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SIGFRIDO HUBER

LOS SANTOS PADRES

SINOPSIS
DESDE LOS TIEMPOS APOSTÓLICOS
HASTA EL SIGLO SEXTO

TOMO I

DEDEBEC
EDICIONES DESCLÉE, DE BROUWER
BUENOS AIBES
SAN GREGORIO DE N ISA .0 1

. · t"onibus psa\morum · una exé1t,esis


De ,nscnp t ' .
delCoEdc\iasté1,
.
l"bro qiic m11cbo t1fraía a los exe1t,elas griegos ; . mentan us
~ Canticum Canticorum ; Epístola de_Pythonissa (_de ~n.-
dor) . Del 1111ei·o Trstamrnlo: De orat10nc; De bcat1tudin1-
Xl
bus. De rns obras dor, máticas goza de gran 110111brc La
Gran Catequesis; tiene además una serie de lratadr:i . más
Sl\N GREGORlO DE N ISA
pequeños de índole ascética moral: De\ nomb;c cnst1ano,
l)H - )9~ 0 )1 De \a Virginidad; y, finalment e, discursos y cJnstolas.
O frece mos la f uerlr bomilía c,mtra lf>s usureros, que
_Herma110 mrnor de San n ·1· M revela el srn tido social dr la Iglesia m aquella época; y
d1at~mc~tc et heroico ejem¡,~\,; é ª R"? i, no siRui6 inme- Sobre e\ nacimiento de Cristo y en honor de \os Santos
al g1111 f1 em l>o la carrera d t . . ste,lsmo que prefirió Por Inocentes, en la traducción de A. de Laico y R . Oliver; ade-
• d.
J.:s e re orico a a ' 1, •,
más, irnos extractos de sus homilfos sobre la oración, y las
1scu t id o, f,ero probable 1 . 'Ocac1on espirihial.
aquella Tcoscbia q S G, q ,e c~ntra¡ese matrimonio con bien a1; e 11 t uranzas .
ve~- , "la IJe1. mana uede an
G
re <"'oon o N ·
.> ,, rd lac,anceno llama ' una
también Sa n J •• lre:;1.or,o . L e mirnio modo habla
. d rr01111110 <e Ta ras1a co,110 " lJcrmana" ,l e San HOM\LÍA CONTRA LOS USUREROS 2
PCJII 11110 e N ola1 )' la "hi¡·a d e E· me¡·,as " , Y, otra vez "la
,
sa11fa COH ). ' ll. gr de Greaorio"
(\ . t o, sm
. Es c,er . e111 bargo, que
' al Excelentes \eyes y preceptos han regulado la vida de los
ser Gre_gorio ~· 11 3~0 elevado a la sede episcopal de Nisa, hombres amantes de \a virtud, de \os que han elegido con-
Tcoseb,a
d se hizo diaconisa · Greaor,·o hab' a abraza do e~, es -
F', , formar su vida según \a razón : en t>Hos se echa de ver que
ta o. sacerdotal principalmente a instancias de m amigo el la mcnLe de\ \egisbdor se encamina abiertamentt> a la con-
N ac1auce110, pero 110 m enos por una verdadera vocación de secución de dos fines: el primero, apartar de lo prohibido;
m alma. Se retiró por al gún tiem,po a la soledad -era el el s~gundo, incitar a la práctica de buenas obras. Porque
n~odo de hace~ ejercicios espirituales de aquel tiempo, prac- n_ad1e puede entablar una vida morigerada y prudente,
ticado por c~si todos los adalides de la v ida eclesiástica-, )1ª s1 no es huyendo de\ vicio con todas ~us fuerzas, para ir
qu~ Gregario necesita ba fortaleza para m nuet:o cargo, pues tras la virtud, así como e\ hijo sigu.e a la madre. Congre-
al igual que m hermano m frió las persecuciones de parte de gados, pues, t ambién hoy para escuchar los preceptos del
los arrianos. LA última noticia suya es que asistió a un síno- Señor, ha \\egado a nuestros oído~ cómo el profeta daba
do e,i Constantinopla , rn 394, bajo la presidencia dd pa- muerte a \os malvados hijos de la usura, los intereses, y
triarca N cetario. Es probable que Slt muerte acaeciera no desterraba de la sociedad e\ prestar dineros a ganancia.
mucho desp1,és . Acojamos por tanto con docilidad su mandato, a fin de que
Obras: E\ Hexámeron ( en defensa deL de Basilio); De ho- no nos convirtamos en aquella piedra sobre la cual cayó la
minis Opif icio; De vita Moisis sive de virtutis perfectione; semilla y quedó estéril y seca, y no se diga contra nosotros
lo que en otro tiempo contra el rebelde Israel : "Con vuestro
l G11.1:.c.011.10 habla de B .-.s1uo como de •· padre y maestro" , 1:n una
2 V crsión de L.-.1c o y R. Ouvu..
carta a su hermano P i:.011.0 .

4 80
oído · ,.

.
PADREs y
AUTO.RES GRIEGOS
oire1s y no entend ,.
haréis cargo ,,
. ere1s, y viendo veréis, m
~~~
1 SAN GREGORIO DE NISA 48l

las arras de la pobreza so color de beneficio, y además


Pido a mis oy toma l d. . , p , .
. . . entes no me note d
JU1c10, si, aun después de haber n e ,atrevido y falto de
1 . duce en su casa a per ic1on. orque, asi como quien
introido de caridad d a vmo . al ca1entunento
. ( que f orzad o
mado por su ciencia y e. . . un varon elocuente y afa- morv el fuego de la fiebre, y el ardor de la sed, pide de
t rata d o con loa este t Jerc1c10 en toda elase d e d'iscursos po . 1
3 beber), le recrea un poco mientras apura a copa, mas es
tesoro en su homilía ema 1 y legado a la posteridad un causa también de que luego cargue el mal sobre el enfermo
al mismo certamen :ntra os usureros, también yo acudo con redoblada violencia, por semejante manera quien da al
corceles sino por asnos unbcarro tirado no por coronados pobre un oro lleno de miseria, no acaba con la necesidad,
0
camina •
a la par de lo . ' que siempre 1o pequeno
dueyes - antes da largas a la desgracia.
luego la esplendente lu!:an e: JUntoda~ sol que brilla viene No profeses, por tanto, un modo de vida inhumano so
tado por la furia de 1 ' ! en pos e pode~oso bajel azo- capa de caridad, ni seas médico homicida, aparentando por
d e'b"l ill d
1 navec a e nuevo·
os vientos, surca el mismo abismo la
1 una parte salvar con tus riquezas como el otro con su arte,
, , . , como os varones robustos luchan cuando por otra llevas con toda premeditación al extermi-
segun las leyes atleticas, de la misma manera los chiquillos
se c~bren de polvo: así pido yo vuestra benevolencia. nio a quien de ti se fió. Ociosa y avarienta es la vida del
Tu , , pues usurero: él no conoce los trabajos de la agricultura, ni la
. , a. quien
· me d'lrIJO,
·· quienquiera
· que seas, detesta agitación del comercio: de asiento está en su solo lugar ce-
u~ trafic~ vil : eres hombre, ama a los hombres, y no al
bando en casa su ganado. Sin sembrar y sin arar, quiere
dinero, deJa ya de ser pecador. Di a esos tus muy queridos
que todo crezca para él. Tiene por arado la pluma, por
logro~ lo ?e San J~ª?, Bautista: "Raza de víboras, alejaos 1
campo el papel, por semilla la tinta, por lluvia el tiempo
de m!_; sois la perdic1on de cuantos os poseen y alcanzan: que le acrecienta insensiblemente el fruto de su capital.
alegra1s un poco, mas luego engendráis un hijo, que es para \ Su hoz es la exigencia, su era la casa donde trilla las fortu-
el alma amargura y veneno mortal. Vosotros embarazáis el nas de los desgraciados. Lo de todos mira como propio, y
camino de la vida, cerráis las puertas del reino, regocijáis desea que lluevan sobre los hombres necesidades y desgra-
un poco la vista, deleitáis el oído, pero producís un eterno cias, para que obligados acudan a él; aborrece a los que se
penar." Háblales así; y separándote de la usura y las ga- bastan a sí, y tiene por enemigos a los que no piden pres-
nancias, allégate al amor del pobre. Agobiado por la in- tado. Asiste a los tribunales por si da con alguno apretado
digencia, se sienta delante de tu puerta, y te ruega : apre- por los acreedores, y como los buitres siguen a los comba-
miado, recurre a tu dinero para hallar en él alivio de su tientes y a las tropas puestas en orden de batalla, así él va
necesidad, y tú, por el contrario, de aliado te tornas enemi- tras la gente de negocios. Por aquí y por allí lleva su b~!sa,
go, porque tras de no ayudarle a librarse ~e la. ~ecesidad y muestra el cebo a los que ye ahogados, para que, ~bne?'-
que le oprime y devolverte lo prestado, suscitas dificultades dole la boca por necesidad, traguen el anzuelo del mteres.
al que se halla en apretu~as de!pojando al_ desnudo, ~obre- Cada día cuenta sus lucros, y su codicia nunca . se harta;
.
cargando de heridas al hendo, ana~iendo :uidados a cwda~os se dude del oro que tiene en casa, pues es~á ocioso e mac-
y tristezas a su tristeza, pues quien recibe oro productivo tivo imita a los labradores que sin cesar piden granos a las
troJ• ;s y lleva de mano en mano el negro dinero sin darle
3 SAN BASILIO MAGNO, en su Discurso a los rucos. punto' de reposo. Por eso ves que el neo
· Y ad.mera dO mu :-
484
p AD.RE.s y AUTO.REs
chas veces n . GRJEcos 48S
. o tiene en casa SAN GREGORIO DE NISA
en escrituras y n,,. b. una blanca c1·f
Io posee, y usa' de_..,I ienes ' ra sus
. en contratos; sin te esperanzas d . te seguimos, ¿qué recompensa tendre-
tol, d ándolo -od a lvida al revés de lo que ne: nada todo abandonamos todody os digo respondió Jesús, todo el que
• l o a os que 1·d ensena el A . ">~' "En ver a , d 1
marutarios · P en, no por • . pos- J]lOS• sus hermanos o hermanas, o el pa re, o a
, smo por avaricia El1" sent1m1entos h .
de1are su casa o . .b. , 1 .
para que el · ge una pob U- los hiJ.os O las tierras, rec1 ira e cien
. d oro como esclavo l b . reza pasajera dre o 1a esposa, 0 , 1 )
no e su trabajo. ·Ves :1 onoso vuelva con el 1 , J]la d' heredará la vida eterna." ¿Ves cuan ta argueza.
clero vacía la casa c:y h~feuesd,lco_m o la esperanza de lo
y . 'I , e neo un b
::n~-
t-
~a~Y
<anp
1
·Ves cuan , t bondad? El muy desvergonza d o usurero se
a
• pM dobl--r su capital y Dios
,
espontaneamente con-
é cua sera la causa de est :> L _po re momentáneo"> f ~ , D
º·
de un d eu d or miserable "T d a, escntura, e1 comprom;..~· cede el ciento por uno a quien no oprime a su hermano. a
t(T l . e ara co t 1 ·~
e e devolveré con in ter , ,, n · n a que produzcas." crédito a los consejos de Dios y tendrás unos logros qU¡e no
aun falto de recursos es es: d une ahora : ¿El deudor fallan. ¿Por qué te consumes con las solicitudes del pecado?
¡ ~!?s,v ocea en los Evy'an
are ,
que es rico pro~:::, ºntº~
¡-
;~~~~
. .
e!.iocumento;
a, y yo te
Numerando los días, contando los meses, pensando en el
capital, viendo en sueños la ganancia, temiendo no sea que
crita no por un solo ¡ e ros, ~n esa alra11za universal es- el día del plazo resulte infructuoso como una cosecha mal-
y de la cual h .d escrr .ano, smo por cuatro evangelistas tratada por los hielos, el usurero espía los negocios de su
días de la sal~n s~ o :est1go~ todos los c:istianos desde los deudor, sus viajes, sus movimientos, sus pasos, sus contratos,
. . . u ,.,arant1a es el para1so, prenda digna y si corre un siniestro rumor de que alguien cayó en manos
d e f e. Y s1 a un pides m ' t 0 d 1
d d d as, 0 e muo d o pertenece a este de ladrones, o por algún contratiempo su abundancia se
eu or otado _de buena voluntad. Examina detenidamen- trocó en miseria, se sienta juntas las manos, gime de continuo,
te la . abundancia de quien pide el beneficio, y descubrirás hechos los ojos dos fuentes de lágrimas: despliega el perga-
SUS riquezas: porque de este deudor son todas las minas de mino, llora su oro cifrado en las letras, y sacando del cajón
oro, Y toda la plata, Y el bronce y las demás materias son la escritura, como el vestido del hijo ya difunto, excita con
parte de su señorío. Levanta tus ojos al anchuroso cielo, su vista un dolor más vehemente. Y si ha prestado a gente
contempla el mar sin términos, mide la extensión de la de mar, se sienta en la playa, se inquieta por cualquier
tierra, cuenta los animales que ella alimenta ; todos son sier- cambio de viento, pregunta sin cesar a los que desembar-
vos y bienes de Aquel a quien desprecias como a un menes- can si han oído hablar de naufragios en alguna parte, si por
teroso. j Oh, hombre! entra dentro de ti; no injuries a Dios, ventura han pasado peligros en la travesía. Esos dejos de
ni le tengas en menos qu.e a los banqueros, a cuyas fianzas cotidiana angustia contristan su alma. Hay que decir a
das crédito, sin Yacilar un punto: da a un fiador que no ese tal: hombre, pon fin a esa peligrosa inquietud, arranca
muere, fíate de un contrato invisible y que no se rasga, no esa esperanza que te consume, no busques logros a costa de
exijas interés ni hagas granjería de tus beneficios, y verás tu capital; pides al pobre fuentes y aumento de riqueza,
cómo Dios te da con creces la recompensa. portándote como quien quisiera coger montones de trigo de
Mas si estas razones paradójicas fueran extrañas a tu oído, una tierra abrasada con ardentísima sequía, o abup.dancia
a punto tengo el testimonio de que Dios ~a el ciento por un_o de racimos de una viña sobre la que ha descareado su furia
1º"~ q u e hacen beneficios y emplean piadosamente su d1- una nube de piedra, o tener hijos de un vientre estéril, o
nero. Cuando Pedro pregunta o 10: "Senor,
a d di . - nosotros Io leche nutritiva de mujeres que no han dado a luz. Nadie
intenta lo imposible y contra naturaleza, pues tras de no
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oR.EGOR.10 DE NISA
486 PADRES Y AUTORES GRIEGOS
sAN
.
•birá, como si· hu-
a no la reci J.
h rmanos y la sangre .e
conseguir cosa alguna, es para los otros mot'
d e risa.
. o o n·10s es omnipotente
S'l · que hall ivo
b Y
d
.,
ocas1on

saber 1 . en de esa lnnosn ,
orlorear las carnes de su~ j noble atrevimiento te
1a escasez, y prod uce tod as las . cosas
' a a un ancia en
contra toda esperanza bierall/:;os; antes e~ un len~h~o;bre ! ' con las lágrimas
unas veces man d and o a la fuente que mane de 1 - '
sus a 3erá. No me alimento 'o l bre un pan amasado con
haciendo llover del cielo un pan nuevo y ex:rpano; ,:na, lotras 7sp;:;¿ her~anos, ni entre_gues ~e 1:::iseria: devuelve a tu pró-
uego
endu 1zan do 1a amargura de Mara con el contacto d l;s gemidos d~ s"!'s companei:s arrancaste y yo te correspon-
leño y fecundando el seno estéril de Isabel y dándole aeAun ··mo lo que in1ustamente . •Qué te aprovecha consolar
e1. n~? ·- Samue1, y ~ María el primer hijo engendrado na Jdleré con hacimiento de gracia. e uchos en la miseria?
en uando sumes a. m
Vll'gmidad. He aqui las obras de la mano omnipotente. d
un desventura o, e habría. tantos menes-
a usureros tampoco od 1
1:or co?-~iguiente, no pidas lucro al cobre y al oro, ma- A no haber tantos . , 1 bl y tendremos t os o
ten~s este_riles, y n~ _fuerces a la pobreza a que haga obras terosos. Disuelve esa Junta clu pa :;ros y nadie puede re-
. .
suf iciente.
T dos acusan a os usu
o . 1 .1 1 ,
ofetas ni los evange istas.

~e neo, n1 qu.e te de mtereses el que pide tu capital. ¿Acaso
ignoras que la demanda de un empréstito es demanda de mediar el mal : 01 la ey' 1?- ~
«oíd pues, esto, dice el inspira o
PJ A ', los que desde la
~~~• a los indigentes
limosna disfrazada? Por eso la ley que nos conduce por los
caminos de la piedad, siempre prohibe la usura: «Si pres- maña~a desmenuzáis al pobre y ~stdruJa1s , el mes y ven-
d cís· ·Cuan o pasara
tares dinero a tu hermano, no le oprimas" , y la gracia, sobre la tierra ; 1os que e · e d d ue ni aun los
deremos nuestras mercaderías? E~ ~er ad q h.. como
fuente inagotable de bondad, establece como ley el perdón padres se regocijan tanto en el nacmuento e sus tJOS,
de las deudas, cuando con toda blandura dice: «No prestéis
el dinero con usura a aquellos de quienes esperáis recibir", los usureros al finalizar el mes." 11 ·d do
nran su pecado con nombres venerandos, ape i an
y en otra parte, cuando en la parábola reprende duramente Ho · 11 an con nom-
al siervo cruel, que no se movió con las súplicas de su con- caridad a su tráfico, así como 1os . griegos· ' tam
opas y crueles•
siervo, ni le perdonó la insignificante deuda de cien dena- bre fingido euménides a unas d iosas misan ~ l
·Tú caritativo':I y ¿no es el pago de los mtereses o que
rios, habiéndosele perdonado a él una de diez mil talentos. e , . 1 f t as) · lo que
Y al enseñar nuestro Salvador y maestro de piedad a sus desbarata las viviendas Y consume as or u_n., ·' ~r uc
discípulos, una manera y modelo sencillo de oración, esto reduce a los hombres bien nacidos a una condicion _P . .q
la de los esclavos? ¿lo que deleita un poco al principio Y
sólo puso como necesario y suficientísimo para desenojar a , 1 d 1 ·¿ -;. Porque como acon-
Dios: «Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros per- llena de amarguras e resto e a vi a. ,
zadores que se gozan
donamos a nuestros deudores." ¿Cómo, pues, orarás tú, tece a los pájaros acech a d os por 1os ca . •
'd y tienen por grata Y
con el cebo de los granos esparci os, b d t
usurero?, ¿con qué conciencia pedirás al Señor una gracia
tú, que en todo haces presa y nunca aprendiste a ser dadi- familiar la estancia en aquellos parajes donde tadn ª unl an
d pués enlaza os en a re
d
voso? ¿No sabes por ventura que tu oración es un recuerdo le es el mantenimiento, Y poco es d" usura
d. , los que toman meros a ,
de tu inhumanidad? ¿Qué has perdonado, para que pidas perecen sin reme 10, asi ~ lue O ierden hasta el
perdón? ¿De quién te compadeciste, para que implores mi- que abundan por poco tiempo, Y g P l
dres No r,ive la misericordia en esas a mas
sericordia? Y aun cuando dieres limosna ¿no das el fruto h ogar d e sus pa · 1 ver pues-
de una inhumana rapiña? ¿No está esa limosna llena de . . l , "das de dinero. no se conmueven a .
crimina es y avi ' d n calor al negocio,
ajenas desgracias, lágrimas y suspiros? Si el pobre llega a ta en venta ]a casa de su deudor, antes ª
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PADRES y AUTORES 489
GRIEGOS SA'N GREGORIO DE NISA
para cobrar
. más apr'isa e1 oro •
o~ro infeliz, imitando así
c1ables que rod
' e ir a prender en sus r
a los cazadores dili' edes a
e . en, donde no se cuentan ,lasa ganancias,
tn'bunal de . nsto, l vidas ·Qué respon deras 1os cargos
ean con ce
prendido todas las fieras p.: gen tes e ·
un ~alle, y en cuanto lhs: -
nu~~o slus redes al vecino v~lle e; del ,establan, trasladan d:
. que se Juzgan as
sino .
del Juez mcorru
. (. T , l l
ptible cuando te diga: emas a ey, os
, d
1 receptos evangélicos: ¿no oias que to os a una
1

po ar os montes de caza. , e este a otro, hasta des- profetas, _?SbP la caridad el amor al prójimo? Estos te
te aconseJa an , ,, 'll
Pues si tal eres . con , ~ . , . "No prestarás a tu hermano con usura ; aque os:
dec1an. .. . d'
perdón de tus p;c~dos;)qu·eNoJos miras al cielo? ¿Cómo pides "N0 dió a logro su dinero" ; los otros: 51 prestares mero
• • <'.
pet1r en tus oraciones aquell
o es acaso lo
.
•.
cura manifiesta re- tu hermano no lo apremies • como un exact or" , y San Ma -
el Salvador: Perdónano a, precd1samente, que nos enseñó :eo a voces cl~maba en la parábola, anunciándote la palabra
s nuestras eud , del Señor: "Siervo malvado, toda la deuda te perdoné P?;-
perdonamos a nuestros deudores:> . Oh t s, asi ~orno nosotros
que me lo suplicaste, ¿no era justo q~e,,tuvie~as compas~on
sa de la usura se ahorcar . 1 • , y cuantos por cau-
de los ríos y juzgaron ;~; ll;e ~ntregaron a las corrientes de tu consiervo, como yo la tuve de t1? Y airado el Senor
acreedor d · d .. va era 1ª muerte que no el lo entregó a los verdugos para que lo atormentasen ~asta
, e1an o a sus h1Jos huérfanos y al cuidado d que satisficiese toda la deuda. Entonces te sobrecogera un
una perversa madrastra, la indigencia I y los ho d e arrepentimiento inútil, entonces vendrán los doloros~s ge-
. · nra os usu-
lreros, n1 aun entonces respetan 1a casa d es1erta . arrastran a midos y el castigo ineludible. El oro no te ayudara Y la
_os herederos, que tal vez solamente heredaron '1a cuerda de plata no acudirá a tu socorro: esa logrería te será más
Juncos con que el otro se ato, , y exigen . .
dmero a los que amarga que la hiel. No son estas palabras para infundir
comen el pan de 1a ¡·1mosna, y cuand o para abochornarlo, temor, son hechos verdaderos, que dan testimonio del juicio
se les echa en cara, como es natural, la muerte del deudor, antes de experimentarlo: su guarda cederá en bien del hom-
Y les recuerdan el lazo, no se avergüenzan del hecho, ni se bre prudente, y le servirán además de prevención para lo
les _enternecen las entrañas, antes un sentimiento feroz los porvenir.
obliga a prorrumpir en estas desvergonzadas palabras: ¿A Mas a fin de que junto con los juicios de Dios ayude tam-
nuestras costumbres se ha de achacar, que ese infeliz e in- bién algo a mis oyentes con la narración de lo que en nues-
sensato, que tuvo un desgraciado nacimiento, haya sido tros días ha pasado en la casa del usurero, escuchad este
arrastrado a una muerte violenta por la fuerza del hado? suceso, y luego los más tal vez conoceréis que es verdadero.
Porque los usureros hasta filosofan y se hacen discípulos de Había en esta ciudad un hombre ( no diré el nombre,
los astrólogos egipcios cuando es necesario justificar sus guardándome de sacar a la escena por su nombre al que ha
maldades y homicidios. fallecido), usurero de oficio y trafican~e. en esos ex:crabl:
A cada uno de éstos hay que decirles: Tú eres el naci- lucros. Poseído por el mal de la avanc1a, era taca_n o au .
miento fatal, tú la infausta influencia de los astros, puesto en el trato de sí mismo ( que tales suelen ser los ª:anentos) ·
que si hubieras aligerado el cuidado, y perdonado una parte no tenía mesa abastecida; no cambiaba los vestidos usa~os
de la deuda, y reclamado la otra con blandura, no hubiera Ya ' y raídos O impropios de la estación; no daba a sus ~JOS
~
el otro aborrecido una vida trabajosa, ni hubiera sido su lo indispensable para la vida; no 1'ba a 1os banos
· po r miedo
mismo verdugo. Pues ¿con qué ojos mirarás en el día de la de pagar tres óbolos; en cambio, infinitas eran la~ traz~s
.
que discurna , para aumentar sus caudales• A nadie tenia
resurrección al que hiciste perecer? Los dos pareceréis en el
JlEGORIO DE NISA
sAN G es otra.
réstitOS, porque.
PADRES Y AUTORES GRIEGOS
orto a dar emP , os sin mtere ses
490 bién exh lo hagan es ,
luegodtamlase de don ; pero ~ule 1 y divina. Puec;to que tan
por guarda fiel de su bolsa, ni a hijo, ni a criado, ni a ban- segun a e ún lo ordeno a e mo quien presta
. usuras, seg . no presta, co 1
quero, ni a llave, ni a sello; antes metía el oro en los huecos
de los muros y por fu era los cubría con barro, y cambián-
y sin
edor es e
d casti
,.,
ªº quien
d inhumano
y éste por. o-
merec ra · aquél es juzga o por 1 e:,ttremo contrario y
dolo de un lugar a otro, de esta pared a aquélla, logró te-
nerlo escondido y encubierto. Murió al fin repentinamente, c~~r:s':na; h e aquí que ellos s:ev~:afquier empréstito. ~ sto
sin descubrir el escondrijo a ninguno de sus allegados. El ~icen que negarán rotundamend es una loca resistencia a
que había conseguido ocultar sus riquezas fué enterrado, y es una oposiciól d~sver~~~:e:da contra Dios. O se con-
sus hijos, con esperanzas de ser los más ricos de la ciudad la justicia, una uc a y o no se da nada.
lo resolvieron todo: se preguntaban los unos a los otros: duye el trato dando ª. logro, los usureros, y a mi parecer,
pedían cuenta a los criados, cavaban el pavimento, horada- :He atacado en este discurso a n tribunal los cargos
. . temente como en u d
ban las paredes, acudían a las casas de vecinos y conocidos; he proba d o suf icien d 1 el arrepentimiento e
al fin , después de no dejar, como dice el refrán, piedra por . d
imputa os, qui
. era Dios con ce er es
d' ,
l
los que fácilmente ogrean
mover, no pudieron hallar ni un céntimo. Viven ahora en su pecado. Nada aña ire lcontra 1 d los lucros· creo que
pobreza, sin casa y sin hogar, maldiciendo cada día la ne- y se dejan prender con e anzue o e , t santo
cedad de su padre. les basta el consejo que tan clarament~ ~xpuso n;.ues _ro los
Logreros, tal fué vuestro amigo y compañero; murió padre Basilio en su propio di~curs~ dirigido . mas bien a.
como había vivido, vano adinerado afligido por el hambre y temerarios logreros, que a los insaciables avarientos.
la miseria, allegando para sí en herencia el castigo eterno,
y para sus hijos la pobreza. No sabéis vosotros para quién
amontonáis, y por quién os afligís. Mil contratiempos, innu- SOBRE EL NACIMIENTO DE CRISTO Y EN HONOR DE
4
n:ierables calumniadores, salteadores y piratas infestan la LOS SANTOS INOCENTES
tierra y los mares: mirad, no sea que acrecentéis vuestros . . . ... . .....
pecados y perdáis el oro. "Pero este hombre es insoporta- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .
b!e" , replican los avarientos (bien sé que murmuráis entre Mas exhórtanos el Evangelio a que volvamos con el dis-
dientes contra mí, porque continuamente os hago compa- curso a Belén y veamos qué misterios hay en aquella cueva.
r~cer ante esta cátedra), "va contra los que reciben benefi- ¿Qué es esto? Un niño envuelto en pañales y colocado en
c10,s y los menesterosos. Pues ya no prestaremos más y un pesebre, y la Virgen, inmaculada después del parto,
¿como 1~ pasarán los indigentes?" Dignas palabras de tales abraza a su hijo. Digamos nosotros, pastores, aquellas pa-
obras! digna resp_uesta de aqu:llos a quienes ha cegado labras del Profeta: ttComo lo oímos, así lo hemos visto en
el brillo de las riquezas; no tienen entendimiento harto la ciudad del Señor de las virtudes, en la ciudad de nuestro
capaz para comprender lo que dicen. Al revés entienden Dios 5 . " Mas ¿acaso lo que hemos oído de Cristo es casual Y
las amonestaciones; porque así como cuando yo hablo, ellos fortuito o hay para ello alguna razón histórica? ¿Qué sig-
amen_azan a los menesterosos con que no han de prestar, de nifica este hospedarse el Señor en una cueva y acos-carse en
la m~sma manera hablando entre dientes amenazan a los
necesitados con que han de cerrar las puertas. y O en pri- 4 Versión libre del g riego p or el P. RAFAEL ÜLIVER, Sch. P.
mer lugar aconsejo la dádiva y la proclamo en alta voz , 5 Salmo 42.

4fi?& ,m
GREGORIO VJ,.:, ~ · ;, , culos del
SAN ·11 s especta
1 rnarav• oso l ángeles nos
492 PADRES Y AUTORES GRIEGOS
:r,,,fas a
}cernos }os ojos a sólo los profe:as y
, que ya n~ los rn1srnos .
~f elos con ~us
C 0 rno dice
. :I-Ie aqui sino que E geho. •d
un pesebre? ¿Por qué viene a la vida en una época de em- 1
c1e o. . este gozo, 1 loria del van su ven• a
padronamiento general? ¿Por ventura no indica esto bien rnanifi_e stan S anu,t1.cia n a g C istO 1 2 , pero con
claramente que así como nos exime de la maldición de la m aravillas º,? Judá nos nace r 1 s
ley, haciéndose anatema por nosotros 6 y asume nuestras el Apóst~l, :los judíos." . enos a la promesa de c:n
heridas para que por las suyas nosotros curemos 7, así tam- no ilumina extra njeros y aJ d 1 Patriarcas; y 'l
bién quiere hacerse tributo a fin de libertarnos del yugo Los JV{agos son las bendiciones e o~l israelita, no so o
ominoso al que está sujeto el hombre tributario de la 'Testamentos y a conocimiento al pue b~, al Rey en la
tajan en . l • tarn ien
muerte? todo av~n d la luz del c1e º• sin? re aran asechanzas.
Pues cuando contemples la cueva en que quiso nacer el reconoc1en o dones· aquellos P P .. de
Estos presentan '. Estos se regoc11an
Señor, piensa cuán sombría y tenebrosa es la vida de los cueva. '11 persiguen. 1 serles
hombres, en la cual nace aquel que se manifiesta a los que stos veneran ; aque os . a uéllos ternen, a
~aber hallado al que busca~a;, . q "Viendo los Magos la
caminan en tinieblas y están sentados en sombras de muer-
te 8 • Y es atado con fajas el que sufre las cadenas de nues- anunciada su venida. y asi e~~:ba el niño, se alegraron
tros pecados. El pesebre en que nace el Verbo es habita- estrella sobre el lugar dodnde do fué turbado Y con
gran demente · mas
, , ,, 13Hero es, oyen ,
ción de los animales, para que el buey conozca a su poseedor
y el asno el pesebre de su dueño 0 • Por el buey debes entender él todo Jerusalen
. .

o como a 0 ios,
. y con el oro reve-
al que está sujeto a la ley; y por el asno, que es una bestia Estos le o f recen inc1ens d der por cierta mer-
de carga, al que está cargado con el pecado de idolatría.
. d. · d d eal y
rencian su 1gni a . r . · . , d l
an a en ten
rte por rnedio de a
l
Por lo demás, el alimento común y la vida de los brutos ced profética, la d1sposicion e ª mue '
animales es el heno. . . Mas el animal que está dotado del mirra. h rnatar a todos
uso de razón, se alimenta de pan. Por esto en el pesebre, En cambio, aquéllos juzgan que ªf que ¡ mi
que es el lugar propio de los animales que carecen de razón, los niños reunidos en un lugar determinado. !,-0 cdua ,
1
ª
se _Presenta el pan de vida debajo del cielo 10, para que los entender les arguye no tan so'1o d e c rueldad , sino e ocu.ra . ·
' , . "f" ~ ·Cómo se atrevieron
ammales no dotados de razón se nutran también con ali- Porque ·que s1gn1 1ca esa matanza. c.
(_ . . - crimen? Porque,
mento de razón y así se vean adornados con ella. Así es aquellos infant1c1das a cargar con tamano . h
qu: el Señor se col_oca en el pesebre entre el buey y el asno, dicen ellos, un portento nuevo y admirable del cielo ª
ª tm de que, derribando la pared de piedra, refunda en sí revelado a los Magos un indicio del Rey• .
mismo a los dos en un hombre nuevo 11 , suprimiendo del ¿Pues qué? ¿Tienes fe en el signo anunc iador, como
uno el pesado yugo de la ley y libertando al otro del peso veraz, o juzgas vano lo que se dice?
de la idolatría. Si es tal que hizo servir los cielos para ~í, seg~ran:iente
O Galat., 3 , 13.
está sobre tu mano. Mas si en tu, mano esta que el viva 0
7
Is., 5 3, 9. muera, ¿por qué le temes? ¿Por qué, pues, se preparan
8 Is., 9, 2.
9 Is., l, 3.
asechanzas contra el que voluntariamente se somete a tu
1
º J11an, 6, 48.
11 Efes., 2, 14, sigs.
12 Hebr., 7, 14.
1 13 Mateo , 2, 10.
1

l. 4iii1'
4P SAN GREGO!UO DE NISA
494
. p ADRES y AUTORES GRIEGOS
-~ s de dos años para abajo); era de ver a no
imperio? ¿ Por qué se transmite a ue Jllatar a Idos n1no en a q,,ellos días habían dado a luz a dos
á!ir qué ~e decreta aquella sent!ci~ ~:r~ndo mandato? P?.cas ma
. Ohres que -.
ué espectáculo se veía entonces, cuan d o . d os
· Q e~ morir_unos infantes desdichados? ./ta P?r la cual h1Jods. 1 e~t;h an ocupados a la vez cerca de una ~1sma
e ue cometieron que fuese
¡· · ,
d . é n que pecaron?
merece or d 1
ver dre
ugosy uno d e ellos a rrebata b a a 1 hºtJO
· mayor que Jugue -
sup tc10? Un solo crimen tienen . el h b e . a muerte o del 01 ªba 'cerca mien t r as el o t ro arrancaba del regazo de la
y ha her nacido . . . . a er sido engendrados tea , b od''
madre al pequeñu elo que mama a t av1a.
¿Quién describirá con 1 b _ .. ¿Qué podía h acer entonces aquella madre de_sventur~~a,
al describirla será capazpada r as tamana m1quidad? ¿Quién
· ' e con tem 1 1 ' cuando desg arr ándose la n aturaleza en dos hacia los h1JOS,
OJos? ¿Quién describirá 1I par a con sus propios ambos hací an t emblar de igual emoción las entrañas de la
¿Q1;1ién, aquellos dolorosos ªr¡~e ad c~~fusa lamentación? m adre, sin saber ésta a cuál de los dos verdugos seguir, pues
parientes, pidiendo ele ? os e n1nos, madres,
menc1a ante la a d 1
padres
• ambos arreba t aban a sus hijos, uno de una parte y otro
d ugos? ¿Cómo describ .
jándose sobre el niño t menaza e os ver-
con dalabras a un verdugo arro-
el rostro feroz y habi ad espa 1aben alto, la mirada torva,
de otra ? ¿Irá a salvar al recién nacido, lanzando conf usos
e inintelig ibles g emidos? Pero así abandona al otro que ya
una mano al t ? . fan o pa a ras crueles, arrebatar con habla y llama a su madre con lengua balbuciente. ;Oué hará.
espada. y terno 1n ante ' mien t ras con l a otra blande la pues? ¿A dónde se dirigirá? ¿Responderá a la vez a los dos?
hacia ;í y pp~;se:t:aªndoarte a ~a ml adre, atrayendo al hijo
su cerviz a agudo e hºll
¿Contestará al gemido de los dos con un solo gemido? ¿Llo-
rará la muerte de ambos ya qu,e ambos hieren por igual a la
ver ante sus ojos al hi º . f 1· uc t o, por no
verdugo? ·Co'm 10 lm e tz muerto por la mano del madre desdichada con el estímulo de la naturaleza?
los padres · eabraza o contar
d as in
. . v ocactones,
· l os l amentos d e Pero apartemos los oídos de esos lamentos y volvamos a
'
mente teniendo e n o a sus h11os '1 ·
por u ttma vez, especial- pensar en cosas alegres y más conformes con la fiesta del
1
cándose tales esce:acuenta e ~ran número de elios y verifi- día, aunque, como dice el Profeta 15 , llore Raquel la muerte
s en un mismo tie ;i Có de sus hijos. Pues, como dice el sabio Salomón, conviene
as v;;,riadas y múltº mpo. ¿ mo exponer
1 1 1
de las . que acababa tdp eds ca ami idades, los intensos dolores olvidar las cosas tristes en los días de fiesta. Y ¿qué día
n e ar a uz y ºbl f . . puede ser más solemne para nosotros que este día en que el
tos naturales? ·C, d . . sus tern es su nm1en-
mismo tiemp.o é u orno escnb1r al desdichado niño que al Sol de justicia, rechazando las malas tinieblas del diablo,
herida mortal e! se se pega_ba al pecho materno recibía la ilumina el mundo por medio de nuestra natu,raleza; en el
us entranas? •Có 1 d . f 1. cual el qu.e cae es levantado, y el que un día fué enemigo es
qu,e a tiempo de col · é mo, a a ma re m e 1z
recibía su sangre en ~~ar su pecho en la boca de su hijito admitido a la amistad, y el desterrado torna a la patria, y el
. , propio seno? q~e perdió la vida vuelve a la vida, y el que sirvió en escla-
1 Cuan tas veces el verdu O b •
solo tajo, corriendo un mi~ 1:1ata a madre e hijo de un vitud consigue la dignidad del reino, y el que estaba enca-
la madre y de la herida de suº hij~! de san~re de la herida de denado por la muerte vuelve a la región de los vivos?
Por hoy, según afirma el Profeta 16, son quebrantadas las
eran asesinados los rec ten ~ smo
. y cuando por aquella inicua ~enten . d H
· , nac1ºd os . eta
ta eb · , erodes
l
,
no solo puertas de bronce de la muerte y quedan rotas las f érreas
an dentro del segund o ano- 14 ( pues
' m ten
escrito está os que
que esta-
mandó
b 15 Jerem., 31, IS.
14 16 Salmo 106, 14.
Mateo, 2, 16.

fuN\
496 PADRES Y AUTORES GRIEGOS T SAN GREGORIO DE NISA
1 desdén de los que hacen
cadenas entre las que antes vivía detenido el género h _ • os v encer por e dº • mo si no
no nos d eJern . . es de la razón iv ina, co
mano. H oy, como canta D av1ºd 17, se abre la puerta de u1 y fa de las dispos1c~on 1 Señor tomase naturaleza
justicia. Hoy se escucha por todo el mundo ·e1 clamore: rno ºd n ven1ente que e b Y es qt1¡e
hubiese s1 o co_ . ·ese entre los hom res.
de los que celebran a un mismo tiempo semejante festividad.
Por un hombre entró la muerte y por un hombre la sal- corpórea y , n_ac1e? do, ;1:{
cual la sabiduría de D ios det~r-
vación. El primero cayó en el pecado; el segundo levantó al ignoran el m 1sten ol p~ Nos habíamos vendido voluntana-
caído. La mujer fué rehabilitada por la mujer; la primera
abrió el camino al pecado; la segunda fué el instrumento por
minó traernos la sa u . d s
mente por nuestros peca ·º '
den por dinero, éramos ese avos
r
a semejanza de los que se
del enemi_go de nuestra
. f
el cual se manifestase la senda de la justicia. Aquélla siguió el v~:a ·Qué podías tú desear que hiciese Dios en ª:'ºr
consejo de la serpiente; ésta proporcionó al matador de la vtu1yo.:> :No era por ventura que fueses libertado de tu mise-
serpiente y dió a luz al autor de la luz. Aquélla por el • e: :> p ' te empe-
ria? ¿Por qué, pues, analizas la manera. ¿ or_ que h d 1
leño introdujo el pecado; ésta por el leño introdujo la gracia. ñas en poner leyes a la bu,ena acción del bienhec or, de
Me refiero al leño de la cruz cuyo fruto es siempre verde ·
mismo modo que e1 que rech aza a 1 me'dico y le repren e
y se hace vida inmortal para los que lo gustan. su buena acción, porque le ha curado de un modo Y no de
Mas nadie se figure que a este misterio de la Pascua le
otro? . . .
convenga solamente esta acción de gracias. Puesto que ha Pero no fué digno de él, dirás, entrar en la vida hum:ina
de considerar que la Pascua es un fin de la divina dispo- y experimentar las molestias de la carne. En esto, precisa-
sición, de tal suerte que no se puede consegu,ir este fin sin
mente, aparece la magnitud del don. Porque no pudiendo
suponer existente el principio. Porque ¿qué es más anti-
guo? Pues, el principio por disposición de la muerte.
el hombre ser libertado de tan grandes calamidades de otra
Así, pues, los bienes de este día son una parte de los bie- manera, el Rey de la bienaventuranza cambió su gloria por
nes de aquel principio. Porque si se cuentan los dones que nuestra vida. Y la pureza se mezcló con nuestras inmun-
se enumeran en los Evangelios; si se recuerdan los milagros dicias, mas éstas no llegaron a manchar aquélla. Porque,
de cu¡raciones, la abundancia de alimentos en tiempo de como se lee en el Evangelio, la luz brilló en las tinieblas,
carestía y de hambre, la resurrección de los muertos, la pero las tinieblas no la envolvieron.
instantánea e inesperada formación de vino, las expulsiones Las tinieblas se desvanecen en presencia del sol, mas el
de demonios, varias enfermedades curadas, el saltar de los sol no es oscurecido en las tinieblas. Lo que es mortal, escribe
cojos, los ojos de los ciegos untados con barro, la doctrina el Apóstol 1°, es absorbido por la vida, pero jamás l a vida
divina, las leyes promulgadas, el arcano sentido de las parábo- es consumida por la muerte.
las; todo esto constituye el encanto del presente día. Puesto Lo que fué corrompido se conserva con lo incorrupto,
que ha sido el origen de todos los bienes que han sido alcan- puesto que la corrupción no se hermana con la incorrupción.
zados después. Por esto se levanta ese concierto común de todos las cosas
Por lo cual alegrémonos y regoc1Jemonos en él. Despre- creadas alabando a una voz al Señor. Y así. cantando toda
ciemos las burlas de los hombres, según aconseja el Profeta 18, lengua del cielo, de la tierra y del infierno, el Señor Jesu-
17 Salmo 117, 10.
cristo permanece en la gloria de Dios Padre, para ser alabado
18 Salmo 43, 17. eternamente. Así sea.
19
1I Cor., :s, 4.
es
498 PADRES Y AUTORES GRIEGOS SAN GREGORIO DE NISA ~99

• • es una fuerza inmutable que nos hace reprimir


cristiana ., . 11
los asaltos de la tentacion, _Y que seme1ant~ a una ama que
DE LAS BIENA VENTURANZAS • e se lanza y eleva sm ceder a su alimento, no se re-
siempr . . . d
( EXTRACTO SINTÉTICO) 1·ega jamás y subsiste siempre sm retroce er; o como una
~~ble perseverancia que resiste a la impetuosida~ de las
Biena'r,;enturados los -pobres de espíritu. La pobreza de pasiones, y tiene el alma constantemente en guardia contra
espíritu es lo mismo que la humildad. Jesucristo la consi- el orgullo y la cólera. Como hay en nuestra naturaleza una
dera como la primera de las virtudes, y el origen de las actividad que la encamina hacia el mal, la mansedumbre
bienaventuranzas, porque el orgullo había dado entrada a que comprime esta desgraciada inclinación se llama justa-
todos los vicios y nos había completamente degradado; y mente " dichosa", porque toma su origen en la humildad,
para conocer bien la vanidad y el orgullo basta sólo consi- y porque, desterrando el orgullo del corazón, quita la oca-
derar el hombre interiormente. Barro animado, muy pronto sión de la cólera, extingue esas falsas delicadezas que nos
polvo infecto ; lo que os envanece no es más que vuestra hacen sentir tan vivamente las ofensas y la denegación de
juventud, vuestra belleza, las riquezas de vuestros adornos, los honores, y establece el alma en esa tranquilidad que
pero no vosotros mismos. Vosotros no habéis ido a aprender desafía todos los combates.
los secretos de nuestra naturaleza en ninguno de esos luga- Dichosos los misericordiosos porque obtendrán misericor-
res en que nuestros padres están enterrados; vosotros no dia. Respondedme, pu.es, vosotros que preferís vuestro oro
habéis contemplado esos montones de huesos acumulados a la celestial bienaventuranza, ¿qué riquezas o qué pedre-
los unos sobre los otros, o confusamente esparcidos; no esos rías son comparables a las recompensas que debe reportar
cráneos descarnados, ni esas cabezas mutiladas, cuyo aspecto la misericordia, cuando el Señor, haciéndose ver al universo
causa horror y disgusto; ni esas profundas cavidades en que con el esplendor de toda su omnipotencia, y rodeado con
la vista no puede penetrar, ni esos restos de bocas sin orna- las legiones innumerables que componen su corte, ostente
mentos, ni esos pedazos de miembros sin lazo alguno que en presencia de los misericordiosos los tesoros de su reino
los una; éste es vuestro porvenir ; buscad, en vuestros sue- Y abra a éstos sus puertas? Pero, ¡ah!, ¡qué terrible será el
ños, esa flor de una brillante juventud, esa frescura del espectáculo que demuestre claramente los espantosos supli-
colorido, esos labios risueños, esos ojos brillantes que pro- cios que prepara su cólera: el género humano todo entero
nunciaban la arrogancia y el desdén, esa cabellera graciosa, reunido, y convocados cuantos han existido desde el pri-
esas manos tan hábiles para lanzar la flecha y el dardo, esos m ero de los días hasta el que haya sido el último, estará
pies flexibles y vigorosos, esa púrpura que nos ,decora; ¿qué suspendido entre el temor y la esperanza, incierto de su
ha venido a ser de todo esto? ¿En dónde está el alimento destino; los pecadores, sometidos a su conciencia y luchando
de vuestro orgullo? con sus remordimientos, estarán como los culpables en las
Dichosos los que son mansos. ¿Cuál es, pues, la manse- manos de su verdugo, esperando oír la sentencia fatal; enton-
dumbre que produce la bienaventuranza, cuando no toda ces, el misericordioso, lleno de confianza y seguridad, y ani-
mansedumbre es virtud? Hay una mansedumbre de tempe- mado por las aclamaciones de todos los que hayan partici-
ramento, que no es ni tibieza ni pusilanimidad, y no es la
pado de sus beneficios, no necesitará ir a presentarse ante el
que animaba a San Pablo en los combates. La m ansedumbre
Juez supremo, mientras que el rico avaro no recibirá más

cC57t:,
501
SAN GREGORIO DE NISA
JOO PADRES Y AUTORES GRIEGOS
causan la turbación en el alma y el desorden en
zosas que
,que desdenes y desprecio de Dios, que se ha hecho b
:favor de los indigentes. po re en los sentidos. · l · t· · p
Dichosos los que sufren persecuciones P?r . a ¡us zeta ar-
Dichosos los que tienen el coraz ón puro porque ell p u e d e ellos es el reino de los cielos. El mart1r, lleno d~ esta
, v· os o- q bl. e esperanza se ríe de las adversidades que le oprimen,
seeran a. zos. Ver ' bla Dios, es poseerlo y con El la vid a mmor-
· su im 'l una lluvia ' .
de piedras no es mas, que un d u lce
ta1_, 1a _1ncf: 'rrupt1 e et,ernidad, su felicidad inagotable, su y para e
, 21 porque ve lo que había espera o, el c1e
' d . l o a b 1erto
.
remo sm m, sus a1egnas sin mezcla de pesar, su luz ver- rocio , 1 ·
D·os presente al combate para coronar a su ateta victo-
d~dera, sus encantadoras conversaciones, su gloria inconmu- Y. i y en verdad ;cómo es posible renunciar a todos los
mcable, en una palabra, el con1·unto de todos los bienes u rioso. , '- .
..d d ' na placeres de la vida, y a resistir a _la v_iolencia, de las persec~-
f el1c1 a que es irnpos_i?le explicar. Pero, ¿cómo será posi-
ciones y a la amargura de las privaciones m~~ dolor~as! sm
ble obtenerla? ¿A qmen sera d ado el ver a Dios, cuando
estar asistido por Dios que según la expresion 22del Aposto!
nuestr_a inteligencia no puede ni aun comprenderlo? A los
" ju stifica y glorifica a los que ha predestina?o" _ • Entonces,
que tienen el corazón puro, luego, no siendo superior a lo que atrae las miradas, no es lo que se deJa, smo lo_que se
nuestras fuerzas el tener pureza de corazón, todo el que va a ocupar; no es la pérdida de las cosas de_ la tierra la
conserve la más pequeña chispa de ese amor aspira a ver que aflige, sino la posesión del Cielo la que mflama; los
al Soberano Bien, debe no dejarse abatir por el desaliento;
más espantosos tormentos no son más que el instrumento
vosotros tenéis en vuestro corazón ese mismo amor, porque
con que nuestros lazos son cortados, la llama de las hogu~-
la pureza de corazón no es otra cosa sino la impresión de ras no es más que una depuración, y la espada no hace mas
su ?ivi?: belleza, el espej'o en que brillan esos rayos de sol que libertar al alma de las trabas de la carne, porque nuestro
de 1ust1c1a que nuestros ojos no podrían soportar en su res-
ser se compone de dos substancias, la una terrestre Y la
plandor; la escala de Jacob, el carro de fuego que condujo otra espiritual, y mientras que la primera se disuelve, la
al pr~f~ta ~lías lejos d_e su tierra 20 y hasta el Cielo. Huir otra se renueva (II Cor., 5, 1); y así como el cuerpo, p~r
del v1c10; este es el pnmer grado para elevarse lo más que ser todo materia, está sujeto al destino de ~o que es matena
se pueda; y practicar la virtud, es el segundo.
perecedera, del mismo modo el alma, asociada a una natu-
Di~hosos los pacíficos porque ellos serán llamados hijos raleza divina, está sometida a un elemento que no puede
de Dios. Tal es la recompensa que nos espera al término perecer. La muerte no puede tener acción más que sobre
del corn~ate, pero _¿,cuál ~s este combate? Si sois pacíficos, la carne, y cuando desprende el alma de la alianza impura
una gloriosa adopc1on os mtroducirá en la familia de Dios; que la encadenaba, le vuelve entonces toda su hermosura Y
pero, ¿qué es_ ~er pacífico? El que da la paz a otro; la paz
es ~na afecc10n que el prójimo recibe corno regalo de la dignidad.
candad, Y semejante a esos bálsamos preciosos cuyo per-
21 Cfr. Hech., 7, 54.
fume se exhala lej'os; ella derrama también en su derredor 22 Rom., 8, 30.
sus dulces influencias, y viene a ser para el alma lo que la
ulud para ~l cuerpo; ~on ésta no se padecen enfermedades,
Y con aquella se arro1an esas pasiones violentas O vergon-
2º Cfr. IV Reyes, 2, 11.

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