Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Mat.-07-011-0750
La importancia de la interpretación de los textos sagrados.
el conocimiento es un deber todo buen musulmán.
Mahoma.
1
"Las mujeres tienen sobre los esposos idénticos derechos que ellos tienen sobre ellas, según es conocido,
pero los hombres tienen sobre ellas preeminencia" . (Corán 2:228)
1
Cabe decir que la traducción es un ejercicio de interpretación. Retomo a Abdennur
Prado (2009) quien trata de desmentir la aseveración de superioridad al comparar la
anterior interpretación citada con esta realizada por Muhammad Asad: Los hombres son
responsables del cuidado de las mujeres en virtud de lo que Dios les ha concedido en mayor
abundancia a ellos que a ellas, y de lo que ellos gastan de sus bienes. Esta traducción,
relativamente reciente, puede deberse más a las ideas de los tiempos en que fue realizada
que a su origen mismo. Pero sí ofrece una impresión distinta a la primera traducción: si se
es proveedor entonces se tiene a su vez una responsabilidad, no un privilegio.
Bajo la idea del privilegio, se genera una desventaja para la mujer: su palabra no
tiene el mismo valor que la de los hombres. Para que la acusación, juicio y condena
procediera sólo se necesitó su palabra, y la de dos testigos, el mecánico y el mismo
acusador. Podríamos inferir, que de respetarse la sentencia coránica de igualdad de
derechos citada en el versículo 2:2282 bastaría la palabra de Soraya para desmentirla.3 Esto
no sucede. Si añadimos que el mismo alcalde le explica que ella debe demostrar su
inocencia, a diferencia del marido, a quien sí debe comprobársele su culpabilidad. Podemos
apreciar claramente una posición de privilegio para el marido, inferir la idea de su
superioridad.
A causa de ello la sujeción a una interpretación falaz de las palabras del Corán,
desencadena toda una fila de acusaciones de similar naturaleza. Como nadie puede
comprobar si el sentido de las palabras de Mahoma se refieren a privilegio o
responsabilidad, nadie puede negar que se ha otorgado un privilegio al hombre en su papel
de proveedor. De esta falacia Ad ignorantiam, no se desprende propiamente una acusación,
pero sí sirve como base para las posteriores acusaciones.
Una de las pruebas presentadas por el marido para la acusación de infidelidad de
Soraya es haberles visto tocarse las manos (que no tomarse las manos, subrayo) implicaría
este razonamiento: El mecánico y Soraya se tocaron las manos, algunas de las personas que
se tocan las manos es porque mantienen relaciones íntimas, por tanto, Soraya y el mecánico
mantienen relaciones íntimas. Claro que esta falacia de falsa causa (Post hoc), no
2
2:228…En justicia, los derechos de las mujeres [con respecto a sus maridos] son iguales que los derechos de
estos con respecto a ellas…
3
Esta es la idea de "mi palabra contra la tuya" que en el marco del derecho occidental suele anularse por la
paridad de valor entre ciudadanos y da pie a la presentación de pruebas.
2
contempla las múltiples causas que existen para tocarse las manos, auxiliar a alguien que
cayó, por ejemplo. El toque presentado en el film nos sugiere más una sensación de
coqueteo, o un tipo sutil de acoso, que no prevé la diferencia entre tocarse las manos, que
implicaría mutuo consentimiento, a tocar las manos, que nos habla de una acción
individual. Mismo caso aplicaría a las sonrisas planteadas también como prueba.
Llama poderosamente la atención que el pueblo asume la culpabilidad de Soraya,
incluyendo al padre de ésta, y procede al castigo con sumo convencimiento. El mullah
arenga a la multitud con vivas a Alá, gritando que esta lapidación es de la complacencia del
dios, y debe hacerse. Los gritos son falacias Ad Populum, que obtienen una respuesta
pasional, y claro, cruel, no obstante, no vemos en los habitantes del pueblo remordimiento o
duda, por el contrario, van convencidos porque es precisamente Dios, a través de la
autoridad del Mullah, quien lo legitima. Podemos apreciar entonces la manera en que un
planteamiento falaz genera y nutre otro, en este caso uno del tipo Ad Verecundiam.
Una vez que hemos establecido la posibilidad de interpretar de diversas formas el
mismo texto, y que en caso de hacer una interpretación falaz de éste, todas las decisiones
ejercidas en base al mismo devienen en planteamientos igualmente basados en falacias, no
nos dice dónde se origina el problema, nos dice el cómo. Culpar al marido y al Mullah por
el uso torcido de la ley, sólo serviría en este caso en específico, pero las lapidaciones y el
uso falaz de la ley es una tendencia generalizada en Irán, según señala Amnistía
internacional (2016). A primera vista podríamos pensar que el origen de esto se halla en el
Corán, pero sería una apreciación errónea.
En este sentido, es significativo que el único personaje que muestra dudas sobre la
culpabilidad de Soraya es la figura política, es decir, el alcalde, quien pide una señal del
cielo. La inesperada llegada de los cirqueros, pareciera sugerir esa señal, similar caso
cuando las piedras del padre no alcanzan a su hija. Un escéptico argumentaría la casualidad
en un caso, y la resistencia inconsciente y muy natural de un padre a matar a su hija, en el
otro. Pero no olvidemos que estamos ante una estructura narrativa que puede eliminar
situaciones que juzgue intrascendentes para sus objetivos. No obstante ambas están ahí. Lo
que nos sugiere que el planteamiento de la película no es contra Alá, ni siquiera contra el
islam, sino contra los criterios en los que los líderes religiosos estructuran su Sharia.
3
Convendría recordar que en la época previa a Mahoma y su nueva religión, era
llamada por los musulmanes Al Yahilia (la ignorancia), el papel de la mujer ya era de
sometimiento, y de control masculino a decir de Mesned Alesa (2007): el hombre era el
amo de la casa, la autoridad absoluta; la mujer lo tenía que seguir, obedecerle y servirle.
Tenía derecho sobre ella. Podemos ver que la idea de superioridad del hombre en los
árabes es previa al Islam, y es el marco en el que Mahoma creció. Es probable que en la
transición a la nueva religión, la idea de superioridad se haya solamente ajustado a la
religión islámica, que si bien en letra pregona igualdad, en la práctica, las comunidades
hayan mantenido privilegios en los hombres.
<en cuento a los privilegios masculinos, esto no es exclusivo del mundo árabe,
lamentablemente, la interpretación falaz de la ley, la religión, e incluso la ciencia. Obedece
más bien a una situación de intereses creados, y la defensa de los mismos por los
beneficiados, que legitiman sus posiciones de poder a través de cuanto dispongan, aliándose
con la ignorancia de los sometidos. Si pueblos, naciones e individuos conocieran más a
fondo las estructuras a las que se someten, con las herramientas de análisis necesarias quizá
el panorama sería otro. Un ejemplo claro es este mismo curso, los frutos que brinda, y hasta
en los casos donde "falla" (el desinterés del alumno) lo evidencian.
Tampoco podemos suponer que el análisis lo es todo, la generación de propuestas,
políticas, acciones y un largo etcétera, es tan sólo el inicio de una gran ramificación de las
múltiples implicaciones que tiene el problema de la búsqueda de una sociedad más justa y
mejor, que es, al final, obligación de todo universitario de esta casa de estudio planteárselo
desde la trinchera que le permita su licenciatura. Y hoy, con urgencia dada la circunstancia,
replantear el valor de la mujer en la sociedad, que en inercia traerá el replanteamiento,
también urgente, de la humanidad misma.
Nunca, creo, mencioné esta palabra tan literal y atinadamente: Ojalá.
4
Cibergrafía