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COMUNITARIA
Introducción.
Esperamos que los conocimientos que aquí se exponen, les sirvan como bases
orientadoras e introductorias para la comprensión de la Psicología Comunitaria
y su aplicación en nuestro contexto.
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Aquella reunión perseguía diseñar los programas de formación del personal
que trabajaba en los Centros de Salud Mental Comunitaria que en 1963 habían
sido creados por orientaciones del propio presidente Kennedy.
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sentido psicológico de comunidad por el creciente individualismo, la
enajenación, la marginación, la limitada participación social. El sentido
psicológico de comunidad se desarrolla a partir de la historia común,
compartir experiencias, relaciones emocionales, identidad y destino
comunes. Este constituye un concepto de especial valor para la
construcción teórica de la Psicología Comunitaria.
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instituciones que de manera selectiva controlan la oportunidad de adquirir
poder o mayor ingreso económico. Este control del acceso al poder de los
sectores desposeídos, genera en ellos apatía, desmotivación, alienación, foco
de control externo, desesperanza aprendida. A la luz de esta corriente, la
solución a la desintegración social se divisa en la ampliación de los recursos
potenciales de la comunidad, lo que se traduce en su empoderamiento.
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comunitario reclamó la investigación para la acción transformadora,
abandonándose el método clásico de las ciencias sociales que separaba al
investigador de su objeto de estudio. Esto implicó una crisis para la Psicología
Social como disciplina, cuya metodología a fines de los sesenta aún no
atrapaba la subjetividad y continuaba en busca de la objetividad y la neutralidad
sobre la base de conceptos teóricos y metodológicos tradicionales.
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el tema en importantes eventos. Comienza a impartirse la Psicología
Comunitaria en el pregrado y posgrado.
5.
9. Actualidad: Llamada a sistematizar las cualidades psicosociales del
espacio comunitario cubano y potenciar las redes sociales en función de
las necesidades comunitarias; ganar participación y mayor control
comunitario.
Partir de esta definición implica que el rol del psicólogo es ser agente de
cambio comunitario en la detección de potencialidades, desarrollo de estas
potencialidades, cambio en los modos de enfrentar la realidad, interpretarla y
reaccionar ante ella. Implica además asumir que el centro de control y poder
está en la comunidad y no en el interventor, como ocurre en las investigaciones
tradicionales.
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interaccionismo simbólico y la Psicología Ecológica Transaccional y los
modelos participantes, donde se incluyen la obra de Escovar en Panamá y de
la Montero en Venezuela.
Como toda disciplina que se constituye desde una teoría y una metodología
práctica, la Psicología Comunitaria se construye en torno a tres principios
esenciales que son los siguientes:
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Por su parte, Alipio Sánchez Vidal (1991), reconocido psicólogo social español,
plantea que son cinco los elementos que caracterizan a la comunidad y que
nosotros reconocemos:
1. Localización geográfica (vecindad): La localidad espacial viene a
constituir un requisito indispensable para que sobre la base de su
existencia se desarrolle la propia vida comunitaria desde el punto de
vista económico y psicosocial. Generalmente, esta vecindad adquiere un
nombre.
2. Conjunto de instalaciones, servicios y recursos materiales: Constituyen
la infraestructura de la comunidad donde se concretizan las redes de
comunicación y relación entre los miembros de la comunidad (escuelas,
hospitales, mercados, centros culturales y deportivos).
3. Estabilidad temporal: Este criterio se refiere a que se requiere un mínimo
de convivencia temporal entre los grupos y las personas para que se
establezcan los lazos comunes.
4. Estructuras y sistemas sociales: Relacionado con los subsistemas
comunitarios que garantizan el ordenamiento y la cohesión social
(estructuras políticas, culturales, educacionales)
5. Un componente psicológico resultante de carácter identificativo y
relacional: Referido al sentido de pertenencia con la comunidad, al
sentimiento de que se comparten intereses, objetivos, metas lo cual
emerge a partir de las propias interacciones y lazos comunes entre las
personas en la comunidad. Este es un componente determinante en la
constitución y desarrollo de la comunidad.
Es importante conocer que la comunidad tiene una estructura. Muchos han sido
los autores que se han dedicado a este asunto. Generalmente, todos coinciden
en que existe un entorno natural geográfico (clima, naturaleza); un entorno
construido por el hombre (ruidos, edificaciones, olores, basura); características
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sociodemográficas, poblacionales y psicosociales (población, sexo, salario,
salud, sentido de comunidad) y sistemas relacionales entre los hombres dígase
los sistemas políticos, educacionales, culturales, de salud, condiciones
económicas, transporte, servicios sociales, entre otros.
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1. Localidad: La localidad es más central y básica en la comunidad.
2. Concreción institucional: En la comunidad se concretan las instituciones
sociales, es la expresión visible de las instituciones sociales, donde se
desarrolla la vida cotidiana y se hace posible la subsistencia.
3. Mediación: La comunidad es el mecanismo mediador entre el individuo y
la sociedad, donde se satisfacen necesidades individuales y sociales.
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individuo. A su vez, una comunidad cohesionada, unida, con un sólido sentido
psicológico de comunidad, estará en mejores condiciones para participar,
funcionar, desarrollarse, subsistir.
Estos son los argumentos que nos permiten teóricamente definir la unidad
entre el sentido psicológico de comunidad y la participación comunitaria como
la célula estructural y funcional de la comunidad.
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cuando hablamos de intervención social centrada en las potencialidades nos
referimos a la Psicología Comunitaria, a la acción para el cambio social como
corriente de la Psicología para el desarrollo. Los individuos, los grupos, las
comunidades y las sociedades se desarrollan no desde sus carencias, sino
desde lo que pueden llegar a hacer y concretar.
Sobre la intervención en Psicología Social muchos han sido los autores que
intentaron definirla. La diversidad de definiciones se explica por la diversidad de
campos teóricos y aplicados de los que proceden. Muchas de las definiciones
más serias -surgidas después de los 70-, tienen ya un marcado contenido
comunitario, lo cual denota la cercanía de estos dos procesos en la práctica. En
este sentido podemos citar las definiciones de Kelly en 1977 y de Bloom en
1980.
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2. Estado inicial: En la intervención social se parte de un estado inicial el
cual se evalúa, que no es necesariamente negativo o carencial
(estructura, historia, dinámica, cultura). En la acción psicológica se parte
generalmente de un estado carencial, negativo, patológico.
3. Tipo de cambio: En la intervención social se persigue un cambio social a
través de la transformación de las estructuras y procesos sociales los
cuales son más complejos y multidimensionados. En la acción
psicológica los cambios que se persiguen son a nivel individual, más
unidimensional y previsibles.
4. Objetivos o metas: En la acción psicológica el objetivo está
predeterminado, curar, revertir síntomas. En la intervención social los
objetivos deben ser definidos tras la evaluación.
5. Ámbito de aplicación: La acción psicológica está más centrada en la
salud mental y la intervención social abarca otros ámbitos o problemas
a partir de la propia complejidad de la vida social.
6. Técnicas y estrategias: En la acción psicológica las técnicas son de
carácter psicológico. En la intervención social las técnicas son más
variadas, no sólo de corte individual, sino psicosocial, de trabajo social,
ecológicas, etc.
7. Duración: La acción psicológica es relativamente corta, entre dos a seis
meses. La intervención social suele ser mucho más larga, sobre todo
cuando se persiguen cambios estructurales, movilizaciones,
reorganizaciones, solución de conflictos. También dado por la compleja
extensión poblacional y la dimensión de los efectos desde los
personales a los institucionales y sociales.
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5. La intervención social puede tener efectos no previsibles, por lo que es
necesario conocer del sistema su estructura y la relación entre sus
partes o subsistemas para poder prever resultados secundarios.
6. Los sistemas y subsistemas tienen una inercia funcional dada por su
estabilidad interna, por lo que no pueden preverse cambios bruscos o
radicales que levanten fuertes resistencias y por tanto un efecto
perjudicial y regresivo.
7. En todo sistema social hay recursos y potencialidades por desarrollar,
por lo que la intervención puede ir a la creación y desarrollo de recursos
o a la redistribución de los recursos, en el sentido amplio.
8. Es necesario conocer el equilibrio de las fuerzas negativas y positivas
del sistema social en función de tomar esta dinámica como punto de
partida para modificar el sistema hacia la dirección deseada y posible.
9. El proceso de cambio y la relación establecida entre el interventor y el
sistema son tanto o más importantes que el contenido de la intervención
misma. El protagonismo no ha de ser para el interventor, sino para la
comunidad en relación de colaboración con el interventor, lo cual
fortalece la integración mutua.
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apoyo y la potenciación de lo que espontáneamente surge o acontece en la
comunidad desarrollando recursos comunitarios. En realidad esta
contradicción queda resuelta en la práctica porque ambos enfoques se
complementan. Por una parte, en muchos casos (ancianos, niños
pequeños, discapacitados) los individuos no cuentan con los recursos
suficientes para actuar organizadamente por lo que requieren una
organización y planificación global desde arriba; por su parte, el desarrollo
de los recursos humanos comunitarios es siempre necesario en tanto no
fomenta el intervencionismo y la dependencia exterior. Se trata de tener una
medida del cómo, dónde y cuándo. Estas dos perspectivas se
compatibilizan potenciando los recursos existentes en la comunidad y
estimulando la participación comunitaria.
2. Legitimidad: Esto quiere decir que la intervención debe estar motivada o
justificada en tanto aporte algo nuevo a la comunidad, algo útil y necesario
para alcanzar un efecto perseguido por la comunidad de forma tal que de no
darse la intervención esos efectos no se producirían. La intervención es
catalizadora, aditiva ya que estimula procesos existentes pero inoperantes.
Por otra parte, que la intervención sea legítima quiere decir que sea
compatible con las necesidades de la comunidad y su participación activa
en los cambios.
3. Intencionalidad y racionalidad: Quiere decir que es racional, planeada, que
sus resultados no son independientes del conocimiento o la acción del
interventor. La intencionalidad depende de factores tales como que casi
siempre ocurren efectos secundarios o inesperados aunque la mayoría de
los efectos deben ser previstos o explicables; hay resultados que ocurren
sin la intervención del profesional y para él son naturales pero para la propia
comunidad que impulsó dicho cambio sí son intencionales.
4. Autoridad: Toda acción interventiva debe estar respaldada por alguna
autoridad que avale el acto de intervenir. La autoridad puede ser político-
social y científico-técnica. La primera parte de un mandato conferido por
elecciones y la segunda se deriva de los conocimientos, la experiencia
teórica y práctica del profesional y de sus habilidades.
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cara. En la social el marco es poco relacional, es masivo,
impersonal, transpersonal, desde una postura distante, externa.
Nivel de intervención: En la social comunitaria la intervención es
mesosocial, más reducida. En la social es macrosocial, global.
Autodirección del grupo social: En la social comunitaria la
comunidad se autodirige, es sujeto y origen de la intervención. En
la social la intervención se motiva por formulaciones sociales,
globales, económicas, externas.
Cercanía de la intervención: La social comunitaria está más
cercana a lo humano, involucrando elementos interactivos,
relaciones primarias, identidad, significación personal.
Énfasis positivo y desarrollo: La social está más centrada en
aspectos problemáticos, disfuncionales del sistema social y en el
cambio más que en el desarrollo. La social comunitaria persigue
el desarrollo humano integral, equilibrado, integrado.
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(con cuánto vivimos), todo ello basado en la significación personal que se le
atribuye a la vida misma. La idea de calidad de vida señala que todo el
desarrollo económico, urbanístico será insuficiente si se ha alcanzado a
costa de la depredación del entorno físico, natural y socio-cultural del que
se nutren los individuos para su bienestar consigo, con los otros y con el
entorno. La calidad de vida funciona como regulador de los procesos
individuales y sociales que refleja la esencial vocación humanística del
movimiento comunitario y justifica la Psicología Comunitaria. No se refiere la
calidad de vida a un fin o meta, sino a un estado que enfatiza las
dimensiones cotidianas de la vida de los individuos y sus relaciones cuyo
basamento está en la comunidad y cuya mejoría constituye un claro objetivo
de la intervención comunitaria. Cuando trabajamos con el concepto calidad
de vida es importante tener en cuenta los indicadores de desarrollo social,
los indicadores personales y subjetivos y la relación entre estos
(satisfactoria, congruente, discrepante). Según Campbell (1981) -uno de los
más reconocidos estudiosos del tema-, pueden tomarse como indicadores
la felicidad, la satisfacción vital, afectos y emociones positivos y negativos,
estrés vital en dimensiones como el matrimonio, la vida familiar, las
amistades, la educación, la salud el trabajo, la propia persona. La
intervención comunitaria que persigue influir sobre la calidad de vida de los
individuos, los grupos y la comunidad, puede orientarse a la reconstrucción
social comunitaria, al cambio social y comunitario y la modificación de los
sistemas sociales existentes.
Salud: La salud constituye un objetivo por excelencia del movimiento de
salud mental comunitaria, pero es también una importante perspectiva
dentro de la Psicología Comunitaria. La intervención comunitaria orientada a
la salud, debe garantizar la prestación de servicios humanos y personales
comunitarios alternativos a los servicios clínicos tradicionales de formato
individual y pequeño grupal. En este sentido es importante la cercanía al
entorno, la autodirección personal y social y el trabajo desde la comunidad.
Una intervención comunitaria orientada a la salud, también priorizará el
desarrollo de recursos humanos en la comunidad para la solución de
problemas sociales, entre los que se encuentran el estrés social y sus
determinaciones situacionales, sociales y personales. Es importante
considerar la importancia de las relaciones personales duraderas y su
alteración como estresores; la relevancia de las pérdidas y las pérdidas
personales como los estresores más potentes (muertes, separaciones);
valorar que los cambios positivos son fuente de estrés por el aumento de
responsabilidad y posibilidades personales que comporta y que los cambios
de hábitos, entornos y condiciones cotidianas (sobre todo de trabajo) son
estresores moderados.
Prevención: La prevención constituye la función clásica de la intervención
comunitaria. Puede ser primaria (prevención en sí), secundaria (tratamiento
y organización de servicios con orientación preventiva) y terciaria
(rehabilitadora, resocializadora). Como parte de la prevención es importante
la educación y promoción de salud en el sentido amplio del concepto (no
sólo salud mental), la prevención de problemas sociales y no sólo mentales
aunque este es un tema menos desarrollado que el de salud mental.
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III.3. La prevención como objetivo de la intervención social comunitaria.
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Comenzar con la detección del problema.
Combatir la alienación o la segregación social debido a prejuicios
con el problema y desconocimiento sobre él.
Mantener el contacto con la comunidad y las personas tratadas
acercando los centros de tratamiento.
Evitar el institucionalismo.
Garantizar las actividades de asistencia y tratamiento.
Rehabilitación o reinserción social.
Cambio de actitudes y conducta de la comunidad.
Continuaremos en este tema con el estudio de las fases o etapas que son
necesarios durante el proceso de intervención comunitaria.
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resolver el problema. Se establece un plan de acción racional y se
organizan los medios para hacer realidad el plan en un sistema concreto.
Para ello es necesaria:
La determinación de objetivos específicos y jerarquizados
operativamente. No beben hacerse listas interminables de
objetivos porque no es realista.
Establecimiento del proyecto de acciones marcando su
destinatario conformando un verdadero programa integrado que
toma en cuenta los recursos y grupos activos de la comunidad.
Analizar la conexión entre los objetivos y las acciones
programadas de manera que las acciones se orienten a los
objetivos, dejando claro por qué decimos que el programa va a
funcionar aportando datos teóricos o experienciales.
Organizar el programa y obtener recursos necesarios
calendarizando el programa.
4. Ejecución o implementación:
En esta etapa corresponde hacer realidad lo diseñado, modificándolo en
el terreno a partir de la retroalimentación que proviene de la comunidad.
Para ello es necesario:
Definir la estrategia interventiva que hará realidad el programa
sobre la base de la disposición motivacional, personal y otros
elementos necesarios.
Entrada y contacto con la comunidad muy necesaria sobre todo
cuando no se parte de una demanda comunitaria o parte de un
sector minoritario. La entrada puede hacerse redefiniendo la
demanda; a través de la propia evaluación de necesidades; a
través del contacto y persuasión de líderes formales o informales;
a través de otros profesionales que residen o laboran en la
comunidad; a través de algún conocido; a través de un
acercamiento espacial y cultural al grupo de interés buscando
empatía social sin perder identidad y objetivos profesionales; a
través de un caso o muestra con el que demostramos la
efectividad del programa; provocación a través de discursos
públicos, etc.
Corrección y ajuste del programa con la retroalimentación e
indicadores de evaluación.
Mantenimiento del programa asegurando su continuidad cuado
cese nuestra intervención, buscando fuentes de financiación,
formación del personal local, desarrollo del liderazgo local;
promover contacto y participación con las organizaciones
comunitarias; dejar alguna forma de contacto entre interventor y
comunidad.
5. Finalización y evaluación del programa:
Una vez cubiertos los objetivos se da por terminada la intervención
externa. Las tareas del programa debemos integrarlas a las de alguna
institución u organización comunitaria en caso que la cuestión planteada
no haya sido resuelta totalmente con la intervención planificada. Debe
realizarse la evaluación del programa para verificar hasta qué punto
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quedó resuelto el problema y hasta qué punto el esfuerzo interventivo
debe continuar.
6. Diseminación de la intervención:
Constituye también responsabilidad del equipo de interventores difundir el
programa ya ejecutado a otros entornos similares. Puede hacerse a
través del contacto personal y la demostración in situ del programa con
personas en posición de liderazgo. La aportación de datos empíricos
sobre la eficiencia del programa puede resultar provechoso para
difundirlo.
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al máximo para no influir sobre el objeto. Su principal objetivo es la búsqueda y
construcción de técnicas cuantitativas adecuadas, de procedimientos
experimentales adecuados.
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modificación de la realidad, llevándose a cabo cada proceso en función del
otro, o debido al otro. (Oquist, 1978).
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consideran que la objetividad necesita articular y combinar el conocimiento
de los puntos de vista de los grupos de la comunidad con un análisis
objetivo de las situaciones vividas recogido en forma de indicadores
socioeconómicos (Le Buterf, 1981).
La retroalimentación es sistemática, comunicando resultados de forma
audiovisual o gráfica.
Asume la unidad entre teoría y práctica, aunque subsiste la debilidad en lo
referente al peso y momentos en que se introducen los elementos teóricos
al trabajo práctico. En el quehacer comunitario no debemos improvisar, se
debe aplicar un conocimiento a la práctica y enriquecer el conocimiento con
la práctica.
En cuanto a las condiciones sociopsicológicas que son las que nos interesan,
podemos mencionar la percepción de control en los eventos sociales, creencias
y actitudes pro-participación, cooperación, comunicación eficiente, liderazgo
democrático y otros. La presencia de condiciones psicosociales negativas
puede entorpecer la participación, aún cuando el resto de las condiciones estén
presentes. El papel del psicólogo en la comunidad en este sentido es potenciar
las condiciones psicosociales de la participación comunitaria, de manera que la
comunidad participe y actúe a su vez sobre aquellos factores externos e
internos relacionados con la solución de sus problemas.
Hay factores específicos y propios del contexto comunitario, que van a actuar
sobre las condiciones psicosociales de la participación en esa comunidad.
Entre estas variables están:
Relevancia del problema a atacar (significación para la comunidad).
Características socioeconómicas y psicosociales de la comunidad (nivel de
ingresos, tamaño, composición familiar, tipo de liderazgo, experiencia
anterior de participación, nivel de información, valores...)
Etapa del proceso de participación en la cual se encuentra la comunidad
(identificación y diagnóstico del problema, implementación de la solución...)
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carácter multifacético, porque tiene implicaciones valorativas, relacionales y de
poder que la diferencian de una investigación sólo para obtener conocimiento.
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un cuestionario semiestructurado de preguntas. Ventajas: sondea el
nivel de motivación de los grupos comunitarios, inicia usualmente el
proceso de búsqueda de soluciones, constituye un método de
evaluación y de intervención, permite la entrada a la comunidad, más
dinámico que el método de los informantes claves, menos propensos a
sesgos individuales. Desventajas: tiende a crear expectativas irreales de
solución en los grupos comunitarios, propenso a sesgos grupales.
3. Tasa de personas tratadas o asistidas: Método directo de estimación
cuantitativa de las necesidades basado en la utilización de los servicios
asistenciales como los hospitales, centros de servicio social, cuyos
usuarios se consideran representativos de aquellos afectados por el
problema o necesidad en cuestión. Desventajas: puede ocurrir una
sobrestimación o subestimación del problema ya que hay procesos
sociales que median o distorsionan el uso de dichos servicios como que
en ocasiones los miembros de la comunidad desconocen la existencia
del servicio o por la propia reputación del servicio. Esta tasa de personas
tratadas no tiene que coincidir cuantitativa ni cualitativamente con las
afectadas por el problema.
4. Encuesta poblacional: Corrige o controla los sesgos del método anterior
al estudiar a la población total a través de una representación de ella.
Ventajas: Son muy objetivos y globales. Desventajas: son muy costosos
por el nivel de planificación y de análisis que requieren, no posibilita la
comunicación ni el acercamiento efectivos con la población.
5. Indicadores sociales: Son estadísticos y describen o representan los
aspectos y procesos sociales básicos de la comunidad permitiendo
conocer el funcionamiento y evolución de la misma (vivienda, nivel de
educación, salud) evaluando fortalezas y deficiencias. Varían según el
contexto y la región. Ventajas: pueden ser interpretados con claridad,
representan el nivel de calidad de vida de la comunidad. Desventajas: el
indicador social es cuantitativo y no nos brinda la dimensión subjetiva, su
carácter predictivo es dudoso respecto a las cuestiones sociales, dudosa
utilidad en la toma de decisiones respecto a programas de acción y
políticas de cambio.
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5. Propician que la comunidad se motive y se involucre en un proceso
verdaderamente reflexivo y participativo de investigación y acción de
cambio.
6. Permiten por sí mismos incorporar en el análisis el carácter histórico,
concreto y singular de la información que se obtiene de ellos.
Bibliografía.
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