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Capítulo 9

UN UNIVERSO DE UNIVERSALES(*)

Meyer, L. (2001). Un universo de universales. En F. Cruces Leonard B. Meyer 1

et. al. (Eds.), Las Culturas Musicales. Lecturas de


Etnomusicología (pp. 233-259). Madrid: Trotta.

El contexto para este ensayo sobre universales es, paradójicamente,


la preocupación actual y omnipresente por la variabilidad de los con-
textos culturales. Mi premisa es simple: no se puede comprender y
explicar la variabilidad de las culturas humanas mientras no se ten-
ga una apreciación de las constantes implicadas en su formación. En
lo que sigue he tratado de ser específico y concreto sobre la relevan-
cia de los universales para la teoría, la historia y la reflexión crítica
sobre la música.
Dado que todos somós producto de un tiempo y un espacio espe-
ciales y limitados, nuestros comportamientos y creencias están inva-
riablemente influidos por las circunstancias culturales y personales en
las cuales nos encontramos. Pero, no hace falta decirlo, de este «rela-
tivismo de procedencia» no se sigue que la significación y validez de las
obras de arte, de las teorías, etc., estén confinadas al tiempo y lugar
de su génesis. Si así fuera, el arte del pasado (por ejemplo las piezas te-
atrales de Sófocles) y las acciones de los protagonistas de la historia

(*) Tomado de L. B. Meyer (1998) •A Universe of Universals•. The ]ournal of


Mttsicology, 16 (1): 3-25. Traducción de Ramón Pelinski . .
1. Mi agradecimiento a Harold S. Powers por sus comentarios y sugerencias pa-
ra mejorar este ensayo. Mi deuda con Janet M. Levy es excepcionalmente grande y
profunda porque ella no sólo hizo críticas penetrantes sino que también frenó mi ten-
dencia a la especulación autocomp!a,iente y tangencial. Este ensayo fue presentado
por vez primera como la decimoquinta Conferenda anual Martin Bernstein en el De-
partamentode Música de la Universidad de Nueva York.
lEONARD B. MEYER

(César cruzando el Rubicón) serían incomprensibles. Y lo mismo es gía que he estado describiendo puede considerarse una especie de em-
cierto con respecto a los conceptos, sea en las ciencias o en las huma- pirismo selectivo. Esto es, como sucede en la selección natural, eli-
nidades. La teoría darwiniana de la evolución está indudablemente en- mina hipótesis insostenibles, permitiendo resistir a otras.
deudada con el contexto industrial-capitalista del siglo XIX. Sin em- Este punto de vista tiene implicaciones importantes para el flo-
bargo, la validez de la teoría no depende de su procedencia, sino de la reciente campo de la interpretación. En esta época de proliferación
validación empírica de las implicaciones derivadas de la teoría. Esta de la información -libros, periódicos e internet-resulta virtual-
observación llama la atención sobre cuestiones de metodología. mente imposible estar al tanto de todo lo que se publica en nuestro
propio_ campo de investigación. En las artes un resultado de esto ha
sido una plétora de interpretaciones basadas en las respuestas perso-
METODOLOGÍA nales de un crítico individual, las cuales permiten a este crítico no ha-
cer caso de la literatura existente sobre la obra que se interpreta.
Comprendemos el mundo a través de una colección a menudo tácita El antropólogo Clifford Geertz señala lo que considera el pro-
de suposiciones sobre la naturaleza de las cosas, desde los asteroides blema central en la presente boga de la interpretación:
hasta las cebras. Puesto que nuestro conocimiento de este mundo
(su pasado, presente y futuro) es siempre parcial, las teorías cambian, El pecado dominante de las aproximaciones interpretativas a cualquier cosa
-literatura, sueños, síntomas, cultura- consiste en res.istir [... ]la articula-
y de esta variabilidad algunos han infe-rido que la verdad no es más ción conceptual y así escapar a modos sistemáticos de juicio [...] Prisionera
que una construcción social contingente 2 • No obstante, si bien es de la inmediatez de su propio detalle, [una interpretación] se presenta corno
plausible argumentar que las teorías y las hipótesis sobre las cuales autovalidante, o, peor, como validada por la sensibilidad supuestamente de-
están fundadas no pueden ser confirmadas inequívocamente, ellas sarrollada de la persona que la presenta ... (1973: 24).
pueden ser, y lo han sido, decisivamenté falsadas 3•
En otras palabras, cuando sometemos a prueba una hipótesis nos Para decirlo brevemente, aunque estemos.completamente de
enteramos si, dados el conocimiento existente y los métodos experi- acuerdo con una interpretación, a menos que la evidencia y el ar-
mentales, es efectivamente viable o puede mostrarse que es errónea. gumento implicados en su formulación puedan ser comprehendi-
Y como algunas hipótesis son restringidamente válidas o son. del to- dos, la interpretación está bajo sospecha. Como en el caso de las hi-
do descartadas, mientras otras sobreviven al calor de la prueba, la va- pótesis, la cuestión -es: ¿en base a qué razones puede falsarse una
lidez de las que sobreviven probablemente aumenta 4 • La metodolo- interpretación? ·
El empirismo es indispensable precisamente porque contiene en-
cuentros con el mundo fenoménico que nos fuerzan a elegir entre in-
terpretaciones. Lo que es crucial es saber si todas y cada una de las
2. Los daros -los hechos, el «qué• del mundo_:_ pueden ser, por supuesto, veri- interpretaciones de un fenómeno -digamos, una obra de arte- son
ficados completamente. Y quizás sea posible confirmar las predicciones derivadas de
una teoría particular. Pero las razones -los «porqués• del mundo- sólo pueden ser igualmente sostenibles J. Si esto fuera así, entonces las interpretacio-
verificadas provisionalmence. Esto es así porque otra teoría podría explicar más rela· nes ser.ían análogas a aquella situación social criticada por el duque
ciones, o las mismas re lacio11es de manera más elegante, o porque datos descubiertos
posteriormente podrían poner en duda la teoría. John D. Sterman, por ejemplo, sos-
riene que «Toda teoría no tautológica (esto es, toda teoría que se refiera al mundo) es
indeterminada y por lo tanto inverificable ... » (1994: 329). hipótesis reposa en gran parte sobre su relación -o su encaje- con una red de otras
3. El biólogo John C. Eccles, por ejemplo, tuvo «una iluminación repentina -la hipótesis, de las cuales por lo menos algunas han sido probadas.
llamada hipótesis Golgi-célula de la inhibición cerebral- y algunos años más tarde Aunque tiene que ser imparcial, tal demostracióq no necesita ser explíciramente
se demostró que era falsa • (1985: 144). Para dar un ejemplo de la historia de la mú· experimental. Crucial es lo que Stuan Hampshire llama desapasionado «proceso
sica: varios investigadores han sostenido que las relaciones tonales a gran escala eran procedimencal» (ver 1993: 46).
la base de la coherencia en las óperas de Mozart. Pero, como John Platoff y otros han 5. Una ejemplar colección de ensayos interpretativos esclarecedores de la cual
mostrado, la evidencia de las obras de Mozart y sus contemporáneos indica que es¡¡ rodos podemos aprender es The Pooh Perplex de Frederick C. Crews (1963). A pesar
hipótesis es, al menos, cuestionable (ver Platoff, 1997: 139-74). · de las muchas virtudes de la colección -especialmente la divertida redada de puntos de
4. Las hipótesis no existen en espléndido aislamiento sino en relación con un cua· vista hermenémicos- hay una omisión llamativa: ¡no ha sido incluida ninguna de las
dro teórico, aunque sea informalmente concebido. El valor, si no la validez, de una posibles inrerpreraciones de Wínnie-the-Pooh en términos de teoría de la música!

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UN UNIVERSO DE UNIVERSALES
LEONARD 8. MEYER

de Plaza-Toro en Los gondoleros de W. S. Gilbert: «¡Cuando cada tervalos menores que un se~~~ono casi siempre sirven como inflexión
quien es alguien, entonces nadie es nadie!» . de los tonos estructurales 9 •
· ·· .. Más importante aúñ es queJa~antidad de información que la
n;e_nte humana puede procesar está limitada p_g_r_las capacidades cog-
UNIVERSALES 6 _f:iitiv~;~ human~s. En ~eneral, la sobrecarga cognitiva, que puede ser
funcwn ya de la cantidad ya de la velocidad del input del estímulo
Para explicar por qué los seres humanos piensan, responden y eligen crea confusión y ansiedad. En nuestra época-de ·recursos electróni~
dentro de un determinado contexto cultural e histórico es necesario dis- cos esta posiqilidad resulta ser muy real. Incrementar vastamente la
tinguir aquellas facetas del comportamiento humano que son apren- cantidad de ir;tform,ación que la men~e debe procesar -por ejem-
didas y variables de las que son innatas y universales 7 • Pero es un error plo tocando Simultaneamente grabaciOnes de varias sinfonías dife-
-aunque común- conceptualizar el problema como una búsqueda rentes- es buscar la vacuidad del ruido blanco. Limitada es también
de universales «musicales». No hay ninguno. Sólo existen los univer- la velocidad del procesamiento de la información y la respuesta
sales acústicos del mundo físico y los universales bio-psicológicos del muscular (ver.Platt, cit. Meyer, 1967: 272).
mundo humano. Los estímulos acústicos afectan a la percepción, la Más específicamente, el número de elementos en toda relación
cognición, y por ende la práctica de la música solamente a través de comprehensible está limitado por las capacidades cognitivas de la
la acción restdctiva de los bio-psicológicos ' . men:e huma.na -1~ que el psicólogo George Miller llamó «El mági-
.Mi discusión de los universales bio-psíquicos se divide en cinco co numero s1e~e~ mas o menos dos» (1956: 81-97)-. El repertorio de
tópicos: las restricciones neuro-cognitivas, los parámetros sintácticos tonos e~ la mus1c~ de la ~ayor parte de las culturas está limitado por
y estadísticos, la clasificación, las estructuras jerárquicas y la redun- este umversal. Ast tambten lo está el número de elementos que for-
dancia. man patrones en los varios niveles de una jerarquía musical --el nú-
mer? de motivos en las frases, de frases en los temas, de temas en las
Restricciones neuro-cognitivas secciones, etc.
L~ ~i~itación del número es importante. Igual que, por ejemplo,
Los tipos de relaciones que pueden ser percibidas y procesadas por la l~s edtfici~s crecen en tamaño no porque sus componentes (postes y
mente humana están limitados por universales neuro-cognitivos. Y vigas, ladnllos y clavos) se agranden, sino porque crece-el número de
estas restricciones dan cuenta de varios rasgos de la música, tanto la componentes; .Yasí ~?mo los ?rganismos vivientes crecen no porque
no-occidental como la occidental. Para mencionar un caso obvio, la exp~ndan la_gimenston de umdades tales como las células, sino por-
distancia mínima en la frecuencia entre dos alturas de una escala de- que mcrementan su número, así también las piezas de música crecen
pende de la discriminación auditiva humana.-Como resultado, los in- no expandiendo la dimensión de los elementos básicos sino incre-
mentando su número. Por ejemplo, mientras los movimientos sinfó-
nic~s de Bruckner son mucho más largos que los de Mozart, sus
mot1vos, frases, temas, etc., son más o menos de la misma longitu~:L
6. Los universales son relaciones inmutables y restrictivas en los mundos físico Y las. f()rll!?S pueden expandirse por la adición de secciones extensas,
biológico y cultura l. Pero se puede calificar o resistir su acción. La gravedad es un uni: como es el caso de los segundos desarrollos en las codas (ver: entre
versal, pero tanto los pájaros como los aviones vuelan. Por supuesto, tal resistencia in·
volucra restricciones especiales y suficientes: por ejemplo, alas y músculos; alas y mo-
óüos, Hopkins, 1988: 393-410; Morgan, 1993: 357-76). '
rores.
7. Desde este punto de vista, parece sorprendente que los ernomusicólogos, que
~stán especial y explícitamente preocupados por la variabilidad cultural, no se hayan
t~teresado más por lo que es consrante en la conducta humana. Quizás su preocupa-
9. Digo •casi• porque es posible idear escalas rnicrotonales en las cuales por ejern-
ctón por la peculiaridad de las culturas los ha llevado a desatender los universales, in· P!O, se suponga que doce o dieciséis tonos sean estructurales. Pero, por lo 'que yo sé,
duso los de la biopsicología humana. . .. nmg~na escala de esta clase ha llegado ¡arnás a constituir restricciones culturales com-
8. Utilizo el término «bio-psicológico• porque la comprensión y la respuesta a la partidas; y, a menos que la audición y la cognición humanas cambien sig~ificativa­
música incluyen restricciones que no suelen pensarse corno psicológicas, por ejemplo, men.te, es dudoso que tales escalas lleguen a serlo jamás.
las fisiológicas tales corno la tensión muscular. ··

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lEONARD B. MEYER UN UNIVERSO DE UNIVERSAlES

Es obvio que el aumento del tamaño está limitado tanto por la cia) y la duración, que son la base para la melodía, el ritmo, el me-
cultura como por la naturaleza. En el siglo XIX la valoración de lo su- tro y (eri la música occidental} la armonía. Dado que las probabili-
blime, de la magnitud como símbolo de poder, y el gusto del público dades y las posibilidades (en buena medida aprendidas) que gobier-
por lo que yo llamo «clímax estadísticos» (véase más abajo) lleva- nan las sucesiones en estos parámetros pueden ser la base de una
ron a aumentar la longitud y la amplitud de las obras sinfónicas 10 • sintaxis, los he llamado «sintácticos» 13 •
Pero la manera en que se dieron tales aumentos estuvo gobernada por Para que surjan relaciones sintácticas los elementos comprendi-
los universales cognitivos. dos en un parámetro tienen que relacionarse mutuamente de forma
La l~ngitud de un elemento o patrón a cualquier nivel jerárqui- funcional,~por ejemplo, sensible/tónica o alzar/dar. La diferenciación
co también parece ser función de la frecuencia de su uso en un mo- funcional es un universal operativo en todos los do~inios del -ser:
vimiento. De manera análoga a la ley de Zipf en el lenguaje, parece explica por qué la coherencia de un pez estrella es mayor que la de
que cuanto más frecuente sea la aparición de un patrón, tanto más un arrecife de coral; por qué un movimiento en forma de sonata es-
breve ten~erá a ser 11 • La relación del tamaño con la cantidad parece tá, por norma, tejido más estrechamente que un movimiento en
ser un umversal en otros dominios diferentes a la conceptualización forma de tema con variaciones; y por qué en la música de casi to-
humana: por ejemplo, en el dominio de los organismos cuanto más das las culturas los repertorios de tonos y duraciones son no-uni-
elevado es su número, tanto menor es su tamaño (hay más moscas formes.
que seres humanos, más seres humanos que elefantes). Para tomar el ejemplo más claro, en todo sistema tonal sintácti-
La relación de tamaño y frecuencia con la forma es un área de la co hay intervalos mayores y menores. La probabilidad de que esta
teoría musical y de la historia que merecería un análisis más escru- proclividad a segmentar el continuum de la frecuencia en intervalos
puloso y sofisticado que el recibido hasta el presente 12 • de diferente tamaño sea un universal se encuentra apoyada por el des- _
cubrimiento reciente de una antigua flauta de hueso (de aproxima-
Parámetros sintácticos y estadísticos damente 43.000 años de antigüedad) en la cual los espacios entre
los agujeros son patentemente desiguales, sugiriendo la posibilidad
~ebido a las capacidades innatas de la mente humana, algunos pa- de una organización diatónica de los tonos (ver revista Science, 1997;
rametros del sonido pueden segmentarse en estímulos perceptual- Fink, 1998).
mente discre_tos y proporéionalmente relacionados que, de ese modo, De manera semejante, la existencia de grupos rítmfcos depende
pueden servu de base para la categorización auditiva. En la mayor de la diferenciación de duraciones, acentos, o de ambos. Así que, cuan-
parte de las músicas del mundo tal es el caso de la altura (frecuen- to más semejantes sean dos estímulos, tanto mayor es la posibilidad
de que el siguiente sea diferente. Es en gran parte debido a esta res-
tricción por lo que, como observó Alfred Lorenz, la rriúsica de Wag-
ner se caracteriza por la forma bar (esto es a+ a' + b, ó 1 + 1 + 2) ".
_1_0. Segú~ el tamaño fue aumentando, la base de la unidad se volvió una preocu-
paclo~ _consClent~ para compositores y teóricos. Influidos por las creencias -d el nr Y también el lenguaje está afectado por la necesidad de diferencia-
mannc~smo, el concepto y la prácrica compositiva fueron cambiando de una co- ción, por ejemplo, en Tyger (a), Tyger (a), burning bright (b). Dicho
herencia basada en la diferenciación (combinada con procedimientos forma les
convenc1onales) a una coherencia basada en medies aparentcn1.ente más naturales
tales como la similitud motívica y el desarrollo melódico gradual (por ejemplo la Idé;
fixe de .BcrlJOz y el Leitmotil de Wagner). .
_11 . La longitud está también relacionada, según creo, con la presencia de funcio- 13. Esto llama la atención sobre el hecho de que hay aspectos de la conducta hu-
nalidad . Parece posible (aunque no necesario) que los patrones gobernados funcio- mana tales como el lenguaje y la sintaxis musical que son universales en el dominio
nalmen(e puedan ser más largos que los no funcionales. de la bio-psicoiogía pero variables, aunque gobernados por normas, en el dominio de
12. La relación entre tamaño y estructura ha recibido una considerable atención la actualización cultural. La naturaleza de diversos doininios de restricciones -de le-
en las c3en~ias. Según el biólogo Michael La Barbera, por ejemplo, «El tamaüo, en sí yes, normas y estrategias- se d¡scute en mi Style and Music (Meyer, 1989: 13-23).
Y p~r Sl m1smo,afecta a casi todos los aspectos de la biología de un organismo. En 14. La ubicuidad de las formas bar en la música de Wagner es significativamente
reahdad,.los efectos de _la dimensión absoluta son tan ricos en intuiciones biológicas una función de la valoración culturallestilística de la apertura armónica (tipificada en
que .el campo _ha obterudo un nombre para sí 7 scaling {pue~ra..C.!lJ;sJ:alaJ=,-» (1996: frecuentes cadencias roras). En otras palabras, en ausencia de un cierre armónico cla-
19; ver -ramb1en Weste, Brown y Enquist, 1997: 122-26; Solris, 1997: 327). ro, las formas bar proveen la articulación que crea estructura.

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lEONARD B. MEYER UN UNIVERSO DE UNIVERSALES

a la inversa, la uniformidad (una sucesión de tonos enteros o dura- La distinción entre parámetros sintácticos y estadísticos puede acla-
ciones iguales} imposibilita la funcionalidad y, por tanto, la estruc- rar las relaciones en el dominio de la teoría. Por ejemplo, la disonancia
turación jerárquica 15 • - tonal, que es cuestión de función sintáctica, necesita ser distinguida de
Sin embargo, las restricciones cognitivas innatas no segmentan una discordancia acústica, que es cuestión de cantidad estadística .
otros parámetros de sonido en relaciones discretas y proporciona- Así, el intervalo de séptima menor en un acorde de séptima dominan-
les. Por ejemplo, no hay rela(\ión en el dominio de la dinámica que te implica una resolución debido a nuestra comprensión de la sintaxis
corresponda, digamos, a una' t;ri:era menor o a un ritmo con punti- tonal. Pero las implicaciones de una séptima menor en un acorde de
llo. Y lo mismo es verdad 2qn respecto al tempo, la sonoridad y el dos CU~rJ:.;,l!¡ p~J;_fecta~ ~Qil,. ~nigmátiCaS porque éstaS no están obligadas
timbre. La dinámica puede set1más fuerte o más suave, los te'!lpl m?s ..po_r una sintaxis común. Contrariamente a la disonancia, que es fun-
rápidos o más lentos, las sonoridades más tenues o densas, etc: Pero cional, la discordancia es estadística -una cuestión de cantidades que
no pueden ser segmentados en relaciÓnes perceptualmente discr~tas 16• resulta de factores tales como la proximidad de tonos que suenan si-
Dado que estos parámetros son percibidos y conceptualizados en tér- multáneamente y sus parciales, los niveles de ataque y de dinámica, las
minos de cantidad más que de relaciones de clase o especie (tales co~ propiedades acústicas de los instrumentos, etc.-. Así Schonberg tenía
mo <<tercera mayor» o «antecedente-consecuente»}, los he llamado razón cuando hablaba de la «emancipación de la disonancia », mien-
<<estadísticos». tras que la discordancia resta como un universal no liberado.
Las tensiones implicativas de los procesos sintácticos y las ten- La consciencia de la acción de estos universales cognitivos es vi-
siones corporales de los procesos estadísticos (i.e., patrones de dura- tal para una comprensión de la historia de la música occidental en los
ción insistente, rapidez inusual, dinámica intensa, registros extremos, siglos XIX y xx. La atenuación de la tonalidad, y por lo tanto de la
etc.) parecen estar inversamente relacionadas. Cuanto más vigorosas función sintáctica, condujo a una dependencia mayor de relaciones
son las unas, tanto menos compulsivas son las otras. Ésta parece ser de similitud como base para la forma y la coherencia. Sin embargo,
la razón por la cual un adagio lastimero parece más emotivo que un como la similitud no puede engendrar diferenciación funcional, la for-
presto persistente, y por qué la tensión motora excesiva parece exci~ ma pasó a depender cada vez más de la estructuración de parámetros
tadamente activa pero no muy «emocional». Dicho crudamente; una estadísticos. En tértninos más generales, las relaciones de similitud ge-
l.ctividad motórica marcada tiende a disminuir la tensión cognitiva- neran coherencia de clase (por ejemplo, una reunión de gansos, una
nente generada (la gente va al gimnasio para desahogarse de las frus- colección de ciudadanos, etc.} en vez de coherencia creada por una
raciones de su trabajo}. De la misma manera, la música altamente diferenciación funcional 18 •
notriz -por ejemplo la obertura Guillermo Tell de Rossini- repri-
ne una experiencia abiertamente emocional 17 • Clasificación

Nuestra proclividad a entender el mundo en términos de clases -en


15. La importancia de la diferenciación en 'la modelización de las relaciones mu - ia música: clases de tonos, intervalos, formas, géneros, voces, instru-
<cales (en varios niveles jerárquicos) se discute en Emotimr and Meani11g in Music
l956 y 1974: 1163-1178).
16. Hay distinguidos teóricos que sostienen que los tempi pueden ser compren- cuanto menos enfática es una acción motórica, tanto más probable es una desviación
idos en términos de proporción (ver, Epstein, 1995), y otros que han tratado de cons- (ver Meyer, 1956: caps. 6 y 7).
uir una teoría de la sucesión de sonoridades. Si bien yo estoy francamente poco se· Esta hipótesis puede ser probada empíricamente estudiando las grabaciones del
Jro sobre la percepción de las relaciones de tempo, soy más que escéptico en lo que mismo intérprete ejecutando obras con tempi bien diferentes y midiendo los grados de
·añe a la existencia de restricciones que gobiernen la sucesión de los timbres. Como desviación de la duración y/o de la altura con respecto a las diferencias de tempo. Hi-
el caso de los otros parámetros estadísticos, tcmpi y timbres se comprenden.cQS!'Ü: pótesis: tempi lentos, dinámica suave y acción motriz no enérgica dan por resultado
;amente como continua; y si bien las diferencias tímbricas crean un. sentido de arti- una marcada desviación.
t!ación, parece que no hay una disposición cognitiva inherente que relacione dife- 18, Inversamente, la diferenciación funcional es lo que distingue la vuelta de la
nres timbres entre sí de manera consistente. reiteración. Dicho en form a demasiado simple: dado que la recapitúhción de un mo-
17. Estas relaciones derivan de la hipótesis de que h1'des:¡;f~ciÓn de la regularidad vimiento en forma sonata está separado de la exp!'sición por la tensión funcional de
una fuente de experiencia afectiva. Y esto es así porque cuanto más enérgica es la la sección de desarrollo, la vuelta al primer tema se entiende más como un «retorno•
g:ularidad de la acción motriz, tanto menos probable es la desviación; y, a la inversa, que como unli «reiteración • • .

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UN UNIVERSO DE UNIVERSAlES
LEONARD B. MEYER

ruamos en el mundo. A pesar del relativismo epistemológico actual-


memos, conjuntos musicales, etc.- es una consecuencia de la capa-
mente de moda, cuando cambiamos conceptos de clase es porque hay
cidad finita de la mente humana y de la necesidad resultante de eco-
realmente allí fuera un mundo fenoménico -un mundo que no hici-
nomía psíquica. A la inversa, si cada sonido o relación sonora fueran
mos nosotros-. Y cuando las teorías vigentes y sus categorías con-
percibidos como únicos, la cantidad de información a procesar y a
comitantes no se acomodan a datos recientemente descubiertos, las
almacenar en la memoria sería aplastante. Y como formarse una idea,
revisamos o, quizás, las abandonamos.
lo cual depende de una generalización según clases, sería imposible,
también lo sería una elección inteligente 19 • Estructuras jerárquicas
Los conceptos de clase son también importantes porque el feed-
back entre el concepto y la elección ha influido significativamente Gomo la clasificación, Ja estructi.!ración jerárquica es una manera eco-
en la historia humana. En la historia de la música, una vez una reJa~ ;6mi~a de almacenar información en el cerebro. y así como las res-
ción replicada ha sido conceptualizada como una clase, ambas, la tricciones cognitivas generan dos grandes clases de parámetros, a$Í.
teoría y la práctica, cambian para siempre. Por ejemplo, una vez que ta mblllle"ngendran dos tipos comparables de jerarquías: sintácticas
un conjunto de relaciones fue conceptualizado como «forma sona- y- estadístiéas: - - ·· · · ·· -.- ·· -- - -. · .
ta>>, la elección del compositor dejó de consistir en la tácita com- · Las jerarquías sintácticas son discontmuas en el senndo de que
prensión de una práctica, para crear en términos de «tonalidades», sus relaciones funcionales cambian de un nivel a otro. La forma en
«temas», <<Secciones de desarrollo», etc. 20 , que se combinan los átomos para formar m~léculas en la n.aruraleza
El proceso de clasificación se refuerza por medio de lo que los psi- no es la misma que la forma en que las moleculas se combman para
-cólogos llaman percep_c~ón categorial, la cual es evidentemente un uni- formar células vivas, y esto mismo vale para las relaciones de las cé-
versal integrado en el sistema nervioso, aunque las categorías parti- lulas con los órganos 22 • Y es debido a la discontinuidad jerárquica
culares efectivamente diferenciadas son en su mayor parte aprendidas. por lo que las frases y no los parágrafos, secciones o argumentos ha?"
Por ejemplo, una vez que las relaciones tonales de la música occidental constituido el centro de atención del análisis lingüístico. En la mÚsi-
han sido aprendidas como categorías de la percepción, si el tercer gra- ca tonal las probabilidades de las progresiones de acordes en primer
do de la escala mayor se baja gradualmente, lo que nosotros percibi- plano son diferentes de las probabilidades ~n la sucesión de áre~s
mos es una tercera mayor cada vez más desafinada, hasta que, en cier- tonales; y el modo en que las notas se ~ombman para {ormar moti-
to punto, ocurre un cambio y entonces percibimos una tercera menor. vos es díferente al modo en que los motivos forman frases. En con-
Si no fuera por la_p..e.rcepción categorial, la blue note hubiera perdi- secuencia, parece improbable que diferentes niveles de una jerarquía
do hace rato su color 21 • funcional, sea en la naturáleza sea en la cultura, estén gobernados por
La necesidad universal de clases conceptuales es evidente en el he- un solo tipo de proceso o de estructura. , .
cho de que nos apegamos a tales clases hasta que somos obligados a - - Por contraste, las jerarquías estadísticas son continuas, en el
abandonarlas. Procedemos así porque las clases son la base para las sentido de que las restricciones que gobiernan los patrones se man-
«teorías» relacionales en cuyos términos concebimos, elegimos y ac- tienen constantes de un nivel a otro. Enla naturaleza los patrones
fractales ejemplifican una continuidad jerárquica; por ejemplo, el
· reportero de Science Times, Malcome Browne, escribe que «la línea
. 19. Aunque conceptualizar relaciones en términos de clases es indispensable, hay de una costa [... ] muestra la misma apariencia general vista de lejos
un peligro en ello: el peligro de la reificación -de tra tar una clase, a bstraída a: partir que de muy cerca» (1991) 23 • En música la <<Transfiguración» de !sol-
de un número de casos, como si ella misma fuera el fenómeno real. · da es un ejemplo de una jerarquía estadística en cuanto que las más
20. El biólogo Ernst Mayr ha observado que no hay feedback en la naturaleza: «la
variación es completamente independiente del verdadero proceso de selección• (1988: 98).
Esto llama la atención sobre una diferencia decisiva entre evolución biológica e
historia humana: esro es, los conceptos, clases y teorías creados por los científicos, cien- 22. Fran~ois Jacob escribe: " Las reglas del juego difieren a cada nivel. Nuevos
tíficos sociales y humanistas son responsables de muchos de los cambios -las «va- principios tienen que ser ela borados en cada nivel» (1982: 23). , _.
riaciones•- que constituyen la historia humana.
23. Ames de haber leído nada sobre fractales, yo llamaba estas curvas • escad•sn-
21. Literalmente, • nota azul». Se refiere a la denominada....rercera neurral» de la cas• , y curiosamente el :málisis de las muestras fractales es esencialmente estadístico.
escala del blues y otros géneros en la música afroamericana. fN. de!I:J

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LEONARD B. MEYER UN UNIVERSO DE UNIVERSAlES

pequeñas curvas en forma de arco están formadas de la misma ma- proposiciones'sobte fenómenos: son fenómenos, fenómenos que se
nera que los arcos más amplios que constituyen la curva dinámica en --valoran por las experiencias específicas que proporcionan. Y por-
su conjunto 24 • que es difícil describir y explicar completamente tales experiencias,
La preocupación relativamente reciente de los teóricos musica- creemos que son profundas y a menudo «inefables» 26 •
les por el análisis detallado de la estructura jerárquica ha llevado a
un incongruente acoplamiento -un acoplamiento de ideología del Redundancia
siglo XIX con ciencia del siglo xx-. Lo que parece haber sucedido es
lo siguiente: la estima romántica por los misterios de lo «profundo» Como la clasificación y la estructuración jerá~a, el papel universal
--en palabras de Wordsworth, los «pensamientos que a menudo ya- · A~la redun9 a~_s~;,t ,en lacorpunicación humana es una consecuencia
cen más hondo que las lágrimas»- condujo a valorar lo que se en- de nu¡:stra capacidad cognitiva finita. La redundancia no sólo limita
cuentra bajo la superficie de las cosas. Tergiversando esta creencia, la cantidad de información que la mente tiene que procesar, sino-que
teóricos en más de un campo han sido persuadidos a creer que el <<ni- también disminuye los efectos de la interferencia externa y de las faltas
vel más profundo de la estructura» _:_por ejemplo el Ursatz schen- de atención. Por ejemplo, dado que el inglés es redundante en un cin-
keriano o los arquetipos junguíanos- es <<profundo» y-po~'io i:ail"to cuenta por ciento, si no oímos una o dos palabras en una frase la redun-
más significativo que el diseño patente de la superficie fenoménica. dancia nos permite llenar lo que no hemos oído 27 • De manera seme-
Pero hay una <<profunda» diferencia entre valorar una teoría jante, en la música la existencia de la redundancia --de restricciones
por su elegancia y poder explicativo, y valorar la experiencia del fe- estilísticas coherentes- facilita la percepción y la comprensión.
nómeno q~e es explicado. Llamar <<profunda» a una obra de arte es La redtmdancia es el complemento de la información. Debido a
caracterizar la experiencia de dicha obra, no comprender los princi- la limitación de nuestra capacidad cognitiva, cuanto mayor es la can-
pios generales sobre los que está construida. Los <<pensamientos que tidad de información en un parámetro de la música, tanto más alta
a menudo yacen más hondo que las lágrimas» resultan de la expe- tiene que ser la redundancia en los otros, si queremos que las rela-
riencia personal ante la «más minúscula flor que se abre>> 25 • Lo que ciones sean inteligibles 28 • Desde este punto de vista, el uso extensivo
es profundo no es la estructura profunda de la flor (o de una pieza de de un motivo en la sección de desarrollo no sirve en principio (como
música), sino la experiencia de una obra particular -'su poder para a veces se sugiere) para actualizar «el potencial completo» del moti-
conmovernos. vo. Más bien, l;:¡ redundancia motívica permite al oyente pr~star <l_!"en-
Claramente, se ha confundido la profundidad de una teoría ex- ción al aumento de información armónica que acompaña las modu-
plicativa con la profundidad de la experiencia estética. Las teorías, laciones características de las secciones de desarrollo. Análogamente,
que son construcciones proposicionales sobre fenómenos, se valo- cuanto mayor es la velocidad de la sucesión de estímulos, tanto ma-
ran por su generalidad, claridad y verificabilidad (ver Meyer, 1974: yor tiene que ser la proporción de redundan.da ápretendemos que. el
163-217). Cuanto más general es una teoría, tanto más profunda_pa- mensaje sea inteligible. En consecuencia, como en El vuelo del mos-
rece ser (ver Weinberg, 1995: 40 ss.). Pero las obras de arte no son cardón de Rimski-Korsakov, el nivel de redund~cia l
(por cada mo-
· mento) de un presto tiene que ser superior al de uh adagio.
24. Es importante reconocer que tipos significativamente diferentes de reladones
pueden representarse por medio de diagramas similares. Tal es el caso de árboles gc·
nerados biol.ógicamenre versus árboles comprendidos cognitivamenre (como la músi· 26. Nótese, sin embargo, que siendo imposible recoger completamente en pala·
ca Y el lenguaje). Por ejemplo; los diagramas arbóreos se utilizan para representar·!as bras la unicidad de la experiencia más mundana, la i"c(abilidad no es garantía de pro-
relaciones genéticas entre diferentes tipos de planeas y animales (de especie a género a fundidad.
orde': a reino) . Y aunque el proceso de emergencia biológica pueda ser funcional, las 27. La necesidad de redundancia en un ambiente ruidoso da cuenta en parte del
relac10nes entre tipos emergentes (por ejemplo reptiles y pájaros) no lo son, por lo me· carácter de mucha música de ascensor y de supermercado.
nos no de la manera en que los motivos (emergiendo de las relaciones funcionales de 28. Como la discontinuidad jerárquica, la relación recíproca entre información y
altura) se combinan de modo funcional para formar melodías, las melodías se juntan redundancia podría ser un universal que restringe las relaciones funcionales en los do-
para formar secciones, etc. ... minios más dispares. Por ejemplo; parece que en algunas especies animales un aumento
25. Las citas son del final de Ode: hitimations o( lmmortality (rom Recollec· de tamaño de un órgano o rasgo se relaciona inversamente con el tamaño de otro
tions of Early Childhood de Wordsworth. ·· · · (ver Roush , 1997: 184).

244 245
LEONARD B. MEYER UN UNIVERSO DE UNIVERSALES

La manera en que los oyentes compete11tes comprenden y expe- Por el contrario, cuando la música es de importancia fundamen-
rimentan la proporción de información y redundancia está, sin em- tal, la información verbal tiende a ser redundante. Ellen Rosand ob-
bargo, significativamente asociada al estilo. Por ejemplo, en música serva que en las arias da capo de Haendella redundancia del texto
marcadamente teleológica y sintáctica como la de Beethoven, la re- <<nos liber·a para concentrarnos en la música [... ] [L]a vuelta da capo
dundancia patente (como ocurre en los compases 16-25 del primer es la más redundante de todas: sin responsabilidad semántica, ofre-
movimiento de la Sexta Sinfonía) crea una fuerte expectativa de cam- ce una invitación directa para concentrarse exclusivamente en los
bio; mientras que la música popular contemporánea de la new age, embellecimientos que el cantante asigna al material original» (1996:
que es altamente redundante pero débilmente orientada a una meta, 20) 30.
produce tensión y expectación mínimas. La generación de estos di- La necesidad cognitiva de novedad (información) y constancia
ferentes tipos de experiencia es también cuestión de creencias y acti- · (oi;edundancia) es un universal que ayuda a explicar la preocupación
tudes culturales, esto es, algunos oyentes han aprendido que la mú- de compositores, teóricos y estetas por la naturaleza de la variedad
sica de Beethoven hay que escucharla con devota atención, mientras y de la unidad. Pero la intensidad de esta preocupación y las formas
que los aficionados de la música new age piensan que la atención pue- en que se manifiesta en la composición y en la recepción de la músi-
. de ser superficial y hasta ' esporádica. ca son cuestiones culturales 31 •
La relación entre información y redundancia es evidente a la hora
de poner textos en música. En general, cuanto mayor sea la impor-
tancia y la cantidad de información de un texto, tanto mayor será el EVOLUCIÓN, ELECCIÓN, CULTURA E HISTORIA DE LA MÚSICA
nivel de redundancia de la música. Esto puede.explicar, por ejemplo,
por qÚé el concilio de Trento dispuso que la música de la misa fuera Evohtción y elección
tal «que todos puedan entender las palabras con claridad >> (cit. en
Reese, 1954: 449). Especialmente los textos con un mensaje narrati- Esta parte de mi ensayo atañe a aquellos universa,Jes que resultaron
vo tienden a asociarse con una música altamente redundante de ma- de la evolución, pero que en sí mismos no son innatos. La evolución
nera que el argumento pueda seguirse fácilmente. La música de las can- ha influido casi con seguridad en el comportamiento humano a tra-
ciones de jerga de Gilbert y Sullivan -por ejemplo la narración de vés de la acción directa de las restricciones biológicas. Pero lo que con
Cuando yo era un muchacho de Sir Joseph Porter del primer acto de mayor seguridad ha configurado la especie humana y. dado origen a
Pinafore- son altamente redundantes; no por incompetencia com- las culturas humanas no ha sido la existencia, sino la ausencia de res-
positiva, _$ino porque la información importante es verbal, no music~l. tricciones biológicas innatas adecuadas 32 •
De este modo, cuestiono la idea de Carolyn Abbate de que la mú- Las culturas humanas son indispensables precisamente porque la
sica de Lakmé trabaja «en contra de la historia que narra, dado que evolución dio como resultado un animal sin contro,les innatos ade-
los dos versos musicales, por permanecer similares, por repetirse, de cuados. El biólogo Franr;ois Jacob resume este aspecto de la evolución:
alguna manera niegan la secuencia progresiva de eventos cambiantes
que Lakmé refiere en sus palabras» (1991: 6) 29 • Este punto de vista, En los organismos inferiores, el comportamiento está estrictamente deter-
sintomático de una posición cultural romántica, supone que la fun- minado por el programa genético. En los metazoos complejos el programa
ción natural de la música es correr pareja con el texto y << reflejar» su
sentido narrativo. Pero cuando un mensaj·i verbal es sumamente im- 30. Y tal redundancia también nos permite prestar atención a la presencia com-
portante, la música tiende a ser bastante redundante y el reflejo del pulsiva del virtuosismo (como se manifiesta en los varios retornos ornamentales). Es-
texto se limita a colorear la palabra. ta observación sugiere que el virtuosismo en sí constituye una especie de informa-
ción. Somos •informados» no sólo por las relaciones musicales, sino por nuestra
apreciación del riesgo que evidencia la habilidad de un gran intérprete. .
31. Una historia musical-cultural de las concepciones de unidad y variedad y su
interacción con la práctica compositiva desde el Renacimiento hasta el siglo xx sería
29. Se puede sostener, sin embargo, que la organización estrófica de la música un estudio fascinante.
no es apropiada porque es incompatible con otras restricciones estilísticas o con la na- 32. Después de haber escrito este pasaje, descubrí que Clifford Geertz había hecho
turaleza particular del tema. · una observación muy semejante en La interpretación de las culturas (1973:'45-46).

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lEONARD B. MEYER UN UNIVERSO DE UNIV ERSALES

genético es men_o~ limitante, más <<abierto» [... ] Esta apertura del progra- Un solo ejemplo ilustra claramente este punto. El abandono de la
ma genético aumenta con la evolución y culmina en la especie .humána práctica común de la tonalidad por algunos compositores de princi-
(1982: 42}. .
pios del siglo xx produjo tantas opciones compositivas que fueron
El crecimiento de la capacidad cognitiva fue concomitante con un necesarias nuevas restricciones para hacer factible la elección. Así,
diseño del cuerpo (postura vertical, pulgar oponible, etc.) que facili- la invención del método de doce tonos fue la respuesta a una necesi-
tó las tecnologías. El resultado fue la producción de objetos útiles dad universal. La necesidad de restricciones que limitaran las opcio-
-desde la cuna al ataúd- y un aumento concomitante del número nes fue una condición necesaria para el advenimiento delserialismo 33 •
de categorías conceptuales. Esto tuvo consecuencias decisivas, por- Las condiciones suficientes para las restricciones efectivamente idea-
que las categorías conceptuales generan opciones de conducta, 'y d~s fuéro¿ ·~-n g~an p~rt~ resultado de la cultura -específicamente,
una profusión de posibilidades hace que la elección resulte al mismo de' la creencia del siglo XIX en que la similitud engendra unidad (ver
tiempo inevitable y onerosa. En palabras del filósofo Peter Singer: las citas de Webern y Krenek en Meyer, 1967: 263) 34- . Dicho de ma-
«Nuestra habilidad para ser participantes en un proceso de toma de nera sucinta, aunque demasiado simple: un universal (la .necesidad de
decisiones, de reflexionar y elegir, es tanto un hecho propio de la na- restricciones) produjo el <<problema», y la cultura proveyó la «solución».
turaleza humana como un efecto del sistema límbico sobre nuestras
emociones» (1981: 42). Previsiones
La necesidad de elección es un universal que reposa en el centro
mismo de la condición humana. Constituye la base de los juicios éti- Para que las restricciones faciliten efectivamente la elección, el mun-
cos y estéticos. En la ética, como en el derecho, los individuos son cul- do tiene que ser concebido como algo estable y duradero. Y para ele-
pables sólo si se puede mostrar que la conducta cuestionada fue re- gir inteligentemente, hay que comprender las diferentes opciones
sultado de una elección. Así, por ejemplo, encontrar una base genética disponibles en un contexto particular y hay que prever las consecuen-
para la homosexualidad no es solamente cuestión de interés científi- cias probables de cada una 35 • Esta necesidad universal es evidente
co; tiene vastas consecuencias sociales, porque lo que es genético, y por doquier en la conducta humana: desde los adivinos a los cientí-
por tanto no elegido, no puede considerarse censurable. ficos, desde hacer encuestas a predecir la suerte, desde las previsiones
En estética las falsificaciones de arte se relegan al subsuelo pór- económicas a la búsqueda de procesos históricos esenc.iales y proba-
que las relaciones reproducidas no fueron creadas -no fueron ele- blemente predecibles. De manera semejante, la creencia en la existen-
gidas- por el falsificador (ver Meyer, 1967: cap. 4). cia de un orden divino, invariable (o, subsecuentemente, en un orden
Cuatro condíciones in~errelacionadas son indispensables para que cambiara de manera regular) era atractiva porque implicaba la
una elección eficaz y propicia: 1) la presencia de restricciones que posibilidad de una predicción exitosa. Inversamente, dado que no sabe-
limitan la elección, 2) la habilidad para prever las consecuencias de mos actuar en el caso de conducta irracional (esto es, espantosamente
elecciones alternativas, 3) el poder de realizar eleccionés propias, y 4) imprevisible), internamos a los locos.
las reciprocidades de la empatía. · Nuestros gobiernos y sociedades, leyes y costumbres, así como
también estilos musicales, sirven para estabilizar el medio ambiente
Restricciones culturales cultural!comportamental. Y lo mismo es cierto no sólo con respecto

s.i n restricciones adecuadas para limitar el número y ordenar las prio-


ndades entre posibilidades alternativas, los seres humanos serían pre-
33. · •Necesa~o · en este contexto no forzosamente significa obligatorio o inva-
sa de la indecisión -indecisión que no sólo es pérdida de tiempo riable.
sino también fuente dolorosa de ansiedad psicológica-. Al nacer de J4. El uso de relaciones de similitud era también atractivo porque el rechazo de
las restricciones innatas y complementarlas, las culturas proveen los la convención llevó a un aumento del número de elecciones posibles, y la variación
controles comportamentales adquiridos sin los cuales los seres hu- de un patrón existente (motivo, progresión armónica, etc.} facilitaba la composición
restringiendo la elección. · · .
manos no pueden funcionar; en realidad, no pueden sobrevivir. La 35. La necesidad de predecir no está confinada al Horno sapiens (ver Schutz,
necesidad de restricciones culturales es por tanto universal. · Dayan y Montague, 1997: 1593-1599).

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~N UNIVERSO DE UNIVERSALES
LE ONARD B. MEYER

a las teorías (incluyendo también aquellas sobre el caos y los univer- Pero hasta en una cultura altamente desarrollada como la nues-
sales), sino también con respecto a los estilos de conducta, tanto en tra las consecuencias del poder físico son patentes. La adscripción
las arte_s como en la cultura en general 36 • La necesidad de prever pa- de rasgos femeninos y masculinos, por ejemplo, no es sólo cuestión
ra elegJr nos ayuda a explicar por qué a medida que la cultura oc- de función sexual y de construcción socio-cultural. En la mayoría de
cidental se volvió más compleja -conceptual, social e institucio- las especies de mamíferos los machos son más grandes, físicamente
nalmente- la demora de la gratificación resultó una restricción más fuertes y más agresivos que las hembras, que tienden a ser más
importante. Más complejidad significó un mayor número de opcio- suaves y acogedoras 39• Así, no parece ser cuestión de capricho cul-
nes y más tiempo para considerar sus consecuencias. Creo que no fue . tural que temas caracterizados por el esfuerzo físico o por intervalos
por accidente por lo que la ética protestante, con su énfasis sobre el di_sluntos, fuerte dinámica y texturas en unísono sean calificados co-
valor de la gratificación postergada, surgió al mismo tiempo que las mo masculinos; mientras que los caracterizados por movimientos con-
complejidades del capitalismo industrial moderno (ver "Iowney, 1926) 37• juntos, dinámicas en piano y texturas homofónicas se describen co-
mo femeninos 40 •
Poder
Empatía
Para elegir eficazmente, es esencial la capacidad de controlar el re- El vínculo humano comienza en la biología, un resultado de la de-
sultado de las propias elecciones. La importancia psicológica del po- pendencia física y de la habilidad del niño para obtener cuidados de
der y del control apenas puede ser exagerada. Es un universal mani- otros 41 • Con la madurez y la experiencia, la vinculación se transfor-
fiesto en todas partes: en la territorialidad animal, en la búsqueda ma en empatía, esto es, identificación con otro individuo a través de
humana de la posesión y en la elevada seriedad del juego, que casi
siempre involucran la puesta en acto y la puesta a prueba del poder.
Tal puesta en acto es obvia en juegos como el ajedrez y el fútbol, y
una multitud de factores: por ejemplo, el valor iluminista de la igualdad; la migra·
a_un en deportes no competitivos como el alpinismo. En la composi- ción desde el campo hacia las ciudades, que disminuye la necesidad de músculo mas-
CiÓn y la ejecución de música, la puesta en acto y la puesta a prueba culino; y el desarrollo de mejores medios de control de los nacimientos.
generalmente comprenden la valoración de la habilidad o el virtuo- Aunque se haya señalado pocas veces, Jos más recientes úiunfos del feminismo (co·
mo también la extrema explotación del macho masculino) podrían ser atribuidos en
sismo (como base de poder) y de la asunción de riesgos (como mani- paree al desarrollo de la tecnología, que ha disminuido el diferencial de poder físico
festación de ambos: habilidad y poder). entre hombre y mujer. En el pasado ocupaciones tales como cavar fosas, arar, cons-
En animales inferiores el poder tiende a ser «brutO>> -en gran truir, navegar o combatir exigían un desarrollo del poder muscular. Ahora máquinas
parte una cuestión de poder físico-. A medida que la inteligencia ani- y dispositivos tecnológicos de toda suerte hacen casi obsoleta toda fuerza biofísica.
39. Es importante enfatizar que la masculinidad en términos de fuerza y agresi·
mal aumenta, la previsión se. vuelve una base cada vez más impor- vidad es independiente de la orientación sexual. Hombres fuertes y agresivos -acle-
tante de control y poder. Y este cambio del poder físico al poder con- ras, boxeadores, etc.- han sido homosexuales. Lo que se cree conducta afeminada {o,
ceptual es una consecuencia crucial de la evolución 38 • en el caso de las lesbianas, comporcamienro masculino ) es probablemente el resulta·
do de una señalización cultural {una forma de semiótica social) más que algo innato.
En consecuencia, parece dudoso que la orientación sexual pueda ser inferida del esti·
lo de un compositor.
. _36._ Se sigue de ello que no se produce diferencia comportamental si las teorías, 40. Las. texturas en unísono se emplean a menudo para significar el poder de la
htporests Y esquemas son --como algunos investigadores afirman- •meramente» cons- compulsión {ver Levy, 482-531). La intensidad dinámica, que es generalmente carac-
trucciones sociales provisionales. Como el aire, las teorías pueden ser insubsr;ncia· terística de pasajes en unísono, también significa poder.
les; pero, como el atre, no podernos vivir ni acruar sin ellas. 41. La evolución de la inteligencia animal fue un correlatO del d~sarroll o prolon·
. ~:- ~sto parece estar cambiando, al menos en la cultura popular, donde la grati- gado y la lenta maduración, infancia larga y aprendizaje tardío. Stephen Jay Gould,
ftcac•on mrnedtata resulta ser la norma, ejemplificada en la pulsación física enfática y teórico de la evolución, escribe que • [... ) el recién nacido es una criatura de las más
e~ el esnlo vocal lamentoso de mucha música popular. Este cambio podría estar rela- dependientes que podamos encontrar entre las crías de los mamíferos placentarios. Es-
Cionado co~ la desaparici6n de la idea de progreso inherente: ¿por qué aplazar nada ta dependencia se prolonga mucho tiempo, y el niño requiere un cuidado intensivo de
para un manana que no será mejor que hoy? (ver Meyer, 1967: 146-49 y passim). los padres durante años [... ) -Así, el premio adaptativo que se deposita en el aprendi·
. 38. A lo largo del último siglo los cambios culturales han transformado la rela- zaje (en cuanto ópuesto a la respuesta innara) no ciene parangón entre los organismos»
CIOnes de poder en nuestra especie. El creciente éxito del feminismo es el resultado de (1977: 400-401). .

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lEONARD B. MEYER UN UNIVERSO DE UNIVERSAlES

la consciencia y comprensión de objetivos y razones, motivos y sen- en una melodía como la que comienza el Vals en Do sostenido me-
timientos 42 • La evocación de empatía en la experiencia de obras de nor de Chopin, el salto inicial, o vacío, del Sol sostenido al Mi com-
arte depende decisivamente de las creencias sobre el valor de la ex" porta una tensión física que el relleno que le sigue va relajando gra-
periencia estética en general, la significación de ciertas obras y el pres- dualmente. Hasta las metáforas utilizadas para describir relaciones
tigio de intérpretes particulares (ver Meyer, 1956: 11 y 74 ss.). musicales -movimientos <<hacia arriba y hacia abajo,, tonos e in-
La empatía nos permite imaginar cómo responderán otros indi- tensidades «altas y bajas>>- probablemente emergen de grados de es-
viduos a nuestra conducta; de esta manera, está estrechamente vin- fuerzo somáticomotor.
culada a la necesidad humana de prever. Y porque nosotros presu- Estos universales bio-psíquicos también afectan a la relación en-
mimos que la naturaleza humana es básicamente constante (a pesar . tre tamañO del interyalo, duración y afecto. Saltos grandes (especial-
de que la conducta humana esté culturalmente restringida), creemos mellte los descendentes) tienden a asociarse con duraciones relativa-
que podemos entender la conducta de los que difieren de nosotros se- mente largas porque implican un ajuste motor que lleva tiempo. A
xual, étnica y culturalmente. Debido a este universal, somos gene- la inversa, intervalos más pequeños están generalmente asociados con
ralmente capaces de comprender e interpretarla conducta humana duraciones más cortas ..Un resultado de estas asociaciones es que el
que emerge en diferentes dominios culturales -de empatizar con la tamaño del intervalo y el tempo también tienden a estar mutuamen-
ira de Aquiles y la sumisión de Ruth, con la empresa de Juana de te relacionados. Esto es, intervalos grandes se asociah generalmente
Arco y con la indecisión de Hamlet. con tempi lentos, e intervalos más pequeños con tempi rápidos 43 • Y
La conciencia de cómo otros comprenderán nuestra conducta y porque el esfuerzo físico, a su vez, vincula tempo con intensidad, nues-
responde¡;án a ella es una constante cultural crucial, que guía por igual tros cuerpos nos inclinan a asociar lo más rápido con lo más fuerte.
las elecciones de compositores, intérpretes y oyentes. En palabras del Sin embargo, de estas asociaciones universales no se sigue que in-
sociólogo George Herbert Mead, aprendemos a <<tomar la actitud del tervalos pequeños no ocurran en tempi lentos, como, por ejemplo, en
otro>> (1934: 42-75). Notemos que la palabra «actitud» tiene dos sen- el Crucifixus de la Misa en Si menor de J. S. Bach. En efecto, el pa-
tidos. El sentido que le asigna Mead es en principio socio-conceptual, tetismo especial de ese coro se debe a sus relaciones de intervalo-tem-
una cuestión de interpretar la conducta de otros y de imaginar cómo po -moviéndose muy lentamente sobre intervalos conjuntos- co-
responderán a nuestra conducta. mo asimismo al movimiento generalmente descendente de las líneas
Pero la palabra «actitud>> se refiere también a la posición del cuer- melódicas principales y a la regularidad de la marcha. Inversamente,
po; y propiamente es así, dado que la empatía a menudo implica la la expresión de ira en el aria de la Reina de la Noche (Der Halle Ra-
identificación con otro de una manera somáticomotriz (como lo pue- che) del segundo acto de La flauta mágica es en parte el resultado de
de atestiguar todo aquel que ha presenciado la lucha por un premio la tensión involucrada en la ejecución de grandes saltos y registros
o un concierto de rock). La influencia de restricciones somáticomo- extremos en un tempo rápido. En ambos casos la expresión y el afec-
trices innatas se manifiesta no sólo en el comportamiento físico de in- to son el resultado de la desviación respecto a una norma. Como siem-
térpretes y oyentes, sino también en los tipos de esquemas encontra- pre, la desviación es cuestión de grado.
dos en la música de muchas culturas. Los principios gestálticos de la Nuestra respuesta afectiva a la música es en gran medida el re-
<<buena forma>> y de la «totalidad» son, en mi opinión, resultado de sultado de nuestra identificación física con la acción somáticomo-
tendencias somáticomotrices a la vez que cognitivas. Por ejemplo, triz de la música. En efecto, parte de la dificultad que los oyentes
tienen con la música de vanguardia es el resultado de su uso de in-
tervalos motrizmente difíciles tales como grandes saltos descenden-
42. Es incierto si otras especies experimentan empatía; depende de qué condicio- tes y patrones de duración que carecen de regularidad métrico~rít-
nes se consideren suficientes y necesarias para denominar «empática • a una conduc-
ta. ¿Acaso la conducta animal que parece análoga a la conducta empática humana (por
ejemplo la leona protegiendo sus cachorros) debe ser considerada empática? Por su- 43. La proporción de la sucesión de estímulos {tempo) es, además, una función del
puesto, el problema se plantea para todo tipo de conducta animal.. Pero si·nosotros registro: en general los tonos graves se mueven más lentamente que los agudos. Esto,
atribuimos la cólera y la agresión a otras especies (algo que efectivamente hacemos), por supuesto, es en parte un resultado de los universales acústicos del mundo físico
¿por qué les negaríamos el afecto y la empatía? (cf. revista Science, 1997: 1088). --el hecho de que las frecuencias bajas toman más tiempo para ponerse en vibración.

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lEONARD B. MEYER UN UNIVERSO DE UNIVERSAlES

mica. Nuestras relaciones con los demás seres humanos también in- biente social e ideológico condujeron a los compositores a renunciar
volucran empatía somáticomotriz. Cuando alguien está triste y asu- a convenciones eruditas a favor de relaciones musicales basadas so-
me una postura caída, la empatía nos inclina a adoptar una postura bre restricciones cognitivas presuntamente «naturales>>, restricciones
semejante y a experimentar emociones s.emejanres. Y también senti- más accesibles a los oyentes de la clase media en expansión (para ejem-
mos empatías comparables con lo inanimado y silencioso -hacia la plos específicos y discusión, ver Meyer, 1989: cap. 7).
Pieta Rondanini de Miguel Ángel y hacia los sauces llorones-. En Dado que el funcionamiento de los universales se halla casi in-
una palabra, no sólo el arte imita la naturaleza, como afirmaban los variablemente calificado por el contexto histórico-cultural, es im-
griegos antiguos, sino que -lo que es igualmente importante- los portante decir algo sobre el cambio histórico y sobre los modos en
miembros del público imitan enfáticamente las acciones implícitas en que la interacción entre restricciones culturales y restricciones uni-
las obras de arre. ' . •versales ha influido en las elecciones hechas por los compositores
Las consecuencias de la evolución humana son, pues, comple- -elecciones que constituyen la historia de la música 46- . Esto pare-
mentarias: por una parte, un gran aumento de inteligencia requiere ce también oportuno porque el proceso de cambio esbozado en lo que
la presencia de restricciones culturales que estabilizan el medio concep- sigue no sólo es relevante para la música sino que en sí mismo cons-
tual en aras de una elección exitosa; por otra parte, el largo período tituye, según creo, un universal.
de la infancia, que es concomitante de ese incremento de inteligencia, En lo que W. H. Auden llamó <dos dominios de acción» (1974:
hace que el aprendizaje cultural sea imperativo y la reciprocidad em- 89) -por ejemplo el político, el económico, el de la conducta coti-
pática, posible. diana- los objetivos que influencian las elecciones de los protago-
nistas parecen generalmente claros. Como resultado, las narraciones
Explicar la historia de la música pueden entenderse como explicaciones. Consideremos la narración
siguiente: «El hoyo de protección que el cabo L. B. Meyer cavó des-
Dada su preocupación por conceptos relacionados con el organicis- pués de aterrizar en Normandía el 8 de junio de 1944 fue mucho, mu-
mo, es extraño que los musicólogos (y los humanistas en general) ha- cho más hondo que cualquiera de los que cavó cuando hacía ma-
yan ignorado la .disciplina de la biología, desatendiendo especialmente niobras en Luisiana, Estados Unidos». Dado que el universal dela
los análisis neo-darwinianos del cambio y la diseminación, que su- autoconservación pone de relieve la relación entre intención y acción
gieren caminos provechosos para comprender la historia de músi- la de manera meridianamente clara, <<no se necesita un espíritu [... ] sa-
ca 44 • Quizás el modelo darwíniano no ha sido capaz de atraer por- lido de la tumba» para hacer teorías explícitas o explicaciones her-
que no propone procesos lineales, necesarios e inherentes, y por lo menéuticas sobre ello. Como escribió el psicólogo Jerome Bruner:
tanto no proporciona bases para la previsión. Por el contrario, la evo- <<Para comprender al ser humano es necesario comprender cómo sus
lución resulta a menudo de interacciones fortuitas de los organis- experiencias y sus actos son configurados por sus estados intencio-
mos existentes con las contingencias de un medio ambiente variable. nales» (cit. en Gardner, 1995: 37).
De modo comparable, la historia de la música se puede construir
como el resultado de la interacción de restricciones composicionales
existentes con las contingencias del medio ambiente cultural 45 • Por 46. Generalmente se admite que las elecciones hechas por miembros de una co·
ejemplo, durante los siglos x:vrn y XIX ciertos cambios en el medio am- munidad particular están significativamente afectadas por su contexto cultural. Y sin
embargo, a pesar de la obediencia casi ritual a la historia social, las maneras en que
los mundos fuera de la música han afectado al cambio estilístico han sido rara vez
delineados y explicados meciculosamenre.
44. La teoría neodarwiniana no debe ser confundida con el darwinismo social. Una gran sección de mi Style and Music (1989) trata de explicar cómo influyó la
Sostenido por muchos pensadores del siglo XIX y por algunos del siglo XX, el darwi- ideología del romanticismo en las elecciones de los compositores del siglo XIX. Y mu·
nismo social construyó equivocadamente la evolución como lineal y progresiva, gra- chas de las cuestiones consideradas en aquel libro son discutidas en lo que sigue. Pe-
dual y necesaria. · ro en lugar de concentrarnos en la influencia de creencias culturales y actirudes sobre
45. Es evidente qu~ los cambios esrilísricos no son genéticos, como lo son lama- las elecciones particulares hechas por una comunidad de composicores, el énfasis del
yor parte de los cambios biológicos. Pero tampoco lo son todos los cambios biológi- presente ensayo es sobre la naturaleza y tipos de universales que restringen la campo·
cos (ver Morell, 1997: 682-683). sición y comprensión de la música.

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UN UNIVERSO DE UNIV ER SAL ES

A menudo, sin embargo, los <<estados intencionales» de los com- del pizzicato, el origen de la afinación temperada y, sobre todo,. los
positores son complejos y enigmáticos, y conectarlos con elecciones casos de novedad compositiva-. La preocupación por los comien-
composicionales requiere una teorización explícita. La conexión ha zos es problemática por varias razones. Dado que no podemos estar
sido gel:).eralmente suministrada por modelos culturalmente sancio- seguros de que conocemos todo lo que sucedió en el pasado, tampo-
nados y asumidos tácitamente como universales. Estos modelos in- co podremos estar nunca seguros de que un caso determinado fue el
volucran por lo general algún tipo de cambio lineal generado inter- inicial". Pero de manera m~s importante, y en consonancia con el
namente; por ejemplo, el desarrollo orgánico (nacimiento, juventud, modelo darwiniano, lo que propongo es un cambio en nuestro cua-
madurez y muerte), estados sucesivos (arcaico, clásico, manierista), dro conceptual, en nuestras cuestiones y nuestras metodologías jo. Lo
oprocesos dialécticos (tesis, antítesis, síntesis). que es crucial para construir una historia de la música no es el origen
Los modelos que implican cambio interno lineal siguen todavía de tipos de· relaciones sino las razones -universales y culturales-
con nosotros (a pesar de la actualidad del post-modernismo) porque para su réplica, su cambio, su rechazo y su desaparición".
parecen proporcionar una base segura para la necesidad humana uni- Es indispensable reconocer la existencia de universales y teori-
versal de prever y elegir. Pero los modelos lineales, en mi opinión,son zar sobre su naturaleza porque solamente podremos construir una es-
perniciosos. Y esto por dos razones . .Primero, porque .Jas razones tétÍca coherente y una historia de la música viable atendiendo tan
para el cambio son postuladas por el modelo; una narración de qué escrupulosamente a la naturaleza como a la cultura, y tratando de
sucedió viene a parecer una explicación de por qué sucedió. Segun- comprender y explicar sus intrincadas relaciones. Mis especulaciones
do, porque como es corriente en la mayoría de los paradigmas ana- y argumentos no pretenden ser definitivos; tendrían que considerar-
üticos (incluyendo la narratividad), la linealidad lleva a desatender se más bien como hipótesis. Todo debe ser contrastado con los he-
<<los caminos no emprendidos». Como sucede en la experiencia coti- chos de la conducta humana . El trabajo real está todavía por hacer.
diana, una consciencia de <<lo que pudo haber sido» es indispen\a-
ble para comprender y apreciar las obras de arte (ver Cohen y Berlín,
cit. en Meyer, 1989: 74 y 91) 47 • BIBLIOGRAFÍA
Mientras el atractivo del modelo lineal, internalista, es compren-
sible, su aplicación indiscriminada a todo cambio natural y cult~al (1997) <<Eady Music». Science, 276.
es érrada. Esto no sólo porque, en palabras de T. S. Eliot, <<nuestros (1997) <<Non-human kindness» . Science, 276: 1088.
comienzos nunca conocen nuestros finales», sino, lo que no es menos Abbate, C. (1991) UnÚmg Voices: Opera and Musical Nairative in the Ni-
importante, porque las jerarquías son en su mayoría discontinuas. netheenth Century. Princeton, N.J.
Aunque el desarrollo biológico de cada hombre y mujer en particu-
lar suele cambiar de manera lineal, el cambio en diversos niveles de
49. Saber sobre los comie nzos· es relevante históricamente, no debid o a cierto
la evolución biológica, de lo social, y de la historia del estilo no es, en poder genético inherente (como el de los ca~allos de carreras) sino porque los casos
su mayor parte, orgánico ni lineal 48 • tempranos de ciertas relaciones son necesanos para delmear y por tanto exphcar el
Los musicólogos a menudo se han preocupado por identificar los curso de su reproducción.
comienzos -por ejemplo la llegada de la tonalidad, los primeros usos SO. A pesar de su tíwl o, El origen de las especies de Darwin no trata principal-
mente de explicar los co mi enzos de las especies. Más bien se ocupa de su superviven -
cia, cambio y extinción. .
51. Visto de esta manera, construir una historia de la música comprende: pnme-
47. La consciencia de eventualidades alternativas suscita cuestiones interesantes ro, la discriminación cuidadosa y la clasificación de los rasgos característicos de cier-
sobre las interpretaciones de. la música en términos de un modelo narrativo: ¿qué alter- to repertorio; en segundo lugar, un muestreo imparcial de su presencia en el reperto-
nativas configuran la implicación?, ¿las del proceso narrativo musical no-representa· rio, junto con un análisis escrupuloso de su relativa frecuencia; y~ en tercer lugar, la
cional o las de la representación verbal? Si es el caso de ambas, ¿cómo se relacionan prueba de hipótesis concebidas para dar cuenta de si ocurren cam b•os en los rasgos ca-
las implicaciones realizadas y no realizadas de la narrativa musical, y cómo están co- racterísticos y en la frecuencia de los cambios.
ordinadas con las implicaciones realizadas y no realizadas de la narrativa verbal ? La colección y el análisis estadístico de grand es corptts de datos podría implica r
48. No estoy argumentando contra el organicismo per se, sino contra la transfe- un cambio en las modalidades de investigación que han sido tradiciona les en las hu-
rencia injustificada de procesos observados en el nivel d<;l desarrollo individual a otros manidades: de la investigación individual a la investigación cooperat.iva, al esfuerzo de
niveles del mismo fenómeno. ,~ · . ·.-- ' .· ·. · . .
equipo.

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