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SINOPSIS
DESDE LOS TIEMPOS APOSTÓLICOS
HASTA EL SIGLO SEXTO
TOMO I
DEDEBEC
EDICIONES DESCLÉE, DE BROUWER
BUENOS AIBES
SAN GREGORIO DE N ISA .0 1
4 80
oído · ,.
.
PADREs y
AUTO.RES GRIEGOS
oire1s y no entend ,.
haréis cargo ,,
. ere1s, y viendo veréis, m
~~~
1 SAN GREGORIO DE NISA 48l
po ar os montes de caza. , e este a otro, hasta des- profetas, _?SbP la caridad el amor al prójimo? Estos te
te aconseJa an , ,, 'll
Pues si tal eres . con , ~ . , . "No prestarás a tu hermano con usura ; aque os:
dec1an. .. . d'
perdón de tus p;c~dos;)qu·eNoJos miras al cielo? ¿Cómo pides "N0 dió a logro su dinero" ; los otros: 51 prestares mero
• • <'.
pet1r en tus oraciones aquell
o es acaso lo
.
•.
cura manifiesta re- tu hermano no lo apremies • como un exact or" , y San Ma -
el Salvador: Perdónano a, precd1samente, que nos enseñó :eo a voces cl~maba en la parábola, anunciándote la palabra
s nuestras eud , del Señor: "Siervo malvado, toda la deuda te perdoné P?;-
perdonamos a nuestros deudores:> . Oh t s, asi ~orno nosotros
que me lo suplicaste, ¿no era justo q~e,,tuvie~as compas~on
sa de la usura se ahorcar . 1 • , y cuantos por cau-
de los ríos y juzgaron ;~; ll;e ~ntregaron a las corrientes de tu consiervo, como yo la tuve de t1? Y airado el Senor
acreedor d · d .. va era 1ª muerte que no el lo entregó a los verdugos para que lo atormentasen ~asta
, e1an o a sus h1Jos huérfanos y al cuidado d que satisficiese toda la deuda. Entonces te sobrecogera un
una perversa madrastra, la indigencia I y los ho d e arrepentimiento inútil, entonces vendrán los doloros~s ge-
. · nra os usu-
lreros, n1 aun entonces respetan 1a casa d es1erta . arrastran a midos y el castigo ineludible. El oro no te ayudara Y la
_os herederos, que tal vez solamente heredaron '1a cuerda de plata no acudirá a tu socorro: esa logrería te será más
Juncos con que el otro se ato, , y exigen . .
dmero a los que amarga que la hiel. No son estas palabras para infundir
comen el pan de 1a ¡·1mosna, y cuand o para abochornarlo, temor, son hechos verdaderos, que dan testimonio del juicio
se les echa en cara, como es natural, la muerte del deudor, antes de experimentarlo: su guarda cederá en bien del hom-
Y les recuerdan el lazo, no se avergüenzan del hecho, ni se bre prudente, y le servirán además de prevención para lo
les _enternecen las entrañas, antes un sentimiento feroz los porvenir.
obliga a prorrumpir en estas desvergonzadas palabras: ¿A Mas a fin de que junto con los juicios de Dios ayude tam-
nuestras costumbres se ha de achacar, que ese infeliz e in- bién algo a mis oyentes con la narración de lo que en nues-
sensato, que tuvo un desgraciado nacimiento, haya sido tros días ha pasado en la casa del usurero, escuchad este
arrastrado a una muerte violenta por la fuerza del hado? suceso, y luego los más tal vez conoceréis que es verdadero.
Porque los usureros hasta filosofan y se hacen discípulos de Había en esta ciudad un hombre ( no diré el nombre,
los astrólogos egipcios cuando es necesario justificar sus guardándome de sacar a la escena por su nombre al que ha
maldades y homicidios. fallecido), usurero de oficio y trafican~e. en esos ex:crabl:
A cada uno de éstos hay que decirles: Tú eres el naci- lucros. Poseído por el mal de la avanc1a, era taca_n o au .
miento fatal, tú la infausta influencia de los astros, puesto en el trato de sí mismo ( que tales suelen ser los ª:anentos) ·
que si hubieras aligerado el cuidado, y perdonado una parte no tenía mesa abastecida; no cambiaba los vestidos usa~os
de la deuda, y reclamado la otra con blandura, no hubiera Ya ' y raídos O impropios de la estación; no daba a sus ~JOS
~
el otro aborrecido una vida trabajosa, ni hubiera sido su lo indispensable para la vida; no 1'ba a 1os banos
· po r miedo
mismo verdugo. Pues ¿con qué ojos mirarás en el día de la de pagar tres óbolos; en cambio, infinitas eran la~ traz~s
.
que discurna , para aumentar sus caudales• A nadie tenia
resurrección al que hiciste perecer? Los dos pareceréis en el
JlEGORIO DE NISA
sAN G es otra.
réstitOS, porque.
PADRES Y AUTORES GRIEGOS
orto a dar emP , os sin mtere ses
490 bién exh lo hagan es ,
luegodtamlase de don ; pero ~ule 1 y divina. Puec;to que tan
por guarda fiel de su bolsa, ni a hijo, ni a criado, ni a ban- segun a e ún lo ordeno a e mo quien presta
. usuras, seg . no presta, co 1
quero, ni a llave, ni a sello; antes metía el oro en los huecos
de los muros y por fu era los cubría con barro, y cambián-
y sin
edor es e
d casti
,.,
ªº quien
d inhumano
y éste por. o-
merec ra · aquél es juzga o por 1 e:,ttremo contrario y
dolo de un lugar a otro, de esta pared a aquélla, logró te-
nerlo escondido y encubierto. Murió al fin repentinamente, c~~r:s':na; h e aquí que ellos s:ev~:afquier empréstito. ~ sto
sin descubrir el escondrijo a ninguno de sus allegados. El ~icen que negarán rotundamend es una loca resistencia a
que había conseguido ocultar sus riquezas fué enterrado, y es una oposiciól d~sver~~~:e:da contra Dios. O se con-
sus hijos, con esperanzas de ser los más ricos de la ciudad la justicia, una uc a y o no se da nada.
lo resolvieron todo: se preguntaban los unos a los otros: duye el trato dando ª. logro, los usureros, y a mi parecer,
pedían cuenta a los criados, cavaban el pavimento, horada- :He atacado en este discurso a n tribunal los cargos
. . temente como en u d
ban las paredes, acudían a las casas de vecinos y conocidos; he proba d o suf icien d 1 el arrepentimiento e
al fin , después de no dejar, como dice el refrán, piedra por . d
imputa os, qui
. era Dios con ce er es
d' ,
l
los que fácilmente ogrean
mover, no pudieron hallar ni un céntimo. Viven ahora en su pecado. Nada aña ire lcontra 1 d los lucros· creo que
pobreza, sin casa y sin hogar, maldiciendo cada día la ne- y se dejan prender con e anzue o e , t santo
cedad de su padre. les basta el consejo que tan clarament~ ~xpuso n;.ues _ro los
Logreros, tal fué vuestro amigo y compañero; murió padre Basilio en su propio di~curs~ dirigido . mas bien a.
como había vivido, vano adinerado afligido por el hambre y temerarios logreros, que a los insaciables avarientos.
la miseria, allegando para sí en herencia el castigo eterno,
y para sus hijos la pobreza. No sabéis vosotros para quién
amontonáis, y por quién os afligís. Mil contratiempos, innu- SOBRE EL NACIMIENTO DE CRISTO Y EN HONOR DE
4
n:ierables calumniadores, salteadores y piratas infestan la LOS SANTOS INOCENTES
tierra y los mares: mirad, no sea que acrecentéis vuestros . . . ... . .....
pecados y perdáis el oro. "Pero este hombre es insoporta- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .
b!e" , replican los avarientos (bien sé que murmuráis entre Mas exhórtanos el Evangelio a que volvamos con el dis-
dientes contra mí, porque continuamente os hago compa- curso a Belén y veamos qué misterios hay en aquella cueva.
r~cer ante esta cátedra), "va contra los que reciben benefi- ¿Qué es esto? Un niño envuelto en pañales y colocado en
c10,s y los menesterosos. Pues ya no prestaremos más y un pesebre, y la Virgen, inmaculada después del parto,
¿como 1~ pasarán los indigentes?" Dignas palabras de tales abraza a su hijo. Digamos nosotros, pastores, aquellas pa-
obras! digna resp_uesta de aqu:llos a quienes ha cegado labras del Profeta: ttComo lo oímos, así lo hemos visto en
el brillo de las riquezas; no tienen entendimiento harto la ciudad del Señor de las virtudes, en la ciudad de nuestro
capaz para comprender lo que dicen. Al revés entienden Dios 5 . " Mas ¿acaso lo que hemos oído de Cristo es casual Y
las amonestaciones; porque así como cuando yo hablo, ellos fortuito o hay para ello alguna razón histórica? ¿Qué sig-
amen_azan a los menesterosos con que no han de prestar, de nifica este hospedarse el Señor en una cueva y acos-carse en
la m~sma manera hablando entre dientes amenazan a los
necesitados con que han de cerrar las puertas. y O en pri- 4 Versión libre del g riego p or el P. RAFAEL ÜLIVER, Sch. P.
mer lugar aconsejo la dádiva y la proclamo en alta voz , 5 Salmo 42.
4fi?& ,m
GREGORIO VJ,.:, ~ · ;, , culos del
SAN ·11 s especta
1 rnarav• oso l ángeles nos
492 PADRES Y AUTORES GRIEGOS
:r,,,fas a
}cernos }os ojos a sólo los profe:as y
, que ya n~ los rn1srnos .
~f elos con ~us
C 0 rno dice
. :I-Ie aqui sino que E geho. •d
un pesebre? ¿Por qué viene a la vida en una época de em- 1
c1e o. . este gozo, 1 loria del van su ven• a
padronamiento general? ¿Por ventura no indica esto bien rnanifi_e stan S anu,t1.cia n a g C istO 1 2 , pero con
claramente que así como nos exime de la maldición de la m aravillas º,? Judá nos nace r 1 s
ley, haciéndose anatema por nosotros 6 y asume nuestras el Apóst~l, :los judíos." . enos a la promesa de c:n
heridas para que por las suyas nosotros curemos 7, así tam- no ilumina extra njeros y aJ d 1 Patriarcas; y 'l
bién quiere hacerse tributo a fin de libertarnos del yugo Los JV{agos son las bendiciones e o~l israelita, no so o
ominoso al que está sujeto el hombre tributario de la 'Testamentos y a conocimiento al pue b~, al Rey en la
tajan en . l • tarn ien
muerte? todo av~n d la luz del c1e º• sin? re aran asechanzas.
Pues cuando contemples la cueva en que quiso nacer el reconoc1en o dones· aquellos P P .. de
Estos presentan '. Estos se regoc11an
Señor, piensa cuán sombría y tenebrosa es la vida de los cueva. '11 persiguen. 1 serles
hombres, en la cual nace aquel que se manifiesta a los que stos veneran ; aque os . a uéllos ternen, a
~aber hallado al que busca~a;, . q "Viendo los Magos la
caminan en tinieblas y están sentados en sombras de muer-
te 8 • Y es atado con fajas el que sufre las cadenas de nues- anunciada su venida. y asi e~~:ba el niño, se alegraron
tros pecados. El pesebre en que nace el Verbo es habita- estrella sobre el lugar dodnde do fué turbado Y con
gran demente · mas
, , ,, 13Hero es, oyen ,
ción de los animales, para que el buey conozca a su poseedor
y el asno el pesebre de su dueño 0 • Por el buey debes entender él todo Jerusalen
. .
•
o como a 0 ios,
. y con el oro reve-
al que está sujeto a la ley; y por el asno, que es una bestia Estos le o f recen inc1ens d der por cierta mer-
de carga, al que está cargado con el pecado de idolatría.
. d. · d d eal y
rencian su 1gni a . r . · . , d l
an a en ten
rte por rnedio de a
l
Por lo demás, el alimento común y la vida de los brutos ced profética, la d1sposicion e ª mue '
animales es el heno. . . Mas el animal que está dotado del mirra. h rnatar a todos
uso de razón, se alimenta de pan. Por esto en el pesebre, En cambio, aquéllos juzgan que ªf que ¡ mi
que es el lugar propio de los animales que carecen de razón, los niños reunidos en un lugar determinado. !,-0 cdua ,
1
ª
se _Presenta el pan de vida debajo del cielo 10, para que los entender les arguye no tan so'1o d e c rueldad , sino e ocu.ra . ·
' , . "f" ~ ·Cómo se atrevieron
ammales no dotados de razón se nutran también con ali- Porque ·que s1gn1 1ca esa matanza. c.
(_ . . - crimen? Porque,
mento de razón y así se vean adornados con ella. Así es aquellos infant1c1das a cargar con tamano . h
qu: el Señor se col_oca en el pesebre entre el buey y el asno, dicen ellos, un portento nuevo y admirable del cielo ª
ª tm de que, derribando la pared de piedra, refunda en sí revelado a los Magos un indicio del Rey• .
mismo a los dos en un hombre nuevo 11 , suprimiendo del ¿Pues qué? ¿Tienes fe en el signo anunc iador, como
uno el pesado yugo de la ley y libertando al otro del peso veraz, o juzgas vano lo que se dice?
de la idolatría. Si es tal que hizo servir los cielos para ~í, seg~ran:iente
O Galat., 3 , 13.
está sobre tu mano. Mas si en tu, mano esta que el viva 0
7
Is., 5 3, 9. muera, ¿por qué le temes? ¿Por qué, pues, se preparan
8 Is., 9, 2.
9 Is., l, 3.
asechanzas contra el que voluntariamente se somete a tu
1
º J11an, 6, 48.
11 Efes., 2, 14, sigs.
12 Hebr., 7, 14.
1 13 Mateo , 2, 10.
1
l. 4iii1'
4P SAN GREGO!UO DE NISA
494
. p ADRES y AUTORES GRIEGOS
-~ s de dos años para abajo); era de ver a no
imperio? ¿ Por qué se transmite a ue Jllatar a Idos n1no en a q,,ellos días habían dado a luz a dos
á!ir qué ~e decreta aquella sent!ci~ ~:r~ndo mandato? P?.cas ma
. Ohres que -.
ué espectáculo se veía entonces, cuan d o . d os
· Q e~ morir_unos infantes desdichados? ./ta P?r la cual h1Jods. 1 e~t;h an ocupados a la vez cerca de una ~1sma
e ue cometieron que fuese
¡· · ,
d . é n que pecaron?
merece or d 1
ver dre
ugosy uno d e ellos a rrebata b a a 1 hºtJO
· mayor que Jugue -
sup tc10? Un solo crimen tienen . el h b e . a muerte o del 01 ªba 'cerca mien t r as el o t ro arrancaba del regazo de la
y ha her nacido . . . . a er sido engendrados tea , b od''
madre al pequeñu elo que mama a t av1a.
¿Quién describirá con 1 b _ .. ¿Qué podía h acer entonces aquella madre de_sventur~~a,
al describirla será capazpada r as tamana m1quidad? ¿Quién
· ' e con tem 1 1 ' cuando desg arr ándose la n aturaleza en dos hacia los h1JOS,
OJos? ¿Quién describirá 1I par a con sus propios ambos hací an t emblar de igual emoción las entrañas de la
¿Q1;1ién, aquellos dolorosos ªr¡~e ad c~~fusa lamentación? m adre, sin saber ésta a cuál de los dos verdugos seguir, pues
parientes, pidiendo ele ? os e n1nos, madres,
menc1a ante la a d 1
padres
• ambos arreba t aban a sus hijos, uno de una parte y otro
d ugos? ¿Cómo describ .
jándose sobre el niño t menaza e os ver-
con dalabras a un verdugo arro-
el rostro feroz y habi ad espa 1aben alto, la mirada torva,
de otra ? ¿Irá a salvar al recién nacido, lanzando conf usos
e inintelig ibles g emidos? Pero así abandona al otro que ya
una mano al t ? . fan o pa a ras crueles, arrebatar con habla y llama a su madre con lengua balbuciente. ;Oué hará.
espada. y terno 1n ante ' mien t ras con l a otra blande la pues? ¿A dónde se dirigirá? ¿Responderá a la vez a los dos?
hacia ;í y pp~;se:t:aªndoarte a ~a ml adre, atrayendo al hijo
su cerviz a agudo e hºll
¿Contestará al gemido de los dos con un solo gemido? ¿Llo-
rará la muerte de ambos ya qu,e ambos hieren por igual a la
ver ante sus ojos al hi º . f 1· uc t o, por no
verdugo? ·Co'm 10 lm e tz muerto por la mano del madre desdichada con el estímulo de la naturaleza?
los padres · eabraza o contar
d as in
. . v ocactones,
· l os l amentos d e Pero apartemos los oídos de esos lamentos y volvamos a
'
mente teniendo e n o a sus h11os '1 ·
por u ttma vez, especial- pensar en cosas alegres y más conformes con la fiesta del
1
cándose tales esce:acuenta e ~ran número de elios y verifi- día, aunque, como dice el Profeta 15 , llore Raquel la muerte
s en un mismo tie ;i Có de sus hijos. Pues, como dice el sabio Salomón, conviene
as v;;,riadas y múltº mpo. ¿ mo exponer
1 1 1
de las . que acababa tdp eds ca ami idades, los intensos dolores olvidar las cosas tristes en los días de fiesta. Y ¿qué día
n e ar a uz y ºbl f . . puede ser más solemne para nosotros que este día en que el
tos naturales? ·C, d . . sus tern es su nm1en-
mismo tiemp.o é u orno escnb1r al desdichado niño que al Sol de justicia, rechazando las malas tinieblas del diablo,
herida mortal e! se se pega_ba al pecho materno recibía la ilumina el mundo por medio de nuestra natu,raleza; en el
us entranas? •Có 1 d . f 1. cual el qu.e cae es levantado, y el que un día fué enemigo es
qu,e a tiempo de col · é mo, a a ma re m e 1z
recibía su sangre en ~~ar su pecho en la boca de su hijito admitido a la amistad, y el desterrado torna a la patria, y el
. , propio seno? q~e perdió la vida vuelve a la vida, y el que sirvió en escla-
1 Cuan tas veces el verdu O b •
solo tajo, corriendo un mi~ 1:1ata a madre e hijo de un vitud consigue la dignidad del reino, y el que estaba enca-
la madre y de la herida de suº hij~! de san~re de la herida de denado por la muerte vuelve a la región de los vivos?
Por hoy, según afirma el Profeta 16, son quebrantadas las
eran asesinados los rec ten ~ smo
. y cuando por aquella inicua ~enten . d H
· , nac1ºd os . eta
ta eb · , erodes
l
,
no solo puertas de bronce de la muerte y quedan rotas las f érreas
an dentro del segund o ano- 14 ( pues
' m ten
escrito está os que
que esta-
mandó
b 15 Jerem., 31, IS.
14 16 Salmo 106, 14.
Mateo, 2, 16.
fuN\
496 PADRES Y AUTORES GRIEGOS T SAN GREGORIO DE NISA
1 desdén de los que hacen
cadenas entre las que antes vivía detenido el género h _ • os v encer por e dº • mo si no
no nos d eJern . . es de la razón iv ina, co
mano. H oy, como canta D av1ºd 17, se abre la puerta de u1 y fa de las dispos1c~on 1 Señor tomase naturaleza
justicia. Hoy se escucha por todo el mundo ·e1 clamore: rno ºd n ven1ente que e b Y es qt1¡e
hubiese s1 o co_ . ·ese entre los hom res.
de los que celebran a un mismo tiempo semejante festividad.
Por un hombre entró la muerte y por un hombre la sal- corpórea y , n_ac1e? do, ;1:{
cual la sabiduría de D ios det~r-
vación. El primero cayó en el pecado; el segundo levantó al ignoran el m 1sten ol p~ Nos habíamos vendido voluntana-
caído. La mujer fué rehabilitada por la mujer; la primera
abrió el camino al pecado; la segunda fué el instrumento por
minó traernos la sa u . d s
mente por nuestros peca ·º '
den por dinero, éramos ese avos
r
a semejanza de los que se
del enemi_go de nuestra
. f
el cual se manifestase la senda de la justicia. Aquélla siguió el v~:a ·Qué podías tú desear que hiciese Dios en ª:'ºr
consejo de la serpiente; ésta proporcionó al matador de la vtu1yo.:> :No era por ventura que fueses libertado de tu mise-
serpiente y dió a luz al autor de la luz. Aquélla por el • e: :> p ' te empe-
ria? ¿Por qué, pues, analizas la manera. ¿ or_ que h d 1
leño introdujo el pecado; ésta por el leño introdujo la gracia. ñas en poner leyes a la bu,ena acción del bienhec or, de
Me refiero al leño de la cruz cuyo fruto es siempre verde ·
mismo modo que e1 que rech aza a 1 me'dico y le repren e
y se hace vida inmortal para los que lo gustan. su buena acción, porque le ha curado de un modo Y no de
Mas nadie se figure que a este misterio de la Pascua le
otro? . . .
convenga solamente esta acción de gracias. Puesto que ha Pero no fué digno de él, dirás, entrar en la vida hum:ina
de considerar que la Pascua es un fin de la divina dispo- y experimentar las molestias de la carne. En esto, precisa-
sición, de tal suerte que no se puede consegu,ir este fin sin
mente, aparece la magnitud del don. Porque no pudiendo
suponer existente el principio. Porque ¿qué es más anti-
guo? Pues, el principio por disposición de la muerte.
el hombre ser libertado de tan grandes calamidades de otra
Así, pues, los bienes de este día son una parte de los bie- manera, el Rey de la bienaventuranza cambió su gloria por
nes de aquel principio. Porque si se cuentan los dones que nuestra vida. Y la pureza se mezcló con nuestras inmun-
se enumeran en los Evangelios; si se recuerdan los milagros dicias, mas éstas no llegaron a manchar aquélla. Porque,
de cu¡raciones, la abundancia de alimentos en tiempo de como se lee en el Evangelio, la luz brilló en las tinieblas,
carestía y de hambre, la resurrección de los muertos, la pero las tinieblas no la envolvieron.
instantánea e inesperada formación de vino, las expulsiones Las tinieblas se desvanecen en presencia del sol, mas el
de demonios, varias enfermedades curadas, el saltar de los sol no es oscurecido en las tinieblas. Lo que es mortal, escribe
cojos, los ojos de los ciegos untados con barro, la doctrina el Apóstol 1°, es absorbido por la vida, pero jamás l a vida
divina, las leyes promulgadas, el arcano sentido de las parábo- es consumida por la muerte.
las; todo esto constituye el encanto del presente día. Puesto Lo que fué corrompido se conserva con lo incorrupto,
que ha sido el origen de todos los bienes que han sido alcan- puesto que la corrupción no se hermana con la incorrupción.
zados después. Por esto se levanta ese concierto común de todos las cosas
Por lo cual alegrémonos y regoc1Jemonos en él. Despre- creadas alabando a una voz al Señor. Y así. cantando toda
ciemos las burlas de los hombres, según aconseja el Profeta 18, lengua del cielo, de la tierra y del infierno, el Señor Jesu-
17 Salmo 117, 10.
cristo permanece en la gloria de Dios Padre, para ser alabado
18 Salmo 43, 17. eternamente. Así sea.
19
1I Cor., :s, 4.
es
498 PADRES Y AUTORES GRIEGOS SAN GREGORIO DE NISA ~99
cC57t:,
501
SAN GREGORIO DE NISA
JOO PADRES Y AUTORES GRIEGOS
causan la turbación en el alma y el desorden en
zosas que
,que desdenes y desprecio de Dios, que se ha hecho b
:favor de los indigentes. po re en los sentidos. · l · t· · p
Dichosos los que sufren persecuciones P?r . a ¡us zeta ar-
Dichosos los que tienen el coraz ón puro porque ell p u e d e ellos es el reino de los cielos. El mart1r, lleno d~ esta
, v· os o- q bl. e esperanza se ríe de las adversidades que le oprimen,
seeran a. zos. Ver ' bla Dios, es poseerlo y con El la vid a mmor-
· su im 'l una lluvia ' .
de piedras no es mas, que un d u lce
ta1_, 1a _1ncf: 'rrupt1 e et,ernidad, su felicidad inagotable, su y para e
, 21 porque ve lo que había espera o, el c1e
' d . l o a b 1erto
.
remo sm m, sus a1egnas sin mezcla de pesar, su luz ver- rocio , 1 ·
D·os presente al combate para coronar a su ateta victo-
d~dera, sus encantadoras conversaciones, su gloria inconmu- Y. i y en verdad ;cómo es posible renunciar a todos los
mcable, en una palabra, el con1·unto de todos los bienes u rioso. , '- .
..d d ' na placeres de la vida, y a resistir a _la v_iolencia, de las persec~-
f el1c1 a que es irnpos_i?le explicar. Pero, ¿cómo será posi-
ciones y a la amargura de las privaciones m~~ dolor~as! sm
ble obtenerla? ¿A qmen sera d ado el ver a Dios, cuando
estar asistido por Dios que según la expresion 22del Aposto!
nuestr_a inteligencia no puede ni aun comprenderlo? A los
" ju stifica y glorifica a los que ha predestina?o" _ • Entonces,
que tienen el corazón puro, luego, no siendo superior a lo que atrae las miradas, no es lo que se deJa, smo lo_que se
nuestras fuerzas el tener pureza de corazón, todo el que va a ocupar; no es la pérdida de las cosas de_ la tierra la
conserve la más pequeña chispa de ese amor aspira a ver que aflige, sino la posesión del Cielo la que mflama; los
al Soberano Bien, debe no dejarse abatir por el desaliento;
más espantosos tormentos no son más que el instrumento
vosotros tenéis en vuestro corazón ese mismo amor, porque
con que nuestros lazos son cortados, la llama de las hogu~-
la pureza de corazón no es otra cosa sino la impresión de ras no es más que una depuración, y la espada no hace mas
su ?ivi?: belleza, el espej'o en que brillan esos rayos de sol que libertar al alma de las trabas de la carne, porque nuestro
de 1ust1c1a que nuestros ojos no podrían soportar en su res-
ser se compone de dos substancias, la una terrestre Y la
plandor; la escala de Jacob, el carro de fuego que condujo otra espiritual, y mientras que la primera se disuelve, la
al pr~f~ta ~lías lejos d_e su tierra 20 y hasta el Cielo. Huir otra se renueva (II Cor., 5, 1); y así como el cuerpo, p~r
del v1c10; este es el pnmer grado para elevarse lo más que ser todo materia, está sujeto al destino de ~o que es matena
se pueda; y practicar la virtud, es el segundo.
perecedera, del mismo modo el alma, asociada a una natu-
Di~hosos los pacíficos porque ellos serán llamados hijos raleza divina, está sometida a un elemento que no puede
de Dios. Tal es la recompensa que nos espera al término perecer. La muerte no puede tener acción más que sobre
del corn~ate, pero _¿,cuál ~s este combate? Si sois pacíficos, la carne, y cuando desprende el alma de la alianza impura
una gloriosa adopc1on os mtroducirá en la familia de Dios; que la encadenaba, le vuelve entonces toda su hermosura Y
pero, ¿qué es_ ~er pacífico? El que da la paz a otro; la paz
es ~na afecc10n que el prójimo recibe corno regalo de la dignidad.
candad, Y semejante a esos bálsamos preciosos cuyo per-
21 Cfr. Hech., 7, 54.
fume se exhala lej'os; ella derrama también en su derredor 22 Rom., 8, 30.
sus dulces influencias, y viene a ser para el alma lo que la
ulud para ~l cuerpo; ~on ésta no se padecen enfermedades,
Y con aquella se arro1an esas pasiones violentas O vergon-
2º Cfr. IV Reyes, 2, 11.