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Los indicadores de salud materno-infantil son considerados un reflejo del

resultado de toda la situación de salud de un país. Representan el resultado de


una sumatoria de factores económicos, educacionales, nutricionales y de acceso
a redes de protección social.
En los años de la década de los 90 las investigaciones y publicaciones especializadas en
salud pública, incluso aquellas más concentradas en los problemas biomédicos o
puramente clínicos, han reflejado en múltiples estudios evidencias de las diferencias que
existen en diversos grupos y comunidades humanas de países y regiones del mundo y la
relación de determinadas características de esas poblaciones y su estado de salud o con
problemas médicos específicos.

Entre las condiciones que determinan el estado de salud de una comunidad, han sido
ampliamente documentadas las características demográficas y étnicas y los factores del
ambiente físico y social.1,2 En ese sentido, se le atribuye un gran peso a la influencia de
los factores sociales, especialmente las condiciones de vida, entendidas estas como las
condiciones objetivas en las que los hombres reproducen su existencia, social e
individual; y en las que se reconocen tres conjuntos de condiciones: de trabajo, del
entorno familiar y comunal.3

Esto se evidencia en el hecho de que las condiciones de vida se enmarcan en el conjunto


de procesos que caracterizan y reproducen la forma particular de participar cada grupo
de población en el funcionamiento del conjunto de toda la sociedad: la producción,
distribución y consumo de bienes y servicios que dicha sociedad ha concebido, así como
las relaciones de poder que la caracterizan.

Entre las condiciones que determinan el estado de salud de una comunidad, han sido
ampliamente documentadas las características demográficas y étnicas y los factores del
ambiente físico y social.1,2 En ese sentido, se le atribuye un gran peso a la influencia de
los factores sociales, especialmente las condiciones de vida, entendidas estas como las
condiciones objetivas en las que los hombres reproducen su existencia, social e
individual; y en las que se reconocen tres conjuntos de condiciones: de trabajo, del
entorno familiar y comunal

En la mortalidad perinatal e infantil influyen a la vez el grado de la exposición a las infecciones


exteriores y el nivel de resistencia a esas infecciones (Resistencia que a su vez depende de la
nutrición y de otros factores del medio). Como esos factores están directamente relacionados con el
nivel de vida, la mortalidad infantil guarda una relación inversa con el desarrollo, socio-económico,
sirviendo así de índice de éste, al menos hasta la fase en que los riesgos exógenos (infección, mal
nutrición, etc.) son mínimos, es decir, hasta una etapa avanzada de desarrollo económico. La
deficiente atención del embarazo y el parto va indisolublemente concatenada al alza de la
morbimortalidad en la infancia, así como la precaria situación económica de nuestras grandes
mayorías nacionales. Así como el problema es de origen multicausal, la solución del mismo deviene
también de todo complejo de intervenciones, siendo la del sector salud mínima en importancia y
meramente paliativa.

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Los indicadores de salud materno-infantil son considerados un reflejo del resultado de toda
la situación de salud de un país. Representan el resultado de una sumatoria de factores
económicos, educacionales, nutricionales y de acceso a redes de protección social.

Según la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud (CDSS), de la Organización


Mundial de la Salud (OMS), la salud está determinada por las condiciones en las que la
gente nace, crece, vive y trabaja, y agrupa los determinantes sociales de la salud (DSS) en
estructurales (relacionados con el contexto socioeconómico y político, que a su vez
determinan la posición socioeconómica del individuo según etnia, género y clase social) e
intermedios (aquellos que afectan directamente el estado de salud).

Entre los determinantes de morbimortalidad materno-infantil se han documentado las


condiciones de la vivienda, desarrollo vial, acceso y calidad de los servicios de salud, así
como algunas características de la madre (edades extremas, escolaridad baja, multiparidad
y desnutrición). Entre los factores culturales se mencionan la posición subordinada de la
mujer, la discriminación étnica y otros factores relacionados con la participación comunitaria,
el ingreso, la fragilidad institucional y el desarrollo social y económico
DETERMINANTES SOCIALES DE LA MORBIMORTALIDAD INFANTIL

Estos influyen directamente sobre la salud, incrementando las probabilidades de enfermar y,


secundariamente, morir en ese tramo de la vida, asi mismo la deficiente atención del
embarazo y el parto va indisolublemente concatenada al alza de la morbimortalidad en la
infancia.

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