Sei sulla pagina 1di 2

Di algo, estoy renunciando a ti, yo sería la única si me hubieses querido también, a

cualquier lugar te hubiera seguido, pero no sé nada en lo absoluto.


Te dije que estaba aprendiendo a amar, tenía piezas rotas en toda mi alma y tú
prometiste un cielo rojo cuando en verdad este sería obscuro…
Mil pensamientos pasan por mi mente, no soy una persona perfecta hay
muchas cosas que me gustaría cambiar, pero soy humana y aprendo de lo que vivo.
Encontré una razón para cambiar lo que era, encontré una razón para mi, una
razón para empezar de nuevo y esa razón eres tú. Nos hemos lastimado de mil maneras
que no sé cual es la más dolorosa, mi corazón ya no tiene porqué latir, ya no sabe que
es verdadero y mucho menos sabe sentirse querido.
Siento haberte hecho daño, es algo con lo que debo vivir todos los días. Y todo
el dolor por el que te he hecho pasar deseria poder hacerlo desaparecer, y aunque no
lo creas ya tengo la solución a esto.
Vi tu cara en un lugar lleno de gente y eras el único que brillaba, vi un ángel
cuando cruzamos miradas, pero no entendiste que yo soy aprendiz del diablo no soy
buena para alguien como tú.
Aún recuerdo nuestro primer encuentro, tu perfume tenía un olor ligero, pero
muy refrescante, tu camisa era blanca y tu cabello estaba bien peinado, sin embargo,
yo tenía un vestido corto negro, con el cabello despeinado y la cara demacrada por
toda la tarea de la semana. Me miraste fijamente a los ojos, y yo no pude soportar la
seguridad con la que lo hiciste.
Y ese fue nuestro click, te pedí que te alejaras cuando comenzaste a enamorar.
Yo no sé controlar mis sentimientos, y te pedí de todas las maneras que te alejarás,
pero eso nunca te detuvo y mira todas las consecuencias que trajo.
Me atrapaste, soy tuya siempre, lo he sido, me hiciste a tu manera y la que
termino enamorada hasta los huesos fui yo…
Aunque no lo creas note cuando el brillo de tus ojos desapareció, intenté de mil
maneras volverte a enamorar pero no me dejaste entrar a tu corazón.
Nuestra primera pelea fue por tu culpa no quisiste acompañarme a escoger mi ropa
para mi primer día de trabajo, pero esta bien, eres hombre y no tienen porqué gustarte
esas cosas, pero en el trayecto me estaba costando tanto despejar mis dudas, porqué
tú eres al único que quiero y no sé porqué tengo miedo, porqué hemos estado aquí
antes, pero cada sentimiento y cada palabra solo me hacen imaginar todo tus manos
sobre la piel de alguien más.
En nuestro segundo aniversario me dejaste con la cena, las velas y el vestido
rojo que compre exclusivamente para ti; llegaste ebrio y con besos marcados en todo el
cuerpo, mi corazón se rompió en mil pedazos y tu ni siquiera lo notaste. Al día siguiente
estaba sentada en el sillón dónde nos convertimos en uno mismo la primera vez que
me hiciste el amor, esperándote con una lagrima en el rostro para que me explicaras en
qué te había fallado, pero comenzaste a gritar, tomaste tu chaqueta y no volviste hasta
el día siguiente.
Escuché el timbre a las 8:36 a.m. creí que eras tú, estaba dispuesta a perdonar
todo lo que había pasado, pero cuando abrí era una chica alta, rubia, de ojos azules y
con el cuerpo soñado que todas deseamos, me miro y comenzó a reír, me desconcerté
por completo y me dijo que comenzaría una nueva vida con el hombre de sus sueños, y
menciono tu nombre, tomó mi mano y la puso sobre su vientre, sabía perfectamente a
qué se refería.
El dolor me estaba consumiendo, mi vida estaba al borde del precipicio, te di
todo, en verdad lo di.
Tal vez te acostumbraste a tenerme siempre para ti, pero esto acaba aquí.
Al sentir su vientre con un hijo tuyo, no me pude contener, el odio me consumió
y la fuerza para defender nuestro amor me llevó a cometer la locura más grande.
Ese Niño no tenía porqué nacer, ella no tenía porque estar viva, solo nos arruinó
nuestra vida y alguien tenía que hacer algo.
La arrastré hasta la cocina, intento correr y comenzó a gritar como si en verdad
le fuera a hacer algo, pero yo solo quería arrancarle lo que me negaste.
La golpeé hasta que quedó inconsciente y comencé a llorar porqué nada de esto
tenía que haber pasado, pero fue tu culpa, ¡TÚ CULPA!
La amarré en nuestra cama y cuando reacciono, ni siquiera sabía dónde estaba,
abrí sus piernas y metí unas pinzas para extraer lo que tenía, no podía y tuve que
atravesar un cuchillo, dejo de moverse y reaccioné muy tarde cuando me di cuenta que
estaba muerta.
Entré a la bañera con las manos ensangrentadas, el cuerpo ensangrentado, y la
ropa ensangrentada, no creía lo que había echo, pero no importa amor, nadie nos
puede separar ahora…
Espera, entonces vuelvo a la realidad, solo fue un encuentro el que tuvimos, me
pides mi número de teléfono cuando me miras con esa hermosa sonrisa segura y ese
peinado perfecto, pero no importa porque ya renuncié a tu corazón.

Potrebbero piacerti anche