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CONTAMINANTES; PESTICIDAS
Química Ambiental II
Grupo
3AM8
Profesora
Dr. María Eugenia Gutiérrez Castillo
Fecha de Entrega
5 de Diciembre del 2017
Estructura química
Los plaguicidas los clasificamos en 3 tipos, organoclorados, organofosforados y carbamatos.
Organoclorados
Muchos pesticidas contienen cloro. Algunos ejemplos notables son: DDT, dicofol, heptacloro,
endosulfán, clordano, aldrin, dieldrin, endrina, mirex y pentaclorofenol. Estos pueden ser
hidrofílicos o hidrofóbicos en función de su estructura molecular. Muchos de estos agentes han sido
prohibidos en varios países, por ejemplo, mirex y aldrin.
Organofosforados
Son esteres de ácido fosfórico y altamente tóxicos, se desarrollan en Alemania a partir de las
investigaciones sobre gases neurotóxicos
La fórmula estructural general de estos compuestos, que se caracterizan por la presencia de (en
general) tres funciones éster
Se trata de compuestos, en general, marcadamente apolares, lo que significa que desde el punto de
vista químico la mayoría son escasamente solubles en agua.
-La mayor parte de ellos son liposolubles, lo que favorece su penetración al organismo.
-Posee baja presión de vapor, con excepción de algunos pocos. Estos los hace poco volátiles.
Buena absorción por vía digestiva y respiratoria es más irregular a través de la piel. Causan una
inhibición reversible en las enzimas colinestereasas, porque la unión enzima-carbamil es reversible,
siendo más benigno y con una duración más corta que en las intoxicaciones por insecticidas
organofosforados en la cual esta unión es irreversible.
Los productos finales incluyen aminas, alcoholes y derivados del fenol, que se excretan
fundamentalmente a través del riñón.
Como podemos ir notando cada vez se fueron realizando plaguicidas más leves cuya degradabilidad
es menor, esto puede llevar la desventaja de que las plagas no sean eliminadas por completo, pero
reduce la bioacumulación de pesticidas en suelo y agua.
Propiedad de carga
Las substancias al solubilizarse se pueden o no disociar; las que no se disocian son substancias no
iónicas sin carga. Las que se disocian son substancias iónicas, las cuales pueden tener carga positiva
(catiónicas) o bien carga negativa (aniónicas).
Los plaguicidas aniónicos y los no aniónicos son móviles en los suelos en tanto los catiónicos son
absorbidos, inmovilizándose en ellos. El paraquat y el diquat son sustancias catiónicas que se
absorben fuertemente a las partículas de los suelos, en tanto los plaguicidas fenoxiaceticos,
substancias aniónicas, se movilizan fácilmente.
Volatilidad
La volatilidad representa la tendencia del plaguicida a pasar a la fase gaseosa. Todas las sustancias
orgánicas son volátiles en algún grado dependiendo de su presión de vapor, del estado físico en que
se encuentren y de la temperatura ambiente. La volatilidad se mide a partir de la constante de Henry
que depende de la presión de vapor en estado líquido y de la solubilidad en agua.
Describe la tendencia de un plaguicida a volatilizarse del agua o suelo húmedo. El valor se calcula
usando la presión de vapor, solubilidad en agua y peso molecular de un plaguicida.
𝑃° 𝑃𝑀
𝐻𝑐 = 𝑐
Donde:
Hc= Constante de Henry (Pa m3/ moles)
P°= Presión de vapor del plaguicida (Pa)
PM= Peso molecular
C= Solubilidad en agua (mol/ m3)
Cuando el plaguicida tiene una alta solubilidad en agua con relación a su presión de vapor, el
plaguicida se disolverá principalmente en agua. Un valor alto de la Ley de Henry, indica que un
plaguicida tiene un potencial elevado para volatilizarse del suelo húmedo; un valor bajo predice un
mayor potencial de lixiviación del plaguicida.
La contaminación del aire tiene importancia cuando se trata de aplicaciones por medios aéreos; la
gran extensión que abarcan éstas y el pequeño tamaño de las partículas contribuyen a sus efectos,
entre los que se cuenta el"arrastre" de partículas a las zonas vecinas, fuera del área de tratamiento.
Este efecto tiene importancia si contamina zonas habitadas o con cultivos, y se hace muy evidente
cuando se emplean herbicidas de contacto que llegan hasta cultivos que son muy sensibles a los
mismos.
Los plaguicidas constituyen impurezas que pueden llegar al hombre directamente a través del agua
potable y en forma indirecta a través de la cadena biológica de los alimentos. Estas sustancias
químicas pueden ser resistentes a la degradación, y en consecuencia, persistir por largos períodos
de tiempo en las aguas subterráneas y superficiales.
Los plaguicidas imparten al agua potable olores y sabores desagradables, aún a bajas
concentraciones.
Los plaguicidas tienen efectos agudos y crónicos en la salud; se entiende por agudos aquellas
intoxicaciones vinculadas a una exposición de corto tiempo con efectos sistémicos o localizados, y
por crónicos aquellas manifestaciones o patologías vinculadas a la exposición a bajas dosis por largo
tiempo.
Un plaguicida dado tendrá un efecto negativo sobre la salud humana cuando el grado de exposición
supere los niveles considerados seguros. Puede darse una exposición directa a plaguicidas (en el
caso de los trabajadores de la industria que fabrican plaguicidas y los operarios, en particular,
agricultores, que los aplican), o una exposición indirecta (en el caso de consumidores, residentes y
transeúntes), en particular durante o después de la aplicación de plaguicidas en agricultura,
jardinería o terrenos deportivos, o por el mantenimiento de edificios públicos, la lucha contra las
malas hierbas en los bordes de carreteras y vías férreas, y otras actividades. 26
1. Toxicidad oral aguda: se refiere a la ingestión "de una sola vez" de un plaguicida, que causa
efectos tóxicos en un ser vivo. Puede afectar tanto al manipulador como al resto de la
población expuesta, aunque el riesgo de ingerir en una sola dosis la cantidad
correspondiente a la DL 50 oral aguda sólo puede ocurrir por accidente, error, ignorancia o
intento suicida.
2. Toxicidad dérmica: se refiere a los riesgos tóxicos debidos al contacto y absorción del
plaguicida por la piel, aunque es menos evidente y sus dosis letales son siempre superiores
a las orales, es por eso que presenta mayor riesgo para el manipulador que para el resto de
la población.
Con frecuencia, las moléculas de plaguicidas que están cargadas positivamente son atraídas y
pueden unirse a partículas cargadas negativamente de arcilla y materia orgánica.
El grado de adsorción depende de las propiedades del suelo y el compuesto, que incluyen tamaño,
forma, configuración, estructura molecular, funciones químicas, solubilidad, polaridad, polarización
y distribución de carga de las especies que interactúan, y la naturaleza ácido-base de la molécula de
plaguicida (Senesi, 1992; Pignatello y Xing, 1996).
Desde un punto de vista toxicológico, la unión de xenobióticos al humus conduce a una disminución
del material disponible para interactuar con la biota, una reducción en la toxicidad del compuesto y
la inmovilización del pesticida, lo que reduce sus propiedades de lixiviación y transporte.
Solubilidad
La relación entre la concentración de los componentes en la fase sólida o líquida es conocida por
medio del coeficiente de distribución y es directamente proporcional a la solubilidad de las
partículas en agua e inversamente proporcional a la materia orgánica y arcilla que contenga el
sólido.
Existe el coeficiente de partición (Kd) entre sólidos y agua es la relación de la cantidad de pesticida
adsorbido (Ca) por unidad de masa de adsorbente (Cd).
Las constantes Koc y Kcc son linealmente dependientes de la contante de partición de octanol y
agua, Kow, con la cual se considera una solubilidad baja en agua si Kow es alto y una solubilidad
alta en agua si el Kow es bajo.
Metabolismo
ABSORCIÓN
Se trata de compuestos, marcadamente apolares, que desde el punto de vista biológico tienen a
disolverse en grasas.
Por tal motivo, la piel, donde se encuentra una importante capa de tejido con elevado contenido de
lípidos, puede constituir una importante vía de entrada.
La estabilidad de los plaguicidas(Organofosforados) depende del pH del medio; a pH fuertemente
alcalino e descomponen, lo que puede ser utilizado para destruirlos.
DISTRIBUCIÓN
Una vez absorbidos, los plaguicidas (Organofosforados) y sus metabolitos se distribuyen
rápidamente por todos los órganos y tejidos, aunque las concentraciones más elevadas se alcanzan
en el hígado y los riñones, antes de ser eliminados de manera prácticamente total por la orna y
heces.
No obstante, los son puestos más lipofílicos pueden almacenarse en pequeña proporción en los
tejidos grasos y el tejido nerviosos, dada su riqueza en lípidos.
CATABOLISMO
El catabolismo de los organofosforados sigue las dos fases habituales de detoxificación de los
xenobióticos en el organismo en general, las denominadas fase I y fase II.
Paradójicamente, en ocasiones, el organofosforado requiere que se metabolice antes de convertirse
en un compuesto biológicamente activo, y por tanto, nocivo en el organismo.
Biodegradabilidad
Su baja biodegradabilidad hace que su toxicidad persista largo tiempo. La biodegradabilidad de los
plaguicidas involucra enzimas y catalizadores los cuales transforman en gran medida las moléculas.
Algunos microorganismos son capaces de utilizar los pesticidas como única fuente de C y N. Algunos
ejemplos son: Pseudomonas, Nocardia y Aspergillus.
De acuerdo con Alexander (1994) se deben cumplir las siguientes condiciones para que la
biodegradación de los pesticidas pueda llevarse a cabo:
2. Los microorganismos deben tener las enzimas necesarias para llevar a cabo al biodegradación.
4. Si la enzima que comienza la degradación es extracelular, los enlaces sobre los que actúa esa
enzima deben estar expuestos para que el catalizador funcione.
5. Las enzimas deben catalizar que la degradación sea intracelular, la molécula debe penetrar la
superficie de la célula para llegar al sitio donde la enzima actúa.
Esto resulta en la inactivación con el ingrediente activo del pesticida convertido en un producto
inactivo. Las reacciones que normalmente se presentan se presentan durante la destoxificación se
presentan en la Tabla 1.
Referencias bibliográficas
Dra. Asela M. del Puerto Rodríguez, Dra. Susana Suárez Tamayo, Lic. Daniel E. Palacio Estrada,
"Efectos de los plaguicidas sobre el ambiente y la salud", Instituto Nacional de Higiene,
Epidemiología y Microbiología (INHEM). La Habana, Cuba. 2014. [Citado 03 Diciembre 2017]
Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-30032014000300010
Albert Palacios L. Plaguicidas [Internet]. Capítulo 21. En: Introducción a la toxicología ambiental.
Metepec: ECO/OPS/Gobierno del Estado de México; 1997. p.359-82. [citado 03 diciembre 2017].
Disponible en: http://www.bvsde.paho.org/bvstox/fulltext/toxico/toxico-04a21.pdf
OSU Extension Pesticide Properties Database, J.J. Jenkins and P.A. Thomson, Oregon State University
Extension Service, January 1999.
http://pmep.cce.cornell.edu/facts-slides-self/facts/pest-gr-gud-grw89.html Consultado: 3 de
diciembre 2017
Alexander M., 1994. Biodegradation and bioremediation. Academic Press, NY, USA. 302 pp.