Sei sulla pagina 1di 20

República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN CIVIL

MARGARITA CABELLO BLANCO


Magistrada ponente

STC16701-2014
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01
(Aprobado en sesión de tres de diciembre de dos mil catorce)

Bogotá, D. C., nueve (9) de diciembre de dos mil


catorce (2014).

Decídese la impugnación interpuesta contra la


sentencia de 28 de octubre de 2014, mediante la cual la
Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali
concedió la acción de tutela promovida, mediante abogada,
por Ángela María Medina Montenegro frente al Juzgado
Tercero Civil del Circuito de esa urbe, trámite al cual fueron
vinculados el Primero Civil Municipal y el Octavo de
Ejecución Civil Municipal, ambos de esa ciudad.

ANTECEDENTES

1.- La gestora reclamó la protección constitucional de


su derecho fundamental al debido proceso, presuntamente
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

vulnerado por el encartado dentro del juicio ejecutivo


singular Nº. 2004-0147, que la Cooperativa Cooprodiscar le
instauró a Nelson Hugo Sandoval.

2.- Arguyó como fundamento de su reclamo, en


síntesis, lo siguiente:

2.1.- Ante el Juzgado Primero Civil Municipal de Cali,


ella le inició un litigio ejecutivo singular al referido grupo
asociativo, con radicado 2006-0297; en dicha actuación se
decretó el «embargo de los créditos» que la allí ejecutada
tuviere, motivo por el cual, previa comunicación en tal
sentido verificada mediante Oficio # 1191 de 1º de
diciembre de 2006, el despacho encartado, en el pleito sub
júdice, a través de providencia de 30 de enero de 2007,
aclarada el 24 de julio de 2008, tuvo en cuenta dicha
deprecación y aceptó el « embargo de los créditos que [aquella]
cobraba como demandante en contra de […] Nelson Hugo Sandoval »,

consistentes en «los depósitos judiciales del Banco Agrario


descontados» a este.

A secuela de esa cautela la célula judicial enjuiciada,


entre otras cosas, por auto de 21 de noviembre de 2012,
dispuso a solicitud suya «el traslado de depósitos judiciales al
Juzgado 01 Civil Municipal de Cali».

2.2.- Ulteriormente en el sub lite, la parte ejecutante,


previa transacción, aduciendo que el demandado Nelson
Hugo Sandoval «se encuentra a paz y salvo por pago total »,
deprecó la «terminación del proceso», sin arrimar «ningún título

2
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

judicial, depósito u otro [documento] donde se acredite el presunto

pago».

2.3.- Por tanto, la célula judicial querellada, en


proveído de 20 de septiembre de 2013, dio por terminado
ese pleito señalando haber sido completamente extinguida
la pretensa obligación y disponiéndose que las medidas
cautelares levantadas fueran puestas a disposición del
Juzgado Veinte Civil Municipal de Cali, a quien se le « tuvo en
cuenta el embargo de remanentes y de los bienes que se llegaren a

desembargar».

Frente a dicha determinación, mediante letrada,


interpuso los recursos de reposición y apelación
subsidiaria, acaeciendo que el juzgador acusado no les dio
trámite a causa de no «ser parte en el presente proceso» y los
agregó al expediente «sin consideración alguna», según dispuso
por resolución del día 30 del mismo mes y año.

2.4.- A continuación, el funcionario accionado ordenó


«la entrega de títulos judiciales a favor del demandado Nelson Hugo
Sandoval» por providencia de 26 de septiembre de 2014,

dado que las cautelas reconocidas a favor del Despacho


Veinte Civil Municipal de Cali, según Oficio #2435 de 1º del
mismo mes y año, fueron canceladas.

También frente a la misma enfiló, a través de su


abogada, sendos medios impugnativos que corrieron similar
suerte a la atrás apuntada, conforme a idénticas razones
plasmadas en determinación de 7 de octubre de siguiente.

3
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

2.5.- Conforme a lo descrito, estima que « no habiendo


más recursos» que emplear, es del caso que sean protegidos

sus derechos constitucionalmente.

3.- Solicita, conforme a lo relatado, que se dejen « sin


efecto los autos interlocutorios recurridos Nº. 616 de fecha septiembre
26 de 2014, Nº. 1281 de fecha septiembre 30 de 2013 y Nº. 1264 de

fecha septiembre 20 de 2013 » y, subsecuentemente, se dé

«trámite a los recursos interpuestos y en su lugar no entregar ningún


título a favor del demandado, ordenar seguir adelante con el proceso

ejecutivo, pues dicha decisión […] afectaría [sus] intereses ».

LA RESPUESTA DE LOS ACCIONADOS

El juzgado enjuiciado efectuó un recuento de las


actuaciones emprendidas, relevando, entre otras cosas, que
«el día 13 de diciembre de 2006, en el cuaderno de medidas se recibe
el oficio signado el 01 de diciembre de 2006, proferido por el Juzgado
Primero Civil Municipal quien comunica que dentro del proceso ejecutivo
que allí cursa, siendo demandante la [tutelista] contra la Cooperativa
Coprodiscar, radicado […] 2006-0297, se decretó el embargo de los
créditos que la parte allá demandada cobre como demandante en este

proceso», razón por la que la querellante por intermedio de

profesional del derecho, el 14 de mayo de 2008, reclamó « el


pago de depósitos a su favor con ocasión al embargo del crédito que

fuera tenido en cuenta por esta instancia» y «mediante auto calendado


el 22 de mayo de 2008, se resuelve negativamente la solicitud
precisándosele que esto se realizaría una vez finiquitado el proceso.
Providencia que fuera recurrida por abogada […], siendo resuelto el
trámite con auto del 18 de junio de 2008, despachando negativamente

su solicitud».

4
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

Agregó que comoquiera que se dispuso la terminación


del pleito y el levantamiento cautelar el 5 de septiembre de
2013, la «apoderada de la hoy accionante inter[puso] recurso de
reposición y en subsidio el de apelación al considerar que no se
reunían los presupuesto[s] del artículo 537-1 del Código de
Procedimiento Civil, pues no se encontraba acreditado el pago de la
obligación, solicitando continuar con el proceso para no vulnerar los

intereses de su prohijada», ante lo que «este despacho judicial con


auto del 30 de septiembre de 2013, glosa sin consideración el escrito
presentado por la profesional del derecho, [en tanto] no funge como
apoderada alguna de las partes y nuevamente ataca con recurso de

reposición y apelación esta providencia » en punto de lo cual « se

glosa nuevamente sin trámite alguno al mismo».

Añadió, seguidamente, que así las cosas, « se dictó auto el


26 de septiembre del año que fenece, ordenando la devolución de los
depósitos a favor del demandado exceptuando seis (6) depósitos que
hacían parte de la transferencia al Juzgado Primero Civil Municipal,
siendo esta decisión atacada por vía de recurso de reposición y en

subsidio apelación», medios impugnativos que « nuevamente el

juzgado glosa sin trámite».

Por tanto, señalando que su proceder no constituye


«vía de hecho», deprecó la negación del amparo instado,
máxime cuando es «errada [la] interpretación [que] hace la
[promotora] con ocasión a la acreditación del pago, toda vez que en el
presente caso, la representante legal de la Cooperativa Coprodiscar,
manifiesta que el demandado se encuentra a paz y salvo con ese ente,
lo cual fue plasmado en el escrito por medio del cual se eleva el
requerimiento al despacho para no continuar con el proceso, es decir,
existe la manifestación expresa, clara e inequívoca de la parte
ejecutante de haber recibido el pago de la obligación y por tanto, el

5
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

demandado Nelson Hugo Sandoval, queda a paz y salvo con la

Cooperativa» (fls. 37 a 44, cdno. 1).

LA SENTENCIA IMPUGNADA

El tribunal, en el fallo materia de impugnación, otorgó


el amparo rogado brindando salvaguardia al derecho
fundamental al debido proceso y, en consecuencia, tras
restarle valor y efecto al «auto por el cual se declara terminado el
proceso y el auto mediante el cual se ordena la entrega de depósitos

judiciales a […] Nelson Hugo Sandoval», ordenó que se «continúe con


el trámite procesal teniendo en cuenta el embargo del crédito, de
conformidad con lo estipulado en el numeral 5 del artículo 681 del C.
de P. C., armonizado con el numeral 4 del artículo ibídem y proceda a

resolver de fondo los recursos y memoriales allegados por la abogada »

de la reclamante.

Ello, dado que, en sinopsis, «revisado el plenario tenemos


que el 12 de diciembre de 2006, el Juzgado Primero Civil Municipal de
Cali solicitó al Juzgado Trece Civil del Circuito [de la misma urbe] el
embargo del crédito objeto del proceso, el cual se tramitó erróneamente,
al aceptar el embargo de remanentes, generando la expedición de un
auto aclaratorio en el cual se manifiesta que estamos frente al embargo
del crédito, por tanto solicita al juzgado municipal petente envié
liquidación actualizada del crédito y la limitación a dicho embargo,

petición contestada por el juzgado municipal »; a la par, «tenemos que


la apoderada de la parte demandante en el proceso seguido en el
Juzgado Primero Civil Municipal de Cali, en el año 2008 le solicita al
juzgado accionado la entrega de depósitos judiciales, dando
cumplimiento al embargo de crédito, la cual es negada, informándole
que una vez se dé por terminado el presente, procederá a colocar a
disposición del juzgado municipal los dineros embargados del crédito

6
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

[…], auto oportunamente recurrido por la profesional, y resuelto por la


jueza de instancia bajo el argumento que dicho embargo se rige por el
art. 543 del C. de P. C, y en ese entendido no se repone el auto
fustigado. Trámite a todas luces heterodoxo, toda vez que lo pertinente
ante el embargo de créditos es dar aplicación armónica de los
numerales 4 y 5 del art. 681 del C. de P. C, los cuales establecen que
se debe notificar al deudor, en el que se le prevendrá que debe hacer el
pago a órdenes del juzgado en la cuenta de depósitos judiciales;
situación que en el presente en ningún momento ocurrió, decantándose

de contera la vulneración a los derechos invocados por la actora ».

Manifestó, seguidamente, que «el juzgado accionado ante


la petición de terminación del proceso, emite providencia favorable, sin
tener en cuenta el embargo del crédito a favor de la hoy accionante y
que por tanto el proceso no podía terminarse, hasta tanto no se
satisficiera el crédito adeudado por la Cooperativa a la señora Medina

Montenegro».

Por ende, acotó, las prerrogativas de la quejosa se


quebrantan «inicialmente al equivocar el trámite de la medida
cautelar, prosigue cuando termina el proceso por pago de la obligación
el 20 de septiembre de 2013, y ordena el levantamiento de las medidas
cautelares decretadas, así mismo cuando glosa sin consideración los
recursos interpuestos por la apoderada judicial de la acreedora de la
Cooperativa y finalmente al ordenar la entrega de depósitos judiciales

al señor Nelson Hugo Sandoval», y ello habida cuenta que « la


instancia soslayó completamente el trámite del art. 681 del C. de P. C,
al omitir la notificación al deudor de la Cooperativa demandada, señor
Nelson Hugo Sandoval del embargo del crédito, así mismo cuando
confundió el embargo del crédito con un embargo de remanentes, sin
prever que no se estaban persiguiendo bienes del demandado, sino del
demandante acreedor, característica fundamental para diferenciar el
embargo de remanentes de un crédito; y luego cuando confundió lo

7
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

solicitado con la figura de persecución en un proceso civil de bienes

embargados en otro proceso».

Asimismo, destacó que «a pesar que se pretermitió el trámite


del art. 681 del C. de P. C, en el año 2009 se transfirieron varios
depósitos judiciales al Juzgado Primero Civil Municipal de Cali a favor
de [la reclamante], pero sin razón alguna se observa que dicha
transferencia dejó de hacerse, vulnerando así el principio denominado
“veniré contra factum proprium non valet” el cual radica su fundamento
en la confianza legítima despertada en otro sujeto de buena fe, en
razón de una primera conducta realizada, la cual quedaría vulnerada,
si fuese admisible aceptar y dar curso a una posición posterior y
contradictoria, en síntesis, el juez de instancia no puede ir contra los
actos propios, circunstancia que en el presente aconteció, toda vez que
se transfirieron los dineros embargados al acreedor, situación que
debía seguir aconteciendo hasta la satisfacción del crédito, hecho que
sin fundamento alguno el juzgado accionado dejó de realizar, además,
y en claro desconocimiento de sus propios actos, el juzgado accionado
había informado a la apoderada acreedora mediante auto que una vez
se dé por terminado el proceso, procedía a colocar a disposición del
juzgado municipal los dineros embargados del crédito, situación que no
aconteció, ya que los dineros se pusieron a disposición del juzgado que
había solicitado remanentes, por otro lado, dicha determinación deja
ver una incoherencia que desnuda la actuación errada del despacho
accionado y que soslaya los derechos de la accionante, toda vez que no
se dio aplicación al art. 522 del C. de P. C, el cual indica que en
tratándose de embargo de dineros, una vez ejecutoriado el auto que
aprobara la liquidación del crédito o costas, de oficio o a solicitud de

parte lo procedente es entregar los dineros al acreedor ».

Finalmente, elucidó que la gestora, «dentro del proceso


llevado en el Juzgado Trece Civil del Circuito, contrario a lo afirmado
por el a quo[, sí] se encuentra legitimada para actuar por mandato del

8
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

art. 61 del C. de P. C. », ya que si bien «es cierto que una vez trabada

la litis las partes dentro de una causa son demandante y demandada »,

también lo es que «cuando la intervención se concreta a un trámite,


situación en la que nos encontramos inmersos, el interviniente sólo es
parte en ellos, en el presente cuando se efectúa el embargo del crédito,
ese tercero interesado en las resueltas se encuentra legitimado sólo en
ese trámite específico, por tanto no son dables los argumentos de la
instancia de glosar sin consideración alguna los memoriales allegados,
bajo el argumento, “...como quiera que esta no funge como apoderada
de alguna de las partes...”, porque como bien se afirma, a la
apoderada judicial de [la peticionaria] le surge interés en virtud de su
derecho jurídico tutelado como acreedora, el cual nace al existir una
obligación personal de la Cooperativa para con ella, lo que le permite
perseguir su ejecución sobre todos los bienes del deudor, en el presente
se pretende hacer exigible sobre los créditos que la Cooperativa
pretende cobrar ejecutivamente; decantándose con lo anterior que la
accionante está legitimada en la causa para actuar dentro del mismo y
pronunciarse mediante las herramientas estipuladas en la ley frente a
los autos que emerjan en su contra o que afecten los derechos de su

prohijada» (fls. 141 a 148, ídem).

LA IMPUGNACIÓN

Fue formulada, a través de abogado, por Nelson Hugo


Sandoval quien funge como ejecutado en el asunto sub
exámine, y al efecto indicó, resumidamente, que celebró con
su acreedora, Cooperativa Cooprodiscar, «una transacción» a
fin de dar por finalizado el pleito sub lite, la cual,
comoquiera que atiende a los requisitos de ley, debe ser
respetada, por lo que los dineros cautelados deben serle
reintegrados puesto que él «no es deudor ni ejecutado en ningún
proceso» por la quejosa, precisa razón por la que el despacho

9
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

encartado indicó relativamente a los recursos que esta


formuló que «no era parte ni tercero dentro del proceso» (fls. 156 a
160, ídem).

CONSIDERACIONES

1.- La reiterada jurisprudencia constitucional ha


sostenido, en línea de principio, que este amparo no es la
vía idónea para censurar decisiones de índole judicial; sólo,
excepcionalmente, puede acudirse a esa herramienta, en los
casos en los que el funcionario adopte alguna
determinación «con ostensible desviación del sendero normado, sin
ecuanimidad y apoyado en el capricho o en la subjetividad, a tal punto
que estructure ‘vía de hecho’», y bajo los presupuestos de que el
afectado acuda dentro de un término razonable a formular la queja, y
de que «no disponga de medios ordinarios y efectivos para lograrlo»

(ver entre otras, CSJ STC, 3 de mar. 2011, rad. 00329-00).

El concepto de vía de hecho fue fruto de una evolución


jurisprudencial por parte de la Corte Constitucional, en
razón de la necesidad de que todo el ordenamiento jurídico
debe respetar los derechos fundamentales como base de la
noción de «Estado Social de Derecho» y la ordenación
contemplada en el artículo 4 de la Carta Política. Así hoy,
bajo la aceptación de la probabilidad que sentencias
judiciales desconozcan prerrogativas esenciales, se admite
por excepción la posibilidad de amparar esa afectación
constitucional siempre y cuando se cumplan los siguientes
presupuestos: l. Generales: «a) Que la cuestión que se discuta
resulte de evidente relevancia constitucional; b) Que se hayan agotado

10
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

todos los medios ordinarios y extraordinarios de defensa judicial al


alcance de la persona afectada, salvo que se trate de evitar la
consumación de un perjuicio iusfundamental irremediable; c) Que se
cumpla el requisito de la inmediatez; d) Cuando se trate de una
irregularidad procesal; e) Que la parte actora identifique de manera
razonable tanto los hechos que generaron la vulneración como los
derechos vulnerados y que hubiere alegado tal vulneración en el
proceso judicial siempre que esto hubiere sido posible y f) Que no se

trate de sentencia de tutela» y, 2. Especiales: «a) Defecto orgánico; b)


Defecto procedimental absoluto; c) Defecto fáctico; d) Defecto material o
sustantivo; e) Error inducido; f) Decisión sin motivación; g)
Desconocimiento del precedente y h) Violación directa de la

constitución» (C-590/2005, reiterada, entre otras, SU-


913/2009 y T-125/2012).

2.- De acuerdo a las acreditaciones arrimadas, se


vislumbran las siguientes actuaciones en el sub lite:

2.1.- Auto de 24 de julio de 2008, mediante el cual la


célula judicial acusada aclaró el de 30 de enero de esa
anualidad «en el sentido de que se trata del embargo del crédito
existente en este despacho a favor de la Cooperativa Cooprodiscar por
el Juzgado 1º Civil Municipal, y no de remanentes como

equivocadamente se dijo» (fl. 99, cdno. 1).

2.2.- Decisión de 21 de noviembre de 2012, en la que


se indicó que «por ser procedente lo solicitado por la apoderada de la
parte demandante [aquí querellante] en el Juzgado Primero Civil
Municipal de Cali, despacho quien pidió embargo del crédito de la parte
a[ll]í demandante Cooprodiscar, dentro del proceso ejecutivo que all[á]
cursa, realícese la transferencia de los depósitos judiciales a la cuenta

de ese despacho» (fl. 101, ídem).

11
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

2.3.- Resolución de 20 de septiembre de 2013, que


declaró «terminado el proceso […] por pago total de la obligación »,
ordenando el levantamiento de las medidas cautelares
decretadas por lo que dispuso que fueran puestas a
disposición del Juzgado Veinte Civil Municipal de Cali ya
que a su favor «se tuvo en cuenta el embargo de remanentes y de los
bienes que se llegaren a desembargar» (fl. 103, ídem).

2.4.- Recursos interpuestos por la reclamante frente a


la providencia de marras (fls. 126 y 127, ídem).

2.5.- Determinación del día 30 del mismo mes y año


por la que se adujo que «la abogada [de la promotora] no funge
como apoderada judicial de ninguna de las partes dentro del presente
proceso y por ello, glósese sin consideración alguna los recursos

incoados contra el auto 1264 del 20 de septiembre de 2013 » (fl. 104,

ídem). Tal, también fue materia de medios impugnativos


enfilados por la censora (fls. 128 y 129).

2.6.- Desición de 26 de septiembre de 2014, notificada


por estado del 30 siguiente, que, tras advertir que la cautela
de remanentes instada por el Despacho Veinte Civil
Municipal de Cali fue cancelada, dispuso que los depósitos
judiciales que allí reposan sean « pag[ados] a favor del
demandado] Nelson Hugo Sandoval» (fl. 105, ídem). La tutelista

planteó disconformidad en su contra.

2.7.- Proveído de 7 de octubre de este año por el que


ordenó la «glosa del recurso interpuesto por la abogada [de la
peticionaria] contra el auto notificado por estado el 30 de septiembre

presente año, sin trámite alguno» (fl. 106, ídem).

12
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

3.- Se impone ratificar la salvaguarda otorgada, según


pasa a exponerse, habida cuenta que el despacho acusado
incurrió en una causal especial de procedibilidad
constitucional por defecto sustantivo. Lo propio,
comoquiera que:

3.1.- Decretó la terminación del proceso sub júdice sin


siquiera considerar en modo alguno que a favor de la
disconforme se había dispuesto y aceptado el embargo del
crédito allí perseguido.

3.2.- Intempestivamente dejó de impartirle trámite a los


medios impugnativos que al efecto de conjurar dicha
determinación aquella ejercitó.

3.1.1.- Las medidas cautelares, grosso modo, tienen


como teleología garantizar el efectivo cumplimiento de las
procedimentales resultas favorables a quien las peticionó, y
ello en razón a que de poco servirían las decisiones
judiciales si se convierten en ilusorias de la mano de no
poder ser reafirmada la guardad del derecho solicitado ante
la administración de justicia.

3.1.2.- No existe discusión alguna en torno a que a


favor de la actora se reconoció el «embargo del crédito» que
ante el juzgado querellado persigue la Cooperativa
Cooprodiscar, el cual, valga decirlo, no ha sido cancelado
bajo los parámetros a tal fin establecidos por el artículo 687
del Código de Procedimiento Civil.

13
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

Esa preeminencia otorgada deriva de la potestad


reglada por el precepto 2488 del Código Civil, consistente en
que el patrimonio del deudor es prenda de garantía de su
acreedor, por lo que, es de ver, de acuerdo al artículo 1521-
3º ejúsdem, todo aquello embargado «por decreto judicial» no es
factible de ser materia de disposición so pena de existir
«objeto ilícito» a menos que «el juez lo autorice o el acreedor
consienta en ello».

Por lo anterior, la circunstancia de que el operador


judicial recriminado, omitiendo dar las debidas razones
para así actuar, hubiera dado por terminado el proceso sin
que previamente, en pro de atender la « transacción» al efecto
presentada por las partes allí contendientes, verificara si la
petente había consentido en ello, se erige como pilar de
menoscabo que ha de conjurarse, conforme así lo entendió
el tribunal a quo, puesto que pasó por alto la circunstancia
de que como el crédito ejecutado por Cooprodiscar es parte
de la garantía general de prenda que a su favor tiene la
quejosa, habida cuenta de su embargo, a ella se le debió
tomar parecer en cuanto a dicho tópico refiere, lo que no se
hizo -ex officio según correspondía-, derivando en que la
cautela practicada quedó materialmente desconocida.

3.1.3.- En un asunto que guarda cierta simetría con el


ahora abordado, la Sala tuvo ocasión de señalar, en CSJ
STC, 25 feb. 2011, rad. 2010-01509-01, que:

14
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

Puestos de relieve los aspectos fácticos medulares del caso,


aflora evidente, a juicio de la Sala, que el juzgado incurrió en vía
de hecho, toda vez que decretó la terminación del proceso por
“transacción”, sin advertir que, en realidad, se trataba de una
dación de pago efectuada por una de las ejecutadas,
copropietaria sobre la totalidad del inmueble, cuyo cincuenta por
ciento perteneciente al otro ejecutado, señor Joaquín Treviño
Cortés, estaba embargado y que, además, sobre el mismo
pesaba embargo de remanentes por cuenta del juicio ejecutivo
adelantado contra éste por G.M.A.C. Financiera, circunstancias
éstas que le impedían aceptar dicho convenio, pues si bien el
numeral 3º del artículo 1521 del Código Civil faculta al juez para
autorizar la enajenación de las cosas embargadas, en los
procesos en que existan petición de remanentes, como el que aquí
se examina, debe contarse con la anuencia de aquellos
acreedores, pues los bienes del deudor constituyen “prenda
general” de éstos, quienes podrán exigir que se vendan para
satisfacer sus créditos (artículos 2488 y 2492 ibídem).

3.2.1.- Esclarecido lo anterior, señálase que a la


gestora tampoco se le permitió formular rebatimiento
alguno relativamente al punto en comento, es decir, que no
fue escuchada en su ejercicio impugnativo tendiente a
lograr revocar el proveído que dio por terminado el litigio
sub exámine y que concomitantemente desconoció su
embargo del crédito, segundo aspecto que impulsa la
procedencia del amparo, habida cuenta que la célula
judicial enjuiciada, de un momento a otro, adujo que
aquella no era «parte en el presente proceso » y que por tanto no
había lugar a ningún pronunciamiento respecto de sus
formulaciones, con lo que, además de violentarle el derecho

15
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

de defensa, pasó por encima de la legítima confianza que


fundadamente albergaba la peticionaria en torno a ser oída.

Por supuesto, no puede olvidarse que por causa del


embargo reconocido a ella se le había escuchado
pretéritamente en el asunto sub exámine. Acreditación de lo
propio es que, verbigracia, cuando el 14 de mayo de 2008 la
gestora reclamó «el pago de depósitos a su favor con ocasión al
embargo del crédito que fuera tenido en cuenta », según así lo indicó

la célula judicial encartada, «mediante auto calendado el 22 de


mayo de 2008, se resuelve negativamente la solicitud precisándosele
que esto se realizaría una vez finiquitado el proceso. Providencia que
fuera recurrida por abogada […], siendo resuelto el trámite con auto del

18 de junio de 2008, despachando negativamente su solicitud »;

asimismo, en la decisión de 21 de noviembre de 2012, se


indicó que «por ser procedente lo solicitado por la apoderada de la
parte demandante [aquí querellante] en el Juzgado Primero Civil
Municipal de Cali, despacho quien pidió embargo del crédito de la parte
a[ll]í demandante Cooprodiscar, dentro del proceso ejecutivo que all[á]
cursa, realícese la transferencia de los depósitos judiciales a la cuenta

de ese despacho».

3.2.2.- Referente a la potestad de intervención en juicios


ejecutivos por parte de aquellos sujetos que no actúan como
ejecutante o ejecutado, esta Corporación ha sostenido que:

“Los procesos de ejecución reclaman, por un flanco, que el


extremo demandante se halle compuesto por el sujeto activo
-acreedor- de la relación obligacional que emerge del título
ejecutivo pretenso en recaudo y, por otro, que la parte ejecutada
esté constituida por el deudor o sujeto pasivo de la obligación
demandada; ello, en vista de que únicamente quienes hicieron

16
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

parte de la relación sustancial, que necesariamente involucra el


incumplimiento de una prestación, y en la medida que asuman la
calidad de demandante y demandado, son los interesados en las
resultas del proceso dada su especial naturaleza y, por tanto, se
corresponden con quienes, con exclusión de los demás, pueden
ser oídos en el litigio por detentar privativamente la facultad de
disposición del derecho en disputa. Por supuesto, a los procesos
de la señalada especie no aplica ni el artículo 83 de la ley de
ritos civiles, ni la intervención adhesiva del artículo 52 ibídem”
(Sentencia de 12 de marzo de 2010, Exp. T. No. 11001-22-03-
000-2010-00070-01). No obstante, conforme a los puntuales
parámetros del artículo 61 del Código de Procedimiento Civil,
“[c]uando la intervención se concrete a un incidente o trámite, el
interviniente sólo será parte en ellos”, esto es, que dentro de un
litigio ejecutivo los terceros intervinientes meramente pueden ser
oídos en lo que concierne a la puntual actuación en que
legalmente se encuentren habilitados para litigar.

[…] Es conforme a lo anterior que, como el actor promovió un


incidente de levantamiento de cautelas con sustento en el
artículo 687 ejusdem, la potestad de terciar dentro del juicio
hipotecario que ahora ocupa la atención de la Corte únicamente
se supeditaba al decurso de aquél, por lo cual, de un lado,
terminado ese incidente, concomitantemente fenecía su interés en
ese litigio declinando fatalmente su oportunidad de intervenir allí
y, de otro, inmediatamente deviene su falta de legitimación para
deprecar amparo respecto de otras determinaciones en tal
proceso adoptadas, como aquí acontece, habida cuenta que,
según quedó anotado, mal puede obrar afectación para el
querellante en punto de un preciso asunto en que por disposición

legal no está llamado a actuar (CSJ STC, 22 ago. 2011, rad.

00899-01).

17
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

3.2.3.- Así las cosas, si bien a la quejosa no le es dable


intervenir a discreción en el pleito ejecutivo objeto de
pronunciamiento para litigar sobre aspectos sustanciales
que son del privativo resorte dispositivo de los extremos en
pugna, sí le es factible, dado que detenta interés propio en
ello, participar del debate procesal que pueda suscitarse en
torno a las cautelas en él adoptadas, en tanto que las
mismas están cobijadas bajo el manto que protege su
derecho de garantía derivado del embargo al crédito que le
fue reconocido, lo cual comporta la inviabilidad para el
juzgado recriminado de desatender los recursos
interpuestos, habida cuenta que los mismos, justamente, se
enderezaron para confutar las resoluciones proferidas a fin
de dar por finalizado el litigio y disponer así de las cautelas.

Por supuesto, sobre dichas determinaciones, itérase,


como son atañederas con la medida a su favor decretada,
detenta incumbencia procedimental que le habilita -eso sí
restrictamente a ellas- su intervención en cuanto hace con
la suerte de las mismas, prerrogativa que le fue amputada a
consecuencia de no permitírsele, en aras de defender su
derecho, el ejercitamiento de los recursos que
concretamente enderezó.

4.- De conformidad con lo discurrido, se ratificará el


fallo objeto de la impugnación.

18
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,
CONFIRMA la sentencia de fecha, contenido y procedencia
puntualizados en la motivación que antecede.

Comuníquese telegráficamente lo resuelto en esta


providencia a los interesados y oportunamente envíese el
expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

Notifíquese

JESÚS VALL DE RUTÉN RUIZ


(Presidente de Sala)

MARGARITA CABELLO BLANCO

19
Radicación n.° 76001-22-03-000-2014-00646-01

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

20

Potrebbero piacerti anche