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SÉPTIMO DÍA

Oración Inicial
Benignísimo Dios de infinita caridad que nos haz
amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda
de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro
hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un
pesebre para nuestra salud y remedio; te damos
gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te
ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero para hacer de
este mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo, más
fiel al gran mandamiento de amarnos como
hermanos. Concédenos, Señor, tu ayuda para poderlo
realizar. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz
y alegría, sea para nuestra comunidad un estímulo a
fin de que, viviendo como hermanos, busquemos más
y más los caminos de la verdad, la justicia, el amor y
la paz.
Señor haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que
no haya injuria porque Tú nos das comprensión. Que
no haya amargura porque Tú nos bendices. Que no
haya egoísmo porque Tú nos alientas. Que no haya
rencor porque Tú nos das el perdón. Que no haya
abandono porque Tú estas con nosotros. Que sepamos
marchar hacia ti en tu diario vivir. Que cada mañana
amanezca un día más de entrega y sacrificio. Que
cada noche nos encuentre con más amor. Amén

 Demos amor, como decía San Juan de la Cruz:


donde no hay amor pon amor, y sacarás amor.

Palabra De Dios Lc 2,8-15


En aquella región había unos pastores que pasaban la
noche en el campo, vigilando por turno sus rebaños.
Un ángel del Señor se les apareció y la gloria de Dios
los envolvió con su luz y se llenaron de temor. El
ángel les dijo: “No teman. Les traigo una buena
noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy
les ha nacido, en la ciudad de David, un salvador, que
es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal:
encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado
en un pesebre”.
De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército
celestial, que alababa a Dios, diciendo: “¡Gloria a
Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de
buena voluntad!”.
Cuando los ángeles los dejaron para volver al cielo,
los pastores se dijeron unos a otros: “Vayamos hasta
Belén, para ver eso que el Señor nos ha anunciado”.
Reflexión
“El ángel les dijo: No teman. Les traigo una buena
noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo”.
(Lc 2,10)
Las palabras de los ángeles a los pastores indican el
significado del nacimiento de Jesús.
Él no es un niño cualquiera, sino el Salvador, el
Mesías, el Señor (v. 11). La divinidad de Jesús niño
no es manifiesta. Por eso, debía ser enseñada por
medio de los ángeles: «Necesita ser manifestado lo
que de suyo es oculto, no lo que es patente. El cuerpo
del recién nacido era manifiesto; pero su divinidad
estaba oculta, y por tanto era conveniente que se
manifestara aquel nacimiento por medio de los
ángeles, que son ministros de Dios; por eso apareció
el ángel rodeado de claridad, para que quedase
patente que el recién nacido era “el esplendor de la
gloria del Padre” (Hb 1,3)» (Sto. Tomás de Aquino).
Las palabras de los ángeles indican también que la
llegada del Salvador al mundo trae consigo los dones
más excelentes: El reconocimiento de la gloria de
Dios y La paz para los hombres (v. 14).
De ahí el sentido profundo de la adoración de los
pastores y del por qué no temer: La razón de este gran
gozo es también por que la salvación que Cristo traía
estaba destinada a hombres de toda raza y situación,
y por eso eligió manifestarse a personas de distinta
condición. «Los pastores eran israelitas; los magos,
gentiles; aquellos vinieron de cerca; estos de lejos,
pero unos y otros coincidieron en la piedra angular,
“El Niño Jesus”» (San Agustín).
El alma que ha dado entrada a Dios en su corazón vive
con alegría la visita del Señor, y esa alegría acaba con
los temores que pueden querer introducirse en su
corazón.
Meditación del día
Séptimo día para crecer en GENEROSIDAD.
Es la capacidad de dar con desinterés donde al amor
le gana la carrera al egoísmo.
Es en la entrega generosa de nosotros mismos donde
se muestra la profundidad de un amor que no se agota
en las palabras.
Y eso es lo que celebramos en la navidad: el gesto sin
par de un Dios que se da a sí mismo. Lo destaca San
pablo: “soberbia también en la generosidad... pues
conocéis la generosidad de Nuestro Señor Jesucristo
el cual siendo rico, por vosotros se hizo pobre para
que os enriquecierais con su pobreza”.
Es un pasaje bíblico en que el apóstol invita a los
corintios a compartir sus bienes con los necesitados.
2Cor 8, 7 – 15.
Sabemos amar cuando sabemos compartir, sabemos
amar cuando damos lo mejor de nosotros mismos en
lugar de dar sólo cosas.
Tomemos pues, la mejor decisión: dar cariño, afecto,
ternura y perdón; dar tiempo y dar alegría y
esperanza.
Son los aguinaldos que más valen y no cuestan
dinero.
Gozos
 Oh sapiencia suma del Dios soberano que a nivel
de un niño te hayas rebajado. Oh Divino Infante
ven para enseñarnos la prudencia que hace
verdaderos sabios.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras
almas! ¡Ven no tardes tanto!
 Niño del pesebre nuestro Dios y Hermano, tú
sabes y entiendes del dolor humano; que cuando
suframos dolores y angustias siempre
recordemos que nos has salvado.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras
almas! ¡Ven no tardes tanto!
 Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que
entre las tinieblas tú esplendor veamos, Niño tan
precios, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de
tus dulces labios.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras
almas! ¡Ven no tardes tanto!
 Rey de las naciones Emmanuel preclaro de Israel
anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas
con suave cayado, ya la oveja arisca ya el cordero
manso.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras
almas! ¡Ven no tardes tanto!
 Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor
rocío, como riego santo. Ven hermoso niño ven
Dios humanado luce hermosa estrella, brota flor
del campo.
Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras
almas! ¡Ven no tardes tanto!
Peticiones
 Por los niños y jóvenes de nuestro querido
Ecuador, para que el espíritu de la Navidad les
anime a ser cada día mejores estudiantes y
personas generosas, contribuyan para formar un
clima de armonía en su escuela y familia.
Oremos.
 Para que los educadores cada día entreguen con
generosidad a sus estudiantes el testimonio de su
vida y los ayuden a descubrir la verdad. Oremos.
 Por los padres de familia para que contribuyan en
la formación integral de sus hijos y les ayuden a
descubrir a Jesús en sus hermanos. Oremos.
 Por cada uno de nosotros para que al ejemplo de
los pastores descubramos al verdadero Dios,
encarnado en nuestros hermanos y no nos
distraigamos buscándolo en las cosas materiales.
Oremos.

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