GABINETE

PSICOPEDAGÓGICO

El autocontrol es la capacidad que toda persona posee para manejar de forma eficaz sus
emociones. El autocontrol puede ser entrenado a través de la puesta en marcha de una
serie de estrategias que favorezcan respuestas adaptativas ante eventos con un fuerte peso
emocional.
Hoy en consulta de psicología hemos aprendido una serie de estrategias que han de ser
puestas en marcha en función del momento (a medida que el tiempo avanza en el enfado
se hace más complejo tomar el control de la situación):
1. SOMOS CONSCIENTES DE NUESTRAS SENSACIONES
CORPORALES. El enfado es una emoción que se acompaña de importantes
sensaciones físicas. Dichas sensaciones serán diferentes en función de cada
persona, por ello, entrenamos las que aparecen en tí.
Cuando estas siendo consciente de estas sensaciones las mejores estrategias
que poner en marcha suelen ser:
- Respiración abdominal o profunda (siguiendo los pasos enseñados en
consulta 4-4-8)
- Relajación muscular progresiva
- Técnica del volumen fijo (útil cuando se percibe un aumento del volumen
por parte de quien empieza a enojarse).

2. APARECEN PENSAMIENTOS NEGATIVOS

- Autoverbalizaciones (“calma”, “no te metas en líos”, “cuenta hasta diez”,
“es lógico que estés nervioso, respira”, “soy capaz de controlarme”, “no
voy a dejar que esto me domine”, etc.)
- Pensamientos positivos (“si me esfuerzo tendré éxito”,” esto no va a ser
tan terrible”, “estar enfadado no me ayuda”, etc.)

3. REALIZO CONDUCTAS QUE MANIFIESTAN MI PÉRDIDA DE

CONTROL (Llorar, pegar…) Incluso cuando aparece la pérdida de control
se pueden realizar estrategias para que esta pérdida sea menos duradera y no
tenga consecuencias negativas en nosotros y quienes nos rodean. Es cierto,
que llegados a este momento del proceso de pérdida de control el dominio se
hace más complejo, pero con esfuerzo y tesón es posible.
- Técnica de tiempo fuera. Consiste en una vez que me doy cuenta de que
el enfado me ha dominado abandono el lugar que esta haciendo que mi
enfado crezca, con el objetivo, de en otro espacio neutro, realizar alguna
de las estrategias anteriores que me permita volver a la calma. Una vez que
me he tranquilizado puedo volver al lugar y solucionar el conflicto.
- Irse. Esta técnica es igual que la anterior, con la diferencia de que no
vuelvo a solucionar las cosas hasta que haya pasado tiempo y la situación
se haya calmado por sí misma.

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