EL RE INA DO DE DIO S CO MO AS UN TO DE LA TE OL OG íA CR IST IAN A
El reinado de Dios puede ser estudiad
o desde el punto de vista bíbli- co buscando las raíces de esa expr esión y contenido; o bien desde el p~nto de vista dogmático, explicitando gía; o también s.u ~entralidad en la c~istolo desde el punto de vIsta las diferentes comprensiones a lo largo hlstonc~ pastoral, ana"z?~do de los SIglos. Todo es legitimo y necesario para el desarrollo de una teología cristiana. Sin embargo nuestro abordaje se sitúa en una perspect gica como el "asunto" de la teología crist iva sistemática-epistemoló- iana, en cuanto actividad es- trictamente intelectiva. La expresión "asu nto" está tomada en senti- do estrictamente etimológico (asu mido Nuestro objeto es mostrar cómo el reina, tomado, recibido, digerido). la realidad y el concepto más amplio do de Dios se presenta como de la teología cristiana . De ahí el carácter sistemático y epistemológic o de nuestro abordaje. Siste- mático, porque se trata de un pluralidad pectos coherentemente articulados. Epis de notas, dimensiones y as- de determinar la realidad a ser cono temológico, porque se trata cida. El modo de conocer una realidad está determinado por la constituc ión de esa realidad y por el modo cómo ella se deja aprehender intet ectivamente. Para eso trata- remos la determinación del "ámbito de tiana y su adecuada formulación, y explrealidad" de la teología cris- mático-epistemológico de nuestra apro icitaremos el carácter siste- ximación. Revista latinoamericana de Teologí a XXXII (2016) 287-306
LA PRO BLE MÁ TIC A DEL AS
UN TO DE LA TEO LO GíA CR IST IAN A
Una de las cuestiones más fun-
concepción del proceso más o me- dam enta les en cual quie r área de conocimiento es la determinación nos elaborada. Después de Kant no de la realidad a ser conocida , por- se puede hablar de realidad "en sí", que el proceso de conocimiento es- prescindiendo de las "condiciones tá en gran part e condicionado por de posibilidad" de su conocimien- esta realidad. to. Pero también el propio proceso de conocimiento está condiciona- Esta determinación es una ac- do por la realidad a ser conocida. tivid ad inte lect ual y supo ne una Es tan ingenuo habl ar de "rea lida d 1.89 en sí" independiente de su conoci- ta expresión en el mundo antiguo miento (realismo ingenuo), como estaba más asociada a los filósofos hablar de las "condiciones" inde- griegos que a Jesús Cristo. Aún cn pendientemente de la realidad el siglo XIII se designaba magis- (idealismo y subjetivismo inge- ter in Sacra Página y Tomás de nuos). Como afirma Xavier Zubiri, Aquino prefería la expresión Sacra "el saber y la realidad son en su Doctrina a teología. No se trata de misma raíz estricta y rigurosamen- contraponer Atenas y Jerusalén, el te congéneres. No hay prioridad de Dios de Abraham, de Isaac y de lo uno sobre 10 otro", En otras pa- Jacob y el dios de los fi.lósofos y los sabios (Pascal), el DIOS dc los labras, realidad y saber se impli- cristianos Yel de otras tradlcl~nes can y se condicionan mutuamente. religiosas. Se tr.at~ de det;rm mar Teniendo presente esta impli- con mayor preclslOn a que nos re- cación entre saber y realida? se ferimos cuando decimos DIOS, por puede investigar de modo cnt~co más loco y escandaloso que pare~ tanto la realidad a ser cono~lda ca (cfr. 1 Co 1, 23). ~s necesano cuanto el proceso de co~oclmle~ determinar el contellldo de la. rea- to de esa realidad. AqUl nos hml- lidad denominada Théos o DIOS. taremos a la determinación de la Segundo, porque sol? tenemqs realidad a ser entendida por la teo- acceso a Dios en la medida que El logía cristiana. se hace presente Y actúa e~ nues- Ahora bien, si la determinación tro mundo y en nuestra Vida,' ~o del "ámbito de realidad" de las podemos hablar de "Dio~ en S1" lll- ciencias es algo profundamente dependientemente de como se ha- complejo, es mucho más co~pleja ce presente. En ese hacer~e pre~en la determinación del "ámbito de te y actuar, Dios no se l?entl?,Ca realidad" de la teología cristiana. con ninguna realidad o sltuaclOn. Primero por la ambigüedad de Dios solo es accesible a través de la expresión teo-logia. Y tanto en acontecimientos históricos , pero lo que dice respecto a la realidad no se identifica ni se agota en nin- (théos), cuanto a lo que dice res- guno de ellos. Tomás de Aquino pecto a su proceso de intelección hablando de Dios como asunto (su- (logos). Pero aquí apenas nos inte- biectum) de la doctrina sagrada resa la primera cuestión. Hay con- "aquello de que se habla", tiene que cepciones tan distintas acerca de admitir que el conocimiento de dios que se puede dudar si siempre Dios está mediado por los "efectos se designa la misma realidad. No que Él produce en el orden de la sin razón encontró tanta resisten- naturaleza o de la gracia" (STh 1, cia en el ámbito cristiano y tardó q.q, a. 7). Se acostumbraba definir tanto en convertirse en la defini- la teología como intellectus fidei ción convencional de la realidad a (inteligencia de la fe) y no intellec- ser entendida. El contenido de es- tus Dei (inteligencia de Dios). Si no se puede identificar a Dios con Jesús de Nazaret. Ni el Dios de Je- ningún "efecto" o acontecimiento, sús está ausente de nuestro mundo tampoco se le puede separar de ni la teología cristiana puede ser ellos (trasciende en y no de). La reducida a una especie de arqueo- teología trata de Dios en la medi- logía teologal. Teniendo como cri- da que Él se hace presente y actúa terio la praxis de Jesús de Nazaret en la historia. es neces!irio discernir en qué situa- Tercero, el acceso a Dios se da ciones El se hace presente y ac- siempre en acontecimientos histó- tuando en la historia. Esto es com- ricos. Para los cristianos el acon- plejo y conflictivo. Complejo, por tecimiento histórico es Jesús de el carácter paradójico del acceso Nazaret. Por eso Dios será nom- Dios (solo es accesible a través de b.rado el Padre de Jesús Cristo y no aconte~imie.ntos históricos aunque s~mplemente Dios. El problema re- no se IdentifIca con ninguno de sIde en la posibilidad de acceso a ellos) y por la ambigüedad de los la praxis de Jesús de Nazaret. La acontecimientos (lo mani fiestan en dificultad es doble. Por una parte, ciertos aspectos y lo ocultan en un acontecimiento es histórico "si otros). Conflictivo, por las conse- por lo que sabemos ocurrió real- cuencias prácticas en el conflicto mente como lo describimos". Por de intereses en la sociedad y en la otro lado tiene que ver con las comunidad eclesial. Afirmar la fuentes de que disponemos. "El presencia, o no, de Dios no es al- Nuevo Testamento no nos da la na- go social y eclesialmente indife- rración 'objetiva' del Jesús históri- rente. ~iene implicaciones prácti - co, sino su vivencia en la comuni- cas. TIene consecuencias en la dad,primitiva". Queremos llegar a medida que (des)legitima intereses Jesus de Nazaret, saber quién fue y comportamientos que orientan y lo que hizo, pero solo dispone- la acción de los cristianos y sus co- mos del testimon io de fe de la co- munidades. No obstante es nece- munidad eclesial. También habría s~rio hacerlo por fidelidad al "ám- que preguntarse si la concepción bito de re~lidad" de la teología y moderna de lo que es "histórico" p?~ honestldad con la realidad his- es tan .objetiva como pretende y si tonca. el teshmomo de fe de la comuni- dad, eclesial es incapaz de ofrecer . Algo aparentemente simple y algun acceso a la vida real de Je- eV.ld~nte -¿de qué trata la teología sús de Nazaret. cnstlana?- se revela problemático y complejo. Delimita las fronteras . Cuarto, por el carácter comple- de su "ámbito de realidad": no tra- JO de la determinación de lo signos ta de. Dios sin más, sino de la pre- a~~uales ~e la presencia y actua- sencia y actuación de Dios en la ClOn de DIOS -"signos de los tiem- historia, según la praxis de Jesús pos" (GS 11). Para los cristianos el de Nazaret. acceso a Dios se da en la praxis de
El Reinado de Dios C:Of'nO ~sunT.O de \30 teo\oei~ c.ri~t"i~n~ '2.9\
FORMULACiÓN ADECUADA DEL ASUNTO DE LA TEOLOGíA CRISTIANA
Nos confrontaremos ahora con el concepto más fundamental en la
la problemática de su adecuada vida de Jesús. "Quien se entrega a formulación . Se trata de encontrar Jesús, se entrega al reinado de una formulación que exprese, del Dios" modo más objetivo y global posi- Si nuestro acceso a Dios es un ble, el "ámbito de realidad" de la acceso histórico (a), si el aconteci- teología cristiana. Para determi- miento histórico por excelencia es narlo con precisión tenemos que la praxis de Jesús de Nazaret (b), aproximarnos a la praxis de Jesús y esa praxis tiene que ver con la de Nazaret. Es el lugar por exce- realización del reinado de Dios (c), lencia del acceso a Dios y el crite- entonces en el reinado de Dios de- rio fundamental de discernimien- be consistir el asunto de la teolo- to de su presencia y actuación en gía cristiana. En vez de teo-logía la historia. deberíamos hablar de hasiléia-lOu- Respecto a la praxis de Jesús Theou-logia: intelección (logia) de Nazaret, los estudios bíblicos y del reinado de Dios (basiléia tou cristológicos han mostrado, de mo- Theou). "Lo mismo que Jesús vi- do cada vez más consensuado, que no a anunciar y realizar el reino de tiene que ver fundamentalmente Dios, ese reino de Dios debe cons- con el reinado de Dios (basileia tituir el objeto unificador de la teo- tou Theou). Hay divergencias res- logía cristiana". pecto a su contenido y significado, "Aunque se necesite determi- pero no en su centralidad en la vi- nar ulteriormente cómo entendió da de Jesús de Nazaret. "Es incon- Jesús el reino de Dios y cómo de- testable que el punto central del be entenderse en cada situación anuncio de Jesús fue la soberanía de Dios o el reinado de Dios [... ] histórica -dos tareas estrictamente teológicas-, se afirma como inter- Es el punto central en torno del cual se organiza todo lo demás, no pretación adecuada de la vida y solo el mensaje, sino también su misión de Jesús que su objeto fun- actividad de curar enfermos, de damental es el reino de Dios y que dentro del marco del reino de Dios realizar milagros, y de su impera- yen su realización histórica es co- tivo ético" (1. Gnilka). Para Küm- mel, el anuncio de la proximidad mo deben surgir los demás temas teológicos. [. ..] Se trata de lo que del reinado de Dios consistió en el "resumen de toda la predicación debe hacer una teología cristiana [...] tomando con absoluta serie- de Jesús" y era "el término que me- jor servía para caracterizar toda su dad la vida de Jesús" (Ignacio Ella- curía). predicación". Podemos decir que el reinado de Dios es la realidad y La expresión reinado de Dios es muy apropiada para formular:1 miento histórico en el que se dio a "ámbito de realidad" de la teolog la conocer. cristiana . Por varias razones. En terc er luga r se asum e de En pri mer lugar h~bla de pio s modo consecuente el carácter teo- a partir de su actu,aclOn. hls! onc a. logal de la prax is eclesial y.de la Más que un espacIo tern tona l , ba- prax is histórica total. ,El r~l~ado siléia tou Theou designa el actuar de Dios que la teolog1a Cfl stlana y la acción soberana de D~~s en la busca entender es el que fue anun- historia y, en cuanto tal , mcluye ciado y realizado por Jesús de Na- form alm ente a Dios" e " incluye zaret, y que continúa anunciad~ y formalmente su reinado en la his- realizado por sus seguidores, e 10- toria". Por ser reino de Dios, "ape- cluso por personas que, a pesar de la a la totalidad del Dios revelado no conocerlo ni de identificarse co- por Jesús y en Jesús". y por ser rei- mo seguidores, realizan lo que Él nado de Dios "apela a la historia y anunció y realizó. Tiene que ver al hombre como lugar de presen- con la praxis de Jesús de Nazaret cia y actuación del Dios de Jesús (acontecimiento histórico) y con el Cristo". La ex.presión reinado de dinamismo histórico ("signos de Dios permite hablar de Dios a par- los tiempos") desencadenado (1 Ca tir de su actuación histórica y to- 4, 20; Jn 2, 6). Es el problema de mar la unidad radical entre la rea- la relación reinado de Dios-Iglesia- lidad a ser entendida (Dios) y su pueblo de Dios. Al concepto "rei- acceso histórico (reinado). nado de Dios" corresponde la rea- En segundo lugar asume el ca- lidad "pueblo de Dios", que no se rácter teologal de la praxis de Je- identifica con la Igle sia, pero tam- sús de Nazaret. Habla de Dios a poco es independiente de ella . No parti r del acontecimiento en el que ex.iste reinado de Dios sin pueblo la comunidad cristiana reconoce de Dios . Dios solo reina en la me- la presencia y actuación de Dios dida en que tiene un pueblo que en la historia. Lo que sea la reali- gob erna r y en la med ida que un dad de Dios, sus designios, su mo- pueblo es gobernado por Dios se do de presencia y actuación en la puede llamar pueblo de Dios. historia se sabe a part ir de Jesús de Nazaret. Cualquier adjetivo de En cuarto lugar, tiene un carác- ter eng loba nte y totaliza dor. La Dios (omnipotente, absoluto, tras- teol ogía cris tian a siem pre trató cendente , infinito, etc.) tiene que muchos temas y buscó tratarlos de pasar por el filtro de la vida y pra- modo coherente y sistemático. La xis de Jesús de Nazaret. Es la "pie- categoría reinado de Dios permite dra angular" (base, fundamento) y expresar esta pluralidad en su uni- la "piedra de toque" (medio de eva- dad radical: habla de todo (Dios, luar) de la teología cristiana. La Jesús, Iglesia, sacramentos, moral, expresión reinado de Dios permite etc.) a partir y en vista del señorío hablar de Dios a partir del conoci- de Dios en este mundo. Hace que El Rein ado de Dios com o asun to de la teolo gía cristi ana '193 "no se deje fuera nada de lo que es lización del reinado de Dios en el mensaje revelado", y "permite nuestro mundo. La existencia de acercarse connaturalmente a las pobres y oprimidos es la expresión cosas de este mundo porque alude más clara y radical de la negación a la presencia reinante de Dios en de la justicia de Dios. Nuestra re- el mundo". Aquí se manifiesta su acción a esa situación determina carácter englobante y totalizador nuestra adhesión o rechazo al rei- tanto respecto a la pluralidad y uni- nado de Dios (Lc 10,25-37; Mt 25, dad de sus notas como respecto a 31-46). Si el reinado de Dios tiene la "tensión escatológica" del "ya- que ver con la justicia a los pobres pero todavía no". y opnmldos, ellos constituyen el criterio y medida fundamental de Finalmente ofrece un criterio su realización histórica y de nues- objetivo de verificación. La carac- tra adhesión o rechazo a él. terística del reinado de Dios, dice Joachim Jeremías, es la realización Por estas razones, la expresión del "ideal de justicia real , siempre reinado de Dios parece apropiada ansiado, mas nunca cumplido en para una adecuada formulación del la tierra". La "justicia real" dice "ámbito de realidad" de la teología respecto a la "protección a los des- cristiana. Dicho más simplemente, amparados, frágiles y pobres, a las el reinado de Dios es el asunto de viudas y a los huérfanos". Según la teología cristiana: aquello de Jeremías, "Jesús anunció la consu- que se ocupa y trata. Por eso, más mación del mundo como algo que que de teología, deberíamos hablar estaba a punto de irrumpir, aunque -repito- de basileia-tou-Theou-lo- no se expl icitó sobre la basiléia. gia: intelección (logia) del rei nado Por el contrario su trazo decisivo de Dios (basiléia tou Theo). Pero aún no se ha descrito": la "oferta dada la extrañeza de esa expresión de salvación a los pobres". y el uso común, seguiremos ha- blando de teo logía , pero enten- Aquí está el "corazón de la pre- diéndola como intelección del rei- dicación de Jesús". Aquí encontra- nado de Dios. mos un criterio objetivo de la rea-
APROXIMACiÓN SISTEMÁTICA-EPISTEMOLÓGICA
Después de haber mostrado en Carácter y potencial
qué sentido el reinado de Dios de- sistemático be ser tomado como el asunto más adecuado de la teología cristiana, Hemos llamado la atención so- explicitaremos el carácter sistemá- bre la pluralidad de temas y dimen- tico y epistemológico de nuestra siones de la teología cristiana, y la aproximación al reinado de Dios. necesidad de una aproximación sistemá tica. El reinado de Dios mático indiscutible. permite asumir esa pluralidad en su unidad radical. Todo se trata a partir y en vista de su realización Caráct er y potenc ial histórica y todo encuentra en él su epistem ológico lugar y su importancia. En el rei- nado de Dios, la teología encuen- tra su unidad radical , tanto en lo El reinado de Dios como asun- que dice respecto a lo específica- to de la teología cristiana también mente cristian o (punto de vista) tiene un potencial epistemológico como lo que dice respecto a la uni- en la medida que determ ina el dad estructu ral (ámbito de reali- "ámbito de realidad ". Como decía- dad). mos, el modo de conocer una rea- La fecundidad de ese carácter lidad cualquiera está determinado, y de ese potencial sistemático se en gran parte, por la constitución constata en el desarrollo de la teo- de esta realidad y por su acceso in- logía de la liberación. Ignacio ElIa- telectivo. curía llega a definirla como una . ~I afirmar que (a) la teología teología del reinado de Dios. Y Jon cnstlan a trata del reinado de Dios Sobrino se pregunta "si y cómo el y no de Dios sin más; que Cb) el reino de Dios tiene la capacidad de reinado de Dios es una realidad organizar los contenidos de la teo- histórica, por más espiritual y tras- lo~ía". Co~cluye afirmando que "el cendente que sea; que Cc) tiene su remo de DIOs no es solo objeto cen- criterio fundamental en la praxis tral sino lo que puede organiz ar de Jesús de Nazaret; que (d) tiene [.. .] la totalidad de la teología". que ver con todas las dimensiones No es el sitio apropiado para d~ la vida humana, sin agotarse en presentar la fecundidad del reina- nmguna; y que Ce) tiene en los po- do de Dios en la teología de la li- bres y oprimidos su lugar privile- beración. Pero no resistiremos la giado de realización y verificación, tentación de mencionar algunas de estamos ya determinando cómo se sus aproximaciones más relevan- da el proceso de conocimiento teo- tes y fecundas: la cristología, la lógico. teología, la eclesiología, los sacra- Al contrario de lo que piensa mentos, la espiritualidad, el mar- Clodovis Boff, por ejemplo, el pun- tirio, la pastoral, las cuestiones so- to de partida de la teología cristia- ciales, económicas y culturales, el na no son las formulaciones dog- (macro) ecumenismo y el método máticas o positivas de fe (fides teológico. Estos desarrollos se re- quae). Primero, porque el asunto o velan extremamente fecundos. De "ámbito de realidad" es el reinado modo que abordar el reinado de de Dios y no un conjunto de for- Dios como asunto de la teología mulaciones dogmáticas. Estas ya cristiana tiene un potencial siste- son elaboraciones teológicas. Se- El R~i!\'ddo d~ Dios como asunto de la t.eo\o't,ía c.ristiana 1.~':. gundo, no es nada evidente que "so- de la realización del reinado de lo la teoría genera teoría", que "las Di~s en este mundo. Y aquí entran cosas reales permanecen atrás del en Juego todas las mediaciones ne- proceso cognitivo", que "la praxis cesarias tanto para el acceso a la no es mediación teórica alguna" y praxis de Jesús de Nazaret, como que saber y realidad constituyen para el discernimiento del dina- esferas "heterogéneas aunque com- mismo histórico desencadenado. binables". Por un lado, la teoría es el momento reflexivo de la acción Nos interesa insistir en el ca- humana. Y el propio lenguaje es rácter y potencial epistemológico parte de una forma de vida. Por del reinado de Dios como asunto otro lado, si saber y realidad cons- de la teología cristiana. Al deter- tituyen esferas "heterogéneas", el minar ese "ámbito de realidad" se saber jamás sería saber de la rea- determina también su acceso inte- lidad. De modo que el punto de lectivo y el proceso de intelección. partida de la teología cristiana es la realización histórica del reinado de Dios, tal como se dio en la pra- A mod o de co nc lusió n xis de Jesús de Nazaret. y se desenvuelve y configura La determinación y formula- como intelección del reinado de ción adecuada del asunto de la teo- Dios en la historia. No es verdad logía cristiana son de fundamental que "una práctica teológica, como importancia tanto para el desarro- tal, solo es 'culpable' de los crite- llo sistemático, como para explici- rios de su gramática" Ce. Boff). tar su modo de conocimiento. Ellas Tiene que responder también por dicen la identidad cristiana de la la capacidad de formular la reali- teología (trata todo en vista del rei- dad que busca comprender. El rei- nado de Dios) y el propio método nado de Dios no solo es punto de teológico (rei nado de Dios como partida de la teología sino su fun- determinante del conocimiento damento y criterio permanente. teológico). Ahí se juega la veracidad o false- Es necesario determinar con dad de una teología, "en la marcha mayor precisión lo que fue el rei- intelectiva las cosas comienzan nado de Dios en la vida de Jesús de dando que pensar y terminan dan- Nazaret y cómo se viene realizan- do [o quitando] razón". do a lo largo de la historia. Pero es- Tomando como criterio la pra- to es parte del proceso de i ntelec- xis de Jesús de Nazaret, compete ción de ese "ámbito de realidad" a la teología discernir los signos que es el reinado de Dios.