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ANHYA

Empoderamiento Femenino

Compendio de Empoderamiento Femenino


Ejercicios para sanar la feminidad
Psicología Femenina – Enfoque Transpersonal
Investigación, Compilación, idea original y diseño de la tapa:
Lic. Franz Ballivián Pol

Arte de la tapa:
Marifé Villarroel. Mujer en serpiente 2010
Mafe_vi@yahoo.com
Facebook: marifevillarroel, my artwork
Dedico este libro con mucho respeto, a todas las mujeres y hombres
que quieren trascender hacia su verdadera naturaleza:
¨la divina-espiritual¨.
¨ANHYA¨: Expresión multidimensional que
representa la eterna energía femenina.
Kryon.
Mujer siempre has sido sanadora, portadora de la sabiduría ancestral,
Guardiana del conocimiento y de la memoria sagrada,
Tejedora de tramas silenciosas, tejedora silenciosa.
Eres capaz de contener a todas juntas,
Pues te contienes a ti misma en un milagroso intento
por ser como siempre, un canal de luz infinita
Mujer que calmas, apaciguas, adormeces
Mujer que enciendes, iluminas, incentivas...
Hoy estás despertando tu energía Femenina
Para tu propia sanación y la sanación de tu Madre, La Madre Tierra,
Despertar esta energía es un acto de Amor muy urgente
para traer paz y conciliación a cada vida,
a cada lugar, a cada espacio del planeta...
Mujer que fluyes como las aguas al son de un canto
Mujer que ardes como la arena del desierto
Mujer que te elevas como una plumilla al viento
Mujer que portas la semilla del amor y conocimiento
Nunca dejes de ser torrente de energía pulsante
Nunca bajes la mirada ante la intimidación hiriente
Nunca dejes de sembrar la esperanza en tu entorno
Nunca corras de prisa, retoma tu paso lento y sereno,
Nada es más urgente que tú misma
Celebra la vida, como celebras los días
Ama como nunca, acaricia ahora
Baila, salta, juega, el tiempo es ahora
Viva la Mujer y su descendencia infinita…
(Autora: Mayra)
EMPODERAMIENTO FEMENINO
El empoderamiento femenino es un término acuñado en la
Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekín) en
1995 para referirse al aumento de la participación de las
mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al
poder. Que originalmente se recogió del "empowerment",
término con el cual las prostitutas norteamericanas de los
años 60 y 70 se referían a sí mismas.
Actualmente esta expresión conlleva también otra
dimensión: la toma de consciencia del poder individual y
colectivo que manifiestan las mujeres y que tiene que ver
con la recuperación de la propia dignidad como personas y
seres espirituales. El empoderamiento femenino no es un
movimiento feminista, y no está relacionado con la política.
V.I.T.R.I.O.L.
VISITA INTERIORA TERRAE RECTIFICANDO
INVENIES OCCULTUM LAPIDEM
¨Explora las zonas profundas de la tierra;
mediante la purificación encontrarás la piedra escondida¨
La unión alquímica del fuego y el agua,
de Yesod a Thiphereth – El árbol de la vida,
la luz y la oscuridad, lo masculino y lo femenino,
la muerte y el renacimiento,
el matrimonio del emperador y la emperatriz
La unión de los opuestos…
La piedra escondida - la medicina universal…
El arte de la transformación.
ARCANO XIV
NOTA DEL AUTOR
Para la lectura de este libro le recomiendo que use su criterio individual y analítico, siendo que el
conocimiento por sí mismo es cierto hasta un cincuenta por ciento y falso el cincuenta restante.
Tome en cuenta que aprender es recordar lo que ya sabe…enseñando es como se aprende…, pues
¿Si no se implica, si no se involucra?…¿Cómo aprenderá?. Franz Ballivián Pol
INDICE
Nota del autor
el patriarcado
feminidad
lo transpersonal
arquetipos
la sombra
ejercicios
EL PATRIARCADO
“… el patriarcado puede definirse como un sistema de relaciones sociales sexo–políticas basadas en
diferentes instituciones públicas y privadas y en la solidaridad interclases e intragénero instaurado por los
varones, quienes como grupo social y en forma individual y colectiva, oprimen a las mujeres también en
forma individual y colectiva y se apropian de su fuerza productiva y reproductiva, de sus cuerpos y sus
productos, ya sea con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia.” (Fontenla, Marta. 2008)
Quisiera empezar con la anterior definición de patriarcado para exponer el tema de la feminidad,
analizándolo de la siguiente manera: las relaciones “sexo–políticas”, se refieren a los postulados
del feminismo radical establecidos por Kate Millet, según la cual las relaciones sexuales son
relaciones políticas, a través de las cuales los varones dominan a las mujeres. Cuando se habla que
“están basadas en diferentes instituciones públicas y privadas”, se refiere a la familia dado que,
Gerda Lerner en sus postulados habla del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la
familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general. Otra de estas
instituciones es el Estado, ya que, en su formación, este recibe, de manos del padre, el poder sobre
los demás miembros de su familia. A partir de ahora el Estado garantiza, principalmente a través
de la ley y la economía, la sujeción de las mujeres al padre, al marido y a los varones en general,
impidiendo su constitución como sujetos políticos. También se refiere al feminismo marxista de
Heidi Hartmann, cuando dice que el patriarcado no descansa sólo en la familia, sino en todas las
estructuras que posibilitan control sobre la fuerza de trabajo de las mujeres. Cuando habla de la
“solidaridad interclases e intragénero instaurado por los varones”, hace referencia a Celia
Amorós quien habla de una fratría -hermandad- entre varones que tiene lugar en la constitución
del patriarcado moderno. También se refiere a Heidi Hartmann quien dice que los varones crean
o establecen interdependencia y solidaridad entre ellos que los capacitan para dominar a las
mujeres. Cuando se menciona la “apropiación de la fuerza reproductiva de las mujeres” se refiere
a los postulados del feminismo radical. Es el feminismo materialista el que integra la fuerza
productiva a la reproductiva y los productos al cuerpo de las mujeres. Como parte de esta
corriente, Lidia Falcón considera a las mujeres como clase social y económica y es el padre y/o el
marido en favor de quien se produce la apropiación. Según Christine Delphy, además, existe una
relación de producción entre marido y mujer en la familia nuclear moderna, que se identifica
como la relación entre un jefe y una subordinada. Esta subordinación tiene lugar porque la
producción del jefe integra el circuito mercantil, mientras que la de la subordinada, no a la ves
que y se invisibiliza.
Igualmente se puede incluir algunas características del patriarcado:
 Está compuesto de usos, costumbres, tradiciones, normas familiares y hábitos sociales,
ideas, prejuicios, símbolos, e incluso leyes cuya enseñanza-aprendizaje asegura su
transmisión de generación en generación. (Sau, Victoria. 2002)
 Define los roles o estereotipos de género y por mecanismos de la ideología, los hace
aparecer como naturales y universales. (Montero, Maria Luisa. 2002)
 Se ha presentado con diferentes formas en diferentes tiempos y lugares. (Sau, Victoria.
2002)
 Las mujeres están expuestas a distintos grados y tipos de opresión patriarcal, algunas
comunes a todas y otras no. (Cacigas, Ana. 2000)
 Fue la primera estructura de dominación y subordinación de la Historia y aún hoy sigue
siendo un sistema básico de la dominación, el más poderoso y duradero de desigualdad y
el que menos se percibe como tal. (Landrobe, Horacio. 1997)
Siguiendo con el análisis, la palabra patriarca proviene de las palabras griegas άρχω que significa
“mandar” y πατήρ que significa "padre". Fueron patriarcas los jefes de las primeras
familias hebreas y hasta las sumerias. Luego pasó a ser el nombre de una jerarquía eclesiástica de
la iglesia cristiana primitiva. Varias iglesias cristianas modernas siguen usando el nombre pero es
para las iglesias cristianas ortodoxas la máxima jerarquía y el patriarcado, su área geográfica de
influencia. En la antropología de la organización social se suelen considerar tres criterios:
Filiación - relacionada con la descendencia-, la autoridad y el patrón de residencia posnupcial. La
filiación unilineal puede ser patrilineal o matrilineal, la autoridad puede ser patriarcal
o matriarcal y la residencia postmarital puede ser patrilocal o matrilocal. Estos conceptos
teóricamente pueden combinarse de cualquier manera, pero en la práctica algunos no se dan,
como el matriarcado. (Carrasco, Cristina. 1997)
Es así que algunas de las características del patriarcado en nuestros tiempos son distintas para
distintas sociedades y han cambiado a lo largo de la historia. Maria Luisa Montero Garcia-Celay y
Mariano Nieto Navarro (La violencia de género. Entre el concepto jurídico y la realidad social.
Universidad de Granada. España. 2011) resumen las características con las que se presentan en la
actualidad para las sociedades del siglo XXI, mencionándose algunas de ellas:
 Falta de independencia económica: por falta de ingresos o ingresos bajos por trabajos
precarios, inestables de tiempo parcial.
 División sexual del trabajo: las mujeres cargan con todo el trabajo no remunerado
(trabajo doméstico y cuidado de personas)
 División sexual del trabajo remunerado: para las mujeres se reservan los puestos de “bajo
perfil” o de “perfil asistencial”. Los salarios de las mujeres son más bajos y las mujeres
copan la mayoría de los contratos de trabajo parcial.
 Expectativas del mundo laboral: los varones deben tener disponibilidad total hacia el
trabajo. Nadie espera que las mujeres se superen en el trabajo porque se supone que se
deben al hogar.
 El “techo de cristal” aún cuando algunas asciendan a altas jerarquías, en general quedan
a un paso de los verdaderos puestos de decisión. Las que consiguen pasar ese techo son la
minoría.
Estas características laborales fueron estudiadas por Cristina Carrasco (1997):
 Violencia doméstica, acoso sexual y violación: Sigue habiendo demasiados casos,
demasiada gente que la justifica, tribunales que encuentran atenuantes en supuestas
provocaciones por parte de la víctima. (Maqueda, María Luisa. 2005)
 La sexualidad: Escaso respeto de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
(García, Ambrosio. 2005)
 La prostitución: que es esencialmente femenina y no sería posible sin una abismal
diferencia de poder ente varones y mujeres y la reducción de las mujeres a objetos
sexuales. (García, Ambrosio. 2005)
Con todo lo expuesto con anterioridad se podría señalar que el origen del patriarcado pudo darse
alrededor del año 3.113 A.C, tiempo en que naciera la primera civilización en Mesopotamia. El
nacimiento de las primeras ciudades dio origen a un sistema de organización social donde el rol
del hombre y de la mujer fue diferenciado según su sexo. Los roles del hombre y la mujer fueron
forzados a un sistema de creencias nocivo.
El patriarcado como una forma de sistema de pensamiento, surge con la invasión de los pueblos
guerreros asiáticos, atacando al continente europeo, entre los cuales se pueden mencionar a los
“Kurganos”. Por otro lado, se puede ver este surgimiento en todos los mitos que en los mismos
tiempos, el año 1,200 a.C. se manifestaron en la tierra entera, entre otros, el mito de Osiris y Seth,
en Egipto; el mito de Huitzilopochtli, en Mesoamérica; el mito de Marduck y Tiamat en medio
oriente; mostrando cómo este movimiento planetario plasmaba esta “manera de vivir y de pensar”
en donde se impone al hombre como representante de este sistema, donde su figura e imagen, se
eleva a una conceptualización de “Dios” (varón) y se superpone a la imagen de la mujer en “la
Virgen” quien queda a las órdenes y sometimiento por el hombre en la tierra
Puesto que antes del surgimiento de este sistema de creencias, las sociedades matriarcales giraban
en torno a la figura de la DIOSA como madre dadora y creadora de todo lo que existe. Este
principio femenino se da como origen de toda vida reflejado en la naturaleza, donde vida y
muerte son complementarias, fue sustituido por la visión de un único DIOS que separa y condena.
El mito griego de Apolo y Dionisio podría representar las dos caras opuestas de ese DIOS
masculino, que separa y divide, entre lo bueno y lo malo. Así Apolo representa lo recto, lo bello, el
equilibrio y Dionisio sería el Dios de la oscuridad, y de la falta de control, de los instintos,
representante de nuestra sombra. El intento de reprimir esa energía femenina junto con el de la
madre ha generado a través de la mano de los represores patriarcales un yugo de control que
perdura hasta nuestros días.
El patriarcado privilegia lo racional, la individualidad, la guerra y la autoridad de un Dios celeste,
solar, que se ejerce sobre el resto de las divinidades. Así el sistema de Creencias de la humanidad
es y ha sido monopolio de la Religión, y en ese orden, las Religiones son las encargadas de contar
el origen y misión del hombre en la tierra. Nuestras creencias han sido manipuladas y dirigidas
por los intereses de unos pocos, que en nombre de un Dios, condenan y reprimen.
Dado que el origen de la Inquisición en Europa data del 1231 tiempo en que comenzara la
persecución y extermino de los Cátaros que eran denominados herejes por la iglesia católica. Esta
época de oscurantismo se extendió por Europa persiguiendo y condenando a todos aquellos que
ejercieran un pensamiento o creencia distinta del orden establecido. Este control se extendió
también a América y a otros lugares del planeta con la colonización. Jacopo Fo, en su libro “El
libro prohibido del cristianismo” relata las masacres y torturas que tuvieron que sufrir muchos
inocentes acusados de herejes o brujos. En total más de 800 años de destrucción y muerte en
nombre de Dios que perdura hasta nuestros días.
Es por esto que el poder en este recorrido es una de las características fundamentales de lo
masculino en el hombre y en la mujer. El poder en la forma de dominación, representa u tipo de
enfermedad. Por eso, nuestra civilización, estigmatizada por la dominación en casi todas las áreas,
produce la inflación de lo masculino, del patriarcalismo y del machismo. Son productos del
patriarcado el tipo de ciencia que practicamos y el tipo de desarrollo que operamos. Ambos son
reduccionistas, fragmentados y excluyentes de la naturaleza y de la mujer. En esta forma, el
poder-dominación no deshumanizó sólo a los hombres, sino también a las mujeres. Los hombres
acentuaron su dimensión de ánima y no permitieron que las mujeres realizaran su dimensión de
ánimus.
Como consecuencia de este error, queda claro que la cuestión de lo masculino, a día de hoy,
reside en lo femenino denegado, reprimido o no integrado. Para ser plenamente humano, el
hombre necesita reanimar en él su parte femenina, y reeducar su lado masculino. Solamente
entonces pueden ambos, hombre y mujer, mantener relaciones civilizadas, humanitarias y
realizadoras del misterio humano femenino-masculino.
La gran tarea de la civilización, tal vez la más urgente en la actualidad, consiste en rescatar el
principio femenino. Alejándose completamente de la ideología del género sexista, basada en el
sexo biológico, que construye social y culturalmente las categorías de lo masculino y de lo
femenino de forma dualista y excluyente. Se distribuyen los papeles, los valores y los antivalores:
la creatividad, la actividad y la violencia asignadas a lo masculino; y la pasividad, la receptividad
y la no-violencia, a lo femenino. Se necesita rebasar esta visión excluyente y entender la
sexualidad del ser humano en un nivel ontológico, no como algo que el ser humano tiene, sino
como algo que él es. Lo masculino no respeta solamente al hombre, sino también a la mujer. Lo
femenino no gana cuerpo solamente en la mujer, sino también en el hombre. Ese femenino
representa el principio de vida, de creatividad, de receptividad, de enternecimento, de
interioridad y de espiritualidad en el hombre y en la mujer. Por lo tanto, se trata de un principio
inclusivo y seminal que entra en la constitución de la realidad humana.
El rescate del principio femenino junto con el masculino, propicia una nueva integridad a la
humanidad, al transcender las distorsiones en la relación hombre-mujer y al traspasar el sexo
biológico de pertenencia. Esto significa, no solamente la liberación de los seres humanos,
especialmente de la mujer, sino también de la naturaleza y de las culturas no estructuradas en el
eje del poder-dominación, equiparadas a lo débil y lo frágil - a lo femenino cultural. La
recuperación del principio femenino permite un proceso de liberación más integral y verdadero,
pues parte de lo femenino oprimido. El oprimido tiene un privilegio histórico y epistemológico
por el hecho de poseer una percepción más alta, que incluye al opresor en cuanto ser humano. El
opresor excluye al oprimido, pues lo considera una cosa o un ser humano más pequeño,
subordinado y dependiente. La liberación debe comenzar por el oprimido para acabar con el
opresor. Sólo entonces ambos se encuentran en el mismo suelo común, como humanos,
construyendo juntos, en la igualdad y en la diferencia, la sociedad y la historia.

El principio femenino es sanador y liberador, pues se mueve en otro paradigma y opera con otra
lógica. Su paradigma básico es la vida, y no el poder; el respeto y la veneración por la vida, y no la
agresión y la dominación. La lógica de la vida no es la reducción y el aislamiento, arrancando a
los seres de su medio real y analizándolos, o manipulando células, genes y microorganismos fuera
de su ecosistema. La lógica de la vida es la complejidad, es la tela de interacciones en todas las
direcciones y en todos los lados, es la sinergia y la relación con el Todo. (Rosa Leonor, Pedro)

EL NUEVO ROL DE LA MUJER


Los saberes ancestrales de los antiguos sabios andinos, mayas, egipcios, griegos, judíos, celtas, etc,
entendían la naturaleza y sus ciclos. Estas culturas manifestaban un elevado nivel de consciencia.
El culto a la naturaleza se procesaba de una forma natural. En muchas de estas culturas la mujer
desempeñaba un papel relevante. La mujer ejercía su rol de sacerdotisa, agricultora encargada de
nutrir y sanar a la comunidad, rindiendo culto a la Diosa que se revelaba en los ciclos de la
naturaleza.
La Mujer es una Sacerdotisa de la Madre Tierra, su representante. Su misión ha sido y es, honrar a
la madre tierra en muchas formas. Por ejemplo, al ofrendarle su sangre menstrual a la tierra, la
mujer reconoce y honra su poder de “dadora de vida”, y al ser una alquimista en la Cocina honra
el alimento y nutre a la comunidad. Al dominar el arte de la sanación y el rezo reconoce la
naturaleza divina de la existencia. Cada mujer alberga la esencia de la Madre Divina dadora y
generadora de vida, como parte complementaria al Dios Padre Divino. Solo cuando el hombre
respete su parte femenina podrá reconocer la naturaleza divina de la mujer como un reflejo de sí
mismo.
Pachamama, Itxchel, María, María Magdalena, Guadalupe, Montserrat, Fátima, Lourdes, etc. son
todas manifestaciones de la Diosa, de su esencia ígnea. Algunas vírgenes son negras como la
Montserrat representando la energía terrestre. Los cultos a la Diosa, a veces, eran dentro de
cuevas reconociendo el útero materno de la tierra. Las caras de la Diosa son muy numerosas y
aunque hay muchas representaciones diferentes su esencia siempre es la misma.
En este tiempo de transfiguración Planetaria y de cambio, la mujer ha de reencarnar sus
cualidades femeninas divinas, acunando así a su parte masculina dentro de su seno. Así masculino
y femenino se hacen uno. El resurgimiento de lo femenino, de “la Madre” es necesario para que
las heridas sean sanadas desde el amor incondicional que de ella emana. (Lillo, Surá. 2010). No
debemos permitir que la madre se anule…

MATRICIDIO VS MATERNIDAD
"El matricidio mutila a la mujer y pone en guerra a su descendencia; para su resignación moderna le vende
la idea de luchar por dinero y poder. El matricidio ocurre al separar la madre de la criatura, al medicalizar
el parto y la crianza, al genitalizar y malignizar la sexualidad y lo femenino. La renovación de la mujer
empieza con la recuperación del sentir y el placer, de su conexión con las criaturas y se consolida con la
autoregulación del propio cuerpo y la reconstrucción de la cooperación y hermandad humana."
Son como 3 a 4 mil años de matricidio, y las mujeres ya están empezando a tomar en sus manos la
recuperación de la maternidad. La sociedad patriarcal se levantó sometiendo a la mujer,
privándola de sus deseos e institucionalizando (Rich, Adrianne. 2009) una maternidad
corrompida. Una maternidad a la que se le sustrajo el impulso de la libido y se la desvinculó de la
sexualidad, haciendo funcionar la fisiología del aparato reproductor de la mujer de manera
robotizada, sin deseo ni placer (Merelo-Barberá, 2009).
En general, nuestra sociedad se construyó sobre un tabú sobre el sexo que acabó con la sexualidad
espontánea, para a continuación ordenar una sexualidad falocéntrica y falocrática; esta
ordenación patriarcal de la sexualidad suprimió de manera específica, toda la sexualidad no
falocéntrica de la mujer, incluida la sexualidad vinculada a la maternidad. Freud en su teoría
sobre la sexualidad lo resumió asegurando que sólo había un sexo y que la mujer era un varón
castrado (una descripción cruda sobre la devastación de la mujer y el vacío de la maternidad).
Simbólicamente, la serpiente que durante milenios había representado la sexualidad y la libido de
la mujer, se convierte en el demonio, en el peor de los males posibles, y las primeras leyes sobre la
propiedad y la paternidad adoptiva se graban sobre un falo de basalto de más de dos metros de
alto (1850 a.c) que se conserva en el Museo del Louvre. Nuestra libido, nuestros deseos profundos
se codifican en términos exclusivamente falocéntricos, y las otras eróticas desaparecen. El deseo
del cuerpo a cuerpo con la madre, la pulsión vital básica humana por excelencia, fue codificado
como coital y falocéntrico; fue calumniado, insultado, condenado a los infiernos, desterrado al
Hades y enterrado con todo el peso del tabú del incesto; y al mismo tiempo se inventó la lascivia
femenina, y se calumnió, se insultó, se condenó y se enterró, con todo el peso de la Ley encima, la
percepción misma de la verdad de nuestros cuerpos y de la función benefactora de su libido. La
verdad de lo que somos las mujeres quedó fuera de nuestra imaginación. Porque al negársenos el
cuerpo materno-y su deseo- se nos niega la conciencia de nuestro propio cuerpo –y de nuestros
deseos (Luce Irigaray); es una violencia interiorizada que niega nuestras pulsiones corporales
para contemplarnos a través de ese filtro que es la mirada falocéntrica del hombre (Lea
Melandri).
El orden falocrático conscientemente asumido, codifica el deseo, despieza nuestros cuerpos, apaga
nuestras pulsiones, mata a la madre. En la superficie aflora la sin razón, la locura (L.Irigaray), la
violencia; por debajo, subyace el vacío de maternidad (V.Sau). Las mujeres fueron privadas de sus
verdaderos deseos, de sus espacios, del reconocimiento social de su sexualidad específica, de su
existencia como mujeres, de la maternidad impulsada por el deseo y el placer. Las danzas del
vientre, los baños compartidos, desaparecieron. La mujer se hizo esclava del señor, se cubrió de
túnicas para ocultar la sensualidad de su cuerpo. Ser esclava ante todo significa dejar de vivir en
función del deseo para sobrevivir en función de la necesidad, en las condiciones impuestas por la
autoridad competente. ‘El hombre te dominará’, ‘parirás con dolor’ y ‘pondré enemistad entre ti y
la serpiente’...así resume el Génesis la nueva civilización que se levanta contra las sociedades
maternales (Bachofen), matrifocales, vertebradas desde la díada madre-criatura (Martha Moia),
en la abundancia de la líbido materna y de su función social benefactora. La mujer viviendo sin
deseo, su cuerpo violado, engendra, gesta y da nacimiento sin deseo, con dolor. El útero en lugar
de relajarse, distenderse y abrirse tiernamente y con suavidad, con lentos latidos de placer, lo hace
con espasmos violentos y dolorosos calambres de los músculos contraídos (Leboyer). La mujer
desconectada de su serpiente, da nacimiento con dolor, generación tras generación, y se
desconecta de los deseos de sus criaturas; se vuelve madre patriarcal capaz de reprimirlas y de
escuchar su llanto sin conmoverse. Muchas de las criaturas humanas hemos sido privadas del más
elemental de los derechos: el de tener madre, es decir, la mayoría de las personas hemos carecido
del cuerpo a cuerpo con la madre, del contacto piel con piel con la madre, de la sexualidad básica
de nuestra vida, donde se cargan las pilas y se organiza todo el desarrollo ontogénico. Esto ha sido
comprobado recientemente por la neurofisiología (Nils Bergman): lo han llamado ‘survival mode’:
nos desarrollamos en un estado de supervivencia, que no es el propio de nuestra condición
humana. El matricidio biológicamente es una alternación profunda del ecosistema básico de la
vida humana, que tiene por objeto impedir el desarrollo de las criaturas humanas según su deseo
de bienestar y de complacencia, y poder socializarlas según la Ley del Padre. Decía Amparo
Moreno que “sin una madre patriarcal que inculque a las criaturas ‘lo que no debe ser’ desde su
más tierna infancia, que bloquee su capacidad erótico-vital y la canalice hacia ‘lo que debe ser’,
no podría operar la Ley del Padre que simboliza y desarrolla de una forma ya más minuciosa ’lo
que debe ser’”.
MATERNIDAD
Durante muchos decenios las mujeres han luchado por recuperar su dignidad, y dejar de ser
socialmente inferiores o sometidas. Se ha rechazado la maternidad patriarcal, que esclaviza y
encadena a la tarea de reproducir y socializar a las criaturas conforme a la Ley del Padre. Aunque
todavía se tiene mucho en esta sociedad patriarcal interiorizada inconscientemente, la
recuperación de este mínimo de dignidad, está permitiendo vivir de otra manera la experiencia de
la maternidad (Rich, Adrienne).
La experiencia de la maternidad desde la dignidad recuperada, produce y recupera también el
deseo materno. Hoy las ciencias experimentales han venido a corroborar la correlación entre
deseo y fisiología, entre privación de la sexualidad y parto con dolor, entre privación de placer y
la violencia que asola el mundo; entre el Poder y el sufrimiento humano. (Rodrigañez, Casilda.
2009)

AHOGO DE LA FEMINIDAD
EL RECHAZO
El rechazo se puede vivir de muchas maneras. Uno de los más comunes, el rechazo a ser amada.
Esto surge porque el ser amado, a pesar de que se sea sumamente aberrante leerlo, el acto de
amar, es un acto del orden de lo desconocido. Solemos conocer el maltrato, la agresión, el dolor, el
sufrimiento, pero no el buen trato, el reconocimiento, la ternura y el amor, y además nos
aterroriza. El rechazo surge del miedo a tener que corresponder. Una persona rechaza algo
porque sabe dentro de sí que tendrá que dar algo a cambio. Por lo tanto se le relaciona a una
problemática del dar y recibir. Este, también tiene que ver con el compromiso. El no aceptar el
amor de otros, es no aceptar el compromiso del alma, es el rechazo a aceptar responsabilidades
que nos van a hacer a un lado de lo que deseamos hacer por y para nosotros. El rechazo a los
niños, es el rechazo a la conexión con nuestro niño interior; el rechazo a la cercanía de los otros
es el rechazo a la posibilidad de compartir cosas en la vida, tanto de ida como de regreso, pero
también el rechazo a sentir; el rechazo a abrirnos a amar a todo lo que nos rodea, cortando y
seleccionando sólo lo que uno desea y acepta es el rechazo a conocer otras formas de vida, de
existencia y de amor.
El rechazo a ser amados, puede surgir por esa “falta de compromiso” que vivimos con esa madre
que nos tuvo que hacer a un lado por las exigencias del patriarcado (que si bien el patriarcado
existe, estos no son más que introyectos que ya adquirimos y que nos los reiteramos desde nuestro
inconsciente). El rechazo surge también ante el orgullo y el ego de creer que “no necesitamos de
los demás” en nuestra vida. Este tipo de rechazo, deviene de esta manera de haber sido educados
en un “ámbito familiar” donde la individualidad debo decir, está basada en la competencia, la
crítica y el miedo de sobrevivencia, en el precepto de que el hombre debe bastarse a sí mismo y
que es “más hombre” el que puede más.
El precio del rechazo es precisamente esa soledad, donde un hombre que vive en ese contexto,
acaba rechazando a los que lo quieren, a quienes lo valoran y lo aman; pero que este escudo que
genera y coloca ante sí no permite que la gente se acerque acabando la vida como ermitaño,
desolado y triste.

PREPOTENCIA
La prepotencia nos muestra la gran inseguridad que sufre el hombre cuando se siente amenazado
por el exterior. Muchas mujeres confunden la prepotencia como una cierta idea de “look” que
atrae y que hace sentir a la mujer, que tiene como “galán” a un hombre “todopoderoso” “que
puede y logra todo”. Es una apariencia que engaña no sólo a esa mujer que lo acompaña, sino al
mismo hombre que la sufre y vive, ya que la actitud prepotente no es más que el rechazo y la falta
de conexión a esa parte femenina que mora en esa alma, sufrida y minimizada por los preceptos
patriarcales que se grabaron en la infancia o los traumas y shocks de los que ha sido víctima.
La prepotencia emerge como “valor” (por supuesto bastante confundido) a partir de los preceptos
sembrados en los años 60s donde los “verdaderos” hombres debían ser poderosos, fuertes,
incólumes, aguantar todo, callar todo, aparecer ante todos como los únicos fuertes y verdaderos.
El precio de la prepotencia es el aislamiento, ya que todos los seres que portan esta máscara, lo
que hacen es que la gente se sienta que “no los merece” con lo cual, huye de ellos para dejarlos
vivir como los reyes, en su reinado de fantasía y oropel.

DESCALIFICACIÓN
La descalificación, el juicio, y la crítica son una misma familia. La primera tiene que ver con el
intento de hacer valer la palabra de uno hacia afuera, de manera negativa y destructiva. Aquél
que descalifica, se descalifica a sí mismo…más allá de los otros. Ya que esta parte de la sombra
nos lleva a conocer una baja autoestima de la persona, y una forma muy destructiva de vivir.
La descalificación se hace para la persona, necesaria en la búsqueda de “calificar para sí mismo”,
desde el afuera. Hay una parte de la persona que quedó destruida debido a sus experiencias de
infancia o bien, por haber sido igualmente descalificado cuando niño, o bien, de venir de un
origen de muy bajo nivel socio-económico a una sociedad de estructura patriarcal recalcitrante,
donde los valores se asientan en el poder y el dinero. El juicio, prima en la descalificación, tiene
que ver con la manera en que el patriarcado nos ha enseñado a comparar una cosa y otra para
entrar en la dinámica de la aceptación o el rechazo, lo positivo o lo negativo, lo bueno y lo malo,
valores que ha impuesto el pensamiento religioso y la aceptación o no aceptación, tiene sus
orígenes en el surgimiento del patriarcado, cuando se instituyen las leyes, los reglamentos y se
institucionaliza a nivel gubernamental y social lo que debe de ser, y lo que no debe de ser: se
castiga. El castigo corresponde a una memoria patriarcal que surge cuando se presenta el
sometimiento del hombre hacia la mujer y que hoy día, se reitera en todos los niveles de su
existencia.
La crítica, la otra prima, surge ante la necesidad interior de reforzarse quién es uno, en la
búsqueda de identidad. Esta, se compone de pensamientos y juicios destructivos que muestran “la
carencia” de quien la ejerce…aún siendo broma, esta tiene efectos devastadores, no para la gente
del exterior (que en ocasiones así, cuando las personas otorgan su poder) pero más allá de esto, es
como un refuerzo constante de la reprobación que vivió el individuo, igualmente en sus años de
formación. La descalificación, el juicio y la crítica tienen su origen en los preceptos religiosos que
“otorgan” la calificación de “bueno” o “malo” pero también las leyes y reglamentos que impone
la estructura política, y que a estas alturas de la historia de las sociedades sabemos que no son
arrojadas por el voto del pueblo. Sino que estos surgen a partir de lo que el Estado va generando
como “modus vivendi” a través de la moda, los medios de comunicación (revistas, televisión,
radio, etc.) Surgen a partir de la estructura de competencia económica, y moral donde “el mejor”
es el “bueno”…(claro que quién sabe ¿quién es el mejor?¿y mejor para qué?) Esta estructura
favorece una economía galopante donde todo lo que se adquiere “nunca es suficiente” y además
al poco tiempo “está caduca”.
El símbolo de la descalificación bien puede ser cualquier personaje político, de cualquier país
(hoy día), ya que estos, se dedican a descalificar al contrincante, y lo que buscan es precisamente,
establecer esta forma de actuar donde “el otro está mal”. El precio de esta descalificación, del
juicio y la crítica es vivir perseguido por hacer “mejor” las cosas; la persecución de estar “por
encima del otro”. El que descalifica, se descalifica a sí mismo, y acaba por sentirse descalificado
por todos, ya que esto, no es más que su sombra.

EL CONTROL
El control es algo que más profundamente esta instaurado en el ser, debido a que este, funge como
un instrumento de sobrevivencia (así lo enseña el patriarcado) desde donde la persona cree
firmemente que a través de este, puede tener todo previsto, predeterminado y asegurado, lo que
no es verdad. No confundirse con el aspecto de planificar las cosas en la vida, sino que el control
tiene que ver con esperar tales o cuales resultados. Esta máscara es la más devastadora porque
genera una gran frustración. Misma que puede llevar a la persona a enfermedades físicas, pero
también psicológicas. El control paga uno de los más altos precios, ya que si no se cumple lo
esperado, más allá de la frustración, puede llegar al trauma de que si no se hacen las cosas como
lo dicho, o esperado, puede haber una reacción violenta que lleve a la persona al ataque o bien al
asesinato. El hombre es educado a ejercer control de sí mismo (no expresar, reprimir sus
emociones y sus sensaciones) y si eso es lo que tiene dentro, es lo que va a emitir, a emanar y a
proyectar; no hay forma de que proyecte otra cosa puesto que “como es adentro es afuera”. Por lo
tanto, el hombre tiene que tomar el control de todas las cosas y pretende responder por lo que es,
y tiene, a toda costa. Por supuesto que esto desde su miedo y su ignorancia, ya que el tomar el
control no permite la participación de el resto de la gente, que cuando se actúa desde ese lugar, se
acrecienta la posibilidad de compartir, de expandir, de crecer, de desarrollar la conciencia
colectiva, de ver por el otro, de dar y recibir, de tener la capacidad para devolver, reconocer y
agradecer. El control tiene sus orígenes en los primeros años de la infancia, cuando al niño se le
enseña a controlar sus esfínteres anales, de ahí van creciendo las enseñanzas para éste hasta que
se logra un ser “adaptado” y listo para entrar en la convivencia social, familiar, escolar,
gubernamental, etc. El control es la personificación del “ego” desde donde este actúa de una
manera negativa. Hay muchas maneras de ver al ego actuar, y una de las más recalcitrantes es
esta del control. Cuando hay ego “negativo” hay control cuando hay ego “positivo” hay fuerza
interior, hay una alma que reverbera, que deja huella, hay una apertura a la recepción de otros
corazones, liberación y realización.
El símbolo del control en el patriarcado sería el aparato represor de los países que cuentan con
ejército (que al parecer son un 99%) en el mundo. Este aparato represor se encarga de que las
cosas se hagan tal como el Estado lo manda. Es una manera de controlar ya sea por la buena o por
la mala pero al fin existente, donde su objetivo es reprimir y hacer obedecer a los individuos de
esa sociedad.
El precio del control es el bloqueo al crecimiento. Un hombre controlador, no puede crecer y no
deja que su familia crezca, y evolucione porque mutila el aprendizaje y las experiencias que esa
persona necesita para crecer y ser.

AGRESIVIDAD
Cuando nos enfrentamos a una persona agresiva, estamos ante la manifestación del miedo más
grande en el ser. La agresividad puede presentarse de muchas formas, puede ser física, puede ser
energética, puede ser verbal o subliminal. Todas, son la misma, y todas muestran el gran miedo
que imbuye al ser. Este, hace que el ser se desborde, pierda el control de sí mismo, se ciegue, no
pueda ver quién es ni qué desea, ni su propio objetivo de existencia, en el momento en que este
surge.
La agresividad tiene sus orígenes en la propia sobrevivencia humana donde en la antigüedad, se
relacionaban desde esta, con el fin de lograr la comida y el sustento del ser y de los pueblos.
Recordemos que el cavernícola tenía que defenderse no sólo de los hombres, sino de los animales
y de los fenómenos naturales, por lo que esa memoria quedó plasmada en el ser. La agresividad
surge porque ya se agotaron todos los recursos que existen donde la persona pierde su libertad, su
control, su deseo y su rumbo. Puede ser momentáneo, o en el caso de la senilidad, puede ser por
largo tiempo, lo que obliga a las personas cercanas a retirarse o bien a controlar desde la
medicación. La agresividad es una respuesta a un imaginario, ya que la persona está precisamente
creyendo o pensando que domina y controla aquello que está afuera y que ella es la que “mueve”
o “hace que se mueva” todo lo que está a su alrededor, y por supuesto para su conveniencia (me
refiero a la conveniencia porque conviene a sus intereses o bien por conveniencia con
manipulación).
El precio de la agresividad es el alejamiento del amor y todo lo que ello implica. Cuando nos
enfrentamos a un cuadro agresivo, ya sea personal, ya sea familiar, ya sea social, ya sea mundial
lo que sobreviene es un desamor, desaliento y desilusión. Todo ello nos lleva a deprimir nuestro
deseo de vivir, nos aleja de la alegría y nos lleva a un estado de desilusión. La agresión, puede
desatar cualquier tipo de miedo o de cohibición de cualquier función corporal (no me refiero por
los golpes recibidos sino por lo que esto genera). “El hombre mutila su sentir, sus emociones, el
lenguaje de su alma, para no mostrar su debilidad y vulnerabilidad, que son reprobadas por el
sistema de creencias patriarcal.”

FEMINIDAD
¨1. Conjunto de características que se consideran propias de la mujer o de lo que es femenino.
2. Cualidad del ser vivo femenino.¨ (Diccionario Larousse, 2009)
Históricamente la feminidad es la distinción cultural que es determinada, y que caracteriza a la
mujer a partir de su condición: 1. genérica y la define de manera contrastada, excluyente y
antagónica frente a la masculinidad del hombre. Las características de la feminidad son
patriarcalmente asignadas como atributos naturales, eternos y ahistóricos, inherentes al género ya
cada mujer. Contrasta la afirmación de lo natural con que cada minuto de sus vidas, las mujeres
deben realizar actividades, tener comportamientos, actitudes, sentimientos, creencias, formas de
pensamiento, mentalidades, lenguajes y relaciones específicas en cuyo cumplimiento deben
demostrar que en verdad son mujeres.
Se ve en el cotidiano vivir que ninguna mujer puede cumplir con los atributos de la mujer dada la
sobrecarga del deber ser y su signo opresivo le generan conflictos y dificultades con su identidad
femenina. De hecho se producen contradicciones por no haber correspondencia entre la
identidad asignada -cuerpo asignado, sexualidad asignada, trabajo asignado, vínculos asignados-,
con la identidad vivida -el cuerpo vivido, la sexualidad vivida (Katchadourian y Lunde, 1981;
Aisenson, 1989 ), el trabajo realizado, los vínculos logrados-. La identidad y los hechos vividos
por las mujeres son evaluados y contrastados, además, con lo que en su círculo cultural se
considera masculino o femenino.
Así el género asignado, el género realizado y la conciencia de los hechos no corresponden. Zonas
de la vida son integradas en la conciencia y otras son reprimidas, negadas, o llamadas con otros
nombres. Destacan entonces los recursos que las mujeres ponen en marcha para enfrentar esta
problemática. Fundamento y resultado de esta complejidad son la autoestima de las mujeres y el
aprecio de lo femenino, de lo masculino, de las otras mujeres y de los hombres. Vivir en el mundo
patriarcal hace a las mujeres identificarse y desidentificarse con las mujeres, con los hombres, con
lo masculino y con lo femenino. No viven una identificación directa con la mujer y lo femenino,
ni está excluida su identificación con los hombres y con lo masculino.
Es común que voluntaria o compulsivamente, las mujeres dejen de vivir hitos de su feminidad y
encuentren formas nuevas de vida. Sin embargo, como todas ellas son evaluadas con estereotipos
rígidos -independientemente de sus modos de vida- y son definidas como equívocas, malas
mujeres, enfermas, incapaces, raras, fallidas, locas. No obstante, las parcelas de vida de negación
y de innovación contribuyen a desfeminizar a las mujeres, transforman su identidad genérica y el
orden del mundo. No obstante, los desfases entre el deber ser y la existencia, entre la norma y la
vida realmente vivida, generan procesos complejos, dolorosos y conflictivos, en mayor grado si
son enfrentados con las concepciones dominantes de feminidad (ideologías tradicionales), porque
las mujeres viven estos desfases como producto de su incapacidad personal para ser mujeres,
como pérdida y como muerte. Otras pueden encontrar además, simultánea y contradictoriamente,
posibilidades de búsqueda y construcción propia y colectiva gratificantes.
Cada espacio y cada proceso de desestructuración del ser-de y para-otros que define la feminidad
significan una afirmación de las mujeres: son hechos innovadores, hitos de libertad y
democratización de la sociedad y la cultura.

CAMBIOS EN LA FEMINIDAD
Los cambios en la feminidad y en la condición femenina ocurridos en el mundo y en el presente
siglo, son significativos y aún no contamos con elementos conceptuales suficientes para
aprehenderlos. De ahí la importancia de teorizarlos y de analizar la manera en que las mujeres
viven los deberes de su feminidad, así como las contradicciones que reconocen, niegan o se
disponen a superar.
FEMINISMO VS IDENTIDAD
El feminismo se propone cambios en torno a la identidad femenina. Como cultura paradigmática
y transgresora propone caminos singulares. Las mujeres quieren cambiar el mundo y hoy dirigen
la mirada hacia ellas mismas. Desde esta perspectiva, sus experiencias son analizadas para
evaluar su impacto sobre la desarticulación de la opresión femenina, y para dilucidar la
correlación existente entre tendencias a la conservación de la feminidad dominante, formas
nuevas de feminidad opresivas, y formas antipatriarcales y libertarias de ser mujer. La filosofía
feminista caracteriza la situación actual como un cambio radical de la sociedad y la cultura,
marcado por el tránsito de las mujeres de seres-para-otros, en protagonistas de sus vidas y de la
historia misma, en sujetos históricos.
Un hecho relevante en diversas sociedades contemporáneas es la desestructuración de la
identidad femenina patriarcal. En ámbitos diferentes ocurren cambios sociales, económicos,
jurídicos, políticos, científicos y culturales que contribuyen a la transformación esencial de la
feminidad, del ser mujer y de las mujeres mismas. Dichos cambios han ocurrido a las mujeres, a
los hombres, a la organización genérica, en la sociedad, en las instituciones civiles y políticas, y en
la cultura. Del mundo patriarcal y frente a él surge una nueva cultura, y las mujeres y la
feminidad son su espacio esencial. El núcleo de esta dialéctica es la deconstrucción (Culler, 1984)
de la feminidad y de la mujer, en las mujeres, y el surgimiento de nuevas identidades entre ellas.
En ese mito se plasmó la creencia en que el ser mujer y la sociedad no están relacionados. Que la
sociedad y las mujeres podrían cambiar sin hacerlo realmente. Que era posible continuar siendo
mujer a pesar de que todo hubiera cambiado, aun cuando hubiera cambios radicales en las
mujeres mismas. A pesar del mito, el feminismo permitió a las mujeres criticar y revalorar su
quehacer, su mundo y su propio ser, definir -como deseo- su propia humanidad.

LA NUEVA FEMINIDAD
Contra la teoría de género, hay algo esencial en el ser de la mujer y en el ser del hombre que
nunca jamás se puede borrar o transformar. La teoría de género puede ser considerada, sin duda,
una de las aportaciones más novedosas y más discutibles a las ciencias sociales de las últimas
décadas. Si bien la teoría de género es fruto del pensamiento feminista, no debe confundirse con
éste, puesto que no se trata de una teoría sobre las mujeres sino que aborda la construcción
identitaria de las personas al utilizar la palabra género en contraposición a sexo. Según esta
teoría, el género es una construcción cultural a la que se adscriben roles sociales, aptitudes y
actitudes a las personas en función de su sexo biológico. Podemos llegar a decir, por tanto, que
hombres y mujeres se desarrollan simultáneamente: se llega a ser hombre o mujer a lo largo de
todo un proceso en el cual intervienen agentes socializantes como la familia, la escuela y otras
instituciones sociales.
En nuestra cultura latino-americana se han considerado tradicionalmente mujeres y hombres con
características distintas e incluso opuestas, lo que ha generado creencias sobre lo que es femenino
y masculino que sólo recientemente se han empezado a cuestionar. Estas creencias o estereotipos
tradicionales adscriben a la mujer ciertos valores y cualidades tales como la pasividad, paciencia,
abnegación, ternura, sensibilidad, acción orientada a la familia, emotividad. Por el contrario, en el
caso del varón el modelo tradicional le otorga las siguientes cualidades: racional, capaz de ejercer
el control sobre su entorno medioambiental y social extra-doméstico, amplia movilidad por el
espacio público, independiente, egocéntrico, agresivo, sexuado, activo, dominador y con gran
capacidad para ejercer autoridad y poder.
Para algunos autores como el sociólogo Parsons, encontraríamos dos tipos de roles de género
definidos institucionalmente, a saber: el rol instrumental y el rol expresivo. El rol masculino o
instrumental estaría definido por características como la productividad, la eficacia, la inhibición
de emociones, la actuación en busca del interés personal, la evaluación de los demás a partir de su
rendimiento y la utilización de los demás como un medio y no como un fin en sí mismo. El rol
femenino o expresivo, por el contrario, se definiría por la búsqueda de integración, la realización
emocional, la cohesión de grupo, la estabilidad, la consideración del interés colectivo, la
evaluación de los demás a partir de sus cualidades personales y la aceptación del otro como un fin
en sí mismo y no como un medio. Según Parsons estos roles deben estar bien diferenciados para
asegurar la propia supervivencia del sistema social. Sin embargo, desde hace unas décadas y sobre
todo en el momento actual, aparece un nuevo modelo de feminidad, más vinculado al estereotipo
de transgresora y que representa un valor en alza debido a su compatibilidad con las necesidades
del mercado y del capital, que precisa incorporar mujeres como mano de obra de mercancía y
como consumo. Esta nueva mujer se caracteriza por otras cualidades: ser independiente, tomar la
iniciativa y dirigir su vida, combinar belleza con inteligencia y orientar la acción según sus
propios intereses.
La cuestión que uno se formula es si este nuevo modelo de feminidad resulta real y
auténticamente expresivo de lo que es la feminidad o, simplemente, es la elaboración de otro
tópico que, posteriormente, será también barrido.
El primer feminismo, el de Simone de Beauvoir y otras, convirtieron a la mujer en una especie de
hombre amputado. El feminismo de segunda generación, el que se está articulando hoy, muy
unido a la sensibilidad ecológica, explora de nuevo la esencia de la feminidad y descubre
elementos genuinos en el ser de la mujer que no responden a estímulos educativos y culturales.
Quizás porque, contra la teoría de género, hay algo esencial en el ser de la mujer y en el ser del
hombre que nunca jamás se puede borrar o transformar. (Torralba Rosell, Francesc. 2011)

SEXUALIDAD FEMENINA
Las autoras Ana Cachafeiro y Casilda Rodrigáñez nos hablan a travéz de su trabajo sobre la
sexualidad femenina encontrando una serie de datos que, en principio, casi no llaman atención ni
sugieren nada; son datos sueltos que en su desconexión no resultan significativos; y de algún
modo, han quedado almacenados en algún lugar de nuestra conciencia a la espera de ocupar su
puesto en la resolución del problema de la feminidad y dar respuestas.
a) Para Masters & Johnsons, las contracciones uterinas son una componente esencial en
todo orgasmo femenino. Maryse de Choisy va más lejos al afirmar que éste, tiene su
origen en el cuello del útero. Y que si los psicoanalistas, desde hace tiempo, vienen
confundiendo el orgasmo cervico-uterino con el orgasmo vaginal, no es sólo debido al
narcisismo masculino, ni tampoco sólo a la ignorancia femenina, sino también porque las
cervico-uterinas no frecuentan nuestras consultas.
b) Bartolomé de las Casas y otros viajeros del siglo XVI han escrito que las mujeres de las
poblaciones que habían encontrado en zonas del planeta desconectadas de nuestra
civilización, parían sin dolor.
c) Histeria viene de ‘hysteron’, es decir, de útero. En la Antigua Grecia se creía que las
enfermedades nerviosas o ‘histéricas’ de las mujeres eran debidas a que el útero sufría un
desplazamiento hacia arriba. Platón y otros hablan del ‘vientre errante’ de la mujer, de un
‘animal dentro del animal’.
d) El útero aparece sistemática y cuantiosamente reproducido en la cultura que ahora se
está desenterrando de la llamada Antigua Europa, datada entre el 6500 y el 3500 a.c. En
aquel mundo simbólico, el útero era aquello cuyo latido significa la vida; algo análogo a lo
que en nuestro mundo simbólico significa el corazón: el amor y la vida. La arqueología
está obteniendo datos sorprendentes y reveladores de aquella civilización. Con esta
información se vuelve evidente que lo que relata el Génesis (datado precisamente hacia el
3000 a.c.) no es la creación de la naturaleza humana, sino las condiciones de un nuevo
modo de convivencia y de ser humano que se imponen contra otras, y que incluyen el
parto con dolor, la transformación del ‘hysteron’ en ‘histeria’. De hecho el Génesis habla
de un Paraíso del que fueron expulsados nuestros primeros progenitores; es decir, que
aunque lo de ‘primeros’ da pié a pensar que desde el principio esa fue nuestra condición,
no pudieron omitir la existencia de otro mundo anterior al actual. ¿Por qué si no inventar
la historia de un Paraíso, de una serpiente-demonio, de un Árbol del conocimiento del
bien y del mal cuya accesibilidad queda también prohibida con la expulsión del Paraíso?
e) La oxitocina que se utiliza como oxitócico, como dilatador del útero en la Medicina, se
empleaba en las orgías eleusíacas por medio del hongo del cornezuelo de centeno. La
misma química, una aplicada en el parto con dolor forzado, la es también la hormona del
orgasmo, que por otra como afrodisíaco. La misma hormona -la oxitocina- que está
presente en el parto para dilatar el cuello uterino ello se la conoce como la hormona ‘del
amor’.
f) En los partos actuales existen casos de partos orgásmicos. Según los que lo han
estudiado (Dr. Serrano Vicens, Juan Merelo-Barberá, Dr. Schebat del Hospital
Universitario de París), son más frecuentes de lo que se cree.
g) Dentro de la práctica de partos ‘alternativos’ o humanistas, es decir, en los que la mujer
se siente apoyada, en confianza, etc., exista la constatación de Michel Odent de que
cuanto menos órdenes y menos se interfiera, cuanto menos se provoca el neocortex de la
mujer, haciéndola prestar atención (racional) a conversaciones, y cuanto más desinhibido
permanezca el cerebro ancestral, más fácil resulta el parto. (La mujer no puede estar en
ese estado sino está en ese clima de confianza y de cierta intimidad).

SENSIBILIDAD UTERINA
Algunos testimonios de mujeres que habían recuperado una cierta sensibilidad uterina, tras la
lectura del libro de Merelo-Barberá, pude entender que la mujer se socializa en la ruptura
psicosomática entre la conciencia y el útero. Esta percepción o sensibilidad, aunque difícil de
traducir en palabras, es descrita así:
¨En el momento del orgasmo habían empezado a percibir, en el centro y en el interior de la
cavidad pélvica, como una ameba que se retrae y que se expande rítmicamente con cada oleada
de placer. Podía también asimilarse al latido de un corazón, aunque más lento, o al latido del
cuerpo de una rana. En el momento en que termina el movimiento de retraimiento y comienza la
expansión, podían empujar y amplificar la onda expansiva, lo mismo que en las contracciones de
la fase expulsiva del parto, o al defecar, cuando ‘vienen las ganas’ como normalmente se dice.
Al ampliar la onda expansiva del latido, se amplifica al mismo tiempo la contracción uterina y la
ola de placer. Esto supuso un cambio en el modo de percibir sus cuerpos y en su sexualidad. El
simple hecho de dirigir la atención/pensamiento al útero produce excitación y placer ubicados en
las paredes del útero y en los pechos¨.( J.Merelo Barberá)
Contrastados estos testimonios con Juan Merelo-Barberá, este afirma que el útero efectivamente
comienza a palpitar como un corazón desde el momento en que la mujer se excita sexualmente; a
palpitar y a descender. Afirma que el cuello uterino se hace incluso visible desde el exterior a
simple vista en estado de excitación fuerte. Por eso en la Antigüedad la mujer frígida era aquella
cuyo útero no podía moverse y descender. Luego se invierte la valoración: la mujer cuyo útero se
mueve como un pez es una mujer lasciva y pecaminosa; la del ‘vientre errante’, la del ‘animal
dentro del animal’; la que no está castrada ni sometida al varón.

FISIOLOGÍA DEL PARTO


Un animal crece a partir de una sola célula, un zigoto que crece hasta hacerse un embrión. Este
proceso requiere una protección especial, porque el zigoto/embrión no puede dársela a sí mismo.
Las especies animales que no se dotaron de una protección adecuada, no prosperaron. Una vez
más, una forma de simbiosis entre dos seres vivos resuelve el problema de la conservación y
regeneración de la vida. Los huevos de las aves tienen una protección, una cáscara de calcio, que
no puede ser más dura y proteger más de lo que hace, porque, dado que se trata de una estructura
ovoidea herméticamente cerrada, el embrión mismo tiene que poder romperla cuando llega a
término: esto, la salida, determina su fragilidad. El invento de los mamíferos es sorprendente,
como todo o casi todo, en la evolución de las formas de vida. La madre guarda dentro de sí el
óvulo fecundado en lugar de expulsarlo y lo protege al tiempo que se protege a sí misma, con su
movilidad, su propia nutrición, etc. Pero debe resolver la contradicción entre la consistencia de la
envoltura protectora y la salida del embrión de dicha envoltura en su debido momento. La
contradicción la resuelve el tejido muscular: fuerte y a la vez elástico y flexible, conectado con el
sistema nervioso de la madre, y formando una bolsa con una puerta de salida que puede cerrarse
y abrirse. El sistema neuromuscular está puesto a unto para la locomoción, bombear sangre (el
corazón es tejido muscular) etc., combinando el sistema nervioso involuntario y el voluntario.
Aquello que nuestro organismo debe ejecutar sistemáticamente (el bombeo de la sangre, la
respiración, la digestión cuando llega alimento al estómago) se realiza automáticamente por el
s.n.involuntario; pero aquello que sólo se realiza en momentos determinados, como correr para
cazar o coger un fruto de un árbol, requiere la actuación de s.n.voluntario, seguramente siempre
en conexión con el s.n. involuntario: los engranajes neuromusculares realizan su cometido a la
perfección.
Entonces intervienen los sentidos, la percepción sensorial que indica cuando el s.n. voluntario
debe ponerse en marcha. Los sentidos en su origen, antes del desarrollo cultural que los recrea,
están al servicio de la conservación de la vida: el gusto, la vista, el oído, el tacto, el apetito, etc. El
deseo sexual, al igual que el deseo de comer tiene ese origen.
La reproducción en los mamíferos tiene involucrada una sensibilidad especial, una inducción de
tipo sensitivo que pone en marcha un sistema de producción de hormonas (la oxitocina del
orgasmo y del parto es una de ellas) para realizar las funciones sexuales reproductivas. Esta
inducción sensitiva es lo que llamamos instinto, o en los humanos, deseo sexual. Por ejemplo, las
cerdas sólo eyaculan leche de sus mamas cuando son estimuladas por la succión del lechón. No es
una producción continua, sino una serie de eyaculaciones sucesivas a la estimulación. Si alguien
entra en la cochiquera y distrae a la cerda, deja de hacerlo. Hemos visto parir a una gata varios
gatitos. Cuando terminaba de lamer la bolsa y de comerse la placenta de un gatito, reactivaba las
contracciones para expulsar al siguiente. Como si pudiese controlar de modo voluntario las
contracciones uterinas.
Unos versos mesopotámicos del tercer milenio a.c., nos dan a entender que los humanos de los
tiempos en los que las mujeres parían sin dolor, tenían también el útero funcionalmente inervado
en el s.n. voluntario:
¨Ninhursaga, única y grandiosa, contrae la matriz; Nintur, que es una gran madre desencadena el parto¨.
¿Qué mejor invento podría hacerse para tener seguro el embrión y para que salga cuando llegue
a término, que la fuerte, dúctil y elástica bolsa uterina, con su cuello que cierra firmemente y es a
la vez capaz de abrirse? En este contexto situamos las contracciones uterinas para dilatar el
cuello. Ahora bien, no es lo mismo mover un músculo contracturado, rígido, que está medio
atrofiado por no ser usado, que mover un músculo distendido y que es utilizado habitualmente.
Actualmente parimos con el útero rígido, sin elasticidad, medio atrofiado y sin que el deseo
estimule la producción de oxitocina. Por eso duelen también las reglas.
La sexualidad en la que nos educan es la sexualidad de un cuerpo despiezado, escindido en
‘cuerpo’ y alma. Lo que llamamos ‘cuerpo’ es en realidad el subproducto de un cuerpo despiezado
y en buena medida desvitalizado. La clave de esta escisión es “la ruptura psicosomática entre la
conciencia y el útero”. ( J.Merelo Barberá).
El cuerpo que las mujeres creen tener, es un cuerpo al que le ha sido arrebatado el órgano central
de su sistema erógeno; es un cuerpo sin útero, con un sistema erógeno que comprende sólo vagina
y clítoris. Y todo esto, establecido por la Ciencia; porque cuando la sexualidad fue abordada
‘científicamente’ en el siglo pasado, la sexualidad femenina que se definió fue la de un cuerpo
castrado, devastado, despiezado; sometido y explotado: una sexualidad falocrática, vaginal y/o
clitoridiana. Aunque algunos llegaron a reconocer que había algo ‘indefinido’ en la sexualidad de
la mujer (Groddeck), que era un ‘continente negro’, inexplorado y desconocido (Freud).
Es así que me hago la siguiente pregunta: ¿Y qué ocurre realmente, con la verdadera líbido y
anhelo de la mujer? El deseo se reprime, se sublima en amores románticos y espirituales, se
manipula y, finalmente, lo que queda después de toda esta descomposición, se orienta hacia el
falo, dejando un rastro de enfermedades psicosomáticas que prueban la quiebra de la
autorregulación de la vida: partos traumáticos, histerias, depresiones post-parto, falta de leche,
dolores menstruales, cánceres de cuello uterino y de mama elevadísimos, etc.
Pensemos en un útero inexistente; en un tejido muscular uterino, y pensemos en que si una simple
inmovilización durante algún tiempo requiere después ejercicios de rehabilitación para que el
tejido muscular se recupere, haciendo la siguiente pregunta, ¿qué sería, de un brazo que hubiese
permanecido inmovilizado durante toda la vida, porque no sabíamos que teníamos ese brazo ni
para qué servía? Si quisiéramos utilizarlo, nos encontraríamos con unos músculos que habrían
perdido su elasticidad, rígidos y contracturados. Y como todo el mundo sabe como duele un
calambre, podemos entonces entender los dolores de la dilatación del cuello uterino en nuestra
sociedad. Es significativo que en el Génesis se diga “parirás con dolor”, como algo nuevo que iba a
ser y que antes no era.
Sobre la fisiología del parto en la especie humana: Al adquirir la posición erecta, el plano de
inclinación del útero se hace casi vertical, quedando el orificio de salida hacia abajo, sometido a la
fuerza de la gravedad. Esto supone/requiere un perfeccionamiento del dispositivo de cierre y
apertura del útero, un cierre más fuerte para sujetar 9 u 11 kg. de peso contra la fuerza de la
gravedad. Y el dispositivo de cierre y apertura del útero no es otra cosa que el cuello, cuya
relajación total deja una abertura de hasta 10 cm de diámetro. Por eso el origen del auténtico
orgasmo femenino está en el cuello del útero. Nuestra opinión, contrastada con Merelo-Barberá,
es que el orgasmo fué el invento evolutivo para accionar el dispositivo de apertura del útero. Esto
da coherencia a los datos inconexos del punto primero, y permite acercarnos al modo de vida que
expresa la simbología de la cultura pre-patriarcal: Explica el paso del útero al corazón, del
hysteron a la histeria, de la serpiente como símbolo del bien a la serpiente como el símbolo del
mal.

ORDEN SEXUAL
Todo lo anterior nos lleva al cuestionamiento del actual orden sexual, que, ya de entrada, aparece
como básicamente falocrático y falocéntrico. El orden sexual forma parte de las relaciones de
dominación y de Poder que atraviesan nuestra sociedad; y no es coincidencia que la sexualidad en
la sociedad pre-patriarcal fuera algo muy diferente de la sexualidad que hoy conocemos. Como
dijo Freud, en nuestro mundo actual sólo hay un sexo, el masculino, y toda la líbido se produce de
y para el falo. La mujer es un ser castrado, y se define por lo que no tiene. Pero esto también
afecta, de rebote, al hombre y a lo que se supone que es la masculinidad (entraríamos en otro
tema, que aquí sólo aparece tangencialmente, que es la construcción de los géneros -de los
paradigmas de lo que es ser hombre y ser mujer- como portadores de las relaciones de poder).
Con la castración de la mujer, toda la sexualidad queda desquiciada, sacada de quicio.
Es difícil imaginar o pensar en algo que no existe en nuestra Realidad: nos faltan la experiencia y
las palabras. La sexualidad femenina pasó de ser la definición del mal (el pecado entró en el
mundo por la mujer, etc.), a no existir; es indecible e impensable como requisito para que no se
sienta ni exista. De ahí todos los rodeos que tenemos que dar para expresar nuestras intuiciones y
la información que vamos encontrando. Hasta aquí hemos mencionado las que se refieren la
sexualidad de la mujer. Ahora vamos a mencionar algunas relativas a la sexualidad en general
para avanzar en la reconstrucción del rompecabezas.
a) El amor al prójimo. La escisión del cuerpo de la mujer y el invento del amor espiritual,
se inscribe en un orden general de los sentimientos. Según De Choisy hay datos históricos
que prueban que hubo un tiempo en el que el ‘amor al próximo’ era físico, y era una regla
en una sociedad basada en la conservación de la vida, en el bienestar y en la ayuda mutua.
La espiritualización cristiana del ‘amor al próximo’ forma parte del orden sexual
represivo patriarcal. De Choisy cuenta también cómo, en la transición a la sociedad
patriarcal, cuando empieza a instituirse la monogamia y la exclusividad, aparecen las
hetairas, lo que nuestra cultura ha llamado ‘prostitutas sagradas’, para “expiar el pecado
del matrimonio” y mantener vivo el fluido del amor. Cuando la monogamia y la pareja, se
generalizan, las prostitutas sagradas se mantendrán todavía durante algún tiempo en
algunos lugares junto con los cultos a la diosa Madre.
El matrimonio aparece, ante todo, como la violación de una ley religiosa. Por muy
incomprensible que sea para nuestra conciencia moderna, esto tiene el testimonio de la
Historia. El matrimonio debía ser expiado ya que “por su exclusivismo viola la ley de la
divinidad”. La naturaleza no ha dotado a la mujer de tantos encantos para que se
marchite en los brazos de uno solo. La ley de la materia, según esta filosofía religiosa odia
la coacción, rechaza todo límite, considerado como una ofensa hacia la diosa. El
matrimonio sólo fue posible después de un cambio de moral. La monogamia debe
compensar con la prostitución sagrada su infracción a las leyes de la materia y
reconquistar así la complacencia divina.
La religión de la diosa apareció durante la transición, en las primeras ciudades-Estado (y
sus vestigios perduraron hasta el fin de la Edad Media), como una forma de resistencia:
un modo de conservar el antiguo modo de vida y de cultivar la vida contra el Patriarcado,
y por eso, entonces, las prostitutas eran ’sagradas’: eran sacerdotisas de la diosa que vivían
en los templos, para rendir culto al amor. No es casualidad que la mariología, el culto a la
Virgen María aparezca en el siglo XII, para machacar los vestigios de los diferentes cultos
a la diosa Madre, y hacer prevalecer el amor ‘espiritual’ sobre el amor verdadero.
Al abandono al primero que llegaba le sucede la elección de las personas; Deméter ha
vencido a Afrodita. Pasamos al reino de la pareja. (Maryse de Choisy ibid.)
b) El deseo no es egocéntrico. El deseo es inducido por el neocortex ante aquel o aquella
cuya imagen representa el prototipo de lo que te debe gustar, de lo que es adecuado para
formar la pareja, obedeciendo al orden sentimental establecido.
Hoy no podemos entender el significado de ‘el abandono al primero que llega’ de los otros
tiempos. No podemos ni imaginar algo tan simple como que el deseo descodificado. Pero
lo cierto es que, sin mediar la destrucción del tejido social y los procesos de devastación y
de domesticación de las criaturas, el deseo no codificado es inducido por otro(a); y basta
sentirse deseado(a) para desear a quien te desea.
El deseo, por su propia condición, se derrama para fundirse con otro, y se guía por su
anhelo de complacer a otro(a). Es cierto que, cuando de la integridad de nuestro ser mana
el deseo y el sentimiento puro, su tránsito es como una caricia que lame todos los
vericuetos de nuestros cuerpos y de nuestras almas; pero el hecho de que el
derramamiento del deseo nos produzca placer, no debe de confundirnos. El deseo genuino
no es egocéntrico. Como diría Kropotkin se obtiene placer dando, porque la búsqueda del
placer y la solidaridad son las vías generales del mantenimiento y de la expansión de la
vida. Y no hay en ello nada misterioso ni romántico: sin esta cualidad (la ayuda mutua y
la búsqueda del placer o de ‘lo agradable’) el reino animal jamás se habría desarrollado o
alcanzado su perfección actual. Desear a otro(a) es ante todo deseo de saciar sus deseos; y
al saciar los deseos del ser deseado, nos fundimos y nos saciamos. Es el complacer del
placer, y el placer de complacer. El sentir del consentir, y el consentir de los sentimientos
que se originan precisamente para expandirse -la condición del mantenimiento de la vida
es su expansión, y por eso decimos que, en su origen, los deseos no son posesivos ni
egocéntricos. La posesividad, con palabras de Deleuze y Guattari, es un contra efecto de la
represión.
Nuestra condición humana está preparada para la abundancia de la producción de los
deseos, de unos deseos saciables; y no para la carencia ni para la frustración. Pero el orden
social tal y como está constituido, frustra y asfixia nuestro anhelo de vida desde el mismo
nacimiento, y crecemos con los deseos bloqueados y reprimidos. Y ese anhelo profundo
reprimido, que habita en lo más hondo de nuestro ser, es el que se idealiza y se canaliza
hacia el ‘amor’ posesivo, con toda su fuerza contenida y con toda la ansiedad acumulada
durante años. La criatura humana abandonada por sus congéneres se convierte en
individuo en busca de compañía. El deseo se ha transformado ya en miedo a carecer, y
este miedo, a su vez, en afán de poseer a otro(a). Hemos entrado en el reino de la pareja,
que presupone el reino del individuo.
El ‘ego’ es el resultado del bloqueo del flujo de la vida; cuando el deseo deja de fluir, el ser
humano queda en soledad, y aparece el individuo, que trata de compensar la carencia y la
soledad con la posesión; por eso su ‘identidad’ se define por lo que retiene, acapara y
convierte en su posesión (’mi’ papá, ‘mi’ mamá, ‘mi’ casa…); aparece el ‘yo-poseedor’ por
contra del yo-vivo-disuelto: por contra del vivir disuelto que hace innecesaria la
metafísica y la ‘identidad’. El ‘ego’ se forma por la imposibilidad del deseo de fluir y con la
descomposición del amor, por un lado, en ‘amor’ sexual posesivo, que sí es egocéntrico; y
por otro, en ‘amor’ espiritual, que puede que no sea egocéntrico pero que está desprovisto
de deseo.
El ‘amor’, el desprendimiento, la generosidad gozan de un prestigio hipócrita en nuestra
sociedad siempre y cuando sea un sentimiento mutilado, no sea amor sexual. ¿Por qué, en
medio de tanta generosidad, el amor sexual tiene que ser posesivo, exclusivo y
egocéntrico? La respuesta es clara: el deseo es el sustento de la ayuda mutua, y el Poder no
puede manipular y controlar la vida más que mutilándola.
El ‘ego’ es una impostura que aparece con las relaciones de Poder. Algunos
antropólogos(as) han constatado en ciertas tribus la inexistencia de la identidad
individual; la conciencia que cada cual tiene de sí es la mera pertenencia a un grupo, la
de ser parte de un grupo humano; a esta forma de percibirse, lo han llamado
miméticamente ’sistema de identidad grupal’.
c) La sociedad matrifocal. Según la antropóloga Martha Moia, en la estructura social
matrifocal, la ‘identidad’ era grupal y la convivencia estaba basada en el deseo (sexual)
materno de bienestar directamente vinculado a la conservación y protección de la vida. Se
trataba de “ayudarse en la tarea común de dar y conservar la vida”. Los mayores y los
fuertes cuidaban y protegían a los pequeños y a los débiles como requisito de bienestar de
conservación del grupo. La ayuda y no la lucha eran la garantía de la vida. Del
reconocimiento de la madre y de su amor materno, brotan los sentimientos de fraternidad.
Bachofen decía del amor materno: Su principio es el de la universalidad; en cambio el
principio patriarcal es el de la restricción. La idea de la fraternidad universal de los
hombres tiene su raíz en el principio de la maternidad; por ello, esta idea desaparece con
el desarrollo de la sociedad patriarcal. El seno materno puede dar hermanos y hermanas a
todo ser humano, con el desarrollo del principio patriarcal, esta unidad desaparece y es
sustituida por el principio de jerarquía. La represión de la maternidad, la
‘espiritualización’ del deseo materno, es un punto clave porque desconecta a la madre de
los deseos de sus criaturas y los bloquea; es decir, organiza el abandono y la soledad de las
criaturas humanas, la devastación necesaria para la construcción del individuo. El dolor
del útero rígido es compatible con la espiritualización del amor materno, pero el útero
que palpita gozoso no sería compatible con ese ‘amor’ espiritual que organiza la
supervivencia en la soledad y en el abandono afectivo.
Inmediatamente después de nacer, nuestros próximos, se nos alejan, nos abandonan, y
crecemos ‘amando’ patológicamente, sintiendo pudor y vergüenza de nuestros cuerpos y
de nuestros sexos. El sentimiento del pudor y el asco hacia los flujos de los cuerpos son los
muros que nos separan de nosotros(as) mismos, que rompen nuestros cuerpos y nos
separan de los demás. El tabú del incesto, en cuyo nombre se separa a la madre de la
criatura, es la norma suprema que produce el ‘amor’ espiritual; en realidad, es la Ley cuyo
cumplimiento despieza los cuerpos.
No nos vamos a extender en todas las pruebas que delatan la represión de la sexualidad
primaria, materno-infantil. Remitimos a quien le interese al libro La represión del deseo
materno. Sólo mencionaremos una: la existencia generalizada en nuestra sociedad de
pezones de plástico (chupetes, biberones, etc.) como prueba material de la destrucción de
esta sexualidad y del desierto creado por nuestra cultura en la etapa primal de la vida
humana. Porque lo peor no es que el pezón sea de plástico sino el cuerpo humano que
falta detrás del chupete.
d) El desierto afectivo. La destrucción del modo de convivencia basado en la ayuda mutua
corrompe la sexualidad y crea el desierto afectivo.
Tres cosas prueban de forma irrefutable, que nuestro orden sentimental, a pesar de
Cupido, de San Valentín, etc. etc. es un desierto afectivo: 1) La angustia existencial que
forma nuestro esqueleto psíquico, y que nos acompaña durante nuestras vidas a niveles
más o menos profundos, y que por eso aflora cuando las cosas nos van mal (las famosas
‘depresiones’). Esto se debe a lo siguiente: la sociedad no reconoce ni acepta a las criaturas
humanas como seres productores de deseos; y eso significa que desde que nacemos
nuestra existencia está cuestionada por la sociedad. Aunque no nos lo digan, aunque no lo
sepamos, nuestro inconsciente sí sabe que la negación de nuestros deseos es la negación
de nuestra vida. Esto no es ‘civilización’, esto es un cuestionamiento de nuestra existencia
que produce la angustia y el miedo que larvan en nuestro interior y que salen a la
superficie según las circunstancias. 2) La insaciabilidad en el afán de poseer, es otra
‘prueba’, insaciabilidad que ha ido variando sus manifestaciones a lo largo de la historia
del Patriarcado. 3) Y, en fin, tenemos la aparición del animal de compañía, de la ‘pet’, con
toda su industria, como consuelo y nimia compensación del desierto; tanto más extendido
cuanto más desarrollada está la sociedad patriarcal y hay más individualización y más
soledad.
Está claro que en este desierto, la pareja, o el espejismo de la pareja, es el oasis, real o
virtual; el mal menor. Como lo es para el niño del orfanato que una familia bien
constituida lo adopte.
No se puede restablecer el tejido social sin restablecer la sexualidad, eso que hoy se ha
convertido en un comercio, un trueque individualista y egoísta; en una sexualidad
deformada, tecnificada y limitada por una disciplina que reprime y canaliza las descargas
energéticas hacia estereotipos que ahora se fijan y se expandan con la tecnología
audiovisual; un orden sexual falocrático que directamente aniquila el vínculo de la
sexualidad con el apoyo mutuo y lo sustituye por la posesión, la prepotencia y la
competencia. Como decíamos antes, la sexualidad está desquiciada y para empezar
ponerla en su quicio hay que restablecer la sexualidad femenina y la madre antigua que,
como decía Lope de Vega “a cuanto vive aplace”; así podría fluir la emoción erótica para
regenerar y sustentar el tejido social humano.
No sirve reivindicar el ‘amor libre’ sin más. Porque hoy por hoy las relaciones sexuales
son relaciones de Poder: tanto en el sentido de la dominación de un sexo sobre el otro -y
por ello sólo hay sexualidad falocéntrica-, como en el sentido de que ‘amar’ es apropiarse,
poseer y acaparar al/a otro/a. Reivindicar el ‘amor libre’ tal cual es como reivindicar la
economía libre en el mundo capitalista.
Convertir las relaciones sexuales en relaciones de Poder es algo muy simple y ha sido
sumamente eficaz para ordenar todas las relaciones sociales y asegurar su reproducción
con las generaciones de hombres y de mujeres.
De la armonía entre los sexos y entre las generaciones se pasa a la guerra y a las
relaciones patológicas que conocemos en la sociedad actual: y en el centro de todo ello, el
hecho crucial de la devastación del cuerpo de la mujer.

RECUPERACIÓN DE LA SEXUALIDAD EN LA MUJER


ESCUCHAR Y SENTIR EL LATIDO DEL ÚTERO
La presente civilización patriarcal cambia el principio de la vida por el de la muerte, y por eso ha
tenido en el cuerpo femenino su principal enemigo y su objetivo estratégico central. En el Génesis
también se ordena la destrucción de la serpiente (el símbolo de la sexualidad de la mujer) y la
prohibición de su conocimiento. Porque si la mujer pariría sin deseo y con dolor, y si se aparta de
ella a la criatura en el momento del alumbramiento (para cortar el deseo y la producción
hormonal que regularía el acoplamiento de ambas), la criatura queda privada de la carga de
energía que le corresponde a su integridad humana, al tiempo que la madre queda
insensibilizada; insensibilizada ante los deseos y ante el sufrimiento de su prole; es decir,
capacitada para realizar las funciones nutricias maternas de manera fría y aséptica, con la
disciplina y la represión establecidas en el orden social.
Con esto el parto será doloroso, es decir, mientras no exista una cultura que restablezca la unidad
psicosomática del cuerpo de la mujer: es decir, que respete, cultive y de conciencia a la mujer de
su condición, de su sexo, de su sexualidad, de lo que en realidad es. Una cultura que reconozca y
nombre el latido del útero como el latido de la vida. A menudo decimos que el parto actualmente
es una violación del cuerpo de la mujer, como lo es el coito cuando la mujer no lo desea, cuando
no opera el deseo y se realiza en estado de rigidez, de sequedad, con desgarros.
Para la recuperación de la sensibilidad uterina y de la sexualidad de la mujer, las madres tienen
que explicar a sus hijas desde pequeñas que tienen un útero, para qué sirve y cómo funciona.
Las mujeres necesitan reintegrar su percepción de su cuerpo; para recomponer su cuerpo
despiezado y que fluya la corriente de sensibilidad entre el útero y la conciencia. Aprender a
escuchar y a sentir el latido del útero; practicar la visualización y la concentración en el útero; y
también recuperar la cultura arcaica y su mundo simbólico que han definido y expresado la
verdadera sexualidad femenina y la regeneración de la vida. El baile, la danza del vientre, en sus
orígenes ancestrales, no debía consistir sólo en el movimiento del esqueleto pélvico; de hecho, si se
realizan los ejercicios que en algunos sitios se recomiendan para la preparación al parto, para
ejercitar los músculos pélvicos, si la mujer se concentra en el útero, si ha recuperado en alguna
medida la sensibilidad uterina, puede llegar a diferenciar los músculos pélvicos del útero. (Ana
Cachafeiro y Casilda Rodrigáñez. 2009)

EL ORGASMO
El orgasmo es la respuesta sexual del hombre y la mujer al proceso de excitación y placer que se
manifiesta con una serie de cambios físicos. Según Masters y Johnson es la tercera fase del ciclo de
respuesta sexual humana. Comienza tras la fase de meseta. Tras la fase de orgasmo se produce la
fase de resolución.

FASES DE LA RESPUESTA SEXUAL


1ª Excitación - 2ª Meseta - 3ª Orgasmo - 4ª Resolución-Cambios físicos
Durante la fase de orgasmo se producen una serie de fenómenos biológicos y cambios físicos. En
el orgasmo se libera de forma placentera toda la tensión acumulada durante la fase de meseta.
También se conoce esta etapa como "clímax" o fase culminante. Algunas personas describen el
orgasmo como "una sensación de calor o ardor en los genitales", otros como "leves estímulos
eléctricos o de cosquilleo que se van difundiendo por todo el cuerpo". Muchas personas coinciden
en que durante el orgasmo se producen instantes de pérdida de conciencia o sensaciones de
mareo intenso. La forma de expresar placer durante el orgasmo también difiere en cada caso.
Pueden expresar el orgasmo con: Gemidos, Llantos, Sacudidas, Gritos, Risas o con un profundo
silencio.

ORGASMO FEMENINO
El orgasmo femenino en sí, es un fenómeno peculiar ya que no en todas las mujeres se da de la
misma manera en cuanto a intensidad placer y a la cantidad de ellos. Esto hace que cada mujer
experimente el orgasmo de un modo peculiar. Sin embargo físicamente existen ciertas reacciones
comunes. Es importante conocer el proceso de excitación y definir cuáles son los desencadenantes
del placer sexual para poder alcanzar el orgasmo con facilidad. Existen situaciones de anorgasmia
y disfunciones sexuales que hacen que la mujer no pueda alcanzar el orgasmo. El orgasmo es el
máximo nivel de placer y satisfacción sexual que sienten las personas, siendo placentero tanto
para hombres como para mujeres.
En la parte física a la mujer le suceden contracciones musculares en la vulva, vagina, y útero
como respuesta de la excitación. El hombre puede sentir cuando viene un orgasmo en la mujer
con las contracciones musculares, y si bien no eyacula en el orgasmo, si puede sentir una
secreción vaginal distinta en el momento de la eyaculación. ¿Hay eyaculación en un orgasmo
femenino? Hoy en día se estudia con más profundidad la posibilidad de que la mujer, en sus
orgasmos, pueda eyacular.
Hay algunos estudios que defienden la eyaculación femenina. Afirmando que la mujer puede
eyacular durante el orgasmo (con la estimulación sobre todo del punto G) una especie de flujo
trasparente equiparable a la eyaculación masculina. Se dice que es un fluido que se emite
sintiendo la sensación de orinar, pero no es en ningún caso orina, las glándulas parauretrales son
las que segregan este líquido que se llama Fosfatasa Acida Prostática que contiene azúcar o
glucosa y se expulsa como respuesta a los movimientos pélvicos. Al comenzar la excitación, la
mujer comienza a sentir cambios en su cuerpo, los pezones comienzan a ponerse mas duros y la
lubricación vaginal es mas abundante, esto es porque la sangre comienza a circular más rápido, el
cerebro envía las instrucciones para que se prepare para el acto sexual. Si la mujer está muy
estresada le costará más concentrarse en estas sensaciones, por lo que siempre es importante
relajarse para sentir todo de mejor manera y que sea más placentero. En caso de que la mujer
comience a sentir dolor o molestia en alguna parte de su cuerpo, en una de estas etapas, es
importante que visite a un médico. Es común que tras el orgasmo la mujer quiera seguir con la
sensación de excitación y no será extraño que vuelva a llegar a más orgasmos siempre que se siga
con la estimulación (sobre todo del clítoris).

MUJERES MULTIORGÁSMICAS
Las mujeres multiorgásmicas, son aquellas que logran tener más de un orgasmo durante una
misma relación sexual (durante el coito, en los preliminares o tras él), de ahí la calificación de
"multiorgásmica", de orgasmos múltiples. Por eso se sugiere que a las mujeres que le es fácil llegar
al orgasmo, pueden continuar la relación sexual si se les sigue estimulando. Para no agotar al
hombre, es necesario que antes de la penetración se le haya hecho llegar al orgasmo unas dos
veces a ella, para que en el coito logren la satisfacción mútua, ya que el hombre necesitaría un
poco más de tiempo para alcanzar el orgasmo.

ORGASMO FEMENINO Y FERTILIDAD


El orgasmo femenino no es un pre-requisito para la reproducción, en cambio la del hombre sí es
necesaria ya que sin el orgasmo no liberaría semen y no podría llegar el espermatozoide a
fecundar el óvulo femenino. Aunque existen estudios que afirman que el orgasmo femenino
ayuda al semen a llegar al óvulo y fecundarlo.

EL PUNTO G Y EL ORGASMO FEMENINO


El punto G o el "Punto Grafenberg" conocido así por el médico que investigó en 1980 este órgano
en la mujer, está situado en el interior de la vagina y al tacto sería parecido al de un botón. Se
ubica exactamente detrás del hueso púbico y es muy fácil de localizar después del orgasmo ya que
se convierte en una zona muy sensible. La estimulación del punto G puede producir un orgasmo
muy placentero en la mujer.

ORGASMO MASCULINO
El orgasmo masculino es aquella situación de placer producida tras el estimulo sexual, en la que
el hombre llega al clímax de excitación sexual, finalizando normalmente esta situación con la
eyaculación de semen (ya que también puede haber orgasmo sin llegar a eyacular en algunos
casos) y la pérdida de erección del pene. De forma general se dice que el orgasmo del hombre y la
eyaculación son lo mismo. Sin embargo, se han realizado estudios donde confirman que el
hombre puede tener orgasmo sin eyaculación o viceversa, aunque es común que se dé en forma
paralela, es por eso que se suele decir que es la misma cosa.

PROBLEMAS PARA LLEGAR AL ORGASMO


A pesar que se han dado muchas irregularidades en algunos hombres con respecto a llegar al
placer del orgasmo, se puede decir al respecto que ya hay muchos tratamientos terapéuticos para
superarlos. Técnicas como el Tantra ayudan a superara problemas como la eyaculación precoz.

MULTIORGASMO EN EL HOMBRE
Para que el hombre pueda experimentar el orgasmo múltiple, debería continuar excitado y con su
pene erecto tras el primer orgasmo. Se debe considerar que la mayoría de las veces los hombres
tras la eyaculación, siempre que se siga excitado, el pene se mantendría erecto, por ello se cree
que el hombre entonces, podría tener más de un orgasmo en el coito, como la mujer.

TIPOS DE ORGASMOS MASCULINOS


El orgasmo que se manifiesta con la eyaculación en el hombre, es el más común, pero se dá
también un orgasmo que se centra en la próstata, generalmente se da en las relaciones entre
homosexuales ya que se estimula con la penetración anal. Aunque no es requisito para sentir este
placer, pues una pareja heterosexual también puede experimentarlo siempre y cuando ambos
estén dispuesto a probarlo y sin prejuicios de tocar estas zonas. Existen otros tipos de orgasmos
masculinos que hoy aun se encuentran en estudios, pero hay muchas maneras en las que el
hombre puede sentir gran placer no necesariamente con el orgasmo y la eyaculación. Hay
algunos hombres que han sido operados de la próstata y pueden perder la capacidad de eyacular,
debido a que el semen se va a la vejiga. Sin embargo, esto no es impedimento para lograr
sensación orgásmica, pero sí pierde la capacidad para reproducirse.

DESEO, EXCITACIÓN Y ORGASMO


El deseo sexual al igual que otras necesidades básicas del ser humano, como el hambre, la sed, etc.
son manifestados por órdenes que el cerebro envía al resto del cuerpo. En la parte del deseo
sexual, el cerebro funciona de manera especial. Se ubica en una zona donde se controlan las
emociones. Al ser promovidos por intereses sexuales, esta parte del cerebro comienza a trabajar e
induce el apetito sexual, esa necesidad de sentir satisfacciones con el cuerpo. Es así como en
algunas ocasiones nos sentimos más sensuales, más eróticos, como también por motivos de estrés
o de depresiones o de malas experiencias sexuales, nos puede producir rechazo. Cuando uno ama
a otra persona, nuestro cerebro y la parte sexual de éste, reacciona más fácil a los estímulos
eróticos. Ocurre que esa persona del que se está enamorado o se siente más que un deseo físico,
produce una cadena de reacciones, por ejemplo ante una simple aproximación, si esa persona se
acerca a nosotros, nuestro cuerpo comienza a reaccionar, no ocurre igual con otra persona que
sea un amigo o un colega o un familiar que no se sienta atracción alguna de tipo amoroso.

PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL
Kuna kuna siritasa
Jay jay sirithwa
Pampanakana maya janq´u
Wiska jani tusiri iqarpataski.
¿ukaxa kunasa?
Adivinanza aymara: ¿Qué es, que es?,
En las pampas existen sogas interminables
¿Qué será?. Respuesta: El camino.
En la Psicología Transpersonal se apunta a recorrer el camino más extenso, en cuanto a la
expansión del campo de la investigación en psicología para incluir dimensiones de la experiencia
y del comportamiento humano que se asocian con la salud y el bienestar llevados a situaciones
límite en la vida del ser humano. Este Nuevo Paradigma, o Paradigma Transpersonal se centra
más en el estudio del todo que en el de las partes.
La Psicología Transpersonal consiste en el estudio psicológico de las experiencias transpersonales
y sus correlatos, entendiendo estas experiencias como aquellas en las que la sensación de
identidad -el self- se extiende más allá(trans) de la persona, abarcando aspectos de la humanidad,
la vida, el psiquismo y el cosmos, que antes eran experimentados como ajenos. Además se puede
señalar que las experiencias transpersonales suelen ir acompañadas de cambios psicológicos
dramáticos, duraderos y beneficiosos, ya que estas experiencias pueden proporcionar una
sensación de sentido y objetivo a nuestra vida, pueden ayudarnos a superar crisis existenciales y
despertar en nosotros una preocupación compasiva por la humanidad y el planeta. También
evidencias de la existencia de un amplio abanico de posibilidades humanas y nos sugieren que
ciertas emociones, motivaciones, capacidades cognitivas y estados de conciencia pueden ser
cultivados y refinados hasta grados mucho más elevados hasta lo ahora considerado normal.

EXPERIENCIAS TRANSPERSONALES.
Las experiencias transpersonales abarcan un amplio espectro:
1. a) Extensión vivencial dentro de la realidad objetiva como expansión temporal de la
consciencia: vivencias embrionarias y fetales; ancestrales; colectivas y raciales; filogenéticas;
encarnaciones pasadas; precognición, clarividencia, clariaudencia; viajes a través del tiempo.
b) Expansión espacial de la consciencia como trascendencia del ego en las relaciones
interpersonales y vivencia de la unidad dual; identificación con otras personas; con el grupo y la
consciencia del grupo; con animales; con plantas; unidad con la vida y con toda la creación;
consciencia de la materia inorgánica; consciencia planetaria; extraplanetaria; vivencias
extracorporales e identificación con el universo entero; consciencia de órganos, tejidos y células,
vivencias y experiencias con el movimiento del útero.
2. Extensión vivencial más allá del marco de la realidad objetiva. Vivencias espiritistas y de
médiums; enfrentamientos con entidades espirituales suprahumanas; con entidades de otros
universos y encuentros con sus habitantes; vivencias arquetípicas como los arquetipos femeninos
de la diosa, la sacerdotisa, la mujer salvaje y la mujer útero, y secuencias mitológicas complejas;
encuentros con entidades divinas; comprensión intuitiva de símbolos universales; activación de
los chakras y ascenso de Kundalini; consciencia de la mente universal; consciencia del vacío
supracósmico y metacósmico.
3. Experiencias de naturaleza psíquica. Vínculos sincrónicos entre consciencia y materia.
Sucesos psíquicos espontáneos; sucesos físicos supranormales; fenómenos espiritistas y
mediumnidad física; psicoquinesia; fenómenos OVNI. Psicoquinesia intencional: ceremonial
mágico; curación y embrujos; siddhis; psicónesis de laboratorio. Las vivencias arquetípicas con
L.S.D. están constituidas por las imágenes primordiales de Jung, a veces con una penetración
sorprendente. La ascensión de la Kundalini implica el mayor riesgo, sobre todo cuando las
sesiones las dirigen aficionados. Las experiencias más profundas son las que producen una
identificación con la Mente Universal, experiencia ilimitada, insondable e inefable por su
naturaleza trans-racional. Lo más paradójico es la experiencia del vacío supracósmico, de la
vacuidad primordial, la nada y el silencio, cuna y fuente de toda existencia.

EL ESPECTRO DE LA CONSCIENCIA.
A travéz de estas experiencias transpersonales antes descritas podemos acceder a lo que se ha
venido a llamar el expectro de la consciencia que según Ken Wilber, un autor muy importante en
la psicología transpersonal, menciona a continuación:
Nivel de la Mente: En este nivel nos identificamos con el universo, con la totalidad, es decir, somos
el todo. Este nivel no es un estado anormal, ni tampoco un estado alterado de la conciencia si
nomas bien el único estado de conciencia real. Existen bandas transpersonales que van más allá
de experiencias del ego donde la persona no es consciente de su identidad con la totalidad y en
donde se producen las experiencias transpersonales, como por ejemplo experiencias de muerte y
renacimiento, identificación con la consciencia de otras personas, grupos de individuos o toda la
humanidad, e inclusive puede extenderse más allá de las fronteras humanas.
Nivel existencial: Es en este nivel donde queda trazada la línea divisoria entre el self y el otro,
entre el organismo y el medio, el nivel en que se manifiesta el pensamiento racional y la voluntad
personal, en donde el individuo se identifica exclusivamente con la totalidad del organismo
psicofísico existente en el tiempo y en el espacio. En este nivel se encuentran las bandas
biosociales (internalización de condicionamientos culturales, convencionalidades sociales,
relaciones familiares, etc.), las cuales constituyen los límites superiores del nivel existencia que
tiñen y moldean en profundidad la sensación básica de la existencia del organismo.
Nivel de ego: Para esta concepción, el "ego" es lo que en psicología se entiende como "estructura
de personalidad" - o disfraz adaptativo a la realidad física de este mundo-; la construcción
personal que nos sume en la ilusión de la separación, esencia del sufrimiento humano. El "ego"
incluye tanto la experiencia de vida o condicionamiento, la transmisión genética de patrones
actitudinales y conductuales de progenitores y ancestros y, según la teoría de la reencarnación,
también los patrones correspondientes a existencias anteriores, en otros cuerpos y contextos
(Celis, 1998). En este nivel, la persona no se halla identificada con el organismo psicosomático,
sino que se identifica exclusivamente con una representación mental más o menos aproximada
del organismo global, es decir, en este nivel el individuo se identifica con el ego, con una imagen
de sí mismo y el organismo queda dividido en una psique y un cuerpo.
Nivel de la sombra (o de la persona): Nivel en que la persona se identifica con una imagen
empobrecida e inexacta de uno mismo, ya que reduce más su identidad a solo parte del ego,
relegando al mismo tiempo a la sombra aquellas otras tendencias psíquicas que resultan dolorosas
e indeseables, llegando a trabajar también con algún arquetipo determinado.

CONSCIENCIA TRANSPERSONAL.
Dado que el acceso a estos niveles debería ser consciente, Stalisnav Grof nos habla de re-elaborar
nuestra concepción de la consciencia. Considerar la consciencia encerrada en la estructura ósea
del cráneo sería como creer que el locutor de radio se encuentra dentro del aparato receptor. Si
los sentidos físicos nos sirven para manifestar los fenómenos de la consciencia, no significa que
esta se reduzca a un fenómeno sensorial. Si queremos penetrar en el reino ilimitado y a veces sin
palabras de la transpersonalidad, debemos hacer algunas aclaraciones:
 Renunciar a la creencia de que el universo tiene límites.
 Abandonar la ilusión de que la consciencia humana está circunscripta al cerebro y
separada de lo que la rodea.
 Dejar de lado el antropocentrismo. Entender que la mente y la consciencia, en distintos
grados, son patrimonio de la naturaleza toda y no de los humanos exclusivamente.
 Informarse debidamente acerca de las investigaciones sobre la consciencia y de las
conclusiones de algunas disciplinas científicas que confirman lo que los místicos
afirmaron siempre: ni la psiquis humana ni el universo poseen límites.
 Comprender que restringir la experiencia humana a las dimensiones sensoriales y a la
historia personal de cada individuo resulta en una privación del descubrimiento de los
aspectos más apasionantes, más misteriosos y universales que pueden experimentarse y
que se asocian a fenómenos arquetípicos, ancestrales, espirituales y cósmicos que
enriquecen y dan sentido a la vida. Esa restricción de no tomar consciencia supone
dormitar en una vida monótona y limitada, antes que abrirse a la vivencia sin límites de la
consciencia transpersonal.
Por otra parte, las modernas investigaciones en el campo de la consciencia (Rupert Sheklrake y
muchos otros) corroboran esa concepción de la consciencia como una entidad que no se halla
intrínsecamente ligada a la materia, sino expandida más allá de los límites espacio-temporal
ordinario. En su libro ¨La revolución de la conciencia¨, Grof señala: ¨La ciencia académica
tradicional describe a los seres humanos como unos animales altamente desarrollados y unas
máquinas pensantes biológicas. Las experiencias y las observaciones del estado ordinario de la
conciencia sugieren, sin lugar a dudas, que somos objetos newtonianos compuestos de átomos,
moléculas, células, tejidos y órganos. Sin embargo, las experiencias transpersonales muestras
claramente que cada uno de nosotros, también puede manifestar las propiedades de un campo
infinito de conciencia que trasciende el espacio, el tiempo y la causalidad lineal¨. Y asi continúa
con la necesidad de combinar «una transformación interior profunda y una revisión radical de las
obsoletas concepciones científicas del mundo». Y advierte sobre sus peligros: En una cultura en
que la ciencia infunde respeto y autoridad, si su mensaje es claramente antiespiritual, va a inhibir
sin lugar a dudas la búsqueda espiritual de las personas». Él habla de la necesidad de un nuevo
modelo que incluya a la consciencia como un aspecto esencial de la realidad, tan fundamental
como el espacio, el tiempo y la materia, y quizá más determinante aún. (Carranza, 2004)

CRISIS Y CRECIMIENTO ESPIRITUAL


En estos tiempos las crisis o emergencia espiritual como lo llama E. Grof junto con la psicología
transpersonal puede ser el resultado de una fuerte experiencia psicológica-emocional-existencial.
Puede tratarse de la pérdida de una importante relación, como la muerte de un hijo o de un
pariente cercano, el fin de una relación amorosa o el divorcio, no encontrar un sentido en la
feminidad en hombres y mujeres. Igualmente, una serie de fracasos, como ser despedido de un
trabajo o la pérdida de una propiedad, puede preceder el desencadenamiento de una crisis
evolutiva. En personas predispuestas, la "ultima gota" puede ser una experiencia con drogas
psicodélicas o una sesión de psicoterapia existencial.
Estas experiencias parecen circunscribirse a tres categorías principales:
 El primer grupo abarca experiencias estrechamente relacionadas con la historia de la vida
del individuo, y es conocido como la categoría biográfica.
 La segunda categoría gira en torno a los temas de la muerte y el renacimiento; la estrecha
relación con el trauma del nacimiento biológico otorga a este grupo el nombre de
perinatal.
 La tercera categoría está mucho más allá de los límites de la experiencia humana
ordinaria y se halla relacionada muy de cerca con el inconsciente colectivo
 jungiano; se llaman a estas experiencias transpersonales, porque implican imágenes y
motivos que parecen tener su fuente al margen de la historia personal del sujeto en
cuestión.

CLASES DE EMERGENCIA ESPIRITUAL:


 La crisis chamánica.
 El despertar de la Kundalini.
 Episodios de consciencia unitiva ("experiencias cumbre").
 Renovación psicológica mediante el retorno al centro, ¿que quiero de mi vida?.
 La crisis de la apertura psíquica, a través de terapias para el crecimiento personal.
 Experiencias de vidas pasadas.
 Comunicaciones con guías espirituales y "canalización".
 Experiencias al borde de la muerte.
 Experiencias de encuentros cercanos con ovnis.
 Estados de posesión.
ESTADOS ALTERADOS DE CONSCIENCIA
En los llamados “estados alterados de consciencia” o estados de consciencia ampliada, se da la
expansión de la consciencia, no como una experiencia limitada, no como la ilusión de la
separatividad, aquí es reemplazada por un sentimiento de unidad que puede experimentarse
respecto de otra persona o de un grupo, y que se expande hasta abarcar todas las formas de vida y
objetos que nos rodean, aun del reino inorgánico. Como en el siguiente ejemplo: ¨¡Era
completamente libre!.. Me transformé en luz de luna, en un velero y en el firmamento
difusamente estrellado!... No tenía pasado y carecía de futuro... Sólo había paz, unidad y una
alegría incontenible... Era como si, de repente, una mano invisible hubiera descorrido el velo que
nos impide ver las cosas tal como son y, por un instante, todo se hubiera colmado de sentido¨.
(Eugene O'Neill, 2009)
Las experiencias transpersonales de unidad dual representan una fusión con otra persona, en la
que cada uno mantiene su identidad. Estas vivencias altamente transegoicas nada tienen que ver
con la mimetización o con la codependencia, tan común entre las personas cuyo desarrollo
evolutivo es incipiente. Se trata de instancias sublimes de altísima vibración, de las cuales el
ejemplo más excelso se da entre madre-hijo en el período de embarazo o lactancia. A veces, la
identificación con el otro llega al extremo de que puede percibir lo que este piensa y siente. Esta
condición se acerca mucho al significado de la empatía (ponerse en el lugar del otro, no siendo el
otro, sino yo mismo como en el otro), que en su expresión más pura es una forma que adopta el
amor, manifiesta como una profunda comprensión hacia el prójimo. Las experiencias
transpersonales se trasponen a los límites de la consciencia habitual que pueden conducir a
identificarse con la consciencia de animales de toda clase, aves, reptiles, pájaros y aún insectos.
La identificación con la conciencia de las plantas, ha sido experimentada desde antiguo por
culturas contactadas con la naturaleza (chamanismo), como también la identidad vivida respecto
del reino inanimado. Esta última adquiere su mayor expresión en lo referente a piedras preciosas.
El diamante: con su brillo, transparencia, inalterabilidad, así como su capacidad transformadora,
posee una clase de inteligencia y energía creativa que parece contener en sí todas las formas de la
creación.
Las cualidades espirituales de las Plantas son innegables; poseen un grado de consciencia
avanzado a su propio modo, no matan ni depredan, se conectan con los elementos de la
naturaleza de manera directa y espontanea; se ofrendan como alimentó a los demás seres. En fin,
al ser humano en especial le proporcionan vestido, papel, herramientas, combustible, medicinas,
materiales para la construcción. Quien haya estado en contacto cotidianamente con una planta,
aun la más silvestre de las especies, sabe que esa forma de vida posee un tipo de consciencia que
responde a los estímulos y a las emociones. Y que según sea el amor que reciba, será su desarrollo
y aun su apariencia. Acerca del reino animal se tiende a reivindicar lo que los animales significan
para el reino humano y para el medio ambiente en general. Y quien haya convivido con un
animal, aun el menos evolucionado, o con un pájaro, o con una gallina, no puede ignorar que el
amor, la energía básica del universo, nos une a ellos de manera íntima; y ellos lo sienten, lo per-
ciben y lo ofrendan. (Carranza, 2004)

PSICOTERAPIA TRANSPERSONAL
Dentro de lo que se ha venido a denominar la psicoterapia transpersonal se incluye los campos e
intereses genéricos de la Psicología a los que agrega el énfasis por el crecimiento y la toma de
consciencia, logrando con ello unos niveles de salud que pueden llegar a ser aún más amplios que
los normalmente aceptados, en este caso el empoderamiento femenino, sanando la feminidad. Sin
embargo, es preciso diferenciar entre el abanico de terapias disponibles, ya que algunas tienen
que ver con lo Transpersonal, pero no de una forma sistemática y planificada, entre ellas están: La
Terapia Gestalt, La psicoterapia existencial, el Psicoanálisis (Escuela de las Relaciones Objetales),
la Bioenergética, la Terapia Centrada en la Persona, el Psicodrama, el Rolfing ó Integración
Postural, el Análisis Transaccional, la musicoterapia humanista transpersonal.
Entre las Terapias que reconocen de forma explícita la importancia de lo Transpersonal y han
creado estrategias y técnicas para trabajar en este sentido encontramos:
• El análisis Junguiano (Escuela de Zurich y Arquetípica)
• La Biosíntesis
• La Integración Primal
• La Psicosíntesis
• La Terapia Transpersonal
Algunas Técnicas:
• La imaginación activa, planteada por C.G. Jung en 1935 y desarrolla
posteriormente en el Instituto de Zurich por B. Hannah.
• La fantasía guiada, o sueño dirigido según Dessoille, basada en las técnicas de
visualización y ampliamente desarrollada en Psicosíntesis y musicoterapia como
las imágenes guiadas con música (GIM).
• La meditación.
• Trabajo con los sueños.
• Trabajo con arquetipos.
• Técnicas de regresión hipnótica.
• Respiración holotrópica.
Las psicoterapias de orientación transpersonal enfatiza el desarrollo armónico de las persona en
su camino hacia la trascendencia, lo que significa que se interesa en la salud psíquica de la
persona íntegra, de la persona en una búsqueda espiritual, por lo que considera tratar las
alteraciones psíquicas, al promover la salud y el crecimiento integrales se ocupa de todo el
espectro de la consciencia, con sus potencialidades y limitaciones. Resaltando que las prácticas
chamánicas no entran dentro de este espectro, pero si algunas de sus técnicas, siendo estudiadas
en su desarrollo y aplicación.

ESPIRITUALIDAD COTIDIANA
Padre mío, si es posible,
Pase de mí esta copa;
Pero que no sea como yo quiera,
Sino como tú. Mateo 26, 39.
La espiritualidad no tiene que ver con la religión, no es mística, ni dogmatica, es practicada con fé
en el diario vivir, teniendo en cuenta: ¨La religión vive y prospera, entonces no por la vista y el
sentimiento, sino más bien por la fe y el discernimiento interior. Consiste, no en el descubrimiento
de nuevos hechos o en el hallazgo de una experiencia única, sino más bien en el descubrimiento
de significados nuevos y espirituales de los hechos ya bien conocidos por la humanidad. La
experiencia religiosa más elevada no depende de actos previos de creencia, tradición y autoridad;
tampoco es la religión, el vástago de sentimientos sublimes y emociones puramente místicas. Más
bien es una experiencia profundamente honda y real de comunión espiritual con las influencias
espirituales residentes en la mente humana, y en cuanto dicha experiencia se pueda definir en
términos de psicología, es simplemente la experiencia de experimentar la realidad de creer en
Dios como la realidad de tal experiencia puramente personal…Dios es tan real y absoluto que no
se pueden ofrecer signos materiales de prueba ni demostraciones de así llamados milagros como
testimonio de su realidad. Siempre lo conoceremos porque confiamos en él, y nuestra creencia en
él se basa totalmente en nuestra participación personal en las manifestaciones divinas de su
realidad infinita¨. (Libro de Urantia).
La verdadera espiritualidad no reniega con lo cotidiano. Nos sirve para conectarnos de manera
más natural con los desafíos y retos que la vida nos va presentando. Nos ayuda, mediante una
percepción diferente y a través de actitudes más compasivas, de mayor comprensión, a
conectarnos de manera más armoniosa en nuestras relaciones interpersonales y comunitarias.
Todo ello a través de la trascendencia de la separatividad hacia un nivel de conciencia ampliada.
Se trata, en realidad, de lograr una comunión entre lo mundano y lo trascendente, que danzan
juntos en el juego de la vida. La manera de vivir más simple y adquirir un conocimiento directo
de las cosas. A medida que crecemos lentamente, mediante nuestra práctica, no deberíamos
adoptar la heroica postura de que podemos hacer todo solos. Realmente, en la vida espiritual, nos
necesitamos unos a otros tanto como nos necesitamos en nuestros objetivos más comunes.
Una base firme sobre la cual asentar los valores superiores transpersonales debería contemplar
una exploración honesta del funcionamiento de los distintos planos: físico, emocional, mental,
existencial y espiritual, la unión de los opuestos femenino y masculino en un ser andrógino; una
puesta en armonía de dichos planos a través de un trabajo honesto respecto de nuestra unidad
mente-cuerpo y de la coherencia entre nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Jamás el
trabajo psico-espiritual debería significar un escapismo, una huida de responsabilidades más
concretas. Más bien representa todo lo contrario: aprender a ser, para funcionar de manera más
armoniosa y saludable en lo cotidiano ante los retos que la vida común y corriente, pletórica de
instancias sagradas.

ESPIRITUALIDAD MADURA
Para distinguir una espiritualidad verdaderamente madura de un idealismo ingenuo en el terreno
espiritual, Jack Kornfield enumera las siguientes características:
 Integramos lo individual en lo universal.
 Trabajamos menos para alcanzar la iluminación y más para desarrollar la capacidad de
amor.
 Al percibir que no hay fórmulas simples que puedan aplicarse a todo el mundo,
desarrollamos el valor para vivir una vida espiritual única, según nuestra propia
idiosincrasia y utilizando nuestra creatividad.
 Renunciamos a separar el crecimiento en componentes espirituales y psicológicos,
 Nos dedicamos a actuar apasionadamente en el mundo, sin dejar que el éxito o el fracaso
de nuestros esfuerzos nos preocupe excesivamente.
La madurez espiritual está asociada a la plena consciencia del momento presente. La vivencia del
aquí y ahora es resultado de un trabajo espiritual intenso y puede ser practicada en lo cotidiano
en cada acción. El practicante, al caminar, debe ser consciente de que está caminando. Si está
sentado, debe ser consciente de que está sentado. Si está acostado, debe ser consciente de que está
acostado. Cualquiera sea la posición en que se encuentre, debe ser consciente de esa posición. Al
hacerlo, el practicante vive prestando constante y directa atención a su propio cuerpo... Sin
embargo, no basta con prestar atención sólo a las posiciones del cuerpo. Debemos ser conscientes
de cada movimiento respiratorio, de cada movimiento corporal, de cada pensamiento y de cada
sentimiento, de todo, en fin, lo que tenga relación con nosotros mismos».
Cada cosa y circunstancia de la vida posee su parte sagrada, y su descubrimiento puede
transformar la rutina diaria en momentos de disfrute y de saber saborear la dulzura del momento
con sabiduría, sabiendo que sabiduría viene del griego saborear y no de conocére-conocimiento.
Ello exige una actitud de atención y una elección. Podemos elegir seguir dormitando en el letargo
sin matices.

EJERCICIO DE MEDITACIÓN
PARA LA TRANSFORMACIÓN Y EL RENACIMIENTO
Una vez que hayas preparado tu lugar de meditación y te hayas dado el tiempo para el trabajo
(sin interrupciones), ubícate en una postura cómoda. Te recomiendo que no lo hagas acostada,
pues como es una meditación larga corres el riesgo de quedarte dormida.
Respira suavemente y comienza a poner atención en el aire que entra por tu nariz, limpiando tus
pulmones y llenando de Luz y energía todo tu cuerpo. Concéntrate en el aire que sale limpiando
tus pulmones y deja atrás todo lo que no deseas de ti o para ti. Realiza varias respiraciones
tratando de sacar todo el aire de tus pulmones cuando exhales, e intenta que entre mucho aire
limpio, siempre visualizando Luz dorada a tu alrededor. Cada vez, sentirás la respiración más y
más profunda acompañada de una sensación agradable de bienestar.
Esa Luz dorada se va entretejiendo a tu alrededor a medida que exhalas, se hace cada vez más
densa, como si se cerrara en un capullo de Luz. Cada vez más, la Luz dorada se transforma en
algo denso, más entramado, que te protege del exterior y te mantiene a salvo de él. Siente la
protección del capullo, siéntete a gusto en ese lugar. Imagínate que el capullo contiene tu propio
cuerpo, como si fueras un bebé antes de nacer. Te alimentas, respiras y sientes como si fueras un
bebé en el vientre materno. Dedícale unos momentos a esa sensación; dedícate ese tiempo para
disfrutar el estar en este momento presente.
Te sientes a gusto en ese capullo, y sientes que tu cuerpo es muy sutil, aún no lo ves, es sólo Luz,
pero comienza a materializarse. Sintonízate con esa sensación. Dentro de la materialización de tu
cuerpo, puedes hacerlo tal como lo desees, realizarte de la forma en que quieras ser, verte como te
quieres ver. Visualiza la imagen de Luz de tu Ser perfecto.
En ese lugar no tienes pasado, aunque puedes construir el pasado que deseas, un pasado de Luz,
de alegría, de felicidad infinita. Constrúyete a ti misma, haz de ti lo que deseas ser, no dudes en
ningún momento que así eres y así serás.
Eres siempre lo que tú misma proyectas ser, así que tómate el tiempo para hacer de tu vida lo que
quieras, ser tú quien construye su pasado, presente y futuro. Imagina tu vida hacia atrás, tan
hermosa como la deseas, tan fascinante y llena de oportunidades como lo deseas. Vive tu vida
maravillosa. Realízate, genérate y déjate ser como quieres ser; eso es lo que debes proyectar de
aquí en adelante, cuando tu capullo se abra. Construye tu presente. ¿Qué presente quieres vivir?
¿Qué regalo quieres tener en la vida? ¿Cuál es tu deseo más intenso? ¿Cómo deseas vivir, qué
deseas ser? Tómate un tiempo para responderte estas preguntas y visualiza todo lo que deseas,
siempre con felicidad; visualízate realizándolo, con una felicidad enorme en tu corazón, con todos
tus sueños en marcha, realizándose. Siente y vibra con esa imagen, siéntete parte de ella, vibra
con esa energía todo lo que puedas, y rodéala de un halo rosa-dorado.
Deja que esa energía llene todo tu capullo hasta el punto de no poder entrar en él. Siente cómo
cada vez tienes menos espacio y cómo tu cuerpo pide salir. Durante unos momentos, siente en tu
cuerpo la necesidad de salir, hasta que ésta sea insoportable y necesites desplegarte, abrirte,
gritar, reírte... ¡Despliega tus alas, mariposa! ¡Abre tus brazos a la Luz y sal del capullo apretado
que te aprisiona! ¡Libérate! Realiza movimientos amplios: baila, canta, ríete, despliega tu cuerpo y
tus alas de maravillosos colores brillantes para que ellas llenen de Luz tu vida, la vida de los que te
rodean y del planeta entero. Mira tus alas y disfrútalas, son las alas de tu libertad, de la libertad de
ser quien quieres ser, y de hacer lo que deseas. Eres tú la mariposa-Sacerdotisa que logra
transmutar, cambiar totalmente su genética anterior y ser la mariposa que deseas ser. La
Sacerdotisa que hay en ti es capaz de realizar la alquimia necesaria para que esto suceda. ¡Déjala
ser, transfórmate, disfruta de tu libertad!
Agradece al Universo la posibilidad de Ser que te das a ti misma. Así es y así será. Éste es el
momento preciso del comienzo de la vida de una mariposa..., la Sacerdotisa que hay en ti.
¡Bienvenida! (Simone, Mónica. 2008)

LOS ARQUETIPOS
Los mitos de creación dicen que una mujer llamada: Sol
Conducía el carro del Sol a través del cielo.
Sheena McGrath, La diosa Sol.
Los arquetipos son modelos dinámicos, eternos, universales, patrones de conducta que se
manifiestan a través de imágenes, signos, colores, formas y representaciones, estas
representaciones también forman parte de las emociones y para rescatarlas se hacen con alguna
terapia adecuada, es decir, sentir las emociones a través del arquetipo para luego identificarla y
liberar esta emoción con un aprendizaje y rescatando las memorias ancestrales de la psique
humana. Por ejemplo uno de los arquetipos fundamentales es el del sí mismo y se puede designar
como el self, el ser uno, el intimo, la monada, el yo trascendente o el yo superior.
Carl G. Jung famoso psicólogo Suizo que estudió el inconsciente denominó al arquetipo como
"todo comportamiento dotado de mente y sentimiento". Si tenemos en cuenta que los arquetipos se
transmiten al inconsciente vía mitológica y simbólica, desde este prisma hemos de conectar con la
memoria ígnea para recordar quienes somos en verdad, lo que Jung llamaba el "Self". Sus
investigaciones antropológicas y psicológicas en la clínica le ha llevado a comprender un factor
aun desconocido por la ciencia.
Los arquetipos conforman la personalidad del ego, conocer nuestro ego y escuchar a nuestro
propio interior o "el self" se produce a través de proceso de individuación, donde el individuo a
través de los sueños puede desvelar los mensajes que su se interno le envía. Las culturas más
ancestrales en sus prácticas rituales y religiosas, dotaban a los sueños una importancia suma ya
que en ellos es donde se manifiesta nuestro yo inconsciente. Los arquetipos no son ni buenos ni
malos, pero tienen vida propia y actúan instintivamente en la mente de la persona. Conocer los
arquetipos de la sombra nos puede llevar a comprender la memoria que nos ha sido impuesta de
una manera o de otra. Y ver que más allá esta nuestro ser interno que trae un programa que
cumplir.
Jung también sostiene que «los arquetipos son formas típicas de conducta que se manifiestan
afuera como representaciones», entonces cabe señalar que se van a vivir desde las emociones. Su
importancia radica en este caso que la mujer se permita sentir esas emociones para luego
identificarlas y liberarlas a través del aprendizaje que estas emociones nos traen. Los arquetipos
son estructuras energéticas que son el resultado de una vivencia, una experiencia planetaria que
está para ser conocida, vivida y liberada.
Entrar en el trabajo consciente de los arquetipos sexuales femeninos nos obliga a rescatar las
memorias más ancestrales que la psique humana pueda recordar, desde donde tenemos referencia
de nuestra existencia: desde esa etapa primitiva «en que la conciencia todavía no pensaba sino
que percibía» (Jung, 1970).

CARACTERÍSTICAS DE LOS ARQUETIPOS


La primera de las características primordiales que definen al arquetipo es que abarca la
experiencia de todos los individuos, lo que produce «una similitud e igualdad de la experiencia y
de la creación en la imaginación». Esta característica explica «el fenómeno del paralelismo que
vemos en la universalidad de los temas mitológicos, donde las imágenes son primordiales» (Jung,
1970). Resulta importante mencionarla porque en esta universalidad se fundamenta la
posibilidad de plantear un trabajo que se presenta en la sombra de la mujer, donde cada trabajo
que se lleva a cabo de manera individual representa, en realidad, una repercusión que afecta de
manera colectiva.
La segunda característica consiste en que dichas imágenes arquetípicas son ya a priori, lo que
significa que el hombre nunca se cuestiona su significado de forma rigurosa. Sobre esta base,
pensamos que al existir el arquetipo, existe entonces la posibilidad de «abrirse» a la vivencia que
como conflicto nos muestra, o bien, a la búsqueda, desde la necesidad de atender aquello que
surge desde el sentir, o desde nuestros más desconocidos instintos.
La tercera característica señala que el arquetipo es siempre existente y atemporal, porque surge a
partir de ciertas condiciones inconscientes colectivas que actúan como reguladores y propulsores
de la actividad creadora de la fantasía. Es decir, el arquetipo puede producir configuraciones
correspondientes que en ciertas ocasiones también se les han designado como dominantes a causa
de su forma funcional, lo que Jung llamó «inconsciente colectivo impersonal». Ahora bien, el que
los arquetipos estén siempre presentes no implica que no exista uno que aparece dominante, tema
que ha de ser buscado desde este sentir en nuestro plano existente.
La cuarta característica es su afinidad con los instintos, lo que le permite representar el elemento
propio del espíritu, pero no aquél que se identifica con el entendimiento humano, sino el que se
identifica con su spiritus rector. «Este espíritu o antiespíritu es el que se pone de manifiesto, de
algún modo, dependiendo de la actitud de la conciencia humana» (Jung, 1970, 149). Una
representación del «espíritu» entendida como una «elección» supeditada al nivel de conciencia del
individuo. Porque es ese espíritu el que, a partir de la completitud que logremos, se manifiesta en
este camino del autoconocimiento, o bien, en el camino de la vida misma, que no es más que el
aprendizaje que hemos venido a incorporar.
La quinta característica del arquetipo se encuentra en la oposición que existe entre dicho espíritu
y el instinto. Esta oposición surge de la relación tan estrecha que hay en ellos donde no se puede
encontrar ni pensar ninguna posición sin la correspondiente negación: «los extremos se tocan».
En este contexto, me puedo referir al texto donde afirma Jung: «Los opuestos son propiedades
extremas de un estado, merced a las cuales éste puede ser percibido como real, ya que estas
propiedades constituyen un potencial. La psique consiste en procesos cuya energía puede provenir
de la compensación de los más variados opuestos... (de modo que) los procesos psíquicos aparecen
como compensaciones energéticas entre espíritu e instinto, con lo cual en un principio queda por
completo oscuro si un proceso puede ser calificado como espiritual o instintivo» (Jung, 1970,
154). La oposición que se halla en la esencia misma del arquetipo es quizá .a característica de
mayor envergadura. Llámese espiritual o instintivo, el arquetipo aparecerá siempre polarizado, lo
que significa que nunca se vera de manera directa; la oposición consiste en saber que una fuerza
tira hacia una dirección, en tanto la otra tira hacia el lado contrario, lo que genera, por supuesto,
el tan rechazado «conflicto» en el ser.
La sexta característica del arquetipo es su valor afectivo que se presenta como factor luminoso
(mágico, oculto, tabú) que, al aparecer, está cumpliendo ya el cometido para lo que es, cuando el
individuo aún no tiene clara conciencia de su existencia, producido por el mismo funcionamiento
interior de los sistemas del individuo.
La manifestación del arquetipo que emerge a la consciencia, desde el inconsciente es para ser
visto. El hecho de atenderlo, trabajarlo e incorporarlo a nuestro tema de vida es la oportunidad
que nos aporta en nuestro plano existencial. (Serrano, Ana Silvia, 2010)

ARQUETIPOS FEMENINOS
En la etapa posterior a la fase de la nutrición en el desarrollo del individuo, cuando ésta ya no
encuentra aplicación alguna, se presenta la tendencia a la ritmitización, que se manifiesta en
todos los procesos emocionales en general.
«Toda emoción, en cualquier fase de la vida propende a manifestaciones rítmicas, es decir a
repeticiones perseverantes (...) por lo que la ritmitización no constituye una razón para suponer
que la función por ella afectada proceda de la sexualidad» (Jung, 1963).
Hablar de la sombra dentro de los arquetipos femeninos es hablar de lo desconocido, donde la
emoción que impera en el individuo es el miedo que se puede hallar o vivir desde e. arquetipo y
para lo cual cumple su función. La fuente del miedo surge en función de los peligros reales de la
existencia en este mundo, sin embargo no es esta la única fuente del miedo (como lo propone
Freud), pues el miedo también tiene su origen en otro momento y desde otro lugar: «...con
frecuencia el primitivo teme más a una realidad interior, es decir al mundo de los sueños, a los
espíritus de los muertos, a los demonios, dioses y por último, aunque no menos, a los magos y
brujas, a pesar de que nuestro racionalismo cree haber obstruido esa fuente de temor señalando
su irrealidad. Pero se trata de realidades psíquicas internas cuya naturaleza irracional no cabe
abordar con razones racionales» (Jung, 1963).
Los arquetipos, en calidad de vivencias que conforman la historia de la humanidad, representan
las memorias de lo vivido. Por ello, al referirnos a la historia de la sombra de la mujer en lo
arquetípico, se refieren a las memorias que guarda cada mujer y que quedan impresas en sus
cuerpos, en sus órganos, en su piel y en su campo energético. De modo que se repiten las mismas
historias de esclavitud, de prostitución, de violación o maltrato, desde un entendimiento están
viviendo algo más que la activación del arquetipo o las memorias latentes que habitan en esta
sombra de la mujer.
Es así que resulta inevitable reconocer que las mismas mujeres son las indicadas para asumir una
responsabilidad: la de saber que «no hay nada afuera que me cause o me provoque la historia que
vivo o que me genero». Entonces, si esta historia está imbuida de dolor, sufrimiento, agresión o
sometimiento, no son más que el propio dolor de las mujeres, su propio sufrimiento, su propia
agresión o su propio sometimiento los que han guardado en su sombra, su inconsciente, y que a la
vez están «reviviendo». Cada una de esas emociones está anclada a una memoria que he de abrir
para reconocer, ya que mientras no devele estos arquetipos que moran dentro de mí, ocultos en la
sombra, los seguiré viviendo (y sufriendo) hasta que se hagan conscientes y los pueda liberar. Los
arquetipos, en palabras de Jung, son: «...formas típicas de conducta que, cuando llegan a ser
conscientes, se manifiestan como representaciones, al igual que todo lo que llega a ser contenido
de conciencia. Se trata entonces de modi característicamente humanos y por eso no debe
sorprendernos comprobar en el individuo la existencia de formas psíquicas que no sólo aparecen
en las antípodas sino también en otros siglos con los cuales únicamente nos liga la arqueología».
(Jung, 1970).
¨Es entonces que para «liberar» el arquetipo es necesario llegar al punto de sentir esas emociones
que lo conforman en el interior de la mujeres, para sentirlas y vivirlas profunda, intensa,
comprometida e incondicionalmente, con el fin de hacerlas conscientes plenamente y poderlas
integrar. Esta es la única manera de liberar al arquetipo para no repetir las historias de dolor y
sufrimiento que, de manera inconsciente, las mujeres viven reiterando y de las cuales no se hacen
responsables¨. (Serrano, Ana Silvia, 2010)

ARQUETIPOS DE LA SOMBRA
SEXUAL FEMENINA
(ANA SILVIA SERRANO)
EL ARQUETIPO DE LA ESCLAVA
El arquetipo de la esclava está directamente relacionado con el surgimiento del patriarcado,
usurpado el poder de la mujer en sus límites más extremos, sometida a través de la violación, el
rapto y la muerte. La violación es un acto negativo y devastador que el hombre ha hecho vivir a la
mujer para ejercer su dominio, a partir del cual se define la esclavitud que la mujer vive y graba
en su memoria. Más allá, y vista desde el ángulo de la sexualidad, ¨la violación ha sido definida
como el abuso sexual que ejerce uno o varios hombres sobre la mujer mediante la fuerza física,
psicológica o la intimidación¨ (Rodríguez, 2000).
La esclavitud se ha caracterizado por suprimir el derecho a la libertad de la mujer, y a ser
explotada en su trabajo, en su cuerpo y en su psique.

SEXUALIDAD DE LA ESCLAVA
La sexualidad de la esclava se ha vivido, desde la antigüedad, a través del sexo anal. Debido a
nuestra historia de mujeres esclavas, el sexo anal se convierte en el más numioso, tenebroso y
temeroso tabú en la mujer, donde no sólo hay una remota posibilidad de pensarlo como
disfrutable y gozoso, sino que se le aleja de manera consciente y negativa, desde nuestra sombra.
Es en el órgano del ano donde se guardan las memorias más ancestrales de la humanidad, y desde
donde el trabajo de la sombra en la mujer debiera iniciar. Muchas religiones han propuesto que el
sexo anal es sucio, pecaminoso, y hasta peligroso energéticamente, sin embargo es el sitio desde
donde nos arraigamos a la Tierra, y corresponde al chakra raíz.
Debido a ello, el ano es la primera puerta, la puerta de la «iniciación». Otras culturas de sabiduría
iniciática lo trabajaban en esta conciencia, pero desgraciadamente, a pesar de seguir siendo los
mismos y seguir realizando las mismas actividades sexuales, se ha desviado la sacralidad del
acercamiento sexual, como una vez lo enseñaron las diosas ancestrales.
La trascendencia de esta información es que de continuar esta puerta «cerrada» al conocimiento
de la mujer (porque al final la experiencia y la lectura son para la conexión y sabiduría de la
mujer misma) el futuro de la humanidad seguirá recreando la violación, la agresión, el
sometimiento y la dominación que vive la esclava dentro de nosotras mismas.
Como todos los arquetipos, para hacerlo consciente y develar su significado o su existencia en
nosotras, debe ser vivido junto a un hombre, en pareja. Ese hombre ha de ser vivido como nuestro
«amo», el dueño y señor de nuestro existir, a quien otorgamos todo el poder de manera consciente
e incondicional, ya que representa la polaridad del arquetipo que mora en nuestro inconsciente,
en nuestra sombra, desde donde se develan nuestros caminos del alma y desde donde, en pareja,
cada uno de los seres humanos podemos evolucionar.
Develar las raíces arcaicas de nuestra feminidad resulta muy amenazador y aterrador, tan sólo de
pensarlo sentimos no miedo, sino pánico, por lo que renunciamos a dicha práctica, ya que puede
hacernos sentir violadas, agredidas, sometidas y, por último, nos llevará a «perder nuestro poder».
Sin embargo, dentro del trabajo de la sombra, eso es justamente lo que necesitamos reconocer. El
poder que no ejercemos sobre nosotras mismas y que con el uso del huevo, la conexión del
arquetipo emerge de manera más contundente y visible.
Permitirnos entrar en contacto con la esclava es permitirnos liberar el arquetipo que mora en ese
inconsciente colectivo; para ello es menester el trabajo de la sombra, de nuestra historia personal
oculta, para así dar sentido a nuestras vidas entrando en contacto profundo con nosotras mismas
al permitirnos sentir esas emociones de temor, pérdida de poder, dominio, pánico al descontrol, al
maltrato y a la desvalorización, ese abandono y rechazo que nos producen tanto sufrimiento y
dolor, con el fin de así poderlas liberar, ya que emoción que no es sentida, no se puede liberar.
(Serrano, Ana Silvia, 2010)

LECCION DE VIDA
La lección de vida para la esclava es que solamente es esclava de ella misma, que nadie la somete,
sino que ella misma es la única que se somete, que si no se somete, también es porque ella misma
no se somete a sus propios principios y le resulta difícil «ser fiel a sí misma». El miedo que ella
experimenta es el miedo a conectar con lo más profundo de ella misma. Nadie la domina, pero
ella misma tampoco se puede dominar y, por tanto, tampoco puede «dominar» su propia esencia,
de ahí que nadie la viola, sino que ella misma comete violación en contra de ella misma, y eso, al
final es lo que reproducimos como patrones de conducta en nuestra sociedad.
Otorgarle hoy día su poder femenino al dinero, a la casa, al auto, a todo acuello material que,
desde nuestro pensamiento, no podemos prescindir; o a partir del cual, nos relacionamos con
personas que nos lo hacen llegar para poder «sobrevivir»... es tema de la esclava. La esclavitud que
establecemos con lo material, al pensar que no vivimos si no lo tenemos. Otorgarle hoy día el
poder a «otros» que les hacen sentir seguras, confiadas y fuertes: es tema de la esclava. Se hacen
dependientes de la confianza que les otorgan los demás, sin ver que es «nuestra». Otorgarle hoy
día el poder al miedo que les produce la carencia, la enfermedad, la muerte misma, sin poder
sentirlo para liberarlo, entrando en contacto con su más profunda esencia que es saber que nada
es eterno, que lo material no es más que una manifestación del «espíritu», creado desde nuestra
mente.
Esta fuerza y presencia de nuestra energía en el plano terrenal es el tema que la esclava debe
descubrir. Lograr abrir la puerta de la esclava nos lleva a recordar lo que sentimos; porque la
lección de la esclava es precisamente hacernos conscientes de aquello de lo que nos encontramos
presas, a niveles de vivencias, pero también de creencias.
Una manifestación que nos lleva a este aprendizaje es el sentimiento donde la esclava se siente
desprotegida, que surge porque ella no ha desarrollado, dentro de ella, la capacidad de
protegerse, cuidarse y quererse a ella misma y ve la muerte como un final, mas no como un inicio,
un principio donde: el vivir (re-vivir) a la esclava no es más que la oportunidad de vivir un nuevo
«inicio», como esa «iniciación» que se vive en todas las muertes míticas y que nos rememora la
«vida eterna».(Serrano, Ana Silvia, 2010)
EJERCICIOS DE TRABAJO
Lo que la esclava debe trabajar para develar y encontrar los sentimientos que se encuentran
atrapados dentro de ella a través de preguntarse:
- Violación. ¿Quién me viola? ¿Por qué me dejo violar? ¿Desde cuándo me permito ser
violada? ¿Qué siento al ser violada? ¿Qué parte de mí se siente violada?
- Dominio. ¿Qué me domina? ¿Quién me domina? ¿Por qué no domino yo en mí?
- Miedo. ¿Siento temor? ¿A qué le temo? ¿A quién le temo? ¿Por qué le temo? ¿Desde
cuándo temo esto? ¿Es verdadero a lo que temo?
- Rapto. ¿Siento que me raptan? ¿Quién me rapta? ¿Por qué me dejo raptar? ¿Me gusta
sentirme raptada?
- Sometimiento. ¿Quién me somete? ¿Por qué me somete? ¿Por qué me dejo someter?
¿Deseo ser sometida? ¿Qué siento cuando me someten? ¿Puedo vivir sin ser sometida? ¿A
quién me someto? ¿Realmente me so mete? ¿Tengo apego a ser sometida?
- Agresión (golpes físicos y psicológicos). ¿Quién me agrede? ¿Cómo me agrede? ¿Por qué
me dejo agredir? ¿Me gusta que me agredan? ¿Deseo ser agredida? ¿Disfruto la agresión?
¿Qué me significa la agresión? ¿Por qué me agreden? ¿Es realmente agresión lo que me
hacen?
- Debilitamiento. ¿Me siento débil cuando me siento la esclava? ¿Qué me debilita siendo
esclava? ¿Por qué me debilita ser esclava? ¿A dónde se va mi fuerza siendo esclava?
- Vulnerabilidad. ¿Me siento vulnerable como esclava? ¿Qué me vulnera
al sentirme esclava? ¿Por qué me vulnera ser esclava? ¿Dónde encuentro mi centro siendo
esclava?
- Pérdida de poder. ¿Siento que pierdo mi poder sintiéndome esclava? ¿Cuándo me siento
esclava, dónde deposito mi poder? ¿Aún tengo poder cuando me siento esclava?
- Desplazada. Cuando me siento esclava, ¿me siento desplazada? ¿Por qué me siento
desplazada cuando me siento esclava? ¿Quién me desplaza cuando me siento esclava?
- Ignorada. Cuando me siento esclava, ¿siento que me ignoran? ¿Quién me ignora? ¿Por
qué me ignora? ¿Realmente me ignora?
- Atrapada. ¿Quién me atrapa cuando me siento esclava? ¿Por qué me dejo atrapar? ¿Cómo
me siento cuando me encuentro atrapada? ¿Qué siento cuando estoy atrapada? ¿Intento
liberarme cuando me siento atrapada en la esclava? ¿Me gusta quedarme atrapada
cuando me siento esclava?
- Sobajada. Cuando me siento esclava, ¿me siento sobajada? ¿Por qué me siento sobajada?
¿Quién me sobaja? ¿Por qué me dejo sobajar? ¿Cómo me siento cuando me encuentro
sobajada?
- Comparada. Cuando me siento esclava, ¿me siento comparada? ¿Por qué me siento
comparada? ¿Con quién me siento comparada? ¿Cómo me siento cuando me comparan?
- Desprotegida. ¿Me siento desprotegida cuando me siento esclava? ¿Por qué me siento así?
¿Porqué permito que me desprotejan? ¿Realmente me desprotegen?
- Cosificada. ¿Me siento cosificada cuando me siento esclava? ¿Siento mi corazón cuando
me siento esclava? ¿Soy persona o cosa cuando soy es clava? Si logro sentir algo, ¿qué
siento?
- Muerte. ¿Qué siento ante la muerte? ¿Siento la muerte cuando me siento esclava? ¿Qué es
la muerte para mí? ¿Temo a la muerte? ¿Por qué le temo a la muerte?
- Ganancia. ¿Cuál es mi ganancia al estar atrapada en la esclava? ¿Qué ventajas encuentro?
¿Estoy dispuesta a perder mis ganancias y lograr recuperar mi poder?
- Lección. ¿Qué lección ha dejado en mí el develar mi esclava? ¿En qué niveles se presenta
mi aprendizaje? ¿De qué manera se ha afectado mi entorno con esta vivencia? ¿Quiénes
han sido los más afectados de ellos? ¿Qué partes de mí han concluido como esclava? ¿Qué
partes siento que me faltan por concluir? (Serrano, Ana Silvia, 2010)

EL ARQUETIPO DE LA PROSTITUTA
El arquetipo de la prostituta nace a partir de la imagen de Venus, representada en sus inicios, por
la figura de una mujer carnosa, voluptuosa, de pechos y nalgas voluminosas. Símbolo que
representa a la madre nutricia, a la tierra, a la abundancia, a la alimentación, a la sobrevivencia,
al agua, como el elemento primigenio y primordial, a la creación misma. Más tarde se la asocia
con la imagen de María Magdalena, cuando los jerarcas religiosos al instaurar el patriarcado
tergiversan la historia y la representan como la prostituta:
«La Iglesia eligió consentir que la imagen de María Magdalena, fuese la de una prostituta, aunque
eso sí, arrepentida, interpretación que sirvió para enviar dos mensajes: el primero, que
Magdalena en particular y todas las mujeres en general, eran impuras y espiritualmente
inferiores a los hombres y el segundo, que sólo la Iglesia ofrece la redención»). «Con el fin de
justificar la degradación de la mujer, Dios la condena (a Eva) a toda una vida de dolor,
empezando por la maldición de coser, nótese bien (porque se dieron cuenta de que estaban
desnudos ella y Adán y cosieron unas hojas de higuera para taparse). Así se les introdujo la idea
de que debían avergonzarse de sus cuerpos y como no, de su sexualidad» (Picknett y Prince,
1997, citado en Serrano, Ana Silvia. 2010)
La sombra de la sexualidad en la mujer guarda contenidos reprimidos que frenan la capacidad de
sentir, disfrutar y gozar. Capacidad que no se limita al disfrute corporal, pues al estar reprimida
no se proyecta a través de la libido y suprime toda forma de vida, actividad, ejercicio, tarea y
creación de la vida de una mujer, sofocando la posibilidad de proyectarse en todas y cada una de
sus creativas etapas.
El mito de la prostituta nace con la religión Judeo-Cristiana, cuando Eva, como un hecho
condenable y amoral, come la manzana. Este acto implicó el acceso al fruto del conocimiento y
por ello se convierte en merecedora de castigo, maltrato y atropello masculino. De ahí, se le niega
a la mujer el derecho a adquirir conocimiento y surge en ella el miedo a cultivarse. Eva se
desacredita con los símbolos como la serpiente o el árbol y los frutos, acusados de ser el móvil del
pecado, cuando antiguamente eran parte del significado de vida, nutrición, abundancia y crea-
ción en la historia de la mujer antigua. Entre las diosas, sacerdotisas, profetisas que se han
considerado maléficas debido a su acercamiento a la sexualidad (mas no por ello muy veneradas)
destacan: Lilith, Astarté, Isis, las vírgenes negras como la Madona des Fenestres, Salomé, Diana,
Cibeles, Meridiana y Magdalena.
En la Apocalipsis de San Juan (17, 1 y sigs.) se lee:
«...Ven acá; te mostraré el juicio de la gran ramera, que está sentada sobre muchas aguas; con
quien han cometido fornicación los reyes de la tierra, y los que habitan en la tierra han sido
embriagados con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu a un desierto; y vi a una
mujer sentada sobre una bestia de color escarlata, llena de nombres de blasfemia, que tenía siete
cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata y adornada de oro y de
piedras preciosas y de perlas teniendo en su mano un cáliz de oro lleno de abominaciones, es
decir las inmundicias de sus fornicaciones, y en su frente tenía un nombre escrito: Misterio.
Babilonia la Grande, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra. Y vi a aquella
mujer embriagada de la sangre de los santos y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi
me maravillé con grande admiración» (Jung. 1963).
En el pasaje anterior, vemos la asociación de la ramera o prostituta con la sexualidad, donde cada
símbolo no representa lo que la Madre Iglesia pretende. Son símbolos que regresando a la
sabiduría del conocimiento «superior» -que es el legado de la mujer en la Tierra- trascienden el
significado del «hombre masa», de aquél que sigue los pasos del sistema impuesto. Al hablar del
que practica «la fornicación», habla en sí del acto sexual que en un momento de la existencia
humana se consideró «sagrado». Sin embargo en este párrafo, se le asocia a la bestia debido a la
relación que existe con los instintos (animales), propio de la característica del arquetipo. El cáliz
de oro representa el útero femenino, de donde surge la vida, la creación misma, pero también el
deseo y el placer sexual, que en este caso se le relaciona con las «abominaciones». La sangre,
asimismo, es una connotación de vida y regeneración, símbolo de la fuerza vital.

LA SEXUALIDAD DE LA PROSTITUTA
El arquetipo de la prostituta se vive dentro de la vagina de la mujer. La vagina, puerta de entrada
a la propia creación en la mujer, a su hogar interior: el útero. Es una entrada que poco conocen
las mujeres a pesar de que «otros» la conozcan mejor. Este arquetipo, como el anterior, se vive con
el hombre que nos permite conectar con esas emociones y pensamientos de «sexo», de
intercambio de emociones que nos activan la libido y que nos permiten sentir como la sangre
corre por nuestras venas, que estamos vivas y que la vida nos ofrece todo aquello que podamos
desear. Ese hombre que aparece como «el patrón» que ha de ofrecer algo a cambio del sexo que la
prostituta «le ofrece».
Vivir el arquetipo de la prostituta es rememorar a esa mujer, profetiza, sacerdotisa y diosa que, en
el conocimiento de su sexualidad, no devela una «conducta» degradante, repugnante, abusadora,
despreciable, aborrecible, ni se avergüenza de quien es, ni de su cuerpo ni de sus instintos, por-
que tampoco es «mala» por conectar con sus órganos, sus sensaciones o sus deseos de vivir o de
sentir placer.
Vivir este arquetipo devela ese profundo conocimiento de si mismas, en tanto muestra su
potencialidad de sentir ese disfrute y gozo que cada mujer merece sentir, ya que sólo de esa
manera activan su energía de forma completa para crearse a si mismas, así creando afuera su
realidad, para crear la vida misma. Porque si no son capaces de «crear su realidad adentro»,
mucho menos serán capaces de «crearla afuera».
De modo que gozar extensa y vívidamente su sexualidad en calidad de «prostitutas» las acerca a
la verdadera esencia a través de la activación de esta libido que no sólo es esa energía de impulsos
sino de vida también. La creatividad de la prostituta permite la mejor expresión de si mismas, así
como develar aspectos que no conocen de si mismas, donde el pecado, la culpa y la vergüenza se
disuelven, ya que son las emociones más inútiles de todas aquellas que existen en la Tierra,
porque no ayudan a crear, sino a destruir de forma estéril sin ninguna compensación o beneficio
como aprendizaje.
La práctica de la sexualidad vaginal en la mujer ha sido muy atacada por el hombre, en ese
surgimiento del patriarcado. La mujer tiene la capacidad de sentir placer tantas veces como desee,
a diferencia del hombre que no tiene esa misma capacidad sexual. La potencia sexual de la mujer
es por mucho mayor a la del hombre (puede tener y sentir más orgasmos que el hombre) lo que
se reconocía en los tiempos antiguos cuando la mujer utilizaba su sexualidad para activar la
energía de creación de la Tierra. Hoy en día, estos ritos se han olvidado y no se practican más en
aras de la persecución ordenada por los jerarcas del patriarcado en los tiempos antiguos.
(Serrano, Ana Silvia. 2010)

LECCION DE VIDA
La mujer debe aprender que no es inferior al hombre, al contrario, goza de una potencia de
creación sexual que bien utilizada puede ser fuente de eterna juventud, de permanente salud, de
alegría cotidiana, de placer y realización personal. El vivir una sexualidad sana las puede llevar a
sentir placer en su cuerpo físico, lo que se traduce en permitirse la experiencia del orgasmo, y no
sólo reducir la función del útero a la procreación. Se ha demostrado que una mujer que goza de
sus orgasmos permite fluir la energía de sus cuerpos físico y energético, lo que le evita los dolores
de cabeza, le permite un buen funcionamiento del cuerpo emocional que incluye órganos como el
útero y el corazón y, más allá, le permite la creación de la vida humana.
Las emociones que este arquetipo genera llevan a tocar los sentimientos más sublimes que hay en
la mujer, ya que con el goce y el deleite que aquí se vive, son capaces no sólo de crear vida, sino
de abrirse a la experiencia del poder creativo, desde donde la mujer se puede realizar como mujer
y también como madre, cumpliéndose esta práctica del «deseo» en todos sus niveles en la
existencia humana. (Serrano, Ana Silvia. 2010)
EJERCICIOS DE TRABAJO
Para trabajar con el arquetipo de la prostituta, debo preguntarme si al momento de tener una
relación sexual (o en el tiempo que la tuvo) con alguien, antes, durante o después del acto, se
siente «prostituta» en cuanto se siente:
- Impura. ¿Traiciono mis principios? ¿Cuáles son éstos? ¿Son míos o de alguien más? ¿Qué
es la pureza para mí?
- Inferioridad respecto del hombre. ¿Me siento inferior y por eso siento que le tengo que
ofrecer un «servicio»? ¿Por qué me siento inferior? ¿De dónde aprendo ese sentir? ¿Me lo
hace sentir él o soy yo la que albergo este sentir?
- Fornicación. ¿Qué me surge al pensar que cometo «fornicación» en vez de «hacer el
amor»? ¿Siento malo el acto sexual? ¿Me siento usada? ¿Estoy usando al hombre con el
que estoy? ¿Me usa él a mí?
- Blasfemia. ¿Siento que blasfemo a alguien si hago el amor con un hombre? ¿Blasfemo
algún principio o creencia religiosa si le hago o me ha ce el amor un hombre?
- Abominación. ¿Es abominable el acto sexual? ¿Es abominable hacer el amor de diferentes
formas, convencionales y no convencionales? ¿Son abominables mis órganos sexuales de
mujer? ¿Son abominables los del hombre?
- Inmundicia. ¿Me siento inmunda cuando hago o me hacen el amor? ¿Es inmundo el acto
sexual? ¿Es inmundo hablar de la sexualidad en todas sus formas?
- Instintos animales. ¿Es malo sentir mis instintos animales al hacer el amor? ¿Me siento
mal o reprimida al no poder expresar mis instintos animales al hacer el amor?
- Deseo. ¿Es malo sentir deseo sexual? ¿Está mal expresar mi deseo por la sexualidad? ¿Me
siento mal de decirlo o de sentirlo? ¿Es condenable pedirle a mi pareja tener sexo?
- Placer sexual. ¿Me permito sentir placer en el acto sexual? ¿Es pecaminoso sentir deseo
sexual? ¿Puedo sentir más placer del que siento hoy? ¿Puedo ser una «perdida» si tengo
deseo sexual cada día?
- Masturbación. ¿Me siento culpable por masturbarme? ¿Es malo masturbarse? ¿Me puedo
condenar si me masturbo? ¿Quién me condena si me masturbo?
- Degradación. ¿Me siento degradada cuando hago el amor? ¿Cómo y con quién me sucede
esto? ¿Me siento degradada cuando alguien me insinúa que quiere hacerme el amor?
- Repugnancia. ¿Siento repugnancia en alguna forma cuando me hacen el amor? ¿Siento
repugnancia en algún aspecto relacionado al acto sexual? ¿Siento repugnancia cuando
me hacen el amor en alguna postura determinada?
- Desprecio. ¿Me siento despreciada por la forma en la que me hacen el amor? ¿Me siento
despreciada si no me hace mi pareja el amor? ¿Qué me hace sentir despreciada en
relación con el acto sexual?
- Aborrecimiento. ¿Me aborrezco cuando me hacen el amor? ¿Me aborrezco cuando no me
hacen el amor? ¿Aborrezco al otro cuando me hace el amor? ¿Aborrezco al otro cuando
no me hace el amor?
- Deshonesta. ¿Me siento deshonesta de alguna manera cuando estoy haciendo el amor?
¿Es deshonesta alguna forma de hacer el amor?
- Traidora. ¿Traiciono a alguien cuando hago el amor? ¿Me traicionan a mí cuando mi
pareja hace el amor con otra persona?
- Lujuria. ¿Siento que es lujuria el hacer el amor? ¿Es condenable sentir lujuria? ¿Es un
acto de lujuria sentir pleno placer sexual?
- Reputación. ¿Afecto mi reputación si tengo relaciones con un hombre? ¿En qué baso mi
reputación?
- Vergüenza. ¿Me da vergüenza mostrar mi cuerpo desnudo? ¿Me da vergüenza verme al
espejo tal como soy? ¿Me da vergüenza expresar mi placer sexual?
- Negación de la mujer. ¿Me recrimino y me niego a aceptar mi parte femenina desde mi
más profundo interior que es mi sexualidad? ¿Niego, oculto o rechazo comentarios,
acciones o sentimientos relacionados a mi sexualidad?
- Ganancia. ¿Cuál es mi ganancia de seguir sintiéndome avergonzada de mi sexualidad y
no darme permiso, no aceptarla, vivirla y poder disfrutarla?
- Lección. ¿Qué lección ha dejado en mí el develar mi prostituta? ¿En qué niveles se
presenta mi aprendizaje? ¿De qué manera se ha afectado mi entorno con esta vivencia?
¿Quiénes han sido los más afectados de ellos? ¿Qué partes de mí han concluido como
prostituta? ¿Qué partes siento que me faltan por concluir?. (Serrano, Ana Silvia. 2010)

EL ARQUETIPO DE LA NIÑA MALTRATADA


El arquetipo de la niña surge con la visión de Jung donde sustenta que la analogía del instinto del
primitivo tiene una relación con la respuesta del niño. Si bien pueden existir cambios y
diferencias de tiempo y espacio, sostiene que el instinto del niño es mucho menos controlado que
el del adulto. De donde se deduce que es común el miedo de los niños por las noches, ese miedo
que puede describir y relacionar a la aparición de espíritus, miedo a los muertos a los demonios y
a las brujas; porque es un miedo que surge del inconsciente colectivo. Los contenidos que en la
infancia son conscientes, en la edad adulta se convierten en inconscientes. La sexualidad se
manifiesta dentro de los componentes de mayor energía afectiva, donde la libido encuentra
obstáculos para concretarse, por lo que se ve obligada a buscar una actividad similar como
«analogía ritual».
Dentro del «complejo materno», el arquetipo de la madre constituye a base del proceso que causa
la perturbación del niño, que puede producir una neurosis. Sin embargo, en todos los casos, la
esfera instintiva del niño es perturbada y los arquetipos quedan de esa manera descubiertos y se
sitúan entre la madre y el niño como un elemento extraño, lo que constituye el origen del miedo
infantil. «Cuando los hijos de una madre que es exagerada en sus cuidados, sueñan con ella
regularmente, viéndola bajo la forma de un animal malo o de una bruja, esa vivencia establece
una disociación en el alma infantil y sienta de ese modo la posibilidad de una neurosis» (Jung,
2000 citado en Serrano, Ana Silvia. 2010 ). En la mujer, el arquetipo de la niña -de alguna
manera maltratada- frena su desarrollo, no permitiéndole desplegar sus potencialidades y ta-
lentos donde cada vivencia la refiere en base y en función a la madre -como sustituta- y no tiene
entonces la capacidad de decidir sobre su propia existencia.
Con todo lo expuesto hasta ahora vemos que la niña nace con un estigma: se le considera la
«culpable» de todo lo malo que le puede suceder a las personas que la rodean. Desde su
nacimiento, hemos visto cómo la «inutilizan» al tenerla presa en esas «cuatro paredes», donde los
hombres dictaban a su libre albedrío lo que ellas debían ser y hacer a partir de su nacimiento. La
niña queda así presa de pensamiento, palabra y acción, a partir de que le amarraban los pies y las
manos para que permaneciera dentro de su hogar, trabajando. Pero no conformes los integrantes
de estas instituciones patriarcales, no le permiten tomar una decisión en cuanto a su sexualidad y
capacidad de procreación, ya que el mismo organismo, a través de sus padres, se encargaba de
elegir al hombre que debía ser su compañero de toda la vida. De ahí que la mujer, cuando niña,
era propiedad del padre; y de mujer, pasaba a ser propiedad del marido, no teniendo ella ningún
derecho a opinar, a elegir o a hablar de ella misma. Sobre esta base, «se le exigió guardar la
fidelidad más absoluta a su marido independientemente del trato que éste le diera o de la
conducta adoptada por él en el terreno sexual» (Rodríguez, 2000 citado en citado en Serrano,
Ana Silvia. 2010).

LA SEXUALIDAD DE LA MUJER COMO LA NIÑA MALTRATADA


El arquetipo de la niña se vive en la boca de la mujer. La boca, donde se menciona al arquetipo y
se rememoran esas vivencias de infancia como el abandono (la madre que abandona a la hija y
ella es abusada a través del sexo oral, práctica que es muy vista en muchas mujeres en la etapa de
la infancia); el miedo a los espíritus (a lo desconocido), a los demonios que son vivenciados a
través de los abusadores, a los muertos y a las brujas que podemos ver en los sueños. Se
rememora el llanto por el miedo, por el trabajo o el cansancio, la fatiga y la falta de aceptación.
La niña maltratada no se puede percatar de emociones que la llevan a la obediencia, la sumisión,
la dependencia y la docilidad, porque han quedado reprimidas en el cuerpo. La niña se siente
observada, perseguida y criticada por la madre, quien ha inculcado sus valores de tal manera que
éstos emergen en el momento del acto sexual que se puede vivir como el sexo oral (todo lo que no
dijo desde su infancia y que le representa el abuso del padre, pero el abuso de la madre también).
La relación con el hombre, generalmente se construye sobre una base de «padre-hija», donde ella
no tiene ningún poder de toma de decisión, donde ella necesita el apoyo y permiso del padre (que
se proyecta en la pareja) y que siente que si no lo hace bien, se hará merecedora de un castigo o
maltrato. El padre, como representante del sexo opuesto, bien puede ser vivido a través de un
hermano, un tío, un abuelo, un maestro, o cualquier figura masculina.
En esta relación, la mujer tiende a ser dócil y calla su sentir porque le es muy difícil saber lo que
siente en el transcurso de sus prácticas sexuales. Es tal la interferencia de la culpa y la
dependencia, entre otras emociones, que la mujer no alcanza a saber qué es lo que
verdaderamente siente en su práctica sexual, con tal de satisfacer a su compañero a quien, a su
vez, tiende a hacerlo responsable de todo lo que ella vive y siente. Su preocupación de «calificar»
ante el padre para obtener su reconocimiento, no le permite tomar su poder para decidir sobre su
cuerpo, sobre su emoción, sobre su mente y sobre su propia decisión.

LECCION DE VIDA
La lección de este arquetipo de la «niña» es aprender que no existe tal dependencia, pues solo la
creamos como una condición mental; que el miedo existe en tanto no se libere el miedo de la
infancia que se produjo en relación con la madre, producto del sentimiento de abandono, abuso,
explotación, subordinación, condicionamiento, falta de valoración, llanto y necesidad de castigo.
Todos ellos, sentimientos proyectados a la pareja o compañero en tanto se revive una energía en
el cuerpo emocional que corresponde al arquetipo de la madre.
La creencia que aquí impera es que al vivir la niña «el abuso», no necesariamente de golpes y
maltratos, sino de caricias y besos (sexo oral) no lo vive como una experiencia traumática per se,
sino que se convierte en sentimiento de culpa y de sensaciones devastadoras en tanto es
inaceptable por parte de la estructura social (padres, familia, instituciones religiosas, sociales,
todas ellas componentes del patriarcado).
Se debe ver a fondo lo que en realidad representó la experiencia del «abuso». Hay que diferenciar
cuando hubo maltrato, agresión y castigo a través de golpes, o si fue un abuso que no dejó más
que huella de un intento de caricias que pudieron haber representado y abierto «el placer» a la
niña. Este maltrato y abuso a la niña, muchas veces se vive no en el cuerpo (o en la boca) sino en
la mente, desde donde imagina cosas que van más allá de la realidad como el castigo o el abuso
imaginado. Sin embargo, no es sino a través del cuerpo que podemos acceder a esos recuerdos
que habitan en la mente para develar la información que ha quedado atrapada en esta memoria
nuestra. (Serrano, Ana Silvia. 2010)

EJERCICIOS PARA EL TRABAJO


Para trabajar y encontrar los sentimientos y las emociones que habitan ocultos en la sombra del
arquetipo de la niña en relación con la sexualidad, nos podemos preguntar:
- Miedo. ¿A qué le temo cuando me enfrento a la sexualidad? ¿A saber me ya mujer? ¿A no
querer crecer? ¿A no sentir? ¿A lo desconocido? ¿A lo que he visto que creo que es el sexo
y no sé?
- Explotación. ¿Me da miedo que me exploten y no saberlo? ¿Me puede alguien explotar
sexualmente? ¿Me siento explotada cuando tengo relaciones sexuales?
- Llanto. ¿Qué me hace llorar? ¿Quién me hace llorar? ¿Qué siento cuando lloro? ¿Por qué
lloro? ¿Me gusta llorar? ¿A quién muevo cuando lloro? ¿La sexualidad me provoca
llanto? ¿En qué momentos? ¿Por qué? ¿Lloro de gusto, de confusión, para manipular a
alguien, lograr algo, de tristeza o de dolor?
- Abandono. ¿Me siento abandonada por mi pareja? ¿Es mi padre o mi madre quien me
abandona? ¿Cuándo me siento así? ¿Realmente me está abandonando él? ¿Qué me
produce este sentimiento?
- Abuso. ¿Él abusa de mí? ¿Hasta dónde es abuso lo que vivo? ¿Hasta dónde es abuso lo que
siento? ¿Acaso yo abuso de él y no me doy cuenta? ¿Cuándo siento ser abusada? ¿Ante
quién? ¿A qué le llamo abuso?
- ¿Me causa placer este abuso? ¿Es para mí la única vía para permitirme existir?
- Subordinación. ¿Él me hace sentir subordinada? ¿Ante qué me siento subordinada? ¿El
trato sexual me produce este sentimiento? ¿Me siento mejor como subordinada?
- Rebeldía. ¿Cuándo siento que me rebelo? ¿Es buena la rebelión? ¿Necesito rebelarme para
que me hagan caso? ¿Quién no me hace caso para necesitar rebelarme? ¿Cómo me
rebelo? ¿Ante quiénes me rebelo?
- Obediencia. ¿Soy obediente? ¿A quién obedezco? ¿Por qué necesito ser obediente?
¿Alguien me exige obediencia? ¿Por qué esa persona me exige obediencia? ¿Acepto
obedecer? ¿Me gusta obedecer? ¿Qué siento cuando alguien me da una orden? ¿De qué
manera acepto esa orden?
- Sumisión. ¿Me siento sumisa? ¿Ante qué o quién me siento sumisa? ¿Debo ser sumisa?
¿Me gusta ser sumisa? ¿Cómo veo a las mujeres sumisas? ¿Qué pienso de ellas?
- Humildad. ¿Me siento humilde? ¿Ante él soy humilde? ¿Por qué me siento o no me siento
humilde? ¿Él es humilde conmigo?
- Dependencia. ¿Soy dependiente de él? ¿Él depende de mí? ¿Por qué me tengo que sentir
dependiente? ¿Cómo vivo la dependencia? ¿Me gusta? ¿La puedo identificar?
- Docilidad. ¿Qué siento al escuchar «docilidad»? ¿Me gusta esa palabra? ¿La conozco?
¿Cuándo y a quién se la escuché por primera vez? ¿Me siento «dócil»? ¿Me gusta
«sentirme» dócil? ¿Ante él soy dócil? ¿Me gusta ser dócil para él?
- Condicionada. ¿Me siento condicionada? ¿Por qué me siento condicionada? ¿Quién me
condiciona? ¿Por qué me permito que me condicionen? ¿Qué y quién me condiciona?
¿Por qué?
- No valorada. ¿Me siento no valorada por los otros? ¿Qué es lo que no valoran de mí? ¿Por
qué? ¿En qué baso mi valor ante mí?
- Castigo. ¿Recibo castigo? ¿Quién me castiga? ¿Por qué me castiga? ¿Me castiga seguido?
¿Es común el castigo para mí? ¿Por qué permito que me castigue? ¿Merezco el castigo?
¿Cómo me castigan? ¿Me gusta el castigo?
- Ganancia. ¿Cuál es mi ganancia de permanecer en la niña? ¿Qué es lo que no me deja
soltarla? ¿Dónde pierdo? ¿Qué pierdo?
- Lección. ¿Qué lección ha dejado en mí el develar mi niña maltratada? ¿En qué niveles se
presenta mi aprendizaje? ¿De qué manera se ha afectado mi entorno con esta vivencia?
¿Quiénes han sido los más afectados de ellos? ¿Qué partes de mí han concluido como
niña maltratada? ¿Qué partes siento que me faltan por concluir? (Serrano, Ana Silvia.
2010)

ARQUETIPO DE LA MADRE SINIESTRA


El arquetipo de la madre siniestra aparece, al igual que los otros, con el surgimiento del
patriarcado ya que, como se ha visto, la figura de la mujer nutricia, libre, regenta y creadora de la
abundancia, generadora de la vida y la siembra existió antes; aunque hoy apenas podamos
reconocer su lejana existencia a partir de las figurillas y los hallazgos recientes, desde donde se
rescata su significado.
Sin embargo siguiendo la línea del trabajo de la sombra femenina, que nos lleva a la liberación de
los arquetipos presentes, podemos asentar que el arquetipo de la madre siniestra surge dentro de
ese marco de dominación, donde este símbolo se genera a partir de la maternidad. La evolución
en el reconocimiento de la «paternidad», aparece al mismo tiempo que se va fortaleciendo el pa-
triarcado: el hombre vive a la madre como «siniestra» en el mito de la muerte de la diosa Tiamat
por Marduk, convertido en Dios luego de matar a Tiamat. Aunque resulta aventurado decir que a
partir de que el hombre se imbuye de la paternidad (y aparece la familia) surge el arquetipo de la
madre siniestra (representado en el mito de la «muerte de la madre» por devoradora y siniestra)
podemos observar que ambos surgen al mismo tiempo y de manera paralela en la historia de la
humanidad.
De modo que el arquetipo de la madre siniestra se relaciona con los conceptos de «dominio» y
«sometimiento» que conllevan la vergüenza, la culpa, el dolor y el miedo, que han caracterizado y
definido al patriarcado en el devenir del contexto de la historia de la mujer. El arquetipo de la
madre nace con todas las cualidades tanto positivas como negativas de los arquetipos anteriores.
Se podría pensar que, en este nivel, el arquetipo de la madre aparece como esa madre amorosa y
nutricia, la madre que con su calor nos acogió; sin embargo en el contexto del arquetipo,
podemos vivir también a la madre siniestra, devoradora y persecutora. De tal manera que el
pensar en la madre no se limita a un aspecto de ella, sino como la definición del arquetipo nos
muestra, puede también abarcar los aspectos negativos, siniestros, ocultos y temerosos. Muchos
factores interceden en la sombra del arquetipo de la madre donde puede aparecer como bruja y
hechicera, o bien como lamia o espectro fantasmal. Las características que como base o sustento
derivan de este arquetipo se pueden encontrar en: lo «materno», de manera global puede ser la
autoridad mágica de lo femenino, la sabiduría y la altura espiritual que está más allá del
entendimiento; lo bondadoso, lo protector, sustentador, dispensador de crecimiento, fertilidad y
alimento; los sitios de la transformación mágica, del renacimiento.
Pero desde la visión de la sombra y el aspecto rechazado de la mujer, se encuentra también el
impulso; lo secreto, lo oculto, lo sombrío, el abismo, los muertos, lo que devora, seduce y
envenena, lo que provoca miedo y no permite evasión. Así, con base en la funcionalidad del
arquetipo que se caracteriza por las fuerzas antagónicas de la oposición -como asentara Jung-, las
distintas características del arquetipo de la madre serían la madre amante y la madre terrible.
«Algunas formas típicas de la madre son: la madre y la abuela personales; la madrastra y la
suegra; cualquier mujer con la que se está en relación, incluyendo la niñera; el remoto
antepasado femenino y la mujer blanca; en sentido figurado y más elevado, la diosa,
especialmente la madre de Dios, la Virgen (como madre rejuvenecida, por ejemplo, Démeter y
Ceres), Sophía (como madre-amante, a veces también del tipo Cibeles-Atis, o como hija madre
rejuvenecida-amante), la meta del anhelo de salvación (Paraíso, reino de Dios, Jerusalén
celestial); en sentido más amplio, la iglesia, la universidad, la ciudad, el país, el cielo, la tierra, el
bosque, el mar y el estanque; la materia, el inframundo y la luna; en sentido más estricto, como
sitio de nacimiento o de engendramiento: el campo, el jardín, el peñasco, la cueva, el árbol, el
manantial, la fuente profunda, la pila bautismal, la flor como vasija (rosa y loto); como círculo
mágico (mándala como padma) o como tipo de la cornucopia; y en sentido más estricto, la
matriz, toda forma hueca (por ejemplo la tuerca); los yoni, el horno, la olla; como animal, la vaca,
la liebre y todo animal útil en general» (Jung, 1970 citado Serrano, Ana Silvia. 2010).

LECCION DE VIDA
El arquetipo de la mujer «mala», como todos los otros, nace con el patriarcado, y son las memorias
que se recuerdan de la historia -escrita por los hombres- de la mujer. En las sociedades de corte
patriarcal, a las mujeres se les tenía por objetos de escaso valor, donde su única misión y meta de
vida era la procreación, el cuidado de los niños y el servicio a los demás. En la maternidad era
donde debían encontrar el motivo de su existir así como la única fuente de satisfacción ya que así
lo habrían dispuesto los dioses.
Algunos aspectos de la naturaleza femenina que, imbuidos de este miedo, imputaban a la mujer
como «maligna» consistían, señala Rodríguez citado en Ana Silvia Serrano, el huevo de obsidiana
en:
- Las mujeres recién paridas y las adúlteras desprendían emanaciones dañinas que
enfermaban a quienes convivían con ellas.
- La mujer menstruante «era impura». En la mujer, la sangre menstrual adquiría un
carácter inmundo y nocivo porque dicho fluido tenía el poder de esterilizar los campos,
de descomponer los alimentos y de dañar a los niños con su sola presencia o su mirada.
- La mujer infértil sufriría penalidades en el otro mundo, pues no estaba cumpliendo con
su finalidad primordial en la Tierra.
- La naturaleza maligna de la mujer se podía manifestar al concluir el ciclo de los 52 años,
en el cual todas las mujeres preñadas eran apaleadas y encerradas por sus maridos en los
graneros, pues se pensaba que se convertirían en fieras que los atacarían y devorarían.
- La mujer preñada producía tantas y tan variadas influencias perjudiciales que enfermaba
a su marido (produciéndole fiebres con frío, diarrea e inapetencia) y a su hijo lo
debilitaba con su leche enfermándolo de diarrea y delgadez.
«La mujer debía comportarse con sumisión, docilidad, mansedumbre y resignación; debía ser
virtuosa, ligera y solícita; tener continuo cuidado de sus retoños, que fuera vigilante, que nos
descuidara absolutamente nada. Con ello podría entonces ser aceptada socialmente, y con ello,
podría aspirar a la vida, ya que de otra manera, una conducta que infringiera las reglas, era
motivo de castigo. El castigo usual para aquellas que no acataban las reglas era la muerte»
(Rodríguez, 2000 citado en Serrano, Ana Silvia. 2010). De este modo, la represión femenina que
se vive en esta sociedad patriarcal recalcitrante conlleva un desarrollo de miedo y alejamiento a la
figura femenina que en su madurez, en el aspecto materno, cristaliza en esa madre autoritaria, de
corte siniestro donde toda su vasta y rica expresión está mutilada por el temor. (Serrano, Ana
Silvia, 2010)

SEXUALIDAD DE LA MADRE SINIESTRA


El arquetipo de la madre se vive en el corazón, donde confluyen todos los arquetipos anteriores.
Es el tramo final y, sin embargo, el lugar donde todo inicia en la encarnación del espíritu de la
mujer; desde niñas y de modo natural, abrazamos a nuestras muñecas apareciendo el rol de la
madre protectora y cuidadora de los pequeños bebés.
La sexualidad de este arquetipo se vive desde la conciencia, pero también desde el sentir más
profundo donde saber, entender y vivir nuestra sexualidad puede ser tocada en la niña, con la
necesidad del cariño y la aceptación; o bien, puede ser vivida desde la prostituta, donde se trata
del placer por el placer puro con todos sus bemoles; y, por último, en la conciencia de la esclava,
donde reconocer la inevitable dependencia y el sometimiento presente es ya una tarea lograda.
La madre, que engloba a todos los arquetipos, lo vive sabiendo que «empujar» la presencia de
todos los temores (de la niña, la prostituta y la esclava) es el camino que nos lleva a la liberación.
La madre es la conciencia liberadora de la sombra donde todo se torna diferente, donde se da la
capacidad de la transmutación, y que toma un camino que nos lleva no sólo a la aceptación per
se, sino al surgimiento de otra conciencia: la conciencia oculta de la verdadera mujer. Sólo hasta
entonces, si se logra tomar dicha conciencia, puede surgir la tan buscada «sabiduría», de no ser
así, el arquetipo se vivirá «estancado» (polarizado) donde vemos surgir a esa mujer (madre)
maltratadora, persecutora, conflictiva, nefasta, destructiva y devoradora. La dicotomía del
arquetipo nos lleva a observar que éste, como todos los arquetipos, expresa también una fuerza
opuesta, lo que permite entonces el acercamiento de lo inconsciente a lo consciente. Sin embargo,
y a pesar de las instancias negativas que se viven en los arquetipos de la sombra, la madre «es la
única que nos comprende verdaderamente y no cabe la menor duda de que nada hay en el
mundo que nos abrace (comprenda) de modo tan completo como la madre» (Jung, 1963).
Lograr adentrarse en lo más oscuro del arquetipo de la madre es encontrar la divinidad, ya que
no podemos tocar la luz sin haber liberado el camino de las tinieblas. Navegar en la oscuridad de
la sombra de la madre nos puede llevar al final a elevar la visión del sentido de la existencia de
cada uno de los tres arquetipos anteriores, donde podrán cohabitar uno con otro y sin conflicto
alguno. Tarea difícil de cumplir, pero al tenerlo ya en lo consciente y conocer el camino o poderlo
vislumbrar desde otro ángulo, podremos decir que hemos avanzado ya un gran paso. (Serrano,
Ana Silvia. 2010)

LECCION DE VIDA
Una lección para este arquetipo es que todo se devela a nivel del corazón. Si bien hemos venido
«pensando» que las mujeres son ya diosas porque activan sus cuerpos de luz, o porque estan ya en
un elevado nivel de conciencia, se precisa que la diosa también sienta. Con base en la dicotomía
del arquetipo, en este nivel, se fusionan todas las energías de la libido y del amor cuando se
devela esta conciencia de lo que la diosa es, que siempre viene en función de las tres anteriores.
De modo que vivir a la madre no es vivir en plenitud, o sin emociones que oscilan, sino que es en
sí el conocimiento de cada una de ellas y la emergencia dentro de sí mismas, ya que en tanto
estan encarnadas en este plano terreno y material, no se puede afirmar que se haya terminado de
trabajar los arquetipos: en este plano hay que tener consciente que es una tarea que no se
concluye. No se puede pretender lograr liberar el arquetipo de la madre siniestra sin que las
mujeres se hayan hundido en sus memorias ancestrales... sin haber hallado el significado de su
esclava, de su prostituta y de su niña maltratada. (Serrano, Ana Silvia. 2010)

EJERCICIOS DE TRABAJO
Para trabajar y encontrar los sentimientos y las emociones que habitan ocultos en la sombra del
arquetipo de la madre siniestra nos podemos preguntar:
- Autoritarismo. ¿Cuándo doy indicaciones las doy de manera autoritaria? ¿Me han dicho
que soy muy dominante? ¿En qué parte me descubro autoritaria? ¿En qué momento me
vuelvo autoritaria? ¿Con quién ejerzo este autoritarismo?
- Imposición. ¿Me considero impositiva? ¿Cuándo me identifico como persona impositiva?
¿Qué diferencia veo entre autoritarismo e imposición? ¿Cuándo me veo aplicando uno y
cuándo otro? ¿Alguien me ha dicho que soy impositiva?
- Agresión. ¿Me descubro agresiva? ¿Especialmente hacia quién? ¿De dónde me surge la
agresividad? ¿En qué momento me siento agresiva? ¿Cómo identifico en mi cuerpo la
agresividad?
- Desesperación. ¿Me siento desesperada ante algún evento en especial? ¿Qué es lo que me
desespera? ¿Cuándo me surge esta desesperación? ¿Cómo proyecto mi desesperación en
los otros?
- Represión. ¿Me reprimo de decir o de hacer algo en mi vida por injerencia de mi madre?
¿Qué me detiene a decir o a hacer lo que deseo? ¿Aparte de mí en quién ejerzo esta
represión?
- Castigo. ¿Cómo madre, ejerzo castigo? ¿A quién castigo? ¿Por qué lo hago? ¿Cómo me
afecta ese castigo? ¿En qué reside el querer castigar? ¿Cómo castigo a quien castigo? ¿Lo
hago de diferente manera con cada personaje?
- Impunidad. ¿Cuándo soy madre me siento impune? ¿Qué me hace sentir que soy
impune? ¿Cuándo me siento impune? ¿En quién aplico mi impunidad? ¿De dónde me
surge este comportamiento?
- Enojo. ¿Como madre, me enojo con los que veo como «mis hijos»? ¿Cuándo alguien
aparece como mi hijo, aunque no lo sea, me surge el enojo? ¿De dónde surge el enojo en
contra de mis hijos?
- Prepotencia. ¿”Utilizo el poder que me confiere el ser la madre de este pequeño sujeto
para proyectar sobre él mi autoridad? ¿Le doy oportunidad a ese ser que nació de mi
vientre a justificarse, a participar, a hablar, a manifestarse, a defenderse? ¿Está siendo mi
postura la de una autoridad en vez de una madre compasiva y comprensiva?
- Maldad. ¿Cabe en mí la maldad de ver a mi hijo sufrir (en cualquiera de los casos)? ¿Me
doy cuenta cuando me surge algún sentimiento de maldad? ¿Cuándo siento que estoy
siendo mala con mis hijos? ¿Cómo me siento después de haber descubierto que sentí ser
mala con mis hijos? ¿Tengo o vivo algún recuerdo de mi infancia cuando viví algún acto
de maldad con mi madre?
- Manipulación. ¿Reconozco en mí algún acto de manipulación hacia mis hijos? ¿Cuándo
aplico este manipuleo? ¿Ese acto, me recuerda alguna memoria que tengo en relación con
la manipulación que ejercieron sobre mí? ¿Qué necesidad reconozco en mí de manipular
a los demás y en especial a mis hijos?
- Control. ¿Me doy cuenta cuando trato de controlar a mis hijos? ¿Cuándo aplico el control
sobre ellos? ¿Reconozco mi necesidad de ejercer control sobre los demás? ¿A qué atribuyo
esta acción que nace de mí? ¿Esta acción es consciente? ¿Qué siento cuando me doy
cuenta de que controlo a los demás?
- Ganancia ¿Qué es lo que gano al permanecer en el arquetipo de la madre siniestra? ¿Por
qué no me quiero ir de este lugar?
- Lección. ¿Qué lección ha dejado en mí el develar a mi madre siniestra? ¿En qué niveles se
presenta mi aprendizaje? ¿De qué manera se ha afectado mi entorno con esta vivencia?
¿Quiénes han sido los más afectados de ellos? ¿Qué partes de mí han concluido como
madre siniestra? ¿Qué partes siento que me faltan por concluir? (Serrano, Ana Silvia.
2010)
Conocer el arquetipo que te sujeta, te llevará a develar qué emociones estas ocultando ante ti
misma, qué sentimientos desconoces de ti misma, qué historias guardas desde la sombra en tu ser
que detienen tu devenir, frenan tu futuro, y no te permiten avanzar.
En la historia desconocida de la mujer, se encuentran memorias dolorosas y recuerdos grabados
con el miedo que paralizó en aquél momento el devenir de esa persona y que afecta su presente
en cuanto a su sentir, a su pensar y a su actuar. Esto significa que si una persona tiene
actualmente conflictos que no ha podido resolver, es debido seguramente a alguna situación
traumática vivida en su pasado que no le permite traspasar ese estado de shock o de parálisis ante
dicha situación, “rememorar es sanar”, lo que confirma lo anterior, donde la puerta de salida, es
“volver a sentir” aquello que ha quedado atrapado como memoria, para liberarlo y sanarlo.

LA SOMBRA FEMENINA
Salve vos, luna nueva,
Joya y guía de la gentileza
Hinco mi rodilla ante vos,
Y te ofrezco mi amor
Hinco mi rodilla ante vos,
Te ofrezco mi mano,
Te dirijo mi mirada,
Luna nueva de las estaciones.
Salve vos, luna nueva,
Alegre doncella de mi amor
Salve vos, luna nueva,
Alegre doncella de las gracias
Tu viajas en vuestro rumbo,
Tu guías las mareas plenas
Tu nos iluminas con vuestra faz
Oh luna nueva de las estaciones
Vos, reina virginal de la guía,
Vos, reina virginal de la buena fortuna,
Vos, reina virginal mi estimada,
Vos, luna nueva de las estaciones.
Oración de las islas hébridas exteriores
(Long islands, extremo noroeste de Escocia)

LA SOMBRA DESDE LA PERSPECTIVA TRANSPERSONAL


Los procesos del mundo material tienen significado si los comprendemos dentro del mundo de las
ideas. Reconocemos con facilidad los procesos funcionales, pero confundimos lo que «vemos» con
lo que «representa». Por ejemplo, el termómetro representa la temperatura del cuerpo, pero no
produce dicha temperatura. Cuando el mercurio sube, interpretamos que el cuerpo está más
caliente. De esta manera abordaremos el tema de las enfermedades más allá de lo meramente
funcional, es decir, como sistema de representación del ser humano.
Las personas funcionamos en varios planos simultáneamente: el plano físico, el plano mental y el
plano espiritual. Los pensamientos y sentimientos convierten a cada persona en un ser único. El
punto de partida es la conciencia, que emite cierta información: cuando el modelo es más o
menos armonioso, lo denominamos «salud», y en el caso de ser menos equilibrado lo llamamos
«enfermedad», aunque estos dos términos no representan algo tan concreto como solemos creer.
La mayoría de las situaciones que vivimos las elaboramos en los planos superiores. Cuando el
sentimiento es doloroso o por alguna razón inconsciente, decidimos desecharlo, reaparece en el
plano físico. Es decir, se materializa. Esta materialización inconsciente de aspectos ocultos de
nuestra alma se titula «síntoma».
El síntoma en el cuerpo invariablemente molesta. La primera reacción es querer eliminar esa
molestia que «viene de fuera a perjudicarnos». Sin embargo, el síntoma físico es la mejor señal de
la que dispone el ser humano para buscar el origen del desequilibrio. Es llamativo que la
medicina occidental esté tan dedicada a hacer desaparecer infructuosamente todas las llamadas
de atención, sin siquiera mostrar curiosidad por los verdaderos motivos de la aparición de los
síntomas.
El cuerpo no está enfermo; la enfermedad se equipara al estado de conciencia de la persona. Por
eso no puede haber división entre enfermedades psicosomáticas y enfermedades puramente
orgánicas ya que todas las manifestaciones del cuerpo responden a los planos mentales y
espirituales, es decir, todo es psicosomático. Los síntomas son señales y portadores de información
precisa, son maestros implacables, son guías en el camino de introspección y búsqueda personal.
Por ello, es necesario aprender y comprender el lenguaje de los síntomas.
Es así que los seres humanos tenemos tendencia a formar y emitir opiniones que son siempre
válidas para nosotros mismos, y cuanto más fuertemente las defendemos, más negamos las
opiniones en apariencia adversas. Así es como caemos en la ilusión de creer que respondemos
siempre a la mejor de las opciones, negando que exista en nosotros el otro polo. Lo que no
queremos ser, lo que no queremos admitir, lo que no queremos recordar, forman nuestro polo
negativo, forman nuestra sombra. El repudio de la otra mitad de las posibilidades no las hace
desaparecer, sólo las niega en la conciencia.
La sombra es todo lo que el individuo no puede reconocer de sí mismo. La sombra nos angustia;
por eso la hemos rechazado. La sombra nos enferma, es decir, que se materializa trayéndonos el
otro polo no reconocido, y entonces nos completa. La enfermedad es siempre una parte de la
sombra que se introduce en la materia, indicando «lo que me falta, lo que he rechazado, lo que he
olvidado, lo que he despreciado».
Podemos «ver» la sombra sólo si está proyectada, como en el espejo. Así funciona nuestro cuerpo.
La sombra es todo lo que el individuo no logra reconocer de sí mismo, para concluir ocupándose
en especial de esa parte. La enfermedad siempre nos muestra el otro polo, la parte oculta que
preferimos desconocer. La sombra contiene todo lo que consideramos malo, lo cual nos lleva a
creer que debemos combatirla. Pero resulta que el bien depende del mal. Si fuéramos capaces de
conocer y aceptar nuestra sombra, tal vez no habría nada para combatir. Quizá nos dedicaríamos
a escuchar lo que la enfermedad tiene para decirnos. Los síntomas son molestos por lo general, y
por esa razón volvemos a rechazarlos cuando podríamos utilizar esa oportunidad para traer a la
conciencia el polo que con anterioridad no pudimos aceptar. La enfermedad trae a la luz de la
conciencia lo que está relegado a la sombra, y así nos convierte en seres un poco más auténticos,
sinceros, vulnerables y verdaderos.
La enfermedad funciona como una conversación con uno mismo. Cuando me digo algo y no lo
comprendo. Pruebo con un dibujo (sobre mi cuerpo) y tengo la oportunidad de comprenderlo
mejor; sin embargo, no es suficiente. Entonces, procuro diseñar un esquema más preciso y
coloreado; tal vez así lo distinga mejor. Pero siempre se trata de profundizar sobre la
conversación original.
La equivocación de apuntar sólo a la manifestación física de la enfermedad coincide con el error
de hablar sólo de los colores o la técnica de una pintura. Es verdad que el artista necesita sus
óleos, pinceles y una buena tela para crear su obra, pero la obra artística es lo que transmite, nos
conecta y nos emociona al observarla.
Si a una dolencia física respondemos sólo con un «medicamento» físico, la dolencia tendrá que
encontrar otro lenguaje para expresarse. Un buen artista no depende de la buena calidad de sus
óleos. Solemos considerar las enfermedades físicas más respetables que las otras. Nos
permitiremos avisar nuestra ausencia en el lugar de trabajo a causa de una conjuntivitis... ¡pero
no podremos confesar que la verdadera causa tiene que ver con la tristeza y la necesidad de
llorar, ya que no será aceptada como válida. ¿Qué diferencia hay entre resfriado y tristeza?
¿Nervios o úlcera? ¿Egoísmo o cáncer? ¿Miedo o psoriasis?
La enfermedad tiene, en nuestra concepción corriente, una connotación negativa; se supone que
tenemos que luchar contra las enfermedades, ya que son terribles enemigos que nos acechan. Sin
embargo, sería interesante que abandonáramos por un rato esta lucha y estuviéramos dispuestos
a ver lo que la enfermedad tiene de valioso para mostrarnos. Esto es posible sólo con la
disposición honesta de cuestionarnos nuestras opiniones y elevar nuestro pensamiento. La
curación tiene que ver con la ampliación del conocimiento de sí mismo.
La enfermedad se produce en el cuerpo, y por supuesto necesita una condición funcional para
plasmarse. Pero esa condición no es causante de la enfermedad (por ejemplo un virus) sino que el
ser humano lo utiliza como medio para realizar la enfermedad. En la aparición de los síntomas
puede haber causas funcionales muy diversas, pero éstas son indiferentes para comprender el
significado esencial que la enfermedad tiene para esa persona en particular.
Para intentar un acercamiento a la comprensión de la enfermedad, es necesario relacionar los
síntomas con otros hechos físicos y emocionales, aunque a veces les demos muy poco valor, por
considerarlos insignificantes. También es preciso encontrar correspondencias con pensamientos
análogos, buscando coincidencias en las manifestaciones, en el lenguaje, en el relato de la
dolencia. Y situar el síntoma en el tiempo, es decir, en qué circunstancias hizo su aparición. Darse
cuenta de a qué nos obliga el síntoma es otro dato interesante, si pensamos que el síntoma «nos
completa», nos «ofrece lo que nos faltaba».
Es importante señalar que un síntoma siempre se anuncia primero en la mente, bajo la forma de
idea, deseo, fantasía, temor. Sólo cuando no es tenido en cuenta reaparece en el plano material,
en el cuerpo, por lo general de manera análoga. La enfermedad aparece cuando uno se halla en
condiciones de dar un paso más en el camino de comprensión. Las situaciones externas aparecen
cuando las generamos desde nuestro interior.
La medicina tradicional tiene como objetivo la desaparición de la enfermedad y, más aún, la
desaparición de los síntomas. «Luchar» contra la enfermedad es luchar contra nosotros mismos
(contra nuestra sombra, que también somos nosotros). Y por eso falla. El objetivo nunca debería
ser la desaparición del síntoma, ya que él nos permitirá comprender el camino a seguir. La
medicina académica inventa especialidades cada vez más pequeñas y separadas del cuerpo
humano. Genera recursos para tratar los órganos y las diferentes partes del cuerpo, y descuida al
individuo enfermo que habita ese cuerpo.
Escuchar realmente un síntoma nos obliga a ser más sinceros con nosotros mismos. No tenemos
otro amigo más sincero, alguien que nos muestre las cosas con tanta crudeza. Combatir la
enfermedad es creer que la enfermedad es un obstáculo y que está contra nosotros, en vez de
aceptar que es parte nuestra y que nos da la posibilidad de hacernos más completos, de generar
un camino de curación.
Los síntomas no están divididos en categorías. Simplemente, hay que comprender su lenguaje
análogo. Incluso, no importa si lo padecemos en el propio cuerpo o en el cuerpo o actitud del hijo
pequeño cuando estamos fusionados emocionalmente con él. Por ejemplo: si anhelamos
momentos de soledad pero no logramos dejar un espacio en nuestra rutina cotidiana, aparece un
signo físico que nos «obliga» a cumplir esa necesidad de soledad: un «ataque» de alergia que nos
hace estornudar tantas veces que los demás se alejan. O un episodio de asma en el que recibimos
la indicación médica de un reposo urgente en la cima de una montaña «donde el aire es más
puro», etcétera. A través de la enfermedad obtenemos lo que necesitamos.
A veces aparece una necesidad abrumadora de reposo, soledad, oscuridad y recogimiento.
Podríamos vivirlo en positivo, con conciencia, aceptando esa voz interior y encontrando la
manera posible de llevarlo a la práctica. Si no prestamos atención a nuestra «voz interior»,
nuestra sombra se ocupa de producir indefectiblemente la solución a nuestra legítima necesidad,
pero en negativo: por ejemplo, sufrimos un pequeño accidente que nos obliga a estar en reposo
en una clínica, con horario de visitas restringido, a oscuras y en actitud de recogimiento y
meditación.
Podríamos definir «salud» como una permanente búsqueda de apertura y aceptación hacia los
procesos internos estar del lado del amor. Tal vez una definición más acertada de la palabra
«enfermedad» se refiera a la poca conciencia de los estados internos y la no aceptación del
lenguaje de los síntomas que necesitamos descifrar. (Serrano, Ana Silvia. 2010)

EJERCICIOS PARA RECONOCER E INTEGRAR TU SOMBRA


- ¿Has sentido cuanto te amas? Te lo has dicho a ti misma?, Has estado en alguna situación
peligrosa en la que casi pierdes tu integridad física o la vida? Cómo te sentiste después de
ello?
- ¿Valoras la vida, lo que tienes y eres?
- ¿Qué es lo que no valoras o aceptas en ti misma?
- ¿Qué es lo que no valoras o aceptas en tu familia o grupo social? Cómo crees que te afecta
personalmente?
- ¿A qué le tienes miedo? A la oscuridad, a las cucarachas? A la impotencia? A la
inseguridad? Al desamor?
- ¿Has confrontado alguna vez tus miedos, o al menos lo has intentado?
- ¿De donde vienen?, Qué se esconde detrás de ellos?
- ¿Te has detenido a pensar por qué tienes pesadillas, o lloras en la oscuridad?
- ¿Qué pasa cuando tomas alguna bebida alcohólica, te desinhibes? ¿Sale la otra persona en
ti misma?. Experimenta, lee, investiga, asesórate, y cura tu ser.

PROBLEMAS FÍSICOS EN LOS


ARQUETIPOS SEXUALES FEMENINOS
Haz que la calma sea esparcida.
Haz que el mar sea como la superficie suave de la roca verde,
Y haz que los rayos de la luz del sol bailen
por siempre a lo largo de la senda.
Plegaria Maorí

LA SOMBRA EN EL CUERPO FÍSICO


En nuestro cuerpo se encuentra grabada toda nuestra biografía personal. Como señala John P.
Conger: “En realidad, el cuerpo es la sombra, el cuerpo encierra la conmovedora historia de todas
las ocasiones en las que asfixiamos y reprimimos el flujo espontaneo de nuestra energía vital con
la desagradable consecuencia de terminar convirtiéndolo en un objeto “mortecino”.
Por ello, para los defensores de las terapias corporales, el cuerpo constituye el vehículo idóneo
para llevar a cabo la transformación, es el tempo sagrado en el que se realiza el trabajo espiritual.
“El cuerpo –afirma John P. Conger- es al mismo tiempo, la escuela, la lección, el protagonista, el
preciado enemigo… y el trampolín que nos permite ascender a los reinos superiores”. Sobre esta
base, es muy importante revitalizar el concepto de enfermedad. Como comenta el Dr. Roberto
Crottogini:
“La enfermedad ya viene como algo anterior, previo y necesario para hacer la experiencia de vida. La
enfermedad que se manifiesta que se manifiesta en el cuerpo físico no es problema físico. El cuerpo físico es
lo más sano y sabio que tenemos; se enferma por las cosas que suceden en cada proceso entre la muerte y
un nuevo nacimiento. Así, lo que desarrollamos en cada vida será lo que contribuya a conformar el cuerpo
y las predisposiciones a las enfermedades para la próxima encarnación. Pero no como un castigo ni como
resultado de un mal comportamiento, sino como experiencia resultado de la acción”.
La enfermedad, entendida como una «cristalización» de la energía densa, estancada y de índole
negativa se genera, en última instancia, desde le inconsciente de la psique del individuo. Sin
embargo, señala Jung, «tan pronto como un contenido psíquico supera el umbral de la
conciencia, desaparecen sus fenómenos marginales sincronísticos y para la experiencia médica,
se pueden observar también casos en los cuales ciertos síntoma; clínicos desaparecen si se hacen
conscientes los contenidos inconscientes que corresponden a esos síntomas» (Jung: 1970). Es
decir, ciertos procesos psíquicos «están en una relación energética con la base fisiológica Puesto
que se trata de hechos objetivos, esos procesos sólo se pueden interpretar como procesos
energéticos» (Jung, 1970 citado en Serrano, Ana Silvia. 2010)
De esta manera, podemos afirmar que las «enfermedades» son en realidad desequilibrios
energéticos cristalizados en el cuerpo físico. En otras palabras, son manifestaciones que suceden
en el ser humano parí ser atendidas, ya que todo desequilibrio, inicialmente, se origina en el
cuerpo sutil al bloquear cualquier emoción y cristaliza como enfermedad.
Es importante mencionar que la palabra «enfermedad» se utiliza para referirnos al concepto con
el que la medicina alopática ha «bautizado-los desequilibrios que identifica. Desde una visión más
profunda y personal resulta conveniente discernir entre el nombre que se le ha dado a ese
desequilibrio y la historia que vive la mujer afectada. Como vivimos dentro de un determinado
sistema de creencias (patriarcal), le damos la importancia al nombre y a lo que nos han dicho en
relación con esa «enfermedad» (una historia creada a priori en nuestras mentes), en vez de mira:
al desequilibrio como una oportunidad para escuchar al grito del alma: ese «sentir» que al no
poder ser sentido desde la emoción se manifiesta en el cuerpo.
Para abordar con éxito el tema de la sombra en la enfermedad de la mujer, me fundamento en la
obra del Dr. Eduardo Grecco, Sexualidad, Erotismo y Vínculos de Amor, en la que trata
ampliamente la relación cuerpo-mente en el tema de la sexualidad femenina. Del mismo modo,
cito la obra de Debbie Shappiro, Cuerpo-Mente, que complementa la lectura corporal. (Serrano,
Ana Silvia. 2010)

AFECTACIONES ORGÁNICAS
¨La sombra se hace hostil sólo
Cuando es desdeñada o mal comprendida¨.
Marie Louise Von Franz.
Las afectaciones orgánicas son aquellos desequilibrios que afectan a los tejidos, los órganos y los
sistemas, y se localizan fácilmente porque se manifiestan de manera física en el cuerpo de la
mujer. Se contemplan en cuatro categorías: menstruación; problemas de la vagina; ovarios y
útero; y climaterio femenino.

LA MENSTRUACIÓN
La menstruación nos hace entrar en contacto con la sangre, nuestra sangre, que en primera
instancia es la expresión del amor. Es el líquido que fluye desde nuestro corazón a través de todo
nuestro ser transportando emociones y sentimientos. La sangre está directamente relacionada con
nuestras sensaciones o conflictos respecto del amor, y con la capacidad o incapacidad para
expresar esos sentimientos.
1. Afectaciones del ritmo
Ausencia de menstruación (amenorrea)
- Ausencia orgánica (amenorrea orgánica). El desarrollo informe, o bien la falta de alguno
o ambos ovarios puede causar dicha afectación. También la causa el endurecimiento y la
formación de quistes. Así como, el tejido nuevo, ya sea tumoral o no, que resulte
destructivo al ovario.
- Ausencia funcional (amenorrea funcional). Causada por el mal funcionamiento del
sistema endocrino (hipofunciones tiroidea, renal, circulatoria, infecciosa, metabólica y
psíquica).
- Ausencia de origen (amenorrea primaria). Ocasionada principalmente por: traumas
infantiles; rechazo a la condición femenina; psicosis puberales; inmadurez afectiva;
trastornos de identidad; miedo a la vida; rechazo a crecer.
- Ausencia secundaria (amenorrea secundaria). Esta ausencia de menstruación puede
originarse por: shocks traumáticos; malas noticias que producen un fuerte impacto
afectivo; depresión; psicosis; estados de angustia severos; temor al embarazo.
Menstruaciones impredecibles
La irregularidad menstrual se puede considerar como una expresión de inestabilidad o
bipolaridad emocional causada por una debilidad energética en la zona pélvica y reproductora.
Aparece en mujeres hipersensibles y emocionalmente cambiantes, muy dependientes de los
estímulos exteriores, fuertemente impresionables, que reaccionan alterándose hormonal-mente y
energéticamente al menor estímulo y frustración. Cuando están deprimidas, colapsadas o
dominadas por el tedio la menstruación se atrasa; y cuando están excitadas, aceleradas o
maníacas, se adelanta.
Menstruaciones antes de tiempo (polimenorrea)
Es la presencia de menstruaciones con intervalos menores a los habituales (28 días). Causadas por
los mismos motivos de la ausencia de menstruación (amenorrea), con la añadidura de la manía, la
excitación, el estrés y la inestabilidad emocional. Se pueden reducir a dos grandes formas:
- Exceso de calor: Al no metabolizar correctamente, la mujer se sobreactiva y drena la
energía por medio de síntomas como fiebre, gripe, inflamaciones, alta presión, ardor
estomacal. Este tipo de menstruación aparece entre 10 y 7 días antes de lo esperado con
abundante hemorragia, coágulos, sangrado de nariz, inquietud, insomnio, irritabilidad,
enojo fácil, tendencia al aislamiento. Se muestra transpiración frecuente, cara sonrojada,
latidos cardiacos irregulares, dolor en el tórax, sofocones, úlceras bucales. Son mujeres
que presentan una fácil excitación sexual, pero muy difícil de ser colmada.
- Falta de frío. Asociado al agotamiento nervioso y emocional y se genera a causa de la falta
de frío en el organismo que nivele los excesos de calor. La falla del sistema de
termorregulación se debe a fatiga por sobreestimulación, estrés y haber exigido al
organismo un esfuerzo mayor a sus capacidades de resistencia. Se muestran mejillas
sonrosadas en una cara pálida, frente caliente, piel seca, pulso lento, escalofríos,
acaloramientos frecuentes, mareos o desmayos, cansancio y mantiene con esfuerzo la
excitación y el deseo sexual. Estas mujeres incrementan la necesidad de mayor frecuencia
sexual aunque la causa se apega más a una ansiedad que a un auténtico deseo erótico,
con temor al desborde.
Disminución en la frecuencia menstrual (oligomenorrea)
Asociada psicológicamente con afectos depresivos, causados por bloqueo de la energía sexual a
nivel del útero. Se presenta con constipación, sentimientos de tristeza, posesividad, vientre
inflamado, pechos muy sensibles, pérdida de apetito y sensación de alivio al iniciar la
menstruación. También se presenta debido a la anemia o debilidad. Aparece en mujeres con
mucha actividad que no se dan tiempo para reponerse del agotamiento y se marcan las ojeras. Son
mujeres que se sienten incapaces de lograr lo que anhelan, se desvalorizan, no luchan por lo que
merecen, están inmersas en una fuerte depresión, y cuando llega la menstruación la fatiga
aumenta significativamente. En este caso, la mujer se encuentra muy distante de la sexualidad y le
resulta muy difícil motivarse y excitarse.
2. Afectaciones de la cantidad
La exagerada o insuficiente manifestación de sangre muestra la presencia de emociones sofocadas
que están lastimando a la mujer en aquel segmento de su cuerpo que aloja su hogar interior.
Sangrado exagerado (hipermenorrea)
Esta situación se puede presentar, primero, por excesos de trabajo, actividad o ideación; estrés,
tensión o falta de sueño reparador; estado de agotamiento y debilidad. Junto con un intenso
sangrado hay cansancio, palidez v existe mejoría con calor o descanso. También se puede deber a
sentimientos negativos originados en experiencias traumáticas, rechazo o conflictos con la
sexualidad, hiperpreocupación por seres queridos o pérdidas afectivas. Debido a la acumulación
de calor orgánico y de emociones como odio, ira, rabia, frustración o la excitación sexual. Se suele
encontrar en este caso una vida erótica insuficiente, inadecuada o ausente. Por último, también
puede ocasionarse por bloqueos energéticos. Aparece en mujeres con exceso de actividad mental y
fuertes bloqueos emocionales, falta de pasión y espontaneidad. Se presenta con dolores en todo el
cuerpo y coágulos. Mejora con el movimiento.
Sangrado en poca cantidad (hipomenorrea)
Las menstruaciones con poco sangrado no generan la misma inquietud y su causa habitual puede
ser un desarrollo incompleto o defectuoso (hipoplasia uterina). Se trata de reacciones depresivas
puestas en el cuerpo, penas de amor e incapacidad para poder contenerse. Repercuten de manera
significativa en la sensibilidad genital y la mujer presenta dificultades para la penetración y dolor.
3. Dolor en la menstruación (dismenorrea)
El dolor que se produce durante el tiempo de la menstruación es la expresión de los tejidos del
útero y del cuello de la matriz. Puede ser provocado por causas genitales como miomas uterinos,
endometriosis, varicocele pelviano, coitos interruptus y masturbación; o por causas extragenitales
como problemas circulatorios, digestivos (colitis crónica), nerviosos y las distonías
neurovegetativas.
El dolor es la forma que tiene el organismo para dar a conocer algo que se está pasando por alto
en silencio: una emoción que no está siendo atendida. La dismenorrea, muestra una ausente,
inadecuada, insuficiente o mala descarga sexual, aunque se debe reconocer que éstas son
manifestaciones de un clima emocional conflictivo y no al revés.
4. Hemorragia uterina independiente de la menstruación (metrorragia)
La pérdida de sangre, por vías genitales, fuera de la menstruación es una hemorragia excesiva
que después de la regla no para. Esta situación expresa un conflicto emocional de la mujer en esta
área.
- Hemorragia vulvar. Puede deberse a la desfloración, pero también a otras causas como
mujeres que se sienten poco cuidadas sexualmente o faltas de estimulación durante el
coito.
- Hemorragia vaginal. La causa común es el carcinoma ulcerado de vagina. Se relaciona
con la autodestrucción, el resentimiento o los remordimientos muy enclaustrados y
antiguos.
- Hemorragia del cuello uterino. Causada por la inflamación del cerviz (cervicitis), o por la
presencia de pólipos o carcinoma que pueden ser el origen de la ausencia de orgasmo
(anorgasmias) o la dificultad para alcanzar el climax.
- Hemorragia corporal. Provocada por patologías neoplásicas obstétricas inflamatorias,
especialmente en el tema de embarazos y abortos, donde la sexualidad se mira a través de
la culpa y la melancolía. (Serrano, Ana Silvia. 2010)
AFECTACIONES DE LA VAGINA
1. Flujo vaginal
Cuando el flujo vaginal se presenta continuo e intenso se convierte en un síntoma que indica
infección.
- Flujo espeso, amarillento (leucorrea “dura”). Se presenta con picazón en la zona genital y
signos secundarios como grasa en el cabello, nariz brillante, goteo u obstrucción posnasal,
flema acumulada en la zona de la garganta, sudoración excesiva o con olor fuerte.
- Flujo fino y acuoso (leucorrea “suave”). Este flujo empeora con el agotamiento, se
presenta dolor de espalda, anemia y opresión en el vientre.
- Flujo amarillo (chantorrea). Se presenta por cocos o bacilos, flora cocacea y flora mixta.
- Flujo verdoso por tricomonas (clorochantorrea). Con olor a ratón.
- Flujo grumoso y espeso (leucorrea por candida).
- Flujo blanco con espuma (leucorrea blanca). Con olor a pescado podrido (garnerella
vaginalis o hemofilus vaginalis).
- Flujo color rojo por presencia de sangre (rodorrea). Se presenta por cáncer de cérvix o
por tricomonas, pica, duele, sangra y huele a ratón.
Estas afectaciones se presentan en la mujer que rechaza la sexualidad o la vive como algo
pecaminoso, sucio, vergonzante, culpable o degradante. Manifiesta emociones de intolerancia o
desagrado hacia la pareja. También puede ser la expresión de una enfermedad de transmisión
sexual, sobre todo si existen otros signos como ganglios inflamados, fiebre alta o erupciones
cutáneas.
2. Afectaciones del coito
Los problemas de coito se deben a un espasmo doloroso (vaginismo) o a un coito doloroso
(dispareunia o anafrodisia) en la mujer.
Vaginismo
Es un recurso inconsciente de la mujer para impedir o dificultar la penetración. Es la contracción
involuntaria de la vagina que puede ocurrir antes de la penetración haciéndola imposible. Como
si la mujer quisiera convertir a su vagina en una guillotina. El dolor ante la penetración por falta
de relajación puede estar expresando rechazo o falta de preparación para abrirse a la experiencia
amorosa.
- Vaginismo bajo (antes de la penetración). Manifiesta temor o rechazo a la penetración.
Expresa «estoy completa, no tengo agujeros, no necesito nada».
- Vaginismo alto (después de la penetración). Expresa hostilidad, agresión, deseos de
arrancarle el pene al varón, emociones de venganza y odio.
- Atonicidad vaginal. Es la pérdida de tono muscular, por lo que la mujer no registra
cuando el pene penetra o se mueve dentro. Lo que resulta en un desprecio hacia el varón.

3. Sufrimientos vaginales
La vagina es el lugar desde donde manan las emociones y los sentimientos de la mujer acerca de
su sexualidad. De aquí nace la culpa, la vergüenza, la incertidumbre, el miedo, la falta de
autenticidad, el recuerdo de los abusos vividos en el pasado.
- Comezón vaginal. Puede ser originada por infecciones (vaginitis), por una reacción
alérgica, por trastorno mecánico o por tensión emocional. Expresa la necesidad de la
mujer de descubrir algo que está por añorar y que no termina de hacerlo. La emoción que
se manifiesta es de rechazo a la pareja, es un «no te acerques a mí».
- Protuberancia vaginal. Cuando se siente una protuberancia extraña dentro de la vagina.
La emoción que surge implica declararse vencida, un derrumbamiento y descontrol. Se
manifiesta como osteoporosis, lo que significa un derrumbe melancólico.
- Desecamiento vaginal. La falta de lubricación puede deberse a alergias de contacto o
bajos niveles de estrógenos, o bien, por causas quirúrgicas que desgarran o rompen
meridianos energéticos. Este desecamiento impide el coito ya que eso es lo que bien
justifica: la falta de deseo sexual. (Serrano, Ana Silvia. 2010)

LOS OVARIOS Y EL ÚTERO: EL HOGAR INTERIOR


1. Los ovarios
Los ovarios son el símbolo más directo de la condición femenina. Por ello, los problemas a nivel de
los ovarios significan que hay un conflicto que afecta muy hondamente a la mujer, en el centro de
su propio ser. Un quiste o un fibroma hacen que el placer, el interés por la sexualidad o por ella
misma pasen a segundo término.
2. El útero
El útero es el hogar interior donde se resguarda la intimidad de la mujer, es la condición femenina
creativa. Por ello, una patología en el útero hace que la mujer pierda las ganas de hacer el amor.
En resumen, dado que los ovarios y el útero son el hogar interior de la mujer, los quistes o
tumores en ellos representan solidificaciones de actitudes mentales que se han acumulado
durante cierto tiempo y que obstaculizan el movimiento hacia adelante. Aunque son ya parte del
pasado, y por ello inútiles, a causa de la adherencia energética permanecemos aferrándonos a
ellas porque son memorias que permanecen en el cuerpo y que se activan con las vivencias del
presente.
Menopausia o climaterio femenino
La menopausia es un proceso hormonal que sucede en la edad madura de la mujer, debido a la
insuficiencia de la producción hormonal femenina (hipofunción ovárica).
- A nivel emocional se manifiesta con angustia, irritabilidad, nerviosismo, mal humor y
depresión, así como con movimientos inestables de los afectos.
- A nivel físico se presentan irregularidades menstruales, desarreglos, bochornos e
insomnio, y puede culminar en osteoporosis, hipotiroidismo, anemia, várices, diabetes,
entre otras afectaciones (síntomas).
- A nivel mental, la ausencia física de la sangre se vive como «término de la propia
feminidad» con una consecuente pérdida de orientación y satisfacción.
- A nivel energético, al no suceder más la presencia de la sangre menstrual en la mujer de
edad madura, la energía que con la menstruación se perdía, se acumula en el cuerpo
generando una alta actividad emocional que se vivencia con sensaciones físicas como
sudoración y bochornos.
Este cambio energético, que produce el climaterio, se manifiesta a nivel del sistema de creencias.
Es decir, la mujer se cuestiona de manera consciente si aún es susceptible de amor y deseable. Sin
embargo, si la muer practica deporte, lleva una vida sexual activa así como una alimentación
inadecuada (baja en contenido energético), los bochornos que manifiestan el exceso de energía se
presentan en menor medida y son casi imperceptibles. Muchas mujeres pueden sentirse
seriamente deprimidas en este periodo por no haber desarrollado un proyecto de vida personal
debido a los factores que la alejan de su propio poder, y que hemos tratado con anterioridad. Por
ello, surge una imperante necesidad de encontrar a la mujer que reside dentro, no sólo aquella
que procrea hijos, sino aquella que es capaz de trascender. El climaterio es, pues, un periodo
donde la mujer se debe abocar a encontrar un objetivo más profundo de la razón por la que se
encuentra en esta Tierra; esto es encontrar la propia dirección espiritual por sí misma.
Es una oportunidad para la mujer que ha acumulado experiencia, un tiempo propicio para
descubrir su libertad, su individualidad y darse la oportunidad de vivir los grandes cambios de la
vida con sus respectivos desafíos. Este periodo representa un renacimiento en la vida de toda mu-
jer, como la oportunidad con la que inicia la última etapa de su vida. (Serrano, Ana Silvia. 2010)
AFECTACIONES FUNCIONALES
Las enfermedades funcionales se diferencian de las orgánicas porque se manifiestan en el ánimo
de la mujer, afectando así sus emociones y su comportamiento ante lo externo. Se dividen en dos
clasificaciones: afectaciones de la sexualidad femenina y la máscara del miedo.

AFECTACIONES DE LA SEXUALIDAD FEMENINA


1. Frigidez
Representa la incapacidad para sentir y puede deberse a una enfermedad orgánica; un proceso
melancólico o depresivo; las condiciones de la vida sexual (no le atrae el compañero). Cuando la
mujer sufre esta afectación experimenta emociones como desesperación, humillación,
desvalorización y sufrimiento. Por lo que debe trabajar el egoísmo, la autoestima o su temor a
entregarse a una relación comprometida.
Cristaliza en diabetes, hipertensión, insuficiencia cardiaca, colesterol elevado, mala circulación,
depresión, traumatismos sexuales, alcoholismo y trastornos hormonales como hipofunción
ovárica.
Frigidez selectiva
Se origina por las condiciones concretas de ciertos compañeros sexuales, debido a una asociación
inconsciente frente a estos hombres que generan esa inhibición.
Emociones. Temor, proyección de fantasías incestuosas, vulnerabilidad, inseguridad, recuerdos de
situaciones de mal trato o desprotección. Son casos de mujeres que logran excitarse con hombres
que no aman, no les atraen y hasta pueden despreciarlos al momento de tener sexo.
Frigidez total
Con ausencia de orgasmo, ha desaparecido el deseo, el apetito y el interés erótico. Hay anestesia
sensorial y vaginal. Marcado displacer, malestar e indiferencia por los juegos preliminares a la
relación sexual.
Emociones. Temor a perder algo de sí misma si se entrega a un goce pleno, donde ya no podrá
controlar la situación. La mujer se piensa fea, indigna, rechazable y no merecedora del placer.
Nace a veces por experiencias de abuso en la infancia, pero también puede provenir de registros
prepersonales, transpersonales o kármicos. Son casos de mujeres que manifiestan repugnancia o
asco por la sexualidad con toda pareja y en toda circunstancia. Se justifica mediante
consideraciones morales, higiénicas o espirituales.
Frigidez secundaria
Síntoma donde convergen viejos conflictos neuróticos que se actualizan y que incapacitan a la
mujer en su transitoriedad sexual. Se manifiesta como la interrupción del coito, la excesiva
masturbación o la abstinencia por largos periodos.
Emociones. Por factores como el resentimiento, la ruptura de relaciones de pareja, los desengaños
amorosos, la crisis de los 40, la desvalorización, las depresiones exógenas, los traumas de
violencia. Son mujeres que temen a la frustración, tienen una personalidad insatisfecha, inestable,
apegada al pasado, dependiente, inhibida, temerosa y asustadiza, están dominadas por el miedo a
defender sus puntos de vista por temor al rechazo.
Necesidad exagerada de sexo (ninfomanía)
Es una necesidad de hacer el amor reiteradamente y de manera adictiva, sin tolerar la demora que
se vive con frustración. Es un intento de negar una dificultad cualitativa en el sentir que quiere
ser suplida por la cantidad. Es como la voracidad, un hambre de amor insatisfecho.
Emociones. Lo que busca la mujer no es nada que pueda darle ningún nombre, ningún pene, ni
ningún acto sexual, ya que busca afuera lo que está dentro de ella misma. Debe reconciliarse con
su soledad para enfrentar la angustia que significa observar los propios agujeros y no intentar
cerrarlos con sexo.
2. Fobia a la desfloración
Se manifiesta como inhibición de la mujer para iniciar la vida sexual. De igual forma, cuando la
mujer está llegando a un acercamiento erótico comprometido o está por ser penetrada
sexualmente, ella corta la relación e impide que continúe (a veces seguida de llanto desconsolado
e inesperado).
Emociones. La mujer puede no ser virgen, pero imaginariamente funciona atada a ese modelo. En
este caso, la sombra de la mujer es proyectada hacia el hombre, llena de fantasías lujuriosas y
lúbricas de desenfreno sexual e inclusive de prostitución.
3. Afectaciones del orgasmo
El orgasmo representa una experiencia de contacto profundo con la intimidad propia y ajena, un
borramiento de los límites que separan los cuerpos y las almas de la pareja, la fusión de dos
corazones en una totalidad placentera donde cada uno se descubre a sí mismo a través del otro.
(Serrano, Ana Silvia. 2010)

ABOLICIÓN DEL ORGASMO (ANORGASMIA)


Es la abolición del placer y de la relajación asociada a este proceso. La mujer tiene una actitud
positiva hacia el placer preliminar y también hacia el coito, que puede ser placentero aunque no
concluya en orgasmo.
Emociones. Son mujeres muy dependientes, histéricas, inmaduras, caprichosas y dramáticas,
aunque aparentan con un ropaje seductor ser vampiresas.
Orgasmo retardado
La mujer llega a alcanzar el placer a costa de su pareja. Conlleva cierta intencionalidad de
dominio, castigo y competencia sobre y hacia el hombre.
Emociones. La mujer expresa una ansiedad relativa hacia el hombre.

Orgasmo incompleto
Expresa la sensación de no haber logrado una cumbre o éxtasis total. Esto deja insatisfacción,
disgusto con el compañero sexual, angustia y libido no descargada que se deriva en trastornos
digestivos, menstruales, agresividad, insomnio y cefaleas.
Pseudo-orgasmo
La mujer solamente puede alcanzar el orgasmo vaginal bajo la condición de que el placer
coincida con una manifestación clara de descarga hostil y agresiva hacia el varón con quien está
haciendo el amor. (Serrano, Ana Silvia. 2010)

EL MIEDO EN LA SEXUALIDAD FEMENINA


El miedo a la sexualidad surge de valores establecidos dentro del sistema de creencias patriarcal,
donde se han anclado falsas creencias. Todos los niveles de energía que se constituyen en el
cuerpo humano se deben desarrollar en un contexto de evolución que radica en nuestro
acontecer interior, y no en un acontecer ajeno y lejano a nosotras. Por ello, nuestra sexualidad,
este hogar sagrado, nos permite conocer nuestra más íntima esencia. Se convierte, entonces, en el
lugar que debemos descubrir para integrar; sanar para liberar; y trabajar para evolucionar.
Las diferentes manifestaciones del miedo, que se presentan en disfunciones físicas en los órganos
femeninos, nos ayudan a leer ese interior que, por radicar en la sombra, no podemos ver ni
entender. Conectarnos con nuestra sexualidad resulta ser un camino hacia la salud. Al establecer
el contacto con la afectación, responderemos a un renacimiento que nos llama a cambiar esas
estructuras de falsos pensamientos y creencias que, albergados en nuestro interior sin ser
nuestros, nos llevan al desequilibrio.
1. Falta de apetito sexual (anorexia sexual)
Creencia. La mujer cree que se encuentra completa, que no necesita nada, que ya tuvo el sexo que
le hacía falta, que ya no quiere más, pues tiene todo lo que la colma.
Origen. La existencia de una fuerte sensación de amor y placer erótico insatisfecho hace sentir, a
la mujer, un vacío interior que demanda satisfacción. Puede tener su origen en una experiencia
infantil traumática de inseguridad emocional, o bien, en un temor a enfrentar las tareas del vivir;
pero siempre implica una huida a la experiencia del amor.
Máscara. Aparece bajo la forma de una espiritualidad ascética, un apetito neurótico a las
disciplinas, es una renuncia a la vida sexual con la justificación de perseguir fines trascendentes.
Efectos. Se acompaña de la intención de resistirse al crecimiento y a la madurez sexual,
convirtiendo al propio cuerpo en el de una púber o bogando sus formas.
2. Supresión de sensibilidad sexual (anestesia)
Creencia. Es una defensa de la conciencia que coloca a la persona en la pérdida de la capacidad
de sentir.
Origen. Es consecuencia de un dinamismo interior que, sin ser trascendentes las causas que lo
forman, expresa temor, indefensión y desamparo. También puede ser producto de un proceso
melancólico o depresivo.
Máscara. Se muestra con ausencia de dolor, los sentidos aparecen dormidos.
Efectos. Problemas en las relaciones afectivas debido a la falta de capacidad para encubrirse, o que
promueve una conducta de fingimiento que lleva al desajuste, el malestar y la tensión en las
parejas.
3. Ausencia de deseo sexual (inapetencia sexual)
Creencia. Escasez o nulidad de apetencia sexual.
Origen. Pueden ser múltiples las causas, desde un trauma infantil hasta una falta de atracción
hacia el varón, aunque todas ellas cristalizan en una ausencia de deseo sexual.
Máscara. No presenta ningún síntoma sexual, muy baja frecuencia en la actividad sexual.
Efectos. La mujer se siente víctima de una privación o de una conducta mezquina por parte del
varón, lo que significa un temor claustrofóbico ante la relación y el compromiso.
4. Ignorar lo que se desea sexualmente (alexitimia sexual)
Creencia. Es la incapacidad de reconocer lo que se quiere, se siente y vive en una relación sexual.
Origen. Es una manifestación típica en las personalidades histéricas, dramatizan su imposibilidad
para lograr relaciones comprometidas a través de ignorar lo que sienten.
Máscara. Aparecen como personas miméticas, inestables y altamente sugestionables.
Efectos. Son mujeres que quedan atrapadas en las confusiones emocionales y sensoriales de los
otros y no alcanzan los niveles básicos de goce. Se sienten perdidas en un mundo de experiencias
que les resultan inasimilables e incomprensibles.
5. Tensión muscular
Creencia. El estrés, la competencia, la aceleración, los imperios de la actividad laboral y otros
factores obstaculizan la fluidez en las relaciones sexuales.
Origen. La falta de relajación que tensa los músculos produce inhibición en los afectos y falta de
sensibilidad, por lo que el goce se encuentra trabado o tachado. También puede ser provocado por
temor, agresión o por diversas motivaciones afectivas, inclusive, morales.
Máscara. Aparecen alejadas del acercamiento erótico que encubre un circuito de condena y
castigo. El envaramiento corporal encubre un fuerte temor u odio reprimidos.
Efectos. La sexualidad es vivida como una actividad problemática, conflictiva y displacentera.
(Serrano, Ana Silvia. 2010)

ARQUETIPOS ANCESTRALES
FEMENINOS
La pestaña del lobo.
Si no sales al bosque, jamás ocurrirá nada
y tu vida jamás empezará.
—No salgas al bosque, no salgas —dijeron ellos.
—¿Por qué no? ¿Por qué no tengo que salir al bosque esta noche? —
Preguntó ella.
—En el bosque habita un enorme lobo que se come a las personas como tú.
No salgas al bosque, no salgas por lo que más quieras.
Pero, naturalmente, ella salió al bosque y, como era de esperar, se encontró
con el Lobo, tal como ellos le habían advertido.
—¿Lo ves? Ya te lo decíamos —graznaron.
—Eso es mi vida, no un cuento de hadas, zopencos —replicó ella—. Tengo
que ir al bosque y encontrarme con el lobo; de lo contrario,
mi vida jamás podrá empezar.
Pero el lobo que ella encontró había caído en una trampa, se le había
quedado la pata prendida en un cepo.
—¡Socorro, auxilio! ¡Ay, ay, ay! —gritaba el lobo—. ¡Socorro, ayúdame y te
daré la justa recompensa! —añadió.
Porque eso es lo que hacen los lobos en los cuentos de esta clase.
—¿Y cómo sé yo que no me vas a hacer daño? —le preguntó ella, pues su
misión era hacer preguntas—. ¿Cómo sé yo que no me matarás
y me dejarás reducida a los puros huesos?
—Mala pregunta —dijo el lobo—. Tendrás que confiar en mi palabra.
Y el lobo reanudó sus aullidos y lamentos.
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Sólo hay una pregunta
que merece la pena hacer, hermosa doncella,
¿dóooonde está el almaaaaaa?
—Oh, lobo, voy a correr el riesgo. ¡Vamos allá!
Abrió la trampa, el lobo sacó la pata
y ella se la envolvió con hierbas medicinales y plantas.
—Oh, gracias, dulce doncella, mil gracias ——dijo el lobo, lanzando un suspiro.
Pero, como había leído demasiados cuentos que no debía, ella exclamó:
—Bueno, ahora ya puedes matarme, anda, terminemos de una vez.
Pero no fue eso lo que ocurrió.
En su lugar, el lobo alargó la pata y se la apoyó en el brazo.
—Soy un lobo de otro tiempo y lugar —dijo. Y, arrancándose una pestaña
Del ojo, se la entregó diciendo—: Úsala y procura ser sabia. De ahora en adelante
Sabrás quién es bueno y quién no lo es tanto.
Mira a través de mi ojo y lo verás todo con claridad.
Por dejarme vivir, te ofrezco vivir
Como jamás en tu vida has vivido.
Recuerda que sólo hay una pregunta
Que merece la pena hacer, hermosa doncella,
¿dóooonde está el almaaaaaa?
Y así la doncella regresó a la aldea, alegrándose de estar viva.
Y esta vez cuando ellos le dijeron,
"Quédate aquí y cásate conmigo", o "Haz lo que te digo",
o "Di lo que yo quiero que digas,
Pero que todo quede tan en secreto
Como el día en que viniste",
la doncella tomó la pestaña del lobo
miró a través de ella y vio sus motivos
tal como jamás los había visto.
Y la vez en que el carnicero pesó la carne
Ella miró a través de la pestaña del lobo
y vio que pesaba también su pulgar.
Y miró al pretendiente
que le decía "Soy el que te conviene",
y vio que no le convenía para nada.
Y de esta manera y muchas más
se salvó no de todas
Pero sí de muchas desgracias.
Pero, además, con esta nueva visión, no sólo vio al astuto y al cruel sino
Que el corazón se le hizo inmensamente grande, pues miraba a las personas y las
Volvía a calibrar gracias al don que le había otorgado el lobo al que ella había salvado.
Y vio a los que eran verdaderamente buenos y se acercó a ellos,
Encontró a su compañero y permaneció a su lado todos los días de su vida,
percibió a los valerosos y se acercó a ellos,
Captó a los fieles y se unió a ellos,
Vio perplejidad por debajo de la cólera
y se apresuró a disiparla,
vio amor en los ojos de los tímidos
y se inclinó hacia ellos,
vio sufrimiento en los callados
y cortejó su risa,
vio necesidad en el hombre sin palabras
y le habló,
vio fe en lo más hondo de la mujer
que afirmaba no tenerla
y se la volvió a encender con la suya.
Vio todas las cosas con la pestaña del lobo,
todas las cosas verdaderas y todas las cosas falsas,
todas las cosas que iban contra la vida
y todas las cosas que iban a favor de la vida,
todas las cosas que sólo podían verse
a través de los ojos de aquel
que pesa el corazón con el corazón,
y no sólo con la mente.
Así descubrió que era cierto lo que dicen, que el lobo es la más sabia de las
criaturas. Si prestas atención, el lobo cuando aúlla hace siempre la pregunta más
importante, no dónde está el alimento más próximo,
la pelea más próxima o la danza más próxima,
sino la pregunta más importante para ver dentro y detrás,
para sopesar el valor de todo lo que vive,
¿dóooonde estáaaa el almaaaa?
¿Dónde está el alma?
¿Dónde está el alma?
Sal al bosque, sal enseguida. Si no sales al bosque,
jamás ocurrirá nada y tu vida no empezará jamás.
Sal al bosque,
sal enseguida.
Sal al bosque,
sal enseguida.
"La pestaña del lobo", poema original en prosa de C. P. Estés,
1970, de Rowing Songs for the Night Sea Journey, Contemporary Chants.
(Pinkola Estés, Clarissa. 1998)

LA DIOSA
MADRE – EMPERATRIZ
Las mujeres tienen un papel protagónico en el despertar de la Consciencia. Las mujeres son la
representación viva de la Diosa, del aspecto femenino. Tienen dentro el potencial para dar
consciencia y vida a otro ser humano. No es una ventaja frente a los hombres, sino una diferencia
esencial. Son la encarnación de la Tierra, de la Madre de todos los seres humanos. Al igual que
Ella, dan vida y naturalmente la protegemos
Este conocimiento se perdió hace mucho. Seres oscuros y torcidos se dedicaron por un largo
tiempo desde la época de los sumerios a borrar este conocimiento de la faz de la Tierra para que
los seres humanos se convirtieran en una masa de obreros que echaran a andar con su sudor, su
sangre y sufrimiento la máquina horrorosa de la destrucción y la muerte que les da su alimento.
Ellos sabían que la única manera de llevar a cabo su espantoso plan era acabar con la cultura de
la Diosa.
Se esforzaron por obligarnos a creer que la Tierra no es más que una masa de materiales que no
tiene vida ni conciencia y que para vivir en este planeta hay que “dominar” a la naturaleza, que
es nuestra constante enemiga que nos pone en peligro con sus infinitas amenazas. Nos obligaron a
creer que la Tierra está para ser explotada y violada y que esa es la única manera de levantar una
sociedad “civilizada”.
El paso siguiente fue convertir a la mujer en un ser incapacitado para todo, salvo para
reproducirse. Y la mejor manera de lograr esto fue manipulando su conexión con lo divino. Los
abusadores se autoproclamaron voceros del Creador, al que le dieron una imagen masculina. Y
prohibieron con la muerte que las mujeres tuvieran contacto con otras realidades que no fueran
la que ellos pudieran controlar.
Todas las realidades que no fueran las palpables quedaron prohibidas. Y al Espíritu de la Vida y la
Creación lo convirtieron en algo imposible de alcanzar, conocer o vislumbrar salvo después de la
muerte. Al mismo tiempo, el concepto de que la mujer es inferior al hombre, que nació de sus
huesos y que su máximo logro en la vida es dar luz la descendencia de él, ha transformado a este
hombre en nuestra meta última y nuestro máximo logro, poniéndonos así a todas las mujeres en
los papeles de rivales y protectoras de nuestro macho. Hemos vivido miles de años en la versión
femenina de la guerra masculina: la lucha por el amor.
Cada mujer se convirtió en nuestra enemiga potencial y nos separamos tanto que nos olvidamos
del verdadero aspecto creativo de la vida. Esta sociedad moderna, que fue levantada sobre los
cadáveres de millones, se ha convertido en un aburrido y monótono juego de guerras, tecnología,
muerte y violencia. Ya sabemos, que aunque a veces se haga necesaria, la violencia no nos
liberará de la violencia.
Es ahora el tiempo de no provocar con actitudes y encuentros violentos o poco sutiles entre las
mujeres. Esa es la verdadera feminidad, actuar siempre con estas cualidades femeninas y si no
provocar encuentros de las telenovelas en las vidas reales, entonces ya podremos por fin y en paz
utilizar esta energía para cosas que nos llenen de felicidad, tranquilidad y gozo, en completa
armonía con todo. Su inevitable viaje de regreso a la Luz para despertar a la Diosa dormida.

Es absolutamente necesario transformar al mundo en un Paraíso que las mujeres recuperen la


confianza en sí mismas y dejen de vivir el drama de los celos, la envidia, las competencias y las
traiciones; comencemos a vivir honestamente, confiando en la mujer y volvamos al origen, cada
vez que se junten en círculos de mujeres sea para gozar de cuentos y vivencias. La vida fluye en
olas de energía femenina. No habría vida sobre la Tierra sin la Madre. Ya es tiempo de que las
mujeres vuelvan sin miedo a crear juegos de conexión con toda la vida. Es tiempo de recuperar la
confianza y la inocencia y de seguir la intuición con la vida.
En las últimas décadas expertas en distintas disciplinas han comenzado a reconstruir la identidad
femenina que fue ensombrecida y mutilada durante más de veinte siglos por el pensamiento
patriarcal.
Un solo árbol dividido en dos, una corriente pagana, y otra católica, una solo habla del padre
Dios, Otra solo de la madre Diosa. Es tiempo de despertar, retomar el camino, el equilibrio, de
regresar al centro, y dejar los extremos. Por ejemplo existe un lugar a mas o menos dos horas de
Londres en Inglaterra, llamado Glastonbury, nos cuenta Jan Dael, que es un lugar muy importante
porque encierra toda la historia de las creencias espirituales y religiosas que teníamos en el
tiempo, en él había aun sacerdotes y sacerdotisas con información directa y una estrecha relación
diaria con la esencia con el Dios-Diosa, con la madre y padre de todo cuanto existe.
También nos habla que en Egipto sé tenia gran respeto y comunicación con la fuente o energía
creadora, un gran respeto por la energía masculina y femenina y su danza eterna de creación.
Había sacerdotes y sacerdotisas, es decir gente dedicada totalmente a servir al gran padre y
madre. Las sacerdotisas decidían por propia voluntad iniciar su sacerdocio y así el manejo del ego,
de la parte más animal y obscura que en todos habita, para ir escalando en la evolución de lo
espiritual, en la comprensión de todo lo que ha sido creado y como se ha creado y así mismo del
respeto a todo cuanto existe....Ellas debían elevar tanto su vibración y dominar a su ego que
incluso podían estar con leones salvajes que no las atacaban por la vibración de armonía y unidad
que tenían, y sabían que en cuanto la perdieran, podían ser devoradas por estas fieras, es por eso
que incluso hay una carta en el tarot con una sacerdotisa dándole de comer a un león. El tarot en
Egipto se estudiaba como la primera Biblia. Solo se usaban 21 imágenes de las conocidas hasta
ahorita y no estaban en cartas sino en imágenes en las paredes de cámaras para el estudio
profundo de la creación y la vida, en el que por medio de transes meditativos los estudiantes
entraban a niveles de consciencia elevados y tenían revelaciones de todo tipo. Después se fue
modificando esto y se cambio en mucho la historia y uso, dando por resultado el tarot actual, que
ahora tiene muchas formas y dibujos, pero el original es el egipcio, el más simple en su forma y el
más rico en contenido y el cual no es como menciono para saber el futuro sino para estar en
contacto con altos niveles de consciencia y para adquirir sabiduría y enseñanza.
Se enseñaba y trasmitía a todos por igual pero se sabía que era importante que las mujeres
mantuvieran fuerte las enseñanzas ya que el ADN trasmitido a los hijos, futuras generaciones ya
evolucionado, era heredado por las madres y no por las padres, así es que si la madre tenía sangre
iniciática aun no fuera en ella sino en sus ancestros, los niños que nacían de ellas iban
evolucionado cada vez mas y la raza cumplía su misión de expansión y aprendizaje. Los iniciados
antiguos sabían todo esto y estudiaban casi toda su vida como manejarlo, y se tenía respeto por la
Diosa y por el Dios de igual manera sin creer que eran diferentes dioses, sino sabiendo que eran
uno, dos mitades de una unidad. Ahora que la madre tierra ha escogido America, por los andes
para situar su centro, nos hace saber, que el futuro de esta historia, es America. (Dael, Jan 2009)
Psicólogas, arqueólogas, antropólogas, chamanas, teólogas y eruditas han tenido que remontarse
hasta los mitos y arquetipos de origen de la cultura agrícola que floreció en la Antigua Europa,
Anatolia, Medio Oriente y otros lugares del planeta (entre el 800 al 3.000 a. C., y perduró en una
miríada de diosas y rituales en culturas posteriores) para encontrar rostros femeninos no
oprimidos.
En esas tradiciones sagradas el símbolo de la Gran Diosa, la Creadora de la vida, la muerte y el
renacimiento cíclico contiene un caudal psicológico – espiritual de orientación femenina, muy
distintos a las filosofías masculinas y religiones monoteístas tardías de la antigüedad clásica.
Psicólogas neo-junguianas, como Jean Shinoda Bolen y Silvia Brinton Perera consideran a las
diosas como patrones potenciales en la psiquis de todas las mujeres. Los arquetipos femeninos de
las diosas pre-cristianas y pre-helénicas siguen siendo relevantes para las mujeres porque en ellos
hay una resonancia de verdad. Muestran cómo son las mujeres, con más poder y diversidad de
comportamiento del que se les ha permitido ejercer históricamente.
Caittlin Matthews, experta galesa en tradiciones celtas y artúricas, analizó la mitología de
diferentes pueblos y épocas detectando diez arquetipos femeninos representados por las diosas de
todo el mundo.
El primero es la Diosa Creadora o Conformadora de Todo, que se despliega en nueve aspectos o
diosas que expresan potencialidades, energías y capacidades que las mujeres pueden traer a la
conciencia, a fin de favorecer una percepción interna que reemplace al dualismo maniqueo que
definió lo femenino con estereotipos tales como “santa o prostituta” “madre bondadosa o madre
terrible”, “varón fallido”, “envidiosa del pene”, entre muchas otras.
Los primeros arquetipos que emergen de la Creadora son: la Energizadora, la Medidora y la
protectora, las energías básicas para moverse en la vida.
Afrodita, la diosa luna del mar, las Ninfas del bosque o la Sakti hindú fueron percibidas como
danzantes que esparcen la energía de la Creadora en los humanos, la naturaleza y el cosmos,
activando diversas potencialidades.
Las manifestaciones de la Energizadora están cargadas de belleza, dinamismo y vitalidad; exaltan
el cuerpo y la sexualidad, vivenciados con placer, dicha y libertad.
A la Medidora la encontramos entre las Parcas griegas y las Nornas vikingas, que determinan
cómo circulará la energía y a través de qué canales. Como diosas del Destino implican las
elecciones que realizamos en la vida. La activación de la Energizadora y las decisiones de la
Medidora están equilibradas por la Protectora.
Artámis, Atenea y Hera, la Reina del Cielo, portan este atributo de autonomía como protectoras y
gobernantes. Cuando uno o más de estos aspectos está desactivado o negado en la conciencia de
una mujer, no es casualidad que ella vivencie estados depresivos, de baja autoestima, o de
dependencia con el riesgo de sufrir algún tipo de maltrato.
La Iniciadora, la Desafiante o la Liberadora nos muestran a la Diosa cuando encarna la capacidad
de cambio y transformación. En los misterios de Isis y Démeter (que fuerron practicados hasta el
principio del cristianismo) las diosas aparecen como sacerdotisas que conducen a los iniciados al
interior de su cueva sagrada, laberinto o templo, para que experimenten las propias
profundidades del inconciente y de lo mistérico.
En ese descenso al mundo interno bajo la consigna délfica del “conócete a ti mismo”, la Diosa se
transforma en Desafiante con rasgos temibles, portando la máscara de la muerte cíclica.
La Desafiante como Serpiente, Górgona, Esfinge Sirena o Erinia ha sido desfigurada haciendo de
las mujeres desafiantes las portadoras de los más terribles y misóginos calificativos; reprimidas
como locas, brujas, o demonios, sexualmente insaciables.
Esta mentalidad la encontramos en los mitos de los héroes aqueos (Teseo, Heracles, Perseo)
glorificados por haber asesinado las diversas manifestaciones de la Desafiante pero en el
pensamiento sagrado matrístico este arquetipo es profundamente sanador cuando se lo
comprende en toda su dimensión.
La Desafiantes el espejo donde vemos nuestro rostro más íntimo, y al contemplarlo vemos las
distorsiones, conflictos y angustias que nos impiden crecer y madurar. Para las mujeres, el
encuentro con la Desafiante ayuda a percibir y diferenciar los estereotipos patriarcales de los
arquetipos o energía personales más genuinos. Cuando comprendemos el mensaje de
transformación que este aspecto comunica podemos comenzar a transitar la liberación.
Tanto Isis como Démeter son liberadoras porque devolvían la vida a sus hijos o consortes,
haciéndolos renacer de su útero sagrado. Lo mismo sucede con Inanna e Ishtar que, en su calidad
de liberadoras, descienden al mundo subterráneo y se encuentran con Ereeskigal, la Diosa
Oscura, su otro yo. En los mitos, la Desafiante-Liberadora no es otra que una diosa solar
temporalmente oscurecida, como sucede con Ragnell, la Dama Horrible de la leyenda artúrica.
El proceso liberador que las diosas liberadoras revelan es muy semejante al que Carl Jung
describió como percibir y honrar la sombra, de una manera aceptable en vistas a lograr el proceso
de individuación o emergencia del Sí mismo.
Los últimos tres arquetipos que compone Caitlin Matthews son:
La Tejedora, la Nutricia y la Potenciadora. La tejedora es una maga que teje, cuida y reajusta la
trama sagrada de la vida. La Mujer Araña de los Navajos, la Brigit celta y Mnemosine, la madre de
las musas, encarnan este aspecto conector, ejerciendo como patronas de conocimiento, el
chamanismo, la profecía y las artes.
Actualmente este arquetipo está muy activo en la psiquis de las mujeres, motivándolas a
reconectar sus vidas desde un patrón diferente al usado hasta entonces, haciéndola conciente de
la práctica del cambio en lo cotidiano. Muchas han descubierto sus energías sanadoras, holísticas
o chamánicas en sintonía con la defensa de los ecosistemas.
La Nutriciay la Potenciadora son dos arquetipos que están por venir, en el sentido que expresan la
emergencia de una conciencia femenina finalmente despojado de los estereotipos patriarcales. La
Nutricia es el aspecto sustentador de la madre pre y post-patriarcal.
Todas las diosas madres que habitan las mitologías son nutricias y legisladoras, pero nuestra
manera de apreciarlas aún es deficiente porque suponemos que las mujeres, al encarnarlas,
deben “dar todo sin pedir nada a cambio”, y cuando expresan sus exigencias son criticadas como
madres desnaturalizadas. Pero la Nutricia manifiesta la posibilidad de amar, sustentar y nutrir la
vida ejerciendo poder con otros, en lugar de “poder sobre otros” que aún persiste en la cultura
occidental. El ejercicio de la maternidad tendrá importantes implicaciones políticas, económicas y
culturales. Algo similar ocurre con la Potenciadora que en los mitos aparece como diosa de la
sabiduría: Sofía, Kuan Yin, Tara y Shokiná. También en la anciana sabia de las culturas indígenas.
Como continuadora de la Tejedora y la Nutricia, la Potenciadora manifestará una sabiduría
femenina hasta ahora desconocida.
En este breve recorrido observamos que el trabajo de Caitlín Matthews, como el de otras erúditas
que investigan los símbolos de la Diosa, tiene el mérito de haber sacado a la luz un conjunto
arquetípico abierto a la experiencia de cada mujer. (Bernardo, Analía. 2011)

LA SACERDOTISA
Una Sacerdotisa arquetípicamente es alguien encargado de realizar alquimia y tiene conexión con
todo lo que existe, tanto en los planos materiales como en los planos sutiles, y puede acceder a
ellos en cualquier momento.
La Mujer Sacerdotisa es, sin dudas, aquella que logra desafiar los límites impuestos y sobrepasar
todos los obstáculos. Es quien se posiciona en la jerarquía social como guía, educadora, directora,
consejera y, por encima de todas las cosas, es inspiradora de cambios.
Podríamos definir a la Sacerdotisa como una mujer que conduce las ceremonias, una Guía
espiritual. Existen muchos nombres con los que se la menciona: la Chamana, la Curandera, la
Adivinadora, el Oráculo, la Pitonisa y la Anciana Sabia, entre otros. En las diferentes culturas
existieron, y existen, con una gran cantidad de nombres étnicos, tales como Machi, Sangoma,
Eem, Babaylan y Mae de santo, Bruja, Shaman Wu (en Asia), Cihuateotl (azteca), etcétera.
Ella es quien se reconoce como Ser energético y como parte del Ser energético universal. Puede
estar en diferentes planos al mismo tiempo, generando realidades distintas, y fluyendo con la
sincronicidad para obtener acceso al campo de todas las posibilidades, en donde obtendrá todo lo
que necesita para su alquimia.
La alquimia de la transformación personal es lo que nos llama en estos tiempos a utilizar todas las
herramientas que hay en cada uno de los planos para iniciar los cambios que nos llevarán a
nuestra propia realización y a comprender que a través de nuestra evolución espiritual podremos
acceder a transformar la energía planetaria.
Cada uno de nosotros, hombre o mujer, es una “Sacerdotisa”. Cada uno de nosotros tiene ese
acceso a los planos materiales y sutiles, sólo hay que abrir la puerta o encontrar el camino. Esta
puerta de acceso se encuentra a través de un trabajo personal que conducirá a una
transformación individual sin precedentes. En la transformación, la persona que inicia el camino
puede decidir el rumbo de su propia vida, puede darle la importancia necesaria a las cosas
trascendentes y acceder a planos de conciencia que no son accesibles para quienes estén inmersos
solamente en el plano material de la vida cotidiana. Aquellos que acceden a este tipo de sabiduría
logran una vida más plena, pues todas sus capacidades son desarrolladas para ver “la totalidad”
de la realidad, y no sólo lo que el mundo de “maya” (ilusión) nos ofrece en este tránsito por la
vida, aquí y ahora.
En los arcanos del Tarot, la Sacerdotisa representa la mujer perfecta y es la esencia de toda
feminidad, aunque no precisamente de lo femenino en el sentido romántico del término. Es un
principio pasivo; es la capacidad de dejarse conducir, y de aguardar. Simboliza el pensamiento
femenino, la certeza instintiva que sólo reconoce algo cuando lo siente. Es capaz de percibir los
planos de conciencia superiores y se deja guiar por su Ser interno. La Suma Sacerdotisa protege el
profundo misterio que rodea la vida y la muerte. Se interpreta como espiritualidad, intuición,
paciencia, misterio, discreción, introspección. Esta carta simboliza el inconsciente, la
preocupación por nuestros mundos interiores, las fuerzas espirituales y la comprensión de
verdades más elevadas mediante los sueños y la intuición. Es una mujer sabia. La Sacerdotisa es la
diosa de la fertilidad y se le atribuyen dotes curativas. Con sus facultades intuitivas y su
clarividencia, intenta crear armonía y equilibrio interior. Nos lleva a la necesidad de mirar hacia
dentro para reflexionar y meditar, para confiar en nuestros sentimientos, y para dejar que
nuestros sueños e intuiciones nos guíen. Tiene la capacidad de ser firme, de tener fuerza, sutileza
y la comunicación necesarias para lograr el equilibrio perfecto entre la razón y la intuición, el
mundo material y el sutil, su propio Yin y Yang.
Antiguamente, las mujeres eran las encargadas de realizar alquimia en la mayoría de las culturas.
En la celta y la egipcia, lo hacían las Sacerdotisas; en la americana, las Chamanas. En India y
China las mujeres practicaban la alquimia sexual. Estos poderes estaban casi circunscritos a las
mujeres o, en el caso de que fueran hombres, a quienes habían logrado trascender la barrera
humana y equilibrada totalmente su parte femenina. Por supuesto, no me refiero a su condición
sexual, sino a través de la sensibilidad, el desarrollo de la conciencia de amor y la intuición. Los
hombres de ese entonces se convertían en magos o brujos porque habían trascendido su limita-
ción y habían accedido a las capacidades femeninas y, a partir de allí, al conocimiento de la
alquimia.
Hoy en día se confunde mucho el hecho de la liberación femenina y se cree que depende de que la
mujer salga a cumplir roles masculinos o que tome el poder. La verdadera liberación femenina,
tanto en las mujeres como en los hombres, significa poder abrazar la condición sutil y amar
incondicionalmente. Lo mismo sucede con los movimientos feministas: lo que hacen es separar de
otra forma a los hombres de las mujeres, poniéndolos en lugares antagónicos. Estos conceptos
pertenecen a los viejos paradigmas. El oponer las fuerzas no es otra cosa que chocar y friccionar
dos posiciones.
El nuevo paradigma nos lleva a trabajar a través del equilibrio de las polaridades y la posición
positiva en la transformación a través de la energía. En este nuevo tiempo, la conciencia está en
poder aunar ambos aspectos en uno mismo, porque, de hecho, están en nosotros desde el inicio de
los tiempos. Este es el rol que encarna la Sacerdotisa. Somos los opuestos complementarios en uno
mismo. Hombres y mujeres tenemos Yin y Yang, intuición y razón, fuerza y sutileza, sol y luna,
acción y pasividad, por lo cual no podemos separar lo inseparable. Nuestra Misión en este nuevo
tiempo es unificar las fuerzas, equilibrarlas y lograr la armonía de todas las cosas. (Simone,
Mónica. 2008)
MUJER UTERO
¨Mi Útero es una Cuna:
Cuna de vida,
Cuna de proyectos y de sueños,
Cuna de ilusiones y deseos,
Cuna del Fuego que enciende la hoguera,
Cuna que nutre, cuida y contiene como la Tierra,
Cuna en donde se siembran semillas de distintos hijos:
Árboles, proyectos, ideas, sueños, seres humanos, existencias.
Mi Útero es una Cuna¨. (Camargo, Julia Jimena. 2011)

EL UTERO
La mujer tiene que sanar su vientre, para que la Diosa se pueda manifestar. Y hoy en día, el
vientre de las mujeres se encuentra impregnado a nivel celular de la herida de siglos de dominio y
deshonra de la Diosa. Para que la mujer pueda acceder a la energía de su corazón, debe primero
sanar su vientre, curar la herida ancestral de lo femenino. En prácticamente toda mujer
encarnada hoy en la Tierra existe esa herida. Es la herida formada por todo el dolor acumulado en
el inconsciente colectivo de la humanidad, por los miles de años de represión y utilización de lo
femenino.
La sanación de la mujer, y esa toma de su verdadero poder, ayudarán también al hombre a
curarse, porque va a deshacer toda la energía atrapada a través de historias de cientos y cientos de
encarnaciones, que lo que hacen es crear más dolor e inseguridad en la Tierra. (Gómez, Gabriela.
2011)

EJERCICIO PARA CONECTARNOS CON EL ÚTERO


 Póngase en un lugar apartado donde pueda estar tranquila, que sepa que no va a ser
interrumpida por un tiempo.
 Escuche una música (con auriculares preferiblemente), que le ayude a conectar con sus
emociones, y con su aspecto más femenino.
 Visualízate en un gran valle, rodeada de vegetación, de naturaleza, en medio de la luna
llena. Estas con más mujeres, visualízalas con luz, como tus hermanas y amigas, todas
llevan largos vestidos de color de rojo, el color del útero, y están en círculo, y todas se dan
la mano.
 Empieza a danzar con los ojos cerrados, alguna danza sencilla que te surja, mientras
visualizas a las demás hermanas danzando contigo, y declaras que están honrando el
útero de vuestras madres, de vuestras abuelas, de ustedes mismas, que están honrando el
útero de la Madre Tierra, y haz un sencilla reverencia al útero en el momento que estimes
oportuno.
 Hónrate por ser mujer, reconócete como la encarnación del Amor, de la Belleza, de la
Sabiduría, de la Alegría, de la Felicidad, de la Libertad, de la Sanación. Reconócete como la
encarnación de la Diosa misma.
 Cuando creas que debes parar... Hazlo... Repite este ejercicio los días en que te sea posible.
 Es probable que sientas ganas de llorar, o sientas una gran tristeza, no reprimas tus
lágrimas, permíteles que salgan, para sanar, para curar esa herida. Así también obtendrás
más energías para mejorar tu vida a todos los niveles, para tener más fuerza, para tener
más paz mental, para liberarte de bloqueos, etc. (Gómez, Gabriela. 2011)
La primera función del útero es derramar gozo. La segunda función del útero es percibir lo
sublime. Despertar a la mujer verdadera, es percibir desde el útero. Es allí cuando nos conectamos
con el sentido más profundo de lo que es la femineidad, de lo que significa el poder de la Diosa.
Desaparecen los miedos, la falta de confianza, los complejos, y sólo queda: lo real. Encontrarse
con la Diosa es como volver a casa, es recuperar la espontaneidad, la autenticidad, y la felicidad
de estar viva. (Gómez, Gabriela. 2011)

LA MENSTRUACION
El flujo mensual es expresión de feminidad, fertilidad y receptividad. La mujer está sometida a este
ritmo. Tiene que amoldarse a él y aceptar las limitaciones que le impone. Con el término de
amoldarse tocamos un aspecto fundamental de la feminidad: la abnegación. Al decir feminidad
nos referimos al principio general del polo femenino en el mundo, al que los chinos, por ejemplo,
llaman «Yin», los alquimistas simbolizan con la Luna y la psicología profunda expresa con el
símbolo del agua. Desde esta óptica, cada mujer no es sino manifestación del principio femenino
arquetípico. El principio femenino puede definirse por su receptividad. Así en «I ching» se lee: «Lo
masculino rige lo creativo, lo femenino rige lo receptivo.» Y, en otro lugar: «En la receptividad
está la mayor capacidad de entrega del mundo.»
La capacidad de entrega es la característica esencial de la mujer: es la base de todas las demás
facultades, como la de apertura, absorción, acogida. La capacidad de entrega exige también la
renuncia a la actuación activa. Examinemos los símbolos de la feminidad: la Luna y el agua.
Ambos renuncian a irradiar y emitir como sus polos opuestos, el Sol y el fuego. Por ello, son
capaces de absorber, acumular y reflejar la luz y el calor. El agua renuncia a la pretensión de
poseer forma propia: adopta cualquier forma. Se amolda, en entrega.
La polaridad Sol y Luna, fuego y agua, masculino y femenino, no lleva implícita valoración
alguna. Toda valoración sería absolutamente improcedente, ya que, por sí solo, cada polo está
incompleto: para estar entero necesita del otro polo. Ahora bien, esta calidad de entero sólo se
consigue cuando ambos polos representan plenamente su peculiaridad específica. En muchas
reivindicaciones emancipadoras se pasan por alto fácilmente estas leyes del arquetipo. Sería una
tontería que el agua se quejara de no poder arder ni brillar y por ello se sintiera inferior.
Precisamente por no poder arder puede recibir, capacidad a la que el fuego tiene que renunciar.
Uno no es mejor ni es peor que el otro, sólo es diferente. De esta diferencia entre los polos surge la
tensión llamada «vida». Nivelando los polos no se consigue eliminar oposiciones. La mujer que
acepte y viva plenamente su feminidad nunca se sentirá «inferior».
La «no reconciliación» con la propia feminidad subyace en la mayoría de los trastornos
menstruales y en muchos otros síntomas del campo sexual. La entrega, la adaptabilidad, siempre
es difícil para el ser humano, exige renuncia a la propia voluntad, al yo, al predominio del ego.
Uno tiene que sacrificar algo de su ego, una parte de sí, y esto es lo que la menstruación exige de
la mujer. Porque, con la sangre, la mujer sacrifica una parte de su fuerza vital. La regla es un
pequeño embarazo y un pequeño parto. Y, en la medida en que una mujer no esté conforme con
esta «regla», se producirán trastornos y dolencias menstruales. Éstos indican que una parte de la
mujer (por lo general, inconscientemente) se rebela ya sea a la regla, al sexo o al hombre, o a todo
ello. Precisamente a esta rebelión, «yo no quiero», apela la propaganda de las compresas y
tampones, prometiendo que, si empleas el producto, serás libre y podrás hacer todo lo que quieras
durante el periodo. La publicidad explota hábilmente el conflicto básico de la mujer: ser mujer, sí,
pero no aceptar lo que trae consigo la condición femenina.
A la que sufre dolores menstruales le duele ser mujer. Los problemas menstruales denotan
problemas sexuales, pues la resistencia a la entrega que se manifiesta en el trastorno menstrual
delata un agarrotamiento de la vida sexual. La que se relaja en el orgasmo se relaja también en la
menstruación. El orgasmo es una pequeña muerte, lo mismo que el sueño. También la
menstruación tiene algo de muerte: unos tejidos mueren y son expulsados. Pero morir no es sino
la invitación a superar las limitaciones del yo y sus ansias de dominio y dejar que las cosas sigan
su curso. La muerte sólo es una amenaza para el ego, nunca para el ser humano en sí. El que se
aferra al ego experimenta la muerte como una lucha. El orgasmo también es una pequeña muerte,
porque exige desprenderse del Yo. Y es que el orgasmo es la unión del Yo y el Tú, lo cual
presupone la apertura de la frontera del Yo. Quien se aferra al Yo no experimenta el orgasmo (lo
mismo ocurre cuando se quiere conciliar el sueño, como se verá más adelante). La afinidad entre
muerte, orgasmo y menstruación debería estar clara: es la capacidad de entrega, el estar dispuesto
a sacrificar una parte del ego.
No es de extrañar, pues, que, como ya hemos visto, las anoréxicas no menstrúen o padezcan
trastornos menstruales: es el ansia de dominio reprimida lo que les impide aceptar la regla. Tienen
miedo de su feminidad, miedo de la sexualidad, de la fertilidad y de la maternidad. Se ha
comprobado que en situaciones de gran angustia e inseguridad, catástrofes, cárcel, campos de
trabajo y campos de concentración suelen producirse faltas de la menstruación (amenorrea
secundaria). Y es que, desde luego, tales situaciones, lejos de fomentar el tema de la «entrega»,
inducen a la mujer a adoptar actitudes masculinas de actividad y autoafirmación.
Hay otro aspecto de la menstruación que no debemos pasar por alto: el flujo menstrual es
expresión de la facultad de tener hijos. La menstruación produce reacciones distintas, según la
mujer desee tener un hijo o no. Si lo desea, le indica que «tampoco esta vez pudo ser». En este
caso, el período provoca molestias y mal humor. La regla se acusa «con dolor». Pese a su deseo de
tener hijos, estas mujeres suelen utilizar métodos anticonceptivos, aunque poco fiables: es el
compromiso entre la inconsciente ansia de maternidad y el afán de procurarse una coartada. Si la
mujer teme quedar embarazada, espera la regla con ansiedad, lo cual es el medio más seguro para
producir un retraso. El flujo suele ser entonces abundante y prolongado, circunstancia que
también puede utilizarse para rehuir el sexo. Básicamente, la regla, como cualquier síntoma,
puede esgrimirse como instrumento ya sea para eludir el acto sexual, ya para reclamar atenciones
y mimos.
La menstruación es determinada físicamente por la interrelación de la hormona femenina
estrógeno y la hormona masculina gestágeno. Esta interrelación corresponde a una «sexualidad a
escala hormonal». Si esta «sexualidad hormonal» se perturba, se trastorna también la regla. Esta
clase de anomalías difícilmente se subsana con la administración de hormonas medicamentosas,
ya que las hormonas son exclusivamente representantes materiales de las partes del alma
masculina y femenina. La curación sólo puede hallarse en la reconciliación con la propia
condición sexual, ya que éste es requisito indispensable para poder realizar en sí el polo del sexo
opuesto. (Ivana. 2011)

LUNA ROJA-MENSTRUACIÓN SAGRADA


Desde la antigüedad las mujeres sabían que la menstruación era un momento sagrado, un
momento de su vida en donde estaban viviendo los movimientos y procesos de sus cuerpos y de la
energía a su alrededor además de el contacto con la energía de la madre. La sangre es un fluido
bendito, sagrado y necesario para que los seres vivan, así que nunca debe verse como algo malo,
sucio o impuro, porque simplemente sin sangre no se podría estar vivo, además la sangre contiene
en si misma nutrientes que son abono, que son vida y que son una forma de ofrenda también.
Cuando una mujer está en su periodo menstrual está abierta a lo que la rodea por completo, por
lo que puede percibir y ver cosas que no sean precisamente las cosas de la materia, en ese
momento ella misma es un oráculo que puede accesar y ver más allá de la niebla que nos impide
ver normalmente. Antiguamente solo en los momentos de la menstruación la mujer podía accesar
a su propio oráculo interno por medio de la meditación o a oráculos externos como cartas, velas,
agua, etc. Ya que en ese momento como mencionamos se abre a todo lo que esta imperceptible,
por lo que es un excelente momento para hacer trabajos internos de sanación, y de liberación de
nuestras emociones. (Dael, Jan.2009)

EJERCICIO PARA CADA DÍA DE TU PERIODO MENSTRUAL


Primero busca un momento para estar sola, abras las ventanas dejando que el viento y la luz de la
luna entre por ellas, enciende un incienso y una vela roja como símbolo de la madre que siempre
sangra para dar vida. Pongas una música de voces femeninas, y trata de respirar profundo e ir
dentro de ti preguntándote ¿qué cambios debes hacer en tu vida? ¿qué cosas de ti por ahora no
son conscientes y no las ves? ¿qué cosas debes sanar y dejar ir?.... Has un espacio entra en un
silencio y solo fluye, te sorprenderás de ver que los resultados son increíbles y que además hacen
que tu periodo menstrual en lugar de ser malo y doloroso, sean mágico y de reconexión contigo
misma.
Además puedes ofrendar un poco del liquido de tu menstruación a la tierra como una forma de
regresar a ella un poco de lo mucho que te da, dando así una ofrenda de sangre con todos sus
nutrientes que potencializan la fertilidad de la tierra, sin necesidad de que deba morir alguien,
esto se hacía desde la antigüedad.
En la actualidad la forma en la que regresamos o pagamos a la tierra esa sangre es solo con tantas
muertas en guerra y violencia. Ancestralmente las mujeres regalaban un poco de su sangre a la
madre tierra, y esta estaba siempre fértil, y se daban los granos y la comida en abundancia y
perfección. Se dice que cuando una mujer ofrenda su sangre, esta purificando y sanando a la
tierra y a cada uno de sus habitantes. (Dael, Jan. 2009)

CICLOS EN LA MUJER
En toda mujer existen ciclos que desencadenan ciertos tipos de comportamientos, emociones y
trabajos arquetípicos espirituales que presente a continuación:
1. Muerte (culminación, menstruación).
El ciclo comenzaría con el primer día de sangrado. Un momento en el que se cierra el ciclo
anterior y se da comienzo a un nuevo ciclo. Este dejar ir dura entre 3 y 5 días más o menos
dependiendo de la mujer. Es éste un momento de muerte e introspección, de liberación de un ciclo
que se ha completado. En esta fase la mujer tiene el potencial de contactar con ese interior frío,
oscuro, receptivo que forma parte intrínseca de su naturaleza. Un momento de intimidad y
aproximación a un espacio interno profundo, muy profundo, que nos recuerda unos valores hoy
por hoy olvidados.
2. Renacimiento (preparación, comienzo)
Después de los días de menstruación el cuerpo de la mujer comienza a prepararse para gestar un
nuevo óvulo en los ovarios, es la fase de renacimiento. Esta preparación tiene a nivel vital externo
su expresión en la planificación preliminar de las ideas que darán lugar a nuevos proyectos. Esta
es una fase donde podemos encontrar inspiración en todo aquello que nos rodea, pudiendo
disfrutar de una forma renovada de la relación con nuestro entorno. La naturaleza intuitiva de la
mujer irá seleccionando aquello en lo que ir fijando su atención pero todavía sin decidir una
forma, simplemente jugando.
3. Pensamiento (dirección)
Esta fase da paso a unos días en los que la mujer empieza a contactar con la dirección que quiere
dar a esas ideas, gestándose la intención y la forma de un proyecto, idea o causa determinados.
También aquí la intuición de la mujer tiene un papel relevante en la toma de decisiones y
prioridades. A nivel fisiológico el óvulo ha viajado de los ovarios al útero y se encuentra en su fase
más receptiva esperando a unirse a un espermatozoide. Éste es por ello un momento donde la
mujer se expresa a un nivel más externo y sus deseos personales son menos importantes, se va
preparando ya aquí para una posible maternidad. En esta fase la mujer puede aportar gran ayuda
y nutrimento a otros miembros de su entorno o comunidad.
4. Creatividad (creación).
Y por último llegamos a los días previos a la menstruación. Uno de los momentos donde la mujer
está más frenética y creativa en su vida cotidiana pues el óvulo, si no ha sido fecundado por un
espermatozoide, tienen el potencial de hacerlo a otros niveles tomando la forma de proyectos y
causas que se concretan y exteriorizan con la estructura y potencia natural que ha ido gestándose
a lo largo de las etapas anteriores. La mujer en esta fase empieza ya a sentir la llamada interna y
van creciendo recíprocamente su intuición o su lucha, conforme se adentra o se resiste a esta
reunión con la parte de su naturaleza más desconocida y recóndita.

MUJER SALVAJE
¨…El arquetipo de la Mujer Salvaje envuelve el ser alfa matrilíneo. Hay veces en que la
percibimos, aunque sólo de manera fugaz, y entonces experimentamos el ardiente deseo de seguir
adelante. Algunas mujeres perciben este vivificante "sabor de lo salvaje" durante el embarazo,
durante la lactancia de los hijos, durante el milagro del cambio que en ellas se opera cuando crían
a un hijo o cuando cuidan una relación amorosa con el mismo esmero con que se cuida un amado
jardín.
La existencia de la Mujer Salvaje también se percibe a través de la visión; a través de la
contemplación de la sublime belleza. Yo la he percibido contemplando lo que en los bosques
llamamos una puesta de sol "de Jesús Dios". La vemos donde la vemos, o sea, en todas partes.
Viene también a nosotras a través del sonido; a través de la música que hace vibrar el esternón y
emociona el corazón; viene a través del tambor, del silbido, de la llamada y del grito. Viene a
través de la palabra escrita y hablada; a veces, una palabra, una frase, un poema o un relato es tan
sonoro y tan acertado que nos induce a recordar, por lo menos durante un instante, de qué
materia estamos hechas realmente y dónde está nuestro verdadero hogar.
Estos transitorios "sabores de lo salvaje" se perciben durante la mística de la inspiración... ah, aquí
está; oh, ya se ha ido. El anhelo que sentimos de la Mujer Salvaje surge cuando nos tropezamos
con alguien que ha conseguido establecer esta relación indómita. El anhelo aparece cuando una
se da cuenta de que ha dedicado muy poco tiempo a la hoguera mística o a la ensoñación, y
demasiado poco tiempo a la propia vida creativa, a la obra de su vida o a sus verdaderos amores.
Y, sin embargo, son estas fugaces experiencias que se producen tanto a través de la belleza como
de la pérdida las que nos hacen sentir desnudas, alteradas y ansiosas hasta el extremo de
obligarnos a ir en pos de la naturaleza salvaje. Y llegamos al bosque o al desierto o a una
extensión nevada y nos ponemos a correr como locas, nuestros ojos escudriñan el suelo,
aguzamos el oído, buscando arriba y abajo, buscando una clave, un vestigio, una señal de que ella
sigue viva y de que no hemos perdido nuestra oportunidad.
Si las mujeres la han perdido, cuando la vuelvan a encontrar, pugnarán por conservarla para
siempre. Una vez que la hayan recuperado, lucharán con todas sus fuerzas para conservarla, pues
con ella florece su vida creativa; sus relaciones adquieren significado, profundidad y salud; sus
ciclos sexuales, creativos, laborales y lúdicos se restablecen; ya no son el blanco de las
depredaciones de los demás, y tienen el mismo derecho a crecer y prosperar según las leyes de la
naturaleza. Ahora su cansancio—del—final—de—la—jornada procede de un trabajo y un
esfuerzo satisfactorios, no del hecho de haber estado encerradas en un esquema mental, una tarea
o una relación excesivamente restringidos. Saben instintivamente cuándo tienen que morir las
cosas y cuándo tienen que vivir; saben cómo alejarse y cómo quedarse.
Cuando las mujeres reafirman su relación con la naturaleza salvaje, adquieren una observadora
interna permanente, una conocedora, una visionaria, un oráculo, una inspiradora, un ser
intuitivo, una hacedora, una creadora, una inventora y una oyente que sugiere y suscita una vida
vibrante en los mundos interior y exterior. Cuando las mujeres están próximas a esta naturaleza,
dicha relación resplandece a través de ellas. Esa maestra, madre y mentora salvaje sustenta, contra
viento y marea, la vida interior y exterior de las mujeres.
Por consiguiente, aquí la palabra "salvaje" no se utiliza en su sentido peyorativo moderno con el
significado de falto de control sino en su sentido original que significa vivir una existencia
natural, en la que la criatura posee una integridad innata y unos límites saludables. Las palabras
"mujer" y "salvaje" hacen que las mujeres recuerden quiénes son y qué es lo que se proponen.
Personifican la fuerza que sostiene a todas las mujeres.
El arquetipo de la Mujer Salvaje se puede expresar en otros términos igualmente idóneos. Esta
poderosa naturaleza psicológica se puede llamar naturaleza instintiva, pero la Mujer Salvaje es la
fuerza que se oculta detrás de ella.
Se puede llamar psique natural, pero detrás de ella está también el arquetipo de la Mujer Salvaje.
Se puede llamar la naturaleza innata y fundamental de las mujeres. Se puede llamar la naturaleza
autóctona o intrínseca de las mujeres. En poesía se podría llamar lo "Otro" o los "siete océanos del
universo" o "los bosques lejanos" o "La Amiga". En distintas psicologías y desde distintas
perspectivas quizá se podría llamar el "id", el Yo, la naturaleza medial. En biología se llamaría la
naturaleza típica o fundamental…
…Una mujer sana se parece mucho a una loba: robusta, colmada, tan poderosa como la fuerza
vital, dadora de vida, consciente de su propio territorio, ingeniosa, leal, en constante movimiento.
En cambio, la separación de la naturaleza salvaje provoca que la personalidad de una mujer
adelgace, se debilite y adquiera un carácter espectral y fantasmagórico. No estamos hechas para
ser unas criaturas enclenques de cabello frágil, incapaces de pegar un salto, de perseguir, dar a
luz y crear una vida. Cuando las vidas de las mujeres se quedan estancadas o se llenan de
aburrimiento, es hora de que emerja la mujer salvaje; es hora de que la función creadora de la
psique inunde el delta¨.
¿Cómo influye la Mujer Salvaje en las mujeres? Teniéndola a ella por aliada, jefa, modelo —y
maestra, vemos no a través de dos ojos sino a través de los ojos de la intuición, que tiene muchos.
Cuando afirmamos nuestra intuición somos como la noche estrellada: contemplamos el mundo a
través de miles de ojos.
La naturaleza salvaje acarrea consigo los fardos de la curación; lleva todo lo que una mujer
necesita para ser y saber. Lleva la medicina para todas las cosas. Lleva relatos y sueños, palabras,
cantos, signos y símbolos. Es al mismo tiempo el vehículo y el destino.
Unirse a la naturaleza instintiva no significa deshacerse, cambiarlo todo de derecha a izquierda,
del blanco al negro, trasladarse del este al oeste, comportar-se como una loca o sin control. No
significa perder las relaciones propias de una vida en sociedad o convertirse en un ser menos
humano. Significa justo lo contrario, ya que la naturaleza salvaje posee una enorme integridad.
Significa establecer un territorio, encontrar la propia manada, estar en el propio cuerpo con
certeza y orgullo, cualesquiera que sean los dones y las limitaciones físicas, hablar y actuar en
nombre propio, ser consciente y estar en guardia, echar mano de las innatas facultades femeninas
de la intuición y la percepción, recuperar los propios ciclos, descubrir qué lugar le corresponde a
una, levantarse con dignidad y conservar la mayor conciencia posible.
El arquetipo de la Mujer Salvaje y todo lo que ésta representa es la patrona de todos los Pintores,
escritores, escultores, bailarines, pensadores, inventores de plegarias, buscadores, descubridores,
pues todos ellos se dedican a la tarea de la invención y ésta es la principal ocupación de la
naturaleza instintiva. Como todo arte, reside en las entrañas, no en la cabeza. Puede rastrear y
correr, convocar y repeler. Puede percibir, camuflarse y amar profundamente. Es intuitiva, típica
y respetuosa con las normas. Es absolutamente esencial para la salud mental y espiritual de las
mujeres.
Por consiguiente, ¿qué es la Mujer Salvaje? Desde el punto de vista de la psicología arquetípica y
también de las antiguas tradiciones, ella es el alma femenina. Pero es algo más; es el origen de lo
femenino. Es todo lo que pertenece al instinto, a los mundos visibles y ocultos... es la base. Todas
recibimos de ella una resplandeciente célula que contiene todos los instintos y los saberes
necesarios para nuestras vidas.
...Es la fuerza Vida/Muerte/Vida, es la incubadora. Es la intuición, es la visionaria, la que sabe
escuchar, es el corazón leal. Anima a los seres humanos a ser multilingües; a hablar con fluidez
los idiomas de los sueños, la pasión y la poesía. Habla en susurros desde los sueños nocturnos,
deja en el territorio del alma de una mujer un áspero pelaje y unas huellas llenas de barro. Y ello
hace que las mujeres ansíen encontrarla, liberarla y amarla.
Es todo un conjunto de ideas, sentimientos, impulsos y recuerdos. Ha estado perdida y medio
olvidada durante muchísimo tiempo. Es la fuente, la luz, la noche, la oscuridad, el amanecer. Es el
olor del buen barro y la pata trasera de la raposa. Los pájaros que nos cuentan los secretos le
pertenecen. Es la voz que dice: "Por aquí, por aquí."
"Es la que protesta a voces contra la injusticia. Es la que gira como una inmensa rueda. Es la
hacedora de ciclos. Es aquella por cuya búsqueda dejamos nuestro hogar. Es el hogar al que
regresamos. Es la lodosa raíz de todas las mujeres. Es todas las cosas que nos inducen a seguir
adelante cuando pensamos que estamos acabadas. Es la incubadora de las pequeñas ideas sin pulir
y de los pactos. Es la mente que nos piensa; nosotras somos los pensamientos que ella piensa.
"¿Dónde está? ¿Dónde la sientes, dónde la encuentras? Camina por los desiertos, los bosques, los
océanos, las ciudades, los barrios y los castillos. Vive entre las reinas y las campesinas, en la
habitación de la casa de huéspedes, en la fábrica, en la cárcel, en las montañas de la soledad. Vive
en el gueto, en la universidad y en las calles. Nos deja sus huellas para que pongamos los pies en
ellas. Deja huellas dondequiera que haya una mujer que es tierra fértil.
"¿Dónde vive? En el fondo del pozo, en las fuentes, en el éter anterior al tiempo. Vive en la
lágrima y en el océano, en la savia de los árboles. Pertenece al futuro y al principio del tiempo.
Vive en el pasado y nosotras la llamamos. Está en el presente y se sienta a nuestra mesa, está
detrás de nosotras cuando hacemos cola y conduce por delante de nosotras en la carretera. Está en
el futuro y retrocede en el tiempo para encontrarnos.
Vive en el verdor que asoma a través de la nieve, vive en los crujientes tallos del moribundo maíz
de otoño, vive donde vienen los muertos a por un beso y en el lugar al que los vivos envían sus
oraciones. Vive en donde se crea el lenguaje. Vive en la poesía, la percusión y el canto. Vive en las
negras y en las apoyaturas y también en una cantata, en una sextina y en el blues. Es el momento
que precede al estallido de la inspiración. Vive en un lejano lugar que se abre paso hasta nuestro
mundo¨. (Pinkola Estés, Clarissa. 1998)

EL ENCUENTRO CONTIGO MISMA


Cuando las mujeres empiezan a reafirmar su relación con la naturaleza salvaje, adquieren
conocimiento, visión, inspiración, intuición, y la vida misma vibra por dentro y por fuera.
«Salvaje» no en el sentido peyorativo moderno como falta de control, sino en su sentido original,
que significa vivir una existencia natural.
Esta cualidad salvaje forma parte de la naturaleza instintiva y fundamental de las mujeres. Y es el
conocimiento de esta naturaleza lo que permite percibir el sonido de los ritmos internos y vivir al
son de ellos para no perder el equilibrio espiritual. Cuando las mujeres se apartan de la fuente
básica, pierden los instintos y los ciclos vitales naturales que se han sometido a la cultura, al
intelecto o al ego, ya sea el propio o el de los demás. Lo «salvaje» hace saludables a las mujeres.
Sin el lado salvaje, la psicología femenina carece de sentido.
Las mejores oportunidades para que cada mujer se conecte con sus aspectos más naturales,
animales, salvajes de su ser esencial son el parto y la lactancia. Claro que muy pocas lo logran,
porque hombres y mujeres, se aterrorizan por los aspectos animales, hacemos todo lo posible para
que no se filtren en nuestra manera de ser. Nos gustaría parir sólo con la cabeza, sin integrar
nuestras zonas bajas. Tal vez por eso las mujeres se sienten más tranquilas con las cesáreas: el na-
cimiento se produce en un lugar más elevado, más limpio y decoroso.
La lactancia es una continuación y desarrollo de los aspectos más terrenales, salvajes, directos,
filogenéticos. Para dar de mamar se debería pasar casi todo el tiempo desnuda, sin soltar a la cría,
inmersas en un tiempo fuera del tiempo, sin intelecto ni elaboración de pensamientos, sin
necesidad de defenderse de nada ni de nadie, sino sólo sumidas en un espacio imaginario e
invisible para los demás. Eso es dar de mamar. Es dejar aflorar los rincones ancestralmente
olvidados o negados, nuestros instintos animales que surgen sin imaginar que anidaban en
nuestro interior. Dar de mamar es despojarse de las mentiras que se han contado toda la vida las
mujeres sobre quiénes son o quiénes deberían ser. Es estar desarregladas, poderosas, hambrientas,
como lobas, como leonas, como tigresas, como canguras, como gatas. Muy relacionadas con las
mamíferas de otras especies en su total apego hacia la cría, descuidando al resto de la comunidad
pero milimétricamente atentas a las necesidades del recién nacido. Deleitadas con el milagro,
tratando de reconocer que las mujeres son las quienes lo hicieron posible, y reencontrándose con
lo que haya de sublime.
Esto es todo lo que se necesita para poder dar de mamar a un hijo. Ni métodos, ni horarios, ni
consejos, ni relojes, ni cursos. Pero sí apoyo, contención y confianza para que la mujer sea, ella
misma más que nunca. Sólo darse el permiso para ser lo que quieran, hacer lo que quieran y
dejarse llevar por la locura de lo salvaje.
Esto es posible si se comprende que la psicología femenina incluye este profundo arraigo a la
madre tierra, que el ser una con la naturaleza es intrínseco al ser esencial de la mujer, y que si
este aspecto no se pone de manifiesto, la lactancia simplemente no fluye. Las mujeres no son tan
diferentes de los ríos, los volcanes, los bosques. Sólo es necesario preservarlos de los ataques.
Hay una idea que atraviesa y desactiva la animalidad en la lactancia, y es la insistencia para que
la madre se separe del cuerpo del bebé. Contrariamente a lo que se supone, el bebé debería ir a
cuestas de la madre todo el tiempo, incluso y sobre todo cuando duerme. La separación física a la
que se somete la mujer entorpece la fluidez de la lactancia. Los bebés occidentales duermen en el
moisés o en el cochecito o en sus cunas demasiadas horas. Esta conducta sencillamente atenta
contra la lactancia. Porque dar de mamar es una actividad corporal y energética constante. Es
como un río que no puede parar de fluir: si las piedras son muy numerosas, desvían su caudal.
Otra actitud anti-lactancia responde a la absurda idea de que el bebé se va a «mal acostumbrar».
Cualquier otra especie de mamíferos moriría de risa (y también de hambre) si lo que el recién
nacido reclama para su subsistencia le fuera negado. Los seres humanos somos bastante menos
inteligentes de lo que creemos al pretender negar las leyes de la naturaleza y complicar la
existencia. Dar de mamar es ecológico en su sentido más amplio. Es volver a ser lo que son las
mujeres. Es un punto de partida y de encuentro consigo mismas. Es despojarse de cultura y
atragantarse de naturaleza. Es ingresar a los niños en un mundo de colores, ritmo, sangre y fuego,
y bailar con ellos la danza de la vida. Para lograrlo es indispensable buscar protección, siempre
centrada en la sabiduría potente y natural de tu corazón. (Gutman, Laura. 2000)

EL INICIO DE LA LACTANCIA
Cuando durante el parto se han utilizado anestesias u otros fármacos, puede suceder que el bebé
nazca un poco deprimido. En estos casos, cuanto más rápido vuelva a los brazos de la madre, más
eficazmente será estimulado. El reflejo de succión es muy fuerte en los bebés durante las primeras
horas después del nacimiento. Si el bebé es separado de su madre —debería ser sólo por razones
estrictas de riesgo para su salud— a medida que pasan las horas, el reflejo se va «apagando»
lentamente. Los bebés separados varios días de la madre recuperan la capacidad de succionar
pero necesitan mucha paciencia, voluntad y deseos de amamantar por parte de la madre. Al
ponerlos al pecho, estos bebés no succionan instintivamente como al nacer, pero si los acunamos,
los mantenemos sobre el cuerpo y probamos una y otra vez, al fin «recuerdan» esta capacidad y
reaprenden lo que tenían olvidado. Aquí la palabra clave es paciencia, que es la ciencia de la paz.
Paz y tranquilidad es lo que necesitan bebé y mamá. Y sostén emocional. Si el bebé no logra
succionar, entonces con más razón lo dejamos sobre el pecho en contacto íntimo todo el tiempo.
Las dificultades que experimentan las madres al amamantar a sus hijos pasan por no comprender
que es un acto de amor, y no una elección del suministro de proteínas y vitaminas. El amor no es
mensurable; por lo tanto, es absurdo negar el pecho a un bebé pasado un cierto lapso
«razonable», justamente porque no hay razones. Cuando el bebé continúa llorando, médicos y
«opinólogos» considerarnos que la leche no es suficiente y que es necesario suministrarle un
«complemento» de leche vacuna maternizada, en lugar de permitir que siga succionando el pecho
materno el tiempo que quiera. Es absurdo, violento y contrario a la naturaleza. (Gutman, Laura.
2000)
LAS RUTINAS QUE ENTORPECEN LA LACTANCIA
La separación de la madre. El bebé no debe estar en ningún otro lugar que no sea en brazos de su
madre. Un bebé sano puede recibir los primeros cuidados y revisiones médicas sobre el cuerpo de
su madre. Sé perfectamente que a muy pocos neonatólogos se les ocurre, pero es hora de que se
nos empiece a ocurrir.
Las rutinas son bien diferentes en la mayoría de las maternidades. Los bebés son retirados a los
pocos minutos de nacer, para llevarlos a la sala de neonatología, donde son sometidos a una serie
de manipulaciones y exámenes que en general podrían evitarse o bien realizarse más tarde.
Olvidamos que «nacer» es ferozmente traumático; el bebé pasa del medio acuático al medio aéreo,
la temperatura cambia radicalmente, y lo único conocido y apaciguador para el bebé es el
contacto piel a piel con su madre, que conserva la temperatura ideal. (Gutman, Laura. 2000)

AGUA-FUEGO-LUNA-CIRCULO
AGUA
El agua, por ser el vehículo de la energía, podrá ser utilizada para captar vibraciones y
retransmitirlas a nuestro organismo o al de alguien que sepamos que necesita de esa energía
positiva, en este caso, de salud. Por lo tanto, tú puedes crear “agua saludable” o “agua de paz”
para quien lo necesite, y enviarle estas buenas intenciones de la siguiente forma:
Para esta experiencia utiliza una botella transparente con agua de manantial, una etiqueta con
cinta de pegar y un marcador de fibra. En la etiqueta escribe las palabras “Salud infinita”. Luego
coloca la leyenda mirando hacia el agua de la botella, es decir, no podrás leerla desde afuera;
como si el agua leyera el mensaje. Al mismo tiempo, sostén la base de la botella con la mano
izquierda y la parte de arriba con la mano derecha, a la altura de tu corazón.
Repite las palabras “Salud infinita” de forma mántrica o cántala, durante dos minutos
aproximadamente, pensando en la salud que generará el tomar esta agua en quien lo haga. Cada
vez que la persona beba de esa agua, o si tú lo haces, deberá poner también la intención de salud
en el agua y agitar la botella para activar sus componentes energéticos. (Simone, Mónica. 2008)

FUEGO
En todas las culturas, tradiciones y ceremonias existe el Fuego. Sin él, no podríamos sobrevivir.
Desde el sol, que es el fuego eterno que nos ilumina, el “Fuego Sagrado”, hasta el que cuece
nuestros alimentos, el que anima nuestro corazón, el Fuego pasional, el Fuego del espíritu,
Podríamos hacer una lista enorme de descripciones del Fuego.
Desde tiempos remotos, la humanidad reunida alrededor del Fuego comprendía que éste era algo
más, tan importante que se debía mantener siempre latente. El Fuego como centro, unión y
elemento de diálogo, fue utilizado por muchas culturas como arma de poder celestial y canal de
comunicación con Dios.
El fuego, en las velas, por ejemplo, se utiliza en las ceremonias y rituales de todas las religiones y
filosofías, y casi todos alguna vez hemos hecho magia con el fuego, como en un cumpleaños se
encienden velas y se pide un deseo antes de apagarlas. Cuando encendemos velas para una cena
romántica, el ritual para encender las pasiones está en ese acto. Cuando nos hacemos un baño de
inmersión en una tina, encendemos velitas alrededor para aquietar nuestra mente y darle un
ritual de sacralidad al baño. También lo hacemos cuando encendemos una vara de incienso, se
apaga sin soplarlo para que el pedido que se realiza al encenderlo comience a fluir.
Reconocer esto, simplemente, significa que estamos desmitificando nuestra imagen alrededor de
lo que son las ceremonias y el fuego, algo que, sin tomarlo en cuenta, hacemos a diario.
El color es uno de los factores también importantes en los rituales de fuego con velas, aunque no
importa su forma o tamaño. El color es la vibración de ondas lumínicas que nos ponen en
contacto con las fuentes y poderes celestiales. Las velas representan la imagen de nosotros mismos.
La cera corresponde al cuerpo físico, la mecha a la mente y la llama al espíritu.
A continuación expongo el significado de los colores de las velas:
 Blancas: para todo tipo de pedidos de ayuda, principalmente armonía y salud.

 Amarillas: para dinero y poder.

 Rojas: para aumentar la pasión, el amor, energetizar y derribar negatividades.

 Verdes: para salud física, mental, emocional y energética.

 Azules: para aportar calma, tranquilidad, serenidad y paz, colaborando con el equilibrio
mental.

 Rosas: para el amor, la salud, la armonización general y las intervenciones quirúrgicas.

 Violetas: para transmutación de la energía, liberación de cargas kármicas y problemas


serios de salud.

 Lilas: similar a la violeta, especial para la vista y los ojos.

 Celestes: para la armonía, unión familiar y potenciar la claridad mental en proyectos de


cualquier tipo.

 Naranjas: para conjugar la fuerza del rojo y el amarillo, propiciando claridad, fuerza y
armonía.

 Marrones: para el dinero, los éxitos en general y los logros personales.

 Negras: para alejar negatividades y cortar trabajos de magia negra. En lo personal,


aconsejo no prender por ninguna causa en el hogar velas negras, ya que sin desearlo
podríamos estar atrayendo a nosotros un tipo de energía con la que después no sabremos
accionar.
Podemos encontrar el Fuego en cada uno de nuestros actos, en cada una de nuestras pasiones y en
todo lo que existe, pues la naturaleza nos lo brinda hasta en el acto más sublime de amor.
(Simone, Mónica. 2008)

EL FUEGO Y LA SACERDOTISA
El Fuego en el camino de la Sacerdotisa está marcado en todas las culturas para la mujer que
conduce las ceremonias, una Guía espiritual. Todas ellas hacían rituales con fuego o rituales de
conexión a través del él. A menudo, las Sacerdotisas eran quienes dirigían movimientos de
liberación y han sido víctimas de las más aberrantes torturas y persecuciones que podamos
imaginarnos. Nosotros sólo conocemos a la Inquisición, pero en todas las culturas hubo una “in-
quisición” para con ellas, pues su poder traspasaba la frontera de lo espiritual muchas veces y era
tomado como una amenaza hacia las religiones dominantes.
Una verdadera Sacerdotisa es quien ha aprendido a avivar su Fuego interior, que es la
espiritualidad, y lo mantiene encendido siempre. Estamos en un tiempo en el que el Fuego está
casi apagado, por lo tanto ¡las Sacerdotisas necesitan despertar!, para darle Fuego al planeta y
avivar la llama de la espiritualidad.
También el Fuego habla de las condiciones energéticas del lugar en donde se enciende. Por
ejemplo, hay lugares donde el Fuego (sin ningún estímulo externo) se consume muy rápido, y
hasta se apaga. Esto nos da pautas de que en el lugar falta espiritualidad, o que a la persona a la
que le está pasando en ese momento le falta desarrollarla. Cuando el Fuego arde mucho, echando
chispas, en un lugar en particular de la casa que estamos limpiando, demuestra que ahí hay algo
fuerte para quemar; pueden ser desde energías nocivas hasta entidades que estén rondando por el
lugar. En todo momento el Fuego nos hablará de los estados de los lugares, personas o cosas, si lo
sabemos “oír”.
El camino de la Sacerdotisa es el descubrimiento del Fuego interior, el Sol interior sagrado, el
descubrimiento del alma, del espíritu puro que es capaz de alimentar, de dar calor, y no
desbordarse, generando para sí misma y para los demás la protección y el amor que guiará este
nuevo tiempo. Como Sacerdotisa debes trabajar estas pasiones, este amor y tu propia evolución
para contribuir con tu Fuego a la Llama Divina del nuevo tiempo de la humanidad, en la que el
Amor sea el que dé la Luz necesaria para la evolución planetaria.
Dentro de las historias y leyendas del fuego, hay un cuento que para mí simboliza el despertar de
una Sacerdotisa, el despertar del Fuego interior y el desarrollo de la intuición y la conexión
Divina. (Simone, Mónica. 2008)

LUNA
¨Cuando haya luna llena, debéis salir a bailar y a divertiros, aunque no os coincida con el fin de
semana. Observad vuestro nivel de energía; os daréis cuenta de lo activas y poco cansadas que os
sentís hasta altas horas de la noche. La luna llena sólo resulta apropiada para los rituales, el amor
y las fiestas. Si toda ésta energía se ve reprimida, debéis ir con cuidado por la calle porque puede
haber peleas. También se recomienda conducir con cautela, porque los conductores se hallan bajo
la influencia de la luna y ésta todavía los vuelve más locos de lo normal. Cuando leáis algo sobre
las festividades de la luna celebradas por otras culturas, convertidlas en un acontecimiento
vuestro. No importa en qué lugares del mundo hayan podido sobrevivir estas maravillosas
festividades. Tan sólo existe un mundo, un planeta y una luna¨. (Budapest, Zsusanna. 2009)
La influencia de la luna es observada desde la antigüedad. En la naturaleza, la luna mueve las
grandes masas oceánicas de la Tierra, las mareas y el agua en general. Más de 85% del cuerpo
humano está compuesto de agua, la Luna influye en el cuerpo y en las emociones.
La Luna para la mitología es la Diosa Madre, la Reina del Cielo. Expresa el aspecto femenino,
contenedor, nutriente, cálido de la persona, el vínculo con lo femenino y la maternidad. En las
mujeres rige el útero, el ciclo de menstruación, de gestación y las mamas con que se alimentan los
hijos. La luna alimenta la imaginación, los sueños. En el plano anímico: los humores, el instinto y
la hipersensibilidad. La luna simboliza el aspecto más inconsciente del ser humano, está ligada a
la memoria que guarda el inconsciente, las emociones, sentimientos, hábitos y creencias
incorporadas en la niñez y que subyacen en la personalidad
 Las fases lunares y el cuerpo humano: “Las fases lunares son en esencia las que
determinan el grado de movimiento y turgencia interna de los fluidos (como se indica en
el gráfico). En la práctica toda actividad que signifique sobrecarga, daño o herida de
cualquier naturaleza al cuerpo deben ser evitadas bajo la influencia de las lunas llena y
nueva y, por lo tanto deben practicarse con las lunas creciente y menguante.
Contrariamente, toda actividad que represente beneficio a través de plantas medicinales,
tratamientos energéticos u otras prácticas médicas en las que no existan efectos
secundarios, debe elegirse las fases de luna nueva y luna llena.
 El ciclo de las fases lunares marca períodos alternados de actividad (crecimiento) y
descanso (conservación), estos momentos deben escogerse de acuerdo al objetivo de la
actividad que realizamos. Así, toda actividad cuyo objetivo sea el de lograr la
regeneración o un buen crecimiento debe realizarse en los días posteriores a las
cuadraturas lunares hasta antes de la luna llena o luna nueva; y toda actividad cuyo
objetivo sea lograr la conservación o eliminación definitiva de algo, debe realizarse en los
días posteriores de luna nueva y luna llena.
 En el tratamiento de enfermedades infecciosas y sus posibilidades de contagio debe
tenerse especial cuidado durante la luna nueva, pues en esos días es cuando más se
multiplican bacterias y otros organismos patológicos.
 Los mejores momentos para intervenciones quirúrgicas debe elegirse los días de las "lunas
armónicas", sextiles o trinos lunares, de acuerdo al objetivo de la misma.
 La fuerza de las fases lunares se encuentran en íntima relación a la distancia de la Luna
con la Tierra en un momento determinado. Las lunas con mayor cercanía o
fortalecimiento lunar y las lunas a mayor distancia o debilitamiento lunar.
 Los procesos de acercamiento y alejamiento de la Luna en relación a la Tierra (Perigeo -
Pg, Apogeo - Ag) definen una concentración del impulso en los procesos metabólicos de
estructura o regeneración interna cuando la luna se aleja "verticalmente" desde el perigeo
lunar (Pg) al apogeo lunar (Ag) y; un mayor impulso en los procesos metabólicos de
regeneración externa cuando la Luna se acerca desde el apogeo lunar (Ag) al perigeo
lunar (Pg).
 La declinación lunar genera un efecto de alejamiento-acercamiento de la Luna con
respecto a una latitud terrestre. Este movimiento da una mayor acción en los procesos
metabólicas internos y externos de acuerdo a la latitud geográfica. Así, si la declinación
lunar va alejándose de la latitud donde vivimos su acción se manifestará en los procesos
internos; si por el contrario la Luna se está acercando su acción dominante se manifestará
en los procesos externos.
 El paso de la Luna delante cada constelación zodiacal y su elemento asociado influirá
energéticamente en cada actividad aportando cualidades particulares en el momento que
esta se realice, para ello se debe guiar por la información relacionada con la influencia de
las constelaciones en las actividades recomendadas.
 En todo proceso de curación se debe observar la fase lunar de nacimiento del paciente
pues, durante esos días el paciente tiene mejor disposición para mejorarse.
 Toda actividad debe realizarse con la mayor disposición de ánimo y pensamiento, con
mucho respeto y Amor hacia la persona o el objeto de nuestro interés. (Bakach Sevilla,
Santiago. 2011)

Los calendarios primitivos eran principalmente calendarios lunares, es decir, los meses del año se
contaban por ciclos completos de la Luna, por ejemplo, desde una luna nueva hasta la siguiente
luna nueva. Una lunación dura, como promedio, 29 días, 12 horas y 44 minutos. Un año de 12
meses lunares es unos once días más corto que un año solar de 365 1/4 días.
Es así que los cambios de las posiciones relativas de la Tierra, la Luna y el Sol producen las fases
lunares. El porcentaje de la superficie lunar iluminada por el Sol que podemos ver desde la Tierra
cambia, este ciclo se repite periódicamente cada 29,5 días.
 Luna nueva: Cuando la Luna está en conjunción, su lado oscuro mira directamente hacia
la Tierra, por lo cual debería resultar invisible. A pesar de esto, es posible observar el disco
lunar a causa de la luz solar que la Tierra refleja sobre él. Es la fase propicia para gestar,
sembrar la idea en el interior, la esperanza, el deseo o la iniciativa concreta. Es el
momento ideal para la meditación y la introspección. Es el mejor tiempo para iniciar
nuevos proyectos, para comenzar cualquier tipo de cura depurativa; es la indicada en la
agricultura para arar, podar, efectuar injertos, eliminar las hierbas parásitas o aplicar un
tratamiento a una planta enferma. En esta fase se trabaja los círculos de mujeres y
también los arquetipos ancestrales femeninos.
 Cuarto creciente: Los días que siguen a la Luna nueva, se suceden fases crecientes en las
que el porcentaje iluminado de la cara visible de la Luna aumenta progresivamente, hasta
llegar a verse iluminado la mitad del hemisferio lunar. A medida que la luna va creciendo
en luz, el organismo está más predispuesto a crecer y expandirse. Es el período de la
acción. En esta fase aquello que se ha sembrado está en desarrollo, toma impulso, se
multiplica.
 Luna llena: Las fases crecientes continúan aumentando hasta que la Tierra se encuentra
entre la Luna y el Sol, lo que permite que desde la Tierra pueda verse iluminado la
totalidad del hemisferio lunar. Es la fase de culminación y expresión. Los procesos se
hallan en su máxima expresión. La luna, llena de luz, inquieta los ánimos, desata las
emociones y el organismo tiende a alterarse con más facilidad. En esta fase se trabaja los
círculos de mujeres como también el trabajo individual de la sombra y los arquetipos
sexuales femeninos.
 Cuarto menguante: Son los días que siguen a la Luna llena, las fases menguantes en las
que el porcentaje iluminado de la cara visible de la Luna disminuye progresivamente,
hasta llegar a verse iluminado la mitad del hemisferio lunar. Las fuerzas y las energías se
vuelcan hacia el interior, un tiempo de disminución, es la oportunidad para la reflexión y
la introspección. En esta fase la luna decrece en luz, influye en el cuerpo con la tendencia
a desprenderse de todo lo que sobre: se facilita la eliminación de líquidos, grasas y
toxinas, es buen periodo para comenzar una dieta de adelgazamiento o una cura de
desintoxicación.
La Luna es una influencia Cosmobiológica poderosa que tiene efecto en una persona, esto se debe
a que es el satélite más cercano de la Tierra. A La Luna se le asocia: las emociones, sensibilidad, a
la mujer, a la madre, hermanas, y parientes femeninos en general, etc. No solo se limita a la
mujer, en el hombre también tiene una enorme influencia en su lado femenino de la psiquis.

CÍRCULOS DE MUJERES
"Un círculo de mujeres es un espejo multifacético en el que cada mujer se ve a sí misma reflejada.
El círculo es un ritual sagrado, es un encuentro de mujeres implicadas en una manifestación
artística capaz de cambiarse a si mismas y al mundo…" (Bolen, Jean Shinoda. 2010)
Las mujeres son un ciclo constante. En la dinámica del circulo se une lo masculino y lo femenino
que expresa la perfección y el cambio mostrándonos la geometría divina en la inexistencia de
aristas y ángulos; que comprende todas y cada una de las manifestaciones de la naturaleza
femenina, el útero-madre. En el círculo de mujeres, la vida se expone, se escucha, se entiende y se
aprende. El motor del cambio está en las mujeres porque son las candidatas naturales y sus
cuerpos son el escenario vivo de los ciclos del nacimiento, muerte y resurrección. (Acamer,
Amelia. 2011)
En círculo, Ancianas, Madres y Doncellas desde cientos de años atrás se reunían para compartir
sus vidas, sus aprendizajes, sus penas y alegrías, formando una contenedora Matriz de Amor,
Complicidad, Hermandad, Intuición y Sanación. Las abuelas compartían su sabiduría, su
experiencia y sus secretos, las madres su potencial creativo y las jóvenes su vitalidad e inocencia,
todas impregnadas de la misteriosa experiencia de Ser Mujer, compartiendo sus riquezas en todas
las generaciones. En Círculo, En Comunión, En Receptividad.
Un circulo de mujeres es un lugar abierto para compartir y profundizar en los misterios de lo
femenino así como en la íntima experiencia de ser mujer, permite conectarse con las virtudes
femeninas desde su esencia, se abren las puertas hacia el amor, la receptividad, la entrega, la
incondicionalidad, la apertura, el servicio, la fraternidad ,la frescura, la sabiduría, la suavidad, la
delicadeza, la dulzura, la intuición, el misterio, lo oculto, la fortaleza interna, la común-unión:
De mujeres y hombres.
El círculo de mujeres es un espacio para reconocer las bendiciones que les fueron dadas a las
mujeres al nacer como Mujeres y desde allí reaprender a honrar lo Masculino en comunión y con
la Paz en los corazones, reconciliar la eterna lucha de los opuestos y poder ir aún más allá, pues lo
femenino y lo masculino son patrones universales –arquetipos– de la psique humana y del
inconsciente colectivo, y no están restringidos a un género.

ARQUETIPOS ANCESTRALES
MASCULINOS
EL PADRE
REY – EMPERADOR
El Rey encarna la centralidad del poder que transmite el orden correcto de las cosas y de uno
mismo.“Tiene un contenido sagrado, ordenador y creador, al servicio del reino y del cosmos. Es,
cuando menos, una energía generadora, renovadora y eterna que, como los antiguos mitos e
historias, trasciende el cuerpo. Los ejes fundamentales en la figura del Rey son: el orden/la
creación, la fecundidad y la bendición. Cuando la energía del Rey no se manifiesta o bien es débil
e inmadura, las familias se desordenan, y se vuelven caóticas.” (Navarro, Joan Miquel. 2011)

EL PADRE COMO APOYO EMOCIONAL


La función del padre tiene dos tiempos: la primera se refiere al sostén entre los cero y los dos
años, y el segundo se refiere a la separación, después de los dos años del niño, que coincide con el
momento en que el niño empieza la separación emocional de la mamá para construir su propio
yo. El apoyo es una actitud difícil de comprender para madres y padres en los tiempos
postmodernos. En donde el sostén del apoyo se refiere al cuidado y la contención, que son
ejercidos por el padre hacia la madre para que ella pueda cumplir con su rol de madre. Para esto
se requiere una actitud muy activa de parte del padre. (Gutman, Laura. 2000)

SOSTENER LA MATERNIDAD
1. Facilitar la fusión mamá-bebé, permitirla y defenderla. Para que una madre esté en
condiciones de sumergirse en la fusión, necesita despojarse de todas las preocupaciones
materiales y mundanas. Precisa tener delegadas todas las tareas que no son
imprescindibles para la supervivencia del niño; es decir, todo lo que no se refiera a
amamantar, acunar, calmar, higienizar, alimentar y apoyar al recién nacido. Las tareas
domésticas, el cuidado de hijos mayores, la organización del hogar, el dinero, los
conflictos con otras personas, las relaciones interfamiliares, la salida al mundo y las
decisiones mentales deben ser resueltas por el hombre, tomando decisiones pertinentes
para liberar a la madre del reino de lo terrestre. Para la mujer puérpera es un período
celestial, en el que su conciencia opera más allá de la lógica y la causalidad. Es necesario
estar despojadas de pensamientos racionales para admitir que atravesamos una realidad
milagrosa y sin sentido aparente. La vida cotidiana continúa con sus exigencias y ritmos,
y es justamente tarea del hombre hacerse cargo de organizar y dirigir la rutina doméstica.
2. Defender de la fusión del mundo exterior, apabullados por los consejos, las críticas, los
sermones que circulan acerca de lo que «hay que hacer». Resguardar el nido. Ser un
intermediario, constituirse en muralla entre el mundo interno y el mundo externo. Casi
todo lo que llega del mundo exterior resulta hostil a la madre, porque funciona en una
frecuencia demasiado elevada y veloz para la sutilidad del recién nacido y desequilibra el
mundo emocional de la mujer puérpera. Las madres fusionadas necesitan un defensor
aguerrido que le permita retrotraerse a su función específica sin necesitar armarse contra
el afuera. Toda energía dispersa en defenderse es energía perdida para la crianza del
niño. Concretamente, el hombre debería velar para que la madre y el niño dispongan de
silencio e intimidad, para que haya pocas personas en la casa o sólo las que la mujer
requiera, y proveer al nido sólo lo necesario en alimento, confort y tranquilidad. Es
interesante observar a la mayoría de las aves: el macho entra y sale del nido acercando
alimento y vigilando que ningún intruso se acerque, mientras la hembra no se mueve del
nido.
3. Apoyar activamente la introspección, es decir, permitir que la madre explore la apertura
de su sombra vivenciando con libertad e intimidad la experiencia del florecimiento de su
madre interior. El apoyo y el acompañamiento afectuoso permitirá a la madre no
asustarse de sus partes ocultas, confiar en el proceso y saber que hay una mano tendida
para tomar en los tramos más duros. No importa si el hombre comprende o no de qué se
trata, sólo importa saber que algo sucede, y que tal vez la comprensión racional aparezca
más tarde. No hay mucho para comprender, es tiempo de atravesar.
4. Proteger. Hay muchas maneras de proteger; en nuestra sociedad esto se refiere
principalmente a lo económico: es el padre quien consigue, gana, administra y organiza
el dinero del hogar para cubrir las necesidades básicas de la diada mamá-hijo. Liberar a
la madre de estas preocupaciones le permite sostener la fusión y la maternidad del
período inicial. El hombre conserva espacio psíquico disponible para tomar decisiones,
buscar ayuda, organizar el funcionamiento familiar y resolver cuestiones del mundo
material.
5. Aceptar y amar a su mujer. Lo esencial en este período es no cuestionar las decisiones o
intuiciones sutiles de la madre, que surgen como torbellinos incontrolables, ya que
responden a un viaje interior en el cual está embarcada y del cual no tiene el control. Por
lo tanto, no tiene elementos para justificar sus sensaciones, pues atraviesa una
transfiguración de su existencia y un despliegue indescriptible de recuerdos, necesarios
para la fusión y para su «devenir consciente». El padre no puede constituirse en un
enemigo de las sensaciones ilógicas, dando consejos, discutiendo las mínimas decisiones
sobre cómo alzar al bebé, alimentarlo o dormirlo, denigrando el proceso de regresión
psíquica ni imponiendo sus ideas sobre la educación correcta del hijo de ambos. No es
tiempo de discusión. Es tiempo de aceptación y observación. Es tiempo de contemplación
sobre «cómo suceden las cosas». (Gutman, Laura. 2000)

CONFUSIÓN DE ROLES
Hay gran confusión acerca del rol de los padres en esta época de pérdidas de identidad. No es
fundamental que un padre cambie los pañales o que haga dormir al bebé, aunque siempre sea
una actitud bienvenida para la madre agotada. Sin embargo, en el caso en que el padre se ocupa
de cambiar pañales pero no está en condiciones de sostener emocionalmente a la mujer, el
desequilibrio familiar es inmenso. Toda mujer puede cambiar los pañales a su bebé, pero ésta o
cualquier otra tarea se vuelve inconmensurable si no cuenta con suficiente sostén emocional.
Los padres creen entonces que no tienen nada importante que hacer si la madre es la única que se
ocupa del bebé. Sin embargo, en la medida que activamente sostenga a su mujer, queda por
completo involucrado en la tríada. No es necesario que el padre esté dentro del torbellino
emocional, porque no es su función. Al contrario, se necesita alguien que mantenga su estructura
emocional intacta sosteniendo el mundo material para que la madre no se vea obligada a
abandonar el mundo emocional en el que se halla sumergida. El padre no tiene que hacer de
madre, tiene que apoyar a la madre en su rol de maternidad.
Los roles familiares se establecen inconscientemente desde la constitución de la pareja:
Mujer  Hombre
Durante el noviazgo o la convivencia sin hijos, tanto el hombre como la mujer conservan espacios
propios (estudio, trabajo, relaciones personales afectivas), aunque la mujer habitualmente
sostiene emocionalmente al hombre (lo ayuda a estudiar para licenciarse en la facultad, mantiene
una relación amable con los padres de él más de lo que él mismo establece, se ocupa de los hijos
de su primer matrimonio, acomoda sus horarios acordes a los de él, etcétera). Esto lo forjamos
con total espontaneidad y amor, conservando espacios propios, afectos e intereses personales.
Cuando nace el primer hijo, la mujer retira el sostén hacia el hombre para prodigarlo al bebé. El
esquema que establecen sin darse cuenta es el siguiente:
Padre Madre  Hijo
La mujer, acostumbrada a procurar afecto y sostén a alguien, retira el sostén hacia el hombre
para guiarlo hacia el hijo al que debe criar. Así el padre queda excluido de la diada, y la madre
termina sin apoyo para la crianza del niño. Este funcionamiento produce insatisfacción e
infelicidad para todos: el padre se siente solo, celoso, abandonado e inútil; la madre se siente
desamparada, sola, agotada y ocupada con menesteres que nos son propios del puerperio.
También se establece en algunos casos el siguiente esquema:
Madre
/ \
Padre Hijo
Es decir, una madre que es sostenedora tanto del padre como del hijo. Un padre infantil
reclamando atención. Un hijo a veces desplazado del lugar desde donde recibir atención.
En un esquema equilibrado y armónico, la pareja debería constituirse con un funcionamiento
similar al siguiente:
Mujer <—> Hombre
Se refiere a un sostén emocional de ida y vuelta. Cada miembro de la pareja se ocupa y satisface
las necesidades y deseos del otro, apuntando al bienestar y al equilibrio de ambos. En estos casos,
cuando nace el hijo, se establece un intercambio así:
Padre —> Madre —> Hijo
Se refiere a un padre que sostiene emocionalmente a la madre, que sostiene emocionalmente al
niño. La flecha que va del hombre hacia la mujer ya estaba en funcionamiento antes de la
aparición del hijo real; por lo tanto, no se transforma en un problema para el padre «sostener» a
su mujer. La flecha que apuntaba desde la mujer al hombre cambia transitoriamente de rumbo
hacia el recién nacido, garantizando una cadena de apoyos para una maternidad feliz.
Lamentablemente, las mujeres están tan perdidas de si mismas, se conocen tan poco y se
encuentran tan infantilizadas, que suelen formular peticiones desplazadas. Por ejemplo: la madre
necesita que el marido la abrace, pero en lugar de hacer claramente la petición, pide al hombre
que bañe al niño. El padre responde con exactitud a la petición. Sin embargo, la madre queda
insatisfecha (ha dejado el baño mojado, la temperatura no era la adecuada, el niño ha llorado,
etcétera). En realidad, su necesidad original (el abrazo) no fue formulada, por lo tanto, no pudo
ser complacida. Es importante el anterior ejemplo porque las mujeres suelen confundir «sostén»
hacia la madre con «ayuda en la crianza del hijo». Y son dos situaciones bien distintas. Una madre
sostenida (en este caso bien abrazada) puede bañar al niño sin mayores inconvenientes.
En la crianza de los niños no son fundamentales las decisiones intelectuales, sólo actúan las
posibilidades emocionales. Cuando el padre está unido a la diada a través del sostén emocional a
la madre, queda involucrado, constituyendo de esa forma la tríada.
Hoy en día, infinidad de padres ignoran casi todo sobre el funcionamiento y el rol paterno, y
arriban a esta realidad con el mismo nivel de orfandad con que muchas mujeres llegan a la
maternidad. Cuanto más «huérfana» emocionalmente hablando se haya constituido la psique del
padre, más dificultades encontrará para proteger y sostener el hogar. Con frecuencia quedará
«fuera» de la escena, desplazado en el amor, reclamando atención desde una actitud infantil y
solo (obviamente se refiere a la soledad primaria del padre interior). Convertirse en pareja de
padres requiere apoyo mutuo. (Gutman, Laura. 2000)

¿Y QUIÉN APOYA AL PADRE?


1. Prioritariamente, el hombre está sostenido por su propia estructura emocional, que no fue
devastada por la erupción del volcán interior después del parto. Sin heridas físicas ni
psíquicas, equilibrado e íntegro, emocionado y conmovido por la presencia del niño,
conserva intactas sus capacidades intelectuales y su conexión con el mundo. Esa
estructura emocional, que puede ser más o menos sólida, ha sido construida desde la
infancia y es su principal bastión para enfrentar las crisis vitales. En definitiva, cuenta
con lo que ha logrado construir dentro de sí, que se mantiene inalterado.
2. Está sostenido por el trabajo, su lugar de identidad y de posición social. El ámbito donde
genera dinero, donde conserva un puesto fijo a ojos de los demás, donde es reconocido
por sus aptitudes físicas o intelectuales. Es una esfera personal a través de la cual se
reconoce a sí mismo, es su punto de contacto seguro con el mundo exterior.
3. También lo sostienen la posición profesional, el prestigio, el poder que otorga el dinero, la
valoración social de su lugar en el mundo, su crecimiento personal o laboral, sus
inquietudes, su autonomía en los movimientos y en la disponibilidad del tiempo propio.
4. Y lo sostiene, además, una realidad pequeña pero poderosa: ¨el tiempo de ocio¨. Esos diez
minutos que se toma para leer con tranquilidad el periódico y que resultan tan
envidiables para la puérpera ¨que aún no ha encontrado la ocasión para ir al lavabo¨. La
media hora de la que dispone para jugar su partido de tenis, el tiempo riguroso que
dedica a su aseo personal, su siesta (que puede ser causa de divorcio en período puerpe-
ral), en fin, la autonomía y libertad que se otorga independientemente del nacimiento del
niño, que ha alterado sustancialmente el ritmo cotidiano de la madre pero que apenas
molesta al hombre en las noches interrumpidas por el llanto del recién nacido. El ocio es
un apoyo fundamental para el equilibrio emocional del hombre, y es indispensable
recordar que en la familia es el único acreedor de tan preciable beneficio. (Gutman,
Laura. 2000)
Cuando los hombres se quejan ante las peticiones desmedidas de las mujeres (que por lo general
son peticiones desplazadas), es importante revisar si el hombre es capaz de sostener emocional y
económicamente a su mujer y si se halla ubicado en un lugar infantil desde el cual cree estar solo
y sin ayuda de nadie. Es pertinente, además, llevar a la conciencia la lujuria de sostenes sociales
que los hombres reciben por el solo hecho de ser lo que son: hombres en un mundo masculino.
(Gutman, Laura. 2000)

EL ROL DEL PADRE COMO SEPARADOR EMOCIONAL


Entre los veinte y los treinta meses, el niño empieza a desprenderse de la fusión emocional con la
madre anunciándose a sí mismo como ser separado: yo. Es el momento ideal para que el padre
intervenga quebrando la fusión en el tiempo adecuado, liberando tanto a la madre como al niño.
La tendencia femenina es hacia la fusión. La tendencia masculina apunta a la separación. Por eso,
una madre no puede producir sola la separación necesaria cuando llega la hora.
En el padre moran dos intereses genuinos: recuperar a su mujer como sujeto sexual y de amor
por un lado; y por el otro, relacionarse directamente con el hijo, ahora que se ha convertido en
«algo más parecido a una persona». Recuperar a la mujer amada: con este deseo como motor
básico, el padre cumple con su rol de separador, dirigiendo su energía hacia el restablecimiento
de la pareja. Prevalece sobre todo el genuino deseo de recuperar a su compañera, sintiendo que
ya es tiempo de volver a la normalidad. El niño no parece necesitar la presencia tan abrumadora
de la madre y la deja disponible para recuperar una porción de vida normal.
Este período de acercamiento entre el hombre y la mujer coincide con el proceso de separación de
la fusión que viven simultáneamente madre e hijo. El niño se va convirtiendo en «yo soy» y la
madre va recuperando también su «yo soy separada del niño», recobrando el modo original—y
provisoriamente perdido— de transitar por el mundo terrenal. Para lograr la separación
emocional, es un alivio para la madre que el hombre la reclame.
En esta reconquista de espacio psíquico disponible. ¨suele aparece el segundo embarazo¨. De
hecho, casi todos los hermanos cuentan una diferencia entre dos y tres años, porque cuando una
madre va emergiendo de la fusión, está en condiciones de volver a empezar.
El padre separa cuando detiene al niño diciéndole: «Esta mujer es mía», «Ahora estamos mamá y
yo conversando y tienes que esperar», o bien: «Esta salida es sólo para nosotros dos; quiero salir a
solas con mamá».
Este período se caracteriza por una «vuelta a la normalidad» en la pareja. En una familia
armónica se representa con el siguiente esquema:
Madre <—> Padre
\ /
Hijo
Los padres retoman un vínculo recíproco de sostén, y ambos sostienen la crianza del niño.
Relacionarse directamente con el hijo es posible ahora que el hombre tiene un interés genuino.
Muchos hombres aseguran que logran vincularse bien con los niños cuando «se puede
conversar». Justamente coincide el inicio del lenguaje verbal con el período de separación
emocional, entre los dos y los tres años. El padre se introduce en la relación directa con el niño
llevándolo hacia el mundo social, el afuera, el deporte, las actividades, el trabajo, la oficina, la
aventura, etcétera. El padre es quien sienta al niño frente al volante del coche, lo lleva a pescar, le
enseña trucos.
En definitiva, son los padres quienes colocan a los niños en el mundo adulto. Esa tarea es
contradictoria para las madres. De hecho, la adaptación a la guardería o a cualquier situación
nueva resulta más exitosa si es el padre quien acompaña en el desprendimiento. La separación es
masculina, y la fusión es femenina. Pretender hacer lo que le toca al otro por naturaleza nos
somete a malas experiencias. Es indispensable conocer los tiempos reales de maduración del ser
humano para adaptar nuestros deseos a la esfera de lo posible. En este sentido, si un padre
pretende «recuperar» a su mujer a los 3 meses de haber parido, sencillamente va a someterla a su
deseo o necesidad personal en oposición franca a las posibilidades sensatas de la diada. (Gutman,
Laura. 2000)

OTROS SEPARADORES
Cuando no hay un padre presente o bien el padre no logra actuar como separador, la madre
necesita permitir que algo o alguien ocupe ese rol.
El ideal para una mujer es responder al llamado de la persona amada que la obliga a separarse
lentamente del niño fusionado. Por eso, a partir de los dos años de edad del niño es recomendable
que la mujer busque un señor que le guste y con quien tenga deseos de compartir situaciones de
adultos. Esta búsqueda de espacios personales libera al hijo de la madre forzándola a explorar
otros vínculos.
El rol de separador también lo puede cumplir un abuelo, o un amigo de la mamá que esté
relativamente presente en la vida cotidiana. Es alguien en quien la madre confía y se siente
sostenida. Lo ideal es que sea un niño. No se trata de otra mujer que ayude en la crianza, porque
en esos casos se establece una fusión de a tres. Hablando de separación, se necesita la presencia
de un hombre.
Si no hay ningún individuo cercano que ejerza el rol de separador, a veces puede ser
reemplazado por un trabajo que a la madre le interese de corazón, o una tarea creativa, o la acti-
vidad política, que a menudo son fuentes de energía. También intereses artísticos, culturales,
sociales, que la madre asume con conciencia sabiendo que producen en ella la adrenalina
necesaria para continuar activas más allá del cuidado del niño. Esto ocurre por ejemplo cuando la
madre consigue separarse del hijo excusándose felizmente: «Ahora no juego porque me voy a
trabajar, o a mi clase de teatro». Si el trabajo es gratificante, para la madre resulta liberador
conectarse con espacios personales y adultos.
En los casos en que no haya persona ni situación que ocupe la función separadora, es necesario
inventarla a partir de los dos años del niño. De lo contrario, la relación fusional extendida en el
tiempo puede ser abusiva hacía el niño, atendiendo las necesidades afectivas de la madre (que
retiene al niño para no quedarse sola) en lugar de resolver los problemas pendientes como
adultos liberando al niño y permitiéndole transitar su propio camino. En estos casos, la madre
debe realizar las dos funciones: sostenerse a sí misma para la fusión y sostenerse a sí misma para
la separación.
Por último, solemos confundir «separación» con «autoritarismo». El padre o la persona que la
suplante no necesita, ser rígido ni autoritario para decir «no». Ni las madres precisan amenazar
con la presencia del padre para obtener resultados. «Vas a ver cuando venga tu padre» se
constituye en un pésimo sistema en el cual todos perdemos autoridad. El padre puede separar
cariñosamente. Autoridad es erguirse sobre su propio eje. Cuando cada mujer actúa su rol
correspondiente, se nos concede autoridad. En cambio, un padre violento que pega para hacerse
oír pierde crédito frente a los hijos y no está en condiciones de realizar la separación. La
autoridad la conserva si tiene conciencia de su lugar de separador emocional y si puede decir
amorosamente: «Mamá es mía y yo te acompaño a acostarte porque mamá está muy cansada y
quiere dormir». Dentro de la pareja, cualquiera puede aportar claridad al otro sobre el rol para
lograr funcionalidad. Es conveniente saber acerca del rol del otro, y que el otro sepa sobre
nuestro propio rol.
En la manifestación de enfermedades o conductas molestas de los niños, cuando son mayores de
dos años y hay un padre que cumple con su rol de separador emocional, suelen manifestar
también la sombra del padre. (Gutman, Laura. 2000)

EL GUERRERO
El Guerrero tiene que unir fortaleza, competencia y resistencia al dolor; “la habilidad, el poder y
la precisión”, “el control de lo psicológico y el físico, el interior y el exterior... la capacidad de
soportar el sufrimiento...” (Moore y Gillette; 1993). "La energía del Guerrero, pues, aunque posea
otros atributos, está presente universalmente en los hombres y en las civilizaciones que creamos,
defendemos y extendemos. Es un ingrediente vital de nuestra edificación del mundo y representa
un papel importante en la difusión de los beneficios de las más altas virtudes humanas y de los
logros culturales a toda la humanidad. Pero, también es cierto que la energía del Guerrero a veces
se desborda. Cuando esto sucede, los resultados son devastadores.” (Moore y Gillette. 1993)

La agresividad es un componente esencial del guerrero, pero se trata de una agresividad sana que
tiene como objetivo hacer frente a los problemas de la existencia, que huye del exceso, porque
siempre la acompaña la conciencia lúcida de las propias limitaciones. De todas maneras, el
guerrero ha de desarrollar también los otros arquetipos, porque, de lo contrario, su indiferencia
emocional hacia todo aquello que no se relacione con su causa -incluidas las relaciones humanas
primordiales-, le puede convertir en un ser sádico y masoquista. Cuando eso ocurre, aparece
entonces una crueldad agresiva que tiende a descargarse sobre las mujeres y los más débiles, o
sobre la propia persona.
"El Guerrero es un asceta, emocionalmente distante a todo aquello que no tiene relación con su
causa (p. e. el matrimonio). Por esta razón, el Guerrero ha de relacionarse con el resto de
arquetipos masculinos, porque de lo contrario los resultados pueden ser desastrosos.(...) La
indiferencia guerrera a las relaciones humanas provoca, a menudo, problemas. Aparece entonces
el Guerrero Negativo, sádico y masoquista. El Guerrero sádico se encuentra en los hogares donde
la violencia doméstica es práctica común, en los trabajos donde los encargados y superiores
atormentan a los trabajadores con exigencias constantes. Desde un punto de vista psicológico,
todo obedece a una inseguridad fálica transmutada en miedo y crueldad agresiva con el sexo
femenino y con las personas más débiles en las relaciones de poder socialmente establecidas. A
menudo el sadismo desemboca sobre la propia persona; éste es el caso de aquél que se debe a su
trabajo y que olvida o margina al sus seres más próximos de manera extraordinaria (p.ej. su
propia salud, su familia...)." (Navarro, Joan Miquel. 2011)

EL MAGO
El Mago personifica el pensamiento y la reflexión, la seguridad del sí mismo maduro que es
“inamovible en su estabilidad, centralizada y emocionalmente fría” (Moore y Gillette; 1993). Pero
el arquetipo del mago o su sombra el amo también comporta el riesgo de autodestrucción, si la
autoridad conseguida lleva a desarrollar un sentimiento de superioridad frío y cínico, y el poder
conseguido se utilizan para manipular y dominara los otros. “Fue el Mago Negativo el que nos
entregó en los días más negros de la Segunda Guerra Mundial, no sólo la tecnología de los campos
de concentración sino también el arma terrible que aún pende sobre nuestras cabezas. El dominio
de la Naturaleza, una función del Mago, está perdiéndose y con resultados incalculables que ya
percibimos. Detrás de los ministerios de propaganda, los informes de la prensa controlada, las
noticias censuradas y las carreras políticas orquestadas de manera artificial, yace el rostro del
Mago como Manipulador.” (Moore y Gillette citado en Navarro, Joan Miquel. 2011)
EL AMANTE
El Amante completa este conjunto de arquetipos y se caracteriza por la pasión y el misticismo
y “por la degustación de los placeres de la vida. El sibarita, el coleccionista, el contemplativo...son
amantes”. "El hombre bajo la influencia del Amante no quiere detenerse en los límites creados por
la sociedad. Se rebela contra su artificialidad. Su vida es complicada y nada convencional: el
estudio del artista, el estudio del creador (...) se opone a la ley en este sentido amplio, vemos en su
vida el enfrentamiento con la vieja tensión entre la sensualidad y la moral, entre el amor y el
deber”. (Moore i Gillette 1993 citado en Navarro, Joan Miquel. 2011)

LA SOMBRA MASCULINA

EL MACHO
El arquetipo del macho se ve representado en el machismo, expresión derivada de la palabra
"macho", se define como la "actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres".
Una definición más amplia dada por algunos movimientos feministas lo define como "el conjunto
de actitudes y prácticas aprendidas sexistas llevadas a cabo en pro del mantenimiento de órdenes
sociales en que las mujeres son sometidas o discriminadas" ; tal definición ha resultado discutible,
pues tiende a degradar en que las diferencias entre hombres y mujeres son siempre de origen
social y negativas, originándose movimientos complementarios que sirven como contrapeso a los
sectores de la iniciativa feminista que caen en el hembrismo (también llamado Sexismo inverso),
como el Masculinismo. Se considera el machismo como causante principal de los
comportamientos heterosexistas u homofóbicos. Aquella conducta permea distintos niveles de la
sociedad desde la niñez temprana hasta la adultez con iniciaciones de fraternidades y otras
presiones.
El machismo engloba el conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas
a justificar y promover el mantenimiento de conductas percibidas tradicionalmente como
heterosexualmente masculinas y, también, discriminatorias contra las mujeres. Algunos críticos
consideran también machismo la discriminación contra otros grupos sociales percibidos como
más débiles, como en el caso de hombres cuyo comportamiento, por ejemplo por tener una
preferencia homosexual, no es "masculino" a los ojos de la persona machista. En todos los casos, la
conducta preponderantemente masculina es la dominante. También existe una rica tradición
literaria que prolifera la imagen machista mediante el desdén o maltrato de las mujeres como en
las diversas obras del tema de Don Juan Tenorio. En América Latina hay autores que identifican el
machismo con la "otra cara del marianismo". (Siméon, Rémi.2004)
En ese sentido, se considera que es fruto del machismo que el trabajo menos reconocido o menos
fatigoso sea asignado a las mujeres. También es parte del machismo el uso de cualquier tipo de
violencia de género con el fin de mantener un control emocional o jerárquico sobre ellas. De
hecho, el machismo es considerado como una forma de coacción no necesariamente física, sino
también psicológica, siendo esta forma de expresión protectora una discriminación, ya que se ven
subestimadas las capacidades de las mujeres alegando una mayor debilidad.
El machismo, asimismo, castiga cualquier comportamiento que considere supuestamente
femenino en los varones, lo que constituye la base de la homofobia. Ya que un comportamiento o
preferencia sexual diferente de las que propugna típicamente el machismo, contribuye a diluir la
diferenciación estereotipada del machismo. El machismo es un conjunto de actitudes presentes no
sólo en el comportamiento y pensamiento de los propios varones, sino incluso entre las mujeres.
El machismo ha sido un elemento de control social y explotación sexista en muchas culturas.
Algunos factores mencionados y que podrían ser causa de su continuidad serían: "los
matriarcados". (Siméon, Rémi. 2004)

DISCRIMINACION HACIA LA MUJER


 Diferencia de tratamiento en el caso del adulterio: en algunas culturas, el adulterio, o el
embarazo previo a la concertación del matrimonio son castigadas con la pena capital.
 Necesidad del permiso del varón para realizar actividades económicas.
 Negación del derecho a voto o de otros derechos civiles.
 Educación machista desde las escuelas y la propia familia, por el cual el proceso de
enculturación trata de justificar y continuar el orden social existente. Eso incluye
consideración de valores positivos la sumisión al marido, el matrimonio y la procreación
como una forma preferente de autorrealización. Hasta los movimientos de emancipación
femenina de este siglo muchas de la mejores escuelas universitarias y profesionales no
admitían mujeres como por ejemplo: Princeton, Yale, Harvard, Oxford y Cambridge.
 En ciudades como Nueva York, París y Londres, no fue hasta la segunda mitad del siglo
XX que les fue permitido a las mujeres el uso de pantalones en lugares públicos.
 Discriminación en el ámbito religioso, en países de predominio cristiano, musulmán, en
los ortodoxos judíos, en el hinduismo, etc. En ese sentido, se ha señalado que la Biblia
contiene expresiones consideradas por algunas corrientes como machistas, por ejemplo,
"la esposa de Noé", "las hijas de Lot", "la suegra de Pedro", que son interpretadas como un
indicio de posesión, acentuado al no mencionar el nombre propio de ellas. Otro ejemplo
en el Nuevo Testamento es la expresión en la primera epístola de Pablo a los Corintios
14:34 (Versión Reina-Valera 1909) que dice: "Vuestras mujeres callen en las
congregaciones; porque no les es permitido hablar".
 División sexista del trabajo, por el cual se prefieren a otros hombres en puestos decisorios.
Originalmente la división sexista se fundamentó en la diferente capacidad física y
muscular, en la que los hombres tenían ventaja comparativa. En cambio, en la sociedad
actual la fuerza física perdió importancia, mientras que las capacidades intelectivas y las
habilidades sociales fueron ganándola, lo que ha contribuido a la incorporación de
muchas mujeres al trabajo asalariado. También se refiere a un pago de salario menor a las
mujeres que a los hombres a cambio del mismo trabajo. El comportamiento sexista se debe
a los prejuicios cognitivos de efecto Halo respecto a la fuerza, efecto de carro ganador, y a
otros efectos como falsa vivencia por parte de los que quieren mantenerlo, que más tarde
se convierten en falacias de apelar a la tradición, falacia por asociación y generalizaciones
apresuradas.
 Los medios de comunicación y la publicidad sexista, al realizar ciertas conductas o
modelos como siendo los más adecuados o típicos de las mujeres.
 Inseguridad: Este es un elemento a considerar. Algunos psicólogos han mencionado que si
el hombre o mujer tienen baja seguridad personal pueden sentirse estresados y reaccionar
violentamente ante situaciones que consideran amenazadoras.

MUJERES MACHISTAS
Las mujeres machistas se comportan de la misma manera con cualquier tipo de hombre: los que
se interesan genuinamente por ella, los distantes e indiferentes, los maltratadores o abusivos.
"Tiende a colgarse emocionalmente de sus parejas. Su propia inseguridad hace que él termine por
perderle el respeto y se distancie de ella". (Mansour. 2011)
Aquí aparece el primer error: la mujer dependiente cree que su forma de actuar, sentir y pensar
apunta a consolidar la pareja, pero tarde o temprano lo más posible es que la relación se pierda o
se deteriore. "Esto ocurre no sólo por el varón: la conducta machista genera sometimiento y rabia
al mismo tiempo en la mujer. El resultado es un conflicto interior que incita a complacer y a pasar
facturas, a veces en un ciclo interminable de dolor y confusión". Pero, ¿qué lleva a una persona a
sacrificar su propia identidad, someterse más allá de lo necesario o abandonar sus propios
intereses cuando está en una relación de pareja? La contradicción: una mujer puede ser machista
independientemente de su edad y su nivel socio-cultural. El machismo fluye tanto en las
adolescentes como en las más maduras de todas las escalas sociales. "Aun las mujeres
económicamente independientes y las aparentemente fuertes, cuando llega el momento de formar
pareja, le otorgan el poder al varón. Repiten el mismo modelo materno del que quisieron
diferenciarse", indica la psicóloga. Las influencias culturales y psicológicas varían en cada caso en
particular. Pero algunos errores se mantienen: las niñas son cuidadas para ser dependientes. A
ellas se les fomenta la necesidad de ser protegidas. A los niños, en cambio, se los prepara para ser
fuertes.
A las muchachas se les enseña que, para ser amadas, hay que ser complacientes. Confunden el
hecho de aprender a cuidarse y quererse con ser egoísta. Culturalmente se fomenta la idea de que
el varón es inherentemente superior a la mujer. Tanto se insiste que finalmente ambos terminan
por creerlo. Adolescentes y no tanto tienden a dejarse llevar por fantasías románticas, esperando
la llegada del Príncipe Azul. Aquí las fantasías actúan distorsionando la realidad. Se busca al
"varón salvador", que "resolverá todos los problemas". Estas creencias, alimentadas desde la
infancia, explican por qué la mujer adulta se siente insegura "y busca en su pareja el cuidado,
apoyo y protección que no obtuvo de sus padres", dice la especialista. En esa búsqueda, el
machismo se propaga con todo el encanto y la ternura que es capaz de imprimirle una mujer.
(Sainz, Carola 2011)

EJERCICIOS PARA IDENTIFICAR A LA MUJER MACHISTA


1. Desatiende sus propios intereses (estudios, trabajo, etc.) para ayudar o estar más
disponible para su pareja.
2. Tiende a desvalorizar las propias opiniones, creencias y conocimientos personales cuando
éstos difieren de los del varón (ya sea su pareja o jefe).
3. Deja de lado a los amigos o familiares si él los desaprueba.
4. Generalmente se destaca en el trabajo cuando está sola.
5. Acepta sentirse tratada como "loca o desubicada" por su pareja. Y aún así la justifica.
6. Hace prácticamente cualquier cosa para lograr que no la abandonen (incluidas actitudes
de auto-humillación).
7. Siente que no podrá sobreponerse al fin de una relación.
8. Queda emocionalmente enganchada con un ex marido y cree que jamás podrá volver a
enamorarse.
9. Llega a pensar que ser libre o feliz es contradictorio con tener pareja.
10. Está disconforme con su pareja, pero siente que tiene la culpa de que la relación no
funcione. Si las cosas andan mal es porque ella no es lo suficientemente capaz de lograr
que él la ame.
11. Soporta ser desvalorizada por su pareja y espera que él cambie. También minimiza sus
problemas. Es excesivamente complaciente con el varón.
12. No sabe ni puede poner límites a las conductas masculinas que le desagradan. No sabe
decir que no.
13. Sigue confiando aún cuando hay muestras evidentes de traición de su pareja.
14. Idealiza al hombre y después se enoja cuando él no cumple con sus expectativas.
15. Cambia de opinión y deja de lado sus creencias para conformarlo y no ser cuestionada.
16. Sólo se siente plenamente feliz cuando es querida y aceptada por un hombre.
17. Ni siquiera se siente plena cuando obtiene un éxito profesional.
18. Miente solamente para retenerlo o complacerlo a su pareja. (Mansour. 2011)

EL MACHO DOMINANTE
¨Los machotes muy sutilmente forman creencias y moldean los valores de quienes escuchan, estos
mensajes de machistas que escuchan diariamente, sin saber que son afectadas poco a poco, de
forma alguna están llegando a tu subconsciente, y si son conscientes de ello o no, fluyen en tu
actitud, moldean tus creencias y valores, y en ocasiones determinan tus decisiones. Todo lo que
entra en tu mente de los machistas, ya sea de manera consciente o inconscientemente queda
grabado en ti para siempre e influye en ti. Toda acción esta percibida por un pensamiento y todo
pensamiento es el resultado de aquello que entra y encuentra cabida en tu mente. Por esta razón,
si logras controlar lo que influye el machote en tu mente ya sea a través de audio libros, lo que
lees, o lo que escuchas a través de conferencistas, pues podrás tomar un mayor control de tus
pensamientos y tus acciones.
Las peores creencias que pueden tener los machistas son las creencias auto limitantes, estas
existen cuando ellos creen que están limitados de alguna forma, este es uno de los peores
enemigos del éxito de cualquier persona no nomás en la mujer. Porque el hecho no es de que
otros sean mejores que el o que sean más inteligentes que ellos, la verdad es que si a alguien más
le este yendo bien o tenga una mayor educación que él, la principal razón es porque seguramente
ellos han desarrollado sus talentos y habilidades naturales más que los machistas.. Ellos critican
los que tratan de mejorar y superarse, y piensan que ya se creen superiores, aunque el machote
piensa que siempre tiene la razón y no aceptan a los que tienen más conocimientos que ellos en
ciertas áreas. El nivel de educación para la mayoría del machista se termino en la preparatorio y si
es que terminaron la preparatoria. Sin embargo nunca volvieron a estudiar, abrir un libro,
atender una clase, un seminario, no buscaron ayuda, creen que tienen toda la razón y pueden
dialogar con sus ideas pero no son mas que ideas callejeras, o a lo que yo le llamo “psicología
callejera”.
Los machistas se burlan diciendo que las mujeres piensan mucho en su hogar, en sus hijos, en la
seguridad, en la vida espiritual, y en el amor. Pero no hay nada de malo en ello, al contrario, es lo
que le da equilibrio y fuerza verdadera al mundo. Todo consiste en la educación para un mundo
mejor, pero si les mencionas algo sobre la educación a ellos se espantan. La idea de que el sexo
masculino es superior al femenino supone cierta marginación de la mujer en la sociedad.
Antiguamente la mujer era considerada como un simple objeto, ya que no tenían los mismos
derechos que el hombre, el hombre era superior a ella. Esto desgraciadamente sigue sucediendo
actualmente: maltratos, cargos más bajos en los trabajos, etc...
El machismo también depende de las diferentes culturas, por ejemplo las mujeres afganas se
tienen que vestir de manera que no se les vea ninguna parte del cuerpo, ni siquiera los ojos. No
hay duda de su machismo, sus ideas y su forma de pensar de como se expresan, pero muchos
hombres niegan ser machistas y, sin embargo, utilizan expresiones machistas sin ser conscientes
de ello. Si tenemos en cuenta que nuestra realidad la construimos mediante el lenguaje, un buen
uso del mismo puede hacernos mejores personas…
…Encuentra a una persona que sepa para dónde vas, que apoye tu decisión de triunfar, y que
saque a relucir lo mejor de ti. Hay que ser agresivos, mujer tienes que ser agresiva. Quieres que te
traten bien, exígelo! Aprende a fingir enojo de vez en cuando y usa la agresividad controlada para
lograr tus metas. Quieres que te traten bien, exígelo! Aprende a fingir enojo! Usa la agresividad
inteligente, porque solo de esta forma puedes dejarle ver al machote lo bruto que es, pero con
mucho amor, es una agresividad inteligente que lo cambia, que le produce una transformación
interna, tienes que hacer agresiva, pero con inteligencia¨.( Maldonado, Ricardo. 2011)
MASCULINIDAD
¨…Hablemos ahora sobre el concepto de masculinidad, concepto que ha sufrido modificaciones
sustanciales en los últimos tiempos. Por masculinidad se entiende una serie de significados de
orden social que son dinámicos y se van construyendo de acuerdo a las necesidades y también por
la interacción de "unos con otros". Existen componentes biológicos que pueden influir de alguna
manera, pero esto es en muy pocos de los casos en donde la testosterona (hormona masculina) se
encuentra elevada. También en lo referente a la virilidad está en constantes cambios de acuerdo al
contexto histórico, cultural, social, económico entre otros.
Los hombres tratan de demostrar constantemente su virilidad y masculinidad a través de actos
que se alejen de lo femenino, dicha demostración es constante durante todos los días y toda la
vida. En ocasiones el indicador más evidente de virilidad es la agresividad o la violencia,
ejerciendo esta con quien esté enfrente para ser catalogado como viril, y con esto ha hecho que se
creen una serie de actitudes y de cercos delimitando lo masculino como diferencia de lo femenino
y no con atributos propios y valiosos.
El aprendizaje social y cultural del ser masculino tiene como punto importante el tener bajo
control todas las emociones y sentimientos hacia sí mismo, los demás y las situaciones en general
por lo que desarrollan un espacio emocional más limitado y menos flexible que las mujeres, y
llegan a confundir sus emociones con las expectativas que su grupo social tiene para con ellos. La
masculinidad, como un estereotipo, va siempre unida a determinadas cualidades, sobre todo
asociadas con la fuerza, la violencia, la agresividad y la idea de que es necesario estar probando y
probándose continuamente que se "es hombre". De aquí que generalmente se aborde al hombre
partiendo de dicho estereotipo, sin embargo, hay nuevas aportaciones a la investigación de los
hombres desde la perspectiva de lo masculino, a partir de características positivas.
En nuestro mundo dinámico, se dice que el hombre está transformándose, modificándose y que
actualmente no sólo se está en un momento de transición, sino en una verdadera crisis. Más aún,
como lo dice K. Thompson: "la masculinidad no está en crisis, sino que la masculinidad podría no
existir". Estos modos de ser hombre y por lo tanto de masculinidades nos llevan a concluir que
además del modelo predominante "hay tantas formas masculinas de fracasar como formas
masculinas de tener éxito". El hecho de considerar o partir de que hay sólo una masculinidad en
singular, nos impide generalmente darnos cuenta de la variedad y gran riqueza de la experiencia
de la masculinidad. El hecho de juzgar que sólo hay una masculinidad y que ésta es la "correcta"
nos dejaría a una gran cantidad de hombres, (por no decir a la mayoría) fuera de lo que se
considera como "correcto". Ya se ha visto, que juzgar al hombre o a la mujer desde esa forma
distorsiona, nos lleva a formas de discriminación desde las más sutiles, hasta las más burdas y
hasta grotescas que van en contra de los derechos humanos (de hombres y de mujeres). Como es
el caso de algunos centros de diversión y de otro tipo de establecimientos, en los cuales no se
permite la entrada a las personas por no llenar ciertos requisitos (gente "bien" o gente "bonita", no
homosexuales, no indigentes, no uniformados, entre otras formas de franca y total
discriminación).
El caer en ese tipo de absolutismo, también nos lleva a pensar que entonces habría que considerar
que efectivamente sí hay "masculinidades" pero tratadas desde un punto de vista diferente, de lo
que es correcto, "bueno" y de lo que es "malo"; por lo tanto para los grupos predominantes en
tanto que detentan el poder habría sólo un tipo correcto y por lo tanto "bueno" de masculinidad;
los otros, serían incorrectos y "malos", siendo que en la sociedad se dan infinidad de modelos.
Sin embargo y a pesar de que estamos en una sociedad patriarcal y homo/lesbofóbica en que el
amplio abanico de la masculinidad se ve reducido a sólo una opción pública (la correcta, o
también llamada normal) y a otras clandestinas y/o privadas o solamente aceptadas por minorías
o pequeños grupos cerrados, tornan muy difícil la elección conciente de pertenecer a un grupo
cuyo referente no sea el "correcto" el "normal" o el "bueno".
Así mismo, algunos hombres han desafiado a sus grupos familiares y sociales de referencia al
asumir ciertas actividades que usualmente realiza la mujer, sobre todo en el ámbito de lo
doméstico y en el cuidado de los hijos. Esto se observa en los jóvenes universitarios y otros
pertenecientes a la clase media; sin embargo, si esto se hace público en su grupo familiar o en
otros grupos sociales como en el trabajo, por ejemplo, hay un efecto de represión; entre su grupo
de iguales, es más aceptado este tipo de masculinidad. De manera cotidiana los encuentros entre
los hombres están trabajados por el poder, la competencia y el conflicto potencial; por supuesto
no se excluye la capacidad para establecer relaciones de compañerismo, cooperación, lealtad y
afectividad, pero estas ocurren en el marco de las relaciones de poder y significa sobreponerlas al
juego del poder. Desde la niñez uno aprende a darse a respetar, a responder a las agresiones y a
defenderse tanto física como verbalmente; a demostrar invulnerabilidad, valor y control.
Crecemos en un ambiente en el que se nos exige la afirmación constante de esos atributos de
masculinidad. Las exigencias de lo masculino son muchas, existen variaciones en la forma de
demostrarlo, que dependen de la clase social, religión, grupo de edad, condición física y mental y
de los grupos de referencia, como los grupos de trabajo, instituciones educativas, vecindario y
grupos de pares". Algunos investigadores, hablan de una nueva masculinidad en que se busca lo
"profundo masculino"; es decir, el hombre firme, más no duro, que acepte sus emociones,
sentimientos y sufrimientos, que descubra esa riqueza emocional y esa intensidad espiritual que
posee pero que no muestra, porque no se lo permite, por no corresponder al modelo masculino
predominante¨. (Espada, José María. 2011)

DANZAS DE FEMENIDAD
EJERCICIOS DE DANZATERAPIA Y BIODANZA
ALEGRÍA DE VIVIR EN GRATITUD

MOVIMIENTOS SEGMENTARIOS
Objetivo: Disolver las tensiones musculares, muchas de las cuales existen en forma crónica.

MOVIMIENTO SEGMENTARIO DEL CUELLO

Objetivo: Relajar la musculatura cervical. Estimulación del nervio vago (parasimpática) para
inducir un estado de semitrance. Disolver la tensión ocular, oral y del rostro en general.
Girar la cabeza lentamente con el cuello relajado, los ojos cerrados y la boca semi-abierta. Evocar
la vivencia del abandono. Durante la rotación de la cabeza, es importante no forzar la extensión
hacia atrás. El giro debe ser lento y dulce. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Because”, The Beatles
“Adagio, Concierto Brandeburgues Nº1”, Bach
“That is all”, George Harrison

MOVIMIENTO SEGMENTARIO DE LOS HOMBROS

Objetivo: Relajar la musculatura de los hombros y de la región dorsal, generalmente tensa por
causa de los mecanismos defensivos y del sentimiento de opresión.
Hacer la rotación de los hombros desde adelante hacia atrás, con los ojos y la boca semi-abierta,
evocando una vivencia de liberación, como si nos liberásemos de un estado de tensión. (Toro,
Rolando. 2000)
Música sugerida: “If”, Pink Floyd
“ Because”, The Beatles
“ Adagio” Concierto Brandebugues N°1, Bach
“Who can see it”, George Harrison

MOVIMIENTO SEGMENTARIO DEL PECHO-BRAZOS


Objetivo: Integración afectivo-motora, o sea el movimiento de los brazos se inicia en el pecho y no
en los hombros. El objetivo entonces es que la emoción organice el movimiento de los brazos,
permitiendo una expresión sincera.
Cuando las personas mueven los brazos en forma disociada del pecho, sus acciones son
puramente mentales. Se trata de mover los brazos pasivamente, recibiendo los impulsos que
vienen desde la emoción. Los brazos no hacen movimientos intencionales: se mueven como por
un reflejo de los impulsos que llegan desde pecho. Al inicio se apoyan las manos sobre el pecho,
sintiendo la emoción de la música y, sucesivamente, se abren pasivamente los brazos, que se
moverán bajo el estímulo de los impulsos del pecho. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida “Elsha”, G. Zamfir
“Bilitis”, G. Zamfir
“Ballet of the Blessed Spirits – Orfeo y Euridice”, C. W, Gluck
“Aria de la cuerda sol”, J. S. Bach

MOVIMIENTO SEGMENTARIO DE LA CINTURA (NOMBRE POÉTICO: EL JUNCO)

Objetivo: Integrar la parte superior del cuerpo con la parte inferior. Recuperar la unidad en el
individuo disociado en el ámbito de la cintura, afectado sobretodo de neurosis histérica y obsesiva.
Se realiza con los pies juntos para limitar la superficie de apoyo al suelo. Los brazos en alto. Ojos
abiertos. Oscilar el cuerpo como un junco movido por el viento. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Rosa”, C. Poyares

MOVIMIENTO SEGMENTARIO DE LA PELVIS


Objetivo: Activar y armonizar los movimientos de la pelvis, generalmente tensos por causa de los
estados crónicos de represión sexual, evocando sensaciones eróticas.
Realizar en secuencia los siguientes movimientos:
 Movimiento posterior de la pelvis
 Movimiento lateral
 Movimiento antero-posterior (de báscula)
 Movimiento de rotación de la pelvis
 Ojos cerrados y boca semi-abierta, evocando sensaciones eróticas. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Sweet Leilani”
“Muito”, C. Veloso
“Dom de Iludir”, María Creusa

INTEGRANDO LOS TRES CENTROS


Los tres centros son: El Intelectual, El afectivo y el sexual
Objetivo: Integrar el intelecto a la afectividad y a la sexualidad. Este ejercicio viene propuesto
comúnmente después de la realización de, por lo menos, tres de los Movimientos Segmentarios
(por ejemplo: cuello, hombros y pelvis).
La Integración de los Tres Centros puede ser realizada en dos modos:
 Integración motora de los tres centros
 Integración cenestésica de los tres centros. (Toro, Rolando. 2000)

INTEGRACIÓN MOTORA DE LOS TRES CENTROS

Objetivo: Integrar la motricidad de los segmentos activados a través de los Movimientos


Segmentarios, estimulando la vivencia de unidad y armonía. Estimular las funciones
neuromotoras aferentes, o sea, las vías neurológicas que van desde los centros motores del
cerebro y desde el cerebro hacia los músculos.
Se danza la música con movimientos ondulantes, comprometiendo todo el cuerpo, el cuello, el
pecho y la pelvis en modo cadenciado y armónico. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Isn’t it a pity”, George Harrison
“Aguarela brasilera” , Emilio Santiago
“Dom de Iludir”, María Creusa

INTEGRACIÓN CENESTÉSICA DE LOS TRES CENTROS


Objetivo: Integrar la sensibilidad, o sea, las vías neurológicas aferentes que van desde la piel
hacia las vísceras. Evocar la vivencia de placer cenestésico, o sea del placer de moverse.
Se danza la música con movimientos sensibles, evocando al mismo tiempo sensaciones de placer
cenestésico. Ojos cerrados, boca semi-abierta. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Calling you”, Bagdad Café
“Hawaii 78”, Israel Kamakawiwo
FLUIDEZ
La fluidez es la capacidad de permitir el flujo continuo de la energía. La Fluidez es una categoría
del movimiento contraria a la rigidez.
Los movimientos de Fluidez comprometen todo el cuerpo en un proceso de deslizamiento sensible
en el espacio, de modo que se produzca una conexión táctil con el aire. Los ejercicios de Fluidez
tienen ciertas semejanzas con los movimientos del Tai Chi Chuan, pero en su objetivo, en su
génesis límbico-hipotalámica y en sus efectos vivenciales son completamente diferentes. Uno de
los efectos importantes de los ejercicios de Fluidez es la desaceleración y la armonización
orgánica.
Objetivo: El objetivo de las danzas de Fluidez es estimular la vivencia de integración al universo.
Por esta razón considero la Fluidez el camino real para alcanzar el estado de éxtasis.
Las personas que poseen Fluidez en el comportamiento, evitan fácilmente los obstáculos. Las
personas rígidas, al contrario, chocan contra ellos y viven con un inútil gasto de energía. En el
curso del ajustamiento corporal, que se verifica durante el acto amoroso, la Fluidez tiene una
función muy importante en el sentido de intensificar la sensación de formar un solo cuerpo con el
otro. La fluidez eleva la calidad de las relaciones humanas en los aspectos intelectual, afectivo y
sexual. Como resultado aumentan la flexibilidad en la comunicación y la disposición a encontrar
una solución a los conflictos cuando se presentan; mejora también la adaptación recíproca de los
cuerpos en el curso del acto sexual.
La Fluidez es una categoría universal del movimiento. Se puede observar en la Naturaleza: los
ríos, el viento y los movimientos de muchos animales como la serpiente, el tigre y los peces.

La Fluidez es una característica del elemento agua, que alquímicamente representa la disolución
de los sólidos y cuyo equivalente psicológico es el poder de encontrar una "solución" a los
conflictos. El agua disuelve químicamente la sal, originando una solución. Las personas que
simbólicamente tienen mucha agua como componente caracterológica, o sea que tienen Fluidez,
poseen mayor capacidad para resolver los problemas. (Toro, Rolando. 2000)

SERIE I DE FLUIDEZ

Objetivo: Conexión consigo mismo.


Posición inicial: parados, los pies separados el ancho de las propias caderas, los brazos
descienden naturalmente a lo largo del cuerpo.
 Primer movimiento: de manos y brazos hacia delante, el dorso de las manos hacia arriba.
Los brazos deben mantener la flexibilidad, al nivel de las articulaciones del pulso y del
codo. Al llegar a la altura de los hombros, las manos giran en modo que las palmas
quedan hacia delante y se inicia el movimiento de las manos y brazos hacia abajo,
“acariciando el aire”. Este movimiento se continúa hacia atrás hasta su natural límite y
luego se continúa con el movimiento inverso, o sea hacia delante. Recordar de mantener
la flexibilidad de los brazos, en las articulaciones del pulso y del codo. Acompañar con las
piernas flexibles, que se flexionan y extienden en modo natural, mientras los brazos
oscilan hacia delante y atrás.
 Se repite algunas veces el primer movimiento.
 Segundo movimiento: de manos y brazos hacia delante y arriba, y hacia abajo y atrás,
alternándose el brazo izquierdo y el brazo derecho. Las piernas se pueden separar
ligeramente; manteniéndolas flexibles(ver primer movimiento).
 Se repite algunas veces el segundo movimiento.
 Tercer movimiento: de las manos y los brazos hacia un lado y hacia el otro lado. Iniciando
hacia la derecha, el brazo derecho se dispone en actitud “yin”, receptiva (como
sosteniendo un bebé), mientras el brazo izquierdo en actitud “yang” lo penetra (palmo de
la mano abierta, hacia el lado), mientras la parte superior del tronco corporal gira sobre
la cintura. Luego se inicia el giro de la cintura hacia la izquierda, cambiando la actitud de
los brazos: el brazo izquierdo será “yin” y el derecho será “yang”.
 Tercer movimiento (alternativa): el giro hacia la derecha se realiza sobre el talón del pie
derecho, la punta del pie elevada, pierna derecha flexionada en la rodilla. El peso mayor
del cuerpo está sobre el pie izquierdo, apoyado a la tierra, mientras la pierna izquierda
está ligeramente flexionada a la altura de la rodilla. El giro hacia la izquierda inicia
disponiendo el pie derecho hacia delante y apoyándolo con firmeza en la tierra. Desplazar
el peso del cuerpo sobre pierna y pie derechos. Luego continuar a girar levantando la
punta del pie izquierdo, que ahora gira sobre el talón izquierdo. El movimiento de brazos
y manos es el mismo ya descrito.
 Se repite algunas veces el tercer movimiento.
 La Serie 1 estimula la conexión consigo mismo.
 Los movimientos de fluidez se realizan en modo lento y continuo.
 La secuencia de fluidez prepara para una danza libre de fluidez o para otras danzas.
(Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Isn't it a pity” (versión dos), George Harrison
“Oxigenio”, J.M. Jarré

SERIE II DE EJERCICIOS DE FLUIDEZ


Objetivo: Apertura al mundo externo (hacia las otras personas)
 Posición inicial: la misma ya descrita en la Serie 1.
 Primer movimiento: los brazos paralelos y flexibles se desplazan hacia la derecha y atrás,
luego hacia la izquierda y atrás, ligeramente separados del cuerpo. Las manos sensibles
“acariciando el aire” y “abriéndose al mundo”. El movimiento de las piernas: ver Tercer
Movimiento (alternativa) de la Serie 1.
 Se repite algunas veces el primer movimiento.
 Segundo movimiento: los brazos paralelos y flexibles se desplazan hacia la derecha y
atrás, luego hacia la izquierda y atrás, separándolos del cuerpo hasta elevarlos apenas
sobre los hombros. Las manos sensibles. El movimiento de las piernas: ver Primer
movimiento.
 Se repite algunas veces el segundo movimiento.
 Tercer movimiento: los brazos paralelos y flexibles, las manos con las palmas enfrentadas,
se desplazan hacia adelante y arriba. Al llegar sobre la cabeza, los brazos abriéndose y
descendiendo extendidos hacia el lado propio (derecho, a la derecha, e izquierdo, a la
izquierda). Las manos con las palmas hacia afuera, siempre sensibles. Las piernas pueden
separarse un poco.
 Se repite algunas veces el tercer movimiento.
 La Serie 2 induce la apertura al mundo externo (las otras personas). La mirada sigue el
movimiento de brazos y manos.
 Los movimientos de fluidez, se realizan en modo lento y continuo.
 La secuencia de fluidez prepara para una danza libre de fluidez o para otras danzas.
(Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: "Isn't it a pity" (versión dos), G. Harrison
“If”, Pink Floyd
“The light that has lighted the world”, G. Harrison
“Oh baby”, G. Harrison

SERIE III DE EJERCICIOS DE FLUIDEZ


Objetivo: Aumentar el equilibrio dinámico. Activación y renovación de la energía vital,
energetización, o sea aumento de la energía vital. Percepción del propio magnetismo bipolar: la
bipolaridad de la energía magnética. Se entiende por magnetismo bipolar la tensión magnética
entre las distintas partes del cuerpo.
 Posición inicial: la misma ya descrita en la Serie 1.
 Primer movimiento: brazo y pierna derecha se elevan al mismo tiempo, flexionados, hasta
casi hacer tocar rodilla con codo. Pie e mano derechas ligeramente tensas hacia arriba,
palma de la mano hacia delante. El peso del cuerpo descansa sobre pierna izquierda,
ligeramente flexionada. Luego se realiza el mismo movimiento, esta vez con brazo y
pierna izquierda.
 Se repite algunas veces el primer movimiento.
 Segundo movimiento: los brazos abiertos y extendidos horizontalmente en línea de los
hombros. Se realiza un movimiento inspirado en el movimiento de las aspas del viento,
girando sobre la cintura en modo horizontal y oblicuo, hacia delante y atrás, a la derecha
y a la izquierda: Las piernas están flexionadas y flexibles.
 Se repite algunas veces el segundo movimiento.
 Tercer movimiento: el magnetismo de las manos. Se dispone la mano derecha, centrada
delante el cuerpo, mas o menos a la altura de la pelvis, con la palma hacia arriba, el brazo
derecho cae naturalmente hacia abajo. La mano izquierda a la altura del pecho con la
palma hacia abajo, el brazo izquierdo flexionado naturalmente, apoyado sobre el cuerpo.
Es una posición de reposo, sin otra tensión que la sutil tensión generada por el
magnetismo que se activa entre las manos. Para sentir el magnetismo se sugiere de
acercar y alejar suavemente las manos entre ellas. Inicia entonces un movimiento de
transporte de las manos así dispuesta, delante del cuerpo, hacia la derecha. Luego se
continúa con el movimiento hacia la izquierda. Al pasar por la imaginaria línea vertical
central del cuerpo, se alterna la posición de las manos: la mano derecha va arriba, con la
palma hacia abajo y la mano izquierda va abajo, con la palma hacia arriba. Se continúa el
movimiento hacia la izquierda.
 Se repite algunas veces el tercer movimiento.
 La Serie 3 induce un aumento del equilibrio dinámico, creando energía.
 Los movimientos de fluidez se realizan en modo lento y continuo. En este caso la velocidad
a veces se puede aumentar ligeramente como consecuencia del aumento de la energía
vital.
 La secuencia de fluidez prepara para una danza libre de fluidez o para otras danzas.
(Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: "Isn't it a pity" (versión dos), G. Harrison
“Be here now”, G. Harrison

DANZA LIBRE DE FLUIDEZ


Objetivos: Poner en práctica la vivencia de Fluidez ya descrita, desplazándose en forma fluida y
sensible por el espacio. Aprender a danzar con gracia, armonía y liviandad. Podemos decir, que
una persona que danza con Fluidez, sabe danzar. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: "Isn't it a pity" (versión dos), G. Harrison
"If" (C.D. Atom Heart Mother), Pink Floyd
"Oxigene N°1", J. M. Jarré
“Concierto para guitarra”, Mauro Giuliani

DANZA DE FLUIDEZ CON IMÁGENES


La Danza de Fluidez con Imágenes, tiene un carácter mímico y constituye una poética del gesto.
Algunos gestos poseen una gran pureza expresiva. Entre ellos elegí, para la demostración de esta
danza, los siguientes:
 Abrir una puerta,
 Indicar una nube,
 Abrir una ventana en el cielo,
 Indicar un pájaro en vuelo. (Toro, Rolando. 2000)
Se sugiere crear sus propios gestos, utilizando libremente la propia imaginación.
Música sugerida: "She/ Tous les visages de l'amour", George Zamfir
"Adagio del Concierto Brandeburgues N°1", J.S.Bach
DANZA DE FLUIDEZ EN PAREJA
Este es el ejercicio más importante del ajustamiento corporal entre dos personas, porque permite
una adaptación dinámica de los cuerpos en cada momento. Cuando dos personas se encuentran
corporalmente y una es fluida mientras la otra es rígida, se puede hablar de "desencuentro". La
"Fluidez a Dos" representa la más perfecta comunión y reciprocidad en el encuentro corporal.
Objetivo: Sensibilizar las personas al ajustamiento sensual. Este ajustamiento tiene como efecto la
disminución del egocentrismo, pues debe producirse un recíproco cuidado de los movimientos.
Cuando es posible fluir en pareja se entra en un sincero estado de éxtasis amoroso.
Los amantes que pueden fluir tienen posibilidad de ser felices, porque cada uno acepta las
iniciativas del otro. La vivencia de Fluidez en Pareja es como navegar en el cuerpo del otro. (Toro,
Rolando. 2000)
Música sugerida: "Learning to love you", George Harrison
“Ooh baby”, G. Harrison

FLUIDEZ EN GRUPO CON CONTACTO SENSIBLE


Es un primer paso de aceptación de la diversidad. Es una forma sutil de contacto, con elementos
afectivos y trascendentes. Posee un elemento indiferenciado, orientado hacia una comunión intra-
especie.
Se trata de fluir delicadamente desplazándose entre los compañeros (el contacto que se establece
es de naturaleza fugaz). Produce un efecto regresivo de nivel medio.

Objetivo: Consigue la aceptación de la diversidad. En este sentido transforma la patología racista


en inteligencia social, o sea tolerancia y simpatía en relación con personas diferentes.
La aceptación de la diversidad enriquece la vida personal, porque permite la interacción con
personas que tienen características muy diferentes y que aportan los matices de la propia
identidad. Es la vivencia de navegar en medio a la especie humana y de sentir el instinto de la
manada, o sea el instinto de solidaridad intra-especie, que es la base de la afectividad. (Toro,
Rolando. 2000)
Música sugerida: "If", Pink Floyd
“Fruta boa”, T. Tielemans e M. Nascimento
“Mood indigo”, Ella Fitzgerald

RONDA DE INICIACIÓN
Tiene la característica de una ceremonia en el sentido clásico de iniciar algo importante.
Representa la unidad de la comunidad humana. Los miembros se toman de las manos y danzan
siguiendo la música que puede ser lenta, afectiva, solemne o alegra. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Free as a bird”, The Beatles
“We´ve only just begun”, Carpenters
“Close to you”, Carpenters
“La Primavera, mov.”, Vivaldi
“Aquarela brasilera”, Emilio Santiago
“Conto de aria”, Clara Nunes
“Tema de amor por Gabriela”, Gal Costa / Tom Jobim
“I me mine”, The Beatles
“A de O” (Estamos Chegando)”, Milton Nascimento
“Give me love”, George Harrison

RONDA DE MECIMIENTO
Todas las personas del grupo se toman de la cintura y con una música lenta y melódica se mecen
suavemente de tal manera que se induce a un semitrance. La comunión se puede dar, por
ejemplo, acercando las cabezas en forma recíproca con los vecinos de lado. Se induce, así, una
vivencia de dulzura y afectividad, sin temor. La búsqueda y realización de estos contactos, tiene
que ser en feed-back, de manera de diminuir los sentimientos de temor. Todos los miembros de la
Ronda se mecen al mismo tiempo, induciendo una vivencia de unidad y de armonía. (Toro,
Rolando. 2000)
Música sugerida: “Pode entrar”, Fafa Belem
“Little girl blue”, Nina Simone
“Photographs”, Nana Mouskouri
“Magia de amor”, J.P. Posit
“Tamba tajá”, Fafá Belen

RONDA DE CELEBRACIÓN
Se propone después de un acto importante como “el renacimiento”, un desafío,el final de algo
importante. Perfectamente se usan músicas clásicas y alegres, como los “Allegri” de Vivaldi. Las
personas giran tomadas de las manos y con los brazos en alto. Esta Ronda es especialmente
indicada al final de una clase o taller sobre la Afectividad, donde se estimula la fraternidad. Los
alumnos quedan en un estado de humor triunfante.
La Ronda de Celebración realizada con hombres para profundizar la Masculinidad Profunda, se
utiliza la música “Zorba”, interpretada por Mikis Theodorakis, en la cual todos los hombres
danzan con mucha fuerza. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “La Primavera, 1 mov.”, Vivaldi
“Gloria”, Vivaldi
“Aleluya”, Haendel

RONDA DE LAS TRANSFORMACIONES


Se forman varias Rondas de 6 personas. Cada Ronda danza con la música “Andante, la Tempesta
di Mare” di Salieri, música alegre y al mismo tiempo sutil. En un cierto momento, un miembro de
la Ronda pasa a otra cercana y así se establece un cambio entre las personas que permiten formar
nuevas Rondas. Los alumnos tienen que recibir el nuevo miembro con alegría. Esta es una danza
global. Cuando uno pasa a otra Ronda, no tiene que hacerlo caminando o corriendo, sino
danzando.
Este ejercicio despierta mucha alegría y simbólicamente representa lo que sucede en el universo,
donde pequeños grupos, energías, se intercambian elementos entre ellos. Esto sucede en los
distintos ciclos. dinámicos del cosmos en el cual un átomo pasa a un próximo sistema. (Toro,
Rolando. 2000)
Música sugerida: “Andante, la tempestá di mare”, Salieri

RONDA DE CONTACTO MÚLTIPLE


En esta Ronda las personas cambian en forma alternada, su propia posición, girándose en el lado
opuesto, así quedan con la posibilidad de tomar contacto frontalmente con ambos compañeros de
lado y también con los dos compañeros más lejos. No hay desplazamiento, sino un movimiento de
mecimiento que permite estos contactos que incluyen la cara y el intercambio de besos. Es un
ejercicio de la Línea de la Sexualidad. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “O que será”, Simone
“Almost blue”, C. Backer

RONDAS CONCÉNTRICAS DE MIRADAS


Es un ejercicio muy importante, sobre todo para grupos de profundización, porque las personas
no tienen la costumbre de mirarse a los ojos y por lo tanto, la comunión es prácticamente
imposible.
Se organizan dos Rondas Concéntricas, una dentro de la otra. Cada participante tiene que tener
otro adelante de modo de poderse mirar a los ojos. Cuando la música comienza, cada Ronda gira
hacia su propia derecha muy lentamente. Cada participante mira en los ojos del compañero que
pasa frente a él, naturalmente, con inocencia y sin tratar de producir miradas muy expresivas;
mirándose como se mira un niño y reconociéndose recíprocamente. Cada parada dura algunos
momentos y después se pasa a mirar el compañero sucesivo. Cuando ambas Rondas han hecho el
giro completo, el ejercicio termina. En este momento, se invita a los participantes de abrazar la
persona que le está adelante. Es un ejercicio de la Línea de la Afectividad.
Objetivo: Prepara las personas a una vinculación más intensa, porque la comunicación se realiza
con mayor sinceridad a través de los ojos, más que a través de las palabras. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Watermark”, Enya
“Nocturno N°3”, Liszt
“Impromptu N°3”, Schubert
“Coisa mais linda”, Caetano Veloso

BAUTISMO DE LA LUZ
De pié, uno frente al otro. El que recibe el bautismo permanece con los ojos cerrados en actitud
receptiva, mientras su compañero eleva los brazos sobre su cabeza y los desciende lentamente en
actitud de transmitirle la propia luz. El gesto se asemeja al de imposición de manos, con un suave
contacto de las palmas que se deslizan sobre el cuerpo del compañero desde la cabeza a los pies.
Enseguida, desde los hombros hasta las manos (sin asegurarlas). Terminando el ejercicio, se
suspende el contacto por algunos segundos, lo que contribuye a profundizar la vivencia. Después
de un abrazo breve, las personas invierten los roles.
Objetivo: Despertar el sentimiento de sacralidad de las personas mediante el ejercicio de su
capacidad de autodonación.
El simbolismo de la luz representa los sentimientos humanos de generosidad y bondad.
Transmitir la propia luz, significa donar al otro lo mejor de sí mismo. Este ejercicio presenta una
forma de comunicación trascendente, considerando que la manifestación de generosidad sólo es
posible cuando se trasciende el propio ego. Este ejercicio consiste en una ceremonia de donación,
no de curación, por lo tanto se realiza solamente de frente. Eventualmente, pueden producirse
fenómenos de curación, aunque no sea éste el objetivo del ejercicio. (Toro, Rolando. 2000)
Música sugerida: “Clair de lune” Debussy
“Adagio, String quintet”, Schubert
Expresar nuestras emociones a travéz de las danzas, es muy necesario en la vida diaria porque
toda emoción crea un estado de tensión que es preciso liberar. La vida misma continúa gracias al
proceso constante de tensión-liberación o tensión-relajación. (Ballivián, Franz 2009)

RITMO MOVIMIENTO MUSICA EMOCIÓN CAMBIO

EJERCICIOS DE MUSICOTERAPIA
1. Los ejercicios dinámicos en musicoterapia se combina el movimiento con el control de la
respiración. Concéntrese en las energías elementales, e intente ir atravesando los
diferentes niveles de consciencia de su cuerpo. Las personas suelen advertir que les
resulta imposible mantener los estados emocionales negativos fuertes, como la
agresividad, la ira y la agitación nerviosa, mientras espiran. Por lo tanto, cuando se
encuentre en una situación de estrés o de desafío, dedique su máxima energía y
concentración a la espiración.
 Sonreír. ¡Sonría al mundo! Sacuda sucesiva y vigorosamente las manos, los brazos, las
piernas y los pies. Concédase unos segundos ele relajación entre cada sacudida. Pero
no deje de sonreír. Puede realizar este ejercicio de pie sentado o tumbado
 Equilibrio. El equilibrio es importante. Intente el conocido ejercicio de las maniquíes
de modas: camine, gire y agáchese con un libro sobre la cabeza. Respire de manera
lenta y consciente, en armonía con sus movimientos corporales: es bueno para
conseguir una coordinación muscular fluida y con gracia. La gracia no es una
afectación; es una manera de amar la vida.
2. Ejercicio de la emisión de la voz: Algunas personas se sienten incapaces de vocalizar con
facilidad y con libertad, Pueden sentir que su voz natural está bloqueada, obstaculizada o
reprimida de alguna manera. Pruebe a realizar este ejercicio de emisión de la voz como
parte de su programa de trabajo vocal. Sentado sobre las nalgas, doble y pliegue su cuerpo
formando un nudo compacto con sus brazos y sus piernas; intente condensarse a sí mismo
formando la menor masa posible. Encierre sus órganos respiratorios y vocales en el centro
de esta masa. Como último esfuerzo, expulse el aire para reducir todavía más el espacio
que ocupa. Mantenga esa posición durante un momento. Después, inspire y ábrase al
mismo tiempo, rápida y vigorosamente. Libere una parte de su voz con un “ugh”
poderoso, emitiendo el sonido más profundo que sea capaz de encontrar muy dentro de sí.
Estírese al máximo, disfrutando del estiramiento. Descanse un momento. Repita el
ejercicio hasta diez veces. Llegue más dentro de sí cada vez, y proyecte su voz liberada
cada vez más lejos y más fuerte. Advierta que todo su cuerpo llegará a participar en la
vocalización, sobre todo la pelvis y el diafragma.
3. Ejercicio de respiración:
 Póngase de pie con las piernas a una distancia cómoda, equivalente al ancho
de los hombros, mirando al frente, con las manos y los brazos caídos junto a
los costados. Céntrese, comprobando su postura. Expulse el aire lodo lo que
pueda. Cuando se sienta “vacío” de aire, tosa: demuéstrese que tiene reservas
ocultas.
 Mientras inspira silenciosamente por la nariz, enderécese gradualmente.
Levante los brazos extendidos, como alas, subiéndose lenta y suavemente, por
encima de la horizontal (derecha).
 Al completar el molimiento y la inspiración, junte las manos sobre la cabeza
en una actitud de oración. Mantenga el aire. Sea consciente del intercambio
de energías y de la renovación de la vida en todas las células de su cuerpo.
Inspire, y descanse un momento. Impulsando el aire, inclínese hacia adelante
por la cintura, bajando todo lo que pueda. Intente tocar el suelo, doblando las
rodillas si es necesario. Mantenga expulsado el aire durante algunos
segundos.
 Cuando esté dispuesto, espire suavemente por la boca y baje lentamente los
brazos extendidos basta que estén inmediatamente por debajo de la
horizontal. Por último, expulsa rápidamente el aliento que le quedo en forma
de suspiro audible, y deje que la parte superior de su cuerpo caiga,
doblándose hacia adelante por la cintura, con la cabeza colgando (arriba).
Expulse conscientemente todo el aire “gastado” que ya no necesita. Descanse
un momento, y repita lodo el ejercicio una o dos veces más, intentando
mantener la atención en el mismo.
4. Ejercicio de canto para el tiempo:
 El pasado. Plantéese este ejercicio con corazón abierto, lleno de amor, y con una
actitud intachable y libre de juicios de valor hacia usted mismo y hacia los demás.
Elija un suceso de su vida sobre el que se sienta vagamente incómodo o insatisfecho.
Retroceda en su memoria y recree la experiencia. Intente rehacer las impresiones
sensoriales del suceso: los sonidos, las visiones, las sensaciones táctiles, los sabores y
los olores. Re-viva cómo se sintió, sus pensamientos y sus emociones. Aspire a
“repetir” la experiencia, pero con una compasión nueva y abierta. Después, cante en
voz alta a su memoria. Cante sus pensamientos y sus sensaciones. Cante lo que habría
hecho y dicho en aquel momento si hubiera sabido lo que sabe ahora. Aprecie que las
experiencias vitales son sus maestras, y que todos los demás que participaron en el
suceso también estaban aprendiendo. Saque partido de sus errores. Comprenda,
además, que los errores no deben quedar como monumentos al error y a las
lamentaciones, porque, cuando usted reconoce sus significados educativos, dejan de
existir. Concluya el ejercicio del modo descrito más abajo.
 El futuro. Usted puede “pre-vivir” proyecciones del futuro, del mismo modo que “re-
vive” repeticiones del pasado. Actúe del modo descrito más arriba, pero elija una
prueba por la que ten.ua que pasar o un deber al que tendrá que enfrentarse, y que le
parece lleno de temores. Créese en su imaginación un “vídeo” de este desafío futuro.
También en este caso debe trabajar desde el punto de anclaje de su corazón abierto,
lleno de amor y vacío de juicios de valor. Cante en voz alta para todos los que vayan a
participar en los sucesos futuros. Dedique la letra y la música a la fuerza, la sabiduría
y el amor con los que usted puede enfrentarse a la situación y con los que se
enfrentará verdaderamente a ella. El canto de esta “pre-visión” del suceso puede
aplacar sus miedos y articular sus preocupaciones, de modo que usted las pueda
racionalizar. Concluya estos ejercicios devolviendo firmemente al presente su
conciencia y su amor.
5. Ejercicio de canto para el dolor: El dolor, como una nota falsa, es una energía descolocada
y atrapada. Este ejercicio le ayuda a identificar cualquier dolor que sienta, localizarlo,
comunicarse con él y, por último, soltarlo, sustituyéndolo por armonía natural. Es
semejante a volverse a afinar a sí mismo, como se vuelve a afinar un instrumento musical.
Puede sentirse extraño al principio, cuando intenta “llegar a conocer” a su dolor, pero
usted tampoco intentaría afinar un instrumento sin escucharlo cuidadosamente antes,
identificando las notas falsas y demás problemas. Dedique unos quince minutos a la
actividad, en solitario o con algún amigo que le sirva de “interrogador”.
 Relájese. Túmbese en una posición en la que se reduzca al mínimo el estrés y la
tensión. Deje que cada parte de su cuerpo se relaje, y “déjese llevar”. Experimente
sensaciones de comodidad, de calor y de expansión, Preste una atención especial a las
zonas que parezcan tensas y llenas ele resistencia.
 Entre en contacto con el dolor. Hágase a sí mismo las preguntas siguientes: “¿Cuándo
empezó el dolor? ¿Cuantío lo advertí por primera vez? ¿Es grande y general, o
pequeño y muy localizado? ¿Tiene color, sonido, textura? ¿Se mueve? ¿Es frío, o
caliente? ¿Me produce ira, miedo o depresión?
 Visualice su respiración. Ahora que ya conoce a su dolor, concéntrese en su
respiración y en el ritmo de ésta. Visualice cada inspiración como luz que entra en su
cuerpo y que circula hasta llegar a todas sus partes, llenando cada célula
microscópica de nueva vida y energía. Observe cómo la luz rodea el dolor que usted
tiene dentro y lo engloba en una esfera luminosa.
 Aleje el dolor cantando. Ahora, cante a cada espiración. Elija las notas musicales que
tienen relaciones de resonancia con el tipo de dolor o con su situación. Utilice la
vibración del sonido para aflojar el dolor, en su burbuja iridiscente. Visualice cómo se
eleva y flota el dolor, alejándose de su cuerpo, todavía englobado completamente en
su burbuja de luz. Siga concentrándose en él, y vea cómo desaparece entre la neblina
azul de la lejanía. Los ejercicios de canto, sencillos pero eficaces, hacen uso de su voz
como instrumento de este proceso terapéutico.
 Partes del cuerpo y ondas sonoras: En investigaciones recientes realizadas por
terapeutas del sonido y biólogos, se han puesto de manifiesto los efectos de las
vibraciones sonoras sobre las células vivas. Usando diapasones como fuentes de
sonido, las diferentes frecuencias de la escala musical provocaron cambios de forma y
color en las células de la sangre. Por ejemplo, la nota “do” las alargó, “mi” las volvió
esféricas, y “la” les cambió el color del rojo al rosa. Lis frecuencias de las notas
pueden estar lo bastante próximas a las propias frecuencias naturales de las células
como para establecer vibraciones por simpatía, reforzar las resonancias y disgregar
los esquemas perturbadores de interferencias. Las células cancerosas, comparadas con
las sanas, se pueden considerar débiles, flácidas y gordas. Sometidas a la misma
sucesión de secuencias crecientes, se fueron disgregando, y se desintegraron a los 400
y los 480 Hz (la-si por encima del do central). Es posible que las resonancias
refuercen las células y los tejidos sanos, y que inhiban las células enfermas, lista
investigación puede suponer el comienzo del uso terapéutico de los sonidos para el
tratamiento del cáncer. Unos fenómenos semejantes, con refuerzo de las células sanas
e inhibición de los tejidos enfermos, pueden explicar la eficacia de los diapasones en
la terapia de los sonidos. Al tono puro de frecuencia única de un diapasón no le
afectan los cambios de temperatura, y los diapasones tienen muchas posibilidades
como instrumentos para la curación por el sonido, pues son fáciles de transportar,
duraderos y resistentes, y su manejo es sencillo. En la terapia de los sonidos se puede
hacer uso de los diapasones de varias maneras. Si a usted le interesan sus propiedades
y sus efectos, reúna todos los que pueda, empezando por el do y haga la prueba.
6. Interpretación musical creativa: Primeramente consiga algún instrumento que a usted le
cause curiosidad, busque un lugar en donde nadie lo moleste, siéntese cómoda explore su
instrumento aunque no sepa tocarlo, luego dese la oportunidad de estar explorándolo por
algunos minutos, luego descargue sin romper, tirar o destruir el instrumento, todas sus
tensiones físicas, mentales, emocionales, y luego de varios minutos en el momento en que
usted se sienta satisfecho con su descarga déjelo de hacer, y deje que su propia creatividad
fluya en su interpretación, el tiempo que usted deseé.
7. Musicoterapia activa – vocalización: Primeramente busque un lugar tranquilo, póngase
cómoda en una silla o en su cama, luego diga su nombre en voz alta, escúchese y si es
posible grabe su voz, luego intente cantar su nombre vocalizando cada letra tomando
conciencia del tono de su voz y repítalo varias veces, y si es posible sus dos nombres y sus
apellidos.
8. Musicoterapia activa – vocalización – los cuatro elementos: siéntese en un lugar
tranquilo, siéntese y haga varias respiraciones profundas por la nariz, luego trate de
vocalizar creativamente los sonidos que usted crea que son del elemento tierra, si es
posible grábese con un micrófono, luego trate de hacer los sonidos del electo agua con su
boca, también del elemento fuego y finalmente con el elemento aire.
9. Interpretación musical - el cuerpo: Póngase cómoda sentado en el piso o en una silla,
luego empiece a explorar los sonidos que se pueden hacer con su cuerpo como: palmas,
golpeteos, sonidos con la boca y demás. Dese la oportunidad de explorar su cuerpo y los
sonidos que puede hacer con él. (Ballivián, Franz. 2009)

SANANDO LAS RELACIONES


RITUAL DE DESAPEGO DE VIEJAS CREENCIAS
Enciende un poco de incienso para propiciar el trabajo espiritual de desapego. Recuerda que estás
haciendo una ceremonia de purificación de creencias, por lo cual puedes hacerlo desde la fuerza
ritualísta y toda la intención que tú misma le pongas. Por ejemplo, puedes hacer este trabajo sólo
escribiendo en un papel y haciendo la meditación esto tendrá mucho efecto sobre lo que deseas
hacer. Pero, si a lo que realizas le agregas el ritual, la intención cobrará la fuerza de los elementos
utilizados para él. Así, si usas un cuenco con agua, el agua transmitirá estas intenciones a través
de sus moléculas a la tierra cuando termine el ritual. Si utilizas fuego con incienso o copal, el
humo del incienso propiciará el ambiente de ritual y te sintonizará con la energía del espíritu y
con la memoria ancestral que traes para propagar las intenciones, por medio de ese humo, por
todo el planeta.
Si utilizas flores, los colores y los aromas te sintonizarán con la naturaleza de la energía de cada
uno de los tonos y llevarán esa fuerza a la tierra nuevamente. Si utilizas semillas, éstas luego
germinarán o nutrirán la tierra con tus intenciones. Si usas sonidos, por ejemplo de tambores,
cuencos tibetanos, campanas, o música, estos sonidos vibrarán en tus células transformando tu
propia agua y generando en tus moléculas un cristal maravilloso. También puedes usar cuarzos,
que potenciarán todo lo que emites y lo dirigirán al Universo. Todo lo que hagas ritualizado
generará en ti un potencial mayor de trabajo: en la intención, una llegada desde todos los
sentidos; y en el trabajo, una fuerza que el mismo ritual comprende que no es la misma que si
utilizas la intención solamente. Por lo tanto, siempre que puedas realizar rituales, tórnate el
tiempo para hacerlo.
Toma una hoja de papel y siéntate muy tranquila en un lugar cómodo, agradable y sin
interrupciones. Una vez ubicada, traza una línea en el medio de la hoja a So largo, dividiendo el
papel en dos columnas. En una de ellas pondrás las palabras “Yo creía”, y en la otra parte “Yo
creo”. Comienza a escribir todo lo que surja en tu mente, sin pensarlo, pues así te conectarás con
cosas que quizá tengas inculcadas desde tu niñez y no son tuyas, sino que son proyecciones de
otras personas. Por ejemplo, frases como “no sirvo para esto”, “el dinero no hace la felicidad”,
“sólo quienes tienen, pueden” nos han sido grabadas a fuego durante nuestra tierna infancia sin
que nos demos cuenta. Hoy son parte de nuestras creencias, y sin quererlo nos han llevado a creer
que esas cosas son reales.
Una vez que esté completa la lista del “Yo creía”, comienza a poner una lista del “Yo creo” al
costado derecho, siente realmente lo que crees o aquello que deberías modificar y escríbelo.
Escribe lo que crees sobre ti y lo que crees acerca de las cosas que los demás quieren que creas.
Una vez que llenaste la lista derecha, corta el papel entre las columnas y lee una vez más esas
creencias limitantes que escribiste, para tenerlas presente, sólo para liberarte de ellas. Cuando lo
hayas hecho, harás una meditación para deshacerte de ellas definitivamente. Ponte cómoda, cierra
tus ojos, relaja tu cuerpo y dirígele mentalmente a un campo florido. En el medio de ese campo
hay un globo aerostático de colores muy brillantes.
Te vas acercando lentamente a la barquilla y te subes a ella, y notas que adentro hay unos sacos de
lastre cargados con mucho peso y un pincel con pintura.
Toma el pincel y en uno de los sacos escribe una de las creencias limitantes. Tómate el tiempo
para hacerlo con cada uno de ellos para cada una de las creencias limitantes.
Cuando hayas puesto todos los sacos en la barquilla corta las amarras del globo y notarás que éste
se eleva solamente un poco sobre el suelo, pues tiene mucho lastre que tirar.
Ahora toma uno de los sacos, lee detenidamente la creencia que trae escrita, y arrójalo fuera de la
barquilla. Notarás que el globo comienza a elevarse más fácilmente. Realízalo con cada uno de los
sacos y verás que cada vez estás volando más y más arriba, y que cada vez estás más ligera...
Cuando hayas finalizado con todos los sacos, déjate llevar por la brisa suave y disfruta del paisaje.
Disfruta de las nubes, del viento de libertad en tu rostro y de la posibilidad de desplazarte hacia
donde lo desees, de manera que deberás dirigirte hacia el lugar que siempre has querido conocer
o visitar. Disfruta ese viaje.
Cuando lo desees, regresa lentamente con el globo hacia el lugar de partida, a ese campo florido
desde donde partiste. Lo harás sin miedo, sin restricciones, y podrás conducir las riendas del globo
como lo desees. Una vez que bajes de la barquilla, te sentirás más libre y más liviana. Luego,
respira profundamente algunas veces y abre los ojos. Es momento de leer detenidamente las
creencias nuevas que reemplazan a las viejas, en voz alta, y después guarda el papel. Con el papel
en el que escribiste las creencias limitantes harás una ceremonia de fuego para quemar y trans-
formar esa energía en pura energía positiva para tu vida.
Enciende el papel con las creencias limitantes y fíjate cómo se quema, disfruta de la sensación de
desapego de esa energía, agradece la posibilidad de hacerlo y de renovarte cada día. Este ritual te
ayudará a poder cortar con patrones limitantes que nublan tu capacidad de Sacerdotisa, por lo
cual, deberás practicarlo tanto como te sea necesario.
Cuando hayas finalizado, te quedará el papel con lo que realmente tú quieres creer. Es
conveniente que lo leas todos los días, antes de dormirte, y en el momento que consideres que ya
esas creencias positivas están en ti. (Simone, Mónica. 2008)

EJERCICIO DE PERCEPCIÓN DEL CAMBIO


Respira suavemente y cierra tus ojos. Siente cómo tu respiración va llenando tu abdomen inferior
de aire y al vaciarse siente cómo ese aire sale tibio por tu nariz. Relaja cada parte de tu cuerpo,
toma conciencia de cómo estás en este preciso momento. Toma conciencia de tu columna
vertebral sin modificar nada, en absoluto, y siente cada una de las vértebras, cómo están ubicadas.
Una vez que sentiste, relaja cada parte de la columna, si es necesario, haz movimientos para mo-
dificar la postura. Lo importante es no estar tensa, sino relajarte y tener una posición cómoda.
Relaja cada miembro, siente cómo pesan tus párpados, cómo caen tus brazos y cómo se conectan
las plantas de los pies con la tierra. Una vez que tu cuerpo se relaje, siente el aire que entra en tus
pulmones al inhalar, respirando suavemente. Siente cómo se expanden y contraen tus pulmones,
pero esta vez no prestes atención sólo al aire..., imagina cada uno de los átomos que están
ingresando en tu cuerpo con esa respiración, trata de percibir la información que estos átomos te
traen, pues han pasado por millones de cuerpos antes de llegar al tuyo. Han transitado por
animales, plantas, océanos, personas, y hoy llegan a ti, para seguir su viaje en el éter. “Siente” la
información. Percibe las experiencias que traen esos átomos, trata de sintonizarte de alguna
manera con todo lo que te dicen. Escucha con todos tus sentidos, percibe con todo tu cuerpo y
deja la mente atrás. Sólo deja que la información llegue; es muy probable que recibas imágenes o
sonidos, o hasta sensaciones corporales. Obsérvalas y no las juzgues.
Siente cómo con cada inspiración tu Ser absorbe esa información y la asimila para tu
conocimiento. Ese conocimiento va más allá de tu mente, es la información de “Todo lo que
existe” que todos la tenemos en nuestro Ser, y accedemos a ella en los momentos de inconsciencia,
por ejemplo en los sueños o las premoniciones. Siente que esa información llega a ti y te inunda
de nuevas experiencias de vida, que tú habrás asimilado sin vivirlas directamente. Tómate unos
minutos para percibirlo.
Luego, visualiza que ese aire se transforma en Luz, una Luz blanco-dorada que ingresa a ti desde
el centro del Universo y que desde allí te llega la información. También recibimos información de
las estrellas, desde el centro del Universo, pues estamos en contacto directo con el Cosmos,
permanentemente. Aunque pensemos que está “allá”, está en nosotros y en este momento tenemos
la posibilidad de hacerlo consciente. ¿Qué percibes? Tómate tu tiempo para descifrarlo. Después,
siente cómo estos átomos con toda la información del Universo transitan por todo tu cuerpo y
toman la información de tu vida, y la transportan por el éter hacia quién sabe dónde. Por eso,
envía en estas exhalaciones un sentimiento de Amor hacia todos los seres que reciban esta
información.
Imagina cada una de tus células vibrando en sintonía como la más deliciosa de las sinfonías que
hayas oído jamás, todas vibrando en armonía, todas generándote felicidad y paz. Todas vibrando
en Amor. Visualiza cada célula comportándose como un afinado instrumento que logra con su
sintonía vibrar en tu cuerpo y que cuando encuentra células que no responden a esa sintonía,
vibra aún más fuerte ayudándolas a restablecer su equilibrio y armonía. Tómate unos minutos
para percibirlo.
Una vez que sentiste las vibraciones, vuelve lentamente a conectarte de forma suave con todo lo
que te rodea. Escucha los sonidos, aunque estés en silencio, siempre podrás percibirlos. Si estás al
aire libre, escucha el canto de los pájaros; si no lo estás, sólo con imaginarlo podrás hacerlo
realidad.
Percibe tu entorno en el “momento presente” y disfruta por unos instantes de esa sensación. Toma
conciencia de que todo lo que te rodea en este momento, todo lo que oyes, sientes, visualizas o
percibes es parte de ti, parte indivisible de tu Ser. Las cosas no están “allá afuera”, te pertenecen,
son parte de tu Ser y tú eres parte de todo lo que te rodea como si fueran uno solo. Una vez que
hayas ejercitado todo esto, vuelve a tu respiración consciente y conéctate con tu conciencia.
Tómate un tiempo para abrir los ojos y mirar todo a tu alrededor, y para sentir cómo estás.
Ahora... trata de percibir si el momento que estás viviendo después de la meditación es igual al
que viviste antes de comenzar a hacerlo. ¿Eres la misma persona? No. Tu Ser ha tomado
conciencia de otro estado, de que pertenece a todo el Universo y que forma parte indivisible de él.
Tu Ser ha tomado la información que existe en los átomos y las células, y ha vibrado al unísono
por unos momentos. Entonces: ¿Eres la misma persona? ¿Puedes decir que no has cambiado?.
Siente este cambio, aunque pequeño pero significativo en tu vida, de aquí en adelante habrá
modificado actitudes, conductas, pensamientos, movimientos orgánicos y celulares. (Simone,
Mónica. 2008)

EJERCICIO: TUS PALABRAS ESTÁN VIVAS


La comprensión total y absoluta de la energía que emanan las palabras es muy importante por
ejemplo: Si tenemos en cuenta que nuestro cuerpo es de un 75 a un 80% agua y que por medio de
ella como solvente universal se plasma la energía de las vibraciones, podemos saber que cada vez
que pronunciemos una palabra estaremos generando algo en nuestras moléculas y, desde allí, un
cambio en nuestro cuerpo y nuestra mente.
Hay muchas prácticas para comprenderlo desde diferentes culturas. Una, por ejemplo, es a través
de los mantrams. Estos son legados de sabiduría ancestral que nos llegan hasta hoy para
demostrarnos que sólo con la pronunciación de ciertas palabras en una vibración particular
podremos realizar cambios maravillosos en nuestra propia energía y en nuestro entorno. Los
mantrams no son más que palabras repetitivas muy sencillas que al pronunciarse determinada
cantidad de veces generan un tono vibratorio que influirá sobre nuestras moléculas de agua
cambiando la composición de nuestros cristales y, por consiguiente, generando esa energía en
nosotros mismos para emitirla hacia fuera. También en los trabajos que se realizan en los
Temascales, por citar otro ejemplo, se cantan canciones que ayudan a sintonizarse con los
elementos de la naturaleza, y a través de esto se produce, más allá de la desintoxicación física, una
modificación en la vibración a nivel mental, emocional y espiritual, generando cambios sus-
tanciales en la energía. Justamente, con la vibración que se transmite a través del agua, este
trabajo es maravilloso como experiencia espiritual de transformación física y mental.
¿Puedes imaginar los cambios que eso genera a nivel energético, molecular y celular, tanto en
quien lo realiza como en las personas que reciben este mantram?. La energía que esto produce es
muy fuerte, a tal punto que llega a modificar la estructura energética de la persona que lo realiza,
provocando cambios enormes en su vida a través de la sintonización con un nivel superior de
conciencia. Masami Saionji, líder espiritual de Byakko Shinko Kai, de Japón, y Sacerdotisa de este
milenio, dice en sus conferencias que nosotros podemos modificar nuestras actitudes a partir de la
modificación de nuestras palabras. Por consiguiente, nuestros actos se modificarán y, en
consecuencia, también nuestra vida. En su libro ¨yo soy la llave de oro de la felicidad¨ dice:
“Tus palabras están vivas: las palabras tienen un poder abrumador. A fuerza de repetir la misma
palabra una y otra vez, una mentira se convierte en verdad y una verdad se convierte en mentira.
A fuerza de repetir una palabra muchas veces, te conviertes poco a poco en esa misma palabra. La
repetición consciente produce autohipnosis. Si caes en la autohipnosis por la repetición frecuente
de palabras malas, necesitarás mucho esfuerzo y tesón para librarte de ellas. La energía de todos y
cada uno de nuestros pensamientos, actos y palabras, una vez proyectada, dura eternamente sin
desaparecer. Ésta es la ley de este mundo. No sólo eso: los pensamientos, los actos y las palabras
tienen el poder de atraer hacia sí mismos cualesquiera elementos que sean necesarios para
convertirse en realidades concretas. Tus propios pensamientos, actos y palabras son responsables
todos ellos de tu fortuna, sea buena o mala” (Saionji, Masami.1996).
Cuando una oración o mantram están sintonizados con la alegría y el amor, naturalmente nuestro
cuerpo, mente y espíritu se sintonizan con esa energía emitiéndola hacia los que nos rodean, y es
probable que luego de practicarlo un tiempo nos comiencen a decir que “estamos cambiados”.
Este cambio se debe a un factor totalmente mensurable y físico: el solvente energético universal -
el agua- recibe estas energías y cambia la composición de sus moléculas.
Es más, a veces, se pronuncia “mántricamente”, de manera que se produce un efecto de
convicción en esos niños muy difícil de eliminar a lo largo de su vida, que va a influir en su forma
de encarar su propio destino y de ver su futuro.
Tal como lo estudió el doctor Masaru Emoto, el agua tiene la capacidad de absorber la energía de
lo que se quiere imprimir en ella. Esto puede hacerse a través de palabras (el pensamiento hecho
verbo), de pensamientos o de vibraciones musicales. Por ejemplo, se hizo “ver” al agua una
palabra escrita durante un tiempo y el cristal se plasmó de una manera. Se hizo “escuchar
música” al agua y el cristal se plasmó con maravillosas y perfectas formas similares a las que la
música manifestaba. Pero cuando se le hacía “ver al agua”, por ejemplo, un cartel que decía “eres
un tonto”, no se manifestaba ninguna forma de cristal, sino, por el contrario, era amorfo.
Sabemos que tenemos entre un 75 y un 80 % de agua en nuestro cuerpo, por lo cual nuestros
propios cristales de agua se sintonizarán siempre con nuestros pensamientos y palabras. Si
tomamos la responsabilidad sobre el cambio de nuestras palabras, podremos modificar y dar un
salto en nuestra propia evolución espiritual, pues esto influirá en los cristales de agua de los seres
que nos n idean, quienes recibirán de nosotros sólo apreciaciones de amor y armonía. (Simone,
Mónica. 2008)

EJERCICIO: EL CUIDADO DEL CUERPO


Cuando te reconoces como parte del Todo indivisible, reconoces que tu cuerpo no es más que una
parte de esa naturaleza que te rodea. Y así como cuidas las plantas en tu casa para que no se
marchiten, deberás cuidar de tu cuerpo. Desde lo más concreto, el aspecto físico (que es el reflejo
de lo que hay en tu interior) hasta lo que ingieres para alimentarlo y cuidarlo. Los alimentos que
ingieres influyen definitivamente en tus emociones y en tu evolución espiritual. Todo lo que sea
consumido con la misma energía pura que ha sido extraído, te proporcionará más energía y más
vida. Si lo que consumes fue sacrificado o ha sufrido dolor o miedo al dejar este plano, entonces,
será eso lo que ingerirás de alguna manera. Lo cual no implica que todas las personas en este
planeta tengan que ser vegetarianas, por ejemplo. Pero sí implica una conciencia sobre los
alimentos que te llevas a la boca a diario. Debes tomar conciencia de que éstos influyen en tu
forma de ver las cosas en la vida. Si tienes el deseo de consumir carne, puedes hacerlo, debes
agradecer a ese Ser que te da el sustento, a la tierra que te proporciona el alimento, a las plantas...,
a Dios padre universal y también pedir por el alma de esos Seres que en su período de evolución
en este plano se ofrecieron para alimentarte. Agradecer era algo que nuestros Abuelos hacían con
frecuencia y que en esta vida moderna se olvidó; se lo deja de lado por “falta de tiempo”.
Al cocinar los alimentos, realizas la mayor alquimia de todas. Transformas lo que la naturaleza
nos da en algo nutritivo para el cuerpo y el espíritu. Así se realizó el primero de los brebajes que
hacían las Sacerdotisas de antaño, encargadas de generar salud en las personas que consumieran
sus alimentos. Eran también las encargadas de preparar las medicinas que, por supuesto, se
extraían de la naturaleza misma y no estaban sintetizadas en una cápsula “mágica”. Cuando son
necesarios los medicamentos sintéticos no debes dudar en utilizarlos, pero para que ese momento
no llegue debes realizar la alquimia de la medicina del hogar, en donde priorizarás la observación
y darás a los tuyos aquello que necesitan para estar en armonía y sanos, utilizando los elementos
más naturales en tanto sea posible. Por lo tanto, veras la forma de cuidar que los alimentos que
llegan a la boca de sus seres queridos, o de ti misma, sean alimentos “sin sufrimiento” y
bendecidos por el agradecimiento.
Así como es importante la alimentación, también lo es poner la atención en el aire que se respira y
en la forma en que esto se realiza. ¿Cuántas veces en el día dedicas tiempo a respirar
conscientemente? Al menos un momento en todo tu día deberás reservarte para la respiración
consciente..., aunque sea debajo de la ducha o antes de dormirte, por unos pocos minutos.
Realizar una respiración consciente implica tomar aire, llenar totalmente los pulmones y vaciarlos
en su totalidad para que el intercambio se produzca completo. Llenar los pulmones totalmente no
es atiborrarse de aire hasta quedar cianótica, sino respirar con toda la capacidad, llevando el aire
desde la base de los pulmones, llenando todo el centro de los mismos hasta llegar a la zona
clavicular, y desde allí comenzar a vaciarlos, dejando que el aire salga naturalmente. Al llegar al
abdomen inferior, hacer un pequeñito esfuerzo para que salga hasta la última gota de aire y, de
esa forma, los pulmones intentarán en forma natural llenarse nuevamente, generando una
respiración completa, sanadora y depuradora de todas las toxinas.
Disfruta de las respiraciones, como si cada una fuera la única respiración del día. Aprovecha ese
momento presente para vivenciar al máximo todo el poder que te brinda esa respiración que
limpiará tus células, renovará tu energía y te dará la conciencia sobre la conexión con todo el
Universo. (Simone, Mónica. 2008)
MASAJE DE LA ENERGÍA SEXUAL

EJERCICIOS PRELIMINARES
Es conveniente, si se puede hacerlo sin ropa, porque después igualmente el masaje deberá hacerse
directamente sobre la piel.
Ubica la postura cómoda y respira libremente llevando la energía al perineo. Una vez realizadas
las respiraciones, golpea levemente los talones en el suelo sin despegar el metatarso, con pequeños
golpes rítmicos. Este trabajo ayudará a que la energía suba por la columna vertebral y comenzará
a calentarse el cuerpo. A medida que lo sientas, realiza los golpes cada vez más fuerte, dejando
que tu cuerpo se mueva sin perder el ritmo. Esto hará que los órganos genitales se muevan rít-
micamente hacia arriba y abajo, fortaleciéndose, y promoviendo así la circulación sanguínea y la
producción de sustancias. Luego de realizar esto durante unos minutos (el tiempo irá
incrementándose a medida que avances en tu práctica y te sientas cada vez más a gusto), detente
por un momento, sintiendo la circulación de energía por todo tu cuerpo. Tal vez lo registres como
un hormigueo en el cuerpo, o como calor, o quizá puedas sentir la circulación de la sangre.
Disfruta de la sensación de haber movilizado la energía.
Este ejercicio preliminar en las mujeres contribuye a la circulación de la sangre, estimula los
ovarios y fortalece el útero. En los hombres, previene problemas prostáticos y fortalece los órganos
sexuales.
Los movimientos rítmicos y los golpes con los talones hacen que la energía ascienda por la
columna vertebral desbloqueando la circulación de la energía desde allí hacia el cerebro,
estimulando la” glándula pituitaria y el timo y, asimismo, los canales energéticos. Además,
fortalece las piernas y la circulación de sangre y energía desde la tierra.
Los saltos también contribuyen a la estimulación de los riñones, principales implicados en el
trabajo de la alquimia sexual, pues son los que atesoran la esencia que se transmite durante el
acto sexual y por medio de los cuales accedes a la reserva de energía que tu cuerpo tiene. Los
riñones son la “batería” de energía con la cual nacemos y con la cual contamos hasta el momento
de morirnos, por lo tanto, debemos siempre atesorar su energía y preservarla. Esta se desperdicia
si no se trabaja correctamente la alquimia sexual, levándonos al envejecimiento prematuro y a la
debilidad. (Simone, Mónica. 2008)

DESBLOQUEO DE LA ENERGÍA PÉLVICA


Una vez ubicada la postura anterior, comienza suavemente a mover la pelvis, hacia delante y
atrás, pero hazlo desde la cintura, como moviendo sólo las vértebras lumbares y permitiendo que
el sacro realice un vaivén como si fuera un péndulo, adelante y atrás. Siente el coxis, siente tu
perineo cómo se mueve y la energía cómo empieza a acumularse en esa zona.
Es importante que no fuerces tus vértebras lumbares al realizar el ejercicio, sino que sea un
movimiento pendular desde la zona lumbar, sin involucrar el resto del cuerpo; sólo las lumbares.
Con este ejercicio conectarás la energía de la tierra activando tu chakra Raíz y tus órganos
sexuales, generando calor y movimiento. Toda la energía y la musculatura lumbar se ve
fortalecida y los nervios que pasan por la zona se activan, promoviendo una conexión física y
mental con tus chakras Sacro y Raíz. Recuerda que el chakra Sacro está directamente ligado a la
creatividad y a la energía sexual generadora de vida, por lo tanto, es muy importante que tanto
física como energéticamente esa zona se libere, para poder disfrutar de una vida más plena y sin
restricciones. Luego de realizarlo durante unos momentos, detente y tómate unos minutos para
sentir el fluir de la energía en tu cuerpo. (Simone, Mónica. 2008)
DESBLOQUEO DE LA CIRCULACIÓN ENERGÉTICA EN LA PARTE INFERIOR
Estos ejercicios son muy comunes en Oriente. Promueven la circulación energética desde la tierra
hacia el cielo a través de las piernas, tomando energía por el centro de los pies y desbloqueando
todos los canales energéticos que circulan estas extremidades.
Es conveniente realizarlos de pie, pues de esta forma estás tomando toda la energía de la tierra a
través de la respiración consciente. Comenzaremos el ejercicio, entonces, desde los pies hacía la
cadera.
Ubícate con los pies separados por un ancho similar al de tus caderas. Sosteniéndote si es
necesario en una pared, levanta uno de los pies flexionando la rodilla de la pierna que queda
apoyada, levemente. La otra pierna, que está levantada, deberá permanecer relajada y estirada, un
poco lejos del piso para poder mover los tobillos.
Una vez que estés cómoda, comienza a rotar los tobillos hacia la derecha con círculos grandes,
tanto como puedas elongar la articulación, al menos ocho círculos; y luego otros ocho círculos
hacia la izquierda. Esto se debe realizar con cada pie y se puede repetir la cantidad de veces que
uno desee, pero siempre la misma cantidad de veces con ambos pies.
Una vez finalizadas las rotaciones de tobillos, apoya ambos pies según el ancho dé tu cadera y
sostén con las manos las rodillas a la altura de las rótulas. La mano debe estar ubicada de forma
que la palma quede sobre la rótula y el dedo pulgar de cada mano toque la rodilla pero en la cara
interna de la pierna, en un punto desde el cual se activa la sangre.
Realiza rotaciones con las rodillas de la siguiente forma: primero, las dos rodillas rotan hacia la
derecha, tanto como la articulación pueda moverse, al menos ocho círculos (en ningún momento
deberás sentir dolor); segundo, lo harás hacia la izquierda, la misma cantidad de veces que hacia
la derecha. Es muy importante registrar cuántas veces hiciste un ejercicio hacia uno de los dos
lados, pues necesariamente cuando rotas hacia el lado contrario deberá ser la misma cantidad de
veces.
Una vez que lo hayas hecho hacia ambos lados, rota las dos rodillas en sentido opuesto, entonces
una lo hará hacia la derecha y otra hacia la izquierda; el movimiento es como de apertura: ambas
rodillas irán hacia fuera. Luego de realizar estos movimientos por lo menos ocho veces, esta vez
los realizarás hacia adentro con ambas rodillas a la vez.
Al finalizar este ejercicio de rodillas, trabajaremos sobre el desbloqueo de la cadera. Para ello, la
columna tendrá que estar relajada y las rodillas semiflexionadas, porque vas a mover la
articulación coxigeofemoral.
Con las manos sobre la cadera, haz movimientos circulares como si dibujaras con la punta de tu
coxis un círculo desde el centro hacia la derecha, realizando como mínimo ocho movimientos, y
luego también con el coxis dibujando un círculo desde el centro pero hacia la izquierda, ocho
veces más.
La idea es extender el coxis todo lo que puedas y que cada vez los círculos sean más amplios, pero
que no involucren el movimiento de la parte superior del cuerpo, sólo se moverá la cadera a
partir del coxis y las rodillas acompañarán el movimiento. Cuando hayas finalizado el
movimiento de la articulación coxígeo-femoral mueve toda la cadera realizando círculos
completos hacia la izquierda y derecha, aunque siempre sin involucrar la parte superior del
cuerpo. El mínimo es ocho círculos.
Esta serie de ejercicios desbloquea completamente la parte inferior del cuerpo y su finalidad es
conectar la energía de la tierra a través de la planta de los pies y liberar las articulaciones para
que esa energía se pueda ligar a los centros de la columna vertebral, los chakras y la energía que
se moviliza. Estos ejercicios, además, promueven toda la preparación energética necesaria para
que luego cada uno pueda utilizar la energía sexual de la forma que corresponde y aprovechar
todo ese caudal de energía en el momento adecuado. Los beneficios de esta práctica no sólo
influyen en el aspecto físico sino también en lo emocional, mental y espiritual. (Simone, Mónica.
2008)

LAS EXPERIENCIAS DE LA VIDA DIARIA CREAN BLOQUEOS ENERGÉTICOS


Muchas personas a lo largo de su historia de vida tienen experiencias que van bloqueando la
circulación de energía de sus chakras. Como cada septenio corresponde a un chakra diferente, si
en la etapa de la vida correspondiente a los dos primeros chakras (hasta los siete-años, o desde los
siete hasta los catorce) se produce por algún motivo un bloqueo energético, esto puede generar
luego, en la vida del adulto, grandes inhibiciones sexuales, desviaciones y hasta enfermedades.
Un bloqueo no significa únicamente algo físico. Por ejemplo, un intento de abuso sexual, o el
abuso verbal de algunos padres que sin darse cuenta influyen sobre el pensamiento del niño que
está en formación, también puede bloquear los chakras. ¿Cuántos “traumas” de este tipo has
sufrido durante esas edades? ¿Te lo preguntaste alguna vez? ¿Cuántas veces te sentiste “sucio” o
“sucia”, o cuántas otras te dijeron que el sexo era algo prohibido o te sentiste indigno en el acto
sexual?
Es muy importante poder reconocer esto en ti, pues desea manera podrás influir positivamente en
ti y darte cuenta del poder que muchas veces puede tener una palabra, es importantísimo para
prevenir un bloqueo en la vida de la persona que está en la etapa de formación sexual. Sobre todo
con las primeras etapas de la adolescencia, cuando se forma a una niña y se la prepara para ser
“mujer” en su primer período menstrual, es un momento muy delicado, pues si este tema no es
tratado verbal y emocionalmente de forma natural, puede generar bloqueos enormes en la futura
vida sexual de esa mujer. Lo mismo ocurre en la etapa de formación sexual de un niño (varón)
respecto a los condicionamientos sociales. Algunas respuestas, como “...de eso no se habla” o “eso
no se hace, está prohibido”, pueden bloquear sexualmente a un niño, ocasionándole en su vida de
adulto grandes problemas.
Plantéate en este momento de qué manera tomas tu propia sexualidad, cómo la ves, cómo la
sientes y de qué forma ha influido todo lo que viviste en tus primeros años de vida. A través de la
alquimia sexual tú misma podrás eliminar estos bloqueos, pero tienes que estar dispuesta a
aceptar tu sexualidad como algo sublime y no como algo que haya que esconder o evitar.
El sexo es un acto sublime de entrega y amor. La diferencia energética está en que se practique
indiscriminadamente y sin sentimientos, pues eso sí que es una desviación propia de una
conducta incorrecta. (Simone, Mónica. 2008)

EJERCICIOS PARA MUJERES


Coloca las manos en frente de tu pecho y comienza a frotarlas entre sí, calentando las palmas.
Ubica la lengua detrás de los dientes en el paladar superior, y luego utiliza esa energía que
generaste en tus manos para masajear el punto ubicado cuatro dedos debajo del ombligo, que es
un centro de poder. Calienta la zona con el masaje y ve bajando hacia el pubis.
Luego, vuelve a friccionar tus manos hasta generar nuevamente mucho calor. Masajea el punto
ubicado entre la segunda y tercera vértebras lumbares, un punto de poder llamado por los chinos
“la puerta de lamida”. Una vez calentado ese punto, realiza el mismo movimiento de fricción,
pero esta vez frotarás tus riñones durante unos minutos con el calor generado por tus manos.
Siente la energía que fluye en la zona y que está dándole salud y vitalidad a tus órganos sexuales y
a tus riñones. (Simone, Mónica. 2008)

FROTACIÓN Y CALENTAMIENTO: PARTE INFERIOR DEL CUERPO


Sigues en la postura inicial pero, esta vez, cuando fricciones tus manos las llevarás a los costados
de la ingle y frotarás hacia arriba y hacia abajo, con los bordes exteriores de tus manos como lo
muestra la imagen, formando una “V” que siga los bordes de la zona. Realiza este movimiento
durante unos minutos hasta que entre en calor esa área, con ello provocarás una ascensión de la
energía sexual, un calentamiento de la zona, se producirá mayor cantidad de sustancias y
secreciones vaginales.
Este ejercicio es muy indicado para las mujeres con dificultades en la lubricación en el acto
sexual, frigidez y falta de apetito sexual. Al finalizar este trabajo tendrás activa la energía en la
zona del sacro y los órganos sexuales. (Simone, Mónica. 2008)

FROTACIÓN Y CALENTAMIENTO: PARTE SUPERIOR DEL CUERPO


También sigues en la postura inicial, pero ahora, cuando fricciones tus manos hasta calentarlas,
las llevarás a los pezones. Con tus dedos medios realiza movimientos circulares en ambos pezones,
bordeándolos, a dos o tres centímetros. Deberás hacerlo durante unos minutos, hasta que sientas
que la energía comenzó a fluir en esa zona. Luego, calienta nuevamente tus manos frotándolas
entre sí. Ubica la palma de la mano sobre tus pezones y realiza con la mano completa treinta y
seis círculos más amplios sobre los senos, en ambos sentidos. Concéntrate en la parte superior de
tu cuerpo, en la línea media a la altura de los chakras Laringe, Tercer Ojo y Corona.
Con este ejercicio se comienza a despertar la sensibilidad sexual en la zona, pero lo más
importante es que con el masaje realizado se previenen los nódulos en las mamas. También se
activa el sistema endocrino y se estimula el apetito sexual, facilitando la lubricación y la
producción de hormonas.
Otra cosa que debes realizar cuando trabajes con el masaje en los senos es dirigir la energía a tu
chakra Cardíaco y visualizar tu cuerpo completo, aprovechando esa energía para revitalizar todos
los órganos, o si lo necesitas puedes enviarle energía a algún órgano en particular visualizando de
qué forma ésta se dirige hacia el órgano, llenándolo de Luz.
Al finalizar estos ejercicios deberás concentrarte por unos minutos en el centro de poder ubicado
cuatro dedos por debajo del ombligo. Visualiza cómo la energía está allí acumulada y se mueve
hacia atrás, casi en línea recta, para alimentar el centro de poder ubicado entre la segunda y la
tercera lumbares. Desde allí en vía energía hacia las glándulas suprarrenales, fortaleciendo así
todo el sistema de energía sexual. (Simone, Mónica. 2008)

EJERCICIOS PARA HOMBRES


Igual que las mujeres, los hombres tienen la posibilidad de despertar su energía sexual y
realimentarla generando una salud sexual apropiada y de fertilidad. Los ejercicios sexuales para
hombres y mujeres son la herramienta para canalizar la energía sexual y re-direccionarla, pero si
no están debidamente trabajados, no tendrán buen resultado, por lo cual es necesario realizar las
prácticas con conciencia.
El hombre, debido a su anatomía, tiene la tendencia a perder energía vital a través de la
eyaculación, lo que hace que se debiliten sus riñones y que el acto sexual termine cuando se
produce dicha eyaculación, quedando exhausto por un rato.
Cuando se realizan los ejercicios de práctica para hombres y se cultiva el arte de la conservación
de la energía durante el acto sexual, la vida sexual del varón crece y se enriquece, generándole
una fuente de poder y energía que lo ayudará a vivir plenamente no sólo el sexo sino también su
salud física, mental y emocional.
Practicando los ejercicios y cultivando el arte de la conservación de la energía sexual, el hombre
prolonga su vida, se convierte en una persona totalmente activa, independientemente de la edad.
Éste es uno de los factores más importantes para la prevención de enfermedades. Antes de
comenzar a trabajar estas técnicas con tu Dualidad, deberás realizar las prácticas individuales
para fortalecer tu energía personal.
Comienza, como dijimos, con los ejercicios descriptos para ambos sexos, antes mencionados.
Debes realizar tanto los ejercicios de golpeteo de los talones como los del desbloqueo de la energía
en la parte inferior del cuerpo, movilizando las articulaciones de las piernas.
Para hacer este ejercicio debes agregar algunos puntos importantes que son necesarios para los
hombres. (Simone, Mónica. 2008)

MASAJE EN LOS PUNTOS


Siéntate en el borde de una silla y cruza tu pierna derecha sobre la izquierda. Utiliza tus dedos
pulgares para realizar la presión en los puntos que se indican a continuación.
Primero, deberás masajear cada uno de los dedos de tus pies, haciendo hincapié en sus yemas.
Masajea fuertemente cada uno de los dedos hasta dejar las yemas con mucha irrigación
sanguínea.
Gira las articulaciones de los dedos, sin forzarlas, pero firmemente. Desbloquea el movimiento en
tus pies girando cada una de ellas.
Una vez que has relajado el pie completo, en el tobillo masajea los puntos que están a los lados del
tendón de Aquiles, entre éste y el maléolo interno y externo; los podrás masajear con el dedo
índice y pulgar a la vez, durante unos minutos.
Luego, en la parte superior del empeine, en donde está la articulación. Masajea toda la zona
alrededor del maléolo y sobre la garganta del pie, tal como lo indica la imagen, hasta que la zona
quede enrojecida.
A continuación, masajea un punto ubicado sobre el maléolo interno, a cuatro dedos por encima
de él, durante algunos minutos. Después levántate de la silla y ubica los pies de acuerdo con el
ancho de tu cadera, en forma paralela. Realiza rotaciones con las rodillas de la siguiente forma:
ubica las palmas de las manos sobre la rótula y los dedos pulgares sobre la articulación interna de
la rodilla. Primero las dos rodillas rotan hacia la derecha, tanto como la articulación pueda
moverse, al menos ocho círculos, como está descrito en los ejercicios de la página 195 de
movimiento de rodillas.
Una vez realizado hacia un lado y luego hacia el otro, rotarás ambas rodillas en sentido contrario,
entonces una lo hará hacia la derecha y otra hacia la izquierda. El movimiento es de apertura:
ambas rodillas irán hacia fuera. Luego de realizar estos movimientos como mínimo ocho veces, lo
realizarás hacia adentro con ambas rodillas a la vez.
Este ejercicio es indicado para fortalecer la circulación energética de las piernas y la ascensión de
la energía de la tierra que promueve la fertilidad. También beneficia la circulación sanguínea
generando mayor irrigación y mayor fortaleza en la erección. (Simone, Mónica. 2008)

CALENTAMIENTO DE LA PARTE SUPERIOR


Una vez elevado el nivel energético y conectado con la tierra, es conveniente preparar la parte
superior del cuerpo masajeando los puntos de energía.
En primer lugar, ubica las manos frente a tu pecho y frótalas entre sí hasta que se calienten.
Comienza a frotar tu cara como si la estuvieras lavando profundamente, hasta que se enrojezca
levemente a la piel. Ahora frota las manos nuevamente y haz lo mismo en el cuero cabelludo,
frotándolo con la yema de los dedos enérgicamente.
Vuelve a frotar tus manos y después llévalas hacia la nuca, friccionando de arriba hacia abajo,
hasta la séptima vértebra cervical, terminando el calentamiento cerrando tus ojos y respirando
lentamente tomando consciencia de cada parte de tu cuerpo que estaba contracturada o tensa y
observarla y con una respiración profunda por tu nariz lentamente abres los ojos. (Simone,
Mónica. 2008)

ANEXOS
LA VIOLENCIA
VIOLENCIA ACTIVA Y VIOLENCIA PASIVA
¨Los pequeños actos perversos son tan cotidianos que parecen normales. Empiezan con una sencilla falta de
respeto, con una mentira o con una manipulación. Pero solo los encontramos insoportables si nos afectan
directamente. Luego, si el grupo social en el que aparecen no reacciona, estos actos se transforman
progresivamente en verdaderas conductas perversas que tienen graves consecuencias para la salud
psicológica de las victimas¨. (Irigoyen, 2000)
¨La palabra «violencia» significa algo diferente para cada uno. Calificamos una situación como
«violenta» cuando la persona o la familia que la provoca supera nuestro umbral personal de
tolerancia. Lo que para mí puede ser un maltrato insignificante, para otro puede resultar una
agresión insoportable. Objetivamente, hay diferentes niveles de maltrato, pero no debemos perder
de vista que los calificamos también de acuerdo a las vivencias personales.
Relacionarse personal o profesionalmente con familias violentas suele asustarnos. Es interesante
notar que a veces las personas involucradas no reconocen su realidad como violenta, porque no
ha pasado su umbral de tolerancia, es decir, que navegan dentro de cánones conocidos y
aceptados como válidos. Si alguien proviene de una familia en la que los gritos y las amenazas
eran usuales, el hecho de pegar a sus hijos le parecerá una norma vigente para su educación. En
muchos casos, el vínculo primario con la propia madre está embebido de recuerdos conscientes o
inconscientes que son sumamente violentos; por lo tanto, el amor está ligado a lo violento. Si
desde fuera de la realidad emocional del individuo en cuestión juzgo que una mujer no debe
permitir que el marido le grite, le estoy diciendo a priori que se quede sin amor, o sin lo que esa
persona conoce por ahora como amor. Hay tiempos, procesos y evoluciones por respetar. Sólo
cuando hay una petición de la persona que sufre, podemos iniciar un acompañamiento en la
búsqueda de su propia verdad, y generar un cambio. Insisto en que el requerimiento de ayuda
comprende la genuina intención de iniciar un proceso de introspección e interrogación profunda.
La violencia disminuye con cada pregunta personal y aumenta con la proyección de las «rabias» o
sufrimientos personales no reconocidos.
Para mejor comprensión, dividiremos el abordaje de las familias violentas en dos grandes grupos:
1. Las familias violentas activas y explícitas (golpes, gritos, amenazas, etcétera).
2. Las familias violentas pasivas (violencia emocional o verbal).
En el primer caso, nos parece grave pero al menos reconocemos rápidamente el funcionamiento
familiar. No hay dudas sobre el carácter violento de intercambio. La tarea del profesional es
intentar comprender el circuito de violencia que establecen los códigos de comunicación,
inicialmente en la pareja, y luego en la familia cuando aparecen los hijos. Me refiero al circuito,
pues están todos involucrados. Un ejemplo caricaturesco: el padre que pega a la madre, quien a
su vez pega a los niños, quienes pegan a sus compañeros en la guardería. Prevalece la sensación
de que no hay solución posible.
El circuito de violencia familiar comenzando por el eje del sistema, que, a mi modo de ver, está
sostenido por la madre. Aunque es víctima de la violencia conyugal, es a su vez la sostenedora del
funcionamiento familiar. Si es capaz de reconocer la violencia y si tiene la genuina intención de
salir, con ayuda podrá quebrar el sistema.
Es indispensable saber que tomar conciencia de un determinado mecanismo que produce dolor
convierte a cada uno en responsable. Quien cuente con ayuda para reconocer y comprender el
tránsito de la violencia tendrá en sus manos la decisión de modificar algo sustancial en su vida y
la de su familia. También debe estar dispuesto a perder, teniendo en cuenta que será una travesía
con muchas pérdidas en el camino. A veces se pierde dinero, una posición social, el matrimonio, y
sobre todo la imagen que los demás tienen de uno mismo.
El lugar de víctima es ambivalente, ya que se resguarda en cierta comodidad. Sin embargo, es
indispensable trabajar con la responsabilidad personal en cada caso. Si generamos un espacio de
confianza, escucha, y acompañamiento, tal vez la madre violentada pueda generar un mínimo de
introspección que le permita preguntarse: «¿Qué quiero?, ¿qué necesito?, ¿cómo formulo mis
peticiones?, ¿con quién puedo hablar con sinceridad sobre lo que me pasa?». Es función del
profesional persuadir a la mujer para que lo enuncie en primera persona del singular, ya que con
frecuencia se instala la queja, y parece que la violencia sólo la ejerce el otro. En primera instancia
resulta muy beneficioso trazar el mapa del funcionamiento circular de maltratos mutuos, porque
cada uno logra verse actuando y generando también situaciones violentas, para asombro de la
supuesta «víctima».
En el funcionamiento de la violencia explícita, las situaciones resultan grotescas. Si bien tenemos
tendencia a horrorizarnos, en parte nos beneficia la crudeza de la realidad y la innegable
situación de falta de respeto y de maltrato hacia los más débiles. Podemos actuar de inmediato
según nuestros criterios morales o ideológicos. Aunque la urgencia por salvar al niño ubicado
como último eslabón en la cadena de violencia no debe impedir que comprendamos la totalidad
del esquema violento.
Aunque parezca insólito, a veces la última víctima puede ser la institución (la guardería, por
ejemplo) que acoge al niño. Los niños maltratan a otros niños y los padres maltratan a la
guardería llevando a su hijo en malas condiciones, sin pañales, sucio, faltando a las reuniones de
padres, dejando un teléfono donde es imposible encontrarles si el niño se enferma, etcétera. La
institución que acoge al niño para salvarlo puede formar parte del circuito de violencia y quedar
finalmente en el lugar de víctima, lo cual nos confunde a todos en nuestras funciones.
En los consultorios de psicólogos, psicopedagogas y terapeutas, las personas violentas también
ejercen el maltrato hacia el profesional: faltando a un turno sin avisar, o no respondiendo a las
pautas que establecieron de común acuerdo. Es indispensable reconocer y decidir si, como
profesionales, permanecemos dentro o si salimos del circuito de violencia, porque sólo desde el
exterior es posible trabajar a favor de vínculos más saludables.
En los casos de familias en que la violencia no se actúa de forma abierta, pero igualmente quedan
«heridos en el camino», los profesionales deberíamos afinar la percepción y no creer sólo lo que
ven nuestros ojos. Me refiero a familias donde los niños se accidentan mucho, o niños demasiado
agresivos o incluso niños muy contenidos, asmáticos o alérgicos.
Es necesario permanecer atentos si la realidad de los niños que agreden a otros o que se agreden a
sí mismos confirma una verdad diferente del relato consciente de los padres. A veces se trata de
un padre proveedor en el aspecto económico que no atiende las necesidades emocionales de su
mujer, que a su vez dispone de pocos recursos internos para hacerse cargo de sus hijos.
Abandonar afectivamente al otro también es violento. Y en el caso de los niños es devastador.
También me refiero a las familias en las cuales ni la madre ni el padre reconocen sus «rabias»
personales, que pueden referirse al presente o a situaciones antiguas. Todas las vivencias
presentes o pasadas que nos provocan dolor, angustia, tristeza o desesperanza, en la medida en
que las descartamos de nuestra conciencia, las relegamos a la sombra. Y actúan desde allí,
proyectadas en cualquier molestia que nos genere el niño.
Es desconcertante para el profesional pensar en una realidad violenta cuando se encuentra con
un niño muy agresivo y una madre estilo «leche condensada», suave, encantadora y con un
funcionamiento familiar en apariencia equilibrado. En estos casos es necesario generar suficiente
confianza para acompañar una travesía de búsqueda personal, para permitir al otro encontrarse
con las vivencias que le han generado rabias, enojos o humillación. A partir del reconocimiento
de estas situaciones primarias, es posible a veces interpretar la realidad emocional oculta que la
conexión sutil de los niños puede reflejar.
Es en extremo difícil modificar de manera sustancial la agresión en los niños si abordamos este
tema sólo desde el aspecto funcional pidiéndoles que «no peguen». Comprendamos que son sólo
manifestaciones torpes y desesperadas que los niños utilizan, a veces en respuesta a la agresión
que ellos sufren activamente, y otras en representación de la agresión pasiva de sus padres.
Recordemos que no importa tanto la modalidad con que el niño ejerce su violencia. El circuito
violento lo inician los adultos, ya sea porque lo tienen incorporado desde la infancia o porque
están totalmente alejados de su propia esencia, y aún no se han cuestionado nada desde la
perspectiva de un adulto maduro. Las personas repetimos en círculo las situaciones primarias
como un disco rayado que pasa invariablemente por los mismos puntos débiles. La evolución es
posible si logramos convertir el círculo en una espiral de sanación. Esto sólo se logra con un
trabajo sincero de apertura de conciencia¨. (Irigoyen, 2000)

ECONOMÍA PATRIARCAL
ECONOMÍA PARA LA PROSTITUCIÓN
"Una característica principal de la economía patriarcal es posibilitar la existencia de la
prostitución, y justificar la impunidad de quienes pagan por sexo. Así de sencillo, no hay que
darle más vueltas.
Las condiciones de posibilidad para la prostitución son:
 Sexualidad androcéntrica: por la cual el varón se cree con derechos a satisfacer
sus fantasías siempre que le apetezca.
 Negación de la explotación: se oculta que casi todas las mujeres que se
prostituyen son forzadas, explotadas o amenazadas, o no tienen otra salida. Se
arguye que "muchas" se prostituyen libremente con tal de acallar la conciencia de
culpa, dando lugar a toda una retórica de la autojustificación.
 Ausencia de empatía emocional: los "clientes" son incapaces de comprender los
motivos y circunstancias que rodean el fenómeno de la prostitución. Son seres con
una capacidad mental limitada, voluntariamente en todos los casos. Si afloran los
sentimientos incómodos, estos son ocultados mediante el alcohol o las drogas.
 Deshumanización de la mujer: el desprecio con que se trata a las "putas", o el uso
de tales palabras a modo de insulto (siempre dirigidas a las madres) refleja una
misoginia selectiva muy extendida.
 Economía liberal: es el punto sobre el que incidiré más fuertemente. No puede ser
que las voluntades femeninas sigan doblegadas al deseo masculino por el mero
hecho de tener dinero en el bolsillo. Decir que se trata de un simple "intercambio
de favores" es de un cinismo aberrante. Estoy harto de escucharlo cada día. Me
niego a aceptarlo.
 Alienación de las conciencias, minando la autoestima y la confianza femenina, a
base de crear una "prostitución" legalizada religiosamente y jurídicamente
(matrimonio) y otra prostitución de carácter "extraoficial". Mediante ambos
modelos de mercantilización de la sexualidad femenina se ha justificado la
violabilidad de la mujer bajo distintas formas, incluso aduciendo a la presunción
de libertad de éstas para dejarse violar." . (anónimo)

USAR FALDAS
¨La mujer esta conectada en su mayoría con la energía de la gran madre y con el poder de lo
sagrado femenino…trabaja la energía sexual, que es un flujo poderosísimo que nos ancla a la
materia pero que si lo sabemos dominar usar a nuestro favor nos dará un gran poder, pues es
esta misma energía la creadora de la ilusión, de lo que conocemos como real, como mundo
material. Y el chakra encargado de esta conexión, con la energía sexual o de la madre tierra,
justamente es el chakra menos cocido, explorado y dominado, el chakra raíz. La práctica y el
dominio y el trabajo con este centro energético nos permite reactivar el poder dentro de nosotros,
para poder manejar la materia. La mujer es la poseedora en gran parte de esto, pero justamente
ha bloqueado por ignorancia este centro al grado de casi desaparecerlo, y con ello muchas cosas
se ponen en riesgo y en caos, por que no... Al estar bloqueado este puente de donde se extrae la
energía necesaria para mantener el sistema, la ilusión o materia en un orden perfecto como
creadores, teniendo el control de nuestra creación, se cancela toda posibilidad de el dominio de lo
antes mencionado y el cuerpo físico también empieza descomponerse a alterarse a estar
desequilibrado, y por ende todo lo externo también.
La mujer desde la pre-historia uso faldas, que dejaban en una conexión total y haciendo un
puente perenne entre el chakra raíz y el área sexual femenina, teniendo así el flujo de energía
activa constantemente.
Los antiguos sacerdotes Atlantes, Egipcios, así como Jesús, Buda entre otros, usaban faldas,
permitiendo la comunicación constante y el flujo de energía entre la tierra y el área sexual, misma
que les daba poder, aun en nuestro días los sacerdotes y gente que maneja el poder usan faldas,
para tener este puente energético activo. La mujer moderna no tiene idea de lo que ha hecho con
el uso de pantalón, que esta bloqueando por completa el paso de la energía de la Diosa de la
tierra, hacia el útero que es en donde se puede crear todo con el uso o enfoque mental y así tener
mas poder de lo externo y de interno. Es necesario que la mujer regrese al uso de las faldas, para
que vaya sanado día con día este puente, y haciendo que su chakra raíz regrese a estar firme,
pleno y poderoso así como brillante para un mayor poder, y a si levantar por este mismo medio la
energía kundalini para bien de ella y del planeta.
Una mujer que estudia esto, y que usa pantalón, no podrá reactivar esta energía de la kundalini,
energía sagrada sexual en ella, para su propia curación y despertar, y la meditación solo ayudara
en la reconexión de los chakras de arriba, trabajando solo la energía entérica sin forma masculina
del padre o Dios.
Cuando una mujer usa una falda debido a la conexión tan importante de la energía de la madre o
Diosa al área sexual que es el centro de creación, formación y poder femenino, la energía se
concentra dándole a ella la oportunidad de usar una gran cantidad de energía de forma ilimitada
para cualquier cosa, como curar a personas, predecir el futuro, curarse así misma, canalizar,
armonizar, dominar, guiar, materializar entre muchas cosas que suceden con el flujo de energía
que se logra solo al usar falda. Si bien una mujer cuando usa una falda no tiene idea de lo que
esta trabajando y de la cantidad de energía que esta moviendo, ya que también dependiendo de la
falda la energía será sexual, jovial y de vitalidad o sagrada y de guía de luz. Con una falda larga la
conexión con la tierra es como una especie de túnel, cerrado que permite más capacidad y
sabiduría. Las mueres en la actualidad al no usar falda como ya dijimos aunque mediten nunca
podrán trabajar lo aquí explicado. Y siempre cuando una mujer traiga una falda tendrá más
admiración, respeto, y magia sobre los que la rodean aunque no estén conscientes de lo que está
pasando¨. (Dael, Jan. 2010)

SOBRE EL AUTOR
Franz Ballivián Pol – licenciado en psicología. Psicólogo que se dedica a la investigación, docencia,
publicación de libros, talleres de capacitación e intervención de terapias a partir del enfoque
transpersonal, la psicología femenina, la musicoterapia, la Danzaterapia, el tarot y los saberes
ancestrales-cosmogónicos. Su experiencia en el trabajo del fortalecimiento y la toma de
consciencia individual para el autodescubrimiento de la espiritualidad cotidiana en mujeres,
hombres, niños, niñas, adolescentes y personas adulto mayores en situación de riesgo, violencia
intrafamiliar, abandono y el empoderamiento femenino. Le abre caminos de espiritualidad y
hermandad en estos tiempos de oscuridad y falta de sabiduría divina.
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Lic. Franz Ballivián Pol


Psicólogo Transpersonal
Músico, Especialista en Musicoterapia
y Psicología femenina
Tarotista
Psicoterapeuta espiritual
Telf.: +051-0-72776021
Email: musikacurativa@hotmail.com
Bolivia

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