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1.

POSIBILIDADES Y OPORTUNIDADES DE DESARROLLO DE LA ECONOMIA DE CHILE


La economía de Chile es considerada como una de las más desarrolladas de Latinoamérica, y se cree que será un país
desarrollado entre los años 2018 y 2020. Además, cuenta con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) más alto de
Latinoamérica. Según estimaciones del FMI el país alcanzará un PIB per cápita de poco más de 18,000 USD en un periodo
de 4 años (2014). A comienzos de 2010, Chile se convertirá en el primer miembro pleno de la OCDE en Sudamérica y
segundo en Latinoamérica, después de México, debido al reconocimiento en los avances económicos de las últimas
décadas, desarrollo …
Es el país del mundo con el mayor número de tratados de libre comercio, firmados con áreas económicas que
representan cerca del 90% de la población mundial (entre otros con NAFTA, Unión Europea, EFTA, Corea del Sur, China)
que le da acceso preferencial casi la totalidad del mercado mundial de bienes y servicios. Como resultado es una de las
economías más globalizadas y competitivas del planeta, gracias a una política consensuada en torno a ésta materia
durante más de 15 años.OCDE: Economía en Chile es vulnerable a factores externos
El crecimiento ha sido de un 4 por ciento desde el año 2000.
La minería representa más de la mitad de las exportaciones chilenas.
La poca diversidad de la economía situó a Chile en situación de vulnerabilidad ante problemas externos, según la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en un informe sobre la producción.
"Chile es una economía relativamente estable y abierta. Una sólida gestión por las materias primas, permitió al país
disfrutar de un crecimiento sostenido y relativamente estable desde principios de los años noventa", señala la OCDE.
El organismo considera que "esta realidad también aisló a Chile de los patrones de crecimiento más volátiles de otras
economías en América Latina", como evidencia que el país ha estado creciendo en promedio un 4 por ciento desde el
año 2000, frente al 2,8 por ciento de la región.
Como consecuencia, "los chilenos hoy están mejor que en el pasado, tienen mayores ingresos y están cerrando
progresivamente la brecha con los países más avanzados", señala el estudio.
Sin embargo, la OCDE alerta sobre "la baja productividad detiene el crecimiento de Chile", puesto que la mayoría de los
trabajadores están empleados en actividades de baja productividad que contribuyen poco a agregar valor".
Además, "la limitada diversificación de la economía, tanto en términos de actividades como de mercados, deja a Chile
vulnerable a las conmociones externas".
El crecimiento económico interno aún depende de los recursos naturales. La minería representa más de la mitad de las
exportaciones chilenas, donde China, EEUU y Japón, son los destinatarios principales de las exportaciones.
Y advierte de que "una contracción de la demanda por parte de cualquiera de estos países puede afectar a toda la
economía".
El cobre como impulsor económico
Las variaciones de los precios del cobre también tienen efectos importantes que afectan a las percepciones de los
negocios y los ciudadanos, y limitan las inversiones a favor de la innovación.
Chile representa más de un tercio de las reservas mundiales de cobre y se encuentra entre los tres principales
productores de litio, la OCDE deduce que "la minería seguirá siendo un factor clave de crecimiento en el futuro".
Sin embargo, el sector minero enfrenta límites en términos de absorción de mano de obra, dadas las características del
proceso de producción y el avance hacia la minería automatizada.
Por ello, se destaca que "diversificar la economía mediante la generación de oportunidades de negocios en actividades
económicas relacionadas es de vital importancia para mantener el crecimiento y crear empleos".
"El modelo chileno requiere de una actualización para continuar teniendo éxito", recalca el estudio
"Hacer coincidir las aspiraciones de una sociedad requiere, por lo tanto, ajustar el modelo y encontrar nuevas fuentes de
crecimiento para ampliar la participación de la sociedad en la economía".
El organismo internacional reconoce que "Chile, en línea con las prácticas internacionales, se ha embarcado en la
reforma de las instituciones para aumentar el impacto, con la creación de la Comisión Nacional de Productividad e Invest
Chile, y a través de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).
"Ser un país estable y una economía abierta no es suficiente para sostener el desarrollo empresarial o responder a las
demandas de la sociedad", concluye.
2 ¿Se Puede Hablar De La Consolidación Del Estado Nación En América Latina? ¿O Esta Consolidación Lleva A Que Se
Hable De Un Estado Fallido?
La consolidación del estado nación en América latina
Si nos abocamos a América Latina en general, y a la Argentina en particular, podemos realizar una tipología propia para
señalar las distintas etapas del Estado nacional en nuestro subcontinente, destacando el modelo de Estado, su función,
el modelo de acumulación, el sistema político y el rasgo esencial de la coyuntura internacional6 . cinco momentos del
estdo nal en AL.
El primero, pertenece a la etapa de conformación de los Estados nacionales, en donde lo primordial resulta la
organización nacional y el reconocimiento de las potencias europeas -en especial, Gran Bretaña y Francia- de la
soberanía latinoamericana, como la transformación de las estructuras económicas bajo la égida de las inversiones
británicas y el llamado inmigratorio.
El segundo y tercer momento corresponden al Estado liberal propiamente dicho, adquiriendo los derechos civiles en la
etapa oligárquica y los derechos políticos en la democrática; la política internacional gira en torno a las relaciones con
Gran Bretaña, a la inserción al Mercado mundial como productor de materias primas y alimentos y a un principio de
acercamiento a los Estados Unidos, dando forma a una política triangular en los casos argentino y brasileño
principalmente, aunque en forma inversa en cuanto a la relación7 .
La cuarta etapa hace referencia a los movimientos populistas en América (Vargas en Brasil, Cárdenas en México, Perón
en la Argentina) y a la peculiar situación creada por la gran crisis económico - financiera nacida del crack de Wall Street,
la segunda gran confrontación bélica entre las principales potencias que terminó embarcando a todo el mundo en ella y
a la posterior coyuntura de la Guerra Fría que impulsó un realineamiento de todos los países en dos grandes bloques,
encabezados por los Estados Unidos y por la Unión Soviética, a pesar del intento de no alineamiento de los países
pertenecientes al llamado Tercer Mundo, y que tuvo a la Argentina como gran protagonista. Esta etapa se caracteriza
por la aplicación de las recetas keynesianas ante el cierre de las economías centrales, apuntándose hacia el mercado
interno, lo que conllevó a otorgar la adquisición de los derechos sociales por parte de los ciudadanos y a la intervención
del Estado en todo lo referente al bienestar de la población (ante el temor del avance comunista dentro de las simpatías
populares, entre otras cosas).
Ninguno podía identificar siquiera a los individuos fuera de sus domicilios y, muchas veces en el interior de los mismos1 .
Para la mayor parte de la nuevas repúblicas latinoamericanas, tal situación se mantuvo hasta muy entrado el siglo y, en
algunas áreas, hasta el siglo XX2 . En realidad, como lo sostiene Hobsbawm, ningún Estado, antes del ferrocarril y el
telégrafo, antepasados de la moderna revolución de las comunicaciones, podía saber lo que ocurría en sus rincones más
lejanos o mover sus agentes con rapidez suficiente para que tomasen medidas ya fuese cuando ocurrían crisis políticas
locales o desastres naturales, pues ningún Estado podía pretender que controlaba sus fronteras o intentaba controlarlas
o, de hecho, tenía unas fronteras claramente delineadas. Más aún, ningún Estado en Sudamérica hasta el tercer cuarto
del siglo poseía la capacidad de mantener un cuerpo de policía nacional eficaz, que actuase en calidad de agente directo
del gobierno central y abarcara todo el territorio. Las nuevas repúblicas hispanoamericanas no contaban ni con la
capacidad política, ni con los recursos humanos calificados, ni con los financieros que les permitieran ejercer un control
efectivo, manejar sus territorios de manera eficiente y dotarlos de la infraestructura básica que facilitara el desarrollo de
los mercados. En este sentido, y en la perspectiva del desarrollo de la capacidad política de los gobiernos nacionales, el
atraso material fue un importante elemento de retardo del desarrollo político. Es que como sentenció Fernand Braudel,
“sin intercambios, no hay sociedad”
Los estados independientes en América Latina se constituyeron a principios del siglo XIX, sobre la base de las divisiones
administrativas que había establecido la corona española lo que significó el desmembramiento del imperio en el
continente y la formación de los estados-naciones, cuya consolidación se dificultaba por las rivalidades internas dentro
de cada uno y de ellos entre sí, en donde aparecieron fuertes aspiraciones de dominio por parte de otras potencias.
La percepción de tal situación llevó a algunos líderes de la época a pensar en la unidad como medio para contrarrestar
esta situación de debilidad. Simón Bolívar convocó en 1826 al Congreso Anfictiónico de Panamá con el objetivo de crear
una confederación de naciones hispanoamericanas. El Tratado de Unión, Liga y Confederación perpetua que se acordó
no llegó a ser ratificado y varios estados firmantes como Centro América y Colombia, se dividieron en varios estados
separados, lo que aumentó su debilidad política. Sin embargo, el objetivo de una integración latinoamericana quedó
planteado desde entonces.
Etapas de la conformación del estado en América latina

1. primera etapa la formación de los estados nacionales

El origen del proceso de formaron de los estados nacionales en Latinoamérica su puede situar entre 1850 y 1880, según
los países. Las características comunes que presenta este proceso son la culminación de las guerras de independencia, la
crisis de organización política y gobernabilidad en que las sumió las guerras de caudillos que expresaron los intentos
hegemónicos sociales no resueltas luego en la etapa colonial y la inserción paulatina en el sistema económico
internacional dentro del esquema de la división internacional del trabajo

Mediante la formación de ejércitos nacionales implica por un lado el fin de las guerras caudillas–regionales, base
necesaria para la consolidación de una organización política moderna, y por otro lado la captura de territorio apto para
la explotación agropecuaria extensiva sustento de la integración dinámica de los pases latinoamericanos al
internacionalizarse el sistema económico, esta estrecha relación de intereses económicos

Y el Estado en proceso de formación permito la utilización de excedentes los cuales fueron volcados a la modernización
del aparato estatal al fortalecimiento de los poderes (jurídico, policial, militar) y obras de infraestructura (transportes,
correos, aduanas, servicios urbanos ) y culturales ( arquitectura , teatros y operas ) los países mas desarrollados fueron
Argentina , chile , Uruguay , Brasil, en los mismos se podía encontrar una estrecha relación entre el Estado y los sectores
económicos hegemónicos cuya lógica de acumulación no se contradecía con el funcionamiento propio y autónomo del
Estado esto generaba una formación de la burocracia dirigida por los sectores sociales dominantes pero que respondían
a su rol burocrático, al interés del estado y a su dominación social.

Esta situación no era obviamente similar en todos los países latinoamericanos en muchos de ellos Perú, Colombia,
Venezuela, Ecuador, México donde se podía veer una menor movilidad social por contar con un sistema de dominación
patrimonial-feudal

Que se constituía desde los dueños de la tierra y los gobernantes autoritarios con un carácter excluyente, de
representación de los intereses exportadores con poca integración y ocupación política del espacio territorial las
infraestructura y obras publicas no existieron hasta la demanda social.

2. segunda etapa el estado nacional y popular

El modelo de desarrollo nacional–popular caracteriza a las formaciones sociales y políticas hegemónicas que se
desenvuelven en America latina entre 1930 -40

Se caracteriza por la ruptura estructurales de cambios internos y externos por una nueva combinación de fuerzas
sociales políticas y económicas la que se encuentran las “nuevas “clases con exigencias el aparato estatal adquiere una
nueva configuraron bajo el nombre de populismos que es un cambio entre la relación Estado y sociedad
Ejemplos arg: Peron , Cardenas en Mexico ,Vargas en Brasil ext..

Esos cambios se contextualizan en un marco de crisis de acumulación de los capitalismos centrales tienen sobre los
mercados internacionales

Estas condiciones de agudizan luego del estallido de la segunda guerra mundial

Sus tendencias un cerramiento de sus mercados de exportaciones y la baja de precios internacionales de las materias
primas

Esta etapa se va a caracterizar por la sustitución de las importaciones por un cambio en el desarrollo de la industria de
insumos y productos que antes se importaban

Dicha industria se empieza a desarrollar a partir de cierre de los mercados internacionales

La aparición de una industria nacional y generación de empleo urbano asalariado

Articulan la nacionalización de empresas extranjeras, transporte ferrocarriles o minerías para la creación de empresas
publicas dicho surgimiento abastece al creciente proletariado con condiciones favorables al mercado interno la creciente
urbanización legitimo el Estado nacional Popular para extraer renta agraria de los anteriores sectores dominantes y
volcarlas a la nueva industria

Sus criticas los modos de acción autoritarios y una forma en el armado de políticas publicas clientelistas

El Estado toma el lugar de un agente de cambio interpelando a las clases sociales que están sometidas por una particular
rigidez de conflictos, dichos actores se acomodaran por las transformaciones hechas por el estado formando su clase
dirigente

3. el estado burocrático autoritario

Este modelo conceptualizado como burocrático-autoritario por G.O. Donnel asume su forma específica en dos países
latinoamericanos Argentina, Brasil en la década del 60`

Sus características las posiciones superiores del gobierno empiezan a ser ocupadas por organizaciones complejas
altamente burocratizadas; fuerzas armadas, grandes empresas privadas, son sistemas de exclusión frente a los canales
de acceso al estado popular: controles verticales corporaciones, por parte del Estado hacia los sindicatos, con exclusión
económica en el sentido que reducen y postergan haca un futuro no precisado las aspiraciones económicas del sector
popular ; corresponden a un etapa de imprtante etapa de transformaciones en los mecanmos de acumularon de sus
sociedades que son parte de una profundización de un capitalismo periférico y dependiente pero también dotado ya de
una extensa industrialización

La mayoria del aparato Estatal (miliar civil )de los Estados B. sr habian formado de la idea desarrollista del progreso
atraves de la técnica en donde enendian que el desrrollo era una relación medios-fines que desembocaba a resultados
deseados para conseguirlo y resolver el conflicto social aplicaban represión social proporcional a los grupos que no
aceptan el proyecto estatal

Consecuencias: la política de las transnacionalizaciónes origino un fuerte crecimiento económico y el desarrollo


paulatino pero dinamico de un complejo industrial exportador
Aunque en una estructura social desequilibrada con grandes bolsones de marginación social por heber querido entender
la estructura social y sus conflictos como un problema técnico., el episodio del “cordobazo” como estallido social en la
Argentina demuestra la falta de legitimidad de este sistema

De algún modo este tipo de Estado pasó a ser un elemento estratégico funcional a las economías periferias que se
industrializaban como células para la explotación de capitales dirigidas a los grandes centros de capitalismo mundial.

4. procesos actuales de reformas del Estado

Entrando e crisis definitiva el modelo económico signado por la sustitución intensísima de importaciones basadas en la
exportación primaria y luego de la experiencia de los regimenes militares de los 70` las sociedades políticas
latinoamericanas se dieron el tiempo de institucionalizar lo que se denominó transición a la democracia

Este proceso no es sincrónico cada uno de los países lleva realidades especificas

Una primera observación es el cambio estatal en su desarrollo en términos de la legitimidad social para la
restructuración estatal pero el fraude y la corrupción llevan a una perdida de esta legitimación y creencia política

Y como gran punto esta etapa se caracteriza por las privatizaciones de las empresas publicas y sus planes de ajustes con
el FMI producto de la descomposición del modelo económico sustitutivo de la cada de los precios internacionales de las
materias primas, incluido el petróleo de las globalización de las economías y del peso de la deuda externa

Esta situación de deterioro del empleo publico ayuda tamben a la crisis eficiencia, productividad y sentido del empleo
publico

De la misma manera, la crisis fiscal del Estado opera sobre los servicios sociales, así el recorte de los gastos de los gastos
en salud, educación, vivienda y consumo social

Son rasgos común dentro de la reforma pero a su ves produce mayor conflictividad social.

Estados Fallidos

El término Estado fallido describe un Estado soberano que, se considera, ha fallado en la garantía de servicios básicos.
Por lo general, un Estado fallido se caracteriza por un fracaso social, político, y económico, caracterizándose por tener
un gobierno tan débil o ineficaz, que tiene poco control sobre vastas regiones de su territorio, no provee ni puede
proveer servicios básicos, presenta altos niveles de corrupción y de criminalidad, refugiados y desplazados, así como una
marcada degradación económica.
Sin embargo, el grado de control gubernamental que se necesita, para que un Estado no se considere como fallido,
presenta fuertes variaciones.
Más notable aun, el concepto mismo de Estado fallido es controvertido, sobre todo cuando se emplea mediante un
argumento de autoridad, y puede tener notables repercusiones geopolíticas.

En un sentido amplio, el término se usa para describir un Estado que se ha hecho ineficaz, teniendo sólo un control
nominal sobre su territorio, en el sentido de tener grupos armados desafiando directamente la autoridad del Estado, no
poder hacer cumplir sus leyes debido a las altas tasas de criminalidad, a la corrupción extrema, a un extenso mercado
informal, a una burocracia impenetrable, a la ineficacia judicial, y a la interferencia militar en la política.
La formación de los estados latinoamericanos ha seguido, los patrones de desarrollo estatal europeo como consecuencia
de las influencias coloniales desde el siglo quince hasta la independencia. Ya que la formación de los está-dos
latinoamericanos es reciente, en parte derivada de la experiencia de los países de Europa Occidental, no es necesario
analizar formaciones pre-estatales como tri-bus sin reglas o con reglas, ciudades estados e imperios antiguos para
analizar el proceso de formación de los estados.
Una de las debilidades más importantes del estado democrático ha sido su incapacidad de establecer igualdad frente a
la ley.
Esto no ha sucedido de manera completa en América Latina donde parecería que una proporción de la población se
encuentra todavía más allá de las leyes debido a la existencia de altos grados de corrupción, la aceptación implícita de la
evasión de impuestos y la salida de capitales, y el uso y abuso de contactos con la clase política o empleados públicos.
La incertidumbre democrática y la dependencia estructural del capital pueden ser minimizadas por reglas e
instituciones, ya que éstas le otorgan a los actores la posibilidad de lograr sus objetivos aún si en el corto plazo tienen
que enfrentar situaciones desfavorables.
El estado-institución que surgió en América Latina no estableció este equilibrio entre derrotas y éxitos ya que no ha sido
capaz de establecer igualdad ante la ley para todos sus ciudadanos. Además, esto no se ha logrado porque el equilibrio
el control entre los poderes del estado son débiles.
Las reformas del estado-institución llegaron un poco tarde. Una vez que las nuevas relaciones sociales habían sido
establecidas, las viejas instituciones del estado(que fueron empobrecidas económica e ideológicamente) tuvieron que
enfrentarse a nuevos conflictos sociales.
Se ha argumentado que marcos regulatorios fuertes y claros deberían estar presentes durante las denominadas
reformas de primera generación para poder llevarlas a cabo con éxito. Sin embargo, estos marcos eran demasiado
débiles para el grado de transformación que impulsaban las reformas. Como consecuencia de esto, el estado-contrato
social y el estado-institución fueron redefinidos y transformados por las reformas de primera generación de una manera
caótica y conflictiva.
En este marco, no se consideraron los instrumentos que las instituciones del estado, luego de su empobrecimiento y
racionalización, necesitarían para enfrentar los conflictos sociales. Un ejemplo de esto se puede encontrar en el proceso
de privatizaciones en el cual la capacidad del gobierno para negociar con el sector privado y los sindicatos decreció
frente al poder de los negocios y el traslado, en muchos casos, de monopolios públicos a monopolios privados.
Otros ejemplos pueden destacarse como el caso de la lentitud de la reforma judicial y los problemas no resueltos de
acceso a la justicia, especialmente para la mayoría de la población. La relación entre la democracia y las reformas
enfrentó el problema de secuencia en el tiempo, primero se trató de resolver el tema de los militares y su inserción
democrática, luego la crisis económica y finalmente las instituciones del estado y la calidad de la democracia. En otras
palabras, el problema derivó de poner en marcha las reformas de primera generación (rectificar los desequilibrios
macroeconómicos) y luego las reformas de segunda generación (reestructurar las instituciones del estado). Esta división
de la política y la economía fue resultado de la minimización del papel que tienen las instituciones del estado en
organizar tanto la vida pública como privada de los grupos sociales y los individuos. El proceso de las reformas desestimó
la importancia de las instituciones del estado y su relación con las relaciones sociales y el contrato social.
El estado-institución otorga el marco legal que administra el ejercicio de la ciudadanía y de los conflictos sociales y
conflictos de intereses; asegura la provisión de servicios básicos; monopoliza el uso de la fuerza legítima; defiende a los
ciudadanos de amenazas externas; administra la salud pública gracias a la recolección de impuestos, movilizando
ahorros y distribuyendo recursos; y preserva la integridad territorial.
Durante el período de reformas económicas, el estado-institución fue racionalizado con el fin de lograr los objetivos
macroeconómicos respecto al gasto fiscal. En lugar de reestructurar el estado de acuerdo a las nuevas relaciones
sociales que surgían como consecuencia de la democratización y las reformas económicas, el estado pre-autoritario,
prácticamente desintegrado luego de los regímenes autoritarios, fue testigo de una nueva reducción de su capacidad
para responder a los problemas que había generado una excesiva intervención estatal. La posibilidad de utilizar el
estado-institución democráticamente para la formulación y puesta en marcha de las reformas fue ignorada en la
mayoría de los países.
Hacia finales de los años noventa, las sociedades civiles comenzaron a enfrentarse a las consecuencias de las reformas
económicas. Venezuela, Argentina, Bolivia y Ecuador son algunos de los ejemplos de tiempos turbulentos en la región,
crisis políticas y movilizaciones sociales.
Contexto colombiano
Fernando Reyes
Colombia es un país que se ha destacado en la esfera internacional no solo por ser una de las democracias más antiguas
de América, sino también por tener una fuerte economía en desarrollo, que con el apoyo de los Estados Unidos como su
principal socio comercial y militar, también se ha caracterizado por ser un aliado clave de la comunidad internacional en
la lucha contra las drogas.
Sin embargo, este país también se ha dado a conocer por un largo conflicto armado cuyo impacto real solo trasciende a
través de la contradictoria información que se encuentra en las declaraciones oficiales del Gobierno, en las noticias de
los medios tradicionales, en los comunicados emitidos por los diferentes actores del conflicto armado y en la
fragmentada información que publican las organizaciones no gubernamentales.
Si bien es cierto que Colombia es un miembro respetado de la comunidad internacional, sus extremas realidades
brindan un panorama bastante desolador que oscurece esa imagen positiva que brindan las elaboradas estrategias
oficiales de propaganda.
Lamentablemente, en Colombia existen muchas otras realidades ocultas que en conjunto muestran un país
negativamente heterogéneo. Son diferentes contextos socioeconómicos que van desde sociedades urbanas
cosmopolitas que interactúan en un mundo globalizado y que fácilmente se confundirían con cualquier ciudad del
primer mundo, hasta sociedades primitivas que no solo parece que vivieran aún el el sigo XIX, sino que además son las
que ponen la mayoría de las víctimas ocultas de ese conflicto que ha desangrado al país por décadas.
Son regiones en las que el suministro de los servicios básicos es bastante limitado y donde millones de personas aún
viven en condiciones de extrema pobreza y abandono con nulo acceso a servicios de salud, electricidad, agua potable,
transporte y educación. Es tal el olvido en el que viven, que esas áreas quedan por fuera del control estatal y los
diferentes actores armados al margen de la ley, sean de derecha o de izquierda, ejercen el poder público como las
únicas autoridades reconocidas por la población civil.
En otras palabras, la realidad colombiana es un escenario de múltiples aristas que se puede describir brevemente de la
siguiente forma: Colombia es un país donde las autoridades no tienen el control material sobre la totalidad del territorio,
así como tampoco tienen el monopolio en el uso de la fuerza. Es un Estado donde la autoridad legítima está tan
fragmentada y erosionada que el Congreso manipula las funciones ejecutivas y el Ejecutivo manosea la actividad
legislativa; es una nación donde la administración tiene extremadamente limitada su autonomía en la toma de
decisiones y acude a tácticas oscuras para cumplir con sus objetivos; es un país donde las altas cortes legislan, mientras
los órganos de control manipulan a su antojo y con amenazas a los funcionarios que no comulgan con sus creencias
personales; es una sociedad donde los múltiples escándalos por corrupción ocupan a diario las primeras planas de las
medios informativos nacionales, y donde innumerables personalidades públicas han sido señaladas por haber sido
copartícipes o cómplices de los actores armados en la comisión de delitos execrables.
¿Es Colombia un Estado fallido? Los hechos indican que la respuesta es afirmativa. Si bien existe un país aparentemente
democrático que ejerce un supuesto control territorial a través de cuestionables estructuras de poder y que además
reclama tener el monopolio sobre el uso de la fuerza, la realidad sugiere que estas son verdades a medias que han sido
difundidas y repetidas hasta la saciedad con el fin de ocultar aquellos escenarios que en conjunto muestran un país
totalmente fragmentado, polarizado ideológicamente y que está fuera de control.
En CHILE
El proceso de construcción del estado-nación en Chile en el siglo XIX fue prolongado. Desde varios puntos de vista -
político, social y económico, entre otros - es posible postular que a lo largo del período 1829-1880 estuvo sometido a
diferentes tensiones que no solamente lo dilataron, sino que requirieron de acuerdos socio-políticos amplios que
comenzaron a dar sus frutos una vez que fueron superadas las contradicciones que dieron origen a las guerras civiles de
la década de 1850. Fue sólo entonces que el proceso de organización política y territorial adquirió mayor velocidad,
aunque no estuvo ausente de agudos problemas, y abrió paso al proceso de modernización del país.
Si bien los intentos gubernativos por desplegar su acción y por definir el territorio fueron significativos en las décadas de
1830 y 1840, dado que el desafío primario de las autoridades era consolidar el poder político, aquella tarea no logró
objetivos mayores. El gobierno no tenía los recursos necesarios para lograrlo: sus finanzas eran precarias, los cuadros
político-administrativos escasos, la información limitada y los transportes y las comunicaciones rudimentarios. En la
década de 1850 las tensiones políticas, que se desbordaron tanto al comienzo como al final de ella, impidieron cualquier
tipo de iniciativa mayor en ese sentido. Fue una vez terminadas las tensiones que llevaron a la Guerra Civil de 1859, y
luego de la estructuración de un nuevo pacto político a partir de 1863, que coincidió con la recuperación y la
estabilización de las finanzas públicas, lo que abrió las puertas a un largo y trabajoso proceso de la creación de un
consenso por parte de la elite, lo que a su vez permitió de consolidación y reorganización de la administración, el
comienzo del desarrollo de la infraestructura de transportes y comunicaciones. A partir de entonces se inició la
definición territorial
Una de las limitantes fundamentales para la construcción de Estado, su despliegue territorial y la optimización de su
capacidad de diseño de políticas y de gestión política fueron las limitaciones presupuestarias que caracterizaron las
finanzas públicas hasta mediados de la década de 1850. Pero una vez que los conflictos y una crisis económica
particularmente compleja en la segunda mitad de la década de 1850 quedaron atrás y las condiciones del mercado
financiero internacional comenzaron a evolucionar favorablemente, los gobiernos comenzaron a vivir una mayor
holgura presupuestaria. El ingreso fiscal comenzó a aumentar significativamente, y si hasta mediados de la década de
1850 la capacidad de acción del gobierno dependía de los recursos que era capaz de generar, a partir de los primeros
años de la de 1860 fue su nivel de actividad el que pasó a determinar tanto la estructura como el nivel de los ingresos.
De tal manera, los ingresos extraordinarios (empréstitos tanto nacionales como internacionales), se convirtieron un
componente clave del ingreso fiscal total hasta la Guerra del Pacífico, a la vez que en fuente de complejos problemas
fiscales y de balanza de pagos en la segunda mitad de la década de 1870.
Como todo proceso, el iniciado en la década de 1860 tomó tiempo en madurar. Sólo en la década de 1880, la elite
reforzada en prestigio, capacidad acción, y poder a raíz de su éxito en la Guerra del Pacífico logró superar una aguda
crisis (social, política y económica en la segunda mitad de la década de 1870) y abocarse a la compleja tarea de darle
forma física definitiva al país y de continuar con la tarea de dar conectividad a su zona central y sur. Para ello, el Estado
retomó el ímpetu en lo que dice relación con la incorporación de nuevas tierras, en cuanto al tamaño y funciones de su
administración y la integración del territorio a través de la construcción ferroviaria. Fue entonces que se crearon cuatro
provincias (dos en los territorios que pasaron a denominarse el Norte Grande y dos en la Araucanía) y se verificó una
modificación mayor de la estructura del gobierno central con la creación del Ministerio de Industrias y Obras Públicas y
de los ministerios de Justicia e Instrucción Pública (a partir del antiguo Ministerio de Justicia Culto e Instrucción Pública)
y el traslado de la secretaría de Culto al Ministerio de Relaciones Exteriores, lo cual reflejó un nuevo tipo de relación con
la Iglesia Católica Apostólica Romana. De otra parte, pero también en el ámbito del impulso a la modernización, en 1883
el gobierno, a través de la Sociedad Nacional de Agricultura, creó la Sociedad Nacional de Minería (en lo cual hubo una
importante consideración a las aspiraciones de los mineros de la zona tradicional de esa actividad) y la Sociedad de
Fomento Fabril. Sin embargo, la compleja tarea de administrar eficientemente el territorio continuó siendo un desafío
difícil de enfrentar. También fue difícil la búsqueda de los modelos, procedimientos y estructuras más adecuadas para
enfrentar los nuevos desafíos, principalmente sociales, que se generaron en el “período salitrero”.
3. En relación con el primer punto que variables permiten el desarrollo de todos los países latinos en general
La clave para reducir gradualmente las desigualdades no es aumentar el proteccionismo o retirarse de la integración
global sino los esfuerzos para hacer que el crecimiento económico sea más inclusivo y que la cohesión social mejore. Las
reformas que se centran en mejorar las competencias, así como en eliminar la pobreza extrema cerrarán la brecha entre
los países con un rendimiento superior y aquellos que se encuentran rezagados.
VARIABLES QUE PERMITEN EL DESARROLLO:
• Las conexiones internacionales a través del comercio y de la inversión siguen siendo esenciales: la participación en las
cadenas de valor globales posibilitan la transferencia de conocimiento y un proceso de "aprender haciendo". Estos
vínculos son indudablemente importantes para adquirir el conocimiento relevante, especialmente para el gran sector de
las PYMEs en América Latina, que todavía permanece informal y como consecuencia limitado con respecto a su
capacidad de absorción del conocimiento.
• También se obtienen beneficios de una integración basada en el comercio regional y en redes de cooperación en
materia de investigación más cercanas. Al medir el grado de integración intrarregional actual, América Latina está en un
nivel muy bajo y sigue siendo un caso atípico.
• La difusión del conocimiento y de la tecnología debe facilitarse haciendo más sencillo hacer negocios, permitiendo
nuevos entrantes que enfrentan grandes barreras para operar y crecer. Un entorno empresarial fluido permitiría una
reasignación efectiva del capital y de los trabajadores de sectores de baja a alta productividad.
• Los países de América Latina deben invertir y facilitar el acceso a la educación, así como fomentar la innovación y la
investigación y el desarrollo, con la meta de crear nuevas competencias y de adaptar las ya existentes. Esto es
particularmente cierto en un contexto de cambio tecnológico, donde los países de América Latina enfrentan una
demanda cambiante de competencias.
• la población como origen de los recursos humanos intervienen en el desarrollo, Los recursos humanos hacen su
aporte al desarrollo en interacción con otros factores, como el capital y los recursos naturales. Dado que el cambio
tecnológico moderno no se presenta exclusivamente "incorporado" en el equipo de capital, su introducción hace
necesaria, además de nuevas inversiones físicas, la presencia de recursos humanos capaces de comprenderlo y
aprehenderlo y, si es necesario, no adoptarlo imitativamente sino de ajustarlo a las condiciones locales. Los
mejoramientos técnicos no atañen solamente a la maquinaria y equipos, pues también son transformaciones
organizacionales de la producción, de la comercialización y del financiamiento. Por ende, al hablar de recursos humanos
capaces de introducir el cambio técnico es necesario tener presente todos los tipos de recursos humanos que
intervienen en las unidades económicas. Sin la presencia de una calidad compatible de recursos humanos, ningún
cambio tecnológico puede ser implantado eficazmente (CEPAL/CELADE, 1995). Puede concluirse que los recursos
humanos son cruciales para el desarrollo y que, en términos generales, la debilidad de sus capacidades técnicas y de sus
condiciones fisiológicas, conocimientos, destrezas y actitudes son obstáculos fundamentales para el logro de un
crecimiento económico sostenido (BID, 1993).
• Otra variable que posibilita el desarrollo es mejorar la protección social en el marco de la responsabilidad fiscal. cada
país debe adaptar sus cargas tributarias de acuerdo con sus circunstancias específicas, fortalezas y debilidades, y llegar a
un consenso social duradero en cuanto a la necesidad de fondos para implementar un sistema de protección social más
fuerte y amplio.
• En América Latina y el Caribe, las mujeres cargan con la mayor parte de las responsabilidades del hogar y el cuidado
infantil, lo que las sitúa de manera desproporcionada en riesgo de caer en la pobreza. Este es uno de los mayores retos
que la nueva generación de sistemas de protección social debe abordar. Del mismo modo, las poblaciones indígenas y
afrodescendientes han sido históricamente dejadas atrás, con menores niveles de cobertura.
• Innovación y productividad en las empresas en América Latina y el Caribe: el motor del desarrollo económico : este es
parte del rol del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y especialmente la división de Competitividad e Innovación.
Al preparar productos de conocimiento en una manera colaborativa y productiva, al promover el crecimiento de la
comunidad científica y al apoyar a nuestros responsables de las políticas en las áreas de innovación, productividad,
formación de capital humano y buenas prácticas, podemos ayudar a mejorar el desempeño económico de la región y a
su vez el bienestar de sus ciudadanos.
•Recientemente hemos aprendido que la heterogeneidad importa. En la mayoría de los países de la región no solo
sucede que diferentes sectores productivos muestran desempeños productivos disímiles, sino que este fenómeno está
presente al interior de los sectores
•La productividad es uno de los factores determinantes de un crecimiento alto y sostenido. Y para ello es fundamental
diseñar e implementar políticas que permitan fomentar la competitividad de nuestras empresas de menor tamaño,
diversificar y sofisticar la estructura productiva de nuestras economías y democratizar el emprendimiento y la
innovación. De esta forma contribuiremos a reducir la desigualdad e incrementar el bienestar de nuestros ciudadanos.
•Las instituciones proveen las bases para que operen las empresas y funcionen los mercados. Para poder garantizar que
exista la confianza suficiente para que los inversionistas asignen sus recursos, se requiere de corrupción limitada y que
las instituciones judiciales operen de manera eficaz. De otra forma, las empresas no pueden confiar en las leyes,
regulaciones y políticas generales, y los mercados podrían dejar de operar. La presencia de una gobernanza deficiente y
un estado de derecho débil es un problema para algunos países de América Latina. El mejoramiento de estas
instituciones es esencial para ayudar a apoyar el crecimiento.
DIFICULTADES:
la desigualdad en la distribución de la renta también supone un obstáculo para el desarrollo, aunque el mayor problema
al que se enfrentan todos los países, no solamente los menos avanzados, es la pobreza. Por ello, una de las prioridades
en las políticas económicas de los países y en los objetivos de las ayudas al desarrollo debe ser la reducción de la
pobreza.
En un momento de fragilidad económica global y grandes desafíos en la región, el reto es la sostenibilidad de los logros
alcanzados en cuanto a la reducción de la pobreza y la desigualdad en todas sus dimensiones. De esta forma, es
imperativo un impulso de las políticas y estrategias inclusivas e integrales, adaptadas a poblaciones que sufren
discriminaciones y exclusiones históricas.
En primer lugar se les ha adjudicado a los países de América Latina características similares y que en su generalidad
socavan el desarrollo económico, político y social. Así se enfatiza en las consecuencias poco positivas que tiene la
dependencia de muchos países con respecto a otros.
Este factor de dependencia agudiza lo que en muchas ocasiones se suscitan de las crisis en otras regiones, impidiendo
hasta cierto punto la continuidad o el avance de procesos particulares.
En otras palabras, la dependencia comercial (la más común) por ejemplo en Venezuela con respecto a las exportaciones
de petróleo hacia otros países crea signos de vulnerabilidad cuando potencias capitalistas presentan cuadros recesivos o
crisis generales.

Es por este motivo que las fluctuaciones en dichos mercados agudizan los posibles desequilibrios internos que se
presentan en las economías.
Por supuesto, que este grado de dependencia está estrechamente vinculado con la deformación estructural que existe
en los países de la región, es decir, la anacrónica diversificación de los sectores productivos en la economía y por ende
de las exportaciones tiende a ser un elemento crucial que rompería en un alto grado con la dependencia de un país en
un sector (de enclave).
Pero a su vez esta deformación estructural o especialización en sectores particulares está entrelazado al abandono por
parte de los países en las políticas de industrialización, así la desindustrialización provoca y desencadena severos
cuadros de retraso productivo y tecnológico en las economías, cohibiendo a los países del disfrute de altos niveles de
crecimiento económico y bienestar.
En otro orden de ideas, los problemas de desarrollo vienen dado por una serie de características entre las cuales las más
comunes son:
• El sector predominante es el primario, lo que significa que las exportaciones se concentran en bienes de dicho
sector en donde las ventajas competitivas son prácticamente inexistentes considerando el alto volumen de
exportaciones tecnológicas que existe en el comercio internacional;
• La mano de obra en una considerable proporción es trabajo sin cualificary con niveles educativos ínfimos esto
por supuesto es conllevado por tasas de desempleo que no permiten una continua y adecuada formación profesional,
pero que a su vez es producto del fraccionamiento y desorientación de la educación y los intereses nacionales;
• Los niveles de renta son bajos lo que acarrea bajas tasa de ahorro no contribuyendo en gran parte a estimular la
inversión infiriendo de ello las consecuencias contractivas para la economía;
• La organización institucional no es la más adecuada para fomentar la confianza, la mala administración y la
ineficiente asignación de recursos lógicamente son los responsables de la descoordinación de las políticas de desarrollo
(si existen) en la economía;
• La fuga de capitales en los países de la región es creciente e incontrolable lo que empeora aun más el desarrollo
de la misma debido a la inestable movilidad de flujos de capitales internacionales y el llamado capital golondrino.
La complejidad del estudio en el área de desarrollo regional es un desafío cada vez más presente pero que no desatina el
deseo de solucionar dichos problemas.
Sin embargo, la falta de coordinación y la poca determinación en centrar los objetivos de la política económica en la
búsqueda de un sistema de interconexión en donde las medidas que se ejecuten en un sector tenga a su vez incidencia
directa sobre otros y que en general contribuyan al fin último de la política, representan una debilidad en los países.
Por otro lado está la batalla contra la corrupción es un desafío político especialmente apremiante. La corrupción
sistemática tergiversa los incentivos, socava la confianza en las instituciones y la competencia justa en los mercados,
destruye los servicios públicos y debilita la democracia y la confianza social. La corrupción, tanto en los países
desarrollados como en aquellos en vía de desarrollo, no solo priva a las personas de los recursos que necesitan para la
obtención de servicios eficaces, sino que también supone un efecto negativo para los negocios, mina la productividad, el
crecimiento sustentable y la inclusión social (OCDE, 2016).
Por lo tanto, la corrupción, entendida como el abuso de poder encomendando para el beneficio privado, crea mayores
impedimentos al crecimiento inclusivo, genera oportunidades desiguales de participación en el escenario social,
económico y político, además de una distribución desigual de los ingresos, las riquezas y el bienestar. La corrupción
nutre la desigualdad, ya que los actores corruptos la pueden utilizar para mantener su poder e intereses, y ya que el
acceso a los mercados y a los servicios públicos se restringe y las desventajas se perpetúan. Por consiguiente, ésta
agrava y perpetúa las desigualdades existentes en todos los niveles de gobierno.
SOLUCIONES:
Finalmente se puede exponer una extensa variedad de soluciones al problema de desarrollo en América Latina, pero
teniendo presente la asimetría entre los países y la particularidad que merece cada uno.
Es necesario y primordial consolidar una política en donde el norte sea reestructurar y reformar los sectores
institucionales y empresariales del país, de tal forma que ambos interactúen y armonicen en el sistema económico.
De igual forma se deben emprender proyectos de desarrollo endógeno, y establecer como uno de los más importantes
el problema del sistema educativo, ya que según mis convicciones muchas veces carece de objetividad, pero que a su
vez representa la piedra angular del desarrollo en una sociedad.
Capacitando a la sociedad, formando capital humano productivo y con conciencia intelectual y profesional integral, se
podrá emprender el viaje hacia muchas transformaciones. Al lograr este objetivo junto con otros no menos importantes,
se contará con un eficiente y eficaz recurso humano que dinamice la economía y que al mismo tiempo sea apto de
conducir el país hacia rumbos definidos.
Ciertamente la tarea carece de facilidad pero en las metas posibles de la economía se reviste de suma importancia este
elemento, simplemente porque al momento de educar a la sociedad se podrá entonces concienciar en la necesidad del
cambio y de una u otra forma se logrará ir reestableciendo ciertos patrones políticos, económicos y sociales acorde a las
condiciones y que en los momentos yacen perdidos
Por otro lado, hay que mejorar la eficacia de las políticas e instrumentos gubernamentales. De esta forma, hemos
comprobado que no basta con gastar más en educación o en salud, sino que hay que gastar mejor, de tal manera que
ese mayor gasto se traduzca en mejoras en la calidad del sistema educativo y del nivel sanitario. Incluso, estas mejoras
se deben generalizar a todos los servicios públicos y la administración pública. Por otro lado hay que fomentar el gasto
en I+D y procurar que se aplique al tejido productivo de los países. Asimismo, hay que replantear las ayudas oficiales al
desarrollo ya que no está consiguiendo los objetivos que persiguen
Muchos países, fundamentalmente los países en desarrollo y los países menos desarrollados, han tenido que basar su
estrategia de desarrollo económico en abrir sus economías y aumentar la dependencia del sector exterior. Sin embargo,
esto no ha servido para aumentar el grado de desarrollo humano. Asimismo, la globalización ha tenido un efecto
negativo sobre el desarrollo de todos los países en general. Si además tenemos en cuenta que para incrementar el
desarrollo es necesario obtener superávit en la balanza por cuenta corriente, se hace muy difícil para estos países salir
del subdesarrollo humano a través del sector exterior. Debe mejorar mucho la competitividad de los mismos para lograr
este objetivo.
En Colombia, al igual que en otros países emergentes, las pequeñas y medianas empresas (pymes) constituyen un eje
fundamental y dinamizador de su desarrollo económico. Por esta razón, las pymes son un campo de investigación
central, dado que todos los esfuerzos deben enfocarse en implementar procesos de internacionalización guiados a este
tipo de empresas que permitan al país tener un mejor desempeño competitivo respecto a los mercados externos
(Cancino y Bonilla, 2009; Belso, 2003).
UN BAJO SALARIO MÍNIMO
En materia de salario mínimo, otro indicador importante, Colombia está lejos de los primeros lugares en América Latina.
Con cerca de 230 dólares mensuales, el país se ubica en el puesto 13 en un escalafón de 15 países que lideran Panamá,
con US$ 529; Costa Rica, con US$ 520, y Argentina, con US$ 445.
Al mismo tiempo, y según cifras de la Red Latinoamericana de Investigaciones sobre Compañías Multinacionales
(RedLat), nuestro país tiene una de las mayores proporciones de población ocupada que gana un salario mínimo o
menos: 48,6 por ciento. Mientras que en países referentes como Brasil, Argentina o México, este porcentaje está entre
el 20 y el 25 por ciento.
Incluso, en Colombia apenas el 17,4 por ciento de los trabajadores gana más de dos salarios mínimos, cuando en México
la proporción es del 55,8 por ciento; en Chile, del 41,6 por ciento; en Brasil, del 31,9 por ciento, y en Argentina, del 29,3
por ciento. Sin embargo, en medio de este panorama, el país cuenta con una ventaja y es que existe cierta
proporcionalidad saludable entre su nivel de ingreso y su costo de vida.
EL DRAMA DE LA INFORMALIDAD
Pero el lunar más grande en materia laboral es la informalidad. Que en Colombia 6 de cada 10 trabajadores sean
informales no es un asunto menor, al contrario, es una “realidad dramática”, asegura José Manuel Restrepo, rector de la
Universidad del Rosario, pues “no solo se trata de un problema laboral, sino tributario, y que a futuro impactará
duramente cuando estas personas, que no pagaron impuestos y que no aportaron a salud ni pensión, lleguen a una edad
en la que ya no puedan trabajar más”.
Según la Organización Internacional del Trabajo, el país es uno de los que más sufre por esta problemática en América
Latina. La media colombiana está a un nivel similar al de Perú y Guatemala, que se ubican unos 10 puntos porcentuales
por encima de la media latinoamericana. Solo Bolivia, Honduras y Nicaragua tienen más informalidad: 7 de cada 10.
Restrepo opina que “Colombia tiene tres prioridades urgentes: formalizar, elevar productividad a la par con el
crecimiento y generar estrategias de equidad. Si lográramos trabajar en estos tres frentes, estaremos mucho mejor en
los conteos. El país tiene una capacidad de producción gigantesca, pero tiene que conseguir que su talento humano y la
forma en la que ese talento interactúa con la tecnología y la innovación sean mucho más fuertes y dinámicos”.
Preparación tecnológica e innovación son justamente dos de los 12 pilares que contempla el Foro Económico Mundial
para medir la competitividad de un país, y en estos campos Colombia ocupa los puestos 70 y 76, respectivamente, en
una lista de 137 naciones. El Foro otorga una calificación total sobre qué tan preparado está un país para el desarrollo y
la prosperidad en relación con características como la efectividad institucional, la infraestructura, la salud, la educación y
el ambiente macroeconómico, entre otras. La nota de Colombia fue de 4,30: quinto en el escalafón latinoamericano, por
detrás de Chile (4,64), Panamá (4,51), México (4,41) y Costa Rica (4,41)
• La corrupción en Colombia es una de las mayores desventajas para ser competitivos, lo cual nos obliga a formar
profesionales más éticos y a implementar el ideario ético en las organizaciones.
• La infraestructura y el factor de desarrollo tecnológico juegan un papel importante al momento de ser competitivos en
Colombia, y esto debe trascender.
• Las empresas deben adoptar y desarrollar el concepto de responsabilidad social empresarial, comercio justo, control
interno y desarrollo organizacional, lo cual se debe constituir en un modelo a seguir para contribuir con el desarrollo
económico.
• El estado debe fortalecer y crear políticas claras con respecto al sector financiero. En el presente, se evidencia una
falta de gobernabilidad del estado, lo que permite que el sector financiero opere a su mejor conveniencia.
• Sin duda el mejoramiento de la seguridad debe continuar, con el fin de disminuir el crimen y el robo en Colombia, de
tal manera que la inversión extranjera sea más representativa en el país. • El tema de la tecnología y la innovación será
fundamental para el futuro en el desarrollo económico de nuestro país.
• Los temas neurálgicos que se deben mejorar son: educación de alta calidad, valores, emprendimiento e innovación,
competitividad, productividad, tecnología, infraestructura, seguridad, calidad de los productos y servicios,
gobernabilidad, fortalecimiento de las políticas públicas y financieras, regulación del estado y compromiso social,
negocios internacionales, desarrollo económico a nivel local, regional y nacional.
• Considerando la población del país, los índices educativos a nivel de educación superior son elevadamente bajos por lo
que se hace imperativo mejorarlos.
• Se debe fortalecer las políticas educativas, los sistemas de control y rendición de cuentas.
• Es necesario que Colombia forme 223 profesionales, especialistas, magister y doctorados más competitivos, de
acuerdo a la dinámica de la economía Colombiana.
La diversificación productiva es uno de los temas que hacia el futuro debe lograr el país para que no se enfoque
solamente en el sector mineroenergético sino también en actividades manufactureras, el sector automotor, cemento,
servicios financieros y otros. Una de las tareas pendientes es la diversificación de la estructura exportadora, porque los
países no pueden depender de un solo producto y tampoco de pocos destinos.
La industria colombiana requiere mayor competitividad e innovación. La productividad también es un tema de fondo
porque nuestra región debe acometer un cambio de fondo en la estructura productiva y exportadora.
Se requieren productos transformados, más tecnología, más innovación. Hay que lograr que los proyectos de
infraestructura vial, de telecomunicaciones y otras se asocien a factores productivos de la industria y que se vuelvan
palancas para la política manufacturera.
Los países requieren reformas más progresivas a fin de que pague más el que más tiene. Colombia ha hecho una
transformación importante en el tema de las regalías y eso le permitió apuntalar mejor la inversión pública. Sin duda,
habrá que pensar en una política fiscal que permita una mejor recaudación, no solamente mayor.
Para pensar en una mayor inversión habrá que pensar en cómo se logran más ingresos en el futuro.
El reto de la economía y el posconflicto: “El país debe estar viendo cuál será su estrategia para el desarrollo de las zonas
rurales. La Misión para la Transformación del Campo, en la que participa la Cepal, es una proyección hacia el futuro. Esto
generará un ambiente de confianza, con mayores flujos de inversión. El proceso de paz generará una mayor estabilidad y
potenciará el crecimiento.
CUBA
En Colombia, al igual que en otros países emergentes, las pequeñas y medianas empresas (pymes) constituyen un eje
fundamental y dinamizador de su desarrollo económico. Por esta razón, las pymes son un campo de investigación
central, dado que todos los esfuerzos deben enfocarse en implementar procesos de internacionalización guiados a este
tipo de empresas que permitan al país tener un mejor desempeño competitivo respecto a los mercados externos
(Cancino y Bonilla, 2009; Belso, 2003).
UN BAJO SALARIO MÍNIMO
En materia de salario mínimo, otro indicador importante, Colombia está lejos de los primeros lugares en América Latina.
Con cerca de 230 dólares mensuales, el país se ubica en el puesto 13 en un escalafón de 15 países que lideran Panamá,
con US$ 529; Costa Rica, con US$ 520, y Argentina, con US$ 445.
Al mismo tiempo, y según cifras de la Red Latinoamericana de Investigaciones sobre Compañías Multinacionales
(RedLat), nuestro país tiene una de las mayores proporciones de población ocupada que gana un salario mínimo o
menos: 48,6 por ciento. Mientras que en países referentes como Brasil, Argentina o México, este porcentaje está entre
el 20 y el 25 por ciento.
Incluso, en Colombia apenas el 17,4 por ciento de los trabajadores gana más de dos salarios mínimos, cuando en México
la proporción es del 55,8 por ciento; en Chile, del 41,6 por ciento; en Brasil, del 31,9 por ciento, y en Argentina, del 29,3
por ciento. Sin embargo, en medio de este panorama, el país cuenta con una ventaja y es que existe cierta
proporcionalidad saludable entre su nivel de ingreso y su costo de vida.
EL DRAMA DE LA INFORMALIDAD
Pero el lunar más grande en materia laboral es la informalidad. Que en Colombia 6 de cada 10 trabajadores sean
informales no es un asunto menor, al contrario, es una “realidad dramática”, asegura José Manuel Restrepo, rector de la
Universidad del Rosario, pues “no solo se trata de un problema laboral, sino tributario, y que a futuro impactará
duramente cuando estas personas, que no pagaron impuestos y que no aportaron a salud ni pensión, lleguen a una edad
en la que ya no puedan trabajar más”.
Según la Organización Internacional del Trabajo, el país es uno de los que más sufre por esta problemática en América
Latina. La media colombiana está a un nivel similar al de Perú y Guatemala, que se ubican unos 10 puntos porcentuales
por encima de la media latinoamericana. Solo Bolivia, Honduras y Nicaragua tienen más informalidad: 7 de cada 10.
Restrepo opina que “Colombia tiene tres prioridades urgentes: formalizar, elevar productividad a la par con el
crecimiento y generar estrategias de equidad. Si lográramos trabajar en estos tres frentes, estaremos mucho mejor en
los conteos. El país tiene una capacidad de producción gigantesca, pero tiene que conseguir que su talento humano y la
forma en la que ese talento interactúa con la tecnología y la innovación sean mucho más fuertes y dinámicos”.
Preparación tecnológica e innovación son justamente dos de los 12 pilares que contempla el Foro Económico Mundial
para medir la competitividad de un país, y en estos campos Colombia ocupa los puestos 70 y 76, respectivamente, en
una lista de 137 naciones. El Foro otorga una calificación total sobre qué tan preparado está un país para el desarrollo y
la prosperidad en relación con características como la efectividad institucional, la infraestructura, la salud, la educación y
el ambiente macroeconómico, entre otras. La nota de Colombia fue de 4,30: quinto en el escalafón latinoamericano, por
detrás de Chile (4,64), Panamá (4,51), México (4,41) y Costa Rica (4,41)
• La corrupción en Colombia es una de las mayores desventajas para ser competitivos, lo cual nos obliga a formar
profesionales más éticos y a implementar el ideario ético en las organizaciones.
• La infraestructura y el factor de desarrollo tecnológico juegan un papel importante al momento de ser competitivos en
Colombia, y esto debe trascender.
• Las empresas deben adoptar y desarrollar el concepto de responsabilidad social empresarial, comercio justo, control
interno y desarrollo organizacional, lo cual se debe constituir en un modelo a seguir para contribuir con el desarrollo
económico.
• El estado debe fortalecer y crear políticas claras con respecto al sector financiero. En el presente, se evidencia una
falta de gobernabilidad del estado, lo que permite que el sector financiero opere a su mejor conveniencia.
• Sin duda el mejoramiento de la seguridad debe continuar, con el fin de disminuir el crimen y el robo en Colombia, de
tal manera que la inversión extranjera sea más representativa en el país. • El tema de la tecnología y la innovación será
fundamental para el futuro en el desarrollo económico de nuestro país.
• Los temas neurálgicos que se deben mejorar son: educación de alta calidad, valores, emprendimiento e innovación,
competitividad, productividad, tecnología, infraestructura, seguridad, calidad de los productos y servicios,
gobernabilidad, fortalecimiento de las políticas públicas y financieras, regulación del estado y compromiso social,
negocios internacionales, desarrollo económico a nivel local, regional y nacional.
• Considerando la población del país, los índices educativos a nivel de educación superior son elevadamente bajos por lo
que se hace imperativo mejorarlos.
• Se debe fortalecer las políticas educativas, los sistemas de control y rendición de cuentas.
• Es necesario que Colombia forme 223 profesionales, especialistas, magister y doctorados más competitivos, de
acuerdo a la dinámica de la economía Colombiana.
La diversificación productiva es uno de los temas que hacia el futuro debe lograr el país para que no se enfoque
solamente en el sector mineroenergético sino también en actividades manufactureras, el sector automotor, cemento,
servicios financieros y otros. Una de las tareas pendientes es la diversificación de la estructura exportadora, porque los
países no pueden depender de un solo producto y tampoco de pocos destinos.
La industria colombiana requiere mayor competitividad e innovación. La productividad también es un tema de fondo
porque nuestra región debe acometer un cambio de fondo en la estructura productiva y exportadora.
Se requieren productos transformados, más tecnología, más innovación. Hay que lograr que los proyectos de
infraestructura vial, de telecomunicaciones y otras se asocien a factores productivos de la industria y que se vuelvan
palancas para la política manufacturera.
Los países requieren reformas más progresivas a fin de que pague más el que más tiene. Colombia ha hecho una
transformación importante en el tema de las regalías y eso le permitió apuntalar mejor la inversión pública. Sin duda,
habrá que pensar en una política fiscal que permita una mejor recaudación, no solamente mayor.
Para pensar en una mayor inversión habrá que pensar en cómo se logran más ingresos en el futuro.
El reto de la economía y el posconflicto: “El país debe estar viendo cuál será su estrategia para el desarrollo de las zonas
rurales. La Misión para la Transformación del Campo, en la que participa la Cepal, es una proyección hacia el futuro. Esto
generará un ambiente de confianza, con mayores flujos de inversión. El proceso de paz generará una mayor estabilidad y
potenciará el crecimiento.
 QUE PAÍSES PUEDEN SER CONSIDERADOS DESARROLLADOS EN AMÉRICA LATINA

Primeramente es necesario definir los estándares que debe cumplir un país para que sea considerado desarrollado o
cuales son los medios y factores en los que se basan los criterios que definen que un país sea desarrollado o no, en
general, por lo tanto se menciona que un país desarrollado es el que posee tanto un alto nivel de vida (un alto desarrollo
humano) como un gran desarrollo industrial y comercial. Uno de los indicadores más usados para considerar a un país
como desarrollado es el índice de desarrollo humano(IDH). Dicho índice toma en cuenta la riqueza, la educación y
la sanidad, otro indicador el cual predomina frente a la definición de países desarrollados es lo que el Fondo Monetario
Internacional establece, como márgenes per cápita de países desarrollados, que van desde los 20 000 USD per cápita
(nominal), y en el caso del per cápita PPA va desde 22 000 USD (paridad poder adquisitivo) en adelante, con lo cual se
denominaría como países con economías avanzadas según el FMI, y países de Ingresos altos según el Banco Mundial, y
evidenciaría una economía desarrollada para cada país en particular generando como consecuencia un alto nivel de
vida. No existe un consenso absoluto sobre todos los criterios usados para calificar el desarrollo. El criterio más fiable y
aceptado es aquel extraído de los indicadores sociales sobre la calidad de vida.

Las economías de América Latina muestran una notoria diversidad no solo en los aspectos sociales, culturales y
demográficos; sino también en lo que se refiere a las políticas económicas existentes. Latinoamérica es una región
diversa en lo referente a lo político y económico, y así mismo inestable, por el continuo cambio de enfoque en lo que se
refiere a políticas monetarias en los países de la región, lo cual ha generado constantes conflictos tanto internos como
externos, con distintos desenlaces en la historia latinoamericana.
Las economías de mayor tamaño en Latinoamérica, basándose en el PIB PPA (paridad de poder adquisitivo), están
encabezadas por Brasil, con casi 2,4 billones de dólares, y México, con 1,9 billones.
Las economías más desarrolladas en términos de PIB per cápita PPA son Chile, con 19.474US$, Argentina con 18.709US$,
y Uruguay, con 16.728US$. Además, los países con mejor índice de desarrollo humano (IDH) según el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo en su último informe son también Chile (0,847), Argentina (0,827) y Uruguay (0,793).
El 1 de julio de 2013, el Banco Mundial catalogó las economías de Chile y Uruguay como economías de ingresos altos,
siendo la primera vez en la historia de América Latina que países de la región comparten ese estatus. Chile, en el puesto
38, y Argentina, en el 45, son los únicos países latinoamericanos con un desarrollo humano muy alto, según el PNUD,
que sitúa a la mayoría de los países de la región en el siguiente escalón, el de desarrollo humano alto.
Los países en donde la industria agrícola es el principal sector económico, son Brasil (20 %) siendo el mayor productor
mundial de naranja, café y caña de azúcar, Argentina (27 %)y Paraguay (55 %) mientras que en Uruguay es el ganadero
con un (19 %) seguido del agrícola con (16 %) el único país latinoamericano en donde el sector manufacturero es la
principal industria, es en México con un (37 %) seguido del petróleo, con respecto a la industria petrolífera esta es la
principal en Venezuela con (63 %) de sus exportaciones , Ecuador (46 %), Colombia (40 %) y Bolivia con sus exportaciones
de gas de petróleo con un (37 %),los países en donde la industria minera es la principal son Chile (51 %) siendo el mayor
productor mundial de Cobre, litio y Yodo,y Perú (58 %) siendo el mayor productor mundial de plata, en el caso
de Panamá y Costa Rica estos basan sus economías netamente en el área servicios.
Chile sigue siendo la economía más competitiva de América Latina, con una fuerte estructura institucional, bajos niveles
de corrupción y un gobierno eficiente. También ostenta una sólida estabilidad macroeconómica con un reducido déficit
público y una baja deuda pública. A pesar de que en su mercado laboral hay algunas rigideces debido a los persistentes
altos costos del despido, sus mercados son en general eficientes. No obstante, el declive en los precios de los minerales
resalta la necesidad de que Chile diversifique su economía y transite hacia actividades más enfocadas en el
conocimiento.
Es importante resaltar las características generales de la composición industrial y productiva de las economías
exportadoras de latinoamérica son, la extracción de recursos naturales, mayoritariamente las industrias mineras y
petrolíferas, manufactura y agrícola. El país cuenta con una creciente fuerza de trabajo y una de las más bajas tasas de
pobreza en la región
Chile posee la renta percápita más elevada de América Latina (USD 26,864 PIB percápita PPA y USD 18,592 PIB percápita
a precios nominales) y pertenece a la categoría de países de ingresos altos según el Banco Mundial.
La economía chilena ostenta índices remarcables en cuanto a competitividad, libertad económica, desarrollo financiero,
y se consagra como la economía más dinámica de América Latina. Además, tiene la calificación de la deuda externa más
favorable del continente.
En cuanto a inversión extranjera, Chile atrajo en 2012 casi el 18 % de inversiones en América Latina con USD 30 323
millones, mientras que en términos de inversión hacia el exterior de empresas de Chile atrajo en el mismo año casi el
50 % con USD 21 090 millones, convirtiéndose en la segunda economía en recepción y exportación de capitales y la
primera en relación a su PIB en América Latina.
Su principal sector económico es el de servicios con un 63,9 % del PBI, seguido de la minería, que generó en 2012 el
14,2 % del PBI y el 57 % de las exportaciones con USD 48 827 millones. Chile es el mayor productor mundial de cobre,
litio, yodo, y de otros productos como uvas frescas, arándanos, ciruelas, manzanas
deshidratadas, salmón, truchas y carbonato de litio.
La economía ha crecido de manera constante desde finales de los años ochenta y de forma destacable hasta el año
1997Las políticas llevadas a cabo en varios frentes han permitido tener una estabilidad macroeconómica con una
inflación baja y las finanzas públicas consolidadas. Chile abrió su economía a las exportaciones, sobre todo hacia Norte
América y Europa. Aunque uno de los puntos débiles ha sido el comercio intraregional en América Latina. La economía
chilena está dominada por el sector industrial y los servicios, que juntos aportan más del 96% del PIB.
Para hablar a nivel general de america latina sobre el IDH que es uno de los indicadores por los cuales se determina si un
país es desarrollado o no, se encuentra para el año 2017 a Chile, en el puesto 38, y Argentina, en el 45, son los únicos
países latinoamericanos con registran un desarrollo humano "muy alto".
Mientras que en el siguiente escalón, el de desarrollo humano "alto", están Uruguay (en el puesto 54), Panamá (60),
Costa Rica (66), Cuba (68), Venezuela (71), México (77), Brasil (79), Perú (87), Ecuador (89), Colombia (95) o la República
Dominicana (99).
como países de desarrollo humano "medio" aparecen Paraguay (110), El Salvador (117), Bolivia (118), Nicaragua (124),
Guatemala (125) y Honduras (130).
Si se quiere hablar de desarrollo en términos de crecimiento económico se encuentra que La economía brasileña es la
mayor de América Latina y del hemisferio sur, la sexta mayor del mundo por PIB nominal y la séptima mayor por paridad
del poder adquisitivo (PPC). El país es miembro fundador de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), G20, Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), Unión Latina, Organización de los Estados
Americanos (OEA), Organización de los Estados iberoamericanos (OEI), Mercado Común del Sur (Mercosur) y de la Unión
de Naciones Sudamericanas(Unasur)
Brasil es la octava economía del mundo, con un crecimiento sustentado por el petróleo, el biodiesel y una agricultura
muy dinámica: Brasil es el primer productor mundial de azúcar y café y el mayor exportador de pollos, café, azúcar y
carne. Esta diversidad lo diferencia de cualquier otra gran nación, tanto más importante en la cantidad de comida que
está produciendo, porque hace menos de cuarenta años era uno de los mayores importadores de alimento.
Pero la transformación brasilera no solo es económica, los programas gubernamentales de asistencia, acompañados por
la inversión privada y pública en sectores productivos, ha logrado sacar a millones de brasileros de la pobreza; una
fuerte clase media ha emergido de estos cambios.
Por otro lado, percatándose de la posición que ganaba en el mundo, el gobierno brasilero inició una expansión de su
influencia internacional por medio de acciones como la creación y el apadrinamiento de comunidades regionales
(UNASUR) o el apoyo a programas de ayuda internacional en África y Centro América. Uno de los factores más
importantes de la economía brasileña es sin duda alguna su marcada diversidad del aparato productivo, así como de
sus mercados de exportación. El 24% de las exportaciones brasileñas tiene como destino Europa, el 15% los Estados
Unidos, un 9% para Argentina y para China un importante 7%. Siendo esos los mercados más importantes (las tres
potencias mundiales y su principal vecino) es de anotar que tan sólo el 55% de su comercio exterior está enfocado en
esos países. El resto se reparte en el resto del mundo.
 Formas de organización política en América latina, países liberales y en qué países se puede hablar de nuevas
organizaciones de corte comunitaria o socialista

En la actualidad, se puede reconocer 3 tipos de sistemas económicos en Latinoamérica ; en esto se reconocen los
netamente capitalistas, economías abiertas, los cuales se basan en el modelo del libre mercado: países
como Chile, México, Colombia, Panamá y, en menor medida, Perú, que siguen los modelos económicos de Estados
Unidos y Europa. Por otro lado, existen los países que, si bien sostienen una estructura de apertura al mundo, son
claramente proteccionistas, modelos más socialdemócratas o de economías mixtas en diferentes magnitudes: el caso
de Argentina, Uruguay, Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Costa Rica. Finalmente, existen aquellos países que sostienen
economías cerradas, o con muy poca relación de libre mercado, manteniendo relaciones económicas con países
exclusivos de sus bloques, con clara tendencia al modelo económico marxista: el caso de Cuba y, en menor
medida, Venezuela y Nicaragua que, a pesar de sostener modelos económicos semi-cerrados, mantienen relaciones
comerciales con las potencias del capitalismo: Estados Unidos y Europa.

A partir de la crisis de los 80`s de América Latina surge la necesidad de buscar alternativas que generen el desarrollo y la
restructuración de las economías mediante la cooperación entre países dando pie a que en los años 90`s se forme “el
planteamiento de algunas de las nuevas propuestas intentado alejarse tanto de las directrices del regionalismo abierto,
como de los postulados del Consenso de Washington que dieron paso a la liberalización económica de los países
latinoamericanos. Asimismo, estas iniciativas son utilizadas como herramientas por los gobiernos que han arribado al
poder a principios de este siglo y que han sido igualmente críticos a las reformas estructurales diseñadas desde
Washington. Entre estas iniciativas se encuentran la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR (de Brasil)

Chile, Perú y Uruguay son las economías más liberales de América Latina
Chile es considerado como la economía más abierta de la región. Han firmado numerosos acuerdos comerciales y están
haciendo negocios con más de 50 países, incluyendo los Estados Unidos, la Unión Europea, China y Japón. son el
resultado de una liberalización económica que se inició hace tres décadas con el objetivo de abrir la economía a otros
mercados en el mundo. Han conseguido gran competitividad y un fuerte sector minorista compuesto por instituciones
bancarias y grandes empresas con marcas de renombre tales como Falabella.

Diez países son "moderadamente libres" (entre 60 y 69,9 puntos): Colombia (69,7), Uruguay (69,7), Perú (68,9), Panamá
(66,3), Costa Rica (65), El Salvador (64,1), México (63,6), Guatemala (63), República Dominicana (62,9) y Paraguay (62,4).

Respecto a las tendencias socialistas se encuentra a los gobiernos como de Venezuela, Bolivia y Ecuador, además de los
avances en los procesos de transformación aún no han creado mecanismos de consolidación de lo que define como el
socialismo. Es cierto que la discusión acerca del socialismo tiene mas tendencia en Venezuela, se tiene que en los otros
paises no hay avances en la consciencia anticapitalista. en Venezuela, bajo el mando de Chávez, de hecho el gobierno
avanzó en los mecanismos de la democracia, garantizando más poder para el pueblo, como en el caso del ejercicio del
referendo.

Al hablar de tendencias socialistas o comunistas en Colombia se hace mayor referencia a la izquierda, donde la historia
de la izquierda en Colombia ha estado siempre enmarcada por la exclusión del espectro político tradicional, por las elites
que ostentan el poder. Su origen es paralelo con los procesos sociales intensos que vivió el país desde 1920. Nació con
la reverberación de las ideas socialistas en el mundo después de la revolución Rusa. Con la revolución en marcha y la
reforma hecha por López Pumarejo en el 1936. Se ha caracterizado por tener una multiplicidad de matices ideológicos y
estar ligada al partido comunista. en los últimos años han manejado y obtenido triunfos electorales y algunas curules
en el congreso que le han permitido asumir una oposición seria y ejercer un control político acorde con su ideario.

La historia política de la izquierda ha sido trágica. Le han eliminado y asesinado sus líderes más importantes. los grupos
paramilitares y una derecha recalcitrante se dieron el gusto de acabar con un partido en pleno, más de cinco mil
miembros de la UP, lo que constituyó el peor genocidio político de Colombia; le asesinaron tres candidatos a la
presidencia en plena campaña. Políticamente hablando su peor problema ha sido los enfrentamientos entre sus
miembros.

El polo democrático, ha jugado un papel preponderante en los últimos doce años como partido de izquierda. Antes lo
hizo el M-19, quien desapareció por sus luchas internas irreconciliables. El polo ha ganado la Alcaldía de Bogotá varias
ocasiones, es el único partido de oposición y tiene una organización de partido. El problema más serio que enfrenta hoy,
es su propia división.

Los partidos tradicionales sobreviven gracias a la burocracia, al manejo de las cuotas en los últimos gobiernos, pero
dejan mucho que desear como partidos desde la perspectiva ideológica y organizacional. Los partidos nuevos: el verde,
los de centro, los de derecha, se están jugando muy en serio para las próximas elecciones, pero aún les falta mucho
pelo para moño, como dicen las señoras. Ojala la izquierda no sea inferior al momento histórico que le corresponde hoy.
No son sanas sus divisiones, ojala no sea inferior a sus expectativas.

CARACTERÍSTICAS DE LA INFLUENCIA DE LA REVOLUCIÓN CUBANA EN AL.


El proceso de transformación económica, social, política, ideológica y cultural que se inicia en 1959, en Cuba, la mayor
de las Antillas, no tiene parangón en América Latina. Con una permanente movilización y protagonismo del pueblo
cubano --en sintonía con una dirigencia sensible, unida y consensuada--, esta revolución tuvo la habilidad y fortaleza de
resistir con éxito por 50 años al poder imperialista más poderoso que haya conocido la humanidad.
El giro radical que tomó el proceso revolucionario desde su inicio en favor de esas profundas transformaciones concitó
inmediatamente el apoyo de los pueblos de América y del mundo entero. Desde los primeros meses de la revolución,
muchas fueron las represiones sufridas en América Latina por defender el derecho a existir y resistir del pueblo cubano.
Cuba ha sido el referente de una soberanía nacional-popular amenazada pero nunca violentada. El régimen socialista
cubano ha sido la contraparte del diagnostico latinoamericano crónico de analfabetismo, muerte por desnutrición o
enfermedades curables de millones de niños, pelagra, parasitosis, desamparo de los ancianos, deserción escolar,
drogadicción, criminalidad, desempleo, polarización social, fin de la sustentabilidad alimentaria.
Cuba enseña durante 50 años, que es posible hacer la revolución y establecer el socialismo a 90 millas del territorio
continental estadounidense, a contracorriente del determinismo geográfico que circula como moneda falsa; también,
Cuba rompió con el clise de que las revoluciones podían hacerse con el ejército o sin el ejército pero no contra el
ejército.
La revolución rescata la idea de patria, expresada por Martí, el sentimiento patrio que es humanidad, que es orgullo y
cariño por la tierra de origen, a la par que resistencia y lucha contra quienes quieren destruir la identidad nacional,
contra quienes la oprimen y avasallan. En Cuba triunfa la revolución porque constituye un proceso firmemente
enraizado en esa realidad nacional.
LA REVOLUCIÓN
La revolución cubana provoco un gran impacto político más allá de sus fronteras; diversos aspectos de la revolución y del
gobierno cubano se convirtieron en modelos políticos para revolucionarios de otras partes del mundo.
Los sectores populares y de clases medias, numerosos obreros, campesinos e intelectuales hicieron de la revolución un
mecanismo privilegiado para solucionar problemas en sus países, siguieron el ejemplo cubano.
En América Latina se vio el surgimiento de numerosos movimientos guerrilleros, que estaban seguros de repetir la
experiencia cubana en sus naciones, ejemplos como: - LOS TUPAMAROS EN URUGUAY - LOS MONTONEROS EN
ARGENTINA - EL ELN Y EPL EN COLOMBIA - FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL EN NICARAGUA
Los movimientos revolucionarios en América Latina no lograron acceder al poder, excepto Nicaragua con la guerrilla
sandinista en 1979.
Sin embargo, la falta de resultados de los movimientos revolucionarios o de las guerrillas latinoamericanas es: -
Los desaciertos estratégicos. - El desfase con los sectores populares. - La represión planteada por parte de los
gobiernos y sus ejércitos.
La revolución cubana y su influencia en América Latina.
En este contexto, resulta importante analizar el impacto de la revolución cubana en el desarrollo político
latinoamericano y caribeño. En primera instancia, habría que partir de la trascendencia que tienen la primera y la
segunda declaraciones de La Habana, en 1960 y 1962, respectivamente, en las que se emite el primer grito de rebeldía
en la región contra el intervencionismo de Estados Unidos y por una plena independencia, el ejercicio de la soberanía
nacional y, sobre todo, la reafirmación de un pueblo por decidir su destino.
Frente a la acusación de que Cuba quiere exportar su revolución, respondemos: las revoluciones no se exportan, las
hacen los pueblos Lo que Cuba puede dar a los pueblos, y ha dado ya, es su ejemplo [aplausos]. ¿Y qué enseña la
revolución cubana? Que la revolución es posible, que los pueblos pueden hacerla [aplausos], que en el mundo
contemporáneo no hay fuerzas capaces de impedir el movimiento de liberación de los pueblos.
La solidez política que toma la revolución cubana desde un principio, el parámetro del arribo al poder a partir de la lucha
armada y su definición socialista, constituyen elementos de un referente tangible para la izquierda latinoamericana.
Ya no se trataba del ejemplo de la URSS y el socialismo en otro continente, bajo condiciones completamente diferentes
en términos históricos, políticos y económicos, sino de un acontecimiento en Latinoamérica; una nación con
problemáticas comunes que había hecho una revolución, se había librado de Estados Unidos y estaba construyendo una
nueva sociedad.
Esta referencia, sin duda, es la que inspirará a miles de latinoamericanos al camino de la vía armada para hacer la
revolución, a la expansión de las ideas socialistas y comunistas y a la lucha antiimperialista.
Por ello Cuba se convierte en el ejemplo a seguir, a pesar de que en varios países las izquierdas hicieron una valoración
errónea de las condiciones de lucha para lanzarse por esta vía, reduciéndola a un militarismo que finalmente terminó en
fracaso y que de alguna manera sirvió para pretender justificar el autoritarismo de Washington.
Así, tenemos a Cuba como la fuente de inspiración revolucionaria para una izquierda latinoamericana dividida en
variadas tendencias políticas, aunque pocos disentían de su proceso en marcha, o le negaban sus simpatías.
Pero de la misma forma en que se da esta situación, también las derechas latinoamericanas, apoyadas por Estados
Unidos, utilizan a Cuba como ejemplo de lo que no permitirían que sucediera en sus países, esto es, justifican el uso de
los militares para contener el avance de las izquierdas. La trágica noche de los generales, con sus golpes de Estado, ha
imperado en la región por veintiseis años, tomando en cuenta el golpe militar en Brasil (1964) y el fin de la dictadura de
Pinochet en Chile (1990).
Con el triunfo de la revolución cubana, el 1 de enero de 1959, se marca el inicio de una etapa de luchas guerrilleras en
América Latina que culmina, de alguna manera, en 1996, con la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala. Ante el
ejemplo de Cuba, la posibilidad de llegar al poder por esta vía fue tan real para la izquierda, que en la mayoría de los
países se vivieron conflictos armados, cada uno con sus propias características.
La idea de la dirigencia cubana de que la Cordillera de los Andes está llamada a ser la Sierra Maestra de América Latina,
en el marco de una revolución latinoamericana, tuvo su impacto en el abierto apoyo de la isla a los movimientos
insurgentes de la región, teniendo como mejor ejemplo la experiencia del propio comandante Ernesto Che Guevara en
Bolivia, con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), aunque al final sólo una de las guerrillas logra la victoria: el 19 de
julio de 1979, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) toma el poder en Nicaragua al derrocar a la dinastía
somocista apoyada por Estados Unidos.
En materia de política internacional, Cuba se consolidó como uno de los principales portavoces de los países
subdesarrollados, destacando su papel en el impulso del Movimiento de los Países no Alineados (creado en el contexto
de la Guerra Fría), la organización de innumerables conferencias y declaraciones en referencia a temáticas como
soberanía, desarrollo económico justo, antiimperialismo, ecología, derechos humanos, cultura, ciencia y educación.
Este protagonismo se ubica en la resistencia que ha logrado desplegar durante medio siglo ante la agresión
estadounidense, aspecto complejo de entender si tomamos en cuenta que se trata de la principal potencia económica y
militar del mundo, cuya historia empieza en el contexto de la independencia de Cuba frente a España en 1898, desde la
cual, y hasta 1959, Washington mantuvo a la isla como una especie de protectorado.
Y la revolución cubana significó, desde el primer momento, desde 1959, precisamente la conquista de la independencia
nacional; fue el triunfo de una revolución que se había iniciado en 1868, una revolución profundamente democrática,
porque estaba basada en la idea de la igualdad, de la justicia, de la solidaridad humana, el sentido auténtico, real que el
vocablo democracia siempre ha tenido.
La revolución cubana ha tenido un impacto permanente en la historia contemporánea del continente americano, en la
medida que su proceso político ha servido de referencia para las luchas de la izquierda en la región.
Este proceso también ha ofrecido una práctica de ética y honradez pocas veces vista en la política en el ámbito mundial;
y significa que la clase política cubana, salvo algunas excepciones, no se ha beneficiado de su cargo ya que más que una
oportunidad para ello, la participación política está valorada como una responsabilidad social y colectiva, en la dinámica
de su ideología comunista.
En este sentido, entendemos por qué hubo varios líderes de la región que fueron aliados políticos y económicos de la
revolución cubana, como en el caso de los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia. Sin duda,
ambos personajes, con sus singularidades, tienen como paradigma a Cuba, los valores y principios que aportan
humanismo a la política.
Este renacimiento de la izquierda en América Latina no hubiera sido posible si Cuba no hubiese resistido como lo hizo; y
sin una figura como la de Fidel –quijotesca, en el más bello sentido de la palabra: lúcido, austero, ético, incorruptible–
que aun en los momentos en que parecía que el mundo se venía abajo, a comienzos de los noventa, mantuvo
inquebrantable su fe en el socialismo y en la causa de los pueblos. Por eso, a un personaje de esta estatura, el imperio lo
ataca sin reparar en escrúpulos de ningún tipo. Volviendo al Quijote, “ladran Sancho, señal de que estamos cabalgando”.
El impacto de la revolución cubana en América Latina y el Caribe ha sido pro- fundo y de grandes repercusiones en su
La influencia de Fidel Castro en la historia de Colombia
Desde 1959, cuando Fidel Castro llegó al poder en Cuba, los vaivenes entre ambas naciones empezaron. Su apoyo a los
grupos armados siempre fue un obstáculo para los gobiernos de turno; aunque en algunos momentos se mostró de
acuerdo con aquellos presidentes que intentaron buscar la paz con las Farc, el Eln y el M-19. De hecho, en esas
ocasiones Castro siempre se ofreció como intermediario.
Por ejemplo, en el caso del M-19, al régimen cubano se les acusa de haberlos entrenado para la guerra y de haberles
entregado armamentos. Pero, tiempo después, Cuba intervino para que los miembros de esa guerrilla viajaran a la isla y
desde allí lograran un acuerdo después de la toma de la sede de la embajada de República Dominicana, en Bogotá.

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