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Historia de América y el Caribe II

(Asignatura)

Katherin Marlenis Encarnación Germán


(Participante)

(Matrícula)
15-0219

Florencio Peguero
Facilitador

Santo Domingo
12 de Marzo 2019
Tarea No. III

Bienvenid@s a nuestra segunda semana de trabajo, la cual tiene como título


Los conflictos interamericanos, de la segunda mitad del siglo XIX. En esta
ocación realizaremos las siguientes actividades:

Investigación bibliográfica y/o electrónica sobre los conflictos que enfrentaron a


varios países latinoamericanos, con énfasis en la Guerra de la Triple Alianza y
la Guerra del Pacífico.

Realizar las siguientes actividades:

Elabora una tabla comparativa entre la Guerra de la Triple Alianza y la


Guerra del Pacífico, teniendo en cuenta sus causas y consecuencias.

TRIPLE ALIANSA

La Guerra de la Triple Alianza o Guerra del Paraguay, llamada por los


paraguayos Guerra Grande, Guerra contra la Triple Alianza o Guerra Guasú, y
por los brasileños Guerra do Paraguai, fue el conflicto militar en el cual la Triple
Alianza ―una coalición formada por el Imperio del Brasil, Uruguay,7 y la
Argentina8 ― luchó militarmente contra el Paraguay entre 1864 y 1870.9

Existen varias teorías respecto de los detonantes de la guerra. En esencia, el


revisionismo argentino y la visión tradicional10 paraguaya atribuyen un papel
preponderante a los intereses del Imperio británico.11 12 La historiografía
liberal clásica pone el acento en la agresiva política del mariscal Francisco
Solano López respecto de los asuntos rioplatenses.13

El conflicto se desencadenó a fines de 1864, cuando el mariscal Solano López,


presidente paraguayo, decidió acudir en ayuda del gobierno ejercido por el
Partido Blanco del Uruguay, concretamente ir en ayuda de la defensa de
Paysandú, en guerra civil contra el Partido Colorado, apoyado este militarmente
por el Brasil. López advirtió a los gobiernos de Brasil y la Argentina que
consideraría cualquier agresión al Uruguay «como atentatorio del equilibrio de
los Estados del Plata», pero tropas brasileñas invadieron territorio uruguayo en
octubre de 1864.
El 12 de noviembre de 1864, en represalia por la invasión brasileña a Uruguay,
el gobierno paraguayo se apoderó de un buque mercante brasileño y del
gobernador de la provincia brasileña de Mato Grosso, dando inicio a la Guerra
y declarándola al día siguiente. La primera etapa consistió en la invasión del
Mato Grosso, en diciembre de 1864, durante la cual fuerzas paraguayas
ocuparon y saquearon gran parte de esa provincia.

Sin haber recibido todavía ayuda externa, y atacado por las tropas de Venancio
Flores, los invasores brasileños, la escuadra imperial y un importante apoyo
logístico del gobierno argentino,14 el gobierno uruguayo se vio obligado a
rendirse.

Solano López solicitó autorización al presidente argentino Bartolomé Mitre para


atravesar territorio argentino rumbo al Uruguay con sus tropas, solicitud
rechazada por Mitre. De haber permitido que tropas beligerantes atravesaran
por su territorio hubiese constituido un abandono de la posición hasta entonces
públicamente neutral de la Argentina; por otro lado, el gobierno argentino
simpatizaba con el Partido Colorado del Uruguay. En respuesta, tropas
paraguayas ocuparon la ciudad de Corrientes en abril de 1865, forzando a la
Argentina a entrar en la guerra, aliada con Brasil y el nuevo gobierno uruguayo.
A partir de ese momento ya puede hablarse de «Guerra de la Triple Alianza».

Fuera de Buenos Aires y Rosario (donde la prensa hacía fuerte propaganda


política a favor de Brasil), la entrada argentina en el conflicto fue impopular,
hasta el punto de que gran parte de las tropas enviadas lo fueron
forzadamente.

La guerra terminó en 1870 con una derrota de Paraguay, que conllevó también
un desastre demográfico: según las distintas fuentes, el país perdió entre el 50
% y el 85 % de su población y quizá más del 90 % de su población masculina
adulta.15

Paraguay perdió gran parte de los territorios que tenía todavía en disputa
diplomática con Brasil ―334 126 km²―[cita requerida] y fue condenado a
pagar una abultada indemnización de guerra, si bien el pago se fue atrasando a
través de diferentes gobiernos de posguerra y no se llegó a efectuar en su
totalidad.

CAUSAS:

Desde 1810 Paraguay sometido a una dictadura paternalista vivió aislado de la


política rioplatense. Gaspar Rodríguez de Francia dirigió los destinos de aquel
estado mediterráneo al que la fuerte rivalidad comercial con Buenos Aires instó
a emanciparse de los gobiernos porteños. En 1840 falleció Francia y tras un
breve intermedio, el poder quedó en manos de Carlos Antonio López quien de
hecho se convirtió en gobernante absoluto. En 1862 falleció y su hijo Francisco
Solano mediante una ficción constitucional heredó el poder.

La situación geográfica de Paraguay condenó este país a un callejón sin salida.


Su puerta al mar, es decir, el libre acceso a las rutas comerciales de ultramar
dependía de los ríos argentinos. La actitud prudente de Gaspar Francia que
evitó mezclarse en los problemas de las regiones vecinas, fue alterada por los
López sobre todo por el segundo de ellos.

El problema de los ríos se sumo a cuestiones de límites entre Argentina y


Paraguay (Misiones y Chaco) y entre este país y el Brasil (en el Mato Grosso)
heredadas de las imprecisas demarcaciones virreinales. La navegación del Vio
Paraguay (comunicación natural con la última región citada) era, al mismo
tiempo. una cuestión de vital importancia para Brasil, y ello ocasioné diversos
conflictos.”

CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.

Paraguay quedó literalmente arrasado; la mayoría de su población útil había


caído en el combate. Las pérdidas humanas sufridas por sus enemigos fueron
también considerables; las secuelas de la guerra se dejaron sentir por largo
tiempo en la República Argentina.

El conflicto no terminó con el cese del fuego. Los problemas pendientes fueron
resueltos por la diplomacia. El Imperio impuso a los vencidos los limites que a
él le convenían; la República Argentina negoció largamente los territorios en
conflicto, tras haberse iniciado la paz con la generosa doctrina de Varela,
ministro de Relaciones Exteriores de Sarmiento: la victoria no da derechos a
las naciones aliadas para declarar por si límites que el tratado señaló.
Los resultados obtenidos por unos y otros no justificaron el conflicto. La única
moraleja a extraer, si cabe sacarlas de los hechos históricos, sólo demuestra lo
inútil y costoso de las guerras entre pueblos hermanos.

“La guerra contra el Paraguay dejó otras consecuencias sociales y


demográficas. En 1871 b fiebre amarilla asoló Buenos Aires, el 15 % de la
población murió a causa de la infección v hasta los miembros de la Comisión
de Higiene se contagiaron. El virus, aparentemente, te propagó en los
campamentos militares.

¿Fue la epidemia una suerte de venganza póstuma? No se trata, desde ya, de


maldiciones históricas pero sí de reafirmar que las guerras nunca terminan con
la última batalla. En los años posteriores se produjo, además, un masivo éxodo
de correntinos hacia un Paraguay habitado sólo por niños, ancianos,
muchachas solteras y viudas.

El entrecruzamiento de sangres y apellidos permitió, con el tiempo, cerrar


algunas heridas del pasado cruento. De todos modos, el Paraguay nunca se
repondrá completamente del mazazo que en 1865 le dieron sus actuales socios
del Mercosur. Es, de lejos, el país más pobre de los cuatro. “Muero con mi
patria”, se dice que pronunció López al morir, y tal vez sea una de sus frases
más acertadas.”

GUERRA DEL PACIFICO

La guerra del Pacífico también se le conoce como “Guerra del Salitre” y tuvo
lugar entre los años 1879 y 1883 con un enfrentamiento entre Chile y la alianza
de Perú y Bolivia tras la disputa territorial que hasta el día de hoy se mantiene.

Es un conflicto armado que se considera un hito dramático en toda la historia


de Sudamérica, durante la edad contemporanea, por ser uno de los principales
conflictos que se inició a finales del siglo XIX y que hasta el día de hoy continúa
sin resolverse.

Antecedentes de la guerra
Este fue un conflicto que principalmente fue impulsado por una parte de la élite
política y empresarial, que de cierta manera ejerce presión sobre el gobierno,
movilizó grandes masas de personas y manejo la prensa con el fin de
incorporar territorios ricos en salitre al territorio chileno.

La crisis económica por la que atravesaba el país, los intereses que giraban al
entorno a las riquezas mineras, una delimitación fronteriza defectuosa, el
incumplimiento del tratado chileno-boliviano por parte de Bolivia, en donde
establece un nuevo impuesto a la Compañía de Salitres y Ferrocarril de
Antofagasta y las aspiraciones de dominio de Perú en la región del Pacífico sur
fueron razones para que se detonara el conflicto.

Causas de la Guerra del Pacífico

El ejército de Bolivia fue derrotado y el gobierno tuvo que aceptar un “alto al


fuego” cediendo el territorio de Atacama a Chile, lo que significó un gran
deterioro para la economía del país.

Perú fue una nación que también fue derrotada y llegó a la ruina tras el bloqueo
que Chile mantuvo durante la guerra, además tuvo que firmar un acuerdo de
paz y ceder Tarapacá a Chile al igual que permitirle ocupar Arica y Tacna
(Perú) por un periodo de 10 años, igualmente sufrió una serie de cambios entre
la población y sus diferentes clases sociales.

Está fue una guerra que no detuvo la economía chilena, al contrario, fue un
país que se consolidó como el más importante de Latinoamérica por tener un
gran estímulo en el desarrollo de la industria(revolución industrial) y que sirvió
para financiar al ejército. Gracias a la expansión del territorio tras ganar la
guerra obtuvo muchas riquezas naturales que fueron un gran impulso para la
economía.

Consecuencias de la Guerra del Pacífico

Está guerra tuvo consecuencias territoriales, sociales, políticas y económicas al


igual que cierto resentimiento por parte de los países vecinos.
Hoy día esta es una herida que se mantiene abierta, ya que el pacto de tregua
que se firmó con Bolivia no reconoce la soberanía de Chile en el litoral sino
sólo la ocupación de la zona.

No es hasta en 1904 cuando ambos países alcanzan a negociar las fronteras


de manera definitiva y en donde se logra que Bolivia reciba la soberanía
permanente de Chile sobre el territorio de Antofagasta y Chile garantiza el
tránsito libre de bienes bolivianos exentos de impuestos.

El tratado de paz entre ambas naciones es origen de constantes tensiones


diplomáticas entre estos países.

Elabora un resumen de la influencia de Inglaterra en la región y de su


papel en los conflictos mencionados.

INGLATERRA INFLUENCIA EN LA TRIPLE ALIANSA

Paraguay se alzaba como una excepción en América Latina. Era la única


nación en la que el capital extranjero, llámese Inglaterra, no había deformado ni
su política ni su economía. Inglaterra no había implantado su concepción
civilizadora, el capitalismo, o la falsa división entre la civilización o la
barbarie.Fotos de la Guerra del Paraguay

La situación geográfica de Paraguay lo había condenado a un callejón sin


salida. Su puerta al mar, es decir, el libre acceso a las rutas comerciales de
ultramar dependía exclusivamente de los ríos argentinos. El largo gobierno de
mano de hierro del dictador Gaspar Rodríguez de Francia (1814–1840) había
incubado la matriz del aislamiento, pero había propugnado un desarrollo
económico autónomo y sostenido. Esto desvelaba a Inglaterra, porque no
podía ejercer su imperialismo económico. Había alguien que tomaba sus
propias decisiones sin consultar cada paso a dar tanto en lo político como lo
económico.

Inglaterra ya había fracasado en el dominio político, solo había podido poner un


Estado tapón con Uruguay (entre Argentina y Brasil), pero había fracasado en
toda América del Sur. En el ámbito económico estaba ganando, pero Paraguay
estaba logrando salirse de su plan de acción. Se estaba convirtiendo en el faro
de América.
Los posteriores gobiernos de Carlos Antonio López y su hijo Francisco Solano
continuaron y vitalizaron la tarea independiente en Paraguay pero el ministro
inglés en Argentina, Edward Thornton, participaba y conspiraba desde Buenos
Aires y daba rienda a la intriga y preparación de la guerra.

La característica principal de los conflictos desarrollados en el siglo XIX en la


región del Plata ha sido la penetración de los intereses y de las fuerzas
políticas que actuaban en cada uno de esos países, generando complejos y
mutables sistemas de alianzas más allá de sus fronteras. Quizá estos sean
algunos ejemplos que más tarde tomó Otto von Bismark para su sistema de
alianzas.

En 1862 se habían creado dos bloques principales de alianzas: de un lado el


Imperio del Brasil, el gobierno de Bartolomé Mitre (presidente de Argentina) y
los colorados uruguayos dirigidos por Venancio Flores; y del otro lado,
Paraguay, los blancos de Uruguay dirigidos por Bernardo Berro y las provincias
de Entre Ríos y Corrientes, unidos por la oposición a la política hegemónica de
Buenos Aires y del Imperio del Brasil.Panteón de los Heróes de la Guerra.
Asunción

No existen dudas que la guerra no era solo contra el Gobierno de Paraguay,


sino contra Paraguay mismo, debido a que hasta ese momento Buenos Aires
seguía viendo a Paraguay como una provincia rebelde y no como la madre que
le dio vida como ciudad.

No cabe poner en tela de juicio que la Guerra del Paraguay –Guerra Guasú o
de la Triple Alianza– fue un episodio clave de la historia del siglo XIX no solo de
la historia de la nación derrotada, cuya realidad cambió para siempre, sino que
respondió más a los intereses británicos de acabar con un modelo autónomo
de desarrollo como el paraguayo, que podía devenir en un “mal ejemplo” para
el resto de América latina, que a los objetivos de unificación nacional y defensa
del territorio proclamados por sus promotores.

Cuando Eduardo Galeano dice que América del Sur “se parece mas a un
archipiélago que un terreno compacto“, afligidos lo debemos reconocer. Pero la
ingenuidad de estos cuatro países sólo sirvió para que toda la economía y la
potencial prosperidad de la región quedara atrasada notablemente en beneficio
de otros. Los resultados obtenidos por unos y otros no justificaron el conflicto.
La única moraleja a extraer es que se demuestra lo inútil y costoso de las
guerras entre pueblos hermanos.

La lámpara política que presentaba Paraguay se apagó para siempre. También


se destruyeron tanto las vidas de la mayor parte de su población como su
modelo de crecimiento autónomo. Este fue el punto de partida de la política
oligárquica porteña dirigida a convertir el Río de la Plata en semi-colonia
británica.

Historia_de_la_frontera_ParaguayaSe generó en Paraguay una catástrofe


social y demográfica, que aun hoy la sigue atrasando en su devenir histórico.
Antes del inicio de la guerra, su población era de 1.300.000 personas. Al final
del conflicto sólo sobrevivían unas 200.000, de las que 28.000 eran hombres, la
mayoría niños, ancianos y extranjeros. Del poderoso ejército paraguayo de
100.000 soldados, en los últimos días quedaban 400.

INGLATERRA GUERRA DEL PACIFICO

La Intervención extranjera en la Guerra del Pacífico fueron las medidas y


políticas seguidas por países no beligerantes para obtener ventajas
territoriales, financieras, geopolíticas, comerciales, de política interna o
simplemente para proteger las vidas y propiedad de sus connacionales durante
el curso de Guerra del Pacífico (1879-1883), que enfrentó por un lado a Bolivia
y Perú y por otro lado, Chile.

Las potencias europeas (Gran Bretaña, Francia, Alemania, etc), los Estados
Unidos y los países latinoamericanos (Brasil, Argentina, Ecuador, etc) se
declararon neutrales y algunos de ellos ofrecieron mediación, pero las ventas
de armas, burlando las débiles leyes de neutralidad, continuaron.

En el plano financiero, las potencias europeas ejercieron presión, por medio de


protestas diplomáticas y el envío de barcos de guerra a la zona, destinada a
proteger sus connacionales y sus bienes, y a que sus deudas fuesen
reconocidas y pagadas prioritariamente. Las potencias con mayores intereses
en la región eran Gran Bretaña y Francia. Sin embargo, los Estados Unidos de
América, rechazaban de plano cualquier intervención de potencias europeas en
asuntos americanos y buscaban desplazar, a largo plazo, a Gran Bretaña como
mayor socio comercial de los países latinoamericanos.

La opinión pública sobre la guerra en los países no-beligerantes jugó un papel


importante en la toma de decisiones de sus gobiernos. En general la opinión
pública al comienzo de la guerra era favorable a los aliados (Perú y Bolivia) y
casi unánimemente predecía la derrota de Chile.1:pág.302:p.163:pág.1094
:pág.44 En el caso de los EE.UU., las críticas a la política del secretario de
estado James G. Blaine llevaron en 1882 a una investigación oficial sobre
tráfico de influencias en el senado norteamericano.

La participación directa de extranjeros como combatientes en la guerra fue


reducida, limitada a personas y no es considerada como intervención estatal.

En el plano humanitario, las fuerzas navales extranjeras, algunas veces,


ofrecieron refugio a los civiles y ayudaron en la atención de los heridos tras las
batallas.

Los países beligerantes, Bolivia, Chile y Perú, también buscaron utilizar el


creciente conflicto entre EE.UU. y Gran Bretaña por el control del comercio
latinoamericano para favorecer sus fines.

Análisis crítico de la entrevista al Dr. Alejandro José Groppo “Populismo en


América Latina” disponible en
https://www.youtube.com/watch?v=_zvh_WtVXFM

El populismo en América Latina imita la representación cristiana de la salvación


del pueblo dentro de una narrativa apocalíptica. El éxito de este relato habla de
los retos de la democracia liberal en la región. No parecen ser claras las
características que un fenómeno político ha de presentar para ser llamado
populista; sin embargo, este se ha implantado como sustantivo con relativa
facilidad en el lenguaje con el que tanto los medios de comunicación y los
académicos como distintos grupos políticos se refieren a cierto tipo de sucesos
en la política contemporánea. Generalmente, la calificación de un fenómeno
como populista es un mecanismo ambiguo de reprobación política, puesto que
parece señalar implícitamente la manipulación emocional de las masas, como
también la exacerbación de las emociones para lograr una polarización entre el
pueblo y la élite, donde el pueblo resulte siendo el actor virtuoso y la élite la
responsable por los agravios a este. No obstante, fuera de estos rasgos
generales no hay claridad sobre otros criterios propios de los fenómenos
rotulados como populistas que permita agruparlos en esta categoría sin entrar
en polémica respecto de cuándo efectivamente se incurre en estas causales.

La pregunta por el impacto del populismo en América Latina sugiere


preguntarse por la definición de este y, si bien hay acuerdos implícitos que
ayudan a definir el tipo de fenómenos que son llamados populistas, en la
práctica la dificultad comienza con la emergencia de un gran número de juicios
que señalan a algunos fenómenos como tales y con la subsiguiente discusión
sobre si tal categorización es acertada.

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