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Estrategias de trabajo que se pueden llevar a cabo en el aula

Juegos
Los niños de preescolar reaccionan bien a los juegos que enseñan el buen comportamiento. Los juegos sobre
como hacer filas animan a los alumnos a alinearse sin empujar. En lugar de simplemente llamar a un alumno
por su nombre, el profesor da una pista sobre el niño. Los niños tratan de adivinar quién es. Ese niño luego se
va a una esquina especial para alinearse. Sentarse en silencio y prepararse para la hora del círculo también
puede ser un desafío. Asígnales a los alumnos un círculo de color para que se sienten. Cada alumno tiene su
propio color cada día. Esto les ayudará a llegar rápidamente y a sentarse sin tener que moverse y tratar de
encontrar un lugar.

Letras, números, formas y colores


Sigue el consejo del sitio web Childcare Lounge y establece temas semanales para el salón de clases, a fin de
enseñarles a los alumnos conceptos básicos, como colores, letras, números y formas. Organiza un tema
como “color de la semana” o “letra de la semana”, por ejemplo. Si la letra de la semana es la “B”, adorna el
salón de clases con recortes de letras "B" y adhesivos, así como ilustraciones de béisbol, bebés, barbas o
botes. Organiza actividades temáticas, como preparar licuados de banana, tararear con la "B" una canción
conocida o jugar una carrera de burros en la que los niños deban saltar por el salón ida y vuelta antes de tocar
a un compañero

Frutas y verduras
Enséñales sobre alimentación saludable con un tema basado en frutas y vegetales. Transforma el salón en un
mercado colocando recortes de frutas y verduras en las paredes y canastas de plástico alrededor del aula.
Organiza un viaje al supermercado o la granja, o invita a un especialista en nutrición para que ayude a los
niños a crear refrigerios simples y sabrosos con verduras y frutas frescas. Haz que se familiaricen con nuevos
alimentos y aprovecha para reforzar otros temas, como los colores, dejando que pinten recortes de frutas.

Estaciones del año


Prepara actividades relacionadas con las estaciones, como sugiere el sitio Preschool Rainbow. Además de
decorar el salón con objetos que evoquen la primavera, el verano, el otoño y el invierno, organiza actividades
para pintar y contar historias, a fin de enseñarles sobre la historia de las estaciones y deja que tomen turnos
para contar qué les gusta de esa estación. Diseña diferentes proyectos, como pintar flores en la primavera o
crear copos de nueve con brillo para el invierno.

Jardín de la amistad
Ayuda a los alumnos a que se conozcan al principio del año escolar con actividades basadas en la amistad.
Decora las paredes y puertas con recortes de flores y adornos relacionados con el jardín, como regaderas,
insectos o soles. Crea una flor para cada alumno cortando una fotografía de ellos con forma de círculo y
pegándolo en el centro de la flor. “Elige” al menos una flor por día y hazle preguntas sobre sus comidas
favoritas, programas de televisión preferidos y pasatiempos. Escribe la información en los pétalos de la flor y
luego comparte los detalles con el resto de la clase mientras el alumnos pega la flor en la pizarra de anuncios.
A lo largo de la semana, lee las historias de los niños acerca de la amistad, canta canciones sobre hacer
nuevos amigos y ayúdalos a crear brazaletes sencillos de la amistad con piezas de goma espuma y trozos de
cordel, que puedes conseguir en tiendas de manualidades u objetos de costura
Actividades para niños con problemas de conducta

Los problemas de conducta en los niños se deben a muchos factores. El trastorno de déficit de atención e
hiperactividad, o TDAH, es un culpable común, aunque el abuso físico, emocional o sexual también puede ser
la causa. En ciertos casos, la causa permanece desconocida. Lo que provocó el problema no es tan
importante como trabajar para manejarlo. Las actividades físicas permiten que el enojo salga de manera
positiva, al igual que las actividades alternativas cuando un niño experimenta una crisis de ira

Escribir un diario
Muchos niños con TDAH u otros problemas de conducta pasan momentos difíciles o no pueden expresar sus
sentimientos. El niño incluso puede tener problemas para recordar lo que hace día a día, además de sentirse
frustrado. Dale un diario, ya sea una libreta o un diario. Al menos una vez al día, haz que se siente y escriba lo
que ha hecho y cómo se siente. Es común que las personas que no pueden expresarse verbalmente lo hagan
excepcionalmente por escrito. Escribir un diario ayuda al niño a liberar energía negativa y frustración que
podría salir por medio de rabietas o berrinches.
Ejercicios de respiración profunda
La respiración profunda fomenta la relajación y es una herramienta que sirve para tranquilizar o para manejar
la ira y la frustración. Siéntate con el niño y pídele que cierre los ojos. Habla tranquila y relajadamente y pídele
que respire hondo, que inhale suave y profundamente a través de la nariz y saque el aire por la boca. Esto
puede hacerse hasta que el niño comience a relajarse físicamente. Mientras respira hondo, pide al niño que
empiece a relajar partes de su cuerpo, una por una. La respiración profunda no sólo ayuda a relajarlo, sino
que también es una forma de sacar la ira o las sensaciones negativas. Enséñale al niño que éste es un
ejercicio que puede hacer cuando se sienta enojado o cuando sienta que las cosas están fuera de control.
Excursión al aire libre
Los niños con problemas de conducta a menudo tienen problemas para ver la belleza del mundo exterior.
Llévalo a pasear a un parque estatal o llévalo a un refugio de animales. La excursión ayudará al niño a gastar
su energía negativa o de enojo mientras hace algo bueno físicamente. Mientras tú y el niño están de
excursión, tómate el tiempo para ver la naturaleza. Mira alrededor y señala cosas, como formaciones de
rocas, una telaraña o el nido de un ave. Si hay un poco de agua, permite que el niño moje sus pies y sienta el
barro o la arena entre sus dedos. Una excursión al aire libre también es una excelente oportunidad para unir a
padres e hijos.
Ejercicio
Los ejercicios como saltar, hacer flexiones y trotar son fundamentales para ayudar a un niño con problemas de
conducta que necesite control y relajación. La ira y la negatividad se liberan con las exigencias físicas del
ejercicio. No uses el ejercicio como un castigo, ya que el niño podría enojarse cuando se lo sugieras.
Simplemente explica lo benéfica que la actividad física es para el cuerpo y cómo es que hasta la mente se
beneficia al mover los músculos y hacer ejercicio. Habla con el niño una vez que el ejercicio haya terminado, y
pregúntale si se siente más calmado o tranquilo. Explícale que esa sensación de calma es el motivo por el
cual el ejercicio es tan importante.
Invita al niño a un día de spa
Llevarlo al spa no significa un gasto enorme, e incuso puede hacerse en casa. Un masaje hace maravillas
para liberar la tensión y la negatividad en un niño con problemas de conducta. Un baño en el jacuzzi con
música suave de fondo es otra sugerencia para un día de spa. Incluso lavar el cabello del niño es un gesto
positivo y ayuda a disipar algo de la mala energía que el niño puede sentir. Si es una niña, intenta la manicura
y la pedicura, haz cumplidos sobre lo bien que se ven sus uñas o deja que se haga un nuevo peinado y hazle
saber que se ve hermosa. Estos gestos simples refuerzan la autoestima y son necesarios para el crecimiento
de un niño, ya sea que tenga o no problemas de conducta, pero puede ser crítico para un niño que los tiene.

Cómo mejorar la conducta negativa en el salón de clases


Los salones de clases son un lugar donde los niños pasan gran parte de sus días. Es el lugar principal fuera
del hogar donde formarán sus personalidades y sus patrones de conducta. Como los niños tienden a poner a
prueba los límites y suelen meterse en problemas, es responsabilidad del maestro corregir la mala conducta.
Como golpear o gritarles a los niños no es aceptable en los sistemas escolares, existen otras vías que pueden
tomarse. La mejora de la conducta en los salones de clase hace que el ambiente de estudio sea más
productivo

Instrucciones

Haz algo inesperado cuando los niños se están portando mal. Muchos niños se portan mal cuando buscan
llamar la atención, y esto suele ser porque saben el tipo de reacción que recibirán. Cuando vez que un niño
está haciendo algo incorrecto, sabes que está esperando que le digas "detente" o "basta". En vez de esto,
busca algo positivo en la situación y di, "sé que eres demasiado inteligente para hacer algo como eso", y esto
cambiará el patrón y hará que el niño piense en sus motivos.

Presenta un sistema de disciplina. Uno que se ha utilizado en mucha escuelas es el frasco de los centavos.
Cada uno de los niños recibe un frasquito donde junta centavos por la buena conducta. También les pueden
dar centavos a sus compañeros de clase si creen que hicieron algo bueno por ellos. Al final del semestre, los
tres niño que tengan más centavos obtendrán algún tipo de recompensa. Estas deben aclararse antes de
tiempo, para que los niños tengan algo por lo cual esforzarse.
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Haz que los niños se sientan especiales designando una estrella de la semana o del mes. Haz un papel con el
nombre y la estrella y entrégaselo delante de toda la clase. A veces se olvidan los grandes resultados que se
pueden obtener en el comportamiento de los estudiantes con un poco de reconocimiento.
Cómo corregir el comportamiento agresivo de los niños de 4 años
La mayoría de los niños en edad preescolar muestran ocasionalmente comportamientos agresivos como
pegar, morder, dar patadas o empujones. Aunque estos comportamientos son frustrantes y a veces
avergüenzan a los padres, son bastante normales. Según el Dr. Robert Needleman, de DrSpock.com, los
niños tienen más tendencia a ser agresivos a esta edad porque muchos de los juegos imaginarios que juegan
se centran en temas agresivos, como ninjas o superhéroes. Mantente calmo y ayuda a tu hijo a controlar su
propio comportamiento siguiendo constantemente una rutina disciplinaria calma que lo ayude a distinguir lo
correcto de lo incorrecto.
Instrucciones

1.- Retira a tu hijo de la situación y colócalo en una breve penitencia. El Dr. William Sears, pediatra y experto
en desarrollo infantil, sugiere un minuto por cada año de edad como guía para la duración de la penitencia.
Utiliza un lugar tranquilo y, de ser posible, siempre el mismo y configura la alarma del reloj o el temporizador
para que tu hijo sepa cuándo puede retirarse.

2.- Mantente calmo. No pierdas los estribos con tu hijo ni respondas errática o furiosamente al
comportamiento agresivo. Practica una disciplina constante respondiendo siempre de la misma forma al
comportamiento del niño.

3.- Cuando se haya calmado, discute la situación con tu hijo. La Dra. Susan Campbell, autora de "Problemas
de comportamiento en edad preescolar", sugiere hacer preguntas sobre cómo tal comportamiento hace sentir
al otro niño y relacionarlo con cómo se sintió tu hijo cuando cometió el acto de agresión. Sugiere planes
alternativos de acción, como encontrar un adulto que ayude a solucionar la situación, y recuérdale a tu niño
que use siempre las palabras para resolver los problemas y no las agresiones.

4.- Refuerza los comportamientos positivos y felicita a tu niño cuando los tenga. El Dr. Sears indica que la
penitencia significa básicamente retirar al niño temporalmente del refuerzo positivo. Para que esta estrategia
disciplinaria funcione, debes seguir un estilo parental de conexión en el que tu niño reciba regularmente
mucha atención

Consejos y advertencias

Controla y limita la exposición de tu hijo a la TV para que no vea regularmente actos de violencia o agresión.
Incluso los dibujos animados más simples pueden mostrar muchos empujones y gritos. Cuando sea posible,
mira los dibujos con tu hijo y habla sobre los comportamientos agresivos.

Da el ejemplo en cuanto a comportamiento gentil para que tu hijo sepa de qué forma quieres que se comporte.

Busca ayuda si tu hijo tiene comportamientos agresivos frecuentemente. Según la Dra. Campbell, los niños de
4 años deberían poder autoregular sus comportamientos agresivos. Si las mordidas, golpes y/o ataques a
otros niños o a adultos suceden regularmente e interfieren con la educación u otras actividades, visita al
pediatra en busca de consejos sobre si tu niño necesita consultar a un psicólogo o psiquiatra infantil
Estrategias para trabajar con chicos difíciles en clase

Desde los tiempos de las escuelas de una sola aula que habían chicos problemáticos, y si eres profesor, ya
has tenido los tuyos. Pero el estudiante no tiene que quedar etiquetado como "problemático", "difícil" o
"perjudicial". Si puedes aprender a determinar las razones por la que un chico actúa así, puedes tomar las
acciones necesarias para ayudarlo a comportase de manera adecuada

Trabajar con un estudiante problemático

Trata con el niño de forma separada de la clase. Aléjalo del aula de ser necesario. El estudiante se sentirá
menos deseoso de seguir discutiendo o provocándote si está solo contigo y no con sus compañeros y amigos.
Una vez que hayas separado al chico de los otros alumnos, trata de resolver el problema original que generó
su conducta problemática. Es clave estar calmo en esta situación, pues al molestarse el chico puede sentir
que tiene poder sobre tus emociones y lo hace sentir más poderoso que tú. Trata de no levantar la voz, pero
mantén una actitud severa y una entonación firme. Evita iniciar una guerra de los mundos con el niño y no
tomes la falta de respeto de manera personal.

Refuerzos

Envía al chico con el director si crees que no puedes lidiar con sus travesuras por ti mismo y necesitas la
ayuda de un superior. Con suerte, él hablará con los padres del chico, pero si no lo hace, siempre puedes tú
hacer el llamado y tener una conversación pacífica. Explícales la magnitud del mal comportamiento, pero trata
de no sonar acusatorio o parcial, pues puede llevar a los padres a guardar rencor o negarse a creer que el
chico no se comporta como debe. Si nada cambia en el comportamiento del niño y los padres se rehúsan a
ayudarte en disciplinar al estudiante, contacta a un administrador para discutir un plan de acción. Quizás el
director pueda comunicar con más eficacia a los padres tu descontento con las acciones del estudiante.

Mantente en calma
Sin importar lo que suceda, mantén una relación cordial y cortés tanto con el estudiante como sus padres. No
dejes que la mala conducta de un alumno afecte tu profesionalidad o tu habilidad de enseñar. Recuerda que el
chico puede estar experimentando estrés o ansiedad desde una variedad de fuentes, incluyendo a su familia o
compañeros que pueden estar burlándose de él o insultándolo. Sé compasivo al tratar de comprender el
porqué de la conducta del chico, pero nunca te dejes manipular ni tome ventaja de tu compasión. Sé
considerado pero severo, con suerte el chico recapacitará y se comportará bien de nuevo.
TÉCNICAS PARA DISMINUIR CONDUCTAS INADECUADAS

Una de las grandes dificultades de los padres y/o maestros es saber


cómo manejar la conducta inadecuada o "conducta-problema" de
sus niños. A menudo los escuchamos decir frases como: "no me
hace caso", "no quiere hacer lo que se le dice", "se molesta cuando
le impedimos algo", "hace berrinches", "no acepta límites", "ya no
sabemos qué hacer frente a su desobediencia y su rebeldía" etc., de
allí que es importante que los maestras y/o padres adquieran
recursos para enfrentar estas situaciones, y tomen conciencia que la
mayor parte de estos comportamientos son aprendidos.
Pero... ¿Qué es conducta?
Está definida como la actividad global de un organismo que hace
posible la adaptación a su medio específico y que le proporciona control e independencia frente ha
dicho medio.
En ese sentido, es importante recordar que los niños no heredan buenos ni malos hábitos, su
conducta es el resultado del aprendizaje en el ambiente familiar, escolar y social; sin embargo,
también hay que tener en cuenta que las conductas pueden ser "desaprendidas" o cambiadas.
A continuación se describen algunas técnicas sencillas para disminuir las conductas inadecuadas de
los niños:
1. Ignorar Activamente
Implica el retiro total e inmediato de los diferentes reforzadores que pueden estar manteniendo la
conducta. Se aplica en todo tipo de conductas-problema, pero sin manifestaciones agresivas. En su
administración debemos tener en cuenta que es importante lo siguiente:
 Identificar los reforzadores que mantienen la conducta-problema.
 Controlar y evitar que se presenten los reforzadores identificados.
 Tener en cuenta que habrá un incremento inicial de la conducta-problema ante este
procedimiento.
 Ser constante, no ceder.
Por ejemplo: Si el adulto se encuentran conversando con otra persona y un niño empieza a
preguntar sin ser autorizado de manera insistente sobre dicho tema de conversación, la técnica
consistirá en que el adulto deberá ignoran la pregunta del niño, así el niño se las reitere
constantemente. Ignorar activamente implicará que nadie le haga caso o diga nada, aunque su
conducta sea más notoria que antes.
2. Tiempo de Reflexión

Consiste en retirar al niño, por unos momentos de la situación o contexto en el que se lleva a cabo la
conducta-problema, con la finalidad de que no se refuerce la conducta. El lugar de ubicación del
niño podrá ser un sector del aula u otro ambiente. Debemos tener en cuenta lo siguiente:
 Se deberá utilizar una advertencia o aviso previo frente a la presentación de la conducta-
problema.
 Si a pesar de la advertencia, el niño continúa con la conducta-problema, se le llevará al
ambiente preparado, sin regaños ni discusiones, diciéndole únicamente que "permanecerá por
unos instantes ahí para que analice" sobre su conducta.
 El lugar donde se ubique al niño deberá estar libre de estímulos reforzantes y atractivos.
 El tiempo de permanencia en dicho lugar elegido debe ser de aproximadamente 5 minutos.
 Acabado este tiempo, el niño será regresado al lugar inicial, sugiriéndosele la conducta
adaptativa a realizar.
Por ejemplo: Si en el patio, un niño empieza a tirarle los juguetes a otro niño mientras juegan, y
aunque el adulto le ha advertido sin tener éxito en corregir dicha conducta; lo retirará del patio y lo
llevara al lugar preparado, indicándole que reflexione sobre su mal comportamiento. El niño se
quedara allí unos minutos, el adulto no le dirigirá la palabra ni lo juzgará durante el periodo de
reflexión. Al termino del tiempo se le regresará a la situación inicial, sugiriéndosele que se disculpe
con su compañero, dándole además la opción de seguir jugando con él.
Recuerde que el niño no debe de estar protestando, sino por el contrario debe mostrar conductas
sociales apropiadas, pues de otra manera el hecho de permitirle retornar a la situación de juego,
podría reforzar las conductas inadecuadas; este punto es de gran importancia, por lo que hay que
tener mucho cuidado al aplicar el procedimiento.}

3. Reforzamiento de Conductas Adecuadas

En el repertorio conductual de un niño podemos encontrar una variedad de conductas inadecuadas,


pero a la vez existirán conductas positivas, incompatibles con ellas, física y temporalmente. El adulto
debe reforzar positivamente sólo las conductas adecuadas y no las conductas socialmente
indeseables.

Por ejemplo: El adulto reforzará de manera positiva cada vez que el niño hable con propiedad,
diciéndole: "qué bien que estás hablando", "qué excelente hablas", ignorando por el contrario el
habla inapropiada para su edad.

4. Sobrecorrección

Es una técnica que se usa cuando la conducta-problema ha causado un daño observable en el


medio ambiente, y consiste en corregir los efectos producidos por la misma, además de ejecutar una
actividad extra que implique la realización de un comportamiento apropiado. Puede emplearse en
casos de conductas agresivas y auto estimulatorias.

Por ejemplo: Si un niño tira papeles al suelo, el adulto le amonestará indicándole que recoja los
papeles que ha tirado y además que barra todo el ambiente en el que se encuentra.

5. Sanciones Lógicas

Consiste en administrar una consecuencia desagradable inmediatamente después de ocurrida la


conducta problema. Se utiliza para reducir conductas inadecuadas.

Por ejemplo: Si el niño dice una grosería, el adulto lo sancionara prohibiéndole salir al recreo por dos
días.

6. Pérdida de Privilegios

Es la retirada de un estímulo reforzante ya ganado, que obra en el poder del niño en el momento de
emitir la respuesta indeseable.

Por ejemplo: Un niño después de haber realizado una conducta adecuada obtiene como premio
sacar un juguete del aula al patio. El adulto le permitirá sacar el juguete advirtiéndole que debe
cuidarlo. Sin embargo el niño empieza a lanzar las piezas; entonces el adulto de manera inmediata
dará por concluido el beneficio y el juego concluye para el niño.
RECOMENDACIONES FINALES
 Es importante que a la hora de corregir se tenga en cuenta lo siguiente:
 Las ÓRDENES DEBEN SER CLARAS y EXPLICITAS.
 Sea firme con las órdenes, EVITE GRITAR.
 Cuando el niño cometa errores ya sean justificados o apropósito, SEÑALE LA CONDUCTA
ESPERADA y no le brinde atención al error.
 PRÉSTELE ATENCIÓN mientras él realiza una conducta adecuada.
 Facilite al niño la oportunidad de ejecutar CONDUCTAS ALTERNATIVAS.
 SEA CONSTANTE en la aplicación de los procedimientos, es decir, persista en su actitud y
actúe siempre del mismo modo.
 Tenga CONTROL SOBRE SUS EMOCIONES y REACCIONES, no se deje llevar por la cólera.
 Ante conductas inadecuadas muestre un ROSTRO NEUTRAL, evite demostrar enojo o
frustración.
 EVITE DE COMENTAR las conductas negativas que presenta el niño delante de él.
 Si decide hacer USO DE LAS TÉCNICAS DE MODIFICACION DE CONDUCTA, se debe
tener en cuenta: el lugar, momento y la situación.
Conviene recordar a los padres la necesidad de:
 Comprobar que el niño ha recepcionado el mensaje, mediante la repetición de la orden o
instrucción, por parte del niño.
 Expresar sus sentimientos para que el niño sepa que no disfrutan sancionándolo. Por ejemplo,
"¡me pone muy triste tener que quitarte tu juguetes, porque te portaste inadecuadamente!".
 No poner sanciones desproporcionadas, que luego no se van a cumplir.
 Elogiar con frases positivas al niño cuando realice algo bien, por ejemplo: "eres un campeón",
"lo hiciste excelente", etc.
 Evitar los sarcasmos, por ejemplo, en vez de decir "¡ya era hora de que te bañes!", deben
decir "¡estupendo!, te has bañado solo".
 Dejar claro al niño que lo que les molesta no es él, sino su forma de comportarse.
 Explicar clara y concretamente de como esperan que el niño se comporte en posibles
situaciones conflictivas.
Finalmente, las intervenciones en el manejo de las conductas inadecuadas, son múltiples e
importantes de llevar a la práctica para mejorar dicha conducta y su interrelación con la familia, la
escuela y en general en el ambiente social del niño.

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