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12 formas de orar por misioneros

1- Ora por su relación personal con el Señor

Estando en el servicio misionero día sí y día también, corremos el peligro de que la obra se
vuelva más importante que el Dios de la obra. Hablamos de planes, proyectos y estrategias.
Tenemos actividades, salidas y reuniones. Y debemos estar firmes para no caer en hacer de
todo y postergar nuestro tiempo devocional, nuestra vida de oración y nuestra relación
personal con el Señor.

Somos conscientes de que no podemos dar lo que no tenemos. Nuestras fuerzas flaquean
cuando descuidamos nuestra comunión con Dios y dejamos de hacer de ella una prioridad.

Ora para que puedan crecer espiritualmente cada día más y para que Su relación con Dios
sea cada día más profunda.

2 – Ora por ellos como familia

Eso es algo por lo que siempre pido oración en nuestras cartas: por nosotros como familia,
por nuestra relación matrimonial, por nuestra relación con nuestros hijos.

Estando en el campo misionero llevamos un ritmo muy alto de trabajo. Mantener el


equilibrio dentro de la familia es primordial para poder cumplir con todo lo demás.
Nuestros hijos deben sentirse amados y valorados en todo momento sin que exista la
posibilidad de que sientan que el ministerio es más importante que ellos. Somos un equipo
y el bienestar de cada miembro del equipo es vital para que este funcione.

Y, ante todo, debemos cuidar nuestra relación matrimonial de la distancia, de los viajes, de
las ausencias, de las agendas y fortalecerla con todos los medios que tengamos.

Ora por su matrimonio, por sus hijos y su relación con ellos si es una familia. Si es un
misionero soltero ora por pureza e integridad para su vida.

3 – Ora por su sustento económico

Una de las preocupaciones fundamentales de todo misionero son las finanzas. Vivimos por
fe y sabemos lo que es orar por leche para nuestros hijos o por comida para el día siguiente.
Dios es fiel, lo sabemos y lo vivimos. Pero somos humanos y no podemos evitar
preocuparnos en algunas ocasiones.

Ora para que el Señor provea todo aquello que necesitan, para que haya personas e iglesias
comprometidas a aportar económicamente para su sustento mensual y para sus proyectos. Y
recuerda orar también para que el Señor supla sus necesidades, no solamente las materiales,
sino también las afectivas, emocionales y espirituales.

4 – Ora por protección espiritual

Los misioneros estamos en primera línea de batalla y somos conscientes de que la guerra
espiritual es muy fuerte y que implica un desgaste enorme. Si te soy sincera, no he sido
consciente de la magnitud de la batalla espiritual que enfrentamos los creyentes hasta que
no llegué aquí y pude verlo con mis propios ojos.

Ora por protección para los misioneros y sus familias. Ora también por discernimiento, para
que puedan distinguir qué cosas vienen de Dios y cuáles no.

5 – Ora por salud

Muchos de nosotros estamos en regiones del mundo en las que estamos rodeados de
enfermedad. En nuestro caso, vivimos en una zona de selva tropical en la que enfermedades
como la malaria, el dengue, el cólera o la fiebre amarilla están a la orden del día. Estamos
expuestos a enfermedades de la piel, parásitos, enfermedades que vienen por el agua,
infecciones, picadas… ¡un poco de todo!

Eso no le sucede a todos los misioneros, es verdad, depende de la zona en la que estén. Pero
todos estamos expuestos a la enfermedad en un grado u otro.

Ora por salud para ellos, por provisión de tratamientos y medicamentos en el momento que
sea necesario, por los gastos médicos que puedan tener y por el cuidado constante de Dios
sobre sus vidas.

6 – Ora por su corazón

Una de las cosas más difíciles para mí ha sido el hecho de estar lejos de mi familia, de mi
hogar, de mi país. Y, en mi caso, ha sido aún más difícil, porque mi esposo es local. Él
nació y creció en el lugar en el que estamos ahora, toda su familia está aquí y, muchas
veces, no ha sido capaz de comprender algunas de las luchas que yo he tenido con respecto
a este tema.

Y no ha sido solo con eso. Todos enfrentamos luchas diarias que, si no son controladas a
tiempo, pueden dañar nuestro corazón: enfrentamientos, envidias, amargura,
inconformismo… ¡infinidad de cosas!

Ora para que su corazón pueda estar resguardado de cualquier cosa que pueda afectarlos
emocionalmente y que lleven sus pensamientos cautivos a la obediencia de Cristo en todo
momento.
7 – Ora por su entorno

Hemos sido bendecidos con buenos amigos, creyentes fieles que nos han sostenido y
ayudado en estos años. Es esencial tener personas en las que poder apoyarnos, en las que
buscar consejo. Personas con las que orar, personas en las que uno puede confiar y que te
ayudan a acercarte más al Señor cada día.

Y esa es una de las cosas más difíciles para los misioneros, encontrar amigos de verdad que
sean más unidos que un hermano.

Ora para que puedan tener un entorno seguro y de confianza con creyentes fieles que amen
al Señor y que les ayuden a crecer en Él; que puedan tener amistades verdaderas con las
que compartir las cargas, con las que vivir cada momento grande o pequeño de su vida.

8 – Ora por puertas abiertas

En estos años de ministerio ha habido temporadas en las que estábamos totalmente


desorientados sobre lo que el Señor quería de nosotros. Sabíamos que Él nos quería en el
ministerio con indígenas, pero no sabíamos dónde o cómo. Pasamos por momentos de
lucha intensa con Dios en los que nos empeñamos en abrir puertas que Él había cerrado.

De ahí aprendimos a orar por puertas abiertas para el ministerio y para que nosotros
pudiéramos tener claridad en cuáles eran esas puertas que sí debíamos atravesar.

Ora para que los misioneros recuerden que la obra es de Dios y que es Él el que va guiando
el camino, el que va abriendo y cerrando puertas y dando dirección al ministerio.

9 – Ora por las personas a las que sirven

Una de las cosas con las que más cuidado hemos tenido en estos años ha sido tener una
relación personal con aquellas personas entre las que hacemos ministerio. En que no fueran
meros números, fotos o estadísticas, sino personas reales con nombre y apellido, con
historia.

Los misioneros trabajamos con personas. Siempre. Eso es el ministerio: servir a Dios por
medio del servicio a otros.

Ora para que los misioneros tengan eso siempre en mente. Para que siempre tengan la
motivación correcta para hacer la obra, para que se involucren en vidas de personas y
puedan servir con amor.
10- Ora por su integración en la iglesia local

No te voy a mentir, nuestra relación con nuestra iglesia local ha sido complicada en
ocasiones. En los primeros años nos sentíamos solos y abandonados por nuestra iglesia.
Echábamos todas las culpas en tejados ajenos en lugar de aceptar nuestros fallos y
responsabilidades.

Finalmente aprendimos a disfrutar de nuestra iglesia local y comenzamos a aceptar


compromisos de servicio en ella encontrando nuestro papel y nuestro lugar en ella.

Ora para que los misioneros puedan encontrar su lugar en la iglesia local, que estén
integrados en un cuerpo de creyentes con el que puedan alabar a Dios y por medio del cual
puedan servir a su comunidad.

11 – Descanso

En mi viaje a Dallas de finales de septiembre me di cuenta de cuánto necesitaba descansar.


No físicamente ¡el intensivo tuvo un ritmo frenético! pero sí mentalmente. En uno de los
ejercicios que nos plantearon allí nos hacían pensar en qué necesitábamos para mantener la
cordura en el tipo de vida que llevábamos. Por primera vez me di cuenta de que lo que yo
necesito es salir de mis cuatro paredes, de la rutina, del día a día y recargar baterías.

Para mí fueron diez largos años hasta que pude salir por primera vez de Puerto Ayacucho.
Hacía viajes cortos dentro de Venezuela pero siempre tenían que ver con papeles, con visas,
compras o ministerio. Finalmente, este año pude salir en dos ocasiones: primero a España a
ver a mi familia y después a Dallas. Y, oh sí, pude descansar.

Ora para que puedan apartar un tiempo y algo de dinero para poder salir como familia unos
días, descansar y alejarse de la demanda agotadora de la obra y de la rutina para regresar
con mente, cuerpo y espíritu renovados.

12 – Fortaleza y Perseverancia

Mirando hacia atrás me doy cuenta de que hemos tenido que ser muy fuertes y
perseverantes para estar donde estamos ahora. Dios nos ha traído hasta aquí a través de
valles oscuros y de montañas escarpadas, de tormentas y desiertos. Han sido tiempos
complicados muchas veces, pero ¡oh qué hermosa recompensa la de saber que estás en el
centro de la voluntad de Dios!

No hay nada que no pueda superarse con Él. No hay nada que pueda separarnos de Él.

Ora para que los misioneros puedan ser fortalecidos en el Señor siempre, que puedan ser
perseverantes y constantes en la obra que Dios les ha encomendado.
Espero de verdad que esto te ayude a tener una idea mejor de cómo orar por los misioneros
que conozcas. Y, ¿te soy totalmente sincera? Te necesitamos, necesitamos que nos apoyes
en oración. Como dije antes, los misioneros estamos en primera línea de batalla y el motor
de todo lo que hacemos son las oraciones fieles de los creyentes aquí, en la ciudad, o en
cualquier lugar del planeta en el que haya un misionero.

Da un paso al frente y comienza a involucrarte en la Gran Comisión orando.


AUTORIZACION

Yo _________________________________________________ titular de la cedula de


identidad N°______________, representante de: ________________________ del
________ grado/año, sección A B C D E, titular de la cedula de identidad N°
______________________ Autorizo a mi representada a participar en las Olimpiadas
Recreativas – juveniles del año escolar 2017-18.

FIRMA DEL REPRESENTANTE

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