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JUNIO 2017 | Nº 10

ARTÍCULO

Vitoria, Grocio
y el origen
del Derecho
Internacional
Luis Zaballa
luis.zaballa@maec.es
OFICINA DE ANÁLISIS Y PREVISIÓN

Las opiniones contenidas en el


JUNIO 2017 Nº 10 siguiente artículo sólo compromenten
a sus autores y no constituyen
posiciones oficiales del Ministerio de
Asuntos Exteriores y de Cooperación

OFICINA
DE INFORMACIÓN
1 DIPLOMÁTICA
JUNIO 2017 | Nº 10

Es común en España caracterizar a Fran- Gentium clásico-medieval, sino el Derecho Finalmente, las normas que efectivamente
cisco de Vitoria como ‘padre del Derecho Internacional de la era moderna, lo que ine- se aprobasen por consenso de la sociedad in-
Internacional’ en contraste con la atribución vitablemente obliga a precisar en qué se dife- ternacional habrían de ser aplicadas por cada
tradicional de este título de paternidad al ju- rencia uno de otro. Es imperativo que la dife- uno de los Estados que la componen en virtud
rista holandés Hugo Grocio en la mayor par- renciación sea sustancial y objetiva, ya que el de la autoridad política reconocida a la socie-
te del mundo. En este artículo se examina la propio Vitoria no introdujo ninguna distinción dad internacional, o, como diría Vitoria, ‘en
obra de uno y otro autor a la luz de diversos terminológica. virtud de la autoridad de todo el orbe’ 3. Esas
criterios doctrinales que permitirán dilucidar La novedad histórica del pensamiento de normas no eran, por tanto, meros acuerdos,
la cuestión de una vez por todas (salvando, Vitoria radica en su concepción del Derecho aplicables a quienes hubieran consentido en
naturalmente, un descubrimiento historiográ- Internacional como un conjunto de normas ju- ellos, sino verdaderas leyes de aplicación ge-
fico impredecible y revolucionario). Servirá, rídicas en interés de la Humanidad, y no, como neral, lo que llevaba a Vitoria a afirmar que
de paso, para comprender mejor la naturaleza hasta entonces se entendía, en interés de los ‘si… la mayoría de los hombres estableciese
de este Derecho, y apreciar debidamente su Estados que las adoptaban. En su primera Re- que los embajadores fueran inviolables’, por
significación histórica en la construcción del lección sobre los Indios Vitoria declararía, efec- ejemplo, ‘o que el mar fuese común’, esto ten-
mundo moderno. tivamente, que el objeto del sistema jurídico dría ‘fuerza de ley, aun con la oposición de los
internacional que estaba configurando era ‘el demás’ 4. Así es como Vitoria confirió univer-
Obra de Vitoria bien común de todos’.1 salidad al Derecho Internacional.
Una variante común en la calificación tra- El problema era identificar un poder legis- También le imprimió una generalidad que
dicional de Vitoria es la de ‘padre del Dere- lativo internacional con autoridad para pro- no mostraba hasta entonces. El Ius Gentium
cho de Gentes’, con la que seguramente se mulgar normas jurídicas en interés de la Hu- tenía, en efecto, un ámbito material de apli-
pretende evitar el anacronismo del término manidad. Esta cuestión no se planteaba en el cación relativamente marginal. Cuestiones
‘internacional’, que no apareció hasta el siglo Ius Gentium ya que si las normas se adoptaban La novedad histórica del absolutamente centrales a las relaciones in-
XIX. Pero es sabido que el Derecho de Gen- en interés de los Estados participantes, eran pensamiento de Vitoria ternacionales, como la guerra, carecían de
tes, o Ius Gentium, fue una creación romana los propios Estados los que velaban por sus regulación jurídica en el Ius Gentium. Vitoria
dirigida a regular las relaciones jurídico-pri- intereses al darles o negarles su aprobación.
radica en su concepción percibió con claridad que si el cometido del
vadas (de orden civil, mercantil, etc.) entre La solución visionaria que encontró Vitoria del Derecho Internacional Derecho Internacional era promover el bien
ciudadanos romanos y extranjeros. A lo largo fue inventarse la sociedad internacional, algo como un conjunto de común de la Humanidad, no podía dejar sin
de la Edad Media, una serie de juristas de la que no existía hasta entonces, y que incluía regulación una cuestión con un impacto tan
tradición romana desarrollaron este Derecho a todos los Estados del mundo. Las normas
normas jurídicas en interés decisivo sobre ese bien común, lo que le llevó
incorporando las relaciones jurídicas entre jurídicas en interés de la Humanidad se adop- de la Humanidad a dedicar una de sus relecciones específica-
Estados, tanto las originadas en costumbres tarían, pues, por el acuerdo general de los Es- mente al llamado Derecho de Guerra, basado
internacionales (Derecho Consuetudinario) tados miembros de la sociedad internacional, en la doctrina cristiana de la Guerra Justa. Es
como las derivadas de tratados internaciona- o, más exactamente, por ‘el consenso de la algo que tendría una especial trascendencia
les (Derecho Convencional). A la luz de esta mayor parte de todo el orbe’ 2. El hecho de
realidad, cabe preguntarse qué innovó real- que fuera posible adoptar decisiones de este
mente Vitoria, si ya existía un Ius Gentium, re- modo reflejaba una concepción del conjunto 1
Sobre el poder civil. Sobre los indios. Sobre el dere-
gulador de las relaciones internacionales. de las naciones como una entidad política, ya cho de guerra. Editorial Tecnos, 2012, p. 134.
Como primera aproximación, cabría seña- que nadie entendería que una multitud desa-
2
Ibíd. p. 134.
3
Ibíd. p. 51.
lar que Vitoria no fundó, naturalmente, el Ius gregada adoptase decisiones por mayoría. 4
Ibíd. p. 134.

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en el desarrollo del Derecho Internacional Aprobado por el conjunto de la Aplicado por cada Estado de de paz y seguridad internacionales, esencial
como disciplina científica, ya que a partir de sociedad internacional la sociedad internacional al interés general de la Humanidad.
entonces todos los grandes internacionalistas Una vez realizada esta triple transforma-
(Suárez, Grocio, Pufendorf o Kant) dedicarían ción—en términos de universalidad, generali-
a esta cuestión un tratado monográfico. DERECHO dad e integridad—el Ius Gentium dejaría de ser
Lo que hizo Vitoria fue, en esencia, fundir INTERNACIONAL una mera agregación de normas transfronte-
la doctrina cristiana de la Guerra Justa con la MODERNO rizas, relativamente marginales, y adoptadas
doctrina clásica del Ius Gentium, obteniendo en interés de los Estados, para convertirse en
como resultado lo que sería el núcleo funda- lo que hoy se conoce como Derecho Interna-
cional del Derecho Internacional moderno. cional; el sistema normativo general de la socie-
La doctrina de la Guerra Justa no tenía ori- dad internacional. Nadie hasta entonces había
ginalmente naturaleza jurídica, encontrando Dirigido al bien común de planteado nada semejante.
su fundamento último en el mandato cristiano la Humanidad
de amor al prójimo, así como en la bienaven- Obra de Grocio
turanza de los pacíficos, contenida en el Ser- La vida de Hugo Grocio transcurrió casi
món de la Montaña. Sus desarrollos iniciales resultado de un ensamblaje racional de las exactamente un siglo después de la de Vitoria,
fueron impulsados por los primeros padres de normas y principios jurídicos existentes, con
Lo que hizo Vitoria fue, y lo mismo puede decirse de su obra, lo que
la Iglesia, y posteriormente por filósofos como el fin de servir lo mejor posible a la Humani- básicamente, fundir la despeja de entrada cualquier duda de prece-
San Agustín, San Isidoro o Santo Tomás. Era dad. Esto implicaba integrar normas y prin- doctrina cristiana de dencia en las posiciones coincidentes de am-
fundamentalmente una guía de actuación cipios jurídicos de diferente origen (Derecho bos autores. Grocio era un gran conocedor de
para los reyes cristianos en su relación con Convencional y Consuetudinario, por ejem-
la Guerra Justa con la la obra de Vitoria, al que citó decenas de veces
otros reyes, aunque tuvo escaso seguimiento plo) así como normas y principios jurídicos doctrina clásica del Ius en su obra principal, Sobre el derecho de presa,
entre ellos, e incluso en la propia Iglesia, que que pudieran ser contradictorios. Si, por Gentium, obteniendo como y otras tantas en Sobre el Derecho de la guerra
apenas se esforzaría en hacerla cumplir. ejemplo, varios Estados suscribiesen un tra- y de la paz. A eso sumaría numerosas citas de
Con la incorporación de la doctrina de la tado para la defensa común, el tratado entra-
resultado lo que sería el juristas españoles seguidores de Vitoria, como
Guerra Justa, el Derecho Internacional mo- ría a formar parte del Derecho Internacional, núcleo fundacional del Domingo de Soto, Diego de Covarrubias o, es-
derno adquirió una cierta amplitud en la regu- ya que sus fines serían acordes al principio Derecho Internacional pecialmente, Vázquez de Menchaca, al que
lación de las relaciones internacionales, pero de paz y seguridad internacionales, y, por Grocio se referiría como ‘esa gloria de España’5.
Vitoria incorporaría importantes elementos tanto, al interés general de la Humanidad.
Moderno Era muy frecuente, de hecho, que, para respal-
adicionales, como el reconocimiento de unos Pero si el tratado tuviera como fin la agre- dar sus posiciones normativas, apelase a los
derechos humanos universales, a los que se re- sión a otros países, carecería por completo juristas españoles, a los que consideraba ‘es-
fería como ‘derechos naturales’ de la persona; de validez jurídica al contravenir el principio pecialmente cualificados, tanto en la ley divina
el principio jurídico de cooperación internacio- como en la humana’.6
nal entre los Estados, al que se refería como En términos de principio, Grocio adoptaría
principio de ‘amistad y sociedad humana’; o el
principio de paz y seguridad internacionales, al Doctrina Derecho Internacional Doctrina cristiana
que se refería en estos mismos términos. del Ius Gentium Moderno de la Guerra Justa 5
The Freedom of the Seas. Oxford University Press,
Finalmente, el Derecho Internacional ad- 1916. p. 9.
quirió integridad en la obra de Vitoria como 6
Ibíd, p. 3.

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todos los postulados fundacionales de Vitoria, Grocio acogió, en la mayor parte de Europa el título informal de Es frecuente, incluso hoy, hacer referencia
reconociendo el Derecho Internacional como definitiva, la concepción ‘padre del Derecho Internacional’. a los humanistas españoles del siglo XV, XVI,
la ‘Ley de la Sociedad Humana’,7 incorporan- En primer lugar, cabría señalar la responsa- e incluso XVII, como ‘medievales’—aferrán-
do la doctrina de la Guerra Justa al sistema
de Vitoria del Derecho bilidad de España y su tradicional dejación en dose a sus raíces escolásticas—mientras que
de Derecho Internacional, y desarrollando im- Internacional como el reconocimiento de sus propias aportacio- autores afines del ámbito protestante se reú-
portantes aspectos del Derecho Humanitario el sistema normativo nes al mundo moderno. En este caso cabría nen bajo la rúbrica de ‘Escuela Racionalista’.
de Guerra para la protección de los derechos notar, además, el confinamiento de la obra Éste es precisamente el tratamiento de Vito-
naturales de combatientes y civiles, en línea
general de la sociedad de Vitoria a pequeños círculos de religiosos ria y Grocio, respectivamente, dándose la pa-
con la doctrina avanzada por Vitoria. internacional, diseñado e historiadores del Derecho. Sus Relecciones, radoja de que el pensador original de una de
Pero Grocio se distinguiría, sobre todo, por para el bien común de la por ejemplo, no se tradujeron del latín al es- las construcciones fundamentales del mundo
su adopción del principio de sociedad y co- pañol hasta 1925, lo que contrasta con el tra- moderno es catalogado como un antecesor
municación natural propugnado por Vitoria
Humanidad. tamiento de la obra de Grocio, publicada en remoto de la idea, mientras que un estrecho
como base de la cooperación internacional, diversas lenguas europeas a lo largo de los seguidor suyo es encumbrado como pionero
especialmente en el ámbito de la libertad de siglos XVII, XVIII y XIX. intelectual de la Modernidad.
navegación y la libertad de comercio. Apeló a Pero no puede minimizarse el efecto de la En esta misma línea, se ha venido seña-
su autoridad, y a la de Vázquez de Menchaca, fractura religiosa de Europa como resultado lando el carácter supuestamente secular del
para negar el derecho de apropiación por des- de la reforma protestante. Es algo que no se pensamiento de Grocio, en oposición a la fun-
cubrimiento cuando se tratase de espacios percibe aún en Grocio ni en los demás auto- damentación teológica de las obras de Vitoria.
geográficos que, como el mar, fueran bienes res holandeses del siglo XVII, que no evitaron Esto revelaría una emancipación intelectual
comunes de la Humanidad de acuerdo a la las referencias a autores españoles, pero que de Grocio respecto del pensamiento religioso
emergente doctrina del Derecho Internacio- empieza a notarse en juristas posteriores del tradicional, imprimiendo a su obra jurídica un
nal impulsada por Vitoria. ámbito protestante. La tendencia se reforzaría carácter distintivamente nuevo y moderno.
Grocio acogió, en definitiva, la concepción posteriormente con el auge de la Ilustración, Nada más lejos de la realidad. Grocio funda-
de Vitoria del Derecho Internacional como hasta el punto de que en el siglo XVIII un filó- mentaría todo su pensamiento jurídico en el
el sistema normativo general de la sociedad sofo como Kant propondría un ‘Derecho Cos- Derecho Divino y el Derecho Natural, exac-
internacional, diseñado para el bien común mopolita’ notablemente parecido al Derecho tamente igual que Vitoria. Es más, escribió
de la Humanidad. Hizo igualmente suyos los Internacional propuesto por Vitoria, sin que varias obras de teología en las que acogería
principios generales de ese nuevo sistema aparezca una sola referencia a él, seguramen- buena parte del pensamiento escolástico, in-
normativo, como la protección de los dere- te por desconocimiento. troduciendo únicamente las alteraciones exi-
chos naturales de las personas, el deber de Es una fractura que ha persistido práctica- gidas por la teología protestante. Nadie que
cooperación entre los Estados, o la defensa de mente hasta nuestros días. Ante las reclama- lea directamente las obras de Grocio reivindi-
la paz y seguridad internacionales. ciones que se han venido haciendo sobre la cará su carácter secular.
Siendo esto notorio al leer la obra de ambos precedencia de la obra de Vitoria sobre la de Otra vía para defender la paternidad de
autores, y siendo Grocio honesto en el reco- Grocio, se han registrado reiterados esfuerzos Grocio en el surgimiento del Derecho Interna-
nocimiento de sus fuentes, parece obligado por trazar líneas divisorias artificiales entre cional ha consistido en reconocer su conoci-
preguntarse cómo ha llegado a atribuírsele en un autor y otro, dirigidas a reconocer a Grocio miento enciclopédico de la materia, así como
como padre del Derecho Internacional moder- su labor de sistematización de la disciplina.
no, y relegar a Vitoria a la condición de ‘precur- Ninguno de estos reconocimientos puede ser
7
Ibíd, p. 3. sor’ lejano y, en todo caso, premoderno. escatimado, pero eso no puede convertirle en

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fundador de la disciplina. Es natural que un El Derecho Internacional disciplina jurídica, que, por su propia naturale- como el primer intelectual público de la era mo-
estudioso del Derecho tenga más elementos y za, es una ciencia moral. derna. Tradicionalmente se atribuye esta cali-
más perspectiva para ordenar una determina-
adquirió integridad en ficación a Voltaire o a Zola, pero la oposición
da disciplina que aquel que la fundó cien años la obra de Vitoria como Conclusiones pública de Vitoria a las guerras de conquista
antes. Y en todo caso no sería el primer sis- resultado del ensamblaje El litigio secular por la paternidad intelec- que libraba el Imperio español en el Nuevo
tematizador del Derecho Internacional. Antes tual del Derecho Internacional no es, real- Mundo—lo que le granjeó serios problemas
que él, Francisco Suárez escribió su monu-
racional de las normas mente, un caso complejo, y su persistencia con la Corte—le convierten, probablemente,
mental Tratado de las Leyes en diez libros, en y principios jurídicos histórica se explica únicamente por factores en el primer pensador en emplear su autori-
el que exhibiría un conocimiento pleno del existentes, realizado con externos a la cuestión sustancial—factores de dad moral y su conocimiento especializado
Derecho Internacional de su época, así como orden político, religioso y cultural—. para resistirse abiertamente a una actuación
un rigor conceptual extraordinario orientado a
el fin de servir lo mejor Hoy puede decirse que se trata ya de un del poder considerada injusta.
la inserción de la disciplina en la teoría general posible a la sociedad litigio resuelto. Autores que hace sólo vein- Todo ello configura a Vitoria como uno de
del Derecho. internacional. te años se resistían a reconocer a Vitoria su los filósofos morales más sobresalientes de
Finalmente, se destaca el mérito de Grocio papel fundador, se suman en sus obras más la tradición occidental, y, por supuesto, como
como primer profesional del Derecho Internacio- recientes al consenso creciente en torno a el pensador más influyente de la historia de
nal por su condición de abogado de la Compa- esta idea. Un caso ilustrativo a este respecto España. Lástima que el español medio lo des-
ñía Holandesa de las Indias Orientales. Pero Vitoria puede ser es el del historiador inglés Anthony Pagden, conozca por completo...
esta consideración presupone excluir la dedi- considerado el primer prologuista de la versión inglesa de los Escri-
cación académica al Derecho Internacional— tos Políticos de Vitoria. Puede hacerse, ade-
como la que caracterizó la carrera de Vitoria—
intelectual público de la era más, un sencillo sondeo de megadatos para
del título de internacionalista profesional, lo moderna. complementar esta percepción. Si uno busca
que constituye una restricción arbitraria. Ni en Google las expresiones ‘Vitoria’ y ‘padre
siquiera es cierta la afirmación de que Gro- del derecho internacional’ obtiene 26.300 re-
cio fuera el primer abogado internacionalista hesión entusiasta a los principios universalis- sultados, mientras que si introduce ‘Grocio’ y
profesional. Tuvo como predecesor más des- tas, propuestos por Vitoria y sus seguidores, ‘padre del derecho internacional’ obtiene sólo
tacado al jurista italiano Alberico Gentili, que cuando sirven a los designios imperiales de la 2.590. Y si introduce las expresiones corres-
también se encuentra entre los pioneros del Compañía Holandesa—es el caso de la liber- pondientes en inglés, obtiene 72.200 resulta-
Derecho Internacional, y que a fines del siglo tad de navegación, por ejemplo—y una alte- dos en el caso de Vitoria, y 26.300 en el de
XVI simultaneó sus labores académicas en la ración de estos principios cuando limitan ese Grocio. Son datos ilustrativos (registrados el
Universidad de Oxford con el ejercicio profe- despliegue imperial—caso de la exclusión de 30/05/2017).
sional de la abogacía, particularmente al ser- los particulares en el ejercicio de la guerra jus- Vitoria es, además, reconocido internacio-
vicio de la Embajada de España en Londres. ta—. Vitoria, en cambio, pudo mantener una nalmente como fundador de los estudios de
No puede decirse, en todo caso, que la con- notable independencia intelectual, gracias a ética global, cada vez más extendidos en el
dición de abogado profesional de Grocio no su condición de eclesiástico y académico, lo ámbito académico, así como en determinados
tuviera consecuencias importantes en el de- que le permitió desarrollar una teoría del De- think tanks especializados. Su concepción ori-
sarrollo de su labor teórica, ya que esta labor recho Internacional coherente con su objetivo ginal de la sociedad internacional como una
estuvo decisivamente condicionada por las de servir el interés general de la Humanidad, entidad política al servicio de la Humanidad le
posiciones adoptadas en su trabajo de aboga- algo que no puede considerarse irrelevante hace acreedor de este título.
do. Sus obras muestran, en general, una ad- a la hora de determinar la paternidad de una Finalmente, Vitoria puede ser considerado

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