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RITO DE ADMISIÓN AL CATECUMENADO

SALUDO Y MONICIÓN
El celebrante saluda cordialmente a los candidatos y manifiesta a todos los presentes el reconocimiento y el gozo de la Iglesia.

ENTRADA
Los catecúmenos entran junto a la procesión litúrgica, y se colocarán en la parte más cercana al presbiterio.

MOMENTO DEL DIÁLOGO


Este momento se llevará a cabo después de la lectura del Evangelio, el celebrante llama a los candidatos al centro del pasillo, y les dice:

 CELEBRANTE: Candidatos presentes que desean ser parte del catecumenado, acérquense.

Los candidatos se colocarán es 2 filas a las orillas del pasillo

 CELEBRANTE: ¿Qué pides a la Iglesia de Dios?


 CANDIDATO: La fe.
 CELEBRANTE: Y, ¿qué te da la fe?
 CANDIDATO: La vida eterna.
 CELEBRANTE: ¿qué pides?
 CANDIDATO: La entrada a la Iglesia.

PRIMERA ADHESIÓN
CELEBRANTE: Dios, que es invisible, ilumina a todo hombre y se le manifiesta por medio de la creación para que lo reconozca como a su
Creador y le dé gracias. Por eso, ustedes, que han seguido esta luz, se les abre ahora el camino del Evangelio para que, después de esto
primeros pasos, reconozcan al Dios Vivo que realmente habla a los hombres y, caminando iluminados por la Luz de Cristo, se entreguen
de todo corazón a su designio salvador, creciendo constantemente en Él. Por este camino de la fe, Cristo los conducirá, mediante la
caridad, para que obtengan la vida eterna.

CELEBRANTE: ¿están dispuestos, guiados por él, a entrar en este camino?

CANDIDATOS: Sí, estoy dispuesto.

CELEBRANTE: Ustedes, los responsables de estos candidatos, que ahora presentan a la Iglesia, y todos ustedes, hermanos, ¿están
dispuestos a ayudarlos a encontrar y seguir a Cristo?

TODOS: Sí, estamos dispuestos.

EXHORCISMO Y RENUNCIA AL MAL


Después el celebrante, con la mano levantada hacia los candidatos, dice:

CELEBRANTE: Ahuyenta Señor, con la fuerza de tu Espíritu, a los espíritus malignos; mándales que se retiren, porque tu Reino está cerca.

Por la gracia de Dios, ustedes han sido llamados a reconocer, adorar y servir al solo Dios verdadero y a su enviado Jesucristo. Por lo tanto,
es necesario que renuncien públicamente a los falsos dioses y cultos.

¿Renuncian ustedes a los falsos dioses y su culto para seguir el camino de Cristo y de su Evangelio?

CANDIDATOS: Sí, renunciamos.

CELEBRANTE: ¿Renuncian ustedes a la creencia en la magia, adivinación, brujería y toda creencia no acorde a la fe en Jesucristo?

CANDIDATOS: Sí, renunciamos.

CELEBRANTE: ¿Renuncian ustedes a la indiferencia, al odio y al egoísmo?


CANDIDATOS: Sí, renunciamos.

CELEBRANTE: ¿Renuncian ustedes al perjurio, la venganza, el robo y el desprecio?

CANDIDATOS: Sí, renunciamos.

CELEBRANTE: ¿Renuncian ustedes a Satanás y todo acto de maldad?

CANDIDATOS: Sí, renunciamos.

Luego, el celebrante interroga a los responsables y los presentes con estas palabras:

CELEBRANTE: Ustedes los responsables de estos candidatos, y todos ustedes, los aquí presentes, que acaban de escucharlos hacer sus
renuncias, ¿son testigos de que ellos han elegido a Cristo, el Señor, y quieren servirlo sólo a Él?

TODOS: Sí, somos testigos.

CELEBRANTE: ¿Están dispuestos a ayudarlos a encontrar y a seguir a Jesucristo?

TODOS: Sí, estamos dispuestos.

El celebrante con las manos juntas, dice:

CELEBRANTE: Padre de bondad, te damos gracias por estos hijos tuyos que, atendiendo a tu solicitud y movidos por tu gracia, te buscan
y públicamente han respondido hoy a tu llamado. Por eso todos nosotros te alabamos, Señor, y te bendecimos.

TODOS: Te alabamos, Señor, y te bendecimos.

SIGNACIÓN DE LA FRENTE Y DE LOS SENTIDOS


Luego, el celebrante invita a los candidatos con estas palabras:

CELEBRANTE: Queridos candidatos, por el asentamiento que han dado y por su renuncia al mal, ustedes han aceptado participar en
nuestra vida y esperanza en Cristo. Ahora, para indicar su entrada al catecumenado, los responsables y yo los signaremos con la señal de
la Cruz de Cristo. Toda la comunidad los recibe con amor y les ofrece su ayuda.

Entonces, el celebrante traza el signo de la Cruz sobre todos, y al mismo tiempo, los responsables lo hacen sobre cada candidato. El
celebrante dice:

CELEBRANTE: Reciban la cruz en la frente: Cristo los fortalece con el signo de su amor. Aprendan ahora a conocerlo y a seguirlo.

A continuación, se hace la signación de todos los sentidos. Las signaciones son hechas por los responsables:

Mientras signan los oídos:

CELEBRANTE: Reciban la señal de la cruz en los oídos, para que escuchen la voz del Señor.

Mientras signan los ojos:

CELEBRANTE: Reciban la señal de la cruz en los ojos, para que vean la luz de Dios.

Mientras signan la boca:

CELEBRANTE: Reciban la señal de la cruz en la boca, para que respondan a la Palabra de Dios.

Mientras signan el pecho:

CELEBRANTE: Reciban la señal de la cruz en el pecho, para que Cristo habite por la fe en sus corazones.

Mientras signan la espada:

CELEBRANTE: Reciban la señal de la cruz en la espalda, para que lleven sobre sus hombros el yugo suave de Cristo.

Después, el celebrante solo, hace la señal de la cruz sobre los candidatos, sin tocarlos, mientras dice:
CELEBRANTE: Yo los signo a todos ustedes en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que vivan por los siglos de los siglos.

CANDIDATOS: Amén.

Luego, el celebrante ora diciendo:

CELEBRANTE: Oremos…

Padre de bondad, escucha benignamente nuestras oraciones; y a estos catecúmenos a quienes hemos marcado con la cruz de Cristo,
protégelos con su fuerza, para que, prosiguiendo el camino de su iniciación salvadora, puedan llegar, por la observancia de tus
mandamientos, a la gloria del nuevo nacimiento bautismal. Por Jesucristo, nuestro Señor.

TODOS: Amén.

CELEBRANTE: Sean bienvenidos a la Iglesia de Cristo, para que tomen parte con nosotros en la mesa de la Palabra de Dios.

ENTREGA DE LA PALABRA
Ahora, el celebrante se coloca en el centro del pasillo con el LIBRO DEL EVANGELIO en sus manos, y los candidatos harán fila, al lado sus
padrinos.

CELEBRANTE: Recibe el la Buena Nueva del Señor, que sea tu guía para este camino que haz de emprender.

EL PADRINO ENTREGA LA BIBLIA.

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