vitamina D va a estar directamente ligado con el mantenimiento de nuestros órganos y con multitud de funciones indispensables de nuestro organismo
La vitamina D, también conocida como vitamina antirraquítica, tiene
como función fundamental la de regular el paso de calcio hacia los huesos, de modo que si, por deficiencia de este nutriente, no se lleva a cabo el proceso de un modo óptimo, podemos acabar en una debilitación y curvación el sistema óseo que conducirá a malformaciones como el raquitismo.
Además de regular los niveles de calcio, la vitamina D controla los
niveles de fósforo y juega un papel fundamental en múltiples funciones como la absorción intestinal a partir de alimentos, la reabsorción de calcio a nivel renal, la mineralización ósea (esencial para el correcto desarrollo óseo) o la inhibición de secreciones de la hormona paratiroidea (PTH).
Incluso estudios han puesto de manifiesto la relación directa entre
entre la luz solar y el consumo de vitamina D para la prevención de enfermedades autoinmunes (estudio), cánceres (estudio) y enfermedades cardiovasculares.
Niveles óptimos de Vitamina D
La Vitamina D es una provitamina soluble en grasas que podemos obtenerla a partir de la alimentación, ingeriendo alimentos ricos en este nutriente, o mediante la transformación del colesterol o ergosterol por exposición a los rayos solares UV. Las cantidades diarias recomendadas en adultos de vitamina D serían las siguientes:
Entre 40-70 ng/ml (aprox.) : cantidad óptima
Entre 20-39 ng/ml (aprox.) : cantidad suficiente
En valores por encima de 150 ng/ml , el aporte se consideraría tóxico
(estudio), mientras que una deficiencia que ronde los 9-19 ng/ml, sería claramente insuficiente y factor detonante de enfermedades óseas.
A qué puede conducirnos una
deficiencia de vitamina D
Un déficit en el aporte de vitamina D
puede conducirnos a enfermedades como la osteoporosis o la osteomalcia
Además del raquitismo, enfermedad que suele manifestarse en
niños a través de un crecimiento deficiente, retraso en crecimiento de dientes o deformidades óseas, la deficiencia en los niveles de esta vitamina también puede desembocar en alteraciones en las funciones musculares, mayor prevalencia de diabetes o en otras enfermedades óseas propias de adultos.
La osteoporosis, que se caracteriza por una fragilidad de los huesos,
puede verse incrementada por una deficiencia de vitamina D en personas de mayor edad. Del mismo modo, pueden aparecer otras dolencias como la osteomalcia, debilitación de los huesos propia de adultos y similar al raquitismo, o la hipocalcemia, que conlleva bajas concentraciones de calcio en sangre.
Signos que pueden indicar una
deficiencia de vitamina D Tono de piel excesivamente oscuro (estudio): como hemos dicho, uno de los modos de obtener vitamina D es a través de la exposición a los rayos solares. La pigmentación cutánea actúa como protector solar natural, de modo que cuanta más pigmentación se tenga, menores cantidades de vitamina D se generarán en el proceso, pudiendo conllevar a un déficit en los niveles.
Sudoración excesiva en la cabeza: esto sucede debido a una
irritación neuromuscular y es uno de los síntomas clásicos a supervisar en recién nacidos. Recordemos que la vitamina D es uno de los nutrientes a recomendar durante el embarazo.
Problemas gastrointestinales: como Crohn, sensibilidad al
gluten o inflamación intestinal. Al tratarse de una vitamina soluble en grasa, puede verse afectada su absorción.
Dolor de huesos punzante y persistente: en combinación con
síntomas de fatiga, puede ser un claro ejemplo de déficit de vitamina D por osteomalacia, causante de un defecto de calcio en la base del colágeno óseo.
Top alimentos ricos en vitamina D
La toma recomendada de vitamina D nos proporciona un montón de beneficios y no solo para nuestros huesos; así que, como en anteriores entregas, en un próximo post os contaremos cuáles son algunos de los alimentos más ricos en vitamina D, así como algunas ideas de recetas perfectas para incorporarlos en nuestra dieta.