ESTRATEGIAS PARA EL JUICIO ANALÍTICO: TRASCENDER LOS LÍMITES DE LA INFORMACIÓN

INCOMPLETA

Cuando los analistas de inteligencia hacen juicios analíticos reflexivos, ¿cómo lo hacen? Al buscar
respuestas a esta pregunta, este capítulo analiza las fortalezas y limitaciones de la lógica
situacional, la teoría, la comparación y la simple inmersión en los datos como estrategias para la
generación y evaluación de hipótesis. La sección final discute estrategias alternativas para elegir
entre hipótesis. Una estrategia utilizada con frecuencia por los analistas de inteligencia se
describe como "satisfactoria": elegir la primera hipótesis que parece lo suficientemente buena en
lugar de identificar cuidadosamente todas las hipótesis posibles y determinar cuál es la más
consistente con la evidencia. 36

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Los analistas de inteligencia deben ser conscientes de su proceso de razonamiento. Deben pensar
en cómo emitir juicios y llegar a conclusiones, no solo en los juicios y conclusiones en sí mismos. El
diccionario de Webster define el juicio como llegar a una "decisión o conclusión sobre la base de
indicaciones y probabilidades cuando los hechos no están claramente comprobados". 37 El juicio
es lo que los analistas utilizan para llenar los vacíos en su conocimiento. Implica ir más allá de la
información disponible y es el principal medio para hacer frente a la incertidumbre. Siempre
implica un salto analítico, de lo conocido a lo incierto.

El juicio es una parte integral de todo análisis de inteligencia. Si bien el objetivo óptimo de la
recopilación de inteligencia es el conocimiento completo, este objetivo rara vez se alcanza en la
práctica. Casi por definición de la misión de inteligencia, los problemas de inteligencia implican
una considerable incertidumbre. Por lo tanto, el analista suele trabajar con datos incompletos,
ambiguos y, a menudo, contradictorios. La función del analista de inteligencia podría describirse
como que trasciende los límites de la información incompleta a través del ejercicio del juicio
analítico.

La naturaleza última del juicio sigue siendo un misterio. Sin embargo, es posible identificar
diversas estrategias que los analistas emplean para procesar la información mientras se preparan
para emitir juicios. Las estrategias analíticas son importantes porque influyen en los datos que
uno atiende. Ellos determinan dónde el analista brilla su luz de búsqueda, y esto inevitablemente
afecta el resultado del proceso analítico.

Estrategias para generar y evaluar hipótesis.

Este libro utiliza el término hipótesis en su sentido más amplio como una posible explicación o
conclusión que se evaluará mediante la recopilación y presentación de evidencia. El examen de
cómo los analistas generan y evalúan hipótesis identifica tres estrategias principales: la aplicación
de la teoría, la lógica situacional y la comparación, cada una de las cuales se analiza con mayor
detalle a continuación. También se discute una inmersión "no estratégica" en los datos y dejar
que los datos hablen por sí mismos. Esta lista de estrategias analíticas no es exhaustiva. Otras
estrategias pueden incluir, por ejemplo, proyectar las necesidades psicológicas propias en los
datos disponibles, pero esta discusión no se ocupa de la patología del juicio erróneo. Más bien,
el objetivo es entender los varios tipos de cuidado,

Lógica Situacional

Este es el modo de operación más común para los analistas de inteligencia. La generación y el
análisis de hipótesis comienzan con la consideración de elementos concretos de la situación
actual, en lugar de con generalizaciones generales que abarcan muchos casos similares. La
situación se considera única, de modo que debe entenderse en términos de su propia lógica
única, en lugar de ser un ejemplo de una amplia clase de eventos comparables.

A partir de los hechos conocidos de la situación actual y una comprensión de las fuerzas únicas
que trabajan en ese momento y lugar en particular, el analista busca identificar los antecedentes
lógicos o las consecuencias de esta situación. Se desarrolla un escenario que se une como una
narrativa plausible. El analista puede trabajar hacia atrás para explicar los orígenes o las causas
de la situación actual o hacia adelante para estimar el resultado futuro.

La lógica de la situación comúnmente se enfoca en rastrear las relaciones de causa y efecto o,

cuando se trata de un comportamiento intencional, las relaciones de medios y fines. El analista
identifica los objetivos que se persiguen y explica por qué los actores extranjeros creen que
ciertos medios lograrán esos objetivos.

Las fortalezas particulares de la lógica situacional son su amplia aplicabilidad y su capacidad para
integrar un gran volumen de detalles relevantes. Cualquier situación, por única que sea, puede
ser analizada de esta manera.

La lógica situacional como estrategia analítica también tiene dos debilidades principales. Una es
que es tan difícil comprender los procesos mentales y burocráticos de los líderes y gobiernos
extranjeros. Para ver las opciones que enfrentan los líderes extranjeros como los ven estos
líderes, uno debe entender sus valores y suposiciones e incluso sus percepciones erróneas y
malentendidos. Sin esa información, interpretar las decisiones de los líderes extranjeros o
pronosticar decisiones futuras es a menudo poco más que una especulación parcialmente
informada. Con demasiada frecuencia, el comportamiento extranjero parece "irracional" o "no
en su propio interés". Tales conclusiones a menudo indican que los analistas han proyectado los
valores estadounidenses y los marcos conceptuales en los líderes y las sociedades extranjeras,
en lugar de entender la lógica de la situación como les parece.

La segunda debilidad es que la lógica situacional no puede explotar el conocimiento teórico

derivado del estudio de fenómenos similares en otros países y otros períodos de tiempo. El tema
de los movimientos separatistas nacionales ilustra el punto. El nacionalismo es un problema de
siglos, pero la mayoría de las democracias industriales occidentales han sido consideradas
comunidades nacionales bien integradas. Aun así, los últimos años han visto un aumento en las
presiones de los grupos étnicos minoritarios que buscan la independencia o la autonomía. ¿Por
qué ha ocurrido este fenómeno recientemente en Escocia, el sur de Francia y Córcega, Quebec,
partes de Bélgica y España, así como en los países menos estables del Tercer Mundo donde podría
esperarse?

Al tratar este tema en un modo de lógica de la situación, un analista de país examinaría los
diversos grupos políticos, económicos y sociales cuyos intereses están en juego en el país. Sobre
la base de las posiciones de poder relativas de estos grupos, las interacciones dinámicas entre
ellos y las tendencias o desarrollos anticipados que podrían afectar las posiciones futuras de las
partes interesadas, el analista buscará identificar las fuerzas motrices que determinarán el
resultado final.

Es muy posible escribir de esta manera un estudio detallado y aparentemente bien informado de
un movimiento separatista en un solo país, mientras se ignora el hecho de que el conflicto étnico
como un fenómeno genérico ha sido objeto de un considerable estudio teórico. Al estudiar
fenómenos similares en muchos países, se pueden generar y evaluar hipótesis relacionadas con
las causas fundamentales que un analista ni siquiera puede considerar al tratar con la lógica de
una situación única. Por ejemplo, ¿hasta qué punto el resurgimiento de sentimientos étnicos
latentes durante mucho tiempo se deriva de una reacción contra la homogeneización cultural
que acompaña a los sistemas modernos de comunicación masiva?

El análisis de muchos ejemplos de un fenómeno similar, como se explica a continuación, permite

investigar causas más fundamentales que las que normalmente se consideran en el análisis de la
lógica de la situación. Las causas inmediatas identificadas por la lógica situacional parecen ser,
desde la perspectiva más amplia del análisis teórico, solo síntomas que indican la presencia de
factores causales más fundamentales. Una mejor comprensión de estas causas fundamentales
es fundamental para un pronóstico efectivo, especialmente en el rango más largo. Si bien la lógica
situacional puede ser el mejor enfoque para estimar desarrollos a corto plazo, se requiere un
enfoque más teórico a medida que la perspectiva analítica avanza hacia el futuro.