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INFORMALIDAD

“…Particularmente, se le está exigiendo al recurrente


aportar un poder legal para que su autorizado retire la
copia solicitada; sin embargo, dicho requerimiento es
contrario al principio de informalismo que debe primar
cuando se solicite a la Administración información
pública. Es improcedente que las accionadas impongan
requisitos que no están regulados legalmente. Pese a lo
anterior, conviene aclarar que si bien es cierto, entre los
principios generales del derecho administrativo, está el de
informalismo, que implica la interpretación más favorable
a la admisión de los escritos presentados por los
administrados, también es cierto, que la Ley General de la
Administración Pública, en su artículo 286, dispone con
respecto al tema de las autenticaciones lo siguiente: “1. La
petición será válida sin autenticaciones aunque no la
presente la parte, salvo facultad de la Administración de
exigir la verificación de la autenticidad por los medios
que estime pertinentes. 2. Se tendrán por auténticas las
presentaciones hechas personalmente”. En este caso,
conforme la normativa citada, se denota que quien
pretendía retirar la información no es la persona que la
solicitó, se le puede requerir al petente que la firma de la
autorización esté autenticada por un abogado -por
ejemplo-, pero no la exigencia de un requisito arbitrario,
contrario al principio de informalismo, como lo sería que
se la imposición de la presentación de un poder especial
para entregar la información pública...” Sentencia 20005-
2014

“en aplicación del principio de informalidad y


coordinación obliga a una dependencia que recibe un
documento que corresponde a otra, a trasladárselo siempre
y cuando pertenezcan a la misma administración
pública…” Sentencia 7891-09

“El principio del informalismo en favor del administrado


en los procedimientos administrativos tiene un profunda
raigambre constitucional, puesto que encuentra asidero en
el in dubio pro actione y en el derecho de acceder a los
mecanismos de auto-control de las propias
Administraciones públicas como el procedimiento
administrativo constitutivo (de la manifestación de
voluntad final) o de impugnación (recursos), establecidos
en vista de las prerrogativas de la autotutela declarativa y
ejecutiva de que gozan los poderes públicos frente a los
particulares. De otra parte, la seguridad jurídica y la
coordinación inter-administrativa imponen, ante el
desconocimiento del administrado de lo alambicado y
complejo de la estructura de la organización
administrativa, que cualquier solicitud o petición planteada
ante una instancia de un mismo ente u órgano público sea
trasladada inmediatamente por éste al órgano competente
para conocerla y resolverla, para atender así,
adecuadamente, los principios constitucionales de eficacia,
eficiencia, simplicidad y celeridad en el cumplimiento de
las funciones administrativas. En tales casos se produce
una simple incompetencia relativa (por el territorio
respecto de un mismo ente ú órgano público), que no debe
ser cargada o soportada por el administrado quien
desconoce la distribución interna de las competencias
entre las diversas oficinas que conforman un ente u órgano
y no tiene el deber de estar impuesto de tal detalle.
Distinto resulta cuando, el pedimento o solicitud se
formula ante un órgano de un ente público diferente al que
debe resolver, puesto que, en tal circunstancia sí se
produce una incompetencia por razón de la materia de
carácter absoluta. Sobre este particular, la Ley General de
la Administración Pública contiene normas que obligan al
órgano u oficina relativamente incompetente a remitir la
solicitud o pedimento a la instancia que lo sea. Así el
artículo 68 de ese cuerpo normativo establece que
"Cuando la incompetencia sea declarada en relación con
una petición o instancia sujeta a término, se tendrá ésta por
presentada en tiempo si el órgano competente, pertenece al
mismo Ministerio, tratándose del Estado, o al mismo ente,
tratándose de entidades descentralizadas". Por su parte, el
ordinal 69 de este texto legal le impone, incluso, el deber
al órgano que declina la competencia de adoptar las
medidas de urgencia para evitar daños graves e
irreparables a los particulares o la Administración,
comunicándole al órgano competente lo que haya resuelto
para conjurar en peligro en la mora (periculum in mora).
Finalmente, el numeral 292, párrafo 1°, de la Ley General
de la Administración Pública preceptúa que "Toda petición
o reclamación mal interpuesta podrá ser tramitada de
oficio por la autoridad correspondiente"." Sentencia 6141-
05

“El principio de informalidad de los recursos que recoge la


Ley General de la Administración Pública (numeral 374)
busca que la interpretación formalista de las articulaciones
de las partes no les cause perjuicio , y que por este motivo
no se afecte su intervención en el procedimiento
administrativo.” Sentencia 5051-01

“En este punto, hay que recordar el principio de


informalidad y gratuidad, interpretado de los artículos 220,
269 y 348 de la Ley General de Administración Pública,
que es norma superior y de aplicación a los
procedimientos administrativos disciplinarios. De manera
que tratándose de un procedimiento cuyo acto final es la
aplicación de una sanción de suspensión, la aplicación de
la norma reglamentaria lesiona el debido proceso,
propiamente en uno de sus elementos integradores como
es el derecho de defensa mediante la impugnación de la
decisión final.” Sentencia 6486-00

“la primera actividad, que se refiere a la investigación


fiscal, está impregnada del principio de informalidad y su
objetivo primordial es el de constatar la posible existencia
del hecho punible y sus circunstancias, para establecer y
asegurar los elementos probatorios indispensables que
deberán ser evacuados en el juicio oral y público y para
determinar la posible intervención del acusado, lo que se
hace, entre otras normas, con fundamento en lo que señala
el párrafo primero del artículo 290 del Código Procesal, al
señalar que el Ministerio Público, practicará las diligencias
y actuaciones de la investigación preparatoria que no
requieran autorización judicial ni tengan contenido
jurisdiccional. Esta idea es básica, puesto que la actuación
fiscal no es jurisdiccional y por ello el sistema se
complementa con la intervención del juez que vela por el
respeto de los derechos y garantías de las partes."
Sentencia 6936-99

“Aunado a lo anterior, se violentó también en perjuicio de


la amparada el debido proceso al no haberse evacuado
toda la prueba de descargo ofrecida, no resultando de
recibo el argumento de la entidad recurrida en el sentido
de que la acción de personal ofrecida no fue aportada, pues
en aras del principio de informalidad que predomina en el
procedimiento administrativo, así como el de búsqueda de
la verdad real, bien podía el órgano director del
procedimiento solicitar el documento a la oficina de
personal del mismo ente municipal. Por innecesario no se
emite pronunciamiento expreso sobre el alegato de que el
Alcalde a.i. fue juez y parte en el procedimiento, puesto
que no consta en autos que siquiera la recurrente haya
presentado la respectiva recusación como procedía.”
Sentencia 5311-99

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