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ELÍAS JOSÉ PALTI

¿Las ideas fuera de lugar?


Estudios y debates en torno la historia polít
intelectual latinoamericana

Aia
IO
Palti, Elías José
¿Lasideasfuera de lugar? estudios y debates en tornoa la historia
político-intelectual latinoamericana. - la ed. - Ciudad Autónoma
de Buenos Aires PrometeoLibros, 2014
176 p. ;21x15 cm Índice
ISBN 978-987-574-672-5

1. Historiografía Prólogo.
CDD907.2 Lanuevahistoria intelectual yla “anomalía”latinoamericana...

1. ¿De la tradición a la modernidad? Revisionismoe historia político-


conceptualde las revolucionesde independencia oi.

2. Unavuelta al problemadelas ideasfuera de lugar.


Aclaraciones necesarias y contradicciones cuarenta años después........ 35

3. Tulio Halperín Donghi ylos orígenesintelectualesde la revolución


de independencia como“historia de electosuo. 45

4. Francois-Xavier GuerrayJúrgen Habermas: ilusionesyrealidad


de la esfera pública latinoamericana

5. La Abeja Republicana.
Cuidadodela edición: Magali C. Álvarez Howlin La democracia comoproblema en el discursode la emancipación.....
Armado: Mabi Fraga
Corrección: Ricardo Alvarez 6. Lucas Alamányla involuciónpolítica del pueblo mexicano.
¿Lasideas conservadoras“fuera de lugar”? 105
O Deesta edición, Prometeo Libros, 2014
Pringles 521 (C1183AEl), Buenos Aires, Argentina 7. Opera, prensay políticaen la República Restaurada
Tel.: (54-11) 4862-6794 / Fax: (54-11) 4864-3297 (México, 1867-1876): La Sociedad Filarmónica delPito........ .127
editorialOtreintadiez.com
www.prometeoeditorial.com Apéndice.
El pecado dela teoría, una respuesta aJosé Antonio Aguilar. 159
Hechoel depósito que marca la Ley 11.723
Prohibida su reproducción total o parcial
Derechos reservados
ElíasJosé Palti
rrogantes político-conceptuales cuyas relevancias exceden el marco especí-
fico local; en fin, la misma podría eventualmente llevarnosa poner en cues-
tión los propios marcosteóricos en que se desenvuelve la mismadisciplina,
y no vernos obligados reducir nuestra interrogación a la pregunta, decidi-
damente banal, de la “aplicabilidad” o no de los mismosal casolocal, lo que
lleva a aceptar acríticamente esos modelos y marcosteóricos sin nunca cues- 1. ¿De la tradición ala modernidad?
tionarse acerca deellos. En definitiva, como estos estudios que siguen bus- Revisionismoe historia político-conceptual
can mostrar, una historia de los lenguajes políticos permite arrancar ala
historia intelectual latinoamericana del lugar de mera anomalía local en que
de las revoluciones de independencia!
hasido colocaday reintegrarla como parte constitutivadela historia intelec- “Yo meestoyquieta,
tual occidental, eseltiempoelque me mueve”
Elías]. Palti
Johann Wolfgang von Goethe, Fausto
Otoñode 2014

Enlos últimosañosse impuso cierto consenso entrelos historiadoresenlo


relativoalacrisis de independencia tratadeunavisióncrítica
'pectivasrománticas nacionalistas surgidasen
fuerteimprontateleológica; es decir, que colocanen su punto de part

' El presenteartículo apareció originalmentepublicado comoEltas Palti, “¿Dela tradicióna lamo-


dernidad? Revistonismoe historiapolítico-conceptual delas revoluciones de Independencia”, en
Gustavo Leyva, Francis Brian Connaughton, Rodrigo Díaz Cruz, Nestor Garcia Canclini y Carlos
Illades, coords., Independencia yrevolución: pasado, presente y futuro (México: EC. E. /Universidad
XutónomaMetropolitana, 2010), pp. 174-190.
Para unbalancede la historiografía reciente sobre la independencia, véase AlfredoÁvila, “Delas
¡ndependenciasa la modernidad: reflexiones sobre un cambio historiográfico”, en Érika Pani y Ali-
cia Salmerón, coords., Conceptuar loquese ve. Francois-Xavier Guerra,historiador (México: Instituto
Mora, 2004), Alfredo Ávila y Virginia Guedea, La independencia de México: temas einterpretaciones
recientes (México: UNAM, enprensa), GuillermoBustos y Armando Martinez, coords. Lainde-
pendencia en los paises andinos: nuevas perspectivas (Quito: Memorias del Primer Módulo hinerante
dela Catedra de Historia de Iberoamérica,2003), Manuel Chust y José Antonio Serrano, eds., De-
batessobre laindependencia iberoamericana (Madrid: AHILA, 2007), Ana Frega y AriadnaIslas, Nue-
vas miradas entorno alartiguismo (Montevideo: Universidad de la Republica, 2001), IstvánJancsó,
org., Independencia: historiac historiografía (San Pablo: Hucitec/Fapesp, 2005) yJosefina Z. Váz-
quez, Interpretaciones de la independencia en México (México: Nueva Imagen, 1997)
*Véase José Carlos Chiaramonte, El mitodelos origenesen lahistoriografía latinoamericana (Buenos
Aires: Instituto “Dr. Emilio Raviganani”, 1993)
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Elías Jose Palti ¿Delatradicióna la modernidad? Revisionismo e historia político-conceptual...
modo buscanofrecer una descripción másprecisa de la misma, no contami- ría un caso anómalo, una * esviación”
nadaporproyeccionesretrospectivas.* Hoy tendremosasí una visión bas- revolución.definitiva,el onism:
tante clara de lo que no ocurrió. Las guerras de independencia no fueronla
ad: caso localdelesquema teleológico“de a icióna
lucha épica de nacionalidadeslargamente oprimidas por un poderextraño
turando todaindagación respecto de la validezdeles
que vinieronfinalmente areclamar sus derechos soberanos. Y esto abrirá las Sin embargo, de esta forma entrará en contradicción con sus mismoshallaz-
puertasatodo un campo nuevode interrogación. Silosideal 1ción, a gos. Estos, comoveremos, nos llevan a confrontar cuestiones y problemas
"minación, soberanía, representación (conceptos, en realidad,aún que escapan de los marcosde este esquemaya los que el viejo motivo delas
A loscomtemporáncos)nofueronelor persistencias e incrustacionestradicionalistas no alcanza ya a dar respuesta.
dela ruptura conla metrópolisinosu consecuencia, la pregun
'surge es qué es lo que la puso en marcha. Más precisamente, de lo que
setrataes de comprender la paradoja (que sueleresolverse demasiadofácil- El revisionismo en dos tiempos
mente colocándolobajoel rótulo dela “hibridez”) de cómose produjo esator-
siónen el interior de los propios imaginariose instituciones tradicionales que Laempresa revisionista nose red: aunacrítica delas visionesépicas
dará lugara la emergencia de otros, sin embargo, incompatibles con ellos. *
E UI md OS ino quese propondrátam-
lata que encontramosloslímites de la empresa revisionista. adrode lo que st ocurrió. Esallí donde encontramos sus15
leopondráa las narrativas tradicionales otrasdecontenido distinto pero principales aportes, y tambiél nde surgirán ciertas inconsistencias que
lo esencial,susmarcos dicotómicos.Tradición harán maniliesto, en última instancia, hasta qué punto su crítica lasna
rnidad aparecerán aún como dos entidades homogéneas, coherentes rrativasépicass serie de postulados metodoló
claramentedelimitadas,Ast ¿en vez de desenvolver todaslas consecuencias lesoncomunescone lo quese termine desdibujandosumprighy
quese desprenden dela reformulación queella produce y explorar el hori-
objeto.
zonte de problemáticas quea partir de allí se despliega, lo cierrainmediata- En efecto, entendida la empresarevisionista en susentido más elemental,
mente atribuyendoesta superposición detradicionalismo y modernidad, al esdecir, comounint tos convencionales de la na-
igual que buenaparte de las perspectivas épicas, aalguna peculiaridad lati
noamericana. La revolución de independencia latinoamericanarepresenta N insta NO “aen la década de 1960 una
larga serie de estudios impulsada por la difusión del pensamiento marxista y
la historia social, pero tambiénporla creciente presencia en el campodehis-
*ComoafirmabaFrancois-Xavier Guerra: “Conscienteo inconscientemente, muchos deestos aná-
lisisestán impregnados de supuestos moralesoteleológicos porsureferenciaa modelosideales. Se Dealgun modo, el presente estudio retomala preguntaplanteada por Guillermo Palaciosensu
haestimadode maneraimplícita que, en todolugar y siempre o por lo menosenlos tiempos mo- Invoducciónallibro que éledita titulado Ensayos sobre la nueva historiapolítica deAmérica Latina,
dernos-,lasociedady la politica deberian respondera unaserie deprincipioscomo laigualdad, la siglo XIX (México: El Colegio de México, 2007)
participación de todosen la politica, la existencia de autoridades surgidas del pueblo, controladas Vease Maria Helena RolimCapelato, ed., Producáohistorica noBrasil (San Pablo: Xama,1995),
porel y movidassóloporel bien general de lasociedad. Nose sabesieste “deberian” corresponde EJ.C Falcon, Historia ehistoriografía nos anos 5060 (Niterót: Editora da Universidade Federal Flu-
aunaexigencia ética, basada ella misma en la naturaleza del hombre o la sociedad, osila evolución minense, 2004), WGriffith, “The Historiography ofCentral America Since 1830", Hispanic Ame-
de lassociedades modernas conduce inexorablemente aesta situación” [Francois-Xavier Guerra, rican Historical Review XL.+ (1960): 548-569, L' Pérez Cabrera, Historiografía de Cuba (México:
“El soberanoysureino”, en Hilda Sabato, coord., Ciudadanía política y formación de las naciones. Instituto Panamericanode Geografiae Historia, 1962), Thomas Skidmore, “Studyingthe History
Perspectivas históricas de AmericaLatina (México: EC.E., 1999), 34] of Latin America: A Case of Hemispheric Convergente”, Latin America Research Review XXXL 1
Deeste tema meocupo másampliamente en milibroEltiempodela política. ElsigloXIX reconside 11998): 105-127, Stanley Stein, “The Historiography of Brazil, 1808-1889”, Hispanic American
rado (Buenos Aires: Siglo XXI, 2007). Historical Review XL.2 (1960): 234-278
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Elias Jose Palti
¿Delatradicion ala modernidad? Revisionismoe historia politico-con
toriadores extranjeros!habían ceptual...
logrado desestabilizarlos relatos
Gp jue, escierto, sincomplet
académico), incorporando matices amente 'ámb
y precisiones que pondrían enc
incluso la entidad mismade los Est uesti is a
ados hacionales surgidos de la rup . Escierto queeste
tura señalamiento rara vez llevaría a extraer lo quee
- De hecho, parecedifícil hallar
algún tópico original suyo que rasuconclusión lógica: lane-
> planteado con ante no cesidad de situardicho fenómenoen un esce
rioridad. Comoseñalan Alfredo Ávil nario másamplio, limitánd
ose,
ginia Guedea, el a yVir encambio, aservir de base para la critica dela actua
conjunto detemasen torn de cióndesus élites dirigen-
storiografía en elárea pue den observarse ya perfectamenteest » i y Les, Llegadoa este punto, sin embargo, las inte
al rpretaciones se bifurcarían
5déc adas de 1960 y 1970. dandolugara dos Interpretaciones encontra
das (ambigúedad que, como ve-

; dela prol
iferacióndelas
pectivas regionales que, aunque muc
suerte de vocación Irre
has veces impregnadas de alguna al),destacando, encambio,la
dis mucho más complejohet
dentista, servirían, de todos
modos, rarevelar un lencia, de estructurassociales yeconómicas
erogéneo que laque ofrecían tas lacolonia,!! Algunasinterpretaciones inscriptas
en esta co-
“historia les”, destacando 1 presencia de
il y rriente, aferradasasuvisión delas sociedade:
pro yec tos alte rnat i- locales como cenidasa patrones
vosalos quese terminaron imponi culturales tradicionalistas, pondráen dudatamb
end Ñ iénel carácterliberal-ilus-
Ñ trado de sus marcos ideológicos Enalgunosca
sos, que no se limitan a estu-
y tos intentarian ya entonces dios de inspiración marxista, sino que comprend
dar voz alas ideas y etambién a una ampl
ia
programasdedistintos grupos sama deinterpretaciones “culturalistas”, se
, mé alla de los estrechos circ destacaría, quizás paradójica-
criolla, quetuvieron un papel ulos de la clite
en el proceso de ruptura mente, algo quehasta entonces había sido uno
de lostópicos centralesdela
historio grafía conservadora prohispanist

trechamente, asu ve: 2, con la emer Y ellose asocia es


gencia de las teorías dependentistas,'
"

Capitalismotrasna desintegración nacio


Véase Marshall Eakin, “Latin American History
inthe United Status: From Gentleman Scholars 10C1971):3-61. Paraunanalisisde conjunto delasnalenteort
América Latina”, Estudios Internacionales
adpendemtistas, vease Dame Camacho
to Academia Specialists”, The
History
Teacher XXX14(1998): 5 39-5
"Vease Alfredo Ávila y Virginia Guedea, 61
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(Mexico: Siglo Veintiuno Editores, 1973 ), Osvaldo Sunkel. "Para unaclaboraciónsistemática de estatesis,véase O.C Stoetz
tush American Revolution (Nueva York: Fordhara Unive er, The Scholastic Roots oftheSpa-
20 rsity 1979)

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ElíasJosé Palti ¿Dela tradicióna la modernidad? Revisionismoe historia político-conceptual

algunasversiones, estose ligaría a la vocación de unafranja del pensamiento


de izquierdade apropiarse del legado yla simbología patriótica. Seacomo.
Esta historia políticase imbricará, asu vez, con la Pe
toriasocial y la histo! ral. Así surgirá una amplia gama deestudios« ¡ue
La intervencióncriolla, que pronto asumiría el con- noselimitará simplemente a mostrarla pluralidaddelíneas de antagonismo
le dichoproceso, desplazandoa las otras fuerzas sociales que, según se que desagarrabanlas sociedades latinoameric nas, y que eexpresarán en la
afirma, lo habían puesto en movimiento, lograría diluir su potencial demo-
coexistencia de proyectos políticos en conflicto, sino también cómo, en
crático y revolucionario, el que permanecería, de todas formas, como una
es particulares, :
promesa incumplida en espera de su redención futura.
Sin duda, esta perspectiva estaba aúntenida de una fuerte impronta nor-
antoen lo que hace a sus condiciones
mativa. Comoseñalara Guerra, la escritura de lahistoriaseguiría siendo con- material esde istencia comoen sus modosde relacionarse simbólicamente
cebida “más que como una actividaduniversitaria, como un actopolítico en conellas (particularmenterevelador sal respectoresultan los estudios dedi-
el sentido etimológicode la palabra: el del ciudadano defendiendo su polis”.'* cados aanalizar las formas de reclutamientoy movilización militar, asícomo
Sinembargo, esto pronto comenzaría acambiar. El fenómeno más notable ocu- las cambiante: sadhesionespolíticas de los pueblos y comunidades). !?
rridoa partir dela década de 1980 esla creciente profesionalización del medio
historiográfico local, que, unido alafuerte expansióndelosestudioslatinoa-
mericanistasen Estados Unidosy Europa, darácomoresultado undesarrollo "Vease Antonio Annino, coord,, Historia de las eleccionesen Iberoamerica, Siglo XIX. Delaformación
importantede losestudiossobre el tema. Esto se expresa no sólo en una explo- ¿letespaciopolitico nacional (México: EC.E., 1995), Xioamara AvendañoRojas, “De súbditosaciu-
ración mássistemática de los repositorios documentalessino también, y lun- cladanos: las primeras elecciones enla provincia de Guatemala, 1812-1822", en Victor Hugo
Acuna, Memorias del ll Congreso de Historia Centroamericana (1995) (Guatemala: USAC, 2000),
damentalmente, en la diversificación delas tematicas ylos objetos de estudio. Erancois-Xavier Guerra y Anmick Lempérirere, eds., Los espacios publicos cn Iberoamérica. Ambi-
stedades yproblemas. Siglos XVII y XIX (Mexico: EC.E./Centro Francés de Estudios, 1998), Carlos
Malamud, ed. Legitimidad, representación yalternancia en Espana y America Latina: Las reformas elec-
corales (1880-1930) (Mexico: El Colegio de México/EC E, 2000), Marco Morel, As transformagocs
dosespacos publicos: imprensa,atores políticos e sociabilidades na Cidade Imperial (1820-1840) (San
Pablo: Huciec, 2005), Luis Moulián, La independencia de Chile. Balance historiográfico (Santiago:
lactum, 1996), Victor Peralta, “Elecciones, constitucionalismoyelección en el Cusco, 1809-
1815", Revista de Indias 206 (1996): 99-133, Eduardo Posada Carbo, "Malabarismoelectorales:
una historia comparativa de la corrupcióndel sufragio en América Latina, 1830-1930", en Víctor
Manuel UribeUrány Luis Javier Oruz Mesa, eds., Naciones, gentes yterritorios. Ensayos de historiae
historiografía comparadadeAmerica Latinay el Caribe (Medellin: Universidad de Antioquia, 2000),
Sabato, coord. Ciudadania política y formaciondelas naciones, GuillermoSosa, Representación ein-
dependencia. 1810-1816 (Bogota: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 2006), Mar-
cela Ternavasio, La revolución del voto. Política y elecciones en Buenos Aires,1810-1852 (Buenos Aires:
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versidad de Navarra, 1989), 595 pendence (Stanford: Stanford UniversityPress, 2001)
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Elias José Palti
¿Dela tradición la modernidad? Revisionismoe historia político-conceptual..
Esta imbricación entre historia política, historia social, historia regional
la visión tradicional fundadaen la antinomia entre despotismohispanoyli-
e historia cultural nosólo ha abierto el campode estudio alaacción delos dis-
beralismo americano.
tintosactoressociales, incluidos los así llamados “subalternos”. Particular-
Si bienes cierto que tampocoésta es una empresa inédita, seaparta ya de
mente productivahasidola ampliación de las investigaciones hacia terrenos
otros intentos análogos anteriores. En efecto, aunque nori
hasta ahora prácticamente ignorados, como laacciónn del bando realista y las
Halperin Donghi%o John ad habían señalado la importan: a
áreas que se antuvieronfieles a la corona
q crisis del orden ¡tico comodesencadenantedel p
> Mnculaya ROBEinde enunsentido puram
bién de! sta qué puntoel propio intento de preservar intacto el ordentradi-
Eso (por elvi
vacio de poderentonces producido)sinoeesencialmente [
cional lle aría a sus mismosdefensores aalterar profundamentelos sistemas
de relacionessociales,políticas y económicas en que dicho orden se fundaba.
Sinembargo, el hecho másdecisivo eneste procesode renovación histo-
ciones en 1808 haciala serie de Tenómenosqueseesucedieron inmediata-
icaeslaaparición de a
mente; particularmente, el proceso de convocatoriaa elecciones de diputados
Ma ibéricos de: erspectiva global, dentro de lacual »
paralas Cortesy la sanción posteriordela constituciónliberal gaditana, los
inscribenlosesfuerzosrealizadosporhistoriadores españoles por cuales(salvo en el RiodelaPlataque habia yaavanzsado en suÓN
mprender el vínculo ner liberalismo
hispanoyrevo
ao l 20
nesde independencia latinoamel 1 resultado será unavisión adela
Cc sis de independenciacomo parte de un proceso revolucionario más vasto
¡córico-metodológico.
queabarcóal imperio español en su conjunto, y tendríasu epicentro, preci- Enefecto, la misma se asocia estrechamente con el nuevo Entasispuesto
samente, enla propia península, perspectiva que había sido bloqueadapor
enel análisis de la dimensiónconceptualde los o
cisamente, cómose alterariaentonceselsentido deaquellos
>cos lundamentales(comorepresentación, soberanía, opinión pública,etc.). El
9Vease ChristonArcher, “Politicization ofthe Army of New Spain Duringthe War of Indepen surgimientodereferencias conceptuales modernasexplicaría, en fin, porqué,
dence”, enJaimeRodríguez O., ed., TheEvolution of the Mexican Political System (Wilmington: Scho.
larly Resources, 1993), Anthony McFarlane, “Guerrasindependenciasen las Américas”, en Marta «diferencia delo que ocurrió en otras ocasiones, comoen la Guerra de Suce-
Teresa Calderón y Clement Thibaud, coords.. Las revolucionesenel mundo adlántico (Bogota: Uni-
versidad Externado de Colombia /Taurus, 2006), 171-188, Juan Ortiz Escamilla, Gue rra y go
bierno. Los pueblosyla independencia de México(Sevilla: Universidadde Sevilla / El Colegio de '* Tulio Halperin Donghi, Reformaydisolución delos Imperios ibéricos, 1750-1850(Madrid: Alianza,
México/ Instituto Mora, 1997), Ortiz Escamilla, coord., Fuerzas militares en Iberoamerica (Mexico:
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»1naBerdel, Anacáo como artefato: deputados doBrasil nas Cortes Portuguesas (San Pablo: Hucitec,
mérica (Madrid: Mapfre, 2006), pp. 57-92, José Antonio Serranoy Marta Terán, eds. Las guerras
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nezuela (Bogotá: InstitutoFrancés de Estudios Andinos/ Planeta, 2003). procesos de emancipación de America, 1808-1824: una revisión historiográfica del liberalismohispánico
"Un buen ejemplo.es el deJosé MaríaPortilla Valdes, Crisisailántica: autonomia e independencia en (Mexico: El Colegio de México, 2006), Manuel Chust, Lacuestión nacional americana en las Cortes
lucrelomorarquahipana Made Marcial Pons/Centrode Estudios Hispanose Iberoame- de Cádiz (Valencia: UNED/CentroFrancisco Tomásy Valiente, 1999), Marie Rieu-Millan, Los di-
ricanos/Fundación Carolina, 2006) putados americanos en la Cortes de Cádiz (Madrid: CSIC, 1998) y Mario Rodríguez, El experimento
de Cádiz en Centroamérica. 1808-1826 (México: FC.E., 1984)
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ElíasJosé Palti ¿Delatradición a la modernidad? Revisionismoe historia político-conceptual...
sión,la vacancia del poder no sólo haría esta vez entrarencrisisal orden ins-
y“modernidad” hispana habrá ahora de oponerseel
o monárquico sino que pondría en cuestiónala monarquíacomo lismo'
|, est esto.es, permitirá imaginarla posible conformación de i
equeestasse fund esultado será unasuerte de teleologí:
i rendidade lo que hasta entonces constituía su núcleo ysu cen-
¡inversaala épica: se encontraríaen el punto de partida del pr
enerador: la autoridad real. Y ello se encontraría, asu vez, relacionado 1órico ya no será la nacionalidad sino los gérmenes de disgregación
con cambios ocurridos en losámbitos materiales parala articulacióny circu-
Estavisión, en fin, se encuentrano menos contaminada por proyeccionesre-
lación de ideas, que darán lugara la emergencia de un fenomenoinédito, a
trospectivas que aquella a la quecritica. Y es aquí dondelas novedadesrevi-
saber: la formación de una incipiente “opinión pública”. Endefinitiva, estos
sionistas se vuelven dudosas
diaz sociabilidad proveerán la base parapoder concebirlaidea.
lusivamenteaparti vínculosasumidosde
sociedad organizadaexclul
Rupturas y continuidades en la historia y en la historio-
in embargo,cierta ambiguedadenla actual Ite-
grafía
Segunla perspectiva revisionista difundida por Guerra, los nuevos fe- Volviendo
nómenossociales quedarian lugara la formación en España de unaincipiente
“opinión pública” seránaaquí, en cambio, mucho menosperceptible Enla. dependencia o porel contrario se limitó a profundizar tendenciasiniciadas
de lasnuevasorientaciones político-cultu- porla anteriorrevisionistasurgida enla decada egún
'secombinaría con un arcaísmo social más marcado, lo que impediría la puesto en el apartado anteri sencillo der omo
-pción de una idea abstracta modernadela nación comouna totalidad vimos, el desbaratamiento delas perspectivas épicas nacionalistas, que de-
IE integrada por individuosperfectamente homogéneos. Los que Iinealas corrientes *revisionistas”, incluidaslas más recientes, no es una em-
emergerán, en cambio, tras la caida de la monarquía, serán los pueblos, en
presa original ni señala una novedad radical respecto de lo que distintos
plural, del Antiguo Régimen, que se convertirían inmediatamente en los cen-
trosprimita os deagregación política. result
El adoproceso de desin-
: : lasantiguas administrativashabrán.
suscompont arios (las ciudades cabeceras). Esen. debates actuales en torno de la cuestióndesi las revoluciones
este contexto que reemerge Aecrcnaaticas neoescolásti-
dencia marcaron, o no, una ruptura respecto del Antiguo Régimen.
. Fueronéstas, yno losideales ilustrados, como solía afirmarse, las que
En e punto, los nuevos estudios aparecen, en principio,menosinno-
rían el marco conceptual dentro del cual tendria lugarelproceso de ar- vadores que lo que muchosdesus autoresestarían dispuestos a admitir: la
¡delos huevosestadosnacionale visión hoy dominante que, en oposicióna las visiones épicas, enfatiza las
e este modo, sin e mbargo, la visiónrevisionista de las revoluciones de continuidades en cuantoa patronessociales y económicosluego de lainde-
independencia termina resolviéndose en una mera inversión delas perspec-
pendencia, la que se reduciría así a un fenómenode orden estrictamente po-
lítico, no haría más que retomar lo que fue uno de los tópicos centrales del
* Guerrailustra estoseñalandola marcada diferencia que había entre España y losterritorios ame- primer revisionismo. Y lo mismocabe decir respecto del carác
ricanos en cuantoal desarrollodela prensa periódica, Véase Francois-Xavier Guerra, Modernidad derno”(contingente) de las nacionalidades americanas:
eindependencias. Ensayossobre las revoluciones hispánicas (México: MAPFRE/EC.E., 1993), 307.

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Elías JosePalti
¿Dela tradición a la modernidad? Revisi: nismoe historia político-conceptual...
literaturasobreeltemadesdemuchoanteslostrabajos
“nieranacorroborarlo, comoreferencia. En efecto, en el momentodetratar de delimitarlas propias
perspectivas respecto dela vieja historiografía revi ¡onista de inspiración
marxista, la postura variará segúnse elija como blanco aquella versión suya
les raramente se hacen consideracióndelcaso que insistía en el carácter “meramente político” de la revolución de indepen-
ofreceun buen ejemplode ello. El primer revisionismo brasileño cobra
denciao, porel contrario, aquella otra que prefería destacar su carácter como
formaapartir de unaserie decríticas de las queserá objetoel libro Formacáo
tal. Así, loquealgunos señalarán comounacontinuaciónde hipótesis yaco-
doBrasil comtemporánco (1942), de Caio PradoJr.,? “y queapuntarán contra
nocidas (la persistencia de patrones coloniales) a otrosles parecerá, en cam-
el llamado“mitode los orígenes”de la nacionalidadbrasileña. Ésta no al-
bio, como una innovación historiográfica fundamental, y viceversa. En
canzaráa minar cierto consensorespecto de que la continuidaddela legiti-
definitiva,las nuevas interpretaciones terminarían heredando dela
midad monárquica(y el consecuente carácter menos traumático queasumió:
revisionista previa no sólo unaserie de motivos co
allila ruptura del vínculocon la metrópoli) habría sidodecisivo para preser-
var, en loesencial, las características dela sociedad colonial (y, en particular.
ambas,sino tambiénciertainconsistencia inherente alsentidode
visionesestándar.
sus dosinstituciones nucleares: la monarquíayla esclavitud). No obstante,
Elloharaast que se desdibuje su verdadero objeto. Más que proponer una
algunos autores de izquierda empezarían entonces poneren duda estain-
nuevainterpretacióndel tránsitode la tradicióna la modernidad(que, en
terpretación que, segúnafirmaban, tendía adiluirel acontecimiento revolu-
verdad, no tiene nadade novedosa) lo que ésta estaría poniendo en
cionario, perdiendoasi de vista su naturaleza profunda, despojándolo, en
enrealidad, es la validez del propio esquema “de la tradición a la O
fin, desucaráctercomo tal, asta, en cambio, buscará destacar cómolas con»
dad” como marcopara analizar el pode Iractura entonces producida Y
tinuidadesinstitucionales esconderían, en realidad, profundas rupturasre
que los propiosestudiosenrolados en esta corriente muestranes la im
pectodel Antiguo Régimen
lidad de determinarclaramenteeneste contextoqueeslo tradicional y que
Esto señala una paradoja: invel rsamentea lo que ocurre en la América es-
moderno.En la América hispana de comienzosdelsiglo XIX lascontinuidade
pañola, el revisionismohistórico en Brasil quedaría desde entonces asociado
ala empresa que busca minarlaimagen de estabilidad transhistórica enrai-
zadaenla historiografía local. Así, partiendo de premi sanálogas, el revi
| contrario, un
sionismobrasileño se desplega: in embargo, en una dirección contrariaa C lenómenos de
la que adoptará en suspaíses vecinos. Indudablemente, las peculiaridades
Losestudiosrelativosal proceso antes mencionadodereversión de laso-
del proceso independentista en ese paisayudan acomprender esta paradoja,
heranta, una vez producida la vacancia real, en los pueblos son particularmente
aunqueno alcanzan a explicarla completamente. Y esto nos devuelveala
reveladores de la complejidad, pero también la profundidad del quiebre que
pregunta anterio:
trajo aparejada la disolución de toda autoridad trascendente(i.e., situadaen
Lo cierto es que también enla
tuna posición de preeminencia con respectoala sociedadsobrela que ejerce
América hispana larespuesta diferirá según cuál sea el punto que se tome
su imperio). MERUAaJrarelenadio escri O
tación o dode
* Caio Prado,Jr.. Formacaodo Brasil comtemporánco(San Pablo: Brasiliense, 1942)
Véase FernandoA. Novais y Carlos G. Mota, A Independencia doBrasil (SanPablo: Moderna
1986) yJoaoPaulo G. Pimenta,"A Independencia doBrasil: Un balanco da producáo historiográ-
ficarecente”,en Chust ySerrano, Debates sobrelas independenciasiberoamericanas, 143-157
4] respecto, véase Palti,Eltiempode lapolítica
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Elias José Palti ¿Dela tradición a la modernidad? Revisionismoe historia político-conceptual...
ionalesterritoriales sino
deearunoriennaturalqueveíanamenazadoporelimpulso
les ycaracterísticas inédi i tral vico,
hastaYestructuras no permaneceríaninalteradas Sin embargo,la vacancia monárquica minaría las bases sobre las qu
cambios funcionales. El fenó ála descomposiciónde lo principio se sustentaba. La idea de justicia era, en efecto, indisociable de
queerael rasgocarac ico de la Lruc- sanción; toda prerrogativa emanabadelrey su institución jurídica de
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del reconocimiento real comotal. Sin cl punto
riales no preexistían a la propia crisis monárquica, esque,tras la independencia, proliferarán los reclamos en este sentido, mu-
sino que serán un productodeella. Enfin, considerados en su conjunto,
chos de los cuales serán contradictorios entre si. Cada comunidad hab
estos estudios permiten vislumbrar el tipo de inflexión entonces operada.*
Interpretarsilosderechos y obligacionesque lescompetía comocue
Lostrabajos mencionados de Anninosir en de ejemplo. Másallá del es-
y. desaparecido el monarca, ya e
pinosotemade la filiación delas ideas quedieron origen ala revolución de pecto. El orden tradicional habría entonces de desmoronarse: perdida toda
inde pendencia (si éstas eranderaíz ilustrada o neoescolástica), lo cierto, dice instancia trascendente, el propio concepto dejusticia, que durante tres sigl
Annino,esesque losnuevosordenamientosinstitucionales
(ER no se levantarían había servido de fundamento alai
_—
(ette etadelos jetos sino que se ordenarían entornoal considerado como un orden natural,eternoe intangible, seconvertiría
justicia, queera el principio lador delass guo co 0 propiamente político, Como señala Annino, el
(paraestas, laidea de un derechoigual para todosresultaría algo principio articuladorde las nuevas sociedades no va aserel de voluntad oelde
aberrante; los derechosy obligaciones eran considerados comorelativosa la
Luopinión, sinoel dejusticia, pero, y éste esel punto crucial, la cuestión
condición de los sujetosyse establecían a partir de vinculos contractuales esjusto o injusto se volvería ella misma materia de opin Encontramosaquí
personales entre el monarcaylos diversos cuerposy estamentos que confor esatorsión,característica de este tipo de fenómenos de ruptura históri
mabanel re, enologiaenusa de la el cual cipio tradicional se doblará sol
¡pación se explicaría así porel hecho que paraestos ruptura con otro que ya no lo eraen absoluto.
rquía parecía abrirlesmejores perspectivasdedelendersusprivile- En definitiva, lo que S
Estos no buscarían,
constituirseen
pues, miembros de ociedadessurgirán inevitablemente de rearticulaciones producidas enel in-
una república de ctudadanosy manifestar su voluntad soberana comotales, terior de las realidades preexistentes, cobrando, sin embargo, en su trans-
curso, sentidosy funciones ya muydistintas alas tradicionales, e, incluso,
muchasveces sencillamente
Pi hastaer
e onces .Y esto tenía impli-
Véase Antonio Annino, Luis CastroLeivay Francois-Xavier Guerra, comps. Delos imperios alas
naciones. Iberoamerica (Zaragoza: Ibercaja, 1994), Carlos Garriga yMarta Llorente, Cádiz 1812. La l FarÓN
Constitución jurisdiccional (Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, 2007), Bea mabanlas visiones ép a a
ciudades novohispanas antelacrisis: Entre laantiguayla nueva constitución, 1808-1814", Histo-
ria Mexicana 229 (2008): 287-324 y José Antonio Serrano Ortega,Jerarquia territorial y transicion losrevisionistas. Tras ambas posturas opuestas subyace una misma matriz te-
politica, Guanajuato 1790-1836 (Mexico: El Colegio de Michoacán Instituto Mora, 2001). leológica que cree ver ya contenidoen el origen de este proceso lo que sólo se
**Annino, “Imperio,constitución y diversidad en la America hispana”, Historia Mexicana229 encuentraalfinal del mismo. Cambia únicamenteel punto de partida que se
(2008): 179-227
”Unsutil e interesante análisisde cómose produceesta inflexión se encuentra en MaríaTeresa Cal- toma para producir estas proyecciones retrospectivas (los estados naciona-
derón y Clement Thibaud, “Dela majestad a lasoberania enla Nueva Granada” en Calderóny les plenamente constituidos, en las visionesépicas;la fragmentación política
baud, coords., Las revoluciones enel mundo atlántico, 365-401
ocurrida inmediatamentetras la ruptura, por los revisionistas). Sin embargo,

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¿Dela tradición a la modernidad? Revisionismo e istoria político-conceptual...
! " eS mismos hallazg
S ¡oysabemos, la in- ,en efecto, a dar cuenta de ello:
icono
no fue un resultado viales constituidas
De lo quesetrata, pues, es de desprender la mismade losmarcostel leológicos
en quese encuentra encastrada. Pero eso requiere una reformulaciónradical
eltopico; conlleva un trabajo previo de socavamientocrítico de losenfoques
aaa
alos aón per oben
epo- tipico-ideales; supone, enfin, el esfuerzo por despojar los “modelos” de su
drían no haberocurrido, tampoco la fragmentaciónpolítica que se produjo pariencia de perfecta consistencia y racionalidad, penetrar y desnudarla ra-
luego fue un resultadofatal de la ruptura del vínculocolonial, y que simple- 1cal contingencia de sus orígene: lamentos.
mentedaría lugara la emergencia en un planopolítico de las unidades cor-
porativas que formabanlatr: ma primitiva dela sociedadcolonial, sinoel
productode una serie de e unstancias particulares en que se produjola
ruptura(como la larga guerra a queella dio lugar o el hechode que lainde-
pendencia se terminara consumandoen un clima político ya hostil a la
misma, dominadopor las ideas de la Rest auración, etc.)

presupuestos dentro delos cualestal disyuntiva (en principio, perlecta-


mentelegítima) se encuentra encastrada. En últimainstancia, la crítica revi
sionista delas decadas de 1960y 1970se propusooponerala perspectiva
teleológica nacionalista otra lormadeteleologismo,distintaen sus contenidos
pero de no muydiversa naturaleza. Pero algo
revisionistas más recient

volución (o, mejor dicho, una imagendeella quehoysa


bemos decididamente mitica) sino el
ideal de unasociedad individualista mo-
(o másbien un imagen de ellano menos mítica quela acrcdael ade
ellugardel “tipo ideal” presupuesto
Fa

sobre lascontinuidades y rupturasse terminasubriepticiame nte desplacando,


oencubriendootré

sin embargo, es que estas interpretaciones entran hoyen colisión con sus

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