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Fase 4
Presentado por:
Humberto de Jesús Henao Velásquez Cod. 1.039.623.454
Agronomía
Tutora
María del Carmen Garcés
Grupo: 30165_18
Noviembre de 2018
1. Oportunidades, debilidades, fortalezas y aptitudes del cultivo de tomate
Oportunidades:
Actualmente el tomate es un de los productos agropecuarios más consumido mundial, además es
utilizado también en la agroindustria, dentro de las oportunidades que tiene el cultivo de tomate
se encuentran:
Debilidades:
Dentro de las principales debilidades del cultivo de tomate, tanto en la parte productiva como en
la comercialización y agremiación de los productores de tomate se encuentra:
Fortalezas:
Dentro de las fortalezas que tiene el cultivo de tomate se encuentra:
Buena adaptabilidad del cultivo, ya que se puede sembrar además en condiciones de
intemperie, en condiciones bajo invernadero o hidropónicas con buenos resultados.
Ciclo productivo relativamente corto.
En el país, especialmente en las zonas aptas para el cultivo de tomate, este se puede
sembrar durante todo el año, debido a que las condiciones edafoclimáticas en cierta
medida permanecen constantes.
Alta productividad por unidad de área; en condiciones a la intemperie se puede conseguir
entre cuatro a cinco kilos y en condiciones bajo cubierta la producción por planta puede
estar cercana o superior a los diez kilos por planta.
Existen un número importante de variedades de tomates, la elección de una o de otra esta
estrechamente relacionada con las condiciones del entorno donde se vaya a sembrar y las
exigencias especificas del mercado objetivo.
Es un producto agropecuario climatérico.
Cuando el cultivo recibe un buen manejo en cuanto a su nutrición y las labores culturales
que necesita se hacen a tiempo, su respuesta es una alta productividad y baja incidencia
de plagas y enfermedades.
El tomate tiene una gran ventaja, debido a que su respuesta productiva no se afectada
cuando se lleva a condiciones de cultivo bajo invernadero o hidroponía, si no que por el
contrario se ve mejorada la productividad.
El cultivo de tomate, como los demás cultivos requiere de prácticas específicas que permitan un
cultivo sano y bien nutrido durante todas sus etapas. De acuerdo con los diferentes trabajos que
se han realizado referente a este cultivo y que se encuentran sus resultados consignados en la
literatura, se propone el siguiente modelo productivo ideal para el cultivo de tomate:
Selección del terreno: de acuerdo con Montaña (2012) el terreno debe de reunir las
siguientes características edafoclimáticas:
o Temperatura optima: 18-25°C
o Humedad: comprendida entre 55 y 80%
o pH: 5.5 a 6.8
o Prefiere suelos profundos
o Nivel freático mayor a 1 m.
Semilleros: las plántulas se pueden adquirir en viveros especializados o germinarlas el
mismo productor; en el segundo caso se conseguir semillas certificadas que garantizan
que están libres de virus u otras patógenos, la selección de la semilla debe de estar acorde
con el lugar donde se vaya a sembrar, además la germinación se debe de hacer en
bandejas desinfectadas, con sustratos adecuados y en un lugar con buena iluminación
(Jaramillo , y otros, 2012). La germinación de la semilla se da entre 3 y 6 días después de
la siembra.
Se deben de fertilizas las plántulas tanto de forma edáfica como foliar, principalmente si
fueron sembradas en sustratos inertes.
Preparación del terreno: antes de iniciar cualquier labor es necesario tomar un muestra de
suelo para conocer el estado de nutrientes presentes en el suelo, con el propósito de
determinar si es necesario la aplicación de enmiendas y acondicionadores del suelo,
además formular el plan de fertilización del cultivo.
Una vez realizado el análisis de suelo, se procede a preparar el terreno que consiste en
ararlo a una profundidad mayor de 30 cm, de acuerdo con lo encontrado en campo se
decide si subsolar o no; la preparación del terreno debe de hacer con buen tiempo de
antelación (Jaramillo , y otros, 2012).
La densidad de siembra debe de ser de hacer en surcos sencillos a una distancias entre 1,1
y 1,3 m, con el propósito de facilitar las labores culturales, la entrada de luminosidad y la
aireación del cultivo; la distancia entre plantas puede ser de 30 a 40 centímetros entre
planta (Jaramillo , y otros, 2012).
Trasplante: el trasplante se debe de realizar cuando la planta tenga entre 10 y 15 cm de
altura, preferiblemente en las horas de la tarde.
Podas: En el momento de realizar las podas se deben de desafectar bien los instrumentos
que se van a utilizar, con el fin de evitar la diseminación de patógenos. Para el adecuado
desarrollo y productividad de la planta se deben de llevar a cabo las siguientes podas
según Jaramillo et al (2012):
o Poda de formación: se realiza entre 20 y 30 días después del trasplante y define el
número de ejes que va a tener la planta.
o Poda de yemas o chupones: se realiza constantemente con el propósito de
favorecer el desarrollo de la planta, disminuyendo la competencia y aumentando
la aireación del cultivo.
o Poda de hojas o deshojado: se hace según Jaramillo et al (2012) cuando ya haya
florecido completamente el segundo racimo, se eliminan las hojas enfermas,
amarillentas y viejas, con el propósito de mantener buen aireación e iluminación
de la planta, además permite favorece la floración y el llenado del fruto.
o Poda de flores y frutos: busca obtener una mejor calidad en la producción y
balancear el número de frutos en la planta; la determinación de como hacer esta
poda esta condicionado por las exigencias del mercado.
o Poda de la yema terminal o despunte.
Tutorado y amarre: la construcción del sistema de tutorado se debe de hacer antes de la
siembra del cultivo para evitar interferir en el desarrollo del cultivo, el amarre se hace
principalmente con hilos plásticos con el propósito de mantener un crecimiento vertical
del cultivo y favorecer la aireación y cosecha de este.
Control de malezas: debe de ser de forma integrada, combinando tanto los métodos
manuales, mecánicos, químicos como físicos. El periodo crítico de competencia de las
arvenses en el tomate esta comprendido entre los días 35 y 70 días (Jaramillo , y otros,
2012).
Manejo de residuos de cosecha: se deben de compostar.
Fertilización: según Jaramillo et al (2012), la primera aplicación edáfica se hace en el
momento del trasplante, luego a los 20 días, de esta segunda en adelante se realizan cada
20 días hasta la formación del ultimo racimo.
Manejo de plagas y enfermedades: en primer lugar, debe de hacerse un manejo
preventivo que evite la aparición de plagas o patógenos, para este caso se debe de hacer
de forma integral mediante la utilización de diferentes métodos, donde los agroquímicos
sean una medida complementaria. En el caso de ocurrir un ataque por un patógeno o
plaga, también se debe de recurrir a un control integral donde se contemplen métodos
biológicos, mecánicos, físicos y químicos.
Cosecha: El cultivo de tomate es un producto climatérico y debido a esto permite ser
tomado de la planta en varios grados de madures, pero también exige cuidados
específicos para mantener su calidad, como cuidados durante la cosecha para no producir
daños mecánicos y tener una temperatura y humedad adecuada para la conservación del
fruto.
El tizón tardío es causado por el oomiceto Phytophthora infestans, el cual causa daños
significativos en los cultivos de tomate y es una de las enfermedades más limitantes para este.
Las condiciones ambientales más favorables para el desarrollo de esta enfermedad según
Jaramillo et al (2012) son “temperaturas entre 15 y 22 ºC y humedad relativa alta (mayor de
80%)” (p. 378); además afecta principalmente tallos, brotes, hojas y frutos.
Los síntomas iniciales del tizón tardío pueden presentarse tanto en hojas, tallos o frutos;
normalmente aparecen en las hojas como lesiones acuosas /aceitosas, que posteriormente se
tornan marrón; en el envés de la hoja y los tallos se pueden apreciar las mismas lesiones, pero
también un leve crecimiento blanquecino (Jaramillo et al, 2012).
En los periodos de humedad relativa alta, de acuerdo con Tamayo (como se citó en Jaramillo et
al, 2012) “las lesiones en los tallos o ramas crecen cubriendo grandes extensiones de tejido,
anillándolos y causando su muerte” (p. 379). El oomiceto también afecta los peciolos, donde
causa doblamiento, en los frutos aparece en la parte superior, tornándose este de forma irregular,
puede cambiar la coloración de café a negro y manchas irregulares de tejido acuoso.
La producción del cultivo de tomate se ve afectada por esta enfermedad ya que se produce
perdida de plantas, que en el caso de no hacerse un control inmediato termina por infectar todo el
cultivo y si ocurre en una etapa temprana compromete toda la producción que se espera. Por otra
parte, opino que entre las enfermedades del cultivo de tomate en el municipio de Liborina esta es
una de las más limitantes y de las que requiere mayor inversión para su prevención y control.
Control
Referencias Bibliográficas
Jaramillo , J., Rodríguez, V., Gil , L., García , M., Hío , J., Quevedo , D., . . . Guzmán , M.
(2012). TECNOLOGÍA PARA EL CULTIVO DE TOMATE BAJO CONDICIONES
PROTEGIDAS. Bogota, D.C.: Corpoica.