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LAS “AES” DE LA AUTOESTIMA

La autoestima positiva es el requisito fundamental para una vida plena

(N. Braden)

La persona que se autoestima suficientemente posee, en mayor o menor grado, las siguientes
características: Aprecio, aceptación, afecto, atención, autoconsciencia, apertura y en una
palabra que incluye a todas la antes dichas AFIRMACIÓN.

1.- Aprecio genuino de uno mismo como persona, independientemente de lo que pueda
hacer o poseer. Un aprecio que incluye todo lo positivo que pueda haber en uno mismo:
talentos, habilidades, cualidades corporales, mentales espirituales.

2.- Aceptación tolerante y esperanzada de sus limitaciones, debilidades, errores y fracasos.


Reconoce serenamente los aspectos desagradables de su personalidad. Se responsabiliza de
todos sus actos, no le asustan sus defectos, pero prefiere triunfar y no se hunde cuando
pierde.

3.- Afecto una actitud positiva amistosa, comprensiva y cariñosa hacia sí misma, de tal
forma que la persona se sienta en paz y no en guerra, con sus pensamientos y sentimientos,
con su imaginación, y con su cuerpo. Se encuentra bien consigo misma dentro de su propia
piel. Y sabe disfrutar en soledad de su propia compañía.

4.- Atención y cuidado fraternal de sus necesidades reales, tanto físicas como psíquicas,
intelectuales como espirituales. Prefiere la vida a la muerte, el placer al dolor, el gozo al
sufrimiento. (Aunque puede tener aprendizaje de los momentos difíciles. Protege su
integridad física y mental.

Estas cuatro primeras “Aes” de la autoestima presuponen un buen nivel de


autoconocimiento y en especial de AUTOCONCIENCIA es decir de vivir dándose cuenta
del propio mundo interior, escuchándose así mismo amistosamente, prestando atención a
todas las voces interiores.

En una palabra cuando hablamos de autoestima hablamos de AFIRMACIÓN de ser


humano falible, irrepetible, valiosísimo, que merece todo nuestro respeto y consideración, a
saber, de UNO MISMO. Por supuesto en RELACIÒN CON LOS DEMÀS. Una persona
con verdadera autoestima en su totalidad individual y social vive Abierta y atenta al otro,
reconociendo su existencia y afirmándolo. Acepta el hecho evidente de la interdependencia
humana y se da cuenta de que ni puede ni le interesa vivir aislada e independientemente de
los demás.

“así como las manzanas maduran con el sol, así también los hombres maduramos en
presencia de otra persona, en colaboración con ella”

(G. Torrente Ballester)


En el siguiente gráfico escribe en las raíces el talento, habilidad, característica, etc. Que te ha
permitido alcanzar los logros que escribirás en la manzana correspondiente.

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