Ciclo vital de la familia: Fase “el encuentro”.

Rafael Madrid.
Dinámica de Pareja y Familia.
Francisco Rodríguez.
25 de marzo de 2019.
El rol del cónyuge presupone haber renunciado a las ganancias emocionales que
proporcionan las etapas anteriores de pretendiente e hijo, y tener disponibilidad física y
emocional para seguir y formar una nueva familia.
No es fácil ser esposo o esposa por primera vez, es una situación nueva de la que sólo
tenemos como referencia a nuestros padres.
Esta etapa se trata de lograr dos puntos: a) cambiar todos los mecanismos que nos
brindaron seguridad emocional y b) integrar un sistema de seguridad emocional interno que
incluya a uno mismo y al nuevo compañero.
Lo que sucede primero es que cada uno intenta usar los mecanismos conocidos y
aprendidos por la familia de origen y probablemente no funcionarán con la nueva pareja.
El “contrato matrimonial” se refiere a todos aquellos conceptos individuales de naturaleza
consciente o inconsciente que pueden ser expresados de manera verbal o de cualquier otra.
Este contrato estará basado en aspectos recíprocos, de lo que cada uno piensa y lo que
espera recibir del otro.
Existen situaciones por las que resulta difícil acordar pautas en los contratos, estas son:
a) Por ignorarlo. No se les ocurre pensar que el matrimonio o la pareja donde sólo
debe existir el amor y la pasión requieran de algo materializado como un contrato.
b) Cuando la pareja opera bajo contratos distintos, como puede ser el caso de una
pareja intercultural.
c) Donde las expectativas son imposibles de obtener, debido a situaciones
irremediables, por ejemplo algún problema emocional grave en alguno de los
integrantes que no permita obtener lo esperado para sí ni para su pareja.
d) La fantasía sobrepasa por mucho a la realidad, por ejemplo los deseos de tener
riquezas desmesuradas.
Sager y Kaplan hablan de tres niveles en el contrato matrimonial:
1) Nivel consciente que se verbaliza y que incluye todo aquello que se comunica al
compañero acerca de sus expectativas tanto al dar como al recibir.
2) Un nivel que es consciente pero no se verbaliza; creencias, planes, deseos y
fantasías que por temor o vergüenza no se comunican.
3) Un nivel más allá de la percepción consciente, que se refiere a todos los deseos y
necesidades de naturaleza irracional. Estos, al ser inconscientes, pasan
 desapercibidos por la pareja. Muchas veces se llega a usar al compañero como
medio para lograr una victoria irracional recurriendo a maniobras patológicas, como
el rechazo emocional, el sadismo o el masoquismo.
Al existir congruencia en el primer nivel, generalmente se formaliza la relación.
La falta de acoplamiento en el segundo nivel puede estar latente hasta aproximadamente un
año en la relación, y después aparece abiertamente la problemática.
Los problemas en el tercer nivel, existe la posibilidad de que la selección del compañero se
pudo haber hecho con base en necesidades neuróticas.
La capacidad de enamorarse y de llevar a cabo con una pareja relaciones estables y
duraderas habla positivamente de una estructura fuerte y sana. Al mismo tiempo, el estar
enamorado fortalece al self.
El grupo de Sager hizo un listado de las expectativas más comunes que las parejas piensan
ofrecer al matrimonio.
1. Un compañero leal, devoto, amoroso y exclusivo.
2. Un apoyo constante contra el resto del mundo.
3. Compañía y seguro en contra de la soledad.
4. Casarse y vivir felices el resto de la vida.
5. Obtener calma y orden en el caos de la vida.
6. El matrimonio visto como un compromiso de por vida.
7. Que garantice sexo rápido y a la mano.
8. Que garantice la formación de una familia y la participación en crecimiento y
desarrollo de los niños.
9. Que la relación enfatice más el aspecto familia que el del compañero.
10. Que los otros sean incluidos o excluidos según sea el caso: padres, niños, amigos,
sirvientes, animales, etc.
11. Una casa, un refugio.
12. Una posición respetable y un status social.
13. Seguridad económica.
14. Unidad social. Propósito de vida.
15. Una justificación para trabajar, acumular riqueza, poder y posición.
16. Una fachada respetable para impulsos agresivos.