Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Después de una compleja evolución y con no pocos excesos se reconoció competencia al poder
ejecutivo para dictar normas delegadas y reglamentos de necesidad y urgencia.
En la reforma constitucional de 1994 se parte de una formula genérica que prohibe la delegación
legislativa n el poder ejecutivo y se declara la caduca, a los cinco años, de toda la delegación
delegada preexistente que no contenga plazo establecido para su ejercicio. No obstante, se
prescribe su admisión constitucional con respecto a dos materias:
de administración
de emergencia publica
El precepto que trata de salvaguardar el art. 76, se fundan las delegaciones efectuadas por el
congreso en cabeza de los distintos entes reguladores y no obstante que ellas son anteriores a su
sanción constitucional quedan legitimadas en tanto no avance sobre materias reservadas a la ley
en forma absoluta.
Para determinar el ámbito de presupuesto del art. 76, hemos tomado la ley 25.414 ( sancionada y
promulgada el 29 de marzo del 2001 ), dicha norma hace referencia justamente a la delegación del
ejercicio de atribuciones legislativas., materias determinadas de su ámbito de administración,
emergencia publica y sus alcances.
Todo esto queda sujeto al plazo para su ejercicio y se establecen las bases de la delegación, esto es
lo que la jurisprudencia denomina " la política legislativa".
Al incorporarce en la ultima reforma la delegación de facultades legislativas en el órgano ejecutivo,
debe interpretarce que las mismas son con carácter restrictivo para que en la practica política no
se desvirtúe bajo ningún concepto la separación de los poderes ni se menoscabe la jerarquía del
congreso y su trascendente función constitucional, la forma en que ha de ejercer el poder
ejecutivo esta delegación esta establecida en el art 99 inc 3 de nuestra constitución.
La Constitución debe interpretarse en forma integral. El artículo 29, podía ser la vía para
cuestionar las delegaciones cuando no había una clara voluntad del constituyente que otorgara la
facultad de delegar las facultades legislativas en el Poder Ejecutivo.
Hoy, la realidad institucional que está consagrada por la reforma de 1994 es distinta: delegar
facultades en el marco del artículo 76 no es conceder la suma del poder público.
Como todos sabemos, el artículo 29 de la Constitución es, tal como lo sostiene uno de nuestros
más afamados tratadistas, Germán Bidart Campos, la norma más autóctona de la Carta Magna.
Responde a una clara circunstancia histórica y, por lo tanto, debe ser interpretada en el marco de
ese contexto histórico y no fuera de él.
¿Cuáles eran las facultades extraordinarias que se habían otorgado al gobernador de la provincia
de Buenos Aires y que determinaron la prohibición del artículo 29 en la Constitución del 53? Ese
antecedente son las leyes de la provincia de Buenos Aires que otorgaron competencias especiales
a distintos gobernadores de esa provincia: Martín Rodríguez en 1820, Viamonte en 1829 y Juan
Manuel de Rosas en 1835 y 1851.
Como consecuencia de esas normas, el gobernador Rodríguez fue autorizado a aplicar penas sin
detenerse en la lentitud y trabas de las formas ordinarias; Rosas, a adoptar medidas según su
ciencia y conciencia, sin otras restricciones que conservar la religión católica y defender la causa
nacional de la Federación. En 1851 tuvo a su disposición, sin limitación ni reserva alguna, los
fondos de la provincia, la fortuna, la vida, la fama y el porvenir de los representantes de ella y de
sus comitentes.
El artículo 29 prohibe conferir la suma del poder público, Ello supone que todas las competencias
propias de todos los poderes quedan en manos de un solo órgano de gobierno. Hoy no estamos
haciendo eso.
Ello implica, según Néstor Sagüés, desorbitar a un poder del Estado, aumentando
desmesuradamente sus competencias con funciones de otro órgano o con las que no le otorga la
Constitución, lo que quiebra el equilibrio de poderes o el de las relaciones entre el Estado y las
personas. La Corte ya ha sostenido que quien ejerce una facultad constitucional, aunque sea
excepcional, no está asumiendo facultades extraordinarias en el sentido del artículo 29, y lo tiene
sentado en una vieja doctrina a partir del caso "Zabala". Ya antes de la reforma del 94 la doctrina
constitucional entendía que la delegación de competencia legislativa en el presidente o el hecho
de que éste dicte decretos de necesidad y urgencia no significan de por sí la práctica de facultades
extraordinarias. De la misma forma que en el caso del estado de sitio el Poder Ejecutivo asume
facultades especiales que no implican la violación del artículo 29, cuando se delegan en el
Ejecutivo facultades legislativas en virtud del artículo 76 tampoco se viola el artículo 29. se trata en
esencia de emergencias constitucionales que alteran temporariamente el reparto normal de los
recursos del gobierno, pero dentro de los límites que la propia Constitución ha establecido.
Es el Congreso el que controla el ejercicio de la delegación y la deja sin efecto a través del mismo
mecanismo que utilizó para otorgarla. No hacen falta, mayorías especiales. Tampoco es necesario
establecer un plazo determinado ni es menester que se den causales específicas. El Congreso sigue
siendo el titular de la función legislativa: delega y reasume sus funciones a su entero arbitrio. El
rígido esquema presidencialista de 1853 carecía de la flexibilidad y de la adaptabilidad que el
mundo moderno, con su realidad compleja, reclama.
La norma autoriza la derogación total o parcial de algunas leyes con un objetivo claro: hacer
eficiente a la administración pública. Además se refiere a aquellas leyes que afecten el
funcionamiento operativo de la burocracia estatal, en especial aquella relativa a sus misiones y
funciones. Las facultades impositivas que se conceden en el punto II del artículo 1° tampoco violan
los límites impuestos por el artículo 76 de la Constitución Nacional. Un principio elemental de la
interpretación jurídica afirma que donde la ley no distingue no debemos distinguir, sin perjuicio de
la interpretación restrictiva que merece cualquier delegación. Es evidente que el constituyente de
1994 no quiso introducir en el artículo 76 los límites temáticos que sí impuso para los decretos de
necesidad y urgencia previstos en el artículo 99. Si hubiera querido que se aplicaran lo habría
establecido expresamente, como hizo en otras normas en las que vedó la aplicación de cierta
institución a algunos temas, tal el caso del artículo 99 inciso 3) y del artículo 39, referido a
iniciativa popular. Por otra parte, el propio artículo indica cuáles son los límites dentro de los que
cuales podrá usarse la facultad impositiva y qué exenciones no podrán modificarse.
Los incisos c) y d) del punto II del artículo 1° implican el reconocimiento de las necesidades de las
provincias y de las particularidades de las economías regionales, garantizándoles un trato
adecuado a sus circunstancias. En cuanto a las facultades del inciso e) en materia de desregulación
no puede decirse, como se ha afirmado por allí, que la delegación sea una norma en blanco ni que
ella sea abierta. La facultad que se delega para derogar o modificar normas de rango legal no
podrá afectar los códigos de fondo, las leyes penales o previsionales ni la ley de convertibilidad,
entre otras disposiciones previstas específicamente en ese inciso. En cuanto a la posibilidad de
privatizar, en el punto III del artículo 1° se establece claramente cuáles son las exclusiones y
limitaciones, quedando a salvo entre otros organismos --y quiero destacarlos especialmente-- , las
universidades, el Banco de la Nación Argentina, la AFIP y los entes reguladores. El artículo 2° no
sólo aclara que las restricciones establecidas en los artículos anteriores son las bases del ejercicio
de la delegación que vamos a hacer sino que, además, fija de modo claro cuatro restricciones
En los artículos 76 y 100 inciso 12), hasta tanto se concrete la creación de la Comisión Bicameral
Permanente, no sólo se crea una comisión de control con representación pluralista y proporcional
a la representación parlamentaria de las fión tiene que ser racional y razonable.
Ahora, le corresponde al Poder Ejecutivo ejercer esas facultades con razonabilidad y sin violar los
límites impuestos, generando las condiciones necesarias para el logro de los objetivos
comprometidos, que son la reactivación de la economía, la promoción de las inversiones y el
desarrollo de las economías regionales en un marco de respeto a los derechos de todos los
argentinos.
3. Derecho tributario
Aunque diría que su trascendencia está más bien dada por las circunstancias políticas, sociales y
económicas que estamos viviendo que por su contenido.
Además, la delegación legislativa no era una invención sino que estaba aceptada en el derecho
comparado y en instituciones avanzadas de otros países. Lo que hizo el constituyente de 1994 fue
simplemente darle constitucionalidad a algo que se había hecho práctica y que había sido
aceptado por la jurisprudencia como un modo de reforzar el estado de derecho y no de debilitarlo;
como un modo de afianzar la división de poderes del Estado, lo cual constituye uno de los pilares
de la República, y no para atacar la división de poderes del Estado, porque en esta norma se dice
que se puede hacer esto, pero hasta acá y no más allá; y en tales circunstancias y durante
determinado tiempo. Es decir que se le está poniendo los límites.
Pero la delegación es una institución típica del Derecho Administrativo. Siempre se habló de la
delegación por la cual se autoriza a que un órgano transfiere a otro el ejercicio de su propia
competencia. Lo que ocurre es que en materia legislativa, siempre se ha cuestionado la posibilidad
de que el Poder Legislativo pudiera ceder facultades al Poder Ejecutivo.
De todos modos, nuestra jurisprudencia fue reconociendo esto. Por ejemplo, en el caso "Delfino",
de 1927 y a través de una rica jurisprudencia que fue sucediéndose y que incluyó los célebres
casos "Mouviel", de 1957 y el más reciente caso "Cochia", la Corte Suprema aceptó ampliamente
la validez de la legislación delegada..
En el fallo "Delfino" la Corte dijo que no existe propiamente delegación sino cuando una autoridad
investida de un poder determinado hace pasar el ejercicio de ese poder a otra autoridad o
persona, descargando sobre ella esas facultades.
A ese respecto, Bianchi dice que "la intención del constituyente ha sido la de prohibir --como
regla-- toda clase de delegación legislativa, no sólo la que ya estaba prohibida sino también la que
estaba permitida a través de la línea jurisprudencial Delfino - Mouviel - Cochia. (Bianchi, Alberto,
"La delegación legislativa luego de la reforma constitucional de 1994", La Ley, 1996-IV, página
769).
Sin embargo, esa regla general tiene dos excepciones: la primera, cuando la delegación se otorgue
sobre materias determinadas de administración y, la segunda, cuando se establezca para
enfrentar una situación de emergencia pública.
4. Derecho comparado
Una forma de aportar fundamentos, de alguna manera; en la legislación extranjera es común la
existencia de normas similares a las de nuestra Constitución en lo que respecta a la delegación de
facultades.
Así, a simple título de ejemplo, podemos mencionar que el artículo 76 de la Constitución de Italia
de 1947, aunque confirma el principio de división de poderes, admite que el ejercicio de la función
legislativa puede delegarse en el gobierno, pero únicamente con determinación de los principios y
criterios directivos y sólo por tiempo limitado y con objetos definidos. Cualquier similitud con
nuestra norma no es casual sino que se la ha tenido en cuenta por parte de los constituyentes de
1994.
Lo mismo ocurre con el derecho constitucional español, ya que el inciso 1 del artículo 82 del
Capítulo II, titulado "De la elaboración de las leyes", de la Constitución de España de 1978 --que
terminó con la dictadura de Franco-- establece que las cortes generales podrán delegar en el
gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley sobre materias determinadas no incluidas
en el artículo anterior. Y este artículo anterior hace referencia a las leyes orgánicas relativas al
desarrollo de derechos fundamentales, como libertades públicas, estatutos de autonomía y
régimen electoral. Es decir que también en España la delegación tiene que ser concreta, sobre
materias determinadas y se excluye el dictado de leyes sobre derechos fundamentales como
régimen electoral y autonomías regionales, tema este último que es muy caro para el derecho
español.
Asimismo, si analizamos las constituciones de los Estados Unidos y de Alemania también veremos
que las normas sobre delegación tienen un hilo conductor que las posibilita, aunque por distintas
razones --pudiendo mencionar entre ellas a la emergencia--, y siempre por tiempo determinado y
sobre bases y materias prefijadas.
Ahora bien, ¿cuáles son las materias determinadas de administración? Este es el primer supuesto.
¿Qué son materias determinadas de administración? Esto se ha preguntado desde hace mucho
tiempo.
La fijación de las fuerzas armadas y el dictado de las normas para su organización y gobierno;
Toda otra materia asignada por la Constitución Nacional al Poder Legislativo, que se relacione con
la administración del país.
O sea que la legislación delegada ya ha sido definida por la ley 25.148 y no necesitamos acudir a
interpretaciones doctrinarias. Justamente, teniendo en cuenta esas materias determinadas de
administración son las que se van a delegar al Poder Ejecutivo .
Por otra parte, además de las materias determinadas de administración, la ley hace referencia a la
emergencia pública.
A diferencia de los decretos de necesidad y urgencia, en los cuales el Congreso actúa a posteriori,
en este caso el Parlamento actúa a priori. Efectivamente, en el caso anterior, el que decreta que
hay necesidad y urgencia a fin de atribuirse potestades legislativas es el propio Poder Ejecutivo.
Dice "Por razones de necesidad y urgencia, yo asumo el Poder Legislativo en estas materias --que,
como sabemos, no pueden versar sobre derecho penal, laboral, previsional e impositivo-- y lo
comunico al Congreso".
Los dos casos respecto de los cuales la Constitución ha establecido la emergencia son los
vinculados con los decretos de necesidad y urgencia y los relacionados con la legislación delegada.
La única diferencia es que en este último caso el Congreso actúa a priori. Dice "por tales y cuales
causas --por necesidad de administración o por emergencia-- le vamos a conceder al Poder
Ejecutivo ciertas y determinadas facultades".
El control se hace a priori cuando establecemos los límites, pero también a posteriori, porque
interviene la misma Comisión Bicameral Permanente establecida para los decretos de necesidad y
urgencia.
Bidart Campos, siguiendo esta línea de pensamiento, entiende que el presidente sólo puede emitir
decretos de necesidad y urgencia cuando existe, en razón de la urgencia, la imposibilidad de
legislar; mientras que de existir esa posibilidad el Congreso podrá, en todo caso, delegar en el
presidente las facultades que crea convenientes. (Bidart Campos, Germán. Tratado Elemental de
Derecho Constitucional. Tomo IV, página 347.)
Barra sostiene que en el caso de la delegación esa intervención posterior del Congreso es posible,
aunque no la prevé expresamente la norma constitucional. Es que nada puede impedir que el
Congreso se encuentre disconforme con la manera en que el Ejecutivo ejerció la competencia
delegada, y derogue o modifique la norma delegada sin perjuicio de su validez y vigencia hasta ese
momento. En la situación de emergencia pública, discrecionalmente valorada por el Congreso, lo
que excluye su revisión judicial, el legislador entiende que la forma más rápida y efectiva de
enfrentarla es a través de la delegación en favor del Ejecutivo, para lo cual debe establecer un
plazo para su ejercicio y las bases o políticas.
Son las finalidades, los criterios, inclusive los medios fundamentales apropiados que la norma
delegada deberá respetar. La ley de delegación debe contener estos requisitos para su validez
constitucional, los que sí pueden ser examinados por los jueces y respetados por la norma
delegada.
Al respecto debemos hacer una interpretación armónica de la Constitución para impedir que por
vía de la delegación se puedan alterar principios constitucionales fundamentales, porque la
emergencia tiene grado y recae sobre determinada materia. Por ejemplo, en la materia impositiva
en cuanto a la facultad de crear tributos, es decir, el aspecto constitutivo de la obligación fiscal, no
puede ser materia de delegación, así como tampoco la reglamentación de los derechos básicos
previstos en los artículos 14 y 14 bis de la Constitución Nacional. Se podrán preguntar por qué.
Porque no hay emergencia que pueda justificarlo. ¿Cuál sería la razón de emergencia para delegar
una función para que se reglamente el artículo 14, para que se cree un impuesto o para que se
altere el principio del artículo 14 bis de la Constitución Nacional? No hay razón.
La Constitución no quiere que se deleguen integralmente las facultades para legislar sobre materia
laboral, previsional, de la seguridad o asistencia social.
Además debemos tener en cuenta que el Congreso tiene a su cargo todos los poderes residuales
no expresamente atribuidos al Poder Ejecutivo o al Poder Judicial, según lo establece el artículo
75, inciso 32) de la Constitución. Por ello, como poder con algún grado de preeminencia sobre los
otros y constituidos por la representación del pueblo de las provincias tiene una competencia
exclusiva e indelegable en cuanto a la reglamentación de los derechos básicos.
En este sentido Manuel María Diez ha sostenido de administración? Este es el primer supuesto.
¿Qué son materias determinadas de administración? Esto se ha preguntado desde hace mucho
tiempo. Siguiendo a Marienhoff podemos decir que se trata de cuestiones materialmente
administrativas que, por ello, corresponderían al ámbito de competencia del Poder Ejecutivo,
aunque por expresa disposición constitucional han sido atribuidas al Poder Legislativo. Es decir
que la materia determinada de administración es aquella materia administrativa que
normalmente debería corresponder en cuanto a su manejo al Poder Ejecutivo, pero que la
Constitución ha puesto en cabeza del Poder Legislativo. Entonces, en virtud de esta delegación se
la estamos devolviendo, en ciertos y determinados casos, al Poder Ejecutivo. Esas son las materias
determinadas de administración.
Por supuesto que es así. No obstante, todos los actos que dicte el Poder Ejecutivo como
consecuencia de la delegación de facultades, además de ser refrendados por el señor jefe de
Gabinete de Ministros, se debería realizar con un acuerdo general de ministros. Esto sería una
forma de ampliar el ámbito de responsabilidad del Poder Ejecutivo, porque también lo son los que
refrendan el acto.
Dicho esto, debe quedar claro que el único titular de la delegación es el titular del Poder Ejecutivo,
que es el presidente de la Nación. Por que en alguna jurisprudencia de la Corte se autorizaba la
delegación en cuerpos administrativos. Eso no lo admite la Constitución y el Congreso no lo puede
decidir. La delegación se hace al titular del Poder Ejecutivo, al presidente de la Nación que, según
el inciso 12) del artículo 100 de la Constitución Nacional, debe contar con el refrendo del señor
jefe de Gabinete de Ministros, sin lo cual los actos estarían viciados de nulidad absoluta.
5. Organo de control
La ley 24.631, en su artículo 8, establece que hasta tanto se cree la Comisión Bicameral
Permanente las funciones serán ejercidas por las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de
Asuntos Constitucionales de ambas cámaras del Congreso. Esta sería una solución transitoria hasta
tanto se cree la mencionada Comisión Bicameral Permanente.
Queda claro que como un ejercicio de esa facultad de control, aunque no se lo diga expresamente,
el Congreso tiene la posibilidad de derogar o modificar esas normas delegadas por razones de
legalidad a través de la comisión que creamos.
No debemos olvidar lo que es el doble control ya que el Poder Judicial también tiene la facultad
del control de constitucionalidad mediante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Creo que no podemos dejar de mencionar este juego armónico de los poderes porque si el
Congreso delegara inconstitucionalmente, el Poder Judicial estaría en condiciones de revocar esa
situación.
En este sentido, más allá de las facultades de delegación que le compete al Poder Legislativo y de
aquellas vinculadas con el ejercicio por parte del propio Poder Ejecutivo, el control de
constitucionalidad también existe por parte del Poder Judicial
No sólo se trata del control que el Congreso va ejercer como poder delegante, sino también del
inherente al Poder Judicial a través de sus jueces de declarar la inconstitucionalidad, aun de oficio,
de acuerdo con lo que fija la Constitución reformada en 1994.
Esto ha sido porque en algún momento en la provincia de Buenos Aires se dictó una ley poniendo
a merced del entonces gobernador la fama, la fortuna y el honor de los ciudadanos.
Efectivamente, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires sancionó leyes por las que se
otorgaron poderes extraordinarios y la suma del poder público al entonces gobernador Juan
Manuel de Rosas.
El 6 de diciembre de 1829 esa Legislatura lo inviste de las facultades extraordinarias que "juzgue
necesarias" para arreglar la administración interior, proveer a sus necesidades, prevenir ataques y
afianzar el orden y la tranquilidad pública.
La ley del 7 de marzo de 1835 deposita la suma del poder público de la provincia en la persona del
gobernador sin más restricciones que las que paso a enunciar. Fíjense qué parentesco puede
haber entre aquellas disposiciones y esta; las únicas limitaciones que había para el gobernador
eran las siguientes: deberá conservar, defender y proteger la religión católica apostólica romana;
deberá sostener y defender la causa nacional de la Federación que han proclamado todos los
pueblos de la República. Por su parte, el artículo 3 decía: "El ejercicio de ese poder extraordinario
durará por todo el tiempo que, a juicio del gobernador electo, fuese necesario"; es decir,
indefinidamente.
Por si esto fuera poco, como dicen algunos vendedores, la ley del 20 de setiembre de 1851
completa la atribución de la suma del poder público cuando pone fondos, fortuna, vida y fama a
disposición de Rosas, concentrando en él todas las funciones de gobierno.
¿Qué tiene que ver lo que se esta haciendo hoy, dentro de la Constitución, con todos los
parámetros legales, con todos los controles y garantías, con las instituciones de la República
funcionando a pleno, con un Senado, con una Cámara de Diputados, con un Poder Judicial, con un
Ministerio Público extra poder -según sostienen algunos- con todo aquello? Hay que ser exagerado
para pretender comparar ambas cosas.
Sobre este tema Segovia dice que la norma del artículo 29 es inaplicable a la delegación de
facultades legislativas, ya que la misma "no envuelve la concesión de poderes absolutos
extraordinarios; tampoco constituye en supremo al Poder Ejecutivo ni significa un sometimiento
del Poder Legislativo. La delegación de facultades legislativas implica un traspaso de facultades
legislativas normales, ordinarias y controlables por el Congreso". (Segovia, Juan Fernando.
"Delegación de facultades legislativas" en Atribuciones del presidente argentino, página 323.)
Acá lo dice Segovia: esta cediendo facultades ordinarias, facultades del congreso. Lo extraordinario
son la circunstancia y la excepcionalidad. Es extraordinario que se deba ceder , pero las facultades
que se ceden no son extraordinarias. Por ello, si no hubiera existido el artículo 76 de la
Constitución de 1994, quizá, se podría hra, cuando la delegación se otorgue sobre materias
determinadas de administración y, la segunda, cuando se establezca para enfrentar una situación
de emergencia pública.
6. Conclusión
Los decretos del poder ejecutivo que ejercen dichas dificultades delegadas deben ser refrendados
por el jefe de gabinete de ministros y estar sujetos al control de una Comisión Bicameral
Permanente Ad-hoc ( art. 100 inc 2).
Tenemos disposiciones generales que contiene principios generales, respecto de las cuales el
único juez que se pueda invocar es la corte constitucional, que no tiene ni el tiempo ni el deseo
para afrontar cuestiones teóricas del derecho tributario y se lava las manos ateniéndose a la
discrecionalidad del legislador.
De esta situación de asfixia se puede salir solo con una ley general que afronte, incluso en un
sistema tributario de masa, el tema de la ignorancia inevitable de la ley tributaria.
La ley tributaria debe ser imparcial, el problema es la imparcialidad de la ley que aun siendo
preordenada a golpear determinados presupuestos económicos y por tanto determinados
sectores sociales del país, debe ser siempre puesta en interés general, es decir debe ser siempre
instrumento de justicia.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación dijo : " no existe propiamente delegación sino cuando
una autoridad investida de un poder determinado hace pasar el ejercicio de ese poder a otra
autoridad o persona descargando sobre ella ..........existe una distinción fundamental entre la
delegación de poder para hacer la ley y la de conferir cierta autoridad al poder ejecutivo o a un
cuerpo administrativo, a fin de regular los pormenores y detalles necesarios para la ejecución de
aquella, lo primero no puede hacerse, lo segundo es admitido".
La delegación debe estar sujeta a limites y la política legislativa establecida, no pudiendo ser total
ni tampoco encomendarse a los órganos administrativos la facultad de creas delitos,
contravenciones o impuestos , materias que exigen la presencia de una ley en sentido formal.
Por lo tanto, esta delegación debe ser siempre expresa y especial, estableciéndose para cada
caso."Artículo 852°.
Formalidad de la partición
Cuando todos los herederos son capaces y están de acuerdo en la partición, se hará por escritura
pública tratándose de bienes inscritos en registros públicos. En los demás casos, es suficiente
documento privado con firmas notarialmente legalizadas. (*)
2. Cuando hay heredero declarado ausente, a solicitud de las personas a quienes se haya dado
posesión temporal de sus bienes.
La partición que comprende los derechos de un heredero concebido, será suspendida hasta su
nacimiento. En el intervalo la madre disfruta de la correspondiente herencia en cuanto tenga
necesidad de alimentos.
Puede también diferirse o suspenderse la partición respecto de todos los bienes o de parte de
ellos, por acuerdo de todos los herederos o por resolución judicial y por un plazo no mayor de dos
años, cuando la ejecución inmediata pueda ocasionar notable perjuicio al patrimonio hereditario,
o si es preciso para asegurar el pago de deudas o legados.
Partición con garantías
Si hay desacuerdo entre los herederos sobre los derechos de alguno de ellos, sobre la obligación
de colacionar o acerca del valor de los bienes colacionables, se hará la partición prestando
garantía para los resultados del juicio que se promoviere.
Los bienes se adjudicarán en especie a cada uno de los herederos. De no ser posible, el valor de
sus cuotas le será pagado en dinero.
Si no hubiera el dinero necesario para el pago a que se refiere el artículo 859, se procederá a la
venta de los bienes hereditarios que sea menester, previo acuerdo mayoritario de los herederos y
con aprobación judicial.
Si en la herencia hay bienes que pueden ser cómodamente partibles, su partición material se
efectuará adjudicándose a cada heredero los bienes que corresponda.
Las porciones asignadas por el testador que reunidas exceden del total de la herencia se reducirán,
a prorrata, salvo lo dispuesto por aquél.
Los créditos que constituyen parte del activo hereditario, se dividirán entre los herederos en
proporción a la cuota que tienen en la herencia.
Partición de bienes omitidos
La omisión de algunos bienes en la partición no es motivo para que ésta no continúe, para dejarla
sin efecto, ni para pedir la nulidad de la practicada. Los bienes omitidos deben ser partidos
complementariamente.
La nulidad no afecta los derechos de los terceros adquirente de buena fe y a título oneroso. (*)
Vencido el heredero en un juicio sobre los bienes que se le adjudicaron, sus coherederos le
indemnizarán, a prorrata, el valor que ellos tenían al momento de la evicción. Si alguno resulta
insolvente, la responsabilidad la asumen los solventes y el que la pide.
No hay saneamiento por evicción cuando el juicio proviene de causa expresamente excluida de la
partición, es posterior a ésta o se debe a culpa exclusiva del heredero.
Improcedencia de saneamiento por insolvencia
TITULO III
CAPITULO PRIMERO
Cargas
1. Los gastos del funeral, y en su caso, los de incineración, que se pagan preferentemente.
Las personas que hayan vivido en la casa del causante o alimentado por cuenta de éste, pueden
exigir al albacea o a los herederos que continúen la atención de estos beneficios con cargo a la
masa hereditaria, durante tres meses.
CAPITULO SEGUNDO
Deudas
Mientras la herencia permanece indivisa, la obligación de pagar las deudas del causante gravita
sobre la masa hereditaria; pero hecha la partición, cada uno de los herederos responde de esas
deudas en proporción a su cuota hereditaria.
Los acreedores del causante tienen preferencia respecto a los acreedores de los herederos para
ser pagados con cargo a la masa hereditaria.
El heredero puede pedir que las deudas de la herencia, debidamente acreditadas y que carezcan
de garantía real, sean pagadas o se asegure su pago antes de la partición.
La pensión alimenticia a que se refiere el artículo 728 es deuda hereditaria que grava en lo que
fuere necesario la parte de libre disposición de la herencia en favor del alimentista y se pagará,
según los casos:
1. Asumiendo uno de los herederos la obligación alimentaria por disposición del testador o por
acuerdo entre ellos. Puede asegurarse su pago mediante hipoteca u otra garantía.
2. Calculando el monto de la pensión alimenticia durante el tiempo que falta para su extinción, y
entregando al alimentista o a su representante legal, el capital representativo de la renta.
La elección de las indicadas alternativas corresponde a los herederos ; si hubiere desacuerdo entre
ellos, el juez decidirá su forma de pago.
Oposición del acreedor a la partición
La oposición se ejerce a través de demanda, o como tercero con interés en el proceso existente,
de ser el caso. Las facultades procesales dependen de la naturaleza de su derecho. (*)
También puede demandar la tutela preventiva de su derecho todavía no exigible. Esta pretensión
se tramita como proceso abreviado. (*)
(*) Párrafos agregados por la Primera Disposición Modificatoria del Texto Unico Ordenado del
Código Procesal Civil, aprobado por Resolución Ministerial Nº 10-93-JUS, publicada el 23-04-93.
Nota: La Resolución Ministerial Nº 10-93-JUS, recoge los agregados hechos anteriormente a este
artículo por la Primera Disposición Modificatoria del Decreto Legislativo Nº 768, publicado el 04-
03-92.
Si no obstante la oposición prevista en el artículo 875 se procede a la partición, sin pagar la deuda
ni asegurar su pago, la partición se reputará no hecha en cuanto se refiere a los derechos del
oponente.
El heredero que hubiere pagado una deuda de la herencia debidamente acreditada, o que hubiere
sido ejecutado por ella, tiene derecho a ser resarcido por sus coherederos en la parte proporcional
que a cada uno de ellos corresponda.
El legatario no está obligado a pagar las deudas de la herencia, salvo disposición contraria del
testador. Si hubiera pagado alguna deuda debidamente acreditada y que grave específicamente el
bien legado, deberá resarcírsele por los herederos lo que hubiere pagado.
El heredero o legatario que fuere acreedor del causante, conserva los derechos derivados de su
crédito, sin perjuicio de la consolidación que pudiera operar.
LIBRO V
Derechos reales
SECCIÓN PRIMERA
Disposiciones generales
(*) Artículo derogado por el segundo párrafo de la Primera Disposición Final del Decreto
Legislativo Nº 653, publicado el 01-08-91.
SECCIÓN SEGUNDA
Bienes
TITULO I
Clases de bienes
Bienes inmuebles
Son inmuebles:
2. El mar, los lagos, los ríos, los manantiales, las corrientes de agua y las aguas vivas o estanciales.
11. Los demás bienes a los que la ley les confiere tal calidad. (*)
Bienes muebles
Son muebles:
8. Las acciones o participaciones que cada socio tenga en sociedades o asociaciones, aunque a
éstas pertenezcan bienes inmuebles.
TITULO II
Es parte integrante lo que no puede ser separado sin destruir, deteriorar o alterar el bien.
Son accesorios los bienes que, sin perder su individualidad, están permanentemente afectados a
un fin económico u ornamental con respecto a otro bien.
La afectación sólo puede realizarla el propietario del bien principal o quien tenga derecho a
disponer de él, respetándose los derechos adquiridos por terceros.
La separación provisional del accesorio para servir a la finalidad económica de otro bien, no le
suprime su calidad.
Las partes integrantes de un bien y sus accesorios siguen la condición de éste, salvo que la ley o el
contrato permita su diferenciación o separación.
TITULO III
Frutos y productos
Noción de frutos
Son frutos los provechos renovables que produce un bien, sin que se altere ni disminuya su
sustancia.
Clases de frutos
Los frutos son naturales, industriales y civiles. Son frutos naturales los que provienen del bien, sin
intervención humana. Son frutos industriales los que produce el bien, por la intervención humana.
Son frutos civiles los que el bien produce como consecuencia de una relación jurídica.
Concepto de frutos industriales y civiles
Los frutos naturales, industriales y civiles pertenecen al propietario, productor y titular del
derecho respectivamente, sin perjuicio de los derechos adquiridos.
Se perciben los frutos naturales cuando se recogen, los industriales cuando se obtienen y los
civiles cuando se recaudan.
Para el cómputo de los frutos industriales o civiles, se rebajarán los gastos y desembolsos
realizados para obtenerlos.
Concepto de productos
Las disposiciones sobre frutos comprenden los productos si ellas no los excluyen expresamente.
SECCIÓN TERCERA
TITULO I
Posesión
CAPITULO PRIMERO
Disposiciones generales
Noción de posesión
Servidor de la posesión
El poseedor puede adicionar a su plazo posesorio el de aquel que le trasmitió válidamente el bien.
Coposesión
Existe coposesión cuando dos o más personas poseen un mismo bien conjuntamente.
Cada poseedor puede ejercer sobre el bien actos posesorios, con tal que no signifiquen la
exclusión de los demás.
CAPITULO SEGUNDO
Adquisición de la posesión
La posesión se adquiere por la tradición, salvo los casos de adquisición originaria que establece la
ley.
Tradición
La tradición se realiza mediante la entrega del bien a quien debe recibirlo o a la persona designada
por él o por la ley y con las formalidades que ésta establece.
Sucedáneos de la tradición
2. Cuando se transfiere el bien que está en poder de un tercero. En este caso, la tradición produce
efecto en cuanto al tercero sólo desde que es comunicada por escrito.
Tradición documental
Conservación de la posesión
Se conserva la posesión aunque su ejercicio esté impedido por hechos de naturaleza pasajera.
CAPITULO TERCERO
La buena fe dura mientras las circunstancias permitan al poseedor creer que posee legítimamente
o, en todo caso, hasta que sea citado en juicio, si la demanda resulta fundada.
El poseedor de mala fe responde de la pérdida o detrimento del bien aun por caso fortuito o
fuerza mayor, salvo que éste también se hubiese producido en caso de haber estado en poder de
su titular.
El poseedor de mala fe está obligado a entregar los frutos percibidos y, si no existen, a pagar su
valor estimado al tiempo que los percibió o debió percibir.
Posesión precaria
La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido.
CAPITULO CUARTO
Presunciones legales
Presunción de propiedad
La posesión de un inmueble hace presumir la de los bienes muebles que se hallen en él.
La presunción a que se refiere este artículo no favorece al poseedor del bien inscrito a nombre de
otra persona.
CAPITULO QUINTO
Mejoras
Las mejoras son necesarias, cuando tienen por objeto impedir la destrucción o el deterioro del
bien.
Son útiles, las que sin pertenecer a la categoría de las necesarias aumentan el valor y la renta del
bien.
Son de recreo, cuando sin ser necesarias ni útiles, sirven para ornato, lucimiento o mayor
comodidad.
El poseedor tiene derecho a valor actual de las mejoras necesarias y útiles que existan al tiempo
de la restitución y a retirar las de recreo que puedan separarse sin daño, salvo que el dueño opte
por pagar por su valor actual.
La regla del párrafo anterior no es aplicable a las mejoras hechas después de la citación judicial
sino cuando se trata de las necesarias.
En los casos en que el poseedor debe ser reembolsado de mejoras, tiene el derecho de retención.
Prescripción de la acción de reembolso
CAPITULO SEXTO
Defensa posesoria
El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra él y recobrar el bien, sin intervalo de
tiempo, si fuere desposeído, pero en ambos casos debe abstenerse de las vías de hecho no
justificadas por las circunstancias.
Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y los
interdictos. Si su posesión es de más de un año puede rechazar los interdictos que se promuevan
contra él.
CAPITULO SEPTIMO
Extinción de la posesión
1. Tradición
2. Abandono
TITULO II
Propiedad
CAPITULO PRIMERO
Disposiciones generales
La propiedad es el poder jurídico que permite usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Debe
ejercerse en armonía con el interés social y dentro de los límites de la ley. (*)
Aquél que sufre o está amenazado de un daño porque otro se excede o abusa en el ejercicio de su
derecho, puede exigir que se restituya al estado anterior o que se adopten las medidas del caso,
sin perjuicio de la indemnización por los daños irrogados.
Las restricciones legales de la propiedad establecidas por causa de necesidad y utilidad públicas o
de interés social no pueden modificarse ni suprimirse por acto jurídico.
Restricciones convencionales
Las restricciones de la propiedad establecidas por pacto para que surtan efecto respecto a
terceros, deben inscribirse en el registro respectivo.
Acción reivindicatoria
La acción reivindicatoria es imprescriptible. No procede contra aquél que adquirió el bien por
prescripción. (*)
CAPITULO SEGUNDO
Adquisición de la propiedad
SUB-CAPITULO I
Apropiación
Los animales de caza y peces se adquieren por quien los coge, pero basta que hayan caído en las
trampas o redes, o que, heridos, sean perseguidos sin interrupción.
No está permitida la caza ni la pesca en predio ajeno, sin permiso del dueño o poseedor, según el
caso, salvo que se trate de terrenos no cercados ni sembrados.
Quien halle un objeto perdido está obligado a entregarlo a la autoridad municipal, la cual
comunicará el hallazgo mediante anuncio público. Si transcurren tres meses y nadie lo reclama, se
venderá en pública subasta y el producto se distribuirá por mitades entre la Municipalidad y quien
lo encontró, previa deducción de los gastos.
El dueño que recobre lo perdido está obligado al pago de los gastos y a abonar a quien lo halló la
recompensa ofrecida o, en su defecto, una adecuada a las circunstancias. Si se trata de dinero, esa
recompensa no será menor a una tercera parte de lo recuperado.
Quien buscare tesoro sin autorización expresa del propietario está obligado al pago de la
indemnización de daños y perjuicios resultantes.
El tesoro descubierto en terreno ajeno no cercado, sembrado o edificado, se divide por partes
iguales entre el que lo halla y el propietario del terreno, salvo pacto distinto.
Los artículos 934º y 935º son aplicables sólo cuando no sean opuestos a las normas que regulan el
patrimonio cultural de la Nación.
SUB-CAPITULO II
Especificación y mezcla
El objeto que se hace de buena fe con materia ajena pertenece al artífice, pagando el valor de la
cosa empleada.
La especie que resulta de la unión o mezcla de otras de diferentes dueños, pertenece a éstos en
proporción a sus valores respectivos.
SUB-CAPITULO III
Accesión
Noción de accesión
El propietario de un bien adquiere por accesión lo que se une o adhiere materialmente a él.
Las uniones de tierra y los incrementos que se forman sucesiva e imperceptiblemente en los
Fundos situados a lo largo de los ríos o torrentes, pertenecen al propietario del Fundo.
Cuando la fuerza del río arranca una porción considerable y reconocible en un campo ribereño y lo
lleva al de otro propietario ribereño, el primer propietario puede reclamar su propiedad, debiendo
hacerlo dentro de dos años del acaecimiento. Vencido este plazo perderá su derecho de
propiedad, salvo que el propietario del campo al que se unió la porción arrancada no haya tomado
aún posesión de ella.
Cuando se edifique de buena fe en terreno ajeno, el dueño del suelo puede optar entre hacer suyo
lo edificado u obligar al invasor a que le pague el terreno. En el primer caso, el dueño del suelo
debe pagar el valor de la edificación, cuyo monto será el promedio entre el costo y el valor actual
de la obra. En el segundo caso, el invasor debe pagar el valor comercial actual del terreno.
Si el propietario del suelo obra de mala fe, la opción de que trata el artículo 941 corresponde al
invasor de buena fe, quien en tal caso puede exigir que se le pague el valor actual de la edificación
o pagar el valor comercial actual del terreno.
Edificación de mala fe en terreno ajeno
Si la porción ocupada hiciere insuficiente el resto del terreno para utilizarlo en una construcción
normal, puede exigirse al invasor que lo adquiera totalmente.
Cuando la invasión a que se refiere este artículo haya sido de mala fe, regirá lo dispuesto en el
artículo 943.
El que de buena fe edifica con materiales ajenos o siembra plantas o semillas ajenas adquiere lo
construido o sembrado, pero debe pagar el valor de los materiales, plantas o semillas y la
indemnización por los daños y perjuicios causados.
Si la edificación o siembra es hecha de mala fe se aplica el párrafo anterior, pero quien construye o
siembra debe pagar el doble del valor de los materiales, plantas o semillas y la correspondiente
indemnización de daños y perjuicios.
Accesión natural
SUB-CAPITULO IV
Trasmisión de la propiedad
Quien de buena fe y como propietario recibe de otro la posesión de una cosa mueble, adquiere el
dominio, aunque el enajenante de la posesión carezca de facultad para hacerlo. Se exceptúan de
esta regla los bienes perdidos y los adquiridos con infracción de la ley penal.
La sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor propietario de él, salvo
disposición legal diferente o pacto en contrario.
SUB-CAPITULO V
Prescripción adquisitiva
Prescripción adquisitiva
Se adquiere a los cinco años cuando median justo título y buena fe.
La adquisición por prescripción de un bien mueble requiere la posesión continua, pacífica y pública
como propietario durante dos años si hay buena fe, y por cuatro si no la hay.
Quien adquiere un bien por prescripción puede entablar juicio para que se le declare propietario.
CAPITULO TERCERO
Propiedad predial
SUB-CAPITULO I
Disposiciones generales
La propiedad del subsuelo no comprende los recursos naturales, los yacimientos y restos
arqueológicos, ni otros bienes regidos por leyes especiales.
Si alguna obra amenaza ruina, quien tenga legítimo interés puede pedir la reparación, la
demolición o la adopción de medidas preventivas.
Propiedad horizontal
La propiedad horizontal se rige por la legislación de la materia.
SUB-CAPITULO II
El propietario no puede impedir que en su predio se ejecuten actos para servicios provisorios de
las propiedades vecinas, que eviten o conjuren un peligro actual o inminente, pero se le
indemnizará por los daños y perjuicios causados.
Si para construir o reparar un edificio es indispensable pasar materiales por predio ajeno o colocar
en él andamios, el dueño de éste debe consentirlo, recibiendo indemnización por los daños y
perjuicios que se le causen.
Están prohibidos los humos, hollines, emanaciones, ruidos, trepidaciones y molestias análogas que
excedan de la tolerancia que mutuamente se deben los vecinos en atención a las circunstancias.
Si cerca de un lindero se construye horno, chimenea, establo u otros similares o depósito para
agua o materias húmedas, penetrantes, explosivas o radioactivas o se instala maquinaria o
análogos, deben observarse las distancias y precauciones establecidas por los reglamentos
respectivos y, a falta de éstos, las que sean necesarias para preservar la solidez o la salubridad de
los predios vecinos. La inobservancia de esta disposición puede dar lugar al cierre o retiro de la
obra y a la indemnización de daños y perjuicios.
El propietario no puede hacer que las aguas correspondientes al predio discurran en los predios
vecinos, salvo pacto distinto.
SUB-CAPITULO III
CAPITULO CUARTO
Extinción de la propiedad
3. Expropiación.
4. Abandono del bien durante veinte años, en cuyo caso pasa el predio al dominio del Estado.
CAPITULO QUINTO
Copropiedad
SUB-CAPITULO I
Disposiciones generales
Noción
Hay copropiedad cuando un bien pertenece por cuotas ideales a dos o más personas.
El concurso de los copropietarios, tanto en los beneficios como en las cargas, está en proporción a
sus cuotas respectivas.
2. Mayoría absoluta, para los actos de administración ordinaria. Los votos se computan por el
valor de las cuotas.
La administración judicial de los bienes comunes se rige por el Código de Procedimientos Civiles.
(*)
En este caso las obligaciones del administrador serán las del administrador judicial. Sus servicios
serán retribuidos con una parte de la utilidad, fijada por el juez y observando el trámite de los
incidentes.
SUB-CAPITULO II
Cada copropietario tiene derecho a servirse del bien común, siempre que no altere su destino ni
perjudique el interés de los demás.
El copropietario que usa el bien parcial o totalmente con exclusión de los demás, debe
indemnizarles en las proporciones que les corresponda, salvo lo dispuesto en el artículo 731.
Derecho de disfrute
Si un copropietario practica sobre todo o parte de un bien, acto que importe el ejercicio de
propiedad exclusiva, dicho acto sólo será válido desde el momento en que se adjudica el bien o la
parte a quien practicó el acto.
Cualquier copropietario puede revindicar el bien común. Asimismo, pueden promover las acciones
posesorias, los interdictos, las acciones de desahucio, aviso de despedida y las demás que
determine la ley.
Las mejoras necesarias y útiles pertenecen a todos los copropietarios, con la obligación de
responder proporcionalmente por los gastos.
Todos los copropietarios están obligados a concurrir, en proporción a su parte, a los gastos de
conservación y al pago de los tributos, cargas y gravámenes que afecten al bien común.
SUB-CAPITULO III
Partición
Noción de partición
Por la partición permutan los copropietarios, cediendo cada uno el derecho que tiene sobre los
bienes que no se le adjudiquen, a cambio del derecho que le ceden en los que se le adjudican.
Obligatoriedad de la partición
Los copropietarios están obligados a hacer partición cuando uno de ellos o el acreedor de
cualquiera lo pida, salvo los casos de indivisión forzosa, de acto jurídico o de ley que fije plazo para
la partición.
Partición convencional
La solicitud de aprobación se sujeta al trámite del proceso no contencioso, con citación del
Ministerio Público y del consejo de familia, si ya estuviera constituido. (*)
Los bienes comunes que no son susceptibles de división material pueden ser adjudicados, en
común, a dos o más copropietarios que convengan en ello, o se venderán por acuerdo de todos
ellos y se dividirá el precio. Si los copropietarios no estuvieran de acuerdo con la adjudicación en
común o en la venta contractual, se venderán en pública subasta.
Los copropietarios tienen el derecho de preferencia para evitar la subasta de que trata el artículo
988 y adquirir su propiedad, pagando en dinero el precio de la tasación en las partes que
correspondan a los demás copartícipes. (*)
Lesión en la partición
Puede diferirse o suspenderse la partición por acuerdo unánime de los copropietarios. Si hubiese
copropietarios incapaces, se requerirá autorización judicial, observándose las reglas previstas en el
artículo 987.
SUB-CAPITULO IV
Extinción de la copropiedad
SUB-CAPITULO V
Pacto de indivisión
El pacto de indivisión que no consigne plazo se presume que es por cuatro años.
Para que produzca efecto contra terceros, el pacto de indivisión debe inscribirse en el registro
correspondiente.
Si median circunstancias graves el juez puede ordenar la partición antes del vencimiento del plazo.
SUB-CAPITULO VI
Medianería
Presunción de medianería
Las paredes, cercos o zanjas situados entre dos predios se presumen comunes, mientras no se
pruebe lo contrario.
Obtención de medianería
Si la pared que separa los predios se ha levantado en terreno de uno de ellos, el vecino puede
obtener la medianería pagando la mitad del valor actual de la obra y del suelo ocupado.
En tal caso, puede pedir la supresión de todo lo que sea incompatible con el derecho que le da la
medianería.
Todo colindante puede colocar tirantes y vigas en la pared medianera, y servirse de ésta sin
deteriorarla, pero no puede abrir en ella ventanas o claraboyas.
Levantamiento de pared medianera
Cualquier colindante puede levantar la pared medianera, siendo de su cargo los gastos de la
reparación y cualesquiera otros que exigiera la mayor altura.
Cargas de la medianería
TITULO III
Usufructo
CAPITULO PRIMERO
Disposiciones generales
Usufructo: Características
El usufructo puede recaer sobre toda clase de bienes no consumibles, salvo lo dispuesto en los
artículos 1018 al 1020.
3. Testamento.
Tratándose de bienes inmuebles de valor monumental de propiedad del estado que sean materia
de restauración con fondos de personas naturales o jurídicas, el usufructo que constituya el Estado
en favor de éstas podrá tener un plazo máximo de noventa y nueve años.
El usufructo, con excepción del legal, puede ser transferido a título oneroso o gratuito o ser
gravado, respetándose su duración y siempre que no haya prohibición expresa.
En caso de expropiación del bien objeto del usufructo, éste recaerá sobre el valor de la
expropiación.
Cuando el usufructo legal recae sobre los productos a que se refiere el artículo 894, los padres
restituirán la mitad de los ingresos netos obtenidos.
Normas aplicables a los efectos del usufructo
Los efectos del usufructo se rigen por el acto constitutivo y, no estando previstos en éste, por las
disposiciones del presente título.
CAPITULO SEGUNDO
Al entrar en posesión, el Usufructuario hará inventario y tasación de los bienes muebles, salvo que
haya sido expresamente eximido de esa obligación por el propietario que no tenga heredero
forzoso. El inventario y la tasación serán judiciales cuando se trata del usufructo legal y del
testamentario.
El Usufructuario está obligado a efectuar las reparaciones ordinarias y, si por su culpa se necesitan
obras extraordinarias, debe hacerlas a su costo.
Reparaciones ordinarias
Se consideran reparaciones ordinarias las que exijan los desperfectos que procedan del uso
normal de los bienes y sean indispensables para su conservación.
Las reglas sobre mejoras necesarias, útiles y de recreo establecidas para la posesión se aplican al
usufructo.
El propietario puede oponerse a todo acto del usufructuario que importe una infracción de los
artículos 1008 y 1009 y pedir al juez que regule el uso o explotación. El pedido se tramita como
incidente.
CAPITULO TERCERO
Cuasiusufructo
Usufructo de dinero
Usufructo de un crédito
El Usufructuario de un crédito tiene las acciones para el cobro de la renta y debe ejercitar las
acciones necesarias para que el crédito no se extinga.
Cobro de capital
Si el Usufructuario cobra el capital, debe hacerlo conjuntamente con el propietario y en este caso
el usufructo recaerá sobre el dinero cobrado.
CAPITULO CUARTO
1. Cumplimiento de los plazos máximos que prevé el artículo 1001 o del establecido en el acto
constitutivo.
3. Consolidación.
Si el bien sujeto al usufructo se destruye o pierde en parte, el usufructo se conserva sobre el resto.
Si el usufructo se establece sobre un fundo del cual forma parte un edificio que llega a destruirse
por vetustez o accidente, el Usufructuario tiene derecho a gozar del suelo y de los materiales.
Pero si el usufructo se encuentra establecido solamente sobre un edificio que llega a destruirse, el
Usufructuario no tiene derecho al suelo ni a los materiales, ni al edificio que el propietario
reconstruya a su costa.
TITULO IV
Uso y habitación
El derecho de usar o de servirse de un bien no consumible se rige por las disposiciones del título
anterior, en cuanto sean aplicables.
Derecho de habitación
Cuando el derecho de uso recae sobre una casa o parte de ella para servir de morada, se estima
constituido el derecho de habitación.
Los derechos de uso y habitación se extienden a la familia del usuario, salvo disposición distinta.
Los derechos de uso y habitación no pueden ser materia de ningún acto jurídico, salvo la
consolidación.
TITULO V
Superficie
Puede constituirse el derecho de superficie por el cual el superficiario goza de la facultad de tener
temporalmente una construcción en propiedad separada sobre o bajo la superficie del suelo.
Este derecho no puede durar más de noventa y nueve años. A su vencimiento, el propietario del
suelo adquiere la propiedad de lo construido reembolsando su valor, salvo pacto distinto.
Constitución o Transmisión
El derecho de superficie puede constituirse por acto entre vivos o por testamento. Este derecho es
trasmisible, salvo prohibición expresa.
Pervivencia
La extinción del derecho de superficie importa la terminación de los derechos concedidos por el
superficiario en favor de tercero.
TITULO VI
Servidumbres
La ley o el propietario de un predio puede imponerle gravámenes en beneficio de otro que den
derecho al dueño del predio dominante para practicar ciertos actos de uso del predio sirviente o
para impedir al dueño de éste el ejercicio de alguno de sus derechos.
Características de la servidumbre
Las servidumbres son inseparables de ambos predios. Sólo pueden transmitirse con ellos y
subsiste cualquiera sea su propietario.
Perpetuidad de la servidumbre
Las servidumbres son indivisibles. Por consiguiente, la servidumbre se debe entera a cada uno de
los dueños del predio dominante y por cada uno de los del sirviente.
Servidumbres aparentes
Sólo las servidumbres aparentes pueden adquirirse por prescripción, mediante la posesión
continua durante cinco años con justo título y buena fe o durante diez años sin estos requisitos.
El Usufructuario puede constituir servidumbres por el plazo del usufructo, con conocimiento del
propietario. (*)
El predio sujeto a copropiedad sólo puede ser gravado con servidumbres si prestan su
asentimiento todos los copropietarios. Si hubiere copropietarios incapaces, se requerirá
autorización judicial, observándose las reglas del artículo 987 en cuanto sean aplicables.
El copropietario puede adquirir servidumbres en beneficio del predio común, aunque lo ignoren
los demás copropietarios.
Extensión y condiciones de la servidumbre
Toda duda sobre la existencia de una servidumbre, sobre su extensión o modo de ejercerla, se
interpreta en el sentido menos gravoso para el predio sirviente, pero sin imposibilitar o dificultar
el uso de la servidumbre.
A falta de disposición legal o pacto en contrario, el propietario del predio dominante hará a su
costo las obras requeridas para el ejercicio de la servidumbre, en el tiempo y forma que sean de
menor incomodidad para el propietario del predio sirviente.
Conservación de la servidumbre
El propietario del predio dominante no puede aumentar el gravamen del predio sirviente por
hecho o acto propio.
Las servidumbres se extinguen en todos los casos por el no uso durante cinco años.
La servidumbre legal de paso se establece en beneficio de los predios que no tengan salida a los
caminos públicos.
Esta servidumbre cesa cuando el propietario del predio dominante adquiere otro que le dé salida
o cuando se abre un camino que de acceso inmediato a dicho predio.
La servidumbre del artículo 1051 es onerosa. Al valorizársela, deberán tenerse también en cuenta
los daños y perjuicios que resultaren al propietario del predio sirviente.
El que adquiere un predio enclavado en otro del enajenante adquiere gratuitamente el derecho al
paso.
Amplitud del camino en el derecho de paso
SECCIÓN CUARTA
TITULO I
Prenda
CAPITULO PRIMERO
Disposiciones generales
Constitución y finalidad
La prenda se constituye sobre un bien mueble, mediante su entrega física o jurídica, para asegurar
el cumplimiento de cualquier obligación.
Indivisibilidad de la prenda
Extensión de la prenda
La prenda se extienda a todos los accesorios del bien. Los frutos y aumentos del bien prendado
pertenecen al propietario, salvo pacto distinto.
Requisitos de validez
1. Que grave el bien quien sea su propietario o quien esté autorizado legalmente.
2. Que el bien se entregue física o jurídicamente al acreedor, a la persona designada por éste o a la
que señalen las partes, sin perjuicio de lo dispuesto en la última parte del artículo 1059.
Prenda legal
Se entiende entregado jurídicamente el bien al acreedor cuando queda en poder del deudor. La
entrega jurídica sólo procede respecto de bienes muebles inscritos. En este caso, la prenda sólo
surte efecto desde su inscripción en el registro respectivo.
Un bien puede ser gravado con prenda en garantía de varios créditos y en favor de varias personas
sucesivamente, con aviso a los acreedores que ya tienen la misma garantía.
Los acreedores seguirán el orden en que han sido constituidas las prendas para el efecto de la
preferencia.
Formalidad de la prenda
La prenda no surte efecto contra tercero si no consta en documento de fecha cierta, salvo lo
dispuesto en la última parte del artículo 1059.
Prenda tácita
La prenda que garantiza una deuda sirve de igual garantía a otra que se contraiga entre los mismos
acreedor y deudor, siempre que la nueva deuda conste por escrito de fecha cierta.
Prenda legal
Las prendas legales se rigen por las disposiciones de este título y por los artículos 1118 a 1120, y
sólo proceden respecto de bienes muebles susceptibles de inscripción.
Aunque no se pague la deuda, el acreedor no puede apropiarse del bien prendado por la cantidad
prestada. Es nulo el pacto en contrario.
CAPITULO SEGUNDO
Derechos y obligaciones
Retención de prenda
La prenda confiere al acreedor el derecho a retener el bien. El tercer adquirente no puede exigir su
restitución ni su entrega si antes no han sido íntegramente pagado el capital e intereses y
reembolsados los gastos relativos a la deuda y a la conservación del bien. (*)
(*) Rectificado por Fe de Erratas publicado el 24-07-84.
El derecho del acreedor prendario, en relación con el bien, es preferente al de los demás
acreedores.
La preferencia subsiste sólo en tanto el bien dado en prenda permanezca en posesión del acreedor
o del tercero designado por las partes, o cuando se trate de prenda inscrita.
Esta preferencia no rige tratándose del acreedor por el saldo del precio de venta, cuando este
derecho aparece inscrito en el registro correspondiente con anterioridad a la prenda.
Ejecución de la prenda
Vencido el plazo sin haberse cumplido la obligación, el acreedor puede proceder a la venta del
bien en la forma pactada al constituirse la obligación. A falta de pacto, se tramita como proceso de
ejecución de garantías. La oposición del deudor sólo puede sustentarse en prueba documental que
acredite indubitablemente el pago. (*)
Si el deudor no entrega el bien ofrecido en prenda o el que debe sustituirlo conforme al artículo
1072, el acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligación principal aunque el plazo no esté
vencido.
Si resulta no ser del constituyente el bien dado en prenda, el acreedor tiene derecho a que se le
entregue otro equivalente.
Tiene el mismo derecho cuando ha sido engañado sobre la prenda o cuando ésta es insuficiente
por culpa del deudor o por vicio del bien.
Sustitución de prenda
Puede sustituirse una prenda por otra, comprobando judicialmente la necesidad y la equivalencia
de la garantía. El ejercicio de este derecho corresponde a cualquiera de las partes y se tramita de
acuerdo a las reglas del juicio de menor cuantía.
Deterioro de prendado
Cuando el bien dado en prenda se deteriora hasta temerse que será insuficiente para garantizar la
deuda, el acreedor, con aviso previo al constituyente, puede pedir autorización judicial para
vender el bien, a menos que el deudor o el constituyente ofrezca otra garantía que el Juez
considere satisfactoria.
Si hay abuso del bien prendado, tanto el deudor como el constituyente, si son distintos, pueden
pedir que sea puesto en poder de un tercero.
Si se ha entregado en prenda un bien que por su naturaleza está destinado a ser explotado
económicamente, quien lo guarda debe cuidar que sea explotado, con conocimiento del
propietario. Los frutos de esta explotación pertenecen al propietario, pero el acreedor puede
aplicarlos a la amortización de intereses, gastos y, si alcanza, a la del capital.
Uno de los supuestos que señala la norma para el ofrecimiento judicial "es que el acreedor fuese
incapaz de recibir el pago al tiempo que el deudor quisiese hacerlo". El precepto se orienta a
viabilizar el pago frente a los incapaces carentes de representantes legales o curadores pues si los
tuvieren, el pago habría que hacerlo a ellos. Empero señala Llambias[48]si el representante
careciera, por la índole de la obligación, dificultades para recibir validamente el pago, procedería
la consignación; por citar el pago del precio de un inmueble del pupilo que el tutor no estuviese
autorizado a percibir.
Cuando así se hubiera pactado entre acreedor y deudor.- Ni en nuestra practica profesional, ni en
la realidad de los hechos, se encuentran obligaciones en cuyo títulos o causas fuentes, acreedor y
deudor hayan pactado que el ofrecimiento deba hacerse a través de la vía judicial.
"Esta situación no se da, sencillamente, por varias razones". "El pactar un ofrecimiento judicial
obligatorio no tendría sentido alguno puesto que entorpecería la manera en que el deudor debe
cumplir su obligación. De no encontrarnos en ninguno de los otros supuestos o hipótesis el
articulo en comentario, y estar el deudor en aptitud y capacidad para efectuar el ofrecimiento de
pago a su acreedor, resulta inconcebible que la ley establezca como posibilidad y mas aun que las
partes recurran a ella el hecho de que el deudor deba acudir al juez para, por su intermedio,
ofrecer al acreedor la prestación debida".
Tanto en el ofrecimiento judicial como en el extrajudicial para la eficacia del pago deben concurrir
los principios de identidad e integridad. El demandado no esta obligado a recibir el pago de algo
distinto a lo debido, no de algo incompleto. Fallando el principio de identidad e integridad aludido,
se impone el rechazo de la consignación.
Asimismo para que el pago por consignación sea admisible, tiene que ser cumplido en el tiempo
propio es decir, no ser prematuro ni tardío. La consignación es prematura cuando el pagador
pretende imponer al acreedor la recepción del pago antes del tiempo oportuno para el
cumplimiento de la obligación.
EFECTOS DE LA CONSIGNACIÓN:
La consignación produce los mismos efectos que el pago regular la consignación aceptada por el
acreedor o si siendo impugnada, fuera declarada fundada ha de producir los siguientes efectos:
1) cesan los intereses, sean estos convencionales o legales; por el contrario, el dinero consignado
devenga la tasa de interés legal.
3) Se extinguen las tanto garantías reales, como las personales, por lo mismo que el pago por
consignación surte los mismos efectos que el pago regular y dado el carácter accesorio de dichas
garantías.
4) Los riesgos de la cosa o cosas depositadas se transfieren del deudor al acreedor; por ejemplo si
la cosa perece por el caso fortuito, la pérdida la sufre el acreedor ya y no el deudor.
Cuando la consignación tratare sobre dinero o de otros bienes y no es impugnada por el acreedor,
surte sus efectos dentro de los cinco días siguientes de su emplazamiento, surte los efectos del
pago retroactivamente al día del ofrecimiento (Art. 1254 inciso 1).
Si la consignación es impugnada por el acreedor surtirá los efectos del pago, retroactivamente el
día del ofrecimiento, cuando la impugnación del acreedor se desestima por resolución con
autoridad de cosa juzgada (inc. 2 art. 1254)[50].
La consignación según Planiol y Ripert[52]es algo más que un simple depósito. Va acompañada de
la oferta de pago hecha al acreedor y de la puesta a su disposición de la cosa debida. De ello
resulta que el deudor queda liberado a partir de ese momento. La consignación pone a término a
las demandas del acreedor, pone fin a los intereses para lo futuro y traslada los riesgos de la cosa
o la suma consignada sobre el acreedor.
Si el acreedor acepta la consignación, entonces se consuma ala consignación, que produce los
efectos del pago. No hay ningún problema; la obligación queda extinguida, surtiendo los efectos
anteriormente indicados.
El acreedor no dice nada, no se pronuncia; se mantiene en silencio asume una actitud pasiva,
después de habérsele hecho la citación a que se refiere el art. 1252. Acá su silencio se interpreta
como aceptación tacita porque tiene obligación de explicarse.
La razón que le asiste al deudor para que pueda retirar la cosa o cosas consignadas, cuando ha
sido impugnada o rechazada la consignación por deudor y antes por supuesto de que recaiga la
resolución judicial declarando fundada la oposición del acreedor esta radica en que la cosa
consignada todavía sigue perteneciendo al consignante o deudor.
El profesor Cabanellas, define la imputación del pago, como la determinación que hace el deudor,
cuando tienen más de una deuda pendiente con un acreedor, de la obligación u obligaciones que
deben considerarse parcial o totalmente extinguibles con el pago que efectúa. A falta de
indicación de deudor se aplican las reglas generales, salvo aceptar el obligado lo que el acreedor le
propone.
Para que la imputación pueda operar se requiere de varias obligaciones del deudor que imputa
frente a un mismo acreedor, es decir, de la existencia además de una relación jurídico-obligación
entre el deudor y el mismo acreedor y que el pago que va efectuar el deudor no las solventa en su
totalidad.
La norma exige que se trate de obligaciones de la misma naturaleza constituidas por prestaciones
fungibles y homogéneas, lo que pueda llevar a considerar que la imputación opera únicamente en
las obligaciones de dar, particularmente en las de dar suma de dinero, o si ella es también
jurídicamente posible en las de hacer y, aun en la de no hacer.
Las obligaciones de capital tienen el efecto de generar intereses y eventualmente pueden generar
también gastos. La norma se pone en la hipótesis de que la imputación de lugar a pagos parciales
al no quedar cubiertos los intereses, los gastos y el capital, y por eso, establece un orden de
prelación para que primero se satisfagan los intereses, sobre los cuales no hacemos disquisición
alguna.
El tenor de la norma también lleva a considerar que debe tratarse de una sola obligación. Pero no
es esta la interpretación que debe hacerse, pues nada obsta que sean mas de una las obligaciones
de capital frente a un mismo acreedor, la cuales obviamente son todas de la misma naturaleza y
todas con prestaciones fungibles y homogéneas. Por eso si son varias las deudas el orden de
prelación es el mismo, es decir, que la imputación debe hacerse primero al pago de los intereses
dándose prioridad a los generados por la deuda mas antigua, luego a los gastos de las deudas que
los hubieren generado, considerando también a las mas antigua, pues los gastos también pueden
generar intereses y por ultimo, al capital, considerando al que corresponda a la obligación de
mayor antigüedad.
Sea que se trate de una obligación o de varias, se requiere del asentimiento del acreedor, lo que
significa que la imputación pierde su carácter de unilateral para constituirse, necesariamente, en
un acto jurídico bilateral.
Imputación Legal.-
El orden de prelación establecido dispone que en primer lugar, que el pago se aplique a la deuda
menos garantizada en evidente protección del derecho del acreedor ante la posible insolvencia de
su deudor. La cuestión radica en lo que debe entenderse por la deuda menos garantizada.
En segundo lugar el orden de prelación esta referido a la obligación menos onerosa para el deudor
si todas sus deudas están igualmente garantizadas. La onerosidad de las deudas puede ser
resultado de los intereses que se vienen devengando, los que respecto de una u otra obligación
alguna puede estar devengándolos con una tasa mayor, o que incluso, respecto de alguna se haya
formalizado un pacto de anatocismo.
Pero puede ser el resultado de la necesidad del deudor de utilizar el bien afectado en garantías.
En tercer lugar si las deudas están igualmente garantizadas y son igualmente onerosas, la
prelación esta referida a la obligación mas antigua, pues así se va alivianando la responsabilidad
del deudor frente al acreedor y este favorece también al hacer efectivo su crédito sobre la
obligación de mayor data.
5.2 PAGO POR SUBROGACIÓN
Se configura el pago con subrogación cuando el deudor paga con dineros tomados de un tercero.
Acá se presentan o se distinguen dos acreedores: uno denominado subrogante, para el cual se
extingue la obligación, en tanto que para el deudor no se extingue, porque el no ha pagado; el
sigue debiendo. El tercero que paga es el acreedor subrogado, para el cual la operación ha sido un
pago[54]
El deudor seguirá debiendo, pero ya no al primitivo acreedor o subrogante, sino al tercero, que es
el nuevo acreedor (subrogado).
Los fiadores siguen siendo los mismos, por lo mismos que el directo obligado a quien ellos
garantizan, aun no ha ejecutado la prestación, sigue debiendo.
Para que se configure la subrogación precisa que este prevista por la ley o que sea acordada
expresamente por las partes interesadas. No requiere de forma solemne especial. El plazo de la
prescripción deberá computarse desde la fecha del pago hecho por tercero.
Nos interesa la subrogación de carácter personal "mediante la cuala una obligación es ejecutada o
satisfecha o cumplida por persona distinta a la directamente obligada".
Betti define a este tipo de subrogación "como el fenómeno de subingreso, por el que un sujeto
sustituye a otro en la misma posición jurídica que este ocupa o, por lo menos que el estaba
destinada.[55]
Ospina Fernández sostiene que la subrogación personal se presenta "en todos los casos en que
una persona reemplaza a otra en uno o más derechos u obligaciones".[57]
CLASES DE SUBROGACIÓN.-
Subrogación Legal.-
Esta como su nombre lo indica opera por imperio de la le. Es decir, sin que medie acuerdo entre
las partes, por el simple hecho de efectuar el pago, el solvens adquiere todos los beneficios que la
subrogación el concede.
a) pago efectuado por un deudor solidario o indivisible.- se presenta cuando un deudor solidario e
indivisible paga el integro de la deuda del acreedor. Por mandato de la ley, este simple hecho de
pagar la deuda convierte al ex deudor solidario en el nuevo acreedor, estando facultado para
exigir a los codeudores el pago e sus respectivas partes alícuotas de la deuda.
b) Cuando paga quien tiene legitimo interés en el cumplimiento de la obligación.- En este caso el
pago lo efectúa un tercero interesado en el cumplimiento de la obligación. Es el típico caso del
fiador, aunque también como afirman Osterling y Castillo[58]alcanza por extensión el garante
pignoraticio, hipotecario o anticrítico.
De igual manera del supuesto anterior, este fiador o garante va a desplazar al antiguo acreedor,
que ha visto satisfecho su crédito y perderá interés en la relación obligacional.
Para que se cumpla a cabalidad este tipo de subrogación legal es necesario que se presente un
deudor que tenga varios acreedores de diferentes obligaciones, algunas de ellas de carecer
preferente con respecto a las demás.
Pues bien, el acreedor no preferente, a fin de ver garantizado su crédito, puede pagarle el que le
corresponde al acreedor preferente. Realizado este pago, el solvens no solo podrá exigir su
antiguo crédito al deudor, sino también el nuevo que acaba de adquirir al haber realizado el pago
al acreedor preferente.
Subrogación convencional.-
Es aquella que surge de la voluntad humana. Esto es claro. Lo que si tenemos que esclarecer es
que si es producto del acuerdo de voluntades entre solvens y deudor, o entre acreedor y solvens,
o entre los tres.
Nuestra legislación admite la posibilidad de subrogación convencional por acuerdo entre deudor y
solvens, además de la que nace en virtud de pacto entre acreedor y solvens. Y en segundo Lugar,
no hace indispensable que se le notifique al deudor para dar validez al pago con subrogación,
cuando ha mediado convenio entre acreedor y solvens.
En este caso, el solvens va a realizar o efectuar la prestación a la que esta obligado el deudor, con
el consentimiento de este. Su peculiar característica estriba en quien paga es un tercero no
interesado en el cumplimiento de la obligación. Debe tratarse siempre de un tercero no interesado
por que de lo contrario estaríamos frente a un supuesto de subrogación legal, por lo que no
necesitaría del asentimiento del deudor.
b) Pago efectuado por el deudor con una prestación que ha recibido en mutuo de un tercero.
En este caso el pago lo va efectuar el deudor con los fondos que ha obtenido en virtud de un
contrato de mutuo que se haya celebrado por documentos de fecha cierta, con la finalidad de
realizar una subrogación y que se exprese al momento de producirse el pago su procedencia.
Este tipo de subrogación opera sin el consentimiento del deudor esto es puede ser sin su
consentimiento e, incluso con su disconformidad o negativa. La ley dispone que la voluntad del
deudor en este tipo de subrogación convencional es irrelevante para la validez de la misma.
Efectos de la Subrogación.-
El efecto fundamental del pago con subrogación, sea legal o convencional es el de sustituir al
subrogado en todos los derechos, en lasa acciones y en las garantías del antiguo acreedor, pero
con una limitación que esa sustitución se produce hasta por el monto de lo que hubiese pagado
realmente; y esta es una de las diferencias entre el pago por subrogación y la cesión de créditos.
Según Guillermo Borda enseña que mediante la subrogación se "traspasa al nuevo acreedor todos
los derechos, acciones y garantías del antiguo acreedor, tanto contra el deudor principal y
codeudores como contra los fiadores; y que por aplicación de esta norma debe admitirse que
pasan al nuevo acreedor los privilegios que favorecen al crédito, las acciones de resolución, las
garantías tales como hipotecas, prendas, fianzas o el derecho de concurrir ante los tribunales que
eran competentes para atender la demanda que tenia derecho a entablar el acreedor originario
contra su deudor".[59]
La subrogación convencional puede quedar limitada a ciertos derechos, lo que depende de quien
acuerda la subrogación, bien sea el acreedor o el deudor.
En el primer caso el primer supuesto de subrogación legal, el subrogado esta autorizado a ejercer
los derechos del acreedor, contra sus codeudores invisibles o solidarios, "solo hasta la
concurrencia de la parte por la que cada uno de estos estaba obligado a contribuir para el pago de
la deuda".
Entonces diremos que los efectos de la subrogación tanto legal y convencional es la transmisión al
acreedor subrogado de todos los derechos, acciones y garantías del antiguo acreedor, pero solo
hasta la concurrencia de la suma pagada realmente.
Entre las restricciones de la subrogación convencional, puede estar limitada a ciertos derechos; no
ocurre igual con la subrogación legal que no puede ser limitada y finalmente en caso de
subrogación parcial, ambos acreedores concurren con igual derecho, proporcionalmente a la parte
que el deudor les debe.
El articulo 1263 del código Civil precisa que el solvens, efectivamente, se encuentra autorizado
para exigir el pago de la deuda a sus ex codeudores, pero solo hasta por el monto por el que cada
uno estaba obligado a contribuir para el pago de la deuda.
Esto significa que efectuado el pago por el solvens, la obligación pierde la característica de
solidaridad o indivisibilidad que detentaba. En consecuencia, quien pague el integro de la
obligación al acreedor primigenio, no gozara del beneficio de indivisibilidad ni de la solidaridad,
por el cual hubiese podido cobrar el integro de la deuda a cualquiera de codeudores. Todo lo
contrario, la obligación se tomara en una de carácter divisible o mancomunada.
Subrogación Parcial.-
En el pago con subrogación, el solvens puede pagar la totalidad de la deuda al acreedor primigenio
o una parte de ella. En este ultimo caso se dice que la subrogación es parcial, porque el solvens
solo efectúa el pago de una fracción de la deuda, y adquiere los derechos, acciones y garantías que
el antiguo acreedor tuviera frente al deudor, hasta por el monto de lo que efectivamente hubiese
pagado.
En otras palabras producida la subrogación parcial, el deudor pasa a tener un solo acreedor a
tener dos.
La datio in solutum, ósea dación en pago, ya que cuando se habla de un pago por entrega de
bienes, se despierta la idea de que se ha entregado algo corporal, algo tangible, y este modo
extintivo de obligaciones no se reduce solamente a la posibilidad de entrega de una cosa, sino
admite otras alternativas, como ser la ejecución de un hecho en beneficio del acreedor, mediante
el cual podría saldarse o extinguirse una obligación cuya prestación fuese distinta.[60]
Al cambio introducido en la norma Osterling Parodi nos dice que "nada impide que se entregue
dinero en pago de una prestación que no consista en una suma de dinero. Se ha considerado que
siempre que se entregue una prestación diferente a la estipulada habrá dación en pago".[61]
Se precisa de los mismos requisitos del pago normal o regula que son:
1. Una obligación persistente, requisito común a todas las formas extintivas de las obligaciones.
2. Entrega de una cosa o bien distinto al debido, eso es característico de manera que acordar otro
lugar distinto del pactado originalmente como lugar de pago; o cambiar el modo de la entrega, no
configuran la dación en pago.
4. Capacidad y consentimiento tanto el deudor como del acreedor. Necesariamente tiene que
haber convención y acuerdo mutuo para cambiar la cosa debida. No es posible por decisión
unilateral, poder cambiar la prestación originaria de la obligación. La capacidad en ambos debe ser
no solo la capacidad civil de ejercicio, sino tener capacidad de disposición "capacidad de
enajenar".
Se ha entender que el acuerdo entre deudor y acreedor para cambiar la prestación es posterior el
nacimiento de la obligación.
2. Debe existir un acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor, que se explica desde el
momento que el acreedor de ningún modo esta obligado y el deudor no puede forzarlo a que le
reciba una prestación por otra.
El Primer efecto de la dación en pago es que pone fin a la relación obligatoria, que de esta forma
queda extinguida como si se hubiese cumplido con la prestación originariamente debida[62]
Puede presentarse problemas posteriores, si la prestación que se efectuó o la cosa que se entrego,
presentasen defectos, de hecho o derecho, que resulten perjudiciales al acreedor y justifiquen un
reclamo.
Además el acreedor debe aceptar o recibir la prestación que se le ofrece, distinta de la debida y es
menester que su actitud de recibir sea voluntaria, de manera que por aplicación de los principios
generales sobre legitimación para disponer, no podría aceptar la dación de un incapaz, ni tampoco
un representante del acreedor que careciese de poder especial para aceptar una dación.
Para que la dación en pago tenga lugar resulta indispensable que el acreedor y deudor lleguen a
un acuerdo sobre el punto, o aceptando que la obligación se extinga con la ejecución de una
prestación diferente de la que se debía.
Hay una forma de novación, la objetiva en que se produce la sustitución del objeto de la
obligación. Se dice, entonces que en la dación sucede lo mismo, porque el acreedor se le cumple
con una prestación distinta de la que originariamente se convino.
En cambio si se tratara de una novación se crearía otra obligación; el deudor que estuviese
obligado a pagar la suma de dinero se reuniría con el acreedor y ambos convendrían que en el
futuro, en lugar de esa suma de dinero el deudor le haría entrega de una cosa. La obligación que
era de dar una suma de dinero quedaría transformada en otra, que queda pendiente para el
futuro, que vendría a consistir en la entrega de una cosa cierta o en la obligación de dar una cosa
incierta no fungible. Eso es novación no dación en pago.
PAGO INDEBIDO
Se denomina también "pago de lo que no se debe", "conditio indebiti", es el pago hecho sin estar
obligado a hacerlo. No existe obligación ni deuda por pagar; no siquiera hay un deber moral que
justifique el pago.
El pago indebido es pues el pago realizado por error de hecho o de derecho y sin ningún
fundamento jurídico. Igualmente se considera como pago indebido, el que existiendo pendiente
realmente una obligación se hace por error a una persona que no es el acreedor; o el que,
igualmente por error se hace por quien no es el deudor, pero creyendo que debe.
2.- Que se haga el pago con el ánimo de extinguir una obligación (animus Solvendi) de parte del
"solvens" que actúa porque se cree deudor. Acá el pago adolece de "falta de causa".
El efecto de un pago no debido es justamente el surgimiento, por parte del que lo recibió, del
deber de restituir lo recibido o en su caso el valor y el contemporáneo derecho de repetición del
que lo realizo.
Para que proceda la repetición de lo indebidamente pagado será necesario que concurran los
elementos siguientes:
3.- Inexistencia de la obligación (falta de causa). Ya sea en razón de que la prestación no era
debida o, si existiendo la deuda, esta no era de cargo del solvens ni a favor del accipiens.
4.- El error de hecho o de derecho en la persona que realiza el pago, el solvens debe proceder por
error,
1.- Indebitum ex re.- Pude presentarse en diferentes supuestos. No existen obligación; no se debe
y se paga por error; o se paga mas de lo que realmente se debe, o en una obligación
alternativamente, tomándola por conjunta se pagan, se entregan todas las prestaciones; luego
cuando una obligación "con condición suspensiva" se cumple antes de que se realice el evento en
que consiste la condición; también habrá pago indebido "ex re" cuando se paga antes de vencido
el plazo creyendo por error que ya se venció.
2.- Indebitum ex personis.- consiste simple y llanamente en que el deudor paga por error a la
persona distinta ala creedor, creyéndola titular del crédito; o cuando se hace el pago al verdadero
acreedor, por persona que erróneamente cree ser la deudora[65]
REQUISITOS DE LA RESTITUCIÓN.-
Para la Procedencia de la restitución de un pago indebido, son cuatro los requisitos necesarios:
1.- Que haya habido un pago real y efectivo, sea en dinero u oros bienes y no una simple oferta de
pago.
2.- Que el pago haya sido no debido, esto es, sin preexistir una obligación; o que se haya pagado
dos veces, o que se haya pagado mas de lo realmente debido, por error en la cantidad adeudada;
o que se haya pagado a quien no es el acreedor ; o haya pagado quien no es el verdadero deudor
(indebitum ex personis).
3.- Que haya un error sea de hecho o de derecho en el solvens, de creer de buena fe que se debe
tal cantidad, o que el solvens cree deber o el deudor cree pagar al verdadero acreedor, cuando en
todos estos supuestos se procede por error. No interesa el error en el accipiens. Faltando este
error en el solvens, no procede la "repetición"; y
El animus solvendi es el requisito general de todo pago, y lo es también del pago indebido.
CAPÍTULO VI
EVOLUCIÓN HISTÓRICA.-
La novación emerge, pues, como un instrumento indirecto y rígido para la transmisión del derecho
de crédito y para el cambio de deudor, así surgió en Roma, ante todo, para atender a la necesidad
de relevo del deudor en virtud de varias sponsiones sucesivas incompatibles entre sí. No se
aceptaba la novación por cambio de objeto Inter easdem personas, porque era necesaria la
identidad de aquel en ambas obligaciones Posteriormente se amplió el campo de su aplicación
para comprender también el cambio de acreedor y, por último, la mutación del objeto, en cuanto
"el lazo material de dependencia fue sustituido por un lazo intelectual, psicológico: el animus
novandi. Pero siempre la novación hubo de ser total o parcial.
Estos sus caracteres en su desarrollo histórico: la novación es un negocio jurídico por medio del
cual las partes de una relación crediticia, acreedor y deudor, acuerdan crear una obligación
(nueva) que remplaza a otra la antigua, novada, que consecuencialmente se extingue; se puede
novar cualquiera obligación.
El CC de 1936 no se detuvo en señalar las modalidades de la novación por cambio de deudor, tan
solo trató sus efectos y consecuencias (Art. 1287 CC 1936).
En el Derecho Contemporáneo, algunas legislaciones no la regulan, como es el caso de BGB
alemán, sin embargo sustituyen ésta figura jurídica por otras instituciones equivalentes, así
considera por ejemplo a la Novación objetiva como Dación en Pago, como equivalente de la
Novación por Cambio de Acreedor, la Transmisión de Crédito; y como Novación por Cambio de
Deudor a la Asunción de Deudas.[68]
El código Civil vigente mantiene la misma fisonomía del derogado, regulando la Novación en sus
diferentes formas: Novación Objetiva y subjetiva, por cambio de Deudor o Cambio de Acreedor,
por delegación, y por expromisión.
CONCEPTO Y DEFINICIÓN.
Etimológicamente proviene de la palabra NOVARE que significa renovar o hacer algo nuevo,
cambiar.[69]
La novación consiste en la extinción de una obligación, por el cual una deuda se convierte en otra,
extinguiéndose la primera y quedando subsistente la segunda[70]
Respecto a la Definición, el Artículo 1277 del CC. Define: Por la novación se sustituye una
obligación por otra, esta definición no es completa, habida cuenta que la novación no se
caracteriza por un mero fenómeno de transformación o de cambio, sino que lo más relevante en
ella es su efecto extintivo (generador a la vez) por lo que sería más exacto decir que la novación es
la extinción de una obligación mediante su reemplazo o sustitución por otra nueva obligación.[71]
La Novación extingue una obligación y la sustituye por otra nueva que no conserva ninguna de las
garantías de la antigua, salvo pacto en contrario.[72]
Entonces, es la operación jurídica que se produce del efecto de cambiar una obligación pre
existente, reemplazándola por otra nueva.
Para Giorgi, es la Sustitución Convencional de una nueva obligación pre existente, de manera que
ésta queda extinguida.[73]
Constituye pues una simplificación al evitar tener que proceder a dos operaciones sucesivas y
distintas, toda vez que la Novación produce efectos particulares, sobre todo la extinción de las
garantías de la deuda antigua, por tanto debe ser distinta de la anterior, ya que la creación de una
obligación nueva entre personas ya unidas por un vínculo de derecho, no constituye una novación
cuando subsiste la obligación antigua. Tampoco lo es la extinción la antigua sin la creación de una
nueva, ya que en el primer caso estaríamos frente a la constitución de otra obligación y en
segundo ante la figura de una la condonación, u otra figura extintiva de las obligaciones.
Finalmente podemos definir a la Novación como la operación jurídica que produce el efecto de
extinguir una obligación preexistente, reemplazándola por una nueva, siempre surge por
convenio, contrato, y nunca por disposición de la Ley,[74] esta definición parece mas clara y
comprensible, toda vez que en concordancia con las anteriores, precisa el carácter de operación
jurídica que consiste en la sustitución obligacional.
Cabe precisar que la novación no equivale al pago, es una forma distinta a éste de extinguir
obligaciones, de modo que quien nova no paga, no cumple en sentido efectivo y estricto con la
obligación asumida[75]
José León Barandiarán, enseña que son numerosas los casos de modificación de los elementos
integrantes de una relación jurídica, sin que se pueda decir que haya extinción de la misma, así la
cesión de créditos, pago con subrogación, transmisión de activo y pasivo de las sociedades, por
tanto la determinación de los efectos y alcances de estas modificaciones debe dejarse al acuerdo
de las partes. [76]
Ello supone el reconocimiento a la voluntad de las personas, por tanto se entiende que no hay por
que regular jurídicamente la creación de figuras que delimitan el consenso de las partes obligando
a crear nuevas obligaciones en sustitución otras, sin embargo debemos entender se pretende
regular el actuar de la personas y para tal hecho se da un tratamiento doctrinario y analizado para
crear nuevas y diferentes instituciones jurídicas que regulan esa actividad interpersonal sin
soslayar las decisiones de las partes vinculadas. [77]
TRATAMIENTO LEGISLATIVO
El art. 1277 de CC vigente establece dos aspectos, el primero, define la novación como la
sustitución de una obligación por otra, extinguiéndose por tanto la obligación primigenia como
consecuencia del nacimiento de otra.[78]
En el segundo aspecto, reproduce el primer párrafo del art. 1290 del derogado código que tiene su
origen en la legislación francesa y española. El precepto señala los dos supuestos en que opera la
novación: 1 cuando la voluntad de novar se manifiesta clara e indubitablemente expresada en la
nueva obligación. El 2do. Cuando existe incompatibilidad entre la antigua y la nueva
obligación.[79]
REQUISITOS DE LA NOVACIÓN.
El animus solvendis.[80]
Puede darse que la a novar puede estar en proceso de ejecución, que es lo más frecuente, pero de
ninguna manera debe estar totalmente ejecutada, de lo contrario no sería jurídicamente posible la
novación[81]
Cabe agregar, que si la obligación creada en virtud de la novación es declarada nula o es anulable,
la primitiva obligación recobra sus efectos, vuelve a tener validez, pero no así las garantías
otorgadas por terceros, la misma que el acreedor no puede invocar (se entiende que el acreedor sí
puede valerse de las garantías que en la obligación primitiva había otorgado el propio deudor)[82].
c. Que exista diferencia sustancial entre ambas obligaciones.- Son cambios en los sujetos o el
objeto de la prestación. Los cambios deben ser o de las personas, o de la prestación o del título de
la obligación. Así se tiene que la emisión de una letra para reemplazar a otra no es novación, pero
sí lo será el endoso, por operarse un cambio de acreedor. Es decir que las diferencias deben ser
advertibles o notables, en sus elementos esenciales y con referencia a ambas obligaciones a la
primitiva y a la nueva que la sustituye.
Finalmente, sobre este punto cabe mencionar que el requisito de la voluntad de novar de las
partes intervinientes en la novación, tiene como excepciones el caso de la novación subjetiva por
cambio de deudor en la modalidad de expromisión (Art. 1282 CC) y la novación que opera por
imperio de la ley. Aunque a este respecto H. Gustavo Palacios discrepa y afirma que la novación
surge por convenio, por contrato, nunca por disposición de la Ley[83]
e. Que las partes tengan capacidad para novar.- Es indispensable la capacidad de ejercicio, en el
sentido de estar facultado para efectuar actos de disposición y no de simple administración[84]
Podemos colegir:
Obligación nueva que sustituye la primera.- tiene que ser válida igual que aquella otra anterior, no
puede ser una obligación nula.
La Novación será nula si es que cualquiera de las obligaciones son nulas, consiguientemente no se
habría extinguido la primera obligación, en cambio la obligación anulable quedarían confirmada
con la novación.
Diferencias sustanciales entre ambas obligaciones, las mismas que deben ser advertibles o
notables, en sus elementos esenciales, éstas diferencias no deben incidir simplemente en sus
elementos accidentales, pues no sería novación si únicamente se tratara de conceder un plazo en
una obligación pura, ni cuando sólo se cambiara el lugar de cumplimiento o se pactaran garantías
reales o personales no existentes al surgir la obligación, tampoco habría novación si se suprimen
las garantías ya existentes, es decir los cambios deben en relación a las personas o a la obligación,
etc.[85]
La capacidad para novar, que viene determinada por la capacidad de las partes para contratar,
siendo esto así, se requiere la capacidad de ejercicio para la realización del acto de novar.
La voluntad de novar, dada por la conciencia de producir los efectos propios de la novación, tal
voluntad debe expresa y de modo inequívoco. Por tanto la novación requiere aparecer claramente
exteriorizada en forma expresa.
CLASES DE NOVACIÓN
Hay novación objetiva cuando el mismo acreedor y el mismo deudor sustituyen la primitiva
obligación por otra nueva, con prestación distinta o a título diferente, aquí se modifica la
prestación o el título en virtud del cual se debe, en la nueva obligación aparece el mismo deudor y
acreedor, no hay, en consecuencia cambios de sujetos en la nueva relación obligacional.[86]
Título es la causa de la obligación, o sea la fuente o hecho generador de ella, por ejemplo una
conversión de un depósito en préstamo o viceversa; la compraventa a permuta.
La Novación objetiva es aquella relación que media entre los mismos sujetos de la originaria
obligación, y tiende a sustituir esta originaria obligación por otra nueva.
La novación objetiva se diferencia de la dación en pago, en que en ésta desaparece la obligación,
con el pago, en cambio en la novación existe una sustitución de obligaciones.[87]
Finalmente los requisitos de ésta novación son los mismos que los anteriormente señalados como
requisitos de toda novación, en referencia a la forma, no ha establecido legislativamente, sin
embargo consideramos que no es suficiente que adopte la misma forma que la obligación
primaria, si no además debe considerarse en forma escrita, tanto más si se toma en cuenta, que la
voluntad para novar debe expresarse indubitablemente, conviniendo sea por escrito. [88]
Este tipo de novación se presenta cuando la sustitución se produce en los sujetos vinculados en la
obligación originaria, de tal modo que la nueva obligación creada será tal en razón del cambio de
sujetos relacionados.
Para que exista una obligación y en su reemplazo se cree una nueva con cambio de acreedor, se
requiere que no sólo del convenio entre el acreedor primitivo y el nuevo, sino crearse una nueva
obligación a su cargo, aún cuando la prestación fuera la misma que la antigua obligación,
distinguiéndose de la dación en pago y del pago con subrogación.
Sin embargo además se requiere que el deudor consienta consienta en asumir la nueva obligación.
[89]
Ello no sucede en la dación en pago toda vez que si bien cambia la persona del acreedor, la
obligación sigue siendo la misma, y tampoco ocurre en el pago con subrogación, porque quien
paga, se subroga interviniendo como nuevo acreedor en la misma obligación a cargo del
deudor.[90]
Son requisitos de ésta novación, llamada también activa, el consentimiento del primitivo acreedor,
a quien se le denomina delegante, el consentimiento del deudor a quien se le denomina delegado
y el consentimiento del nuevo acreedor, a quien se le considera como delegatario, y es a quien ha
de pagar el deudor, este deudor continúa siendo la misma persona.[91]
La novación por cambio de acreedor adquiere importancia cuando los tres sujetos que intervienen
en la nueva obligación son recíprocamente y en cadena acreedores y deudores.
B.- Novación Subjetiva por cambio de deudor.- (novación pasiva) El deudor originario desaparece y
otro deudor lo reemplaza, no cambia el objeto ni el acreedor.
1. Consentimiento del acreedor, declarando libre al primer deudor, y este consentimiento debe
constar, caso contrario no hay novación.
2. Consentimiento del nuevo deudor para obligarse con el acreedor, puesto que nadie puede
resultar sin su consentimiento, contra su voluntad. No es necesario el consentimiento del primer
deudor, pues de contarse con tal consentimiento se configuraría la delegación (Art. 1281 del
CC)[93].
III.- Novación total o parcial.- Son casos de novación objetiva; es decir, la nueva obligación puede
reemplazar la totalidad de la prestación originaria o sólo una parte.
Novación por delegación.- Se trata de una verdadera novación subjetiva por cambio de deudor. Se
requiere el consentimiento del acreedor, además del acuerdo entre el sustituido y el sustituyente.
Novación por Expromisión[94]Es una de las formas adoptada por la novación subjetiva por cambio
de deudor, pero aquí no existe orden alguno; cualquier persona, libre y espontáneamente, asume
la deuda ajena[95]
Si el deudor hubiese dejado vencer el plazo para el pago, constituyéndose en mora, también se
extingue.
Los intereses ya devengados se extinguen y se retienen los frutos, porque la nueva obligación nace
sin ellos.
No puede accionar el nuevo acreedor contra el anterior, ni tampoco el acreedor contra el primitivo
deudor[97]
En la novación subjetiva pasiva, el primitivo deudor se libera totalmente, al igual que los fiadores.
A parte de los efectos enunciados, propios de la novación en general, éste tipo de novación
conlleva sus propios efectos:
El primitivo deudor se libera totalmente, consecuentemente todos los deudores, sean solidarios o
mancomunados, igualmente los fiadores, se liberan también de las obligaciones, por igual razón se
extinguen las garantías reales que servían de seguridad a la primitiva obligación, de ésta manera el
acreedor ya no podrá accionar contra el primer deudor, ni sus fiadores, salvo que la insolvencia del
deudor nuevo haya sido anterior al acto de la novación.
En la novación por cambio de acreedor (activa), las garantías pasan a la nueva obligación, en lo
que se asemeja a la sesión de créditos, teniéndose siempre en cuenta la diferencia de que en la
novación se requiere el consentimiento del deudor, consentimiento que nos es necesario ni
imprescindible en la sesión de derechos y créditos[99]
Generalidades: