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Introducción
Hay que insistir en que la vida humana se desarrolla en estrecha relación con la
naturaleza y que su funcionamiento nos afecta totalmente. Es un error considerar que
nuestros avances tecnológicos: coches, grandes casas, industria, etc. nos permiten vivir
al margen del resto de la biosfera y el estudio de los ecosistemas, de su estructura y de
su funcionamiento, nos demuestra la profundidad de estas relaciones.
Definición de ecosistema
Los ecosistemas son sistemas complejos como el bosque, el río o el lago, formados por
una trama de elementos físicos (el biotopo) y biológicos (la biocenosis o comunidad de
organismos)
Al estudiar los ecosistemas interesa más el conocimiento de las relaciones entre los
elementos, que el cómo son estos elementos. Los seres vivos concretos le interesan al
ecólogo por la función que cumplen en el ecosistema, no en sí mismos como le pueden
interesar al zoólogo o al botánico. Para el estudio del ecosistema es indiferente, en cierta
forma, que el depredador sea un león o un tiburón. La función que cumplen en el flujo
de energía y en el ciclo de los materiales son similares y es lo que interesa en ecología.
Como sistema complejo que es, cualquier variación en un componente del sistema
repercutirá en todos los demás componentes. Por eso son tan importantes la s relaciones
que se establecen.
a) Relaciones de alimentación.-
La vida necesita un aporte continuo de energía que llega a la Tierra desde el Sol y pasa
de unos organismos a otros a través de la cadena trófica.
Figura 4-3 > Ejemplo de cadena trófica
Las redes de alimentación (reunión de todas las cadenas tróficas) comienzan en las
plantas (productores) que captan la energía luminosa con su actividad fotosintética y la
convierten en energía química almacenada en moléculas orgánicas. Las plantas son
devoradas por otros seres vivos que forman el nivel trófico de los consumidores
primarios (herbívoros).
La cadena alimentaria más corta estaría formada por los dos eslabones citados (ej.:
elefantes alimentándose de la vegetación). Pero los herbívoros suelen ser presa,
generalmente, de los carnívoros (depredadores) que son consumidores secundarios en
el ecosistema. Ejemplos de cadenas alimentarias de tres eslabones serían:
Las cadenas alimentarias suelen tener, como mucho, cuatro o cinco eslabones - seis
constituyen ya un caso excepcional-. Ejemplo de cadena larga sería:
Pero las cadenas alimentarias no acaban en el depredador cumbre (ej.: autillo), sino que
como todo ser vivo muere, existen necrófagos, como algunos hongos o bacterias que se
alimentan de los residuos muertos y detritos en general (organismos descomponedores
o detritívoros). De esta forma se soluciona en la naturaleza el problema de los
residuos.
Los detritos (restos orgánicos de seres vivos) constituyen en muchas ocasiones el inicio
de nuevas cadenas tróficas. Por ej., los animales de los fondos abisales se nutren de los
detritos que van descendiendo de la superficie.
Las diferentes cadenas alimentarias no están aisladas en el ecosistema sino que forman
un entramado entre sí y se suele, entonces, hablar de red trófica.
Una representación muy útil para estudiar todo este entramado trófico son las
pirámides de biomasa, energía o número de individuos. En ellas se ponen varios pisos
con su anchura o su superficie proporcional a la magnitud representada. En el piso bajo
se sitúan los productores, por encima los consumidores de primer orden (herbívoros),
después los de segundo orden (carnívoros) y así sucesivamente.
b) Ciclos de la materia.-
Los elementos químicos que forman los seres vivos (oxígeno, carbono, hidrógeno,
nitrógeno, azufre y fósforo, etc.) van pasando de unos niveles tróficos a otros. Las
plantas los recogen del suelo o de la atmósfera y los convierten en moléculas orgánicas
(glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos). Los animales los toman de las plantas o
de otros animales. Después los van devolviendo a la tierra, la atmósfera o las aguas por
la respiración, las heces o la descomposición de los cadáveres, cuando mueren. De esta
forma encontramos en todo ecosistema unos ciclos del oxígeno, el carbono, hidrógeno,
nitrógeno, etc. cuyo estudio es esencial para conocer su funcionamiento.
c) Flujo de energía
Productores primarios.
Los productores primarios son los organismos que hacen entrar la energía en los
ecosistemas. Los principales productores primarios son las plantas verdes terrestres y
acuáticas, incluidas las algas, y algunas bacterias. Forman el 99,9% en peso de los seres
vivos de la biosfera.
Fotosíntesis y respiración
La fotosíntesis es el proceso por el que se capta la energía luminosa que procede del
sol y se convierte en energía química. Con esta energía el CO2, el agua y los nitratos
que las plantas absorben reaccionan sintetizando las moléculas de carbohidratos
(glucosa, almidón, celulosa, etc.), lípidos (aceites, vitaminas, etc.), proteínas y ácidos
nucleicos (ADN y ARN) que forman las estructuras vivas de la planta.
La energía luminosa es captada por la clorofila de las células verdes de las plantas y
utilizada para regenerar moléculas de ATP y NADPH (Fase luminosa). En una segunda
fase la energía química contenida en el ATP y el NADPH es utilizada para reducir
moléculas de CO2 hasta gliceraldehido, a partir del cual se sintetizan las distintas
moléculas orgánicas, principalmente glucosa. Con la glucosa se forma almidón, celulosa
y otros carbohidratos esenciales en la constitución de las plantas
Cuando la producción primaria neta es positiva, la biomasa de las plantas del ecosistema
va aumentando. Es lo que sucede, por ejemplo, en un bosque joven en el que los árboles
van creciendo y aumentando su número. Cuando el bosque ha envejecido, sigue
haciendo fotosíntesis pero toda la energía que recoge la emplea en la respiración, la
producción neta se hace cero y la masa de vegetales del bosque ya no aumenta.
Eficiencia
Eficiencia de la % dedicado
Producción 1ª bruta a Respiración
Comunidades de fitoplancton < 0,5% 10 - 40%
Plantas acuáticas enraizadas y
algas de poca profundidad > 0,5%
Bosques 2 - 3'5% 50 - 75%
Praderas y comunidades herbáceas 1 - 2% 40 - 50%
Cosechas < 1,5% 40 - 50%
Se puede decir, en resumen, que en plena estación de crecimiento y con las condiciones
que hemos dicho, eficiencias muy normales son del 1% de la energía que llega a las
plantas, o lo que es lo mismo del 0,2% de la energía total que llega a la parte alta de la
atmósfera.
Las plantas están bien adaptadas al uso de luz difusa y de relativamente baja intensidad
y son mediocres usando luz de alta intensidad, como la del mediodía, por ejemplo. La
explicación más probable de por qué no usan mejor la luz que reciben, es que su
actividad se encuentra limitada por la escasez de elementos químicos y no por la luz.
Por tanto, en la evolución no han sido necesitado desarrollar mecanismos de fotosíntesis
más eficientes.
Relación Productividad/Biomasa
Producción secundaria
Productores secundarios
Los herbívoros se alimentan directamente de las plantas, pero los diferentes niveles de
carnívoros y los detritívoros también reciben la energía indirectamente de las plantas,
a través de la cadena trófica.
Así, por ejemplo, una ardilla se alimenta de piñones, que son la energía bruta que
introduce en su sistema digestivo, pero deja como residuos todo el resto de la piña
(energía no utilizada). De los piñones que ha comido parte se elimina en las heces y sólo
los nutrientes digeribles pasan a la sangre para ser distribuidos entre las células. De esta
energía parte se elimina en la orina y sólo el resto se utiliza para el metabolismo. Parte
de la energía metabólica se emplea para mantener su organismo vivo y activo y parte
(producción secundaria neta) para crecer o reproducirse.
Dentro del grupo de los productores secundarios, además de los animales grandes y
longevos, está el grupo de los detritívoros o descomponedores, formado
fundamentalmente por los hongos y las bacterias.
Son muy pequeños, están en todas partes, con poblaciones que se multiplican y se
desvanecen con rapidez. Desde el punto de vista del aprovechamiento de la energía son
despilfarradores y aprovechan poco la energía: su eficiencia es pequeña.
Los descomponedores tienen gran importancia en la asimilación de los restos del resto
de la red trófica (hojarasca que se pudre en el suelo, cadáveres, etc.). Son agentes
necesarios para el retorno de los elementos, que si no fuera por ellos se irían quedando
acumulados en cadáveres y restos orgánicos sin volver a las estructuras vivas. Gracias a
su actividad se cierran los ciclos de los elementos.
En los ecosistemas acuáticos abundan las bacterias. Los hongos son muy importantes en
la biología del suelo. Su biomasa supera frecuentemente la de los animales del
ecosistema. La biomasa bacteriana de los ecosistemas terrestres está comprendida
habitualmente entre 0,2 y 15 g C/m2 (la de los animales raramente sobrepasa 2 g C/m2),
y en los ecosistemas acuáticos oscila entre 0,1 y 10 g C/m2.
Los seres vivos están formados por elementos químicos, fundamentalmente por
oxígeno, hidrógeno, carbono y nitrógeno que, en conjunto, suponen más del 95% de
peso de los seres vivos. El resto es fósforo, azufre, calcio, potasio, y un largo etcétera de
elementos presentes en cantidades muy pequeñas, aunque algunos de ellos muy
importantes para el metabolismo.
Algunos seres vivos son capaces de captarlos de los depósitos inertes en los que se
acumulan. Después van transfiriéndose en las cadenas tróficas de unos seres vivos a
otros, siendo sometidos a procesos químicos que los van situando en distintas
moléculas.
Así, por ejemplo, el N es absorbido del suelo por las raíces de las plantas en forma de
nitrato; en el metabolismo de las plantas pasa a formar parte de proteínas y ácidos
nucleicos (químicamente hablando ha sufrido una reducción); los animales tienen el N
en forma de proteínas y ácidos nucleicos, pero lo eliminan en forma de amoniaco, urea
o ácido úrico en la orina. El ciclo lo cierran bacterias del suelo que oxidan el amoniaco a
nitratos. Por otros procesos el N puede ser tomado del aire por algunas bacterias que lo
acaban dejando en forma de nitratos o también puede ser convertido a N2 gas por otras
bacterias que lo devuelven a la atmósfera.
Los ciclos de los elementos mantienen una estrecha relación con el flujo de energía en
el ecosistema, ya que la energía utilizable por los organismos es la que se encuentra en
enlaces químicos uniendo los elementos para formar las moléculas.
La reserva fundamental de carbono, en moléculas de CO2 que los seres vivos puedan
asimilar, es la atmósfera y la hidrosfera. Este gas está en la atmósfera en una
concentración de más del 0,03% y cada año aproximadamente un 5% de estas reservas
de CO2, se consumen en los procesos de fotosíntesis, es decir que todo el anhídrido
carbónico se renueva en la atmósfera cada 20 años.
La vuelta de CO2 a la atmósfera se hace cuando en la respiración los seres vivos oxidan
los alimentos produciendo CO2. En el conjunto de la biosfera la mayor parte de la
respiración la hacen las raíces de las plantas y los organismos del suelo y no, como
podría parecer, los animales más visibles.
Los seres vivos acuáticos toman el CO2 del agua. La solubilidad de este gas en el agua
es muy superior a la de otros gases, como el O2 o el N2, porque reacciona con el agua
formando ácido carbónico. En los ecosistemas marinos algunos organismos convierten
parte del CO2 que toman en CaCO3 que necesitan para formar sus conchas, caparazones
o masas rocosas en el caso de los arrecifes. Cuando estos organismos mueren sus
caparazones se depositan en el fondo formando rocas sedimentarias calizas en el que el
C queda retirado del ciclo durante miles y millones de años. Este C volverá lentamente
al ciclo cuando se van disolviendo las rocas.
El oxígeno es el elemento químico más abundante en los seres vivos. Forma parte del
agua y de todo tipo de moléculas orgánicas. Como molécula, en forma de O2, su
presencia en la atmósfera se debe a la actividad fotosintética de primitivos organismos.
Al principio debió ser una sustancia tóxica para la vida, por su gran poder oxidante.
Todavía ahora, una atmósfera de oxígeno puro produce daños irreparables en las células.
Pero el metabolismo celular se adaptó a usar la molécula de oxígeno como agente
oxidante de los alimentos abriendo así una nueva vía de obtención de energía mucho
más eficiente que la anaeróbica.
La reserva fundamental de oxígeno utilizable por los seres vivos está en la atmósfera.
Su ciclo está estrechamente vinculado al del carbono pues el proceso por el que el C es
asimilado por las plantas (fotosíntesis), supone también devolución del oxígeno a la
atmósfera, mientras que el proceso de respiración ocasiona el efecto contrario.
Otra parte del ciclo natural del oxígeno que tiene un notable interés indirecto para los
seres vivos de la superficie de la Tierra es su conversión en ozono. Las moléculas de O2,
activadas por las radiaciones muy energéticas de onda corta, se rompen en átomos libres
de oxígeno que reaccionan con otras moléculas de O2, formando O3 (ozono). Esta
reacción es reversible, de forma que el ozono, absorbiendo radiaciones ultravioletas
vuelve a convertirse en O2.
Esas bacterias y algas cianofíceas que pueden usar el N2 del aire juegan un papel muy
importante en el ciclo de este elemento al hacer la fijación del nitrógeno. De esta forma
convierten el N2 en otras formas químicas (nitratos y amonio) asimilables por las
plantas.
El amonio (NH4+) y el nitrato (NO3-) lo pueden tomar las plantas por las raíces y usarlo
en su metabolismo. Usan esos átomos de N para la síntesis de las proteínas y ácidos
nucleicos. Los animales obtienen su nitrógeno al comer a las plantas o a otros animales.
A pesar de este ciclo, el N suele ser uno de los elementos que escasean y que es factor
limitante de la productividad de muchos ecosistemas. Tradicionalmente se han abonado
los suelos con nitratos para mejorar los rendimientos agrícolas. Durante muchos años se
usaron productos naturales ricos en nitrógeno como el guano o el nitrato de Chile.
Desde que se consiguió la síntesis artificial de amoniaco por el proceso Haber fue
posible fabricar abonos nitrogenados que se emplean actualmente en grandes cantidades
en la agricultura. Como veremos su mal uso produce, a veces, problemas de
contaminación en las aguas: la eutrofización
La síntesis del amoniaco descubierta y puesta a punto por Haber es un buen ejemplo de
la ambivalencia de los avances científicos. En relación con este tema se propone la
siguiente lectura que se ha preparado adaptando un texto de "Ciencia y Sociedad" (The
Open University Unidades 33 y 34. Ed Mcgraw-hill 1974 pp 66 a 74) junto a un cuadro
de la vida de Haber adaptado de un artículo de Investigación y Ciencia (septiembre de
1997): "El problema de los fertilizantes químicos".
El título de este estudio es engañoso. Parece frío y poco interesante. Sin embargo tiene
que ver con uno de los avances más fascinantes de la química del siglo XIX, que
cambió el curso de la historia.
Los compuestos que contienen nitrógeno, tales como las proteínas y ácidos nucleicos
constituyen componentes esenciales de todos los organismos vivos. Todos estos
compuestos de nitrógeno llegan a los organismos a partir de los nitratos del suelo.
Fertilizantes
Durante la primera parte del siglo XIX algunos científicos demostraron que el
crecimiento de las plantas dependía del nitrógeno. Cuando se supo esto se produjo una
mayor demanda, de compuestos de nitrógeno para suplementar la provisión natural del
suelo y obtener mejores resultados en la agricultura. Se encontró que fertilizantes
nitrogenados como el nitrato de potasio ('nitro', de la India) o el guano podían duplicar e
inclusive triplicar la producción de las cosechas de cereales.
Además del nitro y el guano se usaron otras fuentes de nitrógeno. Una de ellas fueron
los grandes depósitos de nitrato de sodio encontrados en Chile - nitrato de Chile o
"caliche". La exportación de dicho material a Europa se inició a mediados del siglo
XIX. Otra fuente procedía de la nueva industria del gas de hulla. Cuando se calienta
hulla en ausencia de aire, se descompone para dar un gas (gas de hulla), dos líquidos, un
alquitrán de carbón y otro formado principalmente por agua que contiene amoníaco
disuelto (licor amoniacal), y un residuo sólido llamado coque. Con el desarrollo del
alumbrado con gas de hulla en el siglo XIX y con la demanda de coque en la industria
siderúrgica, hubo disponibilidad de gran cantidad de licor amoniacal que se utilizaba
para producir fertilizantes nitrogenados como el sulfato amoníaco.
Explosivos
Desde 1242 hasta la década de 1860, el único explosivo disponible era la pólvora (una
mezcla de nitrato de potasio, azufre y carbón). Sin embargo, Sobrero, un químico
italiano, hizo por primera vez un explosivo muy poderoso, la nitroglicerina y así llegó a
ser uno de los fundadores de una nueva gran industria. La nitroglicerina explota con
gran violencia, y aunque se usa para barrenar, tiene que manejarse con gran cuidado
debido a que con cualquier golpe puede explosionar.
Colorantes
De forma similar, hasta mediados del siglo XIX, virtualmente los únicos colorantes que
había eran aquellos derivados de las plantas, como añil y rubia. Pero en 1856 el químico
inglés W. H. Perkin elaboró el primer colorante sintético, la mauveina (anilina púrpura),
un derivado nitrogenado del alquitrán de hulla. En comparación con los colorantes
naturales, los sintéticos eran baratos y se podían hacer de una mayor variedad de
colores. Resultó que los colorantes naturales fueron eliminados del mercado. Otra
consecuencia social de dicho cambio de colorantes naturales a sintéticos fue que las
ropas de color poco a poco se encontraran al alcance de todos y no siguieran reducidas
al uso de los más acomodados.
Toda esto hizo que la demanda de nitrógeno en la última mitad del siglo XIX fuese
mayor que la que se podía satisfacer con el nitrato de Chile y el licor amoniacal. Sir
William Crookes, en un discurso a la British Association en 1898, planteó el que, debido
a las limitaciones en el suministro de nitrógeno y al crecimiento de la población, a partir
de 1931 no habría pan suficiente para hacer frente a las necesidades mundiales. Además,
en la tensa situación política que se desarrolló en Europa a principios del siglo, era claro
que la nación que se quedara sin suministro de nitrato de Chile no podría mantener una
provisión suficiente de munición.
La solución era fabricar los compuestos de nitrógeno a partir del nitrógeno presente en
el aire - un suministro prácticamente ilimitado y a nuestra disposición-. Crookes sugirió
que el problema de fijar el nitrógeno atmosférico era de principal importancia y
"llevaría al desarrollo de una poderosa industria destinada a resolver un gran problema
alimenticio". Sin embargo, fue más fácil reconocer el problema que resolverlo, ya que
una de las principales características del nitrógeno gaseoso elemental, que es el que está
en el aire, es su relativa inactividad lo que hace difícil convertirlo en compuestos
nitrogenados.
El proceso Haber-Bosch
Una planta piloto con el proceso Haber funcionó por primera vez en 1910, y una planta
completa con capacidad de 30.000 toneladas de sulfato amónico anuales empezó su
producción en 1913. Igual que con otros avances científicos y tecnológicos la guerra, en
este caso la de 1914, fue un estímulo para su extensión. Gran Bretaña y sus aliados
controlaban las rutas marítimas por las cuales llegaban el nitrato de Chile y el guano
peruano. Alemania y las potencias centrales quedaron aisladas de esta fuente de
nitrógeno para la agricultura y los explosivos y se vieron obligados a innovar o perecer.
Aunque fue galardonado con el Premio Nobel en 1919 por la síntesis de¡ amoníaco, la
vida de Fritz Haber fue esencialmente trágica. Como director que era del Instituto
Kaiser Wilhelm de Química Física durante la primera Guerra Mundial, desarrolló el uso
de gas de cloro por encargo de las autoridades alemanas, visitando además el frente para
supervisar su uso y mejorar los dispositivos con los cuales se lanzaba.. Haber creía que
esta arma terrible ayudaría a conseguir una victoria rápida y así evitaría sufrimientos
mayores. No faltaron quienes desaprobaron sus investigaciones. En vísperas de la
primera utilización del gas contra las tropas aliadas en 1915, su esposa se suicidó,
atormentada por la horrorosa contribución de su marido a la guerra. Después del
armisticio los aliados le consideraron un criminal de guerra. Aunque estaba
desmoralizado, Haber continuó investigando.
Pero, irónicamente, Haber, cuyo servicio a la causa alemana era indiscutible, era judío.
Con la llegada de los nazis en 1930 fue desplazado de la universidad y se refugió en
Inglaterra. Murió poco tiempo después, en 1934, desilusionado y en la miseria, en
Basilea, Suiza.
Consecuencias sociales
¿Cuáles fueron las consecuencias del éxito de Haber en el desarrollo de su proceso para
obtener amoníaco sintético?
Una consecuencia triste fue la prolongación de la primera guerra mundial uno o dos
años, período en el cual murieron cerca de un millón de personas que de otra manera
hubieran vivido.
Pero, por otra parte el proceso contribuyó a resolver uno de los mayores problemas
humanos, el de la desnutrición. Y, además, se han podido producir otros muchos
materiales sintéticos que contienen nitrógeno y que son importantes en la vida diaria.
Así, por ejemplo, fibras sintéticas como el nylon, casi todos los colorantes, la mayoría
de las medicinas, plásticos de urea-formaldehido, melanina y la mayoría de los
explosivos.
Eutrofización
No podemos subsistir sin fertilizantes pero es imprescindible controlar su uso para que
nuestras aguas no queden contaminadas e inutilizadas por un proceso inesperado, pero
de gran trascendencia, derivado del uso de los compuestos de nitrógeno
Otra parte es absorbido por el plancton que, a su vez, es comido por organismos
filtradores de plancton, como algunas especies de peces. Cuando estos peces son
comidos por aves que tienen sus nidos en tierra, devuelven parte del fósforo en las heces
(guano) a tierra.
Es el principal factor limitante en los ecosistemas acuáticos y en los lugares en los que
las corrientes marinas suben del fondo, arrastrando fósforo del que se ha ido
sedimentando, el plancton prolifera en la superficie. Al haber tanto alimento se
multiplican los bancos de peces, formándose las grandes pesquerías del Gran Sol, costas
occidentales de Africa y América del Sur y otras.
Con los compuestos de fósforo que se recogen directamente de los grandes depósitos
acumulados en algunos lugares de la tierra se abonan los terrenos de cultivo, a veces en
cantidades desmesuradas, originándose problemas de eutrofización.
Eutrofización
Concepto de eutrofización
El proceso de putrefacción consume una gran cantidad del oxígeno disuelto y las aguas
dejan de ser aptas para la mayor parte de los seres vivos. El resultado final es un
ecosistema casi destruido.
Cuando un lago o embalse es pobre en nutrientes (oligotrófico) tiene las aguas claras, la
luz penetra bien, el crecimiento de las algas es pequeño y mantiene a pocos animales.
Las plantas y animales que se encuentran son los característicos de aguas bien
oxigenadas como las truchas.
Fuentes de eutrofización
Colmatación de lagos
Colmatación de lagos
Los lagos reciben, poco a poco, pero continuamente, sedimentos y nutrientes, como
nitratos y fosfatos, por arroyos y aguas de escorrentía. Los sedimentos se van
depositando en el fondo. Los nutrientes eutrofizan el lago provocando el crecimiento de
algas y otros seres vivos que, cuando mueren, van al fondo.
El lago pierde profundidad y las plantas típicas de la orilla (juncos, ranúnculos, cañas,
etc.) se extienden más y más. La materia orgánica que se va acumulando en el fondo
aumenta (turba).
Como resultado de este proceso, lo que era un lago va quedando como ciénaga o zona
pantanosa. Se acidifica, lo que trae como resultado la aparición masiva de juncos, etc.; y
aparecen los primeros animales terrestres (lombrices, colémbolos, etc.). Se sigue
depositando turba.
Sobre la turbera crecen árboles que soportan bien la humedad (alisos, abedules, sauces).
Aparecen aves y otros animales propios de estos ambientes. Cada vez hay menos
anfibios porque la humedad va desapareciendo.
Esos árboles serán sustituidos por otros hasta que se forma un bosque. Si se ha
acumulado mucha turba lo que se instala es el musgo de las turberas (Sphagnum) que va
haciendo el medio más y más ácido y mueren los árboles. Se originan turberas elevadas
pobres en nutrientes. Así se han formado las turberas actuales, por colmatación de lagos,
en los 10.000 años transcurridos desde la última glaciación.
Biomas terrestres
Se llama así a los grandes ecosistemas terrestres, fácilmente distinguibles por el
aspecto de sus comunidades porque cada uno tiene un tipo de vegetación muy
característico (hierba, árboles perennifolios, caducifolios, matorral, etc.).
Desierto
la escasez de agua y las lluvias muy irregulares que, cuando caen, lo hacen
torrencialmente. Además la evaporación es muy alta por lo que la humedad
desaparece muy pronto.
la escasez de suelo que es arrastrado por la erosión del viento, favorecida por la
falta de vegetación
Algunos desiertos son cálidos, como el del Sahara, mientras que otros son fríos como el
de Gobi. En algunos la lluvia es prácticamente inexistente, como en el de Atacama, en la
cordillera de los Andes. Atacama está rodeado de altas montañas que bloquean la
entrada de humedad desde el mar, porque se produce el efecto Foehn. Otro mecanismo
climático que forma desiertos en zonas cercanas a las costas es el ascenso de corrientes
marinas frías cerca de los bordes continentales occidentales de Africa y América del Sur.
El agua fría baja la temperatura del aire y son lugares en donde el aire desciende y no
sopla hacia tierra. En el mar serán frecuentes las nieblas, pero en la tierra cercana no
lloverá.
Vegetación
Plantas que sincronizan sus ciclos de vida con los periodos de lluvia y crecen sólo
cuando hay humedad. Cuando llueve con intensidad suficiente, sus semillas germinan y
con gran rapidez crecen las plantas y forman vistosas flores. En horas o días superficies
desnudas se cubren de un mosaico de colores. Los insectos son atraídos por el brillante
colorido de las flores y las polinizan al viajar de unas a otras. Muchos de estos insectos
poseen también unos ciclos vitales muy cortos, adaptados a los de las plantas de las que
se alimentan.
Plantas que acumulan agua en sus tejidos. Son de formas suculentas, como los cactus o
las euforbias y tienen paredes gruesas, púas y espinas para protegerse de los fitófagos.
Su rigidez es otra forma de protegerse contra la desecación producida por el viento.
Microflora, como algas, musgos y líquenes, que permanecen latentes hasta que se
producen buenas condiciones para su desarrollo.
El hombre ha desarrollado culturas que, con mucho ingenio, le han permitido vivir en
los límites de los desiertos o en las mismas zonas desérticas.
Cuando el terreno desértico se riega, en los lugares en los que los suelos son adecuados,
puede convertirse en uno de los sistemas agrícolas más productivos. Pero la puesta en
cultivo de los terrenos áridos suele traer problemas de agotamiento de las fuentes de
agua y salinización, como sucedió en las antiguas culturas mesopotámicas, si no se
aplican sistemas para evitar esta dificultad. Para su explotación hay que conocer bien
como funciona el ecosistema y actuar en consecuencia.
Tundra
La tundra se encuentra junto a las zonas de nieves perpetuas. La dureza del clima no
permite la existencia de árboles. Su suelo -permafrost- está helado permanentemente,
excepto un breve deshielo superficial en los dos meses más calurosos. Las temperaturas
medias oscilan entre - 15ºC y 5ºC y las precipitaciones son escasas: unos 300 mm al
año. En el ecosistema de tundra los factores limitantes son la temperatura y la escasez
de agua.
La tundra ártica, en el hemisferio Norte, es la más extensa (unos 20 000 km2) y forma
un cinturón que cruza América y Eurasia, inmediatamente al sur del casquete de hielos
del Ártico entre las nieves perpetuas y los bosques de coníferas.. Las llamadas tundras
alpinas se sitúan en las altas montañas, por debajo de las zonas glaciares. En el
hemisferio Sur no existe, prácticamente, tundra al ser un hemisferio ocupado en su
mayor parte por el océano. Solo la Península Antártica corresponde a este tipo de bioma.
Suelo y vegetación
El suelo es muy pobre y el manto vegetal es delgado, pero de los más resistentes del
mundo. Está formado por líquenes, gramíneas y juncos. En pocas semanas,
aprovechando el corto verano, germinan, se desarrollan y se reproducen.
Vida animal
Las vida animal presenta un gran interés. Por una parte, como se ha comentado,
abundan los insectos en la época de deshielo. La unión de grandes cantidades de
insectos y la proliferación de las plantas hace que sea un lugar ideal para la nidificación
de un gran número de aves migratorias. Acuden aquí desde todo el mundo y en pocas
semanas se alimentan de insectos y semillas con gran intensidad, aprovechando además
la larga duración del día ártico. En poco tiempo pueden cebar a sus crías acortando el
tiempo de este peligroso periodo de sus vidas. Grullas, ánsares, cisnes, limnícolas
(correlimos, zarapitos, archibebes, …) y un largo etcétera de especies de aves crían en la
tundra.
Impactos ambientales
El impacto del hombre sobre este ecosistema está muy unido, en la actualidad, a la
explotación de recursos petrolíferos y minerales; e irá aumentando en los próximos
años, si no se controla adecuadamente.
Taiga
La taiga es el bosque que se desarrolla al Sur de la tundra. En ella abundan las coníferas
(Picea, abetos, alerces y pinos) que son árboles que soportan las condiciones de vida
-relativamente frías y extremas- de esas latitudes y altitudes, mejor que los árboles
caducifolios. El suelo típico de la taiga es el podsol.
Ocupa una franja de más de 1500 km de anchura a lo largo de todo el hemisferio Norte,
a través de América del Norte, Europa y Asia. También hay parcelas más pequeñas de
este tipo de bosque en las zonas montañosas.
Vegetación
Vida animal
Los animales que viven en la taiga tienen que estar adaptados a las duras condiciones
invernales. Algunos son especies migratorias y otros resisten el frío encerrándose en sus
madrigueras en un estado de hibernación que les permite pasar esos meses encerrados,
con muy poco gasto de energía.
Bosque templado
Se sitúa en zonas con climas más suaves que el bosque de coníferas. Se extiende al sur
de la taiga en el hemisferio norte, en amplias extensiones de América y Eurasia. En el
hemisferio Sur sólo está representado en estrechas franjas del Sur de América, Nueva
Zelanda y Australia. También se encuentra en las zonas bajas de las regiones
montañosas de latitudes cálidas.
El clima en las zonas templadas es muy variable, con las cuatro estaciones del año bien
marcadas y alternancia de lluvias, periodos secos, tormentas, etc. Las precipitaciones
varían entre 500 y 1000 mm al año. Los suelos son ricos porque la meteorización es alta
y la actividad biológica también.
Vegetación
Las especies de árboles que forman el bosque son muy numerosas. Hayas y robles,
junto a castaños, avellanos, arces, olmos, etc. son los más frecuentes en la península
Ibérica con un sotobosque formado por rosales, zarzas, brezos, etc.
Vida animal
Bosque mediterráneo
Vegetación
Las especies arbóreas suelen ser de hoja perenne, pequeña y coriácea para soportar
mejor las sequías estivales. Encina y alcornoque, acompañados de acebuches, quejigos,
algarrobos, etc. son los principales árboles de este tipo de bosque. Por debajo de estos
árboles proliferan las plantas aromáticas como romeros, salvias, lavanda, etc. y el boj,
madroños, lentisco, jaras, etc.
Vida animal
Praderas
Las praderas se desarrollan en zonas con precipitaciones entre los 250 y 600 mm
anuales.. Es decir entre las de desiertos y las de bosques. Estas cifras pueden variar
dependiendo de la temperatura y de la capacidad del suelo para mantener el agua y en
las zonas tropicales encontramos praderas en lugares que tienen hasta 1200 mm de
precipitación anual, porque caen sólo en una estación, y el resto del año no hay
humedad suficiente para mantener el arbolado.
La forma de vegetación dominante son diversas gramíneas, que van desde pequeñas
hierbas hasta especies de mayor porte, que llegan a alcanzar los 2,50 m. Suele haber
distintas especies según la temperatura dominante; y también se encuentra algo de
matorral y árboles, sobre todo formando cinturones a lo largo de los cursos de agua. En
la sabana tropical africana hay abundantes árboles, con forma de sombrilla, distribuidos
por toda ella.
Cuando las praderas se usan como pastos naturales para el ganado doméstico con
frecuencia se da sobrepastoreo y exceso de labranza. De esta forma muchas praderas se
han desertizado por la actividad humana.
Selva
Vegetación
En la pluviselva típica las plantas son de hoja perenne, pero hay un bosque tropical de
hoja caduca en lugares en los que las estaciones son más marcadas, por ejemplo en
zonas montañosas del trópico.
El bosque tropical espinoso o seco crece en zonas tropicales con poca pluviosidad
(unos 400 mm). Está formado por plantas con muchas espinas que pierden la hoja en la
estación seca y que se disponen en grupos rodeados por zonas carentes de arbolado.
Océanos y mares
Los océanos ocupan el 70% de la superficie terrestre y contienen una gran variedad de
organismos. En sus aguas se pueden encontrar representantes de prácticamente todas las
formas de vida.
Los seres que viven en el mar se han adaptado a condiciones físicas muy variadas (olas,
mareas, corrientes, salinidad, temperatura, presión, iluminación, gases disueltos, etc.) y
han desarrollado sistemas fisiológicos, de sujeción, de flotación, etc. muy variados.
Sus cadenas tróficas empiezan con organismos fotosintéticos y terminan con grandes
ballenas, peces, calamares gigantes, etc.
Los residuos orgánicos de los animales que viven cerca de la superficie se hunden hacia
los fondos oceánicos y allí son el origen de la cadena trófica que permite vivir a los
organismos que ocupan esos lugares.
Organismos pelágicos.- Viven en las aguas libres, en las que los organismos
que se encuentran viven sin relación con el fondo oceánico. Aquí encontramos
los grandes cardúmenes de peces, ballenas, calamares, etc. que se desplazan por
sus propios medios por el medio acuático.
Organismos bentónicos.- Viven en el fondo oceánico. Los organismos que
viven en este ambiente están sujetos al fondo o se apoyan y descansan en él para
su alimentación, su reproducción, defensa, etc. El grupo de organismos
bentónicos es muy numerosos (algas, anélidos, moluscos, corales, estrellas,
crustáceos, peces de fondo, etc.)
Organismos planctónicos.- Este grupo de seres vive flotando en las aguas y,
aunque pueden realizar algunos desplazamientos por su cuenta, se mueven
principalmente arrastrados por las corrientes. Entre ellos están algas
microscópicas (fitoplancton), protozoos, pequeños crustáceos, huevos, larvas,
medusas, etc.)
Se denominan estuarios (del latín aestus: marea) las masas de agua semiencerradas
(desembocaduras de ríos, bahía costera, etc.) en las que la salinidad es intermedia y
variable y se deja notar fuertemente la influencia de las mareas.
Los deltas son desembocaduras de ríos en las que se van depositando los sedimentos
arrastrados por la corriente. Son una forma de estuario y en ellos abundan las marismas.
Las marismas son amplias extensiones de tierras bajas que sufren frecuentes
inundaciones del agua del mar.
Estos ecosistemas están entre las zonas naturales más fértiles del mundo (800 a 2000 g
de C por m2 y año).
Tienen también una importante función en la biosfera como lugar en el que se depositan
los huevos y tienen lugar las primeras etapas de la vida de muchos moluscos, crustáceos
y peces. También son el lugar de descanso en el que los peces migradores, como
salmones y anguilas, reposan en sus viajes entre el océano y los ríos.
Han sido muy usados por el hombre para depositar sus residuos, por su cercanía a los
lugares habitados y porque poseen gran capacidad de purificación. Actualmente están
revalorizados en su aprecio ecológico y son más protegidas.
Ríos
Los ríos son componentes esenciales del paisaje continental. Su trabajo erosivo moldea
el relieve, forma valles, corta cañones y deposita materiales en sus tramos bajos
originando amplias llanuras aluviales. Para la vida en el medio terrestre son esenciales.
Llevan agua y nutrientes a plantas y animales y transportan a los organismos y a sus
estructuras reproductoras. Son muy usados por el hombre para suministro de agua,
deposición de residuos, producción pesquera, etc.
En el curso alto el agua lleva pocos nutrientes pues no ha tenido tiempo de disolver o
arrastrar minerales ni otras moléculas. El agua está bien oxigenada pues es fría y está
agitada. Debido a la fuerte corriente no se pude desarrollar el fitoplancton y hay poca
fotosíntesis: el ecosistema es heterotrofo (más respiración que producción) y los
organismos obtienen la energía de los nutrientes que afluyen desde la cuenca,
arrastrados por las aguas de lluvia. Esta es la zona del río apta para los salmónidos
(trucha y salmón) que necesitan aguas bien oxigenadas. También son frecuentes los
cangrejos, tritones, desmán de los Pirineos, martín pescador, mirlo acuático, etc.
En el curso medio el lecho es más amplio y menos abrupto, las corrientes tienen menos
fuerza y crecen plantas que se sujetan al lecho del río. El río es más autotrofo
(producción/respiración mayor que 1 frecuentemente). La diversidad de especies suele
ser máxima. Es el lugar de los barbos, nutrias, ranas, etc.
En el curso bajo las corrientes son lentas y las aguas fangosas y al haber menos luz se
hace menos fotosíntesis, por lo que el río de nuevo es heterotrofo y hay poca variedad
de especies en la mayoría de los niveles tróficos. Los peces más frecuentes son tencas,
percas, lucios, anguilas, etc.
Los ríos son ecosistemas bien adaptados para el tratamiento de residuos: "alcantarillas
gratuitas", porque tienen gran poder de regeneración de las aguas, pero han sido muy
alterados por el hombre, a veces hasta destruir la vida casi totalmente en muchos tramos
de ellos. Es muy difícil hallar un río auténticamente natural.
Lagos y lagunas.
Son sistemas jóvenes, a escala geológica. Las lagunas y la mayor parte de los lagos,
permanecen desde pocas semanas o meses, -las estacionales-, a varios cientos de años,
las más duraderas. Con el paso del tiempo acaban llenándose de sedimentos y
colmatándose. Por este motivo la diversidad de especies es baja pues, aunque por su
aislamiento debía ser alta, su corta duración no da tiempo a la aparición de nuevas
especies. Una notable excepción es el Baikal, que es antiguo, y tiene muchas especies
propias.
En las regiones templadas las aguas de los lagos suelen estar fuertemente estratificados
en el verano. La parte superior más cálida (epilimnion) se aísla de la más fría
(hipolimnion) por una zona llamada termoclina que actúa como barrera ante el
intercambio de materiales. Esto hace que pronto sean insuficientes el suministro de O2
en el hipolimnion y de nutrientes en el epilimnion. Cuando llega el otoño se enfría la
capa superior y, con la acción del viento las aguas se mezclan. Al mezclarse las aguas
suele haber explosiones de fitoplancton porque la agitación del agua hace aflorar
nutrientes a la superficie.
a) Eutróficos.- Con las aguas ricas en nutrientes lo que facilita la proliferación de las
algas. Cuando las algas mueren son descompuestas por las bacterias en procesos
aeróbicos que consumen el oxígeno. Al terminarse el oxígeno muchos restos orgánicos
quedan depositados en el fondo sufriendo procesos anaeróbicos que desprenden H2S
(malos olores) y otros gases, dando un aspecto nauseabundo a las aguas en los casos de
eutrofización extrema.
En estos lagos la luz penetra con dificultad en el agua y los seres vivos que se
encuentran son los característicos de las aguas pobres en oxígeno (barbos, tencas,
gusanos, etc.)
b) Oligotróficos.- Sus aguas son pobres en nutrientes y, por tanto, las algas no
proliferan excesivamente, las aguas son claras y penetra la luz con facilidad, hay
oxígeno en abundancia y la flora y la fauna es típica de aguas bien oxigenadas (truchas,
larvas de libélulas, etc.)
El hombre ha dominado los ríos desde tiempo inmemorial construyendo presas. Los
primeros embalses fueron construidos en Mesopotomia hace miles de años. En España
hay algunos todavía en uso construidos por los romanos.
En la actualidad regulan una cuarta parte del caudal total de los ríos de la Tierra. Se usan
para obtener energía (1 MW por cada 3 o 4 Hm3 de agua), para irrigar, para regular
caudales, para beber, para refrigerar plantas eléctricas, térmicas o nucleares, para
deporte y recreo, etc.
Otro factor que hay que tener en cuenta a la hora de decidir su construcción es que se
van colmatando (llenando de sedimentos que arrastra el río) y envejecen y desaparecen
en unos 60 a 100 años.
A las zonas húmedas se les puede aplicar gran parte de lo expuesto para los estuarios.
Son muy fértiles, con una gran productividad primaria e imprescindibles para la
supervivencia de muchas especies..
Las fluctuaciones de agua por mareas o fuertes lluvias y los incendios estacionales las
hacen más fértiles, porque liberan nutrientes solubles. Si no hay estas fluctuaciones se
van acumulando sedimentos y turba que facilitan la invasión por la vegetación terrestre
y el humedal desaparece.
Tienen, también, un especial interés porque mantienen a los acuíferos que hay en su
cercanía y los van rellenando de agua.
La acción del hombre sobre el planeta ha sido tan notable, especialmente en el último
siglo, que se puede afirmar que no existe ecosistema que no esté afectado por su
actividad. Desde hace milenios el hombre ha explotado y modificado la naturaleza para
subsistir, pero en los últimos decenios además ha producido miles de sustancias nuevas
que se han difundido por toda la atmósfera, la hidrosfera, los suelos y la biosfera.
a) Agricultura y ganadería
Cuando se cultivan los campos, se talan los bosques, se pesca o se cría ganado, se
"explota" al resto de la naturaleza y se provoca su "regresión" en el sentido ecológico;
es decir, el ecosistema se rejuvenece y deja de seguir el proceso de sucesión natural.
El trabajo agrícola afecta también al ecosistema suelo. Al arar se mezclan los horizontes
del suelo y se rompe la estructura para liberar nutrientes que puedan usar las plantas.
Por otra parte al recoger la cosecha no se devuelve al suelo los nutrientes y hay que
abonar para obtener nuevas cosechas. La agricultura moderna es un cambio de
combustibles fósiles (petróleo) por alimentos, pues hay que usar gran cantidad de
energía para fabricar fertilizantes y pesticidas, trabajar la tierra, sembrarla, recoger la
cosecha, etc.
La explotación del petróleo y del gas, la minería del carbón y del resto de minerales y el
transporte de materias primas y productos terminados suponen también, un fuerte
impacto sobre los ecosistemas. Traen consigo carreteras, grandes movimientos de tierra,
sobre todo en la minería a cielo abierto, concentración y producción de sustancias
tóxicas, en todos los lugares de la tierra y los océanos.
c) Reciclado de residuos
El vertido de residuos es otra fuerte de impacto sobre la naturaleza. En ocasiones
provocan tal concentración de productos tóxicos en un ecosistema que causa graves
daños a los seres vivos. Hablamos de contaminación o polución para referirnos a estos
cambios de las condiciones del ecosistema.
El hombre siempre ha confiado en los sistemas naturales para limpiar y depurar sus
residuos y los ha vertido a ríos, mares y vertederos terrestres. La capacidad de la
naturaleza para reciclar los materiales, diluir los tóxicos y limpiar el aire y el agua es
muy grande, pero la actividad industrial genera tan gran variedad y cantidad de
contaminación que sobrepasa la capacidad equilibradora y depuradora de la atmósfera.
Especial interés tienen los compuestos que como el DDT se van acumulando en la
cadena trófica y llegan a alcanzar concentraciones muy altas en los tejidos de los
consumidores secundarios o terciarios, provocando importantes alteraciones en su
metabolismo.
También veremos con detalle como la emisión de algunos gases en grandes cantidades a
la atmósfera, como el CO2 o los CFC, está produciendo alteraciones en el
funcionamiento normal del clima o de la protección contra las radiaciones peligrosas.
Los miles de nuevos productos químicos sintetizados en los últimos decenios tienen
especial interés, porque al ser muchos de ellos moléculas que no existían antes son, en
ocasiones, difíciles de metabolizar y reciclar por la naturaleza. Además algunos de ellos
son parecidos a moléculas químicas del metabolismo e interfieren en su funcionamiento,
como probablemente esté pasando con sustancias químicas similares a las hormonas
esteroideas.
El uso de recursos por el hombre deja en ocasiones a los ecosistemas sin componentes
que les son imprescindibles. Así sucede cuando desviamos cursos de agua para usarlos
en regadío o abastecimiento de ciudades y el cauce de los ríos queda sin caudal
suficiente para mantener el ecosistema. O cuando se construye en las zonas del litoral
sobre marismas.