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DE
BILLAR
CARLOS CORTÉS
carcorgil@hotmail.com
650 14 01 48
941 509 353
AGOSTO-2.011
Carlos Cortés
· Fecha de nacimiento: 10/08/81
· Mejor partido competición: 40 en 25
· Mejor partido entrenamiento: 40 en 25
· Mayor tacada competición: 14
· Mayor tacada entrenamiento: 20
· Jugador favorito: Daniel Sánchez
· Partido que le gustaría ver: Dani Sánchez - Sayginer
· Jugada favorita: Reenversé
· Jugada que no te gusta: El 3 de oros
· Un Club: C. A. Numancia de Soria
TÍTULOS
· 2 Madalla de Bronce Campeonato de España CC.AA con Castilla-León
· 1 Medalla de Plata Campeonato de España Sub-25
· 2 Medalla de Bronce Campeonato de España Sub-25
· 2 Medalla de Bronce Campeonato de España Sub 21
· 11º Campeonato del Mundo Junior
· 3 Campeonatos de Castilla y León Individual
· 5 Campeonatos de Castilla y León por equipos
APRENDER
BILLAR…
…DE LA BASE A LA ÉLITE.
IV. LOS FACTORES TÉCNICOS DEL ATAQUE: TOMA DE BOLA, ALTURA, EFECTO,
VELOCIDAD, DIRECCIÓN Y PENETRACIÓN.
Aún me costaba coger el taco, que era mayor que yo, y poder encaramarme a la mesa. Si bien
mi primer año lo pasé entrenando una hora diaria a Bola 8, mi contacto con el billar de
Carambola fue a más cada día, primero en modalidad Libre e inmediatamente con Tres Bandas.
La dimensión de la mesa, su precisión y la dificultad exigida para lograr los puntos llamaron mi
atención a la par que mis deseos de competir eran más sencillos de cumplir. No obstante, mis
incursiones en Billar Americano han sido periódicas y me han permitido lograr pruebas a nivel
local y regional, así como victorias a nivel nacional. Pero más aún, me han ayudado a reflexionar
sobre aspectos teóricos y prácticos generales.
Con una tacada de 7 carambolas en mi primer torneo a los 13 años lograría un premio de 2
noches de hotel para ver en Madrid un encuentro España-Portugal, donde conocería al que ya
era todo un fenómeno mediático y modelo a seguir: Daniel Sánchez. Tanto Quetglas como
Sánchez vendrían a Soria a impartir clases, así como lo hizo Pepe Carrillo, otro gran maestro
con gran presencia televisiva. En mi Club había gran cantidad de gente joven con los que
progresé paralelamente (los Molina, Alcalde, Bendicho, Del Santo y compañía) combinada con
otra no tan joven pero muy preparada e ilusionada, como Elías Menéndez, mi rival a batir a nivel
local.
Enseguida saldría a concentraciones con los mejores juniors nacionales, dirigidos por Martín,
Cañellas y, posteriormente Quetglas, uno de los mejores entrenadores del mundo en Billar A
Tres Bandas. Pronto comenzaría a competir también en Campeonatos de España Junior, donde
un puñado de amigos nos reuníamos cada temporada para intentar emular a ídolos como Dani
Sánchez.
Ello y la consideración del billar como deporte desde 1998 por parte del Comité Olímpico
Internacional (concretamente las modalidades de Bola 9, Tres Bandas y Snooker), pienso que
fueron decisivos para que Fernando Requena, como Presidente de la Federación Española de
Billar, y José María Quetglas, como Director Técnico de la misma, pusieran en marcha un
ambicioso programa de tecnificación que ha dado grandes frutos.
Pronto llegaría mi mayoría de edad, dejando el instituto con aprobados raspados, y viajaría a
Valladolid a estudiar un poco más la Licenciatura de Geografía, mi verdadera vocación
académica. Allí destacaban varios jugadores, pero sería Salva Díez mi modelo a seguir y mi rival
a batir. Mis medallas en Campeonatos Regionales Absolutos y Nacionales Junior me dieron la
posibilidad de obtener una beca como deportista de “élite” en la Junta de Castilla y León. Cada
año debería entrenar duro para revalidar méritos y continuar con esa importante ayuda
económica, con lo cual aumentó mi visión deportiva, entre otras cosas porque viví durante más
de 5 años en una residencia deportiva, algo posiblemente pionero en España.
Todo ello gracias a José Soria, que cogió una huérfana Federación de Billar de Castilla y León,
y a su inseparable “Secretaria” Evelia Gil. Ellos, junto con lo que pudimos ayudar en diverso
grado otros aficionados, lograron también una sala pública para el Club Billar Valladolid, el cual
pasaría de la nada a ser medalla de Bronce en Liga Nacional de División de Honor en muy pocos
años. También organizamos el histórico Mundial de Billar a Tres Bandas de Valladolid, donde
TVE fue testigo de sus 10.000 aficionados en 4 días de competición. Inmediatamente
pondríamos en marcha la Escuela Municipal de Valladolid, gracias al apoyo de la Fundación
Municipal de Deportes con Borja Lara a la cabeza. Más de medio centenar de alumnos
corroboran cada año su éxito.
Figura 1: C. Cortés alecciona a varios jóvenes con la ayuda de J. Fraile durante el Mundial de 2003 de Valladolid.
Para poder ejercer como maestro tuve que realizar el Curso de Monitor Nacional de Billar en
2003 y, posteriormente, el Curso de Entrenador Nacional de Billar, en 2006. Además, como
Licenciado en Geografía mi intención de opositar para ser Profesor de Enseñanza Secundaria
me requirió realizar el Curso de Aptitud Pedagógica en 2005.
Fue una etapa de gran esfuerzo que me permitió alcanzar mi máximo nivel deportivo,
promediando cerca de 0,900 en la temporada 2004/05, e incluso más de 1,000 a mitad de la
siguiente, cuando la enfermedad que ya padecía me obligó a medicarme y empeorar mis
resultados. Posteriormente, me llevó también a colgar el taco y a perder toda ilusión por vivir.
Fue una depresión, si, la peor enfermedad que he padecido y que amenaza en este siglo XXI.
Pero mi lucha interior y la ayuda de los míos (especialmente de mi madre y de mi actual pareja,
Cristina) me han recuperado totalmente a nivel psicológico.
Sí han quedado en cambio secuelas fruto de la medicación que me hacen dudar sobre mis
posibilidades de superación como jugador, con lo que he apostado decididamente por exprimir
mis conocimientos como docente, lo cual es una de mis aspiraciones profesionales. Ahora, con
un trabajo estable en Logroño y mientras continúo estudiando, me queda algo de tiempo para
enseñar Billar y, a su vez, aprender a enseñar Billar, quedando en un segundo plano mis
aspiraciones como jugador en alta competición (pues además padezco hernias lumbares). Aún
así, en la presente temporada he logrado dos marcas personales: un promedio general de 1,151
en Liga Nacional en 4 partidos y una serie de 14 carambolas en un partido contra Rubén Legazpi
(subcampeón del mundo junto a Daniel Sánchez con España).
Una vez que tengamos instalaciones adecuadas podremos poner en marcha las clases de
billar. No importa si tenemos una mesa u otra, pues lo realmente importante es tener sobre ella
bolas, tacos y un montón de ilusión por aprender y superarse a uno mismo.
Figura 2: Grupo con 13 de los 16 alumnos de la EMB de Soria iniciada en 2009 en el Círculo Amistad Numancia.
II.- INTRODUCCIÓN: UN DEPORTE, MUCHAS MODALIDADES.
El verdadero objetivo de este manual es lograr facilitar el aprendizaje al máximo de un deporte
divertido a la par que difícil. Pero además, espero que sirva también para que algunos de sus
lectores se vean capacitados para enseñar billar, ya sea a nivel particular o en cursos deportivos.
En primer lugar, he de señalar que el billar comenzó por ser un juego practicado por nobleza y
burguesía en la hierba (de ahí el color más característico del paño) y consistía en golpear con
una bola de marfil a otras dos, lo cual es conocido como Billar de Carambola. Pronto se llevaría
el juego a una mesa de salón para hacerlo tan confortable como hoy en día. Serían los ingleses
quienes colocarían agujeros en las bandas exteriores y aumentarían el número de bolas, y de
ahí derivaría el Billar Americano. Esta especialidad ha sido la que más expansión ha logrado, si
bien es cierto que a ella se asocia la también la imagen más degradada gracias a películas
norteamericanas.
Al dominar de tal forma este juego como para realizar centenares de carambolas sin fallar, se
optó por complicarlo con las modalidades de Cuadro, que exige desplazar al menos una de las
bolas contrarias fuera de un cuadro de un determinado tamaño antes de conseguir 3 carambolas
consecutivamente en dicho cuadro.
Al dominarse también estas modalidades se crearon las modalidades de Banda y Tres Bandas,
que exigen que la bola jugadora contacte con una ó tres bandas (respectivamente) antes de
golpear a la tercera y última bola. Caso aparte merece la modalidad de Billar Artístico, sin lugar a
dudas el más espectacular de todos, que consiste en tirar posiciones predeterminadas que
exigen golpeos de gran dificultad técnica.
Todas estas modalidades se practican en una mesa de Carambola, cuya medida homologada
para la competición es conocida como Gran Match (2,84 x 1,42 cm. de superficie de juego),
aunque existen varios tamaños inferiores. Realmente importante es la calefacción que incorpora
y la elasticidad de sus paños y bandas, pues mejoran la velocidad y el mantenimiento de la
rotación. La mesa de Billar Americano, en cambio, carece de estos componentes y tiene
menores dimensiones (2,54 x 1,27 cm. de superficie de juego la mayor, identificada con 9 pies).
En Bola 8 el objetivo es meter con una bola blanca común un grupo de 7 bolas (lisas ó
rayadas) y por último introducir la Bola 8. Todos los tiros han de ser anunciados una vez
seleccionado el grupo de bolas y la sanción por cometer falta se castiga con “bola en mano”, un
solo tiro colocando la bola blanca en cualquier punto de la mesa.
En Bola 9 también se sancionan así las faltas, pero el objetivo es meter la bola 9 desde el
mismo saque con la única salvedad de tocar en primer lugar la bola de numeración más baja que
haya sobre el tapete. Los jugadores, generalmente, optan por la secuencia lógica a no ser de
encontrar una buena combinación. Al no haber necesidad de anunciar existe un grado mayor de
factor suerte, pero la exigencia de puntería y colocación es mayor aún que en Bola 8.
Y el Billar Inglés ó Snooker es caso aparte de dificultad. Sobre una mesa de billar inmensa de
12 pies (3,60 x 1,80 cm.) se juega con unas bolas y agujeros aún más pequeños, debiendo
meter un grupo de bolas rojas comunes en alternancia con una de las seis bolas comodines de
colores. Las rojas tienen valor de un punto y los comodines van de 2 a 7 puntos, los cuales han
de meterse por orden una vez desaparecen todas las bolas rojas.
Pero tan importante o más puede resultar la labor de cada aficionado en la actualidad, ya sea
para ver jugar, para jugar, para enseñar a jugar, para arbitrar o para organizar competiciones,
cursos o exhibiciones. La consideración deportiva del Billar ha abierto múltiples posibilidades de
cara a los apoyos institucionales. Los ayuntamientos están dispuestos por lo general a ceder
instalaciones y aportar recursos económicos a los clubes si ponen en marcha cursos deportivos
o escuelas municipales. Y las comunidades autónomas crean centros y programas de
tecnificación si se les exponen proyectos, máxime si vienen respaldados con resultados
deportivos.
Mi intención con este libro es enseñar un billar básico ó general, pero con progresivos niveles
de profundidad que faciliten el desarrollo práctico tras una clara explicación teórica. Han sido
muchos mis maestros y muchos más los jugadores de los que he aprendido billar, pero hasta
que no he sido docente no he reflexionado lo suficiente como para aclarar multitud de conceptos
y poder así exponerlos a alumnos noveles, ya fueran hombres o mujeres, ya tuvieran 10 u 80
años.
Comenzaremos nuestra clase particular por saber agarrar el taco, pues condiciona el
mecanismo de ataque y, con ello, las posibilidades de éxito. Enseguida quedará ligado a la parte
más densa e importante, que son los factores del juego. En cada disparo nosotros podemos
variar cada uno de los 6 factores discriminados, y podemos conseguir un punto con diferentes
combinaciones entre ellos sin ser conscientes. Mi intención es ayudar a reflexionar sobre ellos
para saber qué hemos hecho bien o mal en cada tiro. Discriminaremos la altura y el efecto de la
bola 1, la toma de la bola 2, así como la velocidad, la dirección y la penetración del taco.
La técnica dejará paso a la táctica, para dejarnos claros los objetivos de este deporte: lograr el
punto, colocar (en caso de acierto) y defender (en caso de fallo). Si bien lo más bonito es no
dejar de fallar, sabemos que es algo más que factible conforme aumenta la dificultad, y por ello
hemos de aprender a elegir la opción con menor riesgo de cara a un posible error. Para ganar
puede ser tan importante un acierto como un buen fallo defensivo, pues el rival lo tendrá que
solventar o, de lo contrario, puede dejarnos el punto en bandeja.
Será entonces cuando podamos desarrollar algunos de los ejercicios de iniciación más
comunes tanto de Billar Americano (Bola 8 y Bola 9), como de Billar de Carambola (Libre y
Bandas). Mi experiencia en esta última modalidad me llevará a proponer ejercicios de
perfeccionamiento, incluyendo los sistemas matemáticos más comunes y sencillos de utilizar.
La preparación física vendrá secundada de la psicológica, y es que como exigente deporte que
es requiere ciertas recomendaciones si queremos jugar cada día mejor, especialmente si lo
queremos hacer en competición. Por ello se finaliza con una serie de consejos de cara a la
competición oficial y su preparación, para lo cual son vitales los planes de entrenamiento.
Figura 3: Los puntos en la bola mejoran aprendizaje y arbitraje, además de dar espectacularidad en movimiento.
III. EL MECANISMO DE GOLPEO: EL TACO Y LA POSICIÓN DEL
CUERPO.
El mecanismo es un concepto referido a la colocación del cuerpo y el movimiento necesario
para la ejecución del golpeo. Si bien existe una posición motriz o prototipo, cada modalidad e
incluso cada familia de golpeos (dentro de cada modalidad) requieren unas matizaciones. Pero
además tenemos que tener en cuenta que cada persona tiene un cuerpo diferente y una
complexión diferente, siendo altura y envergadura dos componentes muy ligados que nos
traerán de cabeza y exigirán costosas adaptaciones en casos extremos.
Figura 4: El brazo ha de formar, aproximadamente, un ángulo recto con el antebrazo y quedar paralelo al taco.
Seré yo mismo quien ejemplifique la mejor forma de coger el taco. En primer lugar me colocaré
de frente a una de las bandas de la mesa. Agarraré con una mano el taco (derecha para diestros
e izquierda para zurdos). La mano deberá estar bien cerrada y deberé dejar un espacio de uno o
dos puños por lo general, en función de la longitud del taco (140 a 150 cm.) y de mi envergadura.
Estiraré el brazo como si estuviera empuñando una espada y posaré con cuidado el taco sobre
el marco de la mesa.
Entonces giraré ligeramente mi cuerpo hacia el taco de manera que mi pie trasero quede
paralelo al marco de la mesa y perpendicular, por lo tanto, al taco que sostengo. El pie más
adelantado formará un ángulo de aproximadamente 60 grados. A partir de aquí me iré acercando
a la mesa poco a poco y doblaré el tronco mientras flexiono ligeramente las piernas. Al mismo
tiempo cogeré el taco con la otra mano y seguidamente la apoyaré sobre la mesa.
Mientras mi brazo delantero queda estirado siguiendo una línea paralela con mi pierna
delantera, mi brazo trasero ha de seguir una línea paralela al taco y ha de quedar flexionado
formando un ángulo recto de 90 grados aproximadamente. Además, he de comprobar que mi
cabeza queda exactamente sobre el taco, de forma que nos divida imaginariamente la cara en
dos partes iguales. Para ello podemos bajar la barbilla hasta el taco e inmediatamente subirla
hasta no más de un palmo de distancia. No obstante, mi cabeza se acomodará con una leve
inclinación, dado que no repercute en la puntería que dirige, por lo general, mi ojo más retrasado
(derecho en diestros e izquierdo en zurdos).
Figura 5: El taco debe quedar, aproximadamente, bajo el eje imaginario que divide nuestro rostro.
El peso del cuerpo ha de recaer fundamentalmente en las piernas, y concretamente algo más
en la pierna más retrasada. Pero lo realmente importante es sacar el trasero y no flexionar en
exceso las piernas. Hemos de buscar la posición más cómoda y también la que mejor nos
permita ejecutar, lo que conseguiremos con el mejor equilibrio del cuerpo. Atención por lo tanto
en la aproximación a la mesa para no quedar demasiado echados hacia adelante sobre taco y
mesa de billar.
En realidad, es desde una posición compensada desde donde podemos hacer un balanceo del
taco como si de un péndulo se tratara. Solo tenemos que mover el antebrazo y, para evitar
balanceos no deseados, tendremos que apretar bien el puño mientras lo llevamos hacia delante,
hacia el pecho, y por el contrario deberemos soltar los dedos meñique, anular y corazón cuando
el taco vuelva hacia atrás. Así lograremos rectitud en el ataque y no hay nada mejor para
conseguirlo que ejercitar el limaje introduciendo el taco en un botellín de agua vacío.
Si bien ya hemos hablado de la mano trasera nos queda por explicar los diferentes modos de
sujetar el taco con la mano delantera. Los jugadores de Billar Americano prefieren habitualmente
jugar con mano abierta y los jugadores de Billar de Carambola con mano cerrada. Ello se debe a
que los primeros se agachan al máximo para lograr la mejor puntería posible y ese dedo les
estorba la visión. Es primordial la toma de bola 2 y la rectitud viene conseguida gracias a la
finalización del golpeo en el tapete, lo cual reduce efectos que pueden producir efectos que
descontrolen la trayectoria deseada. En cambio, los jugadores de Carambola utilizan la mano
cerrada porque han de sujetar mejor el taco en una mayor variedad de golpeos y se evitan así
errores en el recorrido de la bola 1, que es la que otorga la consecución de los puntos.
Figuras 6: Mano muy baja, muy utilizada en golpeos de retroceso y/o corto recorrido, muy común en juegos de serie.
Figura 7: Mano baja, utilizada en golpeos de un mayor recorrido y extendida a un mayor número de modalidades.
Figura 8: Mano alta, utilizada en la mayoría de los golpeos, y muy especialmente en Billar A Tres Bandas.
Figura 9: Mano muy alta, utilizada para golpeos de corrido que exigen a menudo penetración y velocidad.
Figura 10: Mano abierta, para golpeos de precisión: baja (común en Pool) y alta (útil en larga distancia, 3 Bandas).
Figura 12: Mano abierta y levantada, utilizada para salvar la obstaculización de otras bolas y para masear.
La mano abierta recomendada se basa en la flexión del dedo índice y su acomodación bajo el
dedo pulgar, que a su vez ha de elevarse y buscar una forma de “v” o valle por el cual ha de
discurrir el taco, evitando en la medida de lo posible movimientos laterales. El resto de dedos
han de estar posados sobre el paño, en el cual también descansará la palma de la mano. Eso
mismo ocurre con la mano cerrada, solo que ahora índice y pulgar se unirán por el contacto de
sus yemas formando un anillo. La falange del índice ha de quedar estirada hacia arriba mientras
el pulgar descansará sobre el corazón, que junto a anular y meñique formará un trípode. Este
trípode se abrirá más o menos en función de la altura requerida por el ataque. El pulgar soporta
el paso del taco y el índice tiene por objeto evitar desviaciones laterales y por alto.
La mayoría de golpeos podrán realizarse así, pero otros muchos tendrán que ejecutarse desde
la banda, por lo cual hemos de recomendar una secuencia de manos que se adapten a la banda
y al marco de la mesa. Partiendo de la posición madre tenemos que colocar la mano plana sobre
el marco pegar el taco al dedo pulgar. Posteriormente pasaremos el dedo índice al otro lado del
taco, de forma que quede asegurado por pulgar, índice y corazón. Si tenemos suficiente
distancia podemos adelantar la mano y agarrar bien la banda para obtener mayor seguridad. Si,
por el contrario, está muy pegada, podemos desplazar la mano hacia atrás hasta unir los dedos
índice y pulgar, que a su vez se apoyarán en el lateral del marco. En caso de necesitar buena
puntería tendremos que jugar con mano plana apoyando el taco sobre el marco y reforzando los
laterales con los dedos índice y corazón.
IV. LOS FACTORES TÉCNICOS DEL ATAQUE: TOMA DE BOLA,
ALTURA, EFECTO, VELOCIDAD, DIRECCIÓN Y PENETRACIÓN.
2.- Tres cuartos de bola = Apuntar al punto medio del centro al extremo de la bola 2.
4.- Un cuarto de bola = Apuntar a 1,5 cm. del extremo del lateral de la bola 2.
5.- Bola muy fina = Apuntar a 3 cm. del extremo lateral del ecuador de la bola 2.
1.- Bola llena 3.- Media bola 5.- Bola muy fina
Hemos de tener claro que las bolas de billar son objetos esféricos, y por ello es obvio que al
golpear bola llena el impacto entre ambas bolas se produce entre la parte delantera de ambas.
Pero si en cambio jugamos media bola, es decir, apuntamos 90 grados a izquierda o derecha
de esa bola objeto de ataque, en realidad el choque se producirá a 45 grados del extremo
delantero de ambas bolas, en lados inversos, y por ello ambas bolas saldrán despedidas, en
teoría, 45 grados a un lado y otro cada una respecto a la trayectoria recta. La práctica nos dirá
que la influencia de otros factores modifica este planteamiento.
Si jugamos con efecto tendremos que trasladar la distancia proporcional en paralelo hacia el
lado que demos el efecto.
Además, hay que recordar que, en función del ataque, nuestra bola hará un desplazamiento
hacia el lado opuesto del ataque, lo que propiciará una desviación de la trayectoria.
La desviación será mayor cuanto más al ecuador ataquemos y cuanto más acompañemos el
taco, es decir, cuanto más alargado sea el ataque.
Eso sí, la bola puede recuperar la trayectoria, e incluso superarla, si logramos darle una buena
rotación.
Dicha rotación se puede lograr golpeando por debajo del ecuador, sobretodo si logramos
pinchar la bola como si de un retroceso se tratara, o también podemos lograrlo golpeando por
encima del ecuador levantando el taco hasta el extremo del massé, que provoca la máxima
recuperación.
Cuanto mayor sea la cantidad de bola mayor será la fuerza transmitida de la bola 1 a la bola 2,
y viceversa, hasta el punto de poder dejar literalmente “muerta” nuestra bola en el lugar que
ocupaba la bola atacada.
Además, cuanta más cantidad de bola demos más curva se producirá en la salida de la
trayectoria de nuestra bola por lo general, aunque dependerá también de la combinación del
resto de factores de ataque sobre la bola 1.
También está demostrado que cuanta mayor cantidad de bola tomemos mayor rotación
podemos provocar a la bola atacada, siempre y cuando el impacto en la bola 1 lleve gran
cantidad de efecto y velocidad moderada.
2.- ALTURA
La altura es el espacio que dista entre taco y tapete. En Billar de Carambola, dado que la bola
mide 61,5 mm. y que un taco estándar de la modalidad mide entre 12 y 12,5 mm., podemos
dividir virtualmente la bola en 5 franjas equivalentes. Ahora bien, en Billar Americano tenemos
bolas de 56 mm. y tacos de 13 mm. de grosor, con lo que nos quedarían 4 franjas
aproximadamente, y por lo tanto, menor posibilidad de matizar el ataque, algo que no es
trascendental e incluso es beneficioso. No obstante, en ambas especialidades hemos de
simplificar y saber que tenemos 3 posibilidades: alto, medio y bajo.
Alto = Apuntar entre ecuador y extremo superior de la bola 1 o ligeramente por encima.
Utilizado en la mayoría de golpeos de Tres Bandas, puesto que se necesitan largos recorridos
por lo general. Asociado a los ataques alargado y penetrado.
Ecuador = Apuntar a la mitad la bola 1, franja paralela al paño que va de un lateral a otro de la
bola. Utilizado en gran cantidad de golpeos de Billar Libre y otros juegos de Serie. Asociado al
golpe seco.
Bajo = Apuntar entre ecuador y extremo inferior de la bola 1 ó ligeramente por debajo.
Utilizado en la mayoría de golpeos de Billar Americano y Snooker, así como en gran cantidad de
golpeos de Billar Libre y otros Juegos de Serie. Asociado a los golpes retenido y retroceso.
Muy bajo = Apuntar al punto más bajo posible de la bola 1, aunque por encima del paño, pues si
no podemos saltar la bola e incluso romper la tela de la mesa.
Utilizado en escasos pero vistosos golpeos de todas las modalidades. Asociado al golpe de
retroceso.
Cuando nosotros jugamos alto nuestra bola tenderá a rotar hacia delante sobre el plano
horizontal y por lo tanto correrá más al producirse con una aceleración natural. En cambio, si
nosotros jugamos bajo nuestra bola avanzará pero su rotación llevará una dirección opuesta, es
decir, hacia nosotros, hacia atrás. Dicha rotación irá disminuyendo conforme avanza debido al
rozamiento del paño y pasará a rotar hacia delante inmediatamente.
Si nosotros golpeamos alto, el impacto contra otra bola conllevará que nuestra bola avance
hacia delante (pese a un leve retroceso inicial fruto del choque). Cuanto más arriba golpeemos
nuestra bola y cuanta más cantidad de bola demos mayor será el avance, el cual es conocido
como corrido (semicorrido si no logramos tomar bola llena).
Para un mayor éxito, es importante atacar en dirección paralela al paño y, concretamente,
acompañando la suela a la bola durante el mayor recorrido posible y en dirección al extremo
superior de la bola.
En caso de golpear en el ecuador, lo que ocurre es que nuestra bola queda sin rotación en la
vertical y, en caso de jugar sin efecto y bola llena, nuestra bola quedará “muerta”, es decir,
quedará emplazada en el lugar del impacto. Eso si, hemos de golpear seco, con firmeza y sin
acompañar el taco. En caso de jugar bola llena y máximo efecto la bola quedará en el sitio pero
no muerta, sino rotando sobre su propio eje. En caso de lograr la máxima rotación a la máxima
velocidad posible, podremos observar cómo la bola se bambolea como si de una peonza se
tratara fruto de la inercia.
El efecto, como hemos apuntado antes, también se puede producir atacando a la bola
perpendicularmente a la bola respecto al tapete. Para algunos, una ligera inclinación del taco, en
torno a los 45 grados o algo menos, es denominada “piqué”; mientras que para la mayoría el
“massé” viene a ser cualquier ataque levantado hasta los 90 grados permitidos.
En todo caso, lo que hacemos es provocarle a la bola un pellizco, una rotación que le hará
volver en dirección contraria a la que se desplace inicialmente. Para un mayor éxito hemos de
golpear en la franja exterior con decisión, lo que no quiere decir que haya que atravesar la bola y
llegar al paño, el cual podemos romper (especialmente si no atacamos plano desde los 90
grados).
El massé debe ser un golpe acelerado, para lo cual será mas sencillo servirnos del juego de la
muñeca levantada que agarra el taco. Es importante saber que esa muñeca, además, tiene
relación con la dirección del ataque, el cual ha de ser recto o, en todo caso, debe alejarse del
centro de la bola conforme descienda el taco, ya que de lo contrario la pellizcaremos menos y le
costará volver e incluso no volverá.
Lo que a nosotros nos interesa conocer respecto a la toma de bola es que, en un massé,
perdemos la medida. Cuanto más levantemos más desplazaremos la bola de su trayectoria más
recta y directa, pero la recuperación de dicha trayectoria puede ser inmediata si el ataque es
suave y rápido. Es recomendable probar este exigente golpeo colocando una bola a un dedo
aproximadamente de las bandas de un rincón y atacar recto contra otro rincón levantando el taco
cada vez un poco más, para observar así la curva producida con mayor claridad. A su vez,
podemos hacer variaciones en otros factores como la velocidad, la dirección o la penetración y
lograr paulatinamente la superación de obstáculos que coloquemos en la mesa, por ejemplo
bolas de billar.
3.- EFECTO
El efecto es la rotación producida en una bola a consecuencia de un ataque en uno de sus
extremos que le hace rotar lateralmente conforme avanza.
El efecto, en palabras de José María Quetglas, no es un buen conductor del juego, y queda así
demostrado en numerosas modalidades, tanto en Carambola como en Americano. Una
excepción representa el Billar a Tres bandas, que necesita efecto en la mayoría de sus jugadas.
Así logramos que salga la bola jugadora despedida con mayor velocidad del contacto con la
banda, aunque siempre que mantenga el efecto favorable, contactando desde un ángulo
favorable y lo menos perpendicular posible. Por ejemplo, desde una banda hasta la más
próxima, con lo que conseguimos dar la vuelta a la mesa si golpeamos con la fuerza suficiente.
Si pretendemos el giro que dan las agujas del reloj (hacia la derecha) tendremos que atacar con
efecto de la derecha y viceversa.
La rotación de la bola se mantendrá aunque golpee contra una bola o una banda, pero
lógicamente el efecto se irá perdiendo progresivamente hasta incluso la totalidad, de forma que
la bola corra como si de una rueda se tratara, sin efecto alguno. Eso puede ocurrir en jugadas de
gran recorrido y poca toma de bola, pero no así en recorridos cortos donde carguemos gran
cantidad de bola y demos mucho efecto, pues la bola debería terminar muriendo dando vueltas
sobre sí misma.
Hay que tener en cuenta dos aspectos. Ambos relacionados con la rotación y ambos
explicados posteriormente con dibujos dada su dificultad. En primer lugar observar el cierre del
ángulo cuando atacamos con efecto “contrario”, y su posible recuperación posterior en un paño y
una mesa de calidad. Y algo muy similar ocurre con un retroceso con mucho efecto, que
cambiará la dirección que erróneamente pensamos tras contactar con la banda: con efecto
derecha saldrá despedida hacia la izquierda y viceversa.
En términos simples podemos decir que hay 3 tipos de ataques en función del efecto aplicado:
ninguno (cuando golpeamos en el eje vertical), máximo (cuando golpeamos en un extremo del
eje horizontal) y un efecto medio (al golpear entre ambos puntos). Pero además, podemos
matizar el golpeo con poco efecto y podemos tener dificultades a la hora de lograr el máximo
efecto porque golpeamos en el extremo y podemos pifiar, con lo que comúnmente damos
bastante efecto en lugar de máximo efecto.
Sin efecto (0) Poco efecto (1) Medio efecto (2) Bastante efecto (3) Máximo efecto (4)
A D B C
Si golpeamos con efecto y altura, según el golpe B, sobre la línea del ecuador (unos 45 grados
aproximadamente) lograremos una curva media. Ésta se producirá por el desplazamiento que le
provoca el taco durante el impacto, y por ello, cuanta mayor penetración haya del taco mayor
será la curva. Una vez termine el contacto y la inercia de rotación fruto del rozamiento con el
paño, la bola tomará una dirección rectilínea.
En caso de golpear con máximo efecto, como indica el golpe C, la curva será mayor, debido a
que el taco podrá estar durante mayor tiempo con la bola y la inercia la despedirá aún más. Será
más tarde pues cuando logre tomar una dirección rectilínea.
Finalmente comprobaremos el golpe D, que esta vez será unos 45 grados por debajo del
ecuador. La diferencia con el golpeo B está en que la rotación sobre el eje será sobre el mismo
lado del ataque (izquierda en este caso), mientras en el caso anteriormente citado la rotación se
da hacia el lado opuesto. Si el golpeo se hace con un buen pellizco, similar a un retroceso, la
bola puede recuperar la trayectoria con una curva contraria a la inicial.
Aunque no viene dibujada, la curva máxima la podemos lograr con un golpeo similar al D pero
inclinando el taco sobre la horizontal hasta un total de 90 grados. Se recomienda no realizar este
golpeo hasta no dominar perfectamente el mecanismo de ataque, pues de lo contrario podríamos
romper el paño. Y es que en muchos casos el taco llegará a golpear el paño. Es importante
lograr un pellizco con un movimiento del brazo trasero (superior), el cual puede realizarse
simplemente con la muñeca. Normalmente, los jugadores cambian la orientación de la mano a
partir de los 45 grados de inclinación, de forma que es más natural (será el pulgar y no el
meñique el dedo más próximo a la culata del taco).
La aceleración consiste en aplicar un rápido movimiento en un corto espacio, tanto antes como
después del golpeo de la bola 1. En Carambola tenemos como ejemplo la jugada de “esclate”,
con la que se pretende una curva de la bola 1 tras un violento contacto contra la bola 2. En
Americano el más claro ejemplo es el golpe “desacelerado”, que pretende evitar posibles
desnivelaciones de la mesa con un ataque muy bajo y rápido que le hará ganar espacio mientras
convierte la rotación hacia atrás en rotación hacia adelante. Se suele utilizar en largas distancias
y también es utilizado en juegos de serie de Billar de Carambola por el mismo motivo.
Y como ya hemos dicho, velocidad y fuerza no es lo mismo aunque lo parezca. Hay muchos
factores condicionantes, pero hemos de saber que con una buena penetración del taco sobre la
bola podremos desplazar a gran distancia la bola sin imprimirle mucha fuerza, dado que el taco
se mantendrá en contacto con la bola jugadora durante un espacio y tiempo mayor.
También es importante saber que toda la fuerza transmitida a nuestra bola jugadora se pierde
al contactar contra bandas y bolas. De hecho, a mayor cantidad de bola 2 tomada mayor
proporción de fuerza transmitida, que será total en caso de tomar bola llena. Este extremo puede
ser recomendable en numerosas jugadas de Billar Americano pero nunca en Billar de
Carambola. En Billar libre podemos llegar a necesitar casi tal extremo en determinados dibujos
que exigen dar recorrido a la bola 2 mientras hay que frenar la bola 1. En cambio, en Billar A
Tres Bandas nuestra bola necesita generalmente largos recorridos y es impensable dejar muerta
la bola.
Para transmitir fuerza a la bola no solamente es importante acompañar el taco junto a la bola
durante el mayor espacio posible, sino que también influirá la violencia (aceleración) del mismo,
así como su peso. Además, hemos de tener en cuenta que nuestro brazo trasero acompañará
mayor o menor peso del taco en función del lugar donde lo empuñemos. Me parece difícil tener
en cuenta tantos factores pero medirlos en tanto por 100 puede ser interesante.
0 50 100
Desplazamiento mínimo de la bola - Desplazamiento de ida y vuelta a lo largo de la mesa - Desplazamiento máximo de la bola
A. Normal
B. Fuerte
Bola 1
La dirección ó inclinación del taco es el ángulo con el cual ataca el taco a la bola en relación a
la plancha de la mesa. Dicho ángulo, además puede variar a lo largo del ataque al ser un
movimiento tridimensional.
A grandes rasgos, nosotros podemos atacar totalmente plano, así como inclinando la parte
delantera hacia abajo o, en el más complicado de los casos, con la parte delantera inclinada
hacia arriba. Esta última es más difícil por el impedimento que representan el marco y la plancha
(pizarra y paño) de la mesa, pero existe margen suficiente para aplicarse.
El ataque plano traerá consigo una reacción normal de la bola jugadora, mientras el ataque
inclinado provocará curvas tras el contacto entre la bola 1 y la bola 2. La inclinación hacia arriba
provoca una comba fruto de la rotación hacia adelante que tras chocar le hace volver hacia atrás
brevemente, mientras que un ataque inclinado hacia abajo provoca menor agresividad en el
impacto y una comba inversa. Para ello se puede comprobar atacando de ambas formas una
bola que esté en medio de la mesa con una cantidad de media de toma de bola.
1) Golpeo hacia abajo, por la izquierda (parte superior) 2) Golpeo hacia arriba, por la derecha (parte inferior)
Figura 20: Reacción de la bola 1 tras chocar contra la bola 2 según la inclinación del taco.
Figura 21: Dibujo de inclinación de la dirección del taco en la horizontal (i) y en la vertical (d).
6.- PENETRACIÓN
El golpe seco es el más corto, puesto que nuestro brazo se frena repentinamente en cuanto el
taco entra en contacto con la bola jugadora. Se puede jugar con diferentes alturas y efectos, pero
si queremos perfeccionar este golpeo hemos de situar 2 bolas a un palmo de distancia y
perfectamente encaradas contra una banda (podemos tomar como referencia una marca o
rombo del marco) y realizar una toma de bola llena golpeando en el centro, es decir, sin efecto ni
altura. Si atacamos correctamente nuestra bola quedará muerta tras pegar a la contraria, la cual
irá contra la banda y volverá en línea recta para chocar contra la bola jugadora.
Si golpeamos por encima del ecuador con golpe seco podemos confundirnos y pensar que
estamos realizando un golpe retenido, cuando realmente no es así. El golpe retenido también se
puede dar con diferentes alturas y efectos, pero lo que le caracteriza respecto al golpe seco es la
prolongación del contacto entre suela y bola jugadora. Entonces, en vez de quedar muerta en el
ejemplo anterior avanzará. ¿Cuánto? Un palmo o dos, o tal vez más, en función de la altura.
Si queremos un golpe alargado el tiempo y espacio de contacto entre suela y bola jugadora ha
de llevarse al máximo. Y para lograr el mayor avance hemos de golpear con mucha altura. En el
caso de enfrentar las bolas provocaremos un choque a través de un golpe corrido.
Y finalmente queda un golpe similar: el retroceso. Requiere una gran penetración, solo que en
lugar de golpear alto hay que golpear bajo, muy cerca del paño. Hay que tener cuidado para no
romper el paño, puesto que el taco no entra recto, sino que termina cayendo hasta el paño para
lograr la máxima rotación en sentido inverso a la dirección del golpeo. También hay que retirar el
taco al final del ataque para lograr mejorar el pellizco e, incluso, para evitar el retaqueo cuando la
bola jugadora y la bola objetivo están muy cerca (un palmo o dos).
5 Retroceso
Figura 22: Dibujo básico de penetración del taco, en función de la distancia recorrida.
V. LOS OBJETIVOS DEL JUEGO: LA TÁCTICA PARA LOGRAR EL
PUNTO, COLOCAR Y DEFENDER.
La dificultad del Billar estriba en que no solamente hay que conformarse con realizar el punto,
sino que a su vez hay que dejar una buena posición a posteriori en caso de conseguirlo y lograr
una mala posición para el contrario en caso de fallo, lo cual se denomina defensa y resulta tan
meritorio como el mejor de los ataques, solo que viene a ser generalmente menos vistoso.
Entonces, como hemos dicho, en cada tiro hemos de pensar bien lo que vamos a hacer y
dominar el recorrido de la bola a la que ataco y el de la bola contra la que contacta. En el caso
del Billar Americano hemos de tener en cuenta con mucha frecuencia los contactos posteriores
contra más bolas y en Carambola en cambio hemos de fijarnos, si podemos, en cómo
contactaremos contra la tercera y última bola en cuestión.
Uno siempre quiere tener un 100 por 100 de efectividad para lograr los puntos, pero eso no es
posible siempre, ni siquiera para algunos profesionales. Por ello, es importante conocer nuestro
nivel de juego y nuestro estado de forma para asumir riesgos. Defender es sacrificado y feo
incluso, pero puede ser determinante para ganar partidos. Es importante saber defender cuando
el juego queda en mala posición, pero puede ser igual de importante saber defender cuando
queda bien posicionado, puesto que el exceso de confianza o la mala suerte nos pueden jugar
una mala pasada.
Con lo dicho no estoy animando a ser defensivos continuamente, ni mucho menos. Lo que
recomiendo es estudiar con detenimiento cada posición y valorar las posibilidades de éxito de los
diversos dibujos que puedo realizar. De hecho, lo primero que he de hacer es seleccionar los
más realizables, aquellos que generalmente tienen un golpeo más sencillo.
Por muy bien que se nos den algunas ejecuciones de alta dificultad nuestro entrenamiento ha
de basarse en las posiciones más fáciles, salvo en el caso de Billar Artístico o de Fantasía.
Hemos de repasar las posiciones familia por familia para ver que puntos tienen mejor ángulo y,
por tanto, más posibilidades de consecución.
VI. INICIACIÓN AL BILLAR AMERICANO Y AL BILLAR DE
CARAMBOLA.
Está claro que ambas especialidades pertenecen a un mismo y maravilloso deporte, pero las
diferencias entre ellas son notables. Y las diferencias se mantienen incluso entre las diferentes
modalidades de cada especialidad, en especial en el caso del Billar de Carambola, donde solo
unos pocos maestros destacan en varias de ellas.
El Billar Americano es bajo mi punto de vista la mejor especialidad para comenzar la práctica
billarística, y en concreto la modalidad de Bola 8 es la más recomendable de todas sus
especialidades para iniciados. De hecho, es la más accesible en la mayoría de los lugares de
juego, aunque sería adecuado extender por completo el reglamento oficial, ya que es más fácil
que otras reglas antaño inventadas.
Figura 23: C. Cortés en plena sesión en un centro joven de Haro (La Rioja).
El Billar Americano es divertido, pues cuenta con numerosas y coloridas bolas que hay que
meter en 6 troneras que hay repartidas por los extremos de la mesa. Es, a priori, más sencillo
que el Billar de Carambola, pero la gran cantidad de competidores hacen más difícil llegar aquí a
la élite. Además, habría que establecer niveles de efectividad entre ambas disciplinas que
resultarían muy difíciles de medir.
El Billar de Carambola es exigente y precioso, tanto más cuantas más bandas sean necesarias
para conquistar el punto. No obstante, habría que calibrar promedios de juego corto con el resto
para saber de la dificultad de una y otra modalidad. Está claro que es mayor la efectividad a
Libre que A Tres Bandas, pero es complicado saber si es más difícil de conseguir una serie de
100 a Libre ó de 10 en Tres Bandas.
El Billar de Carambola también hay diferentes modalidades. Todas ellas tienen un mismo
objetivo: lograr que la bola a la que golpeamos contacte con las otras dos. En Billar Libre no hay
ninguna condición, pero sí en el resto. A la Banda y A Tres Bandas exigen hacer contactar a la
bola jugadora contra una y tres bandas, respectivamente. Eso sí, el orden no importa, con tal de
que los contactos se den antes del choque de la bola jugadora contra la última bola en cuestión.
En las Modalidades de Serie (Cuadro), se dibujan sectores en la mesa donde no se pueden
realizar más de 2 puntos consecutivos sin lograr sacar una de las bolas del cuadro en que se
encuentren. Todas estas modalidades penalizan fallos y faltas por igual con pérdida de turno,
salvo excederse en tiempo cronometrado que se sanciona con la posición de salida para el
contrario. El Billar Artístico es una modalidad espectacular en la cual no se corre turno, sino que
hay una serie de figuras de espectaculares recorridos y predeterminadas que se puntúan según
grado de dificultad y se pueden ejecutar hasta en 3 ocasiones en caso de fallo en su
consecución.
VII. ESPECIALIZACIÓN EN BILLAR A TRES BANDAS, UNA
MODALIDAD ESPECTACULAR.
Me resulta muy difícil ocultar mi modalidad preferida. Comencé jugando al Billar Americano,
concretamente a Bola 8, y lo compaginé con el Billar Libre durante 6 meses, momento a partir
del cual sería la modalidad de Billar A Tres Bandas la que pasaría a ganar terreno a las otras. En
apenas 3 ó 4 años dejaría la modalidad Libre para momentos esporádicos, aunque la tendría que
recuperar de cara a la docencia más adelante. El Billar Americano quedaría en un segundo
plano, tomando cada vez más importancia la modalidad de Bola 9, conforme se extendía la
competición en España. Durante algunos años apenas la practiqué pero de nuevo tendría que
retomarla de cara a la docencia y a la experimentación. Incluso por pique deportivo o,
curiosamente, por encontrarme ante mejor material y/o competiciones en Pool que en
Carambola.
Recomiendo probar la práctica y competición en varias modalidades para luego elegir aquella
que más nos enganche. Será positivo aprender aspectos técnicos y tácticos de diversas
modalidades, aunque finalmente habremos de decidirnos por entrenar una sola de ellas si
queremos llegar a lo más alto. Si tenemos muchas facultades para este deporte, como es el caso
del belga Frederic Caudron, entonces podremos ponernos con varias. Sin embrago, las
experiencias de un genio del Billar Snooker como Ronnie O´Sullivan en el Pool no han sido del
todo satisfactorias pese a ser una modalidad de “menor” dificultad. Por ello, hemos de valorar si
el esfuerzo requerido para entrenar otras modalidades se verá recompensado con resultados
satisfactorios.
Una vez que dominamos varios aspectos teóricos y prácticos del Billar hemos decidido
aprender a jugar Billar A Tres Bandas. En primer lugar hemos de conocer y cuidar el material
sobre el que jugamos. La mesa ha de estar limpia y caliente (30 a 35 ºC, según humedad
ambiental) porque ello repercutirá en la velocidad y la toma de efectos notablemente, y asimismo
repercutirá en las trayectorias de las bolas (cuadraje de ángulos: cierre/apertura). Algo similar
ocurrirá con las bolas, las cuales pueden desvirtuar en exceso dichas trayectorias si se limpian
con demasiada cantidad de producto químico (pulimento es lo más recomendado). Y por último
el taco, cuyo peso y diámetro de suela ideales vienen a rondar los 520-540 g. y 11,5-12 mm.
Manguito y guante pueden venirnos bien si nuestras manos sudan bastante. La suela puede ser
más o menos dura, pero siempre hemos de cuidar su aspecto, como también hemos de buscar
una tiza con un acertado grado de humedad.
A partir de aquí nos pondremos a diseminar la modalidad. Dado que tenemos infinidad de
dibujos posibles sobre una mesa de 6 metros cuadrados, lo mejor posible es agrupar la mayoría
de ellos en familias: rodadas y lujos, cabañas y simetrías, pasebolas y recodos, reanversés,
dobletes, repeticiones y masés.
Para los primeros, de ataques generalmente uniformes, altos y planos, utilizaremos sistemas
matemáticos (ej. Ceulemans, Tuzul, etc.). Para los últimos golpeos citados no podremos contar
con precisiones matemáticas y por tanto esas limitaciones teóricas conllevarán una exigencia de
mayor destreza práctica. Mientras el dominio de las primeras familias nos aportará mayor
efectividad en la consecución de puntos (y con ello de promedios realizados), los puntos más
“artísticos”, difíciles y espectaculares provocarán los mayores reconocimientos del público y
harán subir nuestra autoestima, incluso cuando estemos solos.
VIII. LA PREPARACIÓN FÍSICA: MANTENER UNA BUENA SALUD
PARA JUGAR MEJOR.
No hay que ser decatleta para jugar al Billar, pero convendremos en que, para desarrollar
cualquier actividad en la vida hay que cuidarse. No solamente por los requerimientos físicos de
este deporte, sino más bien por la repercusión mental que tiene. Para jugar al Billar bien hay que
estar a gusto, hay que estar en paz con uno mismo y nada mejor que un mínimo esfuerzo diario
para conseguirlo.
En función de nuestros objetivos deportivos podremos exigirnos una preparación física mayor o
menor: desde andar un buen rato hasta una hora de ejercicio intenso de atletismo, ciclismo o
natación hay muchas posibilidades. Pero eso sí, es conveniente realizar ese ejercicio tras la
práctica billarística o, al menos, dejar pasar unas cuantas horas si el ejercicio físico es previo. Si
dicha actividad no requiere mucho esfuerzo apenas se dejará notar en el rendimiento billarístico
pero llegar agotado a una mesa de Billar es lo peor que podemos hacer, aún cuando tengamos
muchas ganas de jugar.
Cuando era considerado deportista de “élite” en Castilla y León hacía ejercicio físico un mínimo
de 2 días por semana. Nunca pisé un gimnasio para realizar pesas, pero sí podía hacer entre 10
y 20 km. de bicicleta ó entre 6 y 7 km. de carrera en unos 30 minutos. Es importante realizar
estiramientos antes y después del ejercicio, el cual nos hará eliminar grasa siempre y cuando el
esfuerzo sea prolongado. De nada servirá un trabajo explosivo y anaeróbico, pues en el Billar
hemos de trabajar el fondo.
Figura 24: El atletismo es uno de tantos deportes que pueden complementar la actividad billarística.
Una partida de competición puede venir a durar entre 1 hora y 1 hora y media en Pool,
mientras en Carambola puede pasar de 2 y 3 horas. Pero es que podemos llegar a jugar hasta 3
o 4 partidos al día de Pool y hasta 2 o 3 partidos de Carambola. La preparación para ello y la
recuperación entre partido y partido es fundamental.
En primer lugar, hay que dormir lo mejor posible (con medicación si fuera necesario por
razones de salud) y levantarse con más de una hora de antelación a la hora del partido si fuera
matutino. Desayunar bien aunque sin pasarse y andar para bajar la comida y relajarse. Lo mismo
ocurrirá en las comidas, que han de distar al menos 2 horas del comienzo del partido. También
conviene estar con más de 15 minutos de antelación al partido para adecuarse a las condiciones
ambientales de la sala. Los estiramientos son más que recomendables para tener soltura en el
golpeo.
Una vez comenzado el partido se recomienda beber agua o bebidas isotónicas de forma
moderada y, en caso de debilidad, se recomienda consumir caramelos que nos aporten azúcar y,
por tanto, una subida temporal de glucosa que nos dará un empujón físico. El chocolate o las
frutas como el plátano cumplirán la misma función.
IX. LA PREPARACIÓN PSICOLÓGICA: CONCENTRACIÓN,
MOTIVACIÓN, RELAJACIÓN Y TENSIÓN, ETC.
No todos podemos ser campeones del mundo, pero si podemos convertirnos en verdaderos
especialistas en algo si le dedicamos tiempo e ingenio. Está claro que hay que echarle horas de
las que no siempre disponemos y que hacen falta aptitudes además de una actitud positiva.
Desde que empezamos a jugar al billar vamos aprendiendo conceptos que llevamos de la
teoría a la práctica. Si tenemos a nuestro alcance publicaciones impresas o digitales
avanzaremos más rápido que por libre y si tenemos la suerte de tener cerca un maestro (ya sea
un monitor, un técnico o un entrenador) será aún mejor. Eso sí, de nada valdrán los
conocimientos a nuestro servicio si no ponemos esfuerzo por nuestra parte. Si uno juega al billar
es porque le gusta y, como en cualquier otro deporte, el afán de superación de uno mismo ha de
anteponerse a la comparación con rivales.
Yo no he logrado ganar ni un torneo mundial ni uno siquiera nacional, pero mi gran afición por
el Billar me ha hecho no tirar nunca la toalla. Tras una pausa obligada por causas de salud
ajenas a lo deportivo he retomado mi actividad como docente, y mi inquietud por completar
conocimientos para lograr mejorar el aprendizaje me ha llevado a desarrollar esta publicación.
En un par de ocasiones creí haber visto mi techo como jugador y en un par de veces me
equivoqué porque superé el rendimiento esperado, aunque solo fuera temporalmente.
Merece la pena volver a jugar uno y otro día porque siempre podremos deleitarnos con una
buena jugada, aunque no consigamos superar continuamente series de puntos y/o promedios de
efectividad. Es imposible por simple probabilidad matemática y lo es más porque nuestra
exigencia nos crea una presión añadida. No siempre van a quedarse las bolas “a huevo” y,
aunque así quedaran, fallaríamos tras confiarnos y no prestar la debida atención.
Así pues, qué mejor que trabajo y humildad para crecer billarísticamente paso a paso. Es
normal que nuestras buenas actuaciones pasen desapercibidas, sobretodo si las establecemos
como objetivos. En cambio, las derrotas o las victorias con mal juego harán mella en nosotros
más de lo debido. Curiosamente, acostumbramos a relacionar el acierto en el juego ofensivo con
el mayor éxito a pesar de tener el mismo valor el logro de un buen juego defensivo.
Es importante plantearse objetivos coherentes: participar y evitar quedar farolillo rojo, pasar
grupos o fases de clasificación, lograr campeonatos o podiums. Hemos de afianzarnos primero
en pruebas locales, posteriormente en regionales y finalmente en nacionales, hasta llegar a una
soñada prueba internacional. Sin embargo, ante la falta de competición en ámbitos próximos
pienso que se puede saltar al mayor. Esto me ocurrió personalmente y, aunque tal vez me faltó
preparación en algunos casos, casi siempre resultó ser una experiencia positiva.
X. LA COMPETICIÓN OFICIAL: CÓMO LLEGAR A SER UN
MAESTRO.
Una vez que hemos visto diversos aspectos para la preparación de un jugador de Billar, parece
que me queda algo por contar, alguna aportación acerca de los métodos de trabajo que he ido
utilizando a lo largo de los años.
En primer lugar, hemos de estar convencidos de que nos gusta el Billar. Un día jugarás mejor y
otro peor, en ocasiones lograrás ganar un campeonato y otras veces te irás para casa a las
primeras de cambio. Pero cada día, esté solo o acompañado, disfrutarás en mayor o menor
medida golpeando a las bolas. Porque cada día no puedes jugar mejor que el anterior a lo largo
de toda tu vida, pero cada día puedes mejorar en algo y lograr al menos una jugada que te de
satisfacción personal. Todo esto es importante recordarlo porque, a través de la constancia se
consiguen los resultados, aunque unos tengan más facilidades que otros para conseguirlos.
Figura 25: J.M. Quetglas dirige, en presencia de S. Díez, una sesión del C.P.T.D. de Castilla y León en Valladolid.
Una vez que sabemos que nos gusta practicar este deporte, hemos de planificar el trabajo. Es
bueno elegir un horario fijo de juego o entrenamiento, al cual no lleguemos agotados (ya sea por
trabajo o, especialmente, por otras actividades físicas más agotadoras). Tampoco nos importará
estar solos o acompañados, aunque lo ideal es tener 1 ó 2 compañeros de entrenamiento.
Partidos
Los 33 partidos disputados son registrados con carambolas propias y del oponente, así como
el promedio de ambos, que es visible en el gráfico adjunto. Consideramos positivamente (en
verde) la victoria y negativamente (en rojo) la derrota. Pero además, en base a nuestra exigencia
(variable), decidimos considerar mal partido (rojo) aquel con coeficiente inferior a 0,750 y un
partido bueno (verde) a partir de un coeficiente 1,000. Por medio queda un partido regular
(amarillo) entre 0,750 y 1,000. También deberíamos considerar la diferencia de puntos respecto
al rival, la cual se observa en el gráfico y será más probable que resulte positiva cuanto mayor
sea el coeficiente de efectividad logrado.
Marcas de Competición 2004/05 de Carlos Cortés
2,000
1,800
1,600
1,400
Promedios
1,200
1,000
0,800
0,600
0,400
0,200
0,000
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33
Partidos
Yo Opte.
Este sistema es posible seguirlo tanto en Billar de Carambola como en Billar Americano, solo
que este último se limita a contabilizar juegos únicamente en competición oficial. En cambio,
podemos hacer un seguimiento en partidos amistosos y llevarlo a la competición con ayuda de
un familiar y/o amigo. No obstante, no hemos de obsesionarnos puesto que el factor suerte y la
táctica del contrario y/o propia pueden depararnos posiciones más difíciles y, por tanto,
coeficientes más bajos que lleven o no aparejada una victoria. Podremos hacer un seguimiento a
lo largo de una prueba o una temporada (individualmente o agrupados, como se recoge a
continuación).
A fin de orientar a aquellos jugadores con interés por la docencia y el crecimiento de este
deporte, podemos informar de puntos a concretar para poner en marcha una Escuela Municipal
de Billar. En 2003 coordiné la primera EMB en Valladolid gracias al acuerdo de Ayuntamiento y
Federación Regional. No obstante, lo lógico es hacerlo a nivel de Club y éste puede llegar a
acuerdos también con Universidades, Centros Jóvenes, Centros de Mayores, etc.
Para ejercer docencia será necesario tener una titulación a nivel regional o nacional, ya sea de
Monitor, Técnico o Entrenador de Alto Rendimiento. Asimismo, habrá que redactar una
programación de contenidos (reglamentos, mecanismo, técnica, táctica, preparación física y
mental, etc.) para uso personal y habrá que realizar una Memoria de la actividad tras su
finalización.
En Valladolid, a
REUNIDOS:
De otra parte, Don JOSÉ SORIA BIELSA con DNI 23.561.202 W en calidad de Presidente de la
Federación Territorial de Billar, entidad inscrita en el registro de Asociaciones Deportivas de la
Junta de Castilla y León con el número FCL 44, domiciliada en Soria, Pza. Portillo nº 2. D.P.
42001 y con CIF G 24270027
EXPONEN:
1. Que en el Decreto 107/96 de 22 de Abril, de la Consejería de Educación y Cultura de la Junta
de Castilla y León se establece la Delegación de funciones en materia de promoción
deportiva a los Ayuntamientos de ciudades de más de 20.000 habitantes, habiéndose
aceptado la citada Delegación por acuerdo plenario de fecha 10 de julio de 1996, del Excmo.
Ayuntamiento de Valladolid.
2. Que la Fundación Municipal de Deportes del Excmo. Ayuntamiento de Valladolid, tiene como
finalidad estatutariamente establecida, la promoción y fomento del deporte en todas su
manifestaciones, en la ciudad de Valladolid.
3. Que el Ayuntamiento de Valladolid, a través de su Fundación Municipal de Deportes, viene
realizando el programa “Cursos Deportivos” en el que, desea incorporar la promoción del
Billar
5. Que la Ley 2/2.003 del Deporte de Castilla y león, de 28 de marzo, establece en sus art. 10 y
13 que las Federaciones Deportivas de Castilla y León son entidades privadas que, “sin
ánimo de lucro, con personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar”, tienen “por
objeto primordial o complementario la promoción y desarrollo de una o varias modalidades
deportivas, la práctica de las mismas por sus asociados, así como la participación en
actividades y competiciones deportivas.”
6. Que existe un interés común, entre ambas entidades, para propiciar un correcto fomento y
promoción del Billar entre jóvenes y adultos acordando al efecto la colaboración conforme a
las siguientes
ESTIPULACIONES:
PRIMERA: Es objeto de este Convenio, regular la colaboración entre las dos entidades
firmantes para el desarrollo de la actividad de Billar en el programa Cursos
Deportivos, en la ciudad de Valladolid durante el año 2.005.
SEXTA: El presente Convenio tendrá vigencia hasta el día 30 de Diciembre del año 2.005
La vigencia del Convenio queda condicionada a la aprobación definitiva del
Presupuesto de la Fundación Municipal de Deportes para 2.005 y a la existencia
de crédito adecuado y suficiente en su aplicación presupuestaria
03./452.1.1/489.02 para hacer frente a los compromisos de gasto establecidos
en la Estipulación Tercera del Convenio.
- 5 minutos de una más que conveniente calentamiento (dando tiempo así a llegar al alumnado).
- 10 a 20 minutos de partida al final (más tiempo libre con menores que con adultos).
* Si hablas tú solo se aburren y no vuelven, pero si les das libertad total no aprenden.
Aspectos pedagógicos:
- Es importante que cada alumno realice entre dos y cinco intentos, falle o no falle (raro). Es
recomendable que repitan ejercicio aquellos que pasaron ronda sin conseguirlo, pero no hay que
estancarse y se puede probar uno similar.
- Es importante premiar sus aciertos y errores (una buena ejecución o esfuerzo pueden ser más
importantes que la consecución del punto).
- Dar la palabra a los alumnos para presentarse y saber de su experiencia con el billar.
- Hablar de la evolución del billar para exponer sus distintas modalidades partiendo de Libre.
- Enseñar la posición general del cuerpo, parte por parte: pies, piernas, tronco, brazos y cabeza,
tanto desde el paño como desde la banda. Sin bolas.
- Enseñar posiciones diversas, modélicas, que no tienen por qué ser reales ni han de pretender
la consecución de un punto en una partida, pues el objetivo puede no ser el ideal o adecuado.
- Se trata de ejercicios de billar americano o “rusas” cuando contamos con tres bolas.
- Realizar golpeos con diversa cantidad de efecto (y altura) observando las diferentes curvas que
realiza la bola 1, así como el posible efecto transmitido a la bola 2. Es posible introducir buenos y
sencillos ejemplos de billar a 3 bandas.
- Aunque ya se han podido solapar, pueden darse ejemplos sencillos de velocidad, mientras la
dirección y penetración del taco pueden resultar bastante más complicados.
- Una competición final es recomendable para que monitor y alumnos sean conscientes de una
posible división del grupo: iniciación y perfeccionamiento, así como una especialización
(pool/carambola). Además, motivará a varios alumnos para realizar más sesiones de práctica y
con un mayor nivel de exigencia.
- Botella (primero fácil con botella de agua, posteriormente más complicado con la de coca cola),
acercamiento (desde el rombo 2 golpear contra la banda contraria y arrimarla a nuestra banda
corta), salida (más fácil en pool, más difícil en carambola), choque frontal de bolas (seco, corrido,
retroceso) sin efecto y con máximo efecto, golpe seco de lleno y llevar por 3 bandas la bola 2 a
un folio de papel, choque de media bola (45+45 grados=90º) y de fina (10+80 grados), choque
de tres cuartos ( 67,5º) y un cuarto de bola (22,5º), apuntar a banda con diferentes velocidades,
etc….
ESCUELA
DE
BILLAR
© Por Carlos Cortés
Observaciones:
Colocados frente a la mesa, agarramos el taco con la mano trasera a
unos cm. de la culata. Giramos el pie trasero hasta que forme ángulo
recto (90º) con el taco y abrimos la pierna delantera unos 70º, ángulo
similar al que seguirá nuestro brazo delantero al apoyarse en la
mesa y soportar el taco. Flexionaremos las piernas ligeramente,
cargando algo más de peso sobre la trasera, de forma que nuestros
glúteos salen al flexionar la espalda. Así, el tronco se adaptará a la
posición que requiera la cabeza en función de la altura. La cara
quedará virtualmente dividida por la trayectoria del taco (la barbilla
es buena guía) y nuestro brazo trasero formará un ángulo recto
respecto al taco (agudo en pool) . La mano delantera recogerá el
taco abierta (en pool) flexionando el dedo índice y elevando el
pulgar; o bien lo sujetará con un anillo que ambos dedos formarán
tocando sus yemas y apoyándose sobre los otros tres dedos
(carambola). Un ejercicio muy ameno que consiste en realizar el
limaje sobre una señal (rombo) de la mesa, bien sin mano de apoyo
o bien con ella simplemente de guía.
Observaciones:
Observaciones:
Observaciones:
Observaciones:
Observaciones:
Observaciones:
5 Retroceso
0% 25% 100%
Observaciones:
5 Retroceso
Observaciones:
bisectriz
Observaciones:
10
Este sistema es muy sencillo y es aplicable en
15 varias modalidades, incluso para Tres Bandas.
20
Al atacar nuestra bola la proyección del taco nos
marca un punto en el marco de la mesa que
indica el punto de salida, a la que habrá que
restar el punto de llegada que estimaremos de la
bola. Esa cifra hemos de dividirla por la mitad y
BOLA 1: ALTURA Y EFECTO
nos dará la numeración donde apuntar en la
banda contraria. En trayectos por una banda
(arriba) se
20
10
5
Observaciones:
20 10 5 0
5 Retroceso
Observaciones:
5 Retroceso
80
70
60
50 45 40 35 30 25 20 15 SALIDA
80 70 60 50 40 35 20 10 LLEGADA
SISTEMA TÜZÜL
0 0
5 10
10 20
15 30
20 40
23 24 26 28 30 32 35 38
10
15
0 10 20 40 SALIDA / LLEGADA
ATAQUE
30
20
10
0
30 25 20 15 10 5 ATAQUE
SALIDA / LLEGADA
JOSÉ ARGÜELLO (PASEBOLAS I)
-3
-2
-1
0 1 2 3 4
-3
-1
4 4
0
-4 -3 -2 -1 0 1 2 3
SISTEMA PLUS
0 1 2 3 4 5 6 7 8
SALIDA / LLEGADA
ATAQUE
SISTEMA 1,5
0 1 2 3 4 5 6 7 8
SALIDA / LLEGADA
ATAQUE
PARALELAS // 4-8-12
0 4 8 12 16 20 24 28 32 SALIDA
(SALIDA - LLEGADA) / 2
0 10 20 30 40 50 60
SALIDA / LLEGADA
MEXICANA (ARTÍSTICO)
3x Diferencia = Ataque
Ataque en función de diferencia
8 7 6 5 4 3 2 1 0 Diferencia