Sei sulla pagina 1di 13

FILOSOFÍA 1

Siempre que una persona se encuentra frente a una palabra, ciencia,


asignatura que no conoce; es conveniente recurrir a la etimología de ese
concepto para buscar en sus raíces el significado. En el caso del concepto
Filosofía, su etimología está en el griego: filo= amigo o amor y, Sofía =
sabiduría. Esto es lo básico, lo primero que debe saber quien pretende
asomarse al entendimiento de tan magna empresa, como lo es, estudiar,
entender, hacer filosofía.
Basados en esta primera información etimológica ya se puede iniciar una
aproximación a entender lo que es filosofía. Los primeros filósofos que
asumieron esa categoría se definieron así mismo como “amigos, amantes
del saber”; lo que a ellos les preocupaba era buscar respuestas, hacerse
preguntas e intentar responderlas, con el único propósito de acercarse a la
verdad. Desde esta perspectiva, la filosofía constituye una superación del
mito, dado que el hombre primitivo, que no tenía una explicación para los
fenómenos que sucedían en su entorno y a ellos mismo; recurrió, en
primera instancia a explicarlos y justificarlos con narraciones fantásticas e
imaginarias en las que los dioses y seres poderosos eran los responsable
de todo el acontecer cotidiano. Al dejar de lado las explicaciones
mitológicas, el filósofo busca responder de manera lógica-racional,
intentando fundamentar por qué las cosas son como son y por qué no son
como no son.

Lo esencial de toda filosofía está en la búsqueda de respuestas a todas


aquellas interrogantes profundas de la existencia humana, interrogantes
que son parte de nuestra vida y también de nuestra muerte. No me diga
que nunca se ha planteado preguntas tales como: ¿quién soy yo?, ¿de
dónde vengo?, ¿por qué existo?, ¿cuál es el sentido de la vida humana?,
¿cuál es el sentido de mi propia vida?, ¿por qué vivir, amar, sufrir,
morir…? Estas y tantas otras interrogantes son las que nos impulsan a
filosofar, a pensar, a reflexionar y encontrar una razón de ser, un sentido a
la existencia.
Por otro lado alguien podría decir: ¿para qué hacerse tantas preguntas,
para qué complicarse la vida, no será mejor vivir tranquilos, pasarlo
bien y punto? Ante dicho planteamiento, se podría responder diciendo
que, todo ser humano, por el sólo hecho de ser persona y poseer
facultades como la inteligencia y la libertad “debe”, para estar cumpliendo
con su naturaleza y esencia, utilizar esos dones tan preciados que lo hacen
distinguirse de las demás criaturas, de los seres no pensantes, de los seres
no libres. Todo ser humano está, en cierta medida, condenado a construir
su destino, a darle un sentido a su vida, a encontrar las respuestas que lo
conduzcan a la realización de una vida más plena, más feliz. Esta idea es
hermosamente desarrollada por Machado en su poesía, la que luego J.M.
Serrat hace canción: “Caminante no hay camino se hace camino al andar…
Golpe a golpe, verso a verso…”
Otra forma de concebir a la filosofía es como “una forma de
vida”, llamada también “filosofía de vida”, es decir, cómo un determinado
individuo enfrenta las diferentes circunstancias de la vida, cómo se para
frente a los hechos que le corresponden vivir, cómo responde ante las
alegría y la penas, los éxitos y los fracasos, la vida y la muerte. Todo esto
se traduce en una forma de pensar y actuar de manera coherente y
fundamentada ante todas y cada una de las circunstancias. Toda persona
debería llegar, en un momento de su existencia, a tener clara su filosofía
de vida: “este soy yo, así soy yo, esto es lo que pienso, esto es lo que
quiero, esto es lo que espero”. (¿Lo tienes claro?).
También pertenece al campo de la filosofía el ejercicio del libre
pensamiento, de la actitud crítica y reflexiva (que tanta falta le hace hoy a
la juventud chilena), liberador de irracionalidades que oscurecen nuestro
pensar, tales como las supersticiones, mitos, falacias o absurdos.

Toda filosofía, sea de la línea de pensamiento que sea tiene como punto
central: “la búsqueda de explicaciones últimas de la realidad y del sentido
de la vida”, esa es la esencia de la filosofía, la que puede resumir en los
siguientes conceptos: querer saber, pensar, reflexionar, tener actitud
crítica, preguntar, ser curioso como lo son los niños, no perder la
capacidad de asombro, tener siempre, a flor de piel, el “por qué” de todo.
¿Y para ti, qué es la filosofía?
¿Qué es la Psicología?
La psicología es el estudio científico del comportamiento y de
los procesos mentales.

Vamos a considerar esta definición por palabra.

El término “psicología” proviene de las palabras psyche (alma) y logos


(estudio), y revela que la definición, en sus orígenes, se refería al estudio
del alma (más tarde, de la mente).

Un estudio científico implica el uso de herramientas tales como: la


observación, la descripción y la investigación experimental para reunir
información y posteriormente organizarla.

El comportamiento incluye, en su más amplia definición, aquellas


acciones que se pueden observar con facilidad, tales como la actividad
física y la expresión oral, así como otros “procesos mentales”, que no
pueden ser observados directamente, tales como: la percepción, el
pensamiento, el recuerdo y los sentimientos.

Los psicólogos realizan la descripción del comportamiento,


intentan explicarlo, predecirlo y, por último, modificarlo para
mejorar la vida de la gente y de la sociedad en general.

En cierto sentido la historia de la psicología data de la antigüedad, de


cuando filósofos y líderes religiosos se preguntaban sobre la naturaleza
humana e intentaban explicar el comportamiento humano. Sin embargo,
la psicología como ciencia es una disciplina mucho más joven, tiene poco
más de 100 años.

La psicología es, en efecto, hija de los padres: la filosofía (la búsqueda


de sabiduría a través del razonamiento lógico) y la fisiología (el estudio
de los procesos vitales de un organismo, tales como la respiración, la
digestión y la reproducción).

Durante los siglos XVIII y XIX los investigadores fisiológicos emplearon


el microscopio, recientemente inventado, para examinar animales y
cadáveres humanos, realizando importantes descubrimientos sobre la
función de la médula espinal, la naturaleza eléctrica del impulso nervioso
y otros mecanismos biológicos.

Casi todos los pioneros de la psicología experimental en Alemania


estudiaron medicina o fisiología. La búsqueda de la psicología para
entender cómo piensan, sienten y actúan las personas, sigue basándose en
el conocimiento de la biología humana. Y es así como será nuestro
caminar durante este año el asignatura de filosofía y psicología.
El sentido de la Filosofía

Muchas personas saben lo que la palabra filosofía significa, pero desconocen su


estructura verbal. Está formada por las palabras griegas “philo” y “sophia“, que
significan “amor a la sabiduría”. Filósofo es el amante de la sabiduría. Pero la
filosofía fue poco a poco transformándose de un simple afán o de un simple amor a
la sabiduría, a “la sabiduría misma”; o sea la filosofía fue vista como la sabiduría
misma. Y aquí nos encontramos ya con el primer problema: si la filosofía es el
saber ¿qué clase de saber es el saber filosófico?

La disposición de ánimo de la filosofía: el asombro


El método de la filosofía puede, en efecto, definirse, describirse; pero la definición
tiene que de él se dé, la descripción que de él se haga, será siempre externa, ya que
no tendrá contenido vivaz, no estará repleta de vivencia, si nosotros mismos no
hemos practicado ese método.

Para abordar la filosofía, para entrar en el territorio de la filosofía, una primera


disposición de ánimo es absolutamente indispensable. Es absolutamente
indispensable que el aspirante a filósofo se haga bien cargo de llevar a su estado
una disposición infantil; el que quiere ser filósofo necesitará infantilizarse, hacerse
como niño pequeño.

¿En qué sentido se afirma que el filósofo debe hacerse un niño pequeño? Se hace en
el sentido de que la disposición de ánimo para filosofar debe consistir
esencialmente en percibir y sentir con todos sus sentidos, tanto en el mundo de la
realidad sensible como en el mundo de los objetos ideales, problemas, misterios;
admirarse de todo, plantarse ante el universo y el propio ser humano con un
sentimiento de estupefacción, de asombro, de curiosidad insaciable, como el niño
que no entiende nada y para quien todo es problema.

Esa es la disposición primaria que debe llevar al estudio de la filosofía el


principiante. Dice Platón que la primera virtud del filósofo es
asombrarse (“Thaumatzein” -dice en griego-de dónde viene la palabra admirarse),
sentir esa divina inquietud que hace que dónde otros pasan tranquilos, sin ver
ningún problema, el que tiene una disposición filosófica está siempre inquieto,
intranquilo, percibiendo en la más mínima cosa problemas, misterios, incógnitas
que los demás no ven.

Aquel para quien todo resulta muy natural, para quien todo resulta muy fácil de
entender, para quien todo resulta muy obvio, ese no podrá nunca ser filósofo.

El filósofo necesita, pues, una dosis primera de infantilismo; una capacidad de


admiración que el hombre ya hecho, que el hombre ya endurecido y viejo no suele
tener. Por eso Platón prefería tratar con jóvenes, a tratar con viejos. Sócrates, el
maestro de Platón, andaba entre la juventud de Atenas, entre los niños y las
mujeres. Realmente, para Sócrates, los grandes actores del drama filosófico son los
jóvenes y las mujeres.

Ese asombro, pues, es una fundamental disposición para la filosofía. Y resumiendo


esta disposición, podremos definirla hora, ya de un modo conceptual, como la
capacidad de problematizarlo todo, de convertirlo todo en problema.
El paso del Mito al Logos, el nacimiento de la filosofía
Normalmente se habla del “paso del mito al logos” como una clara superación del
mito, por parte de la filosofía.

Si bien es cierto que hay un cambio de concepción en la nueva forma de


explicación, también es cierto, que la filosofía no supuso la eliminación del mito,
puesto que ambos convivieron durante mucho tiempo. La filosofía estuvo reducida
a un grupo de personas “selectas” a la vez que el mito siguió jugando su función
social en la mayoría de la población.

Por otro lado, las primeras formas de explicación filosófica mantuvieron muchas de
las características propias del mito, con lo que, aunque realmente se produjo un
cambio importante, muchos elementos permanecieron. Esto es hasta cierto punto
lógico, los cambios suelen ser mucho más graduales que revolucionarios, aunque
muchas veces, por querer mostrar las novedades, acentuamos lo novedoso más que
los elementos que se conservan.

Por otro lado, cabe también preguntarse, ¿qué novedades aporta la filosofía y qué
aspectos mantiene del mito?

No cabe duda que una de las causas de la aparición de la filosofía fueron los propios
límites o insuficiencias del mito, por ese motivo, los primeros filósofos griegos se
ocuparon en criticarlo.

Probablemente, uno de los aspectos más débiles del mito, desde una perspectiva
práctica era su concepción arbitraria, caótica e irregular de los acontecimientos.
Con una visión así de las cosas no se pueden predecir o prever los acontecimientos.
Recuerda como, para solventar esta situación, se solía acudir a los oráculos y
pitonisas a fin de poder predecir qué es lo que iba a ocurrir en un futuro.

Por otro lado, los dioses mitológicos se parecían mucho a los seres humanos. Esto
hizo pensar a los filósofos, que quizás los mitos no fueran más que imaginaciones
humanas. Empezaron a cuestionarse tanto las explicaciones que daban los mitos
como las pautas de conducta que ofrecían. Aunque los primeros filósofos siguieron
manteniendo un carácter “espiritual” o “casi divino” de la naturaleza, sin embargo,
le otorgaron unas características más abstractas y menos humanas.
La explicación racional apareció por una serie de incongruencias propias del mito,
pero también intervinieron otros factores que facilitaron su aparición.

Circunstancias que favorecen la actitud filosófica:

 El contacto con otros pueblos. Geográficamente la filosofía se cultiva y


desarrolla en la zona de expansión griega por el Mediterráneo.
Fundamentalmente en dos ámbitos: las colonias jónicas (situadas en Asia
menor, en la actual Turquía: ciudades como Mileto y Éfeso) y las colonias
itálicas (la actual Sicilia). A partir del siglo VI a. n. e. los griegos incrementan su
contactos comerciales con otros pueblos. Los viajes no sólo traen consigo
nuevos conocimientos técnicos y geográficos sino que, fundamentalmente,
suponen el conocimiento de otras civilizaciones y formas de vida que llevan a la
convicción de que cada pueblo y cada etnia se representan a los “dioses” de una
manera distinta. El comercio y los intercambios culturales favorecen la
relativización de las visiones del mundo “locales” en favor de una visión
“universal”. Grecia es un escenario abierto: la filosofía es lo contrario de la
mentalidad cerrada (“dogmática”)

 El contacto con el Oriente Próximo. Aunque haya que descartar la tesis del
origen oriental de la filosofía, no obstante es innegable que los griegos se
aprovecharon de elementos culturales, principalmente matemáticos y
astronómicos, del Oriente Próximo. De hecho, las primeras expresiones de la
filosofía surgen en Asia Menor, la región griega más en contacto con Fenicia,
Egipto y los pueblos mesopotámicos.

 La ausencia de textos sagrados y de estructura y organismos


religiosos posibilitó su crítica. Al no existir un cuerpo dogmático de doctrina y
una estructura eclesiástica, toda interpretación o crítica se encuentra con menos
oposición.

 La plasmación literaria del mito facilitó una menor adaptación del mito a
las nuevas realidades sociales. Uno de los aspectos que otorga mayor
dinamismo al mito es la inexistencia de versiones escritas. Al no tener una
referencia escrita y trasmitirse oralmente, el mito va cambiando y adaptándose
a las nuevas circunstancias, sin que la comunidad social a la que pertenece sea
consciente de dichos cambios (no existe un documento que permita cotejar los
cambios). Al plasmarse en forma literaria el mito perdió su capacidad de
adaptación.

 La posibilidad de cotejar las ideas del mito con la experiencia. Según


afirma Jaeger (especialista en filosofía griega), sobre todo en relación con
la Teogonía de Hesiodo, estas ideas cosmogónicas pueden confrontarse con la
experiencia y someterse a la crítica empírico-racional.
 La circunstancia política. A partir del siglo VI a. C. tiene lugar en todo el
mundo griego una honda transformación social que culmina en los siglos V y IV
a. C. La peculiar organización social de los pueblos griegos agrupados en
Ciudades-Estado (Polis), que gozan de autonomía administrativa, permitirá la
puesta en práctica de distintos modos de organizar la convivencia, entre los
cuales la mayor novedad es el sistema democrático. En la mitad del siglo V en
Atenas nos encontramos con el apogeo de este sistema de gobierno, que
reconoce la igualdad de los ciudadanos ante la ley (Isonomía) y el derecho a
hablar y ser escuchado en la Asamblea y a participar en el Consejo de Gobierno
(Isegoría) . En definitiva, la experiencia política de los griegos fue la que les
capacitó para desarrollar “teorías” políticas, teorías encaminadas a dar
respuesta a cuestiones acerca del origen y fundamentación de las costumbres y
las leyes, acerca del mejor modo de vida asequible a los seres humanos… Las
leyes y costumbres dejarán de ser comprendidas en el lenguaje mítico para
requerir una justificación puramente racional, es decir, filosófica.

La razón, logos, o filosofía


Como hemos venido viendo, la explicación racional no atiende a fuerzas exteriores
de las cosas, a un mundo divino de héroes, sino que busca razones internas, causas,
leyes, que den razón de lo que ocurre, plasmadas en categorías abstractas.

Es un tipo de explicación abierta, siempre modificable en virtud de nuevos datos


que se posean.

La explicación racional pretende ser una nueva forma de acercarse al mundo, que
alcance objetividad, por lo que trata de analizar los supuestos internos de la
explicación misma.

No considera la existencia de límites para su explicación e intenta explicar la


totalidad de lo existente sometiéndolo a un orden lógico y sistemático.

Características del Logos o filosofía:

Frente a las representaciones míticas el logos o explicación racional:

 El acontecer universal deja de ser arbitrario las cosas suceden como tienen que
suceder. Se defiende la idea de necesidad unida a la idea de ley.
 No se basan en la autoridad de la tradición, ni en la vigencia social, sino en
argumentos y en razones.
 No recurre a divinidades o seres sobrenaturales, sino que interpreta las fuerzas
y fenómenos del universo como fenómenos y fuerzas naturales.
Diferencias y similitudes entre Mito y Logos

Ya hemos indicado, que existen diferencias y similitudes entre ambos tipos de


explicaciones. Las similitudes se deben en parte a que el mito y sobre todo
la Teogonía de Hesiodo fue una fuente de inspiración para la filosofía naciente.

Si te fijas en los textos de ambas partes (mitológicos y filosóficos), observarás que


existen coincidencias. En el fondo el modelo es bastante similar. Aunque el
elemento tierra pierde el protagonismo, como fuente de origen, en la naciente
filosofía y los elementos naturales dejan de tener ese aspecto tan personalizado
(dioses).

Sin embargo, esos elementos naturales, siguen manteniendo un cierto aspecto


vitalista y animista. Se sigue manteniendo una característica de divinidad en la
naturaleza, pero sin clara distinción entre lo material y espiritual (ya que estas
categorías aún no han sido creadas) y sin ninguna identificación antropomórfica.

Sin embargo, existen importantes diferencias, que darán paso al nacimiento de la


filosofía:

 el abandono de las personalización de los elementos y fuerzas naturales y la


progresiva generación de conceptos (inicialmente categorizados en parejas de
opuestos);
 la utilización de la experiencia y la razón como forma de legitimación y
justificación de las nuevas ideas. Por eso se habla de Logos (argumentación
mediante el lenguaje y la razón);
 la concepción de la regularidad en los acontecimientos y el sometimiento del
universo a una ley común o principio universal.
Lo que quiere decir Platón con esto es que " un individuo o grupo que se mantiene aferrado a
una idea, dogma o creencia, ya que esta es la única que conoce o se limita a conocer, está
ciega y no quiere ver más allá; en la historia contada, las personas en la cueva representarían
a aquellos que viven encerrados en sus ideas. Ahora, cuando uno de los sujetos de la cueva
logra salir...y ver la luz, representaría entonces a aquel que puede ver más allá de lo que el
resto puede ver...en el exterior de la cueva descubre mil cosas que antes no conocía( esto
representa sabiduría) logra ver como es la "realidad" en verdad y entiende que lo que veía en
la cueva era falso, tan solo vivía limitado de su percepción de la realidad y ahora que a podido
ver como son las cosas y tener nuevo conocimiento quiere ir donde los demás esclavos en la
cueva y contrales lo que ha descubierto, pero cuando regresa y les cuenta todo lo que
aprendió, se le tacha de mentiroso, o no le creen o no lo quieren creer, pues, la realidad para
ellos sigue siendo las sombras en la cueva( la mentira, el conocimiento inculcado o limitado) y
no quieren descubrir nada más ( o sea, la ignorancia) En resumen, normalmente los seres
humanos crecemos con ciertas ideas que se nos son inculcadas de pequeños y aprendemos a
no cuestionarlas sin importar que...así que nos auto limitamos y somos personas que se les
puede manipular fácilmente, y cuando llega una persona a nuestra vida con ideas diferentes o
innovadoras, lo insultamos, lo ignoramos, lo excluimos, lo menoscabamos.
Platón en su libro VII La República nos cuenta la Alegoría o Mito de la Caverna en el que nos
pide que nos imaginemos una caverna subterránea que tiene una abertura por la que penetra
la luz. En esta caverna viven unos seres humanos, con las piernas y cuellos sujetos por
cadenas desde la infancia, de tal modo que ven el muro del fondo de la gruta y nunca han
visto la luz del sol. Por encima de ellos y a sus espaldas, o sea, entre los prisioneros y la boca
de la caverna, hay una hoguera, y entre ellos y el fuego cruza un camino algo elevado y hay
un muro bajo que hace de pantalla. Por el camino elevado pasan hombres llevando estatuas,
representaciones de animales y otros objetos, de manera que estas cosas que llevan
aparecen por el borde de la paredilla o de la pantalla. Los prisioneros, de cara al fondo de la
cueva, no pueden verse ellos entre sí, ni tampoco pueden ver los objetos que a sus espaldas
son transportados. Solo pueden ver las sombras de ellos mismos y de los objetos que son
transportados.
Estos prisioneros representan a la mayoría de la humanidad, a la muchedumbre de gentes
que permanecen durante toda su vida en un estado de enajenación, aferrándose a sus
deformadas opiniones y no tiene ningún deseo de escapar de su prisión.
Si se decide dar libertad a uno de los hombres para que contemplara las realidades de aquello
cuyas sombras habían visto anteriormente, quedaría cegado por "la luz" que se desprende del
exterior de la caverna y se figuraría que las sombras eran muchos más reales que las
realidades. Por el contrario, si uno de los prisioneros escapara y se acostumbrara poco a poco
a la luz, llegará a ser capaz de contemplar los objetos de la realidad (sensibles), de los que
antes solo veía sombras. Este prisionero se encontraría en una fase intermedia entre el
mundo sensible y el mundo inteligible.
El hombre deberá seguir avanzando para llegar a la idea del bien, que es la idea suprema.
Así, el prisionero seguirá perseverando y sale de la cueva al la luz del sol, por lo que se le
deslumbrarán de nuevo los ojos hasta que se acostumbre a esta nueva imagen, a este nuevo
mundo. Por último, mediante un último esfuerzo, estará capacitado para ver el sol mismo, el
cual representa la Idea del Bien, llegando así al conocimiento supremo.

Potrebbero piacerti anche