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Lucas 1:23-25

Y aconteció que, cumplidos los días de su ministerio, se fue a


su casa: y después de estos días concibió Isabel, su mujer, y
estuvo escondida cinco meses, diciendo: "Porque el Señor me
hizo esto en los días en que atendió a quitar mi oprobio de
entre los hombres". (vv. 23-25)

Beda
Cuando los pontífices ejercían sus funciones en el templo, no
sólo se abstenían del trato con sus mujeres, sino que se
privaban también de entrar en su casa. Por eso dice: "Y
aconteció que, cumplidos los días". Por lo mismo que se
buscaba entonces la sucesión sacerdotal de la estirpe de
Aarón, se procuraba conservar su descendencia en todo
tiempo. Y como aquí no se busca la sucesión carnal, sino la
perfección espiritual, se manda a los sacerdotes -para que
siempre puedan asistir al altar- que guarden castidad.
Prosigue: "Después de estos días". Esto es, después de
terminados los días del servicio de Zacarías. Todas estas cosas
sucedieron en el mes de setiembre, en el día 23 del mismo,
cuando convenía que los judíos celebrasen el ayuno de la fiesta
de los tabernáculos, cuando estaba próximo el equinoccio, en
el cual empieza la noche a ser mayor que el día. Porque
convenía que Cristo creciese y Juan disminuyese. Y no en vano
eran entonces los días de los ayunos, porque San Juan había
de predicar a los hombres la aflicción de la penitencia.
Prosigue: "Y se ocultaba".

San Ambrosio
¿Cuál era la causa de la ocultación, sino la vergüenza? Hay
ciertos tiempos prescritos al matrimonio, cuando es decoroso
procrear hijos, como en el vigor de la edad y cuando hay
esperanza de tenerlos. Mas cuando la ancianidad madura
sucede a la vida larga y la edad es más propia para dirigir los
hijos que para criarlos, es vergonzoso dar señales de
embarazo y -aun cuando sea legítimo- cargarse con el peso de
otra edad y dilatar el seno con un fruto que no es de su tiempo.
Se avergonzaba, pues, por la edad, de donde puede inferirse la
causa, porque ya no convivían entre sí conyugalmente. Porque
aquella que no se avergonzase de tener relaciones maritales
en la ancianidad tampoco se avergonzaría en el parto. Sin
embargo, se ruboriza del peso de madre todo el tiempo que
desconoce el misterio de la religión. Pero la que se ocultaba
porque había concebido un hijo, empieza a manifestarse
porque llevaba un profeta.

Orígenes
Y por ello dice: "Cinco meses", esto es, hasta que María
concibiese y su fruto, saltando de alegría, profetizase.

San Ambrosio
Y aun cuando se avergonzase de su parto por la edad, se
alegraba a la vez por verse privada del oprobio, diciendo:
"Porque el Señor me hizo esto".

San Juan Crisóstomo


Es decir, hizo cesar mi esterilidad, me concedió un don
sobrenatural y la piedra infructuosa produjo espigas verdes. Me
quitó el oprobio, haciéndome madre; de donde sigue: "En los
días en que atendió a quitar mi oprobio de entre los hombres".

San Juan Crisóstomo


Se alegra doblemente, porque Dios le quita la fama de estéril y
porque se le ofrece un parto honroso. No interviene solo la
unión conyugal como en los demás que engendran, sino que la
gracia del cielo fue el principio de este nacimiento.

Beda
Zacarías puede representar místicamente el sacerdocio de los
judíos e Isabel la ley. Esta, explicada por los sacerdotes, debía
engendrar hijos espirituales para Dios. Pero no podía por sí
sola, porque la ley no condujo a nadie a la perfección (Heb 7).
Ambos eran justos, porque la ley es buena (Tim 1) y el
sacerdocio era santo en aquel tiempo. Los dos eran ancianos,
porque viniendo Jesucristo ya se encorvaban por la vejez.
Zacarías entra en el templo, porque es propio de los sacerdotes
entrar en el santuario de los misterios divinos. La multitud
estaba fuera, porque no podía penetrar las cosas misteriosas.
Mientras pone el incensario sobre el altar, sabe que Juan ha de
nacer; porque mientras los doctores arden por la flama de la
enseñanzas divinas, encuentran la gracia de Dios que había de
nacer por medio de Jesús; y esto por el ángel, porque la ley fue
dada por medio de los ángeles (Gál_3:19).

San Ambrosio
En uno enmudeció la voz del pueblo, porque en uno todo el
pueblo hablaba a Dios. Pasó, pues, a nosotros la palabra de
Dios y en nosotros no calla. Es mudo el que no entiende la ley.
¿Por qué te parece más bien mudo el que desconoce la voz,
que aquel que desconoce el misterio? El pueblo de los judíos
es semejante al que hace señas cuando no puede dar razón de
sus actos.

Beda
Sin embargo, Isabel concibe a Juan, porque el interior de la ley
abunda en misterios de Cristo. Oculta su concepción durante
cinco meses, porque Moisés designa en cinco libros los
misterios de Cristo. O también porque la dispensación de Cristo
se figura en las cinco edades del mundo por los dichos y
hechos de los santos.

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