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Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación

Facultad de Filosofía y Educación

Departamento de Formación Pedagógica

Políticas educacionales

La educación Rural en
Chile

Nombres: Francisca Edwards

Andrea Solís

Elías Sánchez

Fabián Sáez

Profesor: Jorge Ívulic

Fecha: 01 de diciembre del 2014


Introducción

La educación rural en Chile es un tema muy poco tratado durante los grandes
debates sobre la educación del país, y, considerando la formación y distribución geográfica
de los centros urbanos, no es menor la proporción de terreno que queda considerablemente
alejado de las ciudades y pueblos, y es ahí donde debe dirigirse la educación rural, que
atiende, es cierto, a un número considerablemente menor de alumnos que la educación
urbana, pero que no por eso debe ser descuidada, pues esos niños merecen, tanto como los
demás, una educación de calidad. Debido a lo anterior, nos hemos interesado por estudiar
qué es y cómo es la educación rural de nuestro país.

Nuestra hipótesis es que la educación rural es deficiente en comparación a la urbana


y no es capaz de entregarle a sus alumnos una educación de calidad, que les permita el
desarrollo integral ni el aprendizaje necesario para desarrollarse en el mundo actual.

Nuestros objetivos apuntan a caracterizar el sistema que sostiene la educación rural


de nuestro país y sus características: quienes están a cargo, cómo se solventa
económicamente, a cuántos niños atiende y su nivel de vulnerabilidad, etc. Establecer las
principales variables que interfieren en la educación rural y las condiciones sobre las que
debe trabajar, en comparación con la urbana. Definir el estado actual de la educación rural y
cómo se ha desempeñado tanto en lo académico, como en los aspectos administrativos,
financieros y de infraestructura. Y hacer una comparación entre la educación rural y la
educación urbana, en cuanto a sus niveles de calidad de la enseñanza y los recursos
educativos que posee para llevar a cabo su labor.

Para esto trabajaremos a través de una revisión bibliográfica sobre el tema y la


información que entrega el ministerio sobre la educación rural y las estadísticas de las
evaluaciones estandarizadas. También haremos un estudio de campo, en el cual iremos a
conocer una escuela rural de Melipilla y una escuela del sector urbano de la misma comuna
y estableceremos criterios de comparación para ver cuál posee un mejor nivel de
desempeño.
Marco teórico

Para comenzar a hablar de la educación rural en Chile, es necesario, primeramente,


definir qué es lo que se entiende por ruralidad. Tradicionalmente, un territorio se
considerará rural según dos variables fundamentales: la densidad de población y la
actividad económica principal con que se sustente la comunidad. Bajo esos parámetros, se
consideraba rural un territorio con una población que iba entre los 1001 y 2000 habitantes,
cuyo sustento se basara principalmente en actividades primarias, es decir, agricultura,
ganadería, etc. Según el INE, en una publicación del 2010, indica que “del total de la
población de Chile, solo el 13,0% vive en sectores rurales, lo que significa un total de
2.226.103 habitantes”1.

Sin embargo, un estudio hecho por el Rimisp (Centro Latinoamericano para el


Desarrollo Rural), del mismo año 2010, cifra a la población rural, según parámetros más
actuales y que miden mayor número de variables, en un 35% del total de la población del
país, un número mucho mayor que el contemplado por el INE. Este estudio plantea que no
existe una división dicotómica entre urbano/rural, sino que hay tipos y grados de ruralidad,
los que se caracterizan considerando un conjunto amplio de variables, como son las
dimensiones demográfica, económica, accesibilidad o conectividad con centros urbanos,
niveles de capital humano y acceso a servicios (Berdegué, J. Jara, E, Mondrego, F.
Sanclemente, X. y Schejtman, A; 2010).

Es necesario, por lo tanto, considerar que la idea de ruralidad ha cambiado mucho


con el paso del tiempo, las ideas preconcebidas de lo que es el espacio rural deben ser
adaptadas a un mundo que cambia cada día más rápido. Por ejemplo, los territorios rurales
cada vez menos se sustentan primariamente por una actividad agropecuaria, la brecha
cultural entre la población urbana y la rural es cada vez menor (sobre todo gracias a los
medios masivos de comunicación), el aislamiento de estas zonas también ha disminuido en
gran medida y hay una relación cotidiana entre las personas que viven en los espacios
rurales y urbanos (Berdegué, J. et al, 2010).

1
Obtenido de Estadísticas Demográficas de:
http://www.ine.cl/canales/menu/publicaciones/compendio_estadistico/pdf/2010/1.2estdemograficas.pd
f
A la caracterización de lo rural, se debe considerar a la población indígena que vive
en estos espacios, pues, a pesar de que la mayor parte de las personas que se sienten parte
de una etnia originaria vive en las ciudades, es la población indígena rural la que mantiene
viva sus creencias y tradiciones, en conjunto con su lengua. Y debido al tema de este
trabajo, debe ser destacado por su importancia en la educación intercultural bilingüe.

Por último, es necesario hacer mención de las condiciones y el lugar que ocupa la
población rural tanto en nuestro país, como a nivel mundial, pues hay que tener en cuenta
que, “con frecuencia, las poblaciones rurales se ven atrapadas en un círculo vicioso que
las margina del acceso a los servicios y oportunidades–educación, un empleo
adecuadamente remunerado, una nutrición apropiada, infraestructura y comunicaciones–
que podrían rescatarlos de la pobreza. El resultado es que más del 70 por ciento de los 1,2
mil millones de indigentes del mundo –personas que viven con menos de un dólar al día–
habitan en zonas rurales y el 85 por ciento de ellos se encuentran concentrados en treinta y
cinco países diseminados por África, Asia y América Latina.” (Unesco, 2004).

Eso significa que las poblaciones que viven en los espacios rurales tienen una
posición desmejorada con respecto a quienes viven en los espacios urbanos y es una
importante tarea seguir acortando la brecha entre ambos espacios en cuanto a acceso a
oportunidades de vida digna, con respecto a las condiciones materiales de subsistencia y de
integración a su época histórica y cultural, sin que ello implique que deban perder sus
propias características de vida o cultura.

Ahora, pasando a la educación en el ámbito rural, podemos decir que la educación


rural es la parte del sistema institucional educativo de un país, que se encarga de atender a
la población en etapa escolar que vive en los espacios rurales, con el fin de que estos
completen la instrucción educativa a que todo ciudadano tiene derecho.

Cuando se habla de educación rural, se deben tener en cuenta ciertas variables contextuales
que la determinan. En general, la asistencia escolar es baja, la tasa de deserción muy alta y
las principales víctimas suelen ser las niñas, las poblaciones de zonas montañosas y las
minorías étnicas (Unesco, 2004), además de la baja escolarización de los padres, el
aislamiento respecto de la escuela más cercana y las propias condiciones de la escuela, que
pueden ser desde pobre infraestructura, acceso a servicios básicos o conexión a redes
(teléfono, radios, televisión e internet) y comunicación con los centros urbanos.

En nuestro país, el Ministerio de Educación, en su página web, indica que la


educación rural es un programa cuya tarea es “ofrecer oportunidades de educación
pertinentes para la población que habita zonas rurales, manteniendo vivas las tradiciones
que conforman sus raíces, su espíritu y originalidad. Se propone facilitar el acceso de
todos a la educación formal y la progresión en la trayectoria educativa desde los cuatro
años de edad.”.

A partir de lo anterior, podemos decir que en Chile la educación rural no solo busca
hacer cumplir la ley que asegura el acceso a la educación de todo niño en el país, sino que
intenta que la educación rural sea un medio para mantener viva la cultura característica de
las zonas rurales y que sean valoradas sus costumbres y tradiciones por parte de sus
miembros. Esto se lleva a cabo principalmente con el currículo particular que poseen las
escuelas, que es diferente al de las escuelas urbanas y comprende además las otras
particularidades de la educación rural.

Por otra parte, hay que decir que la educación rural en nuestro país se imparte
principalmente a través de escuelas y estas son, en su inmensa mayoría, escuelas de
enseñanza básica, las que comprenden un 40% del total de escuelas básicas del país
(MINEDUC, 2011). La matrícula es cubierta en su mayoría por la educación municipal,
debido a que la baja matrícula no representa un incentivo monetario atractivo para el sector
particular o subvencionado.

Las escuelas pueden ser completas (hasta octavo básico) o incompletas (hasta sexto
básico), las cuales pueden tener o no multigrado. Las incompletas también llamadas
“escuelas multigrado”, cuentan con uno, dos, o tres profesores que enseñan a diversos
cursos al mismo tiempo y en el mismo espacio, por lo que son llamadas también como
escuelas uni, bi, o tri docentes; sin embargo hay escuelas completas (o poli docentes, es
decir, con cuatro profesores o más) que pueden organizar sus cursos iniciales bajo la
modalidad multigrado (Williamson, 2004).
En general, los profesores no son preparados en su formación inicial para la
enseñanza en contextos rurales (Williamson, 2004), sino que en la práctica, una vez ya
insertos en este modelo, aprenden a trabajar en él, principalmente a través de ciertos
programas que ha creado el ministerio para brindar apoyo pedagógico a los maestros.

La cantidad de alumnos por escuela es muy variable, pero se caracteriza por ser una
matrícula pequeña, de entre 10 a 100 alumnos en total por escuela, por eso es que la
mayoría trabaja con pocos docentes y desde la modalidad multigrado.

Las políticas educativas impartidas por el Estado que más han impactado a la
educación rural son el programa MECE rural, que luego de finalizar fue incorporado de
manera permanente como Programa de Educación Básica Rural del MINEDUC, y la ley
SEP.

El éxito que logró el programa MECE, nacido a principios de los años noventa, en
medio de las reformas educativas enfocadas en el mejoramiento de la calidad de la
educación, debido a que la cobertura ya estaba prácticamente lograda, en las zonas urbanas,
hizo que se decidiera replicar en las zonas rurales, por lo que nace el MECE rural. Sus
principales objetivos estaban enfocados en mejorar la práctica docente en los sectores
rurales para lograr un mejor aprendizaje de los alumnos.

En términos concretos, los microcentros, que siguen funcionando hasta hoy de


forma permanente, fueron la innovación angular del MECE, los que se definen como
“agrupaciones profesionales de docentes de escuelas próximas que se reúnen
periódicamente para: (a) intercambiar sus experiencias pedagógicas; (b) formular sus
proyectos de mejoramiento educativo; (c) diseñar sus prácticas curriculares
relacionadas con las necesidades de aprendizaje de sus alumnos y (d) recibir apoyo
técnico de parte de los supervisores del Ministerio de Educación.” (MINEDUC, 2002).

Sin duda esta fue la política que más afectó la educación rural, porque contribuyó a
terminar con todo el tiempo de olvido y reconocer la educación rural como distinta de la
urbana e intentó suplir las carencias de aquella con un cambio de paradigma, que les dio
flexibilidad curricular a las escuelas y permitió contextualizar los contenidos. Todo este
cambio significó mayor libertad a los docentes y las escuelas, aunque no hubo recursos
suficientes como para realizar mayores cambios (Leyton, 2013).

En materia de recursos, la política que más ha beneficiado las escuelas rurales ha


sido la Ley SEP (Ley Subvención Escolar Preferencial), del año 2008, que significó
recursos de libre disposición por el aumento de la subvención por vulnerabilidad, enfocados
principalmente al diseño e implementación de un plan de mejoramiento en cada una de las
escuelas clasificadas como emergentes, considerando recursos específicos que se ponen a
disposición para cumplir las metas que se fijen en los cuatros años de vigencia de este plan
(Leyton, 2013).

Otro punto importante a considerar es que la variable de ruralidad, no ha sido


incorporada todavía como variable relevante a la hora de evaluar el desempeño de los
alumnos. A la fecha, las pruebas estandarizadas que miden la calidad de la educación son
diseñadas en lugares urbanos para aplicarse en lugares urbanos. Tanto es así que muchas
escuelas rurales no rinden el SIMCE porque no alcanzan a cumplir la condición de tener
veinte alumnos por nivel (Leyton, 2013).
Contextualización

La comunidad con la cual vamos a trabajar para realizar la investigación es la


comuna de Melipilla, la cual es una ciudad en la zona central de Chile, capital de
la provincia de Melipilla y de la comuna del mismo nombre, compuesta por cinco comunas:
María Pinto, Curacaví, Alhué, San Pedro y Melipilla, y situada al suroeste de Santiago de
Chile y de la Cordillera de la Costa.

De dicho segmento se despliega una ciudad llena de historia, costumbres e


idiosincrasia propia del mundo del agro y su personaje principal es el legendario huaso,
pues los orígenes de Melipilla se remontan al establecimiento de la tribu de “Los Picones”
en el Valle del Maipo, quienes al llegar a este territorio aplicaron todos sus conocimientos
sobre la agricultura, la alfarería y algunas técnicas de riego, actividades que hasta hoy
otorgan renombre y sustento a la mayoría de la población Melipillana.

Según el último Censo, realizado en 2012, la comuna cuenta con 110871 habitantes
en una superficie de 1345 km², teniendo una densidad de 70,3 habitantes por km².

En cuanto a la educación Melipilla cuenta con gran variedad de escuelas, colegios y


liceos. Estos divididos en establecimientos urbanos y rurales, rondan en 32 centros
urbanos, entre municipales, particulares y particulares subvencionados, y 19 rurales,
únicamente municipales.
Desarrollo

La calidad de la educación rural en relación a los resultados SIMCE, la


disponibilidad de recursos, la relación campo-ciudad, la posible preferencia de los
apoderados de sectores rurales por los colegios particulares subvencionados, el desprestigio
de la educación rural y pública son las hipótesis con las que empezamos a trabajar en
nuestra investigación. Para ello hemos fijado como lugar de investigación a Melipilla,
ciudad ubicada a 65 kilómetros al poniente de Santiago y rodeada por una gran cantidad de
localidades rurales, entre ellas: San José, Bollenar, Mallarauco, Pahuilmo, San Manuel,
Codigua, Cholqui, Pabellón, Puangue, entre muchas otras.

La mayoría de estas localidades cuenta con escuelas básicas, que sin lugar a dudas
serán el foco de nuestra investigación, y el método será apoyado por instrumentos
cuantitativos y cualitativos que irán en beneficio de nuestras conclusiones.

En la investigación realizada en la comuna de Melipilla, hemos asistido a tres


lugares principalmente: la corporación municipal, de la que dependen los establecimientos
rurales; la escuela El Pabellón, escuela rural municipal y el colegio Alonso de Ercilla,
establecimiento particular subvencionado con 40 años de experiencia en la comuna.

Nuestro trabajo se basa en los datos recabados y en las entrevistas obtenidas por
parte de las personalidades de cada lugar visitado.

Para comenzar, presentaremos los resultados SIMCE de los establecimientos en


cuestión del año 2013:

Resultados año 2013 Cuarto año básico Octavo año básico Segundo año medio
colegio Alonso de
Ercilla
Lenguaje y 282 273 298
comunicación
Matemáticas 280 276 329
Comprensión del
medio (cuarto 278 286
básico)
Ciencias naturales
(octavo básico)

Resultados año 2013 Cuarto año básico Octavo año básico


Escuela básica El pabellón
Lenguaje y comunicación 274 274
Matemáticas 226 244
Comprensión del medio 231 288
(cuarto básico)
Ciencias naturales (octavo
básico)

Resultados año 2013 Liceo polivalente El Segundo año medio


Bollenar
Lenguaje y comunicación 244
matemáticas 231

Para conocer la visión de miembros pertenecientes a la organización de cada uno de


estos establecimientos y llegar, definitivamente al por qué de estos resultados, hemos
decidido realizar una entrevista en la corporación, en la escuela básica El Pabellón y en el
colegio particular subvencionado Alonso de Ercilla.

Primera entrevista

En primer lugar, fuimos a la corporación municipal y conversamos con el encargado


comunicacional de esta, Victor Cares, quien alude a la falta de recursos, de compromiso y a
cuestiones estructurales que los dejan fuera de competencia con los establecimientos
particulares y particulares subvencionados de la comuna.

1. ¿Cuántos establecimientos rurales dependen de la corporación?

La corporación cuenta con 27 establecimientos, 6 colegios urbanos, 3 liceos


urbanos, 1 liceo rural, 1 escuela especial y 18 escuelas rurales en las diversas localidades.
Y ¿Cómo evalúa los resultados del SIMCE que tuvieron los
establecimientos rurales de la corporación el año 2013?

Los resultados de los establecimientos no tienen relación entre los colegios de la


corporación, ya que existen diferentes resultados en las diversas escuelas, existen
establecimientos que poseen resultados muy buenos llegando incluso a los 300 puntos, en
contraste con la mayoría de las escuelas que llegan apenas a los 250 puntos de promedio.
La forma de evaluar no puede ser homogénea porque como les digo existen diferencias
sustanciales entre las escuelas de la comuna.

2. ¿Cuál cree usted que son las principales causas del bajo rendimiento en las
pruebas SIMCE?

Principalmente, nosotros tenemos desventajas con los establecimientos particulares


porque nosotros no seleccionamos, nosotros debemos ser capaces de aceptar a cada niño y
formarlo, y no solo debemos preocuparnos del SIMCE, sino que además, dar un desarrollo
integral a cada uno. Se pueden mejorar los resultados, yo fui director y muchas veces logré
ganarle a particulares, pero con un gran esfuerzo y teniendo un cuerpo docente
comprometido. Sin embargo, como te mencioné anteriormente, nosotros no podemos
seleccionar y allí radica la gran ventaja de los privados.

3. ¿Por qué usted cree que muchos apoderados prefieren mandar a sus hijos a
Melipilla y no eligen las escuelas rurales?

Por el gran desprestigio que existe en relación a la educación pública, nosotros


muchas veces nos esforzamos por tener una planta docente adecuada para satisfacer las
necesidades de los lugares que abordamos como corporación, pero, sin embargo, muchos
padres no confían en nosotros y la matrícula de los niños en nuestras escuelas rurales es
cada vez más baja, lo que ha generado pensar en el cierre de algunas escuelas.

4. ¿Cuál es su visión sobre el cierre de escuelas rurales?

Obviamente mi visión es negativa, ya que una escuela no es solo un lugar donde se


va a aprender contenidos o habilidades cognitivas como lo que mide el SIMCE, aquí hay
una historia, una visión y una identidad que se busca preservar en los niños educados en
una localidad en particular.

5. Desde su perspectiva, ¿cuáles son las principales tareas del gobierno en


cuanto a educación rural?

Cumplir con las necesidades de los niños que viven en situaciones precarias, cuyo
grupo familiar muchas veces se ve fuertemente restringido por las necesidades económicas,
hay muchos niños que trabajan, familias en donde los niños llegan a la escuela sin útiles y
los recursos muchas veces no llegan de manera rápida y eficaz, además se deben aplicar las
reformas que vayan en contra de la desigualdad que es responsable de la situación que
actualmente vivimos, como por ejemplo el fin del copago y la selección.

6. ¿Se puede mejorar la calidad de la educación rural en cuanto a resultados?

Claramente que sí, pero debe haber un compromiso de muchos actores, y además las
condiciones deben mejorar desde el Estado, para que nuestros niños más vulnerables
puedan competir de manera justa con aquellos que pagan el derecho a ser educados.

Segunda entrevista

En segundo lugar fuimos a la Escuela básica El Pabellón, como ejemplo de


establecimiento rural dependiente de la corporación, allí entrevistamos a Verónica Ramírez
Silva, directora de la escuela.

1. ¿Cuál es la matrícula del establecimiento?

La matrícula del establecimiento es de 303 alumnos.

2. ¿Qué comunidad rural abarca en cuánto a extensión territorial de la


comuna?

Nosotros estamos ubicados en el sector sur de Melipilla, nosotros atendemos niños


de pabellón, Cholqui, Pallocabe, Manantiales, Las Parcelas, Chocalán y vienen niños desde
Meipilla.
3. En relación a la cantidad de población territorial de la zona, ¿cuál es la
cantidad de niños que estudian en la escuela?

Desconozco la población de Pabellón, pero no son muchos los niños que van a
Melipilla, yo calculo que un 70% de los niños del sector estudian en nuestra escuela.

4. ¿Cómo evalúa los resultados del SIMCE?

Nosotros tenemos un SIMCE fluctuante históricamente, que guarda relación con las
distintas generaciones, lo máximo que hemos conseguido han sido los del año 2013, tanto
en lenguaje en cuarto año básico como en octavo con 274 puntos, lo cual nos ha
posicionado como una de las mejores escuelas rurales de la comuna, pero nuestro objetivo
es tener un avance sostenido y no seguir en la fluctuación.

5. ¿Cómo se financia la escuela?

Esta es una escuela municipal, totalmente gratuita, que se financia con los recursos
del Estado, tenemos una subvención normal, y una subvención de mantenimiento anual,
además recibimos recursos de la ley SEP y un plan de mejoramiento, tenemos 185 alumnos
prioritarios por los cuales recibimos recursos de forma mensual que vamos gastando de
acuerdo a nuestro plan de mejoramiento en debilidades pedagógicas, psicológicas y
sociales, fundamentalmente.

6. ¿Cómo cree usted que es el apoyo del Estado en la educación rural, en


cuanto a políticas públicas?

El aporte que realiza el Estado es la subvención normal y la subvención a los niños


prioritarios, yo creo que a nosotros que somos escuelas públicas el Estado nos apoya
bastante, pero, sin lugar a dudas mayor cantidad de recursos nos hacen faltas para
satisfacer las necesidades de los niños del sector.

7. ¿Cómo cree usted que afectará la desmunicipalización en las escuelas


rurales?

Sin lugar a dudas, de manera positiva, ya que los padres tendrán que elegir entre
escuelas públicas-estatales o colegios completamente pagados, por lo que nuestra matrícula
aumentará y esto traerá un beneficio económico que será invertido en nuestros niños y en el
desarrollo de las escuelas.

Tercera entrevista

Finalmente, asistimos a uno de los colegios particulares subvencionados más


prestigiosos de la comuna, Colegio Alonso de Ercilla, donde el director, José Miguel
Aldana destacó la labor administrativa en los logros de cada establecimiento rural.

1. ¿Cuál es la matrícula del colegio?

Tenemos una matrícula de 1191 alumnos desde pre-kinder hasta cuarto medio, dos
cursos por nivel.

2. ¿El colegio posee alumnos de zonas rurales?, ¿cuántos?

Tenemos un porcentaje bastante importante de alumnos que vienen desde zonas


rurales, de acuerdo a la estadística tenemos 225 alumnos del campo que corresponden a un
25% del alumnado total del colegio.

3. ¿Cuál es el perfil del estudiante que viene desde zonas rurales?

Nosotros tenemos apoderados que son pequeños parceleros, empleados de empresas


dedicadas al agro y que tienen los medios como para mandar a sus niños a través de un
transporte privado o los recursos para venir a dejarlos y buscarlos día a día.

4. ¿Cuál es su visión acerca de la calidad de la educación rural, en base a su


experiencia como director?

En cuanto a los jóvenes que llegan desde sectores rurales a realizar su enseñanza
media, cabe destacar que el proceso de adaptación es un poco más complejo que el niño
que llega antes al establecimiento, pero podemos observar que con esfuerzo el estudiante
con esfuerzo va mejorando su rendimiento en el año y en los trimestres. Los niños que
llegan acá vienen con los promedios más altos de sus cursos y los padres reconocen su
capacidad, por eso vienen a este establecimiento, estos niños traen pensamiento, inquietud
y capacidad. La clave está en el hábito de estudio del niño, es por eso que acá como en
cualquier otra parte estos niños se adaptan.

5. ¿Por qué usted cree que muchos apoderados prefieren establecimientos como
éste en lugar de la escuela rural que le corresponde?

Los padres buscan un establecimiento que potencie más aún las capacidades que
tienen los niños, es por eso que ven en nuestro establecimiento los instrumentos para
desarrollarse mejor en diversas áreas, por ejemplo en inglés, nosotros tenemos un taller de
inglés desde tercero básico, eso quiere decir que el niño no se encuentra con el idioma
extranjero a partir desde quinto año como lo plantea el Ministerio, además cabe agregar que
las escuelas básicas llegan hasta octavo año y los jóvenes necesitan rendir su cuarto año
medio, por eso asoman opciones como la nuestra.

6. ¿Cómo evalúa el SIMCE del establecimiento?

De buena forma, nuestro colegio tiene cierta estabilidad en los números, con
pequeñas bajas y alzas, pero nuestro establecimiento esta siempre alrededor de los 300
puntos, es decir, por sobre la media de los establecimientos a nivel nacional.

7. ¿Cuál es su visión respecto al foco que deben tener los diferentes gobiernos
para ir en mejoras a la educación rural?

La educación rural está en crisis, incluso se han cerrado escuelas por problemas
económicos, se mantienen las escuelas donde la población es mayor, yo creo que debiera
existir una preocupación central por el gobierno y la municipalidad para mejorar la
infraestructura, abrir más talleres, docentes con exclusividad allí, que trabajen a fondo los
contenidos, la permanencia de los docentes en las escuelas no tenga variación. Sin embargo
hay escuelas en el campo que son muy buenas, pero eso guarda relación con el equipo
directivo, que tenga profesores muy comprometidos con la identidad de la escuela y tener
un control muy estricto y muy riguroso en lo pedagógico, a partir de eso se logran buenos
resultados.
Sobre la base de los datos del SIMCE y de las entrevistas que nos concedieron los
miebros de los colegios estudiados, hemos podido obtener una serie de conclusiones.

Primeramente, al comparar los establecimientos rurales con el colegio Alonso de


Ercilla cabe destacar que están más bajos que el último en desempeño escolar, ya que el
colegio particular subvencionado es más parejo en cuanto a resultados SIMCE y bordea en
todas las pruebas los 300 puntos, en cambio los establecimientos rurales: Escuela básica El
pabellón y Liceo polivalente El Bollenar, poseen resultados muchos más heterogéneos y en
caso del liceo no se superan siquiera los 250 puntos.

En cuanto a las declaraciones del encargado comunicacional de la corporación y del


director del colegio Alonso de Ercilla observamos opiniones cruzadas en cuanto a la
responsabilidad de los miembros del proceso educativo, José Miguel Aldana, director del
colegio, entrega como la clave en el éxito el hábito de estudio de cada niño, en cambio
Victor Cares aborda la significación del proceso y los problemas que enfrentan los niños en
el ambiente rural.

Además destacamos la visión de la directora, quien ratifica la variabilidad de los


resultados año tras años y cuenta que, a pesar de los esfuerzos, los resultados SIMCE no
han podido tener un aumento a través del tiempo.

Por otro lado, es innegable que nuestro estudio está hecho en un sector que, a pesar
de ser rural, está muy cerca del centro urbano más importante del país, Santiago, por lo que
no representa una realidad más compleja, como algunos sectores rurales mucho más
aislados de otras partes de Chile.

Sin embargo, podemos apreciar que en las entrevistas se reflejan opiniones que se
condicen con lo que ya hemos averiguado: la brecha que hay entre los colegios rurales
municipales y los particulares subvencionados; el nivel socioeconómico de las familias
rurales, que en su mayoría no pueden pagar un copago para que su hijo vaya a un colegio
particular subvencionado y que no tienen cómo elegir un colegio, sino que se quedan con el
más cercano a su hogar; las diferencias en los resultados SIMCE de los colegios
municipales frente a los subvencionados y el cuestionamiento de la selección, porque se
sabe que los colegios municipales no eligen a sus alumnos y que si, además, estos vienen de
áreas rurales, el nivel de vulnerabilidad es aún mayor, según lo que sabemos de la realidad
de quienes viven en los espacios rurales.

Nuestra propuesta se basa en que la educación rural debe ser considerada mucho
más de lo que es hoy. Se le deben entregar mayores recursos y sobre todo que estos sean
focalizados según las necesidades más imperantes de cada escuela, porque, por ejemplo,
una escuela que atiende niños en zonas muy aisladas puede necesitar con mayor urgencia
un buen bus para que vaya a buscar a los niños a sus casas que una pizarra electrónica, o
una escuela que no tiene problemas de acceso puede necesitar con más urgencia una buena
conexión a internet, otra puede necesitar el aseguramiento de la infraestructura, etc.

En concordancia con lo anterior, consideramos de vital importancia que se haga un


catastro de las escuelas rurales y sus necesidades y características particulares, continuar
con los programas de apoyo a los docentes rurales, enfocados siempre en las
particularidades de sus alumnos y en el buen uso de los recursos que tienen a su disposición
para la enseñanza.

Por último, en relación a la educación rural y su medio, nos parece importante que
se considere la ruralidad al momento de hacer las evaluaciones estandarizadas y que se
busquen los mecanismos para asegurar que los niños y jóvenes que viven en áreas rurales
obtengan una educación básica, media y ojalá superior que les permita quedarse en sus
tierras y aprender a sacar el mejor provecho de ellas para su sustento y desarrollo, para que
así la educación no sea un motivo por el cual la gente se va de los espacios rurales, sino
que, por el contrario, sea el arma que les permita enriquecer sus comunidades y construir
sus vidas desde su tierra.
Bibliografía

Berdegué, J. Jara, E. Modrego, F. Sanclemente, X. y Schejtman, A. (2010).


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Territoriales Rurales. Rimisp, Santiago, Chile. Rescatado de:
http://www.superacionpobreza.cl/wp-content/uploads/2014/03/comunas-rurales-
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Leyton, T. (2013) Las Políticas de Educación Rural en Chile: Cambio y


Continuidad. Acta Científica XXIX Congreso de la Asociación Latinoamericana de
Sociología 2013. Rescatado de:
http://actacientifica.servicioit.cl/biblioteca/gt/GT5/GT5_LeytonM.pdf

MINEDUC (2002) Microcentros rurales. División de Educación General

MINEDUC, (2011). Estadísticas de la educación 2011. Departamento de Estudios y


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prioridad. Boletín del Sector Educación de la UNESCO, Nº 9, Abril - Junio.
Rescatado de http://www.red-ler.org/educacion-poblacion-rural-baja-prioridad.pdf

Williamson, G. (2004). Estudio sobre la educación para la población rural en


Chile. Proyecto FAO - UNESCO - DGCS Italia - CIDE - REDUC. Rescatado de:
http://www.red-ler.org/estudio_educacion_poblacion_rural_chile.pdf

Páginas web referenciales

http://es.wikipedia.org/wiki/Melipilla

http://www.melipilla.cl/

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