Sei sulla pagina 1di 3

c  




 
  


O    O

ROMA, martes 26 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Vivimos en un momento histórico


apasionante, porque estamos en la frontera de un siglo que acaba de pasar y de uno nuevo
en vías de edificación. Aunque poner límites cronológicos nunca ha sido muy fructífero en
el ámbito historiográfico, como tampoco lo es contraponer una época a otra, sin embargo
debemos reconocer que el balance del siglo pasado y la apertura del nuevo alimenta el
entusiasmo y obliga a replanteamientos y a un compromiso renovado.

El mismo hecho de que muchas de las experiencias artísticas del siglo XX estén
irremediablemente a nuestra espalda obliga a la reflexión, con el fin no sólo de comprender
las dinámicas de las diversas fases de desarrollo, sino también de verificar si lo que se ha
prometido en el siglo pasado se ha realizado efectivamente. Es necesario estudiar qué
resultados estéticos y qué efectos sociológicos se han conseguido de algunas experiencias
artísticas que dominaron el panorama mediático en los años sesenta y setenta. Es
interesante, por ejemplo, verificar qué relaciones se han instituido entre el ³consumismo de
masas´ y algunas experiencias artísticas de los años sesenta, y qué relaciones se han
establecido con el mundo de la publicidad. La reflexión sobre el siglo XX abre en fin un
capítulo importante para redefinir el ámbito del arte en general y de cada una de las artes, y
en particular estimula la reflexión sobre la relación entre las artes y el contexto en el que
nacen y del que se nutren, directa o indirectamente.

Sin embargo ésta es sólo una parte del interés actual por el arte. La dimensión
contemporánea no agota el panorama del arte. Un aspecto importante de esta transición de
siglo está constituido, de hecho, por el interés creciente hacia el arte del pasado, que se
encuentra en el centro de un verdadero fenómeno mediático, de dimensiones crecientes:
algunas muestras, como la dedicada a Caravaggio, han obtenido un éxito sorprendente. Esto
abre la cuestión teórica de lo que es contemporáneo en el arte, hace reflexionar sobre cómo
los grandes artistas del pasado han hecho historia, pero sobre todo testimonia un amor,
nunca muerto, por el arte de la pintura en el sentido tradicional y propio del término.

En este contexto de transición y de reflexión sobre la transición misma, resulta importante


reflexionar sobre la idea de progreso. Por una parte hay que evitar identificar todo progreso
con una tipología evolucionista según la cual lo que viene después supera y mejora lo que
ha venido antes. Por otra, hay que evitar también poner a todos los artistas y a todas las
obras en el mismo plano, cayendo en la falta de crítica y en la ausencia de juicios de valor.
Sin embargo en este último defecto cae paradójicamente Gombrich, precisamente
analizando el arte según la idea de progreso, en su conocido texto d
    de 1971.

Si se busca, en cambio, mirar el arte con ojos inocentes, se puede descubrir que el camino
del arte se mueve dentro del ámbito de un potencial que está implícito desde el principio,
como si todos los desarrollos estuvieran de algún modo comprendidos en las formas ya
dadas. Podemos decir que los artistas, cuando ³inventan´, atendiendo a su propia
creatividad, permanecen siempre fieles a lo que el arte implícitamente pone a su disposición
y ése es todo su ³potencial´. Sucede como en el lenguaje, que tiene tantas formas y una
larga historia, pero tanto las formas como la historia son lingüísticas, porque están dentro
de las posibilidades abiertas del lenguaje mismo. Utilizando una imagen geométrica,
podemos decir que la evolución del arte no es una línea recta, que implicaría un progreso
constante, ni tampoco una sinusoide, que implicaría ciclos obligados de crisis y de
desarrollo, sino sobre todo una línea mixta irregular, correspondiente a una evolución vital,
hecha de innovaciones y continuidad.

Toda innovación real, de hecho, se apoya en la tradición: como escribió el papa Esteban I,
³a   aa 
a   

 
´. Debemos ver también la historia del arte desde la
perspectiva de la ³hermenéutica de la renovación en la continuidad´ aplicada por Benedicto
XVI a las interpretaciones del Concilio.

El crecimiento del arte implica una apropiación de la tradición pasada y una renovación,
ambas realizados en primera persona. Todos los grandes artistas han aconsejado siempre
aprender de los maestros del pasado, antes de realizar las propias innovaciones. Se empieza
a aprender copiando las grandes obras y después, aprendido el lenguaje, se empieza a
hablar y a inventar nuevas palabras. Basta ver la relación de continuidad y superación
vivida por Caravaggio frente a Miguel Ángel, cuya pintura revive y toma nuevo significado
con respeto y con audacia. Leonardo afirmaba: ³Triste es el discípulo que no adelanta a su
maestro´, colocando el arte en una relación de continuidad entre alumno y maestro, de
manera que quien aprenda busque hacerlo mejor que quien enseña.

El arte, por tanto, como todo ámbito propiamente ³humanístico´, es decir dirigido a la
promoción de lo humano, crece de una manera no mecánica y no sufre la obsesión de
incurrir en la acumulación de la novedad, sino que está dirigido a la búsqueda del mejor
hacer y del mejorarse a sí mismo. No está fuera de lugar, por tanto, concluir con una
reflexión sobre la educación, propuesta por Benedicto XVI en la Carta a la diócesis y a la
ciudad de Roma sobre la tarea urgente de la educación del 21 de enero de 2008: ³A
diferencia de lo que sucede en el campo técnico o económico, en donde los progresos de
hoy pueden sumarse a los del pasado, en el ámbito de la formación y del crecimiento moral
de las personas no se da una posibilidad semejante de acumulación, pues la libertad del
hombre siempre es nueva y, por tanto, cada persona y cada generación tiene que tomar
nueva y personalmente sus decisiones. Incluso los valores más grandes del pasado no
pueden ser simplemente heredados, tienen que ser asumidos y renovados a través de una
opción personal, que con frecuencia cuesta´.

------------

@ 



 



 
  
 
 

d  
 d     
 


d  d     

  
 





 
 
!
 

 

 
    "
 # 
  




 
$    





 %&''' 

  
 

(

Potrebbero piacerti anche