización cultural, dimensiones de una
educación integral: la socialización (apropiación de sentidos sociales de ser, de
hacer, de constituirse como individuo social pleno), el juego (como lenguaje que se
aprende y se enseña de forma privilegiada en el Nivel Inicial), el ambiente (como
territorio vital que le permite al niño conocerlo, explorarlo y adentrarse en él con
mayor autonomía), los lenguajes (verbales, no verbales, gestuales, artísticos) se
refieren a los contenidos que nos proponemos enseñar los docentes promoviendo
los deseados aprendizajes en los niños. Es necesario enseñar contenidos
vinculados con el desarrollo personal y social. Para hacer efectiva la equidad y
calidad educativa es importante trabajar en forma complementaria: el desarrollo
personal y social y la alfabetización cultural.
● La conformación de lazos de sostén, confianza, respeto, complementariedad con el
niño y las familias: la consolidación de un vínculo estrecho entre institución y familias
es condición necesaria de toda práctica de buena enseñanza.
Teniendo en cuenta las diferentes perspectivas existentes acerca del proceso de
enseñanza, nos centraremos ahora sí en el modo de enseñar predominante en el Nivel
Inicial. Como punto de partida resaltaremos la importancia del juego en este proceso. Sarlé
(2010) señala la necesidad que manifiesta el niño por jugar: “(...) si no se abre la puerta al
juego, el juego igualmente se cuela por la ventana(...)”8. Con esto la autora hace referencia
a la necesidad y el deseo implícito o muchas veces explícito de los niños por el juego.
Independientemente de los propósitos planteados por la docente, los niños juegan todo el
tiempo, con o sin reglas pautadas, con o sin roles. Les interesa jugar y por ende, debemos
enseñarles cómo hacerlo. Abriendo ya este campo de la enseñanza, cabe mencionar que
según el juego que se plantee, o mejor dicho, según el propósito que tenga la docente, el
modo de enseñar ese juego variará. La situación de juego se utiliza generalmente como
herramienta para conocer e interpretar la realidad, así como también como ámbito de
expresión y relación con los otros.
●
“Enseñar por medio del juego”: esta perspectiva plantea el juego como medio
privilegiado para llevar a cabo la enseñanza. En este enfoque se proponen juegos
para el logro de determinados objetivos educativos previamente planteados por la
docente, quien será la encargada de guiar la actividad de los niños facilitando así la
apropiación de contenidos. En esta intervención deberá tenerse en cuenta el
concepto de zona de desarrollo próximo de Lev Vigotsky mencionado anteriormente.
● “Enseñar o jugar”: esta postura alienta el jugar por jugar; donde no se admiten
determinaciones externas y el juego no debe estar dirigido. Nace por deseo del
jugador, por lo tanto no debe estar ordenado.
● “Enseñar y jugar”: el juego se encuentra atravesado por variables didácticas donde
tiene condicionamientos externos como el tiempo, espacio, materiales, etc. Esta
postura plantea que el juego es el mejor vehículo para desarrollar la enseñanza
intencional, donde docente-alumno colaboran en esta construcción.
● Por último, a modo de una cuarta mirada alternativa, se incluyen ideas planteadas
por P. Sarlé (1999). Se prioriza el juego por sobre la enseñanza de los contenidos.
No obstante, si se atiende demasiado a la enseñanza o al contenido, se puede
perder el sentido de la esencia del juego. La mediación del maestro en el juego, más
que interferir en él, pareciera asegurarle al niño un ambiente estable, ofreciendo
seguridad e información necesaria para que continúe jugando. Por lo tanto en esta
perspectiva se considera posible la relación entre juego y enseñanza.
Por otro lado, Beatriz González (2008) resalta la importancia de saber distinguir entre
el momento de juego y el de aprendizaje a partir de una situación lúdica: los niños deben
8
Sarlé, P. (2010), Rosario, Argentina. Criterios para clasificar juegos
ser conscientes de que a través de ese juego están aprendiendo. No es un momento de
juego libre en el sentido pleno del término, sino que por detrás de eso, existe un trabajo
previo de la docente, quien seleccionó materiales teniendo en cuenta los contenidos y
objetivos que se planteó para esa situación.
QUÉ ES APRENDER
A lo largo del tiempo, diversas teorías se han propuesto estudiar el fenómeno del
aprendizaje. Es posible distinguir dos grandes perspectivas:
La autora también cita a Piaget (1952), quien plantea la indisolubilidad del organismo
y el entorno en el aprendizaje, debido a una acción en el contexto, y la existencia de
cambios adaptativos y una reestructuración en el individuo.
Piaget afirma que el conocimiento del mundo se construye a partir de la acción sobre
el mismo. Él define la acción cognoscitiva como aquella que está orientada hacia los objetos
con el sentido de darles algún significado. De este modo, el niño produce significado antes
de usar el lenguaje: el objeto es lo que la acción hace sobre él. Las acciones se van
formando a partir de las anteriores.
9
Wartofsky, M. (1983). The child’s construction of the world and the world’s construction of the child.
En Rogoff, B. (1993). Aprendices del pensamiento. El desarrollo cognitivo en el contexto social.
Buenos Aires. Paidós
acciona sobre él. La acomodación, complementaria a la función anteriormente nombrada,
es la modificación de esos esquemas a causa de la asimilación del objeto. La adaptación es
la interacción entre la asimilación y la acomodación. La organización es la búsqueda del
orden en la actividad cognoscitiva, en esas acciones realizadas. (Castorina, 2012)
Teniendo en cuenta este enfoque de Vigotsky sobre el hecho de que aprender es por
naturaleza un fenómeno social, en el cual la adquisición del nuevo conocimiento es el
resultado de una interacción donde cada individuo contrasta su punto de vista personal con
el de otro hasta llegar a un acuerdo, es posible decir que el aprendizaje se desarrolla en
colaboración con otros.
Cuando en el interior de un individuo surge una contradicción entre sus ideas, sus
representaciones, sus acciones, y la presión de la realidad social, se presenta un conflicto
cognitivo. A partir de ello, se genera un desequilibrio, frente al cual el sujeto tiende a
modificar su representación con el fin de llegar a juicios coherentes. Dichos desequilibrios
son fuentes de progreso; sin ellos no habría reequilibración de mejora.
El conflicto cognitivo afecta niveles de representación, podrá producirse en
representaciones de niveles diferentes o del mismo nivel.
De acuerdo con el Diseño Curricular para la Educación Inicial. Marco General (2000),
al evaluar se establece un criterio de valor acerca de algo. Para esto se debe tomar una
cierta distancia de las situaciones, y analizar las diferencias entre lo esperado y lo
acontecido. No sólo se deben evaluar los resultados del programa educativo, sino también
los procesos.
La evaluación varía según el docente que la realice. “Los docentes evalúan aquello
que han privilegiado en su tarea de enseñanza. Lo privilegiado está fuertemente
determinado no sólo por lo que se establece desde lo curricular, sino por las
representaciones sociales que los maestros tienen acerca de la función que cumple el nivel
educativo en el que se desempeñan.”10
Al evaluar hay que tener en cuenta los contenidos (qué se va a evaluar), los
objetivos (para qué), los instrumentos y la metodología (cómo), los momentos (cuándo) y las
personas (a quién). (Ungaro, Alfonso y Carrera, 2009).
10
GCBA. Secretaría de Educación, Dirección General de Planeamiento, Dirección de Currícula.
(2000). Diseño Curricular para la Educación Inicial. Marco General. Buenos Aires
11
GCBA. Secretaría de Educación, Dirección General de Planeamiento, Dirección de Currícula. Op.
cit.
contenidos. Por lo tanto, lo que se evalúa son los avances logrados con respecto a sus
saberes iniciales.
Se evalúa la propuesta pedagógica con dos propósitos: para tomar decisiones con
respecto a aquello sobre lo que se quiere intervenir o incidir, permitiéndose aprender tanto
de los errores como de los aciertos; y para comunicar a los otros los resultados de las
tareas, ya que al ser la institución un sistema, cada elemento influye sobre los demás.
LITERATURA EN EL NIVEL INICIAL
Los niños del Nivel Inicial muestran un temprano interés por la literatura. Según el
Diseño Curricular para la Educación Inicial Marco General (2000), la literatura es una
“(...)manifestación artística que integra la cultura humana, es una producción basada en un
uso particular del lenguaje que posibilita crear mundos alternativos, expresando ideas,
emociones y sensaciones. Configura textos orales o escritos que se caracterizan por ser
plurisignificativos (...)”12. Que un texto sea plurisignificativo quiere decir que puede tener
múltiples sentidos que se construyen en la interacción con cada lector. Esa interacción
promueve una gama de procesos que comprometen el pensamiento, la reflexión, las
emociones y sensaciones, el conocimiento y la imaginación. Por esta razón, es sumamente
importante que el Nivel Inicial garantice una rica interacción de los niños con los textos
literarios. De esta forma, se propicia la creación de las bases para poder formar un lector
crítico, sensible, estético y competente en un futuro.
Lidia Blanco (2008), por su parte, define la literatura como un “acuerdo ficcional entre
los hombres y un juego maravilloso en el que unos cuentan y otros creen y sienten aquello
que les dice un escritor”13
A. Malajovich (2000) reconoce dos grandes ejes de trabajo del docente como
mediador que se vinculan y enriquecen entre sí:
12
GCBA. Secretaría de Educación, Dirección General de Planeamiento, Dirección de Currícula.
(2000). Diseño Curricular para la Educación Inicial. Marco General. Buenos Aires
13
Blanco L. (2008) Leer con placer en la primera infancia. Bs. As. Ed: Novedades Educativas.
Capítulo 1
14
Silveyra, C. (2002). Literatura para no lectores: La literatura y el nivel inicial. Buenos Aires.
Ediciones Homo Sapiens. Capítulo 2
15
Battaner, M. P. (1991). La virtud de lo literario en SILVEYRA, C. (2002). Literatura para no lectores:
La literatura y el nivel inicial. Buenos Aires. Ediciones Homo Sapiens.
-Transmitir textos literarios, siendo el objetivo que los niños aprecien las
manifestaciones literarias.
Al acercar dichos textos literarios a los niños, Malajovich (2000) plantea que luego de
terminar una lectura o narración, es conveniente brindar un espacio para que ellos puedan
manifestar verbalmente algunas cosas que sintieron en el transcurso de estas actividades.
De no suceder esto por parte de los niños, el Diseño Curricular para la Educación Inicial.
Niños de 4 y 5 años (2000) propone que sea el docente quien abra el diálogo con un
comentario o pregunta. Lo ideal es que aquellos niños que lo deseen puedan expresar
opiniones o sentimientos, intercambiar ideas, confrontarlas, argumentar, etc.
La literatura infantil es aquella que ha sido escrita y publicada para niños, y en la que
pueden observarse rasgos lingüísticos y temáticos del universo infantil. (Blanco, 2008)
Criterios de selección
-Éticos y socioculturales: toda obra literaria contiene un sistema de ideas, una visión
del mundo, y puede ayudar al desarrollo del pensamiento crítico dándole espacio para el
debate entre lectores.
-Personajes: reconocibles para los niños por la caracterización que se haga de ellos.
Es importante que los personajes sean reconocibles como tales, identificándolos por cómo
son y actúan en la narración.
Hacia los 5 años resultan en particular atractivos aquellos relatos en donde los
protagonistas demuestran sus destrezas, verosímiles en el marco de lo maravilloso.
Evaluación
Para ello, el Diseño Curricular para la Educación Inicial. Niños de 4 y 5 años (2000)
propone una serie de criterios en relación a los contenidos y propósitos, que el docente
podrá tener en cuenta para evaluar en el alumno:
Lenguaje oral:
A temprana edad los bebés saben que el lenguaje sirve para diferentes propósitos
(pedir, prometer, indicar, etc.). También perciben la entonación, y se dan cuenta que a
través del habla pueden satisfacer sus necesidades y relacionarse. Poco a poco lo usarán
para crear mundos imaginarios, expresarse, contar experiencias y además comprenderán la
importancia de su uso.
Sucede que hablando se manifiestan las distintas variedades del lenguaje. La lengua
varía según el usuario y de acuerdo con los contextos de uso. Los hablantes marcan
diferencias en el uso de la lengua según su lugar de origen, la región en la que viven, su
sexo, su edad, su inserción social. También existen diferencias en relación a cómo se
emplea la lengua según la situación en la que se está: estas diferencias en relación con los
contextos de uso constituyen los registros. Hablar una lengua implica manejar uno o más
dialectos y moverse con diferentes registros de acuerdo a las exigencias de la situación
comunicativa en la que estemos involucrados.
-Adaptarse al discurso iniciado por el adulto y comenzar a dar respuestas acorde con
lo que se le pregunta.
-Comenzar a retener las reacciones propias hasta que el otro interlocutor termine de
hablar.
-Sensibilizarse de manera creciente por los ritmos del lenguaje, la musicalidad de las
palabras.
LEER
Existe un sentido convencional del término lectura, los niños pequeños realizan
diversas aproximaciones a partir de sus conocimientos y competencia lingüística. Anticipan
lo que está escrito mirando las ilustraciones, tapas, título, tamaño de letras, etc. La lectura
conlleva una actividad intensa y compleja.
El papel del docente es actuar como mediador entre el texto y el niño. Es el que
presenta los libros a través de un criterio de selección, ofrece la lectura en voz alta,
problematiza lo leído, retoma y explica siempre que sea necesario, busca comprender qué
sentido construyó el niño en su lectura.
La lectura es un proceso, con su práctica podrá identificar el portador y el tipo de
texto, de esta manera, los niños irán aprendiendo a seleccionar de acuerdo con el
propósito.
Es frecuente que los niños no hayan establecido aún la hipótesis de que todo lo que
se lee está escrito, ni que existe un paralelismo entre el orden de las palabras escritas y el
orden de las palabras leídas. Se recomienda para el proceso de lectura la creación de una
biblioteca, que los libros estén al alcance de los niños, que se aliente a la lectura
compartida, que haya tiempos destinados para la lectura docente y directa de los niños para
fomentar su encuentro con los textos.
ESCRIBIR
Para que los niños se apropien del código es necesario utilizar la escritura de una
manera reflexiva para restituir el carácter de objeto social de la lengua escrita. Se trata de
incluir la escritura como forma de comunicación, como en la vida cotidiana. Es fundamental
que los niños comprendan el sentido y las funciones sociales de la escritura. Ser un escritor
es convertirse en un productor de textos propios que respondan al propósito comunicacional
que se presenta.
16
Ortíz, B. y Lillo, M. (2011). Hablar, leer y escribir en el Jardín de Infantes. Reflexiones y propuestas
de escritura y oralidad. Rosario, Santa Fe. Ed Homosapiens.
● Placer estético.
Aprender a escribir supone apropiarse del sistema notacional y del lenguaje escrito,
ambos procesos suceden en simultáneo e interactúan entre sí. El proceso se inicia en la
diferenciación de escritura y dibujo, sigue con diferencias intra e interfigurales hasta el
periodo fonético, relacionando grafías y sonidos de las palabras. Durante el proceso de
apropiación del sistema, las primeras escrituras son indiferenciadas, el niño escribe del
mismo modo palabras diferentes.
Evaluación
-Planifique su producción.
-Escriba su nombre.
QUÉ ES UN PROYECTO
● “Que sea significativo para el grupo de niños y que parta de un verdadero problema
particular o general que requiere un trabajo de elaboración.
● Que, para arribar a un producto final, es necesaria una indagación que amplíe los
conocimientos iniciales.
● Que tanto los procesos de indagación como los de elaboración representen desafíos
posibles de enfrentar por el grupo de niños.
● Que los contenidos seleccionados se organicen favoreciendo la construcción de
estrategias para abordar y tratar la información a obtener. A su vez, que se
relacionen entre sí en torno a problemas o hipótesis que promuevan la construcción
de conocimientos.”17
La duración de cada proyecto es variable. En cualquier caso, se dividirá en tantas
etapas como sea necesario y se le dedicará una parte del tiempo cotidiano de trabajo
escolar, sin necesidad de que todo sea absorbido por el proyecto (para evitar el hastío y
pérdida de entusiasmo).
17
Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires (2008). Diseño
curricular para la educación inicial. La Plata.
BIBLIOGRAFÍA
BLANCO, L. (2008) Leer con placer en la primera infancia. Buenos Aires: Ediciones
Novedades Educativas.
GONZÁLEZ, B. (2008). Aquí, allá, por ahí, por acá: el espacio de la acción a la
representación. Buenos Aires: Ed. Puerto Creativo
GVIRTZ, A. y PALAMIDESSI, M. (1998). El ABC de la tarea docente: currículum y
enseñanza. Buenos Aires: Editorial Aique. Capítulos 4 y 5