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¿Hay Metafísica en Descartes?

La respuesta adecuada para responder este cuestionamiento es NO, puesto que no se encuentra en
Descartes reflexión alguna sobre el objeto de la Metafísica, ni tampoco hace reflexión sobre la
cuestión del ser. Tanto es así que el término “Ontología” es contemporáneo con él (fue utilizado por
primera vez en 1613 por Goclenius) y sin embargo, ni este término, ni la metafísica fueron
preocupación de su preocupación, y se puede afirmar hasta cierto punto que Descartes tenía una
leve pero sólida tendencia anti-ontológica en su pensamiento.

Descartes hace un giro a la filosofía. Dejando de lado los vientos de la Escolástica y centrando su
estudio en el “Yo pienso” (Cogito). Es por esta razón que se dice que este autor evitaba la metafísica,
puesto que no era de su interés. Sin embargo deja a un lado la nación clásica de la metafísica para
proponer un método que a primera vista proyectaba lo que la metafísica en principio quería ser,
incluyendo así indirectamente en su propuesta una metafísica patente.

En sus meditaciones, Descartes actualiza y da un nuevo aire a la metafísica en la edad moderna,


volviéndose así un pilar en la historia de dicha ciencia. Sin embargo a él no le gustaba que se le
llamase a sus meditaciones “Su metafísica”, aun cuando esta obra aportaba mucho al desarrollo de
la metafísica. A él le gustaba que la llamasen “Meditaciones sobre la filosofía primera”.

Hay que entender que el término meditación para Descartes es despegar el espíritu de la relación
con los sentidos y de los sentidos, permitiéndole así tener un espacio de intimidad y reflexión
consigo mismo.

Primea meditación: De lo que puede ponerse en duda o el cuestionamiento de la metafísica Clásica.

Descartes plantea en primer lugar que la primera meditación se lleva a cabo bajo el signo de la duda,
puesto que habla de “las cosas que pueden ponerse en duda”, aclarando indirectamente que no es
posible dudar de todo, y si se duda es porque se está buscando una certeza, y esto es lo que
precisamente él hace: hacer de ella fundamento de su filosofía primera.

Propone que para poder llegar a una certeza es importante librarse de las opiniones y de los
conceptos adquiridos, ya que pueden ser “la base débil que sostiene nuestro conocimiento”. Es
decir la preocupación de Descartes parte en que nuestro conocimiento puede estar erigido en bases
muy débiles (de esto había hablado anteriormente Platón y Parménides), pero, ¿Cómo saber si hay
debilidad en las sabes? Precisamente él harpa esta reflexión principal en sus llamadas meditaciones.

Por último Descartes le plantea al lector que debe cultivar una duda radical hacia todo su
conocimiento, pues esta cuestión será la puerta que le permita remover aquellas cosas adquiridad
y aceptadas en el conocimiento pero que son falsas y nos mantienen en el error

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