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2.1 Introducción
Octavio Paz.
En la clase anterior hemos trabajado sobre la idea del pensarse como enseñante. Leímos
algunos autores que recuperan la idea de la autobiografía escolar para pensar las prácticas
áulicas.
La enseñanza, ¿oficio?, ¿profesión?, ¿se aprende?, ¿se nace con condiciones naturales?,
¿podemos hacernos mejores enseñantes? Nosotros partimos de la idea de que ser docente
es un camino y no un punto de llegada. Saber enseñar implica estudio, mirada atenta, toma
de decisiones, construcción de relaciones y de espacios de intercambio intersubjetivo.
Utilizaremos una analogía para comprender mejor esta relación de dependencia ontológica,
esta dependencia de existir gracias al otro.
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Trayectos de Fortalecimiento Pedagógico
platea absolutamente vacía. Esa es una buena imagen para pensar que una actividad tiene
sentido y se completa gracias al otro.
“La idea de dependencia ontológica ayuda a explicar por qué la mayoría de nosotros
percibe una conexión tan estrecha entre enseñar y aprender. Si nadie aprendiera, sería
difícil imaginar que pudiéramos disponer del concepto de enseñar. Porque si el
aprendizaje no se produjera nunca, ¿qué sentido tendría enseñar? La conexión entre
los dos conceptos está fuertemente imbricada en la trama de nuestro lenguaje. Tan
fuertemente, de hecho, que es fácil confundir relaciones ontológicamente
dependientes con relaciones causales. Debido a que el concepto de enseñanza
depende de un concepto de aprendizaje, y debido a que con tanta frecuencia el
aprendizaje se produce después de la enseñanza, podemos fácilmente tender a pensar
que una cosa es causa de la otra”. (Fenstermacher, 2008)
En esta clase vamos a reflexionar sobre la tarea docente en relación con los destinatarios:
los alumnos, los que dan sentido a la acción de enseñanza.
La enseñanza es una actividad humana, es una relación entre sujetos, en donde “el otro”
cobra un sentido y le da significación a la tarea. Enseñamos a “otros”, a otras
subjetividades que tienen recorridos y trayectos escolares, culturales y familiares diversos,
que piensan, sienten, se preguntan y que además construyen su propia imagen de aprendiz
y de estudiante. En este caso esos otros son adolescentes que transitan una etapa vital
especial y atravesada por emociones contrarias, exigencias y en algunos casos futuros
inciertos. Desde esta perspectiva es fundamental pensar la enseñanza como un “convite”
(Duschatzky) en un ambiente y un entorno construido en base a la confianza mutua, al
respeto mutuo en donde la autoridad sea fruto de la construcción más que de la
imposición.
Para concluir, sostenemos que la tarea docente se completa y tiene sentido en relación con
“los otros” porque participan en la formación de “uno mismo”.
El modo y el momento de la lectura será una opción personal. Es decir: pueden leerlos
antes de la clase, durante el desarrollo de la misma, o bien a modo de cierre.
Cualquiera de las opciones elegidas es válida. Les sugerimos que en todos los casos
identifiquen las ideas o conceptos más importantes y los verifiquen en la clase.
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En este espacio, les ofreceremos algunas “pistas” para pensar antes de realizar la
producción escrita de la Bitácora 2 que guardarán en su portafolio.
Violeta Parra.
Para comenzar les ofrecemos dos videos para empezar a pensar la escuela, los docentes,
los alumnos y las relaciones que establecemos y construimos entre todos.
Algunos de estos videos les resultarán cercanos, tal vez puedan verse reflejados los
docentes, la escuela y los alumnos que participan en ellas. En el primero encontrarán la voz
de un especialista reconocido que nos ofrecen sus reflexiones para pensar la escuela y las
relaciones que establecemos con los estudiantes. En el siguiente video, los estudiantes
observan y critican las prácticas y a los docentes.
Les sugerimos que presten especial atención a las imágenes que arrojan estos testimonios
de los especialistas como también al planteo de los estudiantes para pensar sus prácticas
y para participar del foro 2. (recuerden que este foro es de carácter obligatorio)
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¿Cuánto de ello reconocen en sus escuelas y en sus aulas? ¿Es posible atender a lo que
los especialistas refieren? ¿Qué visión tienen de las expresiones de los estudiantes? ¿Las
encuentran razonables, exageradas, desajustadas con la realidad que ustedes viven?
Para propiciar cambios y mejorar la escuela, las prácticas, el aprendizaje, ¿por dónde
comenzamos? ¿Por el sistema, por las aulas? ¿Cuánto hay de modificable? ¿Sobre qué
variables se puede intervenir desde el aula? ¿Cómo orientar la tarea frente a lo que no se
puede modificar?
https://www.youtube.com/watch?v=FoPH_1_nIWU
https://www.youtube.com/watch?v=3bTN8x6vc2M
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No deben ser respondidas, sino que la idea es que funcionen como disparadores para
“pensarse y mirarse” como docente.
En esta clase hemos puesto el foco en los estudiantes que conforman el grupo clase.
Procuraremos observar las estrategias de enseñanza y la posición que asumen los
enseñantes “haciendo visibles” a los destinatarios de las acciones didácticas.
Empezaremos citando a Philippe Merieu (2007) cuyos aportes nos ayudan a pensar qué
sucede al interior de una escuela que logró democratizar el acceso a la educación pero no
democratizó el éxito escolar. El pedagogo francés insiste en la obsolescencia del modelo
tradicional que constituye la clase, es decir, un grupo de unas 30 personas que hacen la
misma cosa al mismo tiempo y dentro del cual hay extremadamente poco trabajo de
acompañamiento individual.
“La clase fue perfectamente adaptada al sistema escolar a finales del siglo XIX.
Hoy, la clase se ha convertido en un freno a la evolución del sistema escolar;
por una parte, porque hay actividades que deben hacerse con grupos más
numerosos y, por otra parte, y sobre todo, porque lo que necesitan los alumnos
con grandes dificultades es el apoyo individual, tiempos de acompañamiento
personal, tiempos que permiten a los enseñantes detectar y remediar esas
dificultades. Este acompañamiento personal de los alumnos es algo
absolutamente fundamental”. Merieu (2007)
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Por otra parte, sabemos que el aprendizaje no depende ni se desarrolla sólo por la acción
de quienes enseñan, por más eficaces que éstos sean. No hay aprendizaje sin deseo y el
enseñante no puede desear por sus alumnos pero sí está a su alcance propiciar
situaciones y tareas académicas que ofrezcan sentido para ellos, que los desafíen sin
paralizarlos.
“No nos podemos contentar con dar de beber a quienes ya tienen sed. También hay que
dar sed a quienes no quieren beber.
No hace falta preguntarse qué diremos a los alumnos, sino qué les haremos hacer para
que aprendan”. (Merieu, 2007)
Tanto los autores que ustedes leerán en esta clase como los videos que propusimos nos
ofrecen nuevas miradas para pensar las clases que se preparan para los alumnos. En este
sentido, el desafío consiste en preguntarse en qué lugar queda el alumno desde su
singularidad, y en entender que si un aula es un conjunto de diversidades, entonces atender
a esa diversidad natural requiere diversificar también las formas de enseñar.
Por otra parte, si existen diversas maneras de aprender entonces, existirán diversas
maneras de arribar a los objetivos y entonces, seguramente existirán alternativas para
ofrecer a los alumnos que tienen ritmos y habilidades diferentes (Anijovich, 2004).
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Para ello se propone considerar tres cuestiones nodales que se abordan más
profundamente en la Clase 2 de Didáctica General:
Siguiendo a esta autora. Será necesario considerar la organización del trabajo en el aula
implica tener en cuenta algunos aspectos para el diseño de la enseñanza como:
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Por último, Anijovich propone atender a las consignas de trabajo. Para ello, en primer lugar
les proponemos retomar la idea de Merieu “hace falta preguntarse qué les haremos hacer a
los alumnos para que aprendan” (2007) y luego pensar que las consignas que les
ofrecemos pueden convertirse en puentes, abrir posibilidades o generar obstáculos para el
aprendizaje: ya sea por cómo las enunciamos o porque proponemos las mismas
actividades a los alumnos cuyas posibilidades de aprendizaje son desiguales y en
consecuencia se aumentan esas diferencias. (Perrenoud, 1990)
Siguiendo el enfoque de las aulas heterogéneas, las consignas de trabajo que los docentes
les ofrecen a sus alumnos ocupan un lugar central, no solo por el contenido de la propuesta
(relevante, significativa y desafiante) sino porque, al ser explícitas, estar escritas y
contemplar actividades con sentido, contribuyen al desarrollo de la autonomía de los
estudiantes.
La mirada individual a los alumnos nos ayuda a pensarnos como docentes y nos exige
diseñar una propuesta que genere una enseñanza diferenciada basada en la posibilidad y
deseo de aprender.
Para cerrar, los invitamos a propiciar en el aula un espacio para preguntarse, para
intercambiar opiniones, reflexiones, para disentir y sentar las bases para que todos se
sientan incluidos y considerar a los adolescentes y jóvenes como legítimos sujetos de
derecho. Recordemos que adolescentes y jóvenes se miran en el espejo que les tienden los
adultos y construyen de ese modo, la imagen de sí mismos.
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Si pienso en el grupo, ¿qué quiero propiciar? ¿Qué voy a tener en cuenta para
propiciar el deseo de aprender?
Nos advierte además que hay una operación del mercado destinada a
consolidar o crear prejuicios y pareciera que el contexto social del que
provienen esos jóvenes colabora en la construcción de tales
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representaciones.
Les ofrecemos algunos temas musicales para volver a escuchar y pensar con
cuál de todas estas imágenes se identifica más.
https://www.youtube.com/watch?v=MGNW0Ueza0Y
“Me gustan los estudiantes” una canción de Violeta Parra interpretada por
Ángel Parra.
https://www.youtube.com/watch?v=6MJlw9-gvgI
A lo largo de esta clase a partir de los videos y las lecturas del material
bibliográfico que se incluyen en esta clase les hemos ofrecido algunos
lineamientos para pensar un aula y prácticas de enseñanza en atención a la
diversidad de alumnos que forman parte del grupo de estudiantes.
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2.7 Bibliografía
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Bibliografía de referencia
Créditos
Anijovich, Rebeca y Graciela Cappelletti (2019). Clase 02: Pensarse como enseñante en relación
con los destinatarios Didáctica General I. Buenos Aires Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y
Tecnología Presidencia de la Nación.
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0
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