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Ilse Abigail Martinez Matias

106391 24 de marzo de 2019

Traumatismo cráneo encefálico

La calidad de vida de los pacientes que sobreviven al TCE es altamente


dependiente del grado de afectación neuropsicológica. Las secuelas intelectuales
de los TCE incapacitan la reintegración social y ocupacional en mayor grado que
las de tipo físico. Después de un traumatismo grave o moderado todos los pacientes
presentan alteraciones cognitivas en la memoria, la coordinación motora fina y el
lenguaje.

Aunque se observa una notable mejoría al año de evolución, los déficit de memoria
acostumbran a persistir. Dos años después del traumatismo, el 84% de los
pacientes que sufrieron TCE grave explican déficit residuales en su funcionamiento
cognitivo.

Las cinco quejas más frecuentes son problemas de memoria, irritabilidad, lentitud,
falta de concentración y fatiga. A los seis años, el 70% de una serie de 100 pacientes
con TCE grave presentaban trastornos neuropsicológicos; entre ellos el más
frecuente era el de la memoria en un 56,5%, seguido del enlentecimiento en el
procesamiento de la información. La evaluación neuropsicológica permite detectar
los déficit en la atención, la memoria, la velocidad, las funciones ejecutivas y la
personalidad, que, en muchos casos, son la causa de los fracasos académicos,
profesionales, socioculturales y sociofamiliares referidos.

Los efectos neuropsicológicos focales de los TCE (afasias, apraxias, agnosias,


alexias, acalculias y amnesias, síndrome frontal, etc.) son esencialmente
consecuencia de la presencia de contusiones y laceraciones debidas al efecto del
impacto inmediato, a hemorragias intraparenquimatosas extensas o a infartos en
zonas limítrofe como consecuencia de situaciones de hipoxia.

Dependiendo de la etiología del TCE se dan de forma más frecuente en una u otra
localización. Las contusiones más frecuentes se observan en ambos polos frontales
y temporales y se producen por los efectos de choque de la cabeza contra el cráneo
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(mecanismo de aceleración). La focalidad neuropsicológica más frecuente en estos


casos consiste en cambios conductuales y de personalidad como consecuencia de
la lesión bifrontal, puesto que los polos de los lóbulos temporales constituyen
corteza paralímbica que no está implicada en las funciones cognitivas complejas.

En lesiones extensas basales mediales se puede producir un cuadro denominado


‘pseudopsicopatía’ en cuanto que parcialmente asemeja el trastorno psiquiátrico
primario denominado psicopatía o trastorno antisocial.

La sintomatología observable se parece parcialmente a la descrita ya en 1848 en el


caso de Phineas Gage. Básicamente consiste en desinhibición, falta de control
emocional, risa fácil, inadecuación social, obsesiones, falta de responsabilidad,
distractibilidad, infantilismo, hiperactividad e hiperreactividad.

En el denominado daño cerebral difuso o lesión axonal difusa, las lesiones axonales
en la sustancia blanca se acompañan habitualmente de microhemorragias
atribuibles a rupturas de pequeños vasos. En el 80% de los pacientes existen,
además, lesiones hipóxicas en el hipocampo; en el 79%, lesiones hipóxicas en los
ganglios basales y en el 46% de los casos, en la corteza cerebral.

Es decir, en el TCE grave difuso coexisten lesiones focales con lesiones difusas en
la mayoría de los casos. Las lesiones axonales difusas van acompañadas siempre
de inconsciencia en el momento del impacto y, a menudo, se siguen de larga
duración del coma. En estos casos, la duración del coma es mejor indicador de la
gravedad del TCE que la puntuación mínima obtenida en la escala de coma de
Glasgow (ECG) en el momento del ingreso.
Ilse Abigail Martinez Matias
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Atención y velocidad de Estudios de seguimiento Ello comporta la


procesamiento han indicado que los afectación de un conjunto
déficit de atención se de funciones
presentan comúnmente relacionadas con el lóbulo
después de un TCE frontal tales como la
moderado o grave, atención y la motivación
particularmente en (Stuss y Gow, 1992).
aquellas afectaciones
que ocurren bajo
condiciones de rápida
desaceleración (Brouwer,
Ponds, Van Wolffelaar y
van Zomeren, 1989).
Funciones frontales Estos déficit son a Los pacientes con TCE
menudo los que generan presentan una alteración
mayor discapacidad, de las funciones
dado que interfieren en la ejecutivas que incluyen la
habilidad de los pacientes planificación, la
para usar el conocimiento resolución de problemas,
de forma fluida, el pensamiento abstracto,
apropiada, o adaptativa la flexibilidad mental, y el
(Walsh, 1985; Stuss, control y la regulación de
1987). los procesos de
pensamiento y conducta.
Aprendizaje y memoria La mayoría de las La afectación de la
personas que han sufrido memoria suele persistir,
un TCE hacen referencia incluso cuando otras
a dificultades en el funciones están ya a nivel
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aprendizaje y la memoria. premórbido o casi


Generalmente la premórbido (Tabaddor,
alteración de memoria 1984). Estudios de
consiste en problemas de seguimiento de 6 meses
adquisición y de recuerdo hasta 7 años después del
de nueva información TCE han encontrado que
tanto semántica como ésta es la queja subjetiva
episódica, siendo menos más frecuente de los
probable la afectación de sujetos con TCE y/o de
la memoria a corto plazo sus familiares (Brooks,
(Bennett-Levy, 1984). Campsie, Symington,
Beattie y McKinlay, 1987
Lenguaje y comunicación El déficit lingüístico más Una conversación normal
frecuente en los con estas personas no
pacientes que han supone particulares
sobrevivido a un TCE dificultades, aunque tanto
(Kerr, 1995). También se ellos y como, a menudo,
han descrito otros sus familiares o amigos
problemas en el lenguaje se quejan que no siguen
oral y escrito, así como en la conversación general
la repetición de oraciones de un grupo y que su
y la fluencia verbal. lenguaje expresivo suele
estar alterado (Hecaen,
1976).
Emoción y conducta las alteraciones Los cambios de
emocionales como las personalidad tras el TCE
conductuales tienen su son frecuentes (Brooks,
base orgánica 1984). Estos cambios,
principalmente en los que pueden ir desde una
lóbulos frontal, temporal leve exacerbación de los
y en las estructuras rasgos previos hasta un
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subyacentes (Blumer y cambio radical de la


Benson, 1975). personalidad premórbida,
son la principal causa de
queja y de motivo de
consulta por parte de los
familiares.
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Bibliografía
González, M. A. (2004). GOOGLE ACADEMICO. Obtenido de ARTICULO:
http://www.ub.edu/neuropsychology/Articles_jmsg/Neuropsychologic_sequelae_of_trau
matic_bran_injury_(Spanish).pdf

Junqué, C. (2010). Articulo . Obtenido de


https://www.researchgate.net/profile/Carme_Junque/publication/12602126_Neuropsych
ological_sequelae_of_head_injury/links/56afa5ce08ae9ea7c3ad87f4.pdf

MARTÍNEZ, M. C. (10 de 06 de 2010). Articulo. Obtenido de


http://www.scielo.org.co/pdf/acp/v14n1/v14n1a07.pdf

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