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“Tus caminos son una locura,

rompen mi humanidad,
pero son los únicos que
quiero recorrer”

Maria Cecilia Perrin de Buide


(1957-1985)

Maria Cecilia nació en Punta Alta (Buenos Aires, Argentina) el 22 de febrero de 1957.
En su familia de profunda raíz cristiana, caló profundamente la espiritualidad de la
unidad de Chiara Lubich.
Maria Cecilia fue una de las primeras gen muy comprometida de esta comunidad y luego
voluntaria.
El 20 de mayo de 1983 contrajo matrimonio con Luis Buide y en febrero de 1984, en los
primeros meses de embarazo, le diagnostican un cáncer.
Tomó la firme decisión de aceptar la voluntad de Dios, sostenida por la profunda vida
cristiana, el amor a Jesús Abandonado, el afecto de su esposo, familia y amigos y la
fuerza de la unidad con quienes compartía su ideal de vida.
El diagnóstico era irreversible, no obstante, había una gran alegría por la nueva vida que
llegaría.
Los médicos proponen un “aborto terapéutico” para salvar la vida de Maria Cecilia. Ella
opta por una terapia que no dañe la vida que llevaba en su seno, y rechaza el
tratamiento.
Cuando la terapia no produce el efecto esperado, ella pronuncia su “Sí” a Dios con
serenidad y lucidez y escribe: “… Hoy le pude decir a Jesús que Sí. Que creo en su Amor
más allá de todo, y que todo es Amor de Él. Que me entrego a Él”.

Maria Cecilia, siempre fue consciente del avance de su enfermedad, e hizo todo lo
posible para que también su vida espiritual avanzara al mismo tiempo, incluso más. En
este periodo escribe muchas cartitas a la familia, amigos, alumnos (*) y un cuaderno con
reflexiones personales que revelan el camino espiritual en su coloquio con Jesús. En una
de éstas dice así “… que incomprensible te muestras a mí. Tus caminos son una locura,
rompen mi humanidad, pero son los únicos que quiero recorrer. No permitas que me
aleje de Ti Señor. Mi corazón canta. Quiero darte gloria ….”

Cinco meses antes de su partida, le escribe a Chiara “… hace ya algún tiempo, antes de
esta experiencia, le había dicho a Jesús que ofrecía por el Papa todos los dolores físicos y
por vos todos los dolores morales que pudiera tener en mi vida,…. Cuántas veces hice el
pacto con Jesús Abandonado sin entender bien su profundo significado, ahora ÉL me lo
muestra y yo le digo Sí, pero todavía tengo miedo, por eso te pido, como mamá, que
reces por mi fidelidad.
Chiara, por tu fidelidad he descubierto la Iglesia, la vida que me has dado no se puede
solo agradecer. Quiero adherir mi vida a la tuya ….”

Con inmensa alegría el 17 de julio nació su hija Maria Agustina a la cual brindó todo su
afecto maternal hasta el 1° marzo de 1985, cuando fallece a la edad de 28 años.

Sus restos mortales descansan en la Mariápolis Lía en O’Higgins (Buenos Aires), por
expreso pedido de ella, para que aquellos que fueran a ver, encontraran un lugar de
alegría y esperanza y no de muerte y desolación.

Después de su partida al Paraíso y declarada Sierva de Dios muchas personas le han


pedido a Dios gracias por su intercesión.

Su fama de santidad va más allá de la Obra y llegan muchos testimonios de gracias


recibidas tanto físicas como espirituales, entre ellas un jóven sacerdote ha relatado que
fue delante de la tumba de Maria Cecilia que pudo tomar la decisión de seguir a Jesús.

Nota: (*): Licy Miranda autora de “Tus caminos son una locura” Historia de Maria Cecilia
Perrin de Buide.

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