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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
5° año - 2° Cuatrimestre
PROGRAMA DE PSICOTERAPIA II
INDICE
1. FUNDAMENTACIÓN 3
4. PROGRAMA GENERAL 10
4.1. OBJETIVOS 10
4.2. CONTENIDOS 10
6. BIBLIOGRAFIA GENERAL
7. MODALIDAD PEDAGÓGICA 25
9. RÉGIMEN DE CORRELATIVIDADES 27
Las psicoterapias de grupo, los abordajes vinculares, incluidos los de pareja y familia y otras
modalidades de encuentros multipersonales –acaso no encuadrados en el eje terapéutico-
asistencial- han sido considerados necesarios en el plan curricular de la carrera para la
capacitación profesional del psicólogo.
Psicoterapia II está ubicada en el Área curricular de Formación Profesional Intervenciones en
Psicología, particularmente en el Eje temático: Intervenciones Psicología Clínica, tal como se
estableció en la última presentación a la CONEAU en el proceso de acreditación.
En la Resolución ministerial 343/09, respecto de las actividades profesionales reservadas a la
profesión del psicólogo, en sus incisos 3 y 4 se estipula: “Prescribir y realizar acciones de
evaluación psicológica, psicodiagnóstico, pronóstico y seguimiento en los abordajes: individual, de
pareja y familia. Prescribir y efectuar psicoterapias individuales, familiares, grupales y de pareja”.
La materia Psicoterapia II (Grupos) abarca un segmento específico de estas incumbencias.
Acerca de la noción de psicoterapia y la noción de clínica.
La denominación "psicoterapia" ha agrupado diversas prácticas; su significación ha sufrido
importantes transformaciones en la medida que variaban los contextos de referencia y la
hegemonía teórica respecto de su fundamentación. La nominación de los diversos procedimientos
de intervención de la psicología fue condicionada por su cercanía o subordinación a ciertas
disciplinas hegemónicas. La pedagogía y la medicina alternaron en ese lugar; así el vocablo
"psicoterapia" pudo designar a los procesos de corrección del aprendizaje (re-aprendizaje), o una
curación entendida en términos médicos. En la medida en que la psicología fue constituyéndose
en una disciplina con una cierta autonomía, fue distanciando sus procedimientos de la medicina y
la psiquiatría, que ceñían las intervenciones psicológicas a la curación de una enfermedad mental.
Inscribimos este programa en la perspectiva que incorpora la renovación conceptual en curso
desde mediados del siglo XX. En ella se cuestiona la tradicional oposición sujeto/grupo, correlativa
de aquella otra individuo/sociedad con las que fueron matrizadas las así llamadas ‘ciencias
sociales’. Como alternativa a estas corrientes y en el esfuerzo por conceptualizar los múltiples
procesos de subjetivación, se vienen produciendo alteraciones fuertes respecto de algunas de las
certezas teóricas que en su momento constituyeron el fundamento de la psicología como
disciplina. Una de ellas ha sido conmover la presuposición de un sujeto universal, al que se asume
uno, origen y fuente y que se postula como modelado secundariamente de acuerdo con
problemáticas y prescripciones epocales.
En consideración de ese sesgo, la perspectiva asumida para la formulación de este programa se
apoya en desarrollos realizados por pensadores contemporáneos como Cornelius Castoriadis,
4
Michel Foucault y Gilles Deleuze. Los conceptos instaurados por estos autores permiten visibilizar
-y entonces transformar en pensables- algunos fenómenos psicosociales que se presentan como
anomalías para las concepciones tradicionales; a su vez, han orientado la investigación acerca de
las formas y las fuerzas de la subjetividad y de los vínculos. Se han incluido también otros
pensadores (Guattari, Lazzarato, Lewkowicz, Berardi, Virno, Rolnik, Esposito) que permiten un
abordaje teórico que suplementa cierta clave de lectura en semiótica significante, en la medida
que esta tiende a orientar la intervención del psicólogo a la toma de conciencia, sea en el análisis
de las implicaciones institucionales o en la elucidación crítica de las significaciones sociales, y bajo
el reinado de la representación. La inclusión del registro de afectaciones corporales ha enriquecido
la perspectiva, lo que permite un incremento de dispositivos, procedimientos y concepciones
estratégicas.
Esta es una cuestión eminentemente conceptual, con decisivas improntas filosóficas; por ello no
podemos suscribir la tradicional dicotomía entre teoría y técnica, entre cuerpo teórico de una
disciplina y sus “aplicaciones”. Las concepciones según las cuales la teoría se colocaba en un plano
de superioridad y las técnicas o las prácticas se desprendían por ‘aplicación’ se muestran
extenuadas. En consecuencia, la experimentación y capacitación en dispositivos grupales lejos de
ser un área de ‘aplicación’ de saberes teóricos supuestamente consolidados, es campo y fuente de
desarrollos teóricos.
La fundamentación de la perspectiva teórica de este Programa en aportes de pensadores
contemporáneos mencionados, como Castoriadis, Foucault, Deleuze y Guattari, permite concebir
al pensamiento inextricablemente unido al acto que hace ser, o al despliegue de una potencia, es
decir a una capacidad de hacer. En el enfoque que establecemos, entendemos el pensamiento
como parte de la operación que se produce. La elucidación del problema y los procedimientos de
intervención a implementar requieren –para producir una verdadera capacitación- un pliegue
reflexivo.
Se apuesta a capacitar a los estudiantes en el diseño de estrategias de intervención apropiadas
para cada situación que convoque al psicólogo, sorteando suministrar modelos o recetas de las
diversas tecnologías psicoterapéuticas. La noción de situación en la que inscribimos esta
afirmación no se refiere a un escenario descripto en exterioridad, que tanto abunda en los relatos
sociológicos o psicosociales sino a la concepción de la situación como aquello que sólo puede ser
pensado si se la constituye, como condición para poder operar en ella con potencia, bajo
condiciones contemporáneas de subjetivación.
La propuesta de la cátedra, resumida en la consigna "aprender clínica haciendo clínica", indica que
se trata de un dispositivo de capacitación en la construcción del oficio de psicólogo. Con lo dicho
queda explícita una perspectiva que inscribe al perfil profesional del psicólogo, menos como
experto exterior a la situación que lo convoca y más en la posición de un agente entre otros en la
propia situación, que tiene un oficio en tanto saber hacer.
Rescatamos al respecto una diferenciación, postulada por F. Ulloa, respecto de la formación: “La
capacitación supone siempre una conceptualización de la práctica, la formación gira más en torno
a la especulación teórica”1, “la formación (…) necesita ir acompañada de (…) la capacitación que
proponemos como Comunidad Clínica. (…) es pues práctica organizada coherentemente, sin
saltearse las condiciones reales facilitadoras o adversas en que deberá ejercer su tarea el futuro
clínico”2.
La capacitación, al pasar por un habitar constituye toda situación clínica y no puede -ni debe
pretender hacerlo- abordarla desde afuera, tal como lo inducía la prescripción metodológica
propia del positivismo y el cartesianismo. Tal capacitación clínica supone no sólo una revisión de
los procedimientos psicoterapéuticos vinculares más frecuentemente usados y los rasgos
principales de esos dispositivos, sino especialmente un cierto entrenamiento en la detección de
1
Ulloa, F. Novela Clínica psicoanalítica. Ed. Paidos, Buenos Aires, 1995, Pág. 76.
2
Ulloa, F. “Comunidad clínica” (Ficha de cátedra.)
5
aquellas singularidades que se presentan en la situación en la que se pretende intervenir y que
guiarán cierta estrategia. En la brújula de esta detección está el propio registro corporal de sus
afecciones. La noción de afección es bien lejana de las tan transitadas de vivencia o sentimiento;
indica en la filosofía de Spinoza -retomada por Deleuze- la capacidad de todo viviente de afectar y
ser afectado y en vez de oponerse al pensar racional constituye base indispensable de la
construcción de conceptos. El pliegue de estos registros en elaboraciones conceptuales contribuye
a la promoción de un profesional capacitado para la invención y el diseño de dispositivos
adecuados ante cada convocatoria y para implementar las operaciones clínicos en cada situación.
El perceptible agotamiento de la diferencia como separación de los que fueron denominados
saberes disciplinarios, como conjuntos teórico-técnicos suficientes en manos de un profesional
experto, llevó a constituir equipos profesionales enfocados y nucleados en torno a los problemas a
resolver, antes que por su pertenencia a una u otra profesión. Una perspectiva transdisciplinaria
apuesta a la presentación de los no-visibles y en tanto tal, impensables de cada recorte disciplinar.
Es la idea de caja de herramientas (Michel Foucault) es decir, un conjunto de nociones y recursos
técnicos provenientes de distintos campos de saber que puedan resultar de utilidad y que van
enriqueciéndose con diversas prácticas, en las que muestren potencia para operar y hacer con
eficacia. En la perspectiva que se inscribe este programa, se consideran tanto las herramientas de
pensamiento como la constitución del problema sobre el que se intervendrá, en la medida que no
se lo supone ya establecido, sino parte de la tarea de intervención, en tanto
experiencia/experimentación.
El término 'psicoterapia' alberga variantes, opciones y polémicas. Algunas intervenciones
psicológicas, tales como reinscripciones, resignificaciones, construcciones y demás operaciones
psíquicas son incluidas de pleno derecho, en la medida que se ponen bajo sospecha y revisión
ciertas hegemonías de la “palabra” y la “escucha”. Algunas producciones de actos-pensamientos
que se mueven bajo otra lógica que la semiología de las estructuras significantes, son
indispensables en los procesos de subjetivación y se corresponden con las lógicas denominadas
por Félix Guattari como a-significantes, bajo una concepción de semióticas múltiples y
entrelazadas.
Hemos retomado la noción de clínica trabajada en los años sesenta por Fernando Ulloa,
replanteándola en las condiciones actuales. “Entendemos la experiencia que estamos realizando
como una oportunidad para inventar procedimientos eficaces para la clínica actual. Es por ello que
venimos trabajando en la producción de herramientas que permitan a los estudiantes de la
materia, ya muy cerca de recibirse, una cierta capacitación como clínicos. Para esto último
retomamos (…) la experiencia de la comunidad clínica de Fernando Ulloa. La experiencia será
coordinada con una tecnología que hemos ido acuñando, que retoma el concepto de la
comunidad pensante de analistas, en diferentes grados de formación. El objetivo (…) es que cada
uno de los integrantes de la comunidad vaya trabajando y trabajándose, para constituirse en
clínico, al compás del abordaje de un problema habitual de la clínica actual. (…) hemos
programado diferentes experiencias por las que podrá atravesar el alumno”. 3
Algunos vectores de la Comunidad Clínica vienen proporcionando ciertas bases para un
posicionamiento subjetivo y algunos procedimientos apropiados. La comunidad clínica implica
reciprocidad en la donación correlativa de torpezas y habilidades. La elucidación permanente de la
subjetividad de los docentes, su responsabilidad en la co-producción de lo que padecen, ha
constituido un vector indispensable, especialmente en el ámbito de una supervisión sistemática
de la conducción de sus comisiones, con el objetivo de alcanzar un mínimo de congruencia entre
la propuesta y sus efectos verificables.
La clínica que nos interesa experimentar y transmitir aquí es aquella que se produce en las
numerosas prácticas de intervención de las que suele participar el psicólogo, en especial aquellas
que no lo hace en forma aislada ni excluyente de otros profesionales, tales como antropólogos,
historiadores, sociólogos, trabajadores sociales, psicólogos sociales, etc. En numerosas ocasiones
3
Bozzolo, R: "Actualizaciones 2005". Ficha de cátedra
6
la interpelación al profesional psicólogo, la convocatoria o la demanda se producen desde un
agrupamiento familiar, de trabajo o institucional. En otras, la consulta se realiza desde un
individuo, una persona, pero el abordaje del caso se realiza en forma multipersonal, mediante
entrevistas vinculares, o reuniones conjuntas o asambleas institucionales. Hay escenarios en los
cuales el operador “psi” ofrece una actividad pautada, con un dispositivo diseñado para una cierta
experiencia, esperando configurar un encuentro con otros, en una confluencia de deseos o
apuestas. Hay oportunidades en que la actividad amerita ser incluida en el dispositivo de la cura,
otras en los dispositivos de trabajo llamados institucionales, otras en los denominados abordajes
comunitarios, o eventualmente, configurar situaciones de encuentro, (que tradicionalmente
formaron parte de las actividades de promoción de salud). En otro momento, la práctica se podrá
incluir en las de rehabilitación, de peritaje, de aprendizaje o de re-socialización.
Estas experiencias bien variadas, que se caracterizan por la tramitación de conflictos,
padecimientos, sufrimientos, malestares, pueden también presentar, como formación sintomática,
disfunciones en las tareas que se propusieron realizar, tanto los sujetos individuales como los
agrupamientos consultantes. Hemos intentado hacer un listado no exhaustivo, pero
suficientemente extenso, para dar cuenta de la amplitud de los campos donde un profesional psi
puede intervenir.
El campo grupal, vincular e institucional.
En los últimos años se ha podido constatar que los grupos en tanto dispositivos propuestos y
conducidos por profesionales fueron dejando el lugar prestigiado y central que tuvieron en
décadas pasadas: tanto en la asistencia psicoanalítica, como en las carreras de Psicología. Dicho
desplazamiento y en casos exclusión, se justifica, para algunos colegas, en ciertas hegemonías
teóricas. En otros terrenos, por fuera de las prácticas asistenciales, hegemonizadas por la cura
psicoanalítica, surgieron en los más variados ámbitos, no capturados por profesiones o disciplinas,
numerosas actividades que se desarrollan bajo formas grupales. Algunas de ellas se inician
alrededor de sufrimientos comunes, con personas que han padecido alguna pérdida importante,
un ser querido o una situación laboral estable. Se agrupan también -en ocasiones en forma
espontánea- los afectados por situaciones de tipo social, migraciones, víctimas de violencia
doméstica, y/o institucional. Muchos de estos agrupamientos implicaron la extensión del modelo
de Alcohólicos Anónimos, iniciado en los bordes de la psiquiatría, con algunas variantes de
acuerdo a la característica conductual que se aborda. Aquellas concepciones que entienden el
psicoanálisis como centrado en el sujeto individual, enfatizan dominantemente la función
protésica del grupo en estos agrupamientos, resaltando el polo de la alienación, y desconfiando al
extremo de la validación de otros efectos transformadores.
Entre profesionales provenientes del trabajo social o de la psicología social, que intervienen en
calidad de operadores del campo, se tiende a subrayar la resolución concreta de problemas, la
acción cooperativa, la tan mentada resolución de necesidades, etc. La dificultad en la nominación
(“autoayuda”, “homogéneos”, de pares, etc.) habla de una transformación de los lazos (que
afrontan la constante tensión entre la disolución disgregante y la masificación globalizada) a la vez
que un agotamiento de los instrumentos del pensar de los expertos acostumbrados a pensar
desde “modelos”. Constatamos que los saberes recortados en forma disciplinaria se muestran
insuficientes para dar cuenta de los procesos aludidos; para ello hemos incluido la
problematización de la denominada interdisciplina y los efectos en las subjetividades
profesionales, que la constitución del equipo calificado como interdisciplinario produce.
Los psicólogos se encuentran a menudo con la necesidad de comprender los dinamismos
psicológicos propios y específicos de una institución o de un determinado grupo preformado, sea
una organización, una familia, un equipo o un grupo de amigos. Suele pasar que la tarea como
psicólogos clínicos, psicoanalistas o psicoterapeutas de diferentes orientaciones se vea
obstaculizada o ayudada por estos dinamismos, en un actuar a tientas en la medida que no se
tiene la información y formación necesarias.
7
Esta asignatura aborda aquel escenario al que Ulloa denominaba de la “numerosidad social”. Allí la
dimensión de los cuerpos, del espacio físico, de los movimientos y de lo escénico como
constitutivo, son existentes no solo insoslayables sino materia misma de las operaciones. Cabe
ponderar que el dispositivo psicoanalítico clásico desplaza y hasta neutraliza estos elementos, y de
este modo torna invisibles esas dimensiones; consecuentemente las operaciones del psicólogo
podrían ser torpes, infundadas, carentes de la un inteligir necesario. Cierto forzamiento hacia el
desfiladero de la palabra y la representación, imprescindible para el dispositivo de diván, tiende a
reducir el encuentro al intercambio verbal asociativo; aquello que habilita una modalidad de
trabajo puede obstaculizar otras. En el dispositivo terapéutico individual clásico, toda provocación
transferencial está forzada a transitar por la palabra; lo que no ocurre en los grupos, donde la(s)
transferencia(s) trasmutan como investidura libidinal directa del otro, compañero, del
coordinador, o del terapeuta y pueden devenir ocasión de encuentro.
En la clínica asistencial, con frecuencia el profesional se ve demandado para el diseño de
intervenciones que requerirían variedad de recursos, pero al encontrase pertrechado en forma
estrechada con herramientas conceptuales y técnicas reducidas al trabajo individual de tipo
verbal, cae en procederes escasos de inventiva y de poca eficacia. A estos forzamientos teórico-
clínicos se suma el desaliento que provoca la falta de capacitación en el trabajo con la dimensión
inconciente de la grupalidad, la vincularidad y los organizadores fantasmáticos. En suma, cierta
cultura de lo inmediatez, propia de las condiciones actuales de existencia, ha ido produciendo un
modo de coordinación de grupos con un modelo alternativo más bien conductista y adaptativo,
que termina asimilando de este modo el trabajo grupal al modo de disciplinamiento reeducativo
vigente en los procesos de rehabilitación de las adicciones. El abordaje de familias, parejas y/o
formas vinculares diversas (madre o padre e hijos, abuelos y nietos, ex-cónyuges con o sin sus
hijos, etc.), ha abierto un campo de problemas al psicoterapeuta, con desacoples entre funciones
tradicionalmente anudadas (como la de la pareja conyugal y la parental), que requieren de una
investigación precisa, en cuanto a los encuadres más adecuados y las herramientas más efectivas.
Un aspecto de talles herramientas pasa por un conjunto de procedimientos grupales, basados en
experiencias largamente repetidas en nuestro país, que a la vez que utilizan cierta potencia de lo
grupal para el aprendizaje, sirvan para la transmisión en vivo y en forma experiencial de las
dimensiones grupales del sujeto, de los procesos intertransferenciales, y de las modalidades de
trato, de operación y de conducción de tales aconteceres. Los procedimientos útiles en este caso
son especialmente una modificación pertinente del grupo operativo de aprendizaje,
particularmente en el modo de lectura del acontecer grupal respecto de la dinámica y la
devolución de esa lectura bajo formas no necesariamente interpretativas, sino específicamente
pedagógicas.
Las formas implementada implican una singularidad y a la vez se apoyan en una extensa
generalización dado los diversos usos por parte de quienes las han utilizado en las prácticas
grupalistas argentinas desde hace no menos de cuatro décadas. Por ello cabe abordar un cierto
sumario de las transformaciones sufridas por ellas 4, y su correlación con sus respaldos teóricos,
dado su convergencia con los contenidos de la asignatura.
Las prácticas en la coordinación y supervisión de grupos operativos de aprendizaje están basadas
en un linaje: la concepción operativa de los grupos, con las alteraciones que implicaron en su
momento su intervención por el análisis institucional y por las concepciones de C. Castoriadis
respecto de la creación permanente de lo histórico-social y el papel inmanente de éste en la
constitución de la subjetividad. Actualmente, las contribuciones de Foucault, Deleuze y Guattari
sobre la producción de subjetividad, en el pasaje de las sociedades disciplinarias a las sociedades
de control, resuelven de otro modo, completamente inédito, ciertas ataduras estructuralistas y
resabios sustancialistas que arrastraba tal concepción del grupo operativo, en la medida que lo
4
Bonano, O: Del grupo reflexivo a los procesos de subjetivación, trabajo presentado en PSICOLOGÍA
SOCIAL EN ARGENTINA - 2° Congreso Nacional con participación Latinoamericana y III Encuentro
Actualización Teórica y Técnica, convocado y organizado por INSERCION, Asociación Civil - 18, 19 y 20
de Agosto 2001 - Tandil - Buenos Aires – Argentina.
8
que cuenta no es lo que es “el grupo” en tanto universal o sustancial, sino lo que lo grupal hace,
constituye, deviene.
Ahora bien, los muy diversos tipos y tamaños de agrupamientos que pueden beneficiarse con
procedimientos de intervención que incluyan herramientas grupales, son agrupamientos de muy
diverso tamaño: en nuestro caso (la clase de trabajos prácticos, de alrededor de treinta
integrantes y también el espacio teórico clínico) la tipología se acerca más al grupo amplio de
Anzieu5 (aunque se conforman pequeños grupos en diversas ocasiones); el problema gira en torno
a las apuestas para que se constituya un común, si bien incluye la aprehensión de fenómenos de
grupo, se centra en la capacitación conceptual y operacional. La red transferencial está torsionada
de tal modo por la institución docente que implica un obstáculo serio para que el coordinador-
docente ejerza efectivamente funciones de coordinación. Por último la así llamada “dimensión
institucional” lejos de ser "contexto", es materia misma de las subjetividades implicadas en el
agrupamiento.
Para la concepción operativa, la tarea es organizador principal del grupo. La proposición de la
tarea como un neutro organizador estructurante del agrupamiento es consistente con el horizonte
problemático de la Psicología Social pichoniana (“la tarea es la marcha del grupo hacia sus
objetivos”) La dimensión instituida de la tarea y por lo tanto su sentido y significación política y
subjetiva –en sentido estricto- ha sido no solo un invisible sino un impensable para la Psicología
Social, por su sujetamiento al funcionalismo y a un estructuralismo no elucidado. 6
Pero sucede que el eje de la tarea en su generalidad, es el ombligo que conecta al agrupamiento
con la circulación social de prácticas y por lo tanto con significaciones sociales que nunca van a
poder reducirse a contenidos y procesos psíquicos. La prescripción impuesta al equipo de
coordinación de no reemplazar al agrupamiento en la gestión de su tarea y la definición de sus
metas, todavía deja en la invisibilidad que la dimensión de tarea está impuesta a las subjetividades
por la institución en la que el agrupamiento despliega sus actividades. Es la institución, su carta, su
historia y sus mitos quienes produjeron y saturaron las definiciones de tarea y por lo tanto los
objetivos y las necesidades supuestas. La tarea está instituida y esta dimensión institucional es
precisamente uno de los límites de la concepción establecida de los grupos operativos.
Tomando en cuenta ciertas vacancias de formación, en los distintos espacios de la cursada se
apunta a formar un psicólogo disponible y a la vez entrenado, abierto a la invención de
dispositivos y procedimientos de intervención, que colaboren con procesos colectivos de
subjetivación al servicio de expandir la vida, en los diversos modos de existencia que la
contemporaneidad permite y al mismo tiempo desvía, deforma y recaptura. El objetivo de las
clínicas plurales es abrir nuevos posibles y acompañar el devenir, en cuanto tránsito de lo actual
efectuado a lo posible.
La propuesta de este programa es a la vez teórica y profesional, ética y política, dado que se
presenta la problemática ética al interior de las prácticas clínicas.
4. PROGRAMA GENERAL
4.1. OBJETIVOS
Es objetivo general de esta asignatura capacitar a los estudiantes y entrenarlos en cierto grado
para un posicionamiento clínico, si se toma en cuenta que diversas operaciones clínicas incluyen la
dimensión psicoterapéutica vincular y/o grupal, pero no se reducen a ella. La idea rectora de esta
propuesta de capacitación es aprender clínica haciendo clínica.
Los objetivos específicos son:
un acercamiento a múltiples dispositivos y procedimientos empleados en la intervención
clínica.
la comprensión de las dimensiones grupales y vinculares presentes en diversas clínicas,
tanto en abordajes multipersonales como individuales.
la sensibilización y puesta en disponibilidad para el registro de afectaciones y el
entrenamiento en su elucidación.
posibilitar un cierto grado de lectura de los múltiples efectos de una intervención
habilitar cierto grado de autorización en la posición profesional y construcción de
destrezas para el diseño de dispositivos singulares a configurar en cada situación clínica.
4.2. CONTENIDOS
I. DISPOSITIVOS CLÍNICOS EN LAS INSTITUCIONES Y EN LA COMUNIDAD
Diseño de dispositivos clínicos para actividades grupales en lo institucional y comunitario.
Comunidad trascendental y comunidad problemática. La composición de un común. El psicólogo
en los ámbitos de salud, educación, penales y otros. Elucidación de la implicación del profesional.
Revisión de la noción de “intervención” respecto del eje trascendencia/inmanencia. Posición
subjetiva del operador: animación y abstinencia. Agenciamientos, estrategias, procedimientos y
operaciones situacionales. Distinción entre programación previa y evaluación de las estrategias
inmanentes en los dispositivos clínicos.
Objetivos:
Elucidar la noción de 'comunidad', presente en las teorizaciones modernas.
Revisar las nociones de institución y situación, a la luz de los trastornos en la producción
de subjetividad ciudadana, en tanto sujeto de derechos y obligaciones.
Introducir los aportes del pensamiento contemporáneo acerca de los procesos
inmunitarios en la constitución de lo común.
Introducir a la noción contemporánea de multitud y sus consecuencias en el campo psi.
Trabajar las lógicas presentes en las nociones de abstinencia e implicación. Visualizar los
efectos de intervención del posicionamiento subjetivo del operador psi.
Bibliografía obligatoria:
Bonano, O.: Lo grupal en el trabajo comunitario – Ficha de cátedra.
11
Bonano, O: (2008) “Sufrimiento psíquico en instituciones”, en El oficio de intervenir. Políticas
de subjetivación en grupos e instituciones. Editorial Biblos, Buenos Aires
Bonano, O y Bozzolo, R. (2007) “La nominación y las practicas actuales de análisis
institucional”. Cuadernos de Campo nº 2 publicado por Campo Grupal, Octubre.
Bonano, Bozzolo, L´ Hoste: “Posición subjetiva e intervención institucional”. (Inédito) Ficha de
cátedra.
Bonano, Bozzolo, L´Hoste: “Elucidación y subjetivación” texto inédito. Ficha de cátedra.
Bozzolo, R. (2005). “Prácticas grupales y avatares institucionales”. Ficha de cátedra.
Deleuze, G. (1990): “¿Qué es un dispositivo?”. Conferencia de enero 1988, en el primer
encuentro internacional organizado por la Association pour le centre Michel Foucault,
publicada por du Seuil, Paris 1989, en el texto colectivo: Michel Foucault, philosophe,
Barcelona, Gedisa editores
Duschatzky, S. y Sztulwark, D. (2007). “Lo que puede una escuela”.
Labandeira, M. C. (2006) “Sólo hay encuentros” Campo Grupal nº 83.
Lewkowicz, I (2000) “El analista sin estado” Inédito. Ficha.
Lewkowicz, I, Corea, C y De la aldea, E. (1998) “La comunidad entre lo público y lo privado”
Publicado en “Campo Grupal Nº 2, Bs.As.1998.
Lewkowicz I.: “Escritos varios sobre comunidad, lo común y la subjetividad actual”. Inédito.
Lazzarato, M: “Por una redefinición del concepto ‘biopolítica’”, Publicado en la página
www.caosmosis.acracia.net
Lourau, R. (2001): “La lógica de la implicación”. Selección realizada por Gregorio Kaminsky de
Libertad de movimientos. Una introducción al análisis institucional. Buenos Aires. Eudeba.
Moratti Serricchio, M.F.: "Lo inmune y la producción de subjetividad. Una herramienta
posible" – Ficha de cátedra.
Bibliografía de consulta:
Bozzolo, R. (2008). “Los vínculos y la producción de subjetividades”, en El oficio de intervenir.
Políticas de subjetivación en grupos e instituciones. Editorial Biblos.
Corea, C. y Lewkowicz, I. (2005) “La institución materna” en Pedagogía del aburrido. Paidós.
Deleuze, G. 1991 “Posdata a las sociedades de control”. en Christian Ferrer (Comp.) El
lenguaje libertario, Tº 2, Ed. Nordan, Montevideo,
Corea, C. y Lewkowicz, I. (2005) “Pedagogía del aburrido”. Paidós,
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Kaës, R. (1985) “Crisis, ruptura y superación”. Comp. Ediciones Cinco. Cap. 1. Págs. 7-80.
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Manero Brito, R. (1990) “Introducción al análisis institucional” Revista TRAMAS Nº 1, (UNAM-
XOCHIMILCO)- México.
Ventrici, G. (2008) “Las instituciones y los procesos de subjetivación”. En Cuadernos de Campo
nº 3, publicado por Revista Campo Grupal, Abril 2008, Buenos Aires.
Objetivos:
Introducir a "la" subjetividad como campo de problemas.
Comprender la necesidad de otras lógicas, presente en algunos pensadores
contemporáneos.
Realizar una genealogía de los diversos modos de subjetivación.
Ubicar la psicología como disciplina y el psicoanálisis como tecnología de subjetivación.
Revisar la noción de trauma psíquico, en las actuales condiciones.
Bibliografía Obligatoria:
Agamben, G. (2009) “¿Qué es ser contemporáneo?” Artículo publicado en Clarín con fecha
21-03.09.
Bonano, O. (2014): "Dispositivos y agenciamientos grupales", en Cuadernos de Campo N° XV,
“Dispositivos Grupales”, publicación de la Revista Campo Grupal. Buenos Aires, Mayo 2014
Bonano, O. (2011); "Tres modos socio-históricos de producción subjetiva", Clase de Seminario
– Ficha de cátedra.
Bozzolo, R. (2008). “Los vínculos y la producción de subjetividades”, en El oficio de intervenir.
Políticas de subjetivación en grupos e instituciones. Editorial Biblos.
Bozzolo, R. (2008) “Condiciones Actuales de producción de subjetividad” ponencia en panel. II
Congreso de Configuraciones Vinculares. Ficha de cátedra.
Bleichmar, S.: "Entre la producción de subjetividad y la constitución del psiquismo".
Fernández Polanco, Aurora y Pradel, Antonio . "Una conversación con Suely Rolnik" ,
Publicado en la Revista Re-visiones # Cinco, 2015 Universidad Complutense de Madrid,
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Guattari, F. (1996) “Acerca de la producción de subjetividad”, Cap. 1 de Caosmosis, Buenos
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Cartografías del deseo. (Ficha de cátedra y selección de fragmentos realizada por Juan Pablo
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Hupert, P. “Sujeto, subjetividad, deslindes. ¿Sujeto sin subjetividad? El deslindamiento
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Lewkowicz, I. (2004) “La noción de subjetividad”. Inédito. Ficha bibliográfica.
Lewkowicz, I: (2002) "La subjetividad contemporánea. Entre el consumo y la adicción”.
Publicada en la Revista de la AAPPG. Ficha de circulación interna.
Bibliografía de consulta:
Berardi, F. (Bifo) (2003) “La fábrica de la infelicidad”. Cap. 1. Págs. 35 a 58. Editó Fabricantes
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Berardi, F. (Bifo). (2007). “La generación post-alfa”. Diálogo inicial, introd. y Cap. 1, págs. 35
-72. Editorial Tinta Limón, Buenos Aires.
Castoriadis, C. (1983 y 1989) “La institución imaginaria de la sociedad” Cáp.7.Tusquets.
Corea C. y Lewkowicz, I (1999). “¿Se acabó la infancia? Ensayo sobre la destitución de la
niñez”. Editó Lumen, Buenos Aires.
Hupert, P. (2007-2008) “La temporalidad de nuestra época” Selección realizada con artículos
de Campo Grupal Nos. 96, 98 y 99, Buenos Aires
Hupert, P. “Ciberespacialidad” (2006) , artículo de Campo Grupal nº 81.
Rolnik S. (2005) "Una nueva suavidad" en Micropolítica, Cartografías del deseo, pág. 413.
Buenos Aires. Ediciones Tinta Limón,
13
III. LA PSICOTERAPIA Y LA CLÍNICA
Las psicoterapias como prácticas más allá del binarismo individuo-grupo. Elucidación crítica de la
noción de Psicoterapia. Del modelo médico al psicoanalítico. El psicoanalismo y el control social.
Las prácticas clínicas, más allá del eje salud-enfermedad. Dispositivos de trabajo, posición
subjetiva del psicólogo y procedimientos clínicos en condiciones de subjetividad contemporánea.
Objetivos:
Introducir el campo de la clínica y las psicoterapias.
Diferenciar a través de una sumaria genealogía, las intervenciones del psicólogo de la
psiquiatría y la pedagogía.
Fundamentar la intervención clínica del psicólogo en situación, más allá de las
trascendencias postuladas por el eje salud y enfermedad.
Elucidar las condiciones actuales del ejercicio profesional.
Introducir la noción de posición subjetiva del profesional, en la intervención
contemporánea.
Problematizar la clásica división de las psicoterapias en “individual” y “grupal”.
Bibliografía Obligatoria:
Bonano, O.: Lo grupal en el trabajo comunitario – Ficha de cátedra.
Bozzolo, R, (2008) “Clínicas que desbordan la cubeta psicoanalítica” en El oficio de intervenir.
Políticas de subjetivación en grupos e instituciones. Editorial Biblos.
Bozzolo, R. (2008) “Macrocontexto: el agotamiento de una nominación”, en El oficio de
intervenir. Políticas de subjetivación en grupos e instituciones. Editorial Biblos.
Bozzolo, R. (2002) “Fundamentación de la perspectiva de la cátedra” Ficha de circulación
interna.
Bozzolo, R. (2002) “Lugar y función del psicoanalista en el grupo”. Ficha de circulación interna.
Ulloa, F: (1962) “Comunidad Clínica” Ficha de circulación interna.
Ulloa F: (2008) “Innovaciones en el psicoanálisis” (fragmentos) Publicado en Imago Agenda N°
118 Abril 2008, Buenos Aires.
Ulloa, F., (1995) Fragmentos sobre mortificación y ternura en Novela Clínica Psicoanalítica.
(Págs. 238-241).Buenos Aires, Paidos.
Bibliografía de Consulta:
Bonano, O. (2008) “Sustracción, capacitación, composición. Una experiencia en La Plata”.
Ficha de cátedra.
Bozzolo, R. (2008) “Psicoanálisis Pensables e impensables”, en El oficio de intervenir. Políticas
de subjetivación en grupos e instituciones. Editorial Biblos.
Castoriadis, C. (1994) “Introducción” de Los dominios del hombre, año. Editorial Gedisa,
Buenos Aires
Corea, C. (2002) “La destitución de la comunicación y el agotamiento de la subjetividad
pedagógica”. Clase dictada para FLACSO virtual. Ficha bibliográfica.
Ulloa, F., (1995) Novela Clínica Psicoanalítica. Buenos Aires, Editorial Paidós.
Ulloa, F: (2007) “En la numerosidad social hay algo de puesta en escena”, en Cuadernos de
campo Nº 2, publicación de Campo Grupal. Octubre. Buenos Aires.
Bibliografía obligatoria:
Anzieu, D. (1986) “El grupo y el Inconciente”. Segunda Parte, Cap. 10: Perspectivas teóricas: A)
panorama de la vida grupal inconciente y B) Teoría general del fantasma en los grupos.
Madrid, Biblioteca Nueva, 2ª. Edición,.
Bion, W: (1991) “Experiencias en Grupos”. Cap. Final “Revisión”, y fragmentos del Cáp.1 -
Editorial Paidós.
Bonano, O.(2000): "Del grupo reflexivo a los procesos de subjetivación"- Ficha de cátedra.
Bonano, O: (2013) “Producción de subjetividad del coordinador de grupos”, publicado en
Cuadernos de Campo grupal N° 14, Buenos Aires, Noviembre de 2013
Bonano, O: (2000) “La dimensión del apuntalamiento". Cap. 7 de Crisis del sujeto
contemporáneo, Biblioteca de Iniciación, Univ. Nac. De Lomas de Zamora.
Bonano, O: "Organizadores del Grupo". Ficha de cátedra.
Bozzolo, R. (2005). “Practicas grupales y avatares institucionales”. Ficha de cátedra.
Kaës, R: (1985) “El apoyo grupal del psiquismo individual”, en Temas de Psicología Social, Año
8, Nº 7, Ficha de circulación interna.
Kaës, R: (1992) “Apuntalamiento y Estructuración del Psiquismo”, En Revista Nº 3 y 4 del año
1991 y revista Nº 2, publicación de la AAPPG. Ficha de cátedra.
Kaës, R. (2000): “Las teorías psicoanalíticas de grupo”. Pág. 33 a 46 y Cap. 4, apartados IV, V y
VI (Págs. 111 a 122). Editorial Amorrortu. Buenos Aires.
Percia, M.; "Apuntes para una escucha psicoanalítica en situación de Grupo", en Notas para
pensar lo grupal, Lugar Editorial, Buenos Aires – Ficha bibliográfica.
Percia, M.; "Procesos identificatorios en la clínica grupal", en Notas para pensar lo grupal,
Lugar Editorial, Buenos Aires – Ficha bibliográfica.
Percia, M.: “Instalación política de los grupos (decepciones de Bion)”, en Vínculos y
subjetividad en la era contemporánea. Revista de AAPPG, Tomo XXVII, Número 1, 2005,
págs.191 a 232. Ficha de cátedra.
Manero Brito, R (2003). “Reflexiones sobre la práctica grupal” Revista TRAMAS Nº 21 (UNAM-
XOCHIMILCO) México. Ficha de circulación interna.
Ventrici, G. (2006) “El grupo en tiempos de intemperie”. Revista de la AAPPG, nº 1, Volumen
XXIX. Buenos Aires.
Bibliografía de consulta:
Anzieu, D., Bejarano A., Missenard, A. y otros, (1978) “El trabajo psicoanalítico en los
grupos”. Introducción, caps. 2 y 10. Editó Siglo XXI
Bernard, M. y otros (1996). “Desarrollos sobre grupalidad. Una perspectiva psicoanalítica”.
Lugar Editorial, Buenos Aires.
Bonano, Bozzolo y L´Hoste (1993). “El apoyo grupal en la elaboración del trauma social”, en
“Tiempo Histórico y Campo Grupal, Masas, grupos e instituciones” compilación de Ana María
Fernández y De Brasi, Nueva Visión.
Bozzolo, R. (2008) “El grupismo como obstáculo”, en El oficio de intervenir. Políticas de
subjetivación en grupos e instituciones. Buenos Aires, Editorial Biblos.
Fernández, A. (1989) “El campo grupal, Apuntes para una genealogía”. Buenos Aires,
Editorial Nueva Visión.
15
Kaës, R. y Anzieu, D. (1979): "Introducción" – Crónica de un grupo- Gedisa, Barcelona, Ficha
bibliográfica.
Kesselman, H, Pavlovsky, E. y Frydlewsky, L. (1984) Escenas temidas del coordinador de
grupos. Buenos Aires, Ediciones Búsqueda.
Kesselman, H., y Pavlovsky, E.: (2003) “Nuevos caminos en Psicodrama”, (Fragmentos) en
Actualidad Psicológica N° 307, Abril 2003, Buenos Aires.
Percia, M. (1991) “Notas para pensar lo grupal”. Buenos Aires, Lugar Editorial.
Grüner, E. (1993) “Retrato de grupo con historia” en Tiempo histórico y campo grupal.
Buenos Aires, Nueva Visión.
De Brasi, J.C.: (1993) “Psicología de las masas. La grupalidad en movimiento”, en Tiempo
histórico y campo grupal. Editorial Nueva Visión.
Bauleo, A, (1997) “Psicoanálisis y Grupalidad”, Cap. 2. Págs. 21 a 59, Buenos Aires, Editorial
Paidós.
Objetivos:
Problematizar los efectos de la presencia de numerosidad de cuerpos en los dispositivos
clínicos.
Introducir a los aportes del denominado psicoanálisis de los vínculos, en los abordajes de
situaciones vinculares diversas, parejas y familias.
Establecer las diferencias entre dispositivos técnico-profesionales y las intervenciones en
agrupamientos espontáneos.
Introducir los fundamentos de la modalidad psico-dramáticas de abordaje clínico.
Bibliografía obligatoria:
Aguirre, E. y Burkart, M. (2006) “Los vínculos actuales: confianza y amenaza”. Campo Grupal
nº 83., Buenos Aires.
Berenstein, I (2004) “Devenir otro con otro(s). Ajenidad, presencia, interferencia”. Buenos
Aires, Paidós.
Badiou, A., (2001) “El amor como escena de la diferencia”, conferencia en la AAPPG. Ficha
bibliográfica.
Berenstein, I. (2005) “El debate que propone la vincularidad”, Actualidad Psicológica, Buenos
Aires
Hurtado Atienza, S.(2005): Acerca del uso de técnicas psicodramáticas en el aprendizaje, Ficha
de cátedra-
Kaës, R. (1998) “La transmisión de la vida psíquica entre generaciones”, Revista de la AAPPG,
Nº 1 del año 1998, Buenos Aires.
Waisbrot, D. (2009) “El Edipo después del Edipo. Recorridos actuales en Psicoanálisis”, en
Revista de la AAPPG Nº 1
Bibliografía de consulta:
Amores, S. (2000): “Clínica del niño y su familia”. Bs. As.. Editó Distal.
Aulagnier, P. (1977): “La violencia de la interpretación”, Cap. 4, págs. 112-186. Buenos Aires,
Amorrortu.
Berenstein I.(2001): “Una visión personal del psicoanálisis de las configuraciones vinculares”
en Revista de la AAPPG Hermanos. Ficha de circulación interna.
16
Czernikowski, E. y otros (2003). “Entre hermanos. Sentidos y efectos del vínculo fraterno”.
Compilación Cap.: Gaspari, R. “Historias de hermanos: un relato clínico” Buenos Aires, Lugar
Editorial.
Duschatzky, S. (2007) “Maestros errantes. Experimentaciones sociales en la intemperie”.
Paidós, Buenos Aires.
Duschatzky, S. (2007) “La educación: una posibilidad en los pliegues del desfondamiento”.
Cuaderno de campo Nº 2, publicado por Campo Grupal.
Roudinesco, E. (2003) “La familia en desorden”. Editó Fondo de Cultura Económica.
Missenard, A. y otros, (1991) “Lo negativo”. Buenos Aires, Amorrortu.
Varios autores, 2004 “Pensamiento Vincular, Un recorrido de medio siglo”, Número
extraordinario de la Revista de la AAPPG, (Compilación). Buenos Aires
5.1. OBJETIVOS
Atravesar experiencias en situaciones grupales que habiliten una lectura clínica y un
posicionamiento subjetivo con capacidad de intervención. Propiciar la capacitación clínica de
los/as estudiantes para el diseño y coordinación de dispositivos grupales en ámbitos
institucionales y comunitarios.
Bonano, Bozzolo, L´Hoste: (2008) “La noción de trauma en la alteración permanente”. Cap. 2,
parte III, págs. 136 a 144, en El oficio de intervenir. Políticas de subjetivación en grupos e
instituciones. Buenos Aires, Editorial Biblos.
Bonano, O. (2011); "Tres modos socio-históricos de producción subjetiva", Clase de Seminario
– Ficha de cátedra.
Bonano, O.(2014): "Dispositivos y agenciamientos grupales", en Cuadernos de Campo N° XV,
“Dispositivos Grupales”, publicación de la Revista Campo Grupal. Buenos Aires, Mayo 2014
Deleuze, G. 1991 “Posdata a las sociedades de control”. en Christian Ferrer (Comp.) El
lenguaje literario, Tº 2, Ed. Nordan, Montevideo.
Lazzarato, M: (2006) Cap. 2: “Los conceptos vida y de vivo en las sociedades de control” en
Políticas del Acontecimiento. Ediciones Tinta Limón. Buenos Aires,.
Lazzarato, M: (2006) Prólogo: “Multiplicidad, totalidad y política”, Págs. 27 a 42 en Políticas
del Acontecimiento, Ediciones Tinta Limón. Buenos Aires.
Lewkowicz, I: (2004) Prólogo y Cap. 1 de la Primera Parte “Del ciudadano al consumidor”,
Págs. 9 a 39 en Pensar sin estado. La subjetividad en la era de la fluidez. Editorial Paidos,
Buenos Aires,
-----------------------------------
C. Contextuar el binomio individuo-grupo como producción propia de la modernidad y la
sociedad de normalización. Problematizar ‘los grupos’ como campos de saberes interiores a
distribuciones disciplinares en el marco de estrategias de poder y regulación biopolíticas
d – Los vínculos bajo condición contemporánea.
Berenstein Isidoro: “Una visión personal del psicoanálisis de las configuraciones vinculares”
en Hermanos, Revista de la AAPPG.
Bozzolo, R. (2008) “Los vínculos y la producción de subjetividades”, Cap. 4 de Parte V, pág.
264 en El oficio de intervenir. Políticas de subjetivación en grupos e instituciones. Buenos Aires
2008, Editorial Biblos.
Fernandez, Ana María: (2007) Cap. 2, Tercera Parte “Lógicas colectivas y producción de
subjetividad”, Págs. 271 a 283, en Las lógicas colectivas. Imaginarios, cuerpos y
multiplicidades. Buenos Aires, Editorial Biblos.
Bozzolo, R. y L’Hoste, M.: “Nuevas condiciones para el trabajo con grupos e instituciones”
Texto inédito. Ficha de cátedra.
18
Lazzarato, M: (206) “El acontecimiento y la política” (fragmentos del Cap. 1) en Políticas del
acontecimiento, Buenos Aires, Tinta Limón ediciones.
k - Genealogía de lo grupal.
Bonano, O (2000): "Del grupo reflexivo a los procesos de subjetivación"- Ficha de cátedra.
Bozzolo, R. (2008) “El grupismo como obstáculo”, en El oficio de intervenir. Políticas de
subjetivación en grupos e instituciones. Buenos Aires, Editorial Biblos.
Fernández, A. (1989) “Introducción” en El campo grupal, Apuntes para una genealogía.
Buenos Aires, Editorial Nueva Visión.
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D. Producir un movimiento elucidatorio acerca de los modos de pensar ‘los grupos’ para
caracterizar los diversos dispositivos que tales modos de pensar fundaron y qué lugar
emplazaron para lugares y funciones del psicólogo/a en los mismos.
En la corriente inglesa.
En la corriente francesa.
En la corriente argentina.
Bonano, O: (2008) “Grupo y dimensión colectiva de las prácticas” Cap.3, parte III en “El oficio
de intervenir. Políticas de subjetivación en grupos e instituciones”. Buenos Aires, Editorial
Biblos.
Bonano, O: (2013) “Producción de subjetividad del coordinador de grupos”, publicado en
Cuadernos de Campo grupal N° 14, Buenos Aires, Noviembre de 2013
Bozzolo, R. (2002) “Lugar y función del psicoanalista en el grupo”. Ficha de circulación interna.
Kesselman, H, Pavlovsky, E. y Frydlewsky, L. (1984) Escenas temidas del coordinador de
grupos. Ediciones Búsqueda.
Bonano, O, Bozzolo, R, L´Hoste, M.: “Intervención institucional en una residencia de salud
mental”. Parte III Anexo, pág 206. en “El oficio de intervenir. Políticas de subjetivación en
grupos e instituciones”. Buenos Aires 2008, Editorial Biblos.
Rolnik S. (2005) "Una nueva suavidad" pag. 413 en Micropolítica, Cartografías del deseo,
Buenos Aires, Ediciones Tinta Limón.
E. Disponer herramientas conceptuales para que los estudiantes problematicen las tensiones
entre el diseño de dispositivos grupales, su relación con los dispositivos socio-históricos y
los posicionamientos y procedimientos propios del oficio. Aportar a la construcción de
herramientas para el diseño de dispositivos de trabajo en y con grupos y comunidades y a la
adquisición de una destreza básica para la coordinación en tales dispositivos.
b - Dispositivos
Deleuze, G. (1989) “¿Qué es un dispositivo?”. Conferencia de enero 1988, en el primer
encuentro internacional organizado por la Association pour le centre Michel Foucault,
publicada por du Seuil, Paris, en el texto colectivo: Michel Foucault, philosophe. Ficha
bibliográfica..
Fernández, A. (2007): “Un modo de lectura que rodea sin decir”, segunda parte, cap.2, en: Las
lógicas colectivas. Imaginarios, cuerpos y multiplicidades. Buenos Aires, Editorial Biblos.
Bonano, O: (2014) “Dispositivos y agenciamientos grupales”, publicado en Cuadernos de
Campo N° 15, Buenos Aires, publicación de Revista Campo Grupal.
6. BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Para facilitar el acceso a textos, la cátedra ha elaborado unas 64 fichas con materiales
inéditos, compilaciones de fragmentos de textos ya publicados en libros o revistas, etc.
que se encuentran incluidos en la bibliografía obligatoria del Programa General y del
Programa de Trabajos Prácticos, consignadas como tales. En todos los casos ha sido
consignada la fuente.
7
Cristina Corea. Clase dictada en seminario de FLACSO: “La destitución de la comunicación y el agotamiento del sujeto
pedagógico”, año 2002.-
8
Roberto Esposito. Comunitas, Inmunitas y Bios. Bs As, AMORRORTU.-
25
Para ello se programan diferentes espacios que llamamos experienciarios por los que podrá
atravesar el estudiante que curse esta asignatura:
la actividad de los Trabajos Prácticos
la asamblea y los pequeños grupos del Espacio Teórico Clínico (eTC),
la Jornada de Experiencia Grupal
los talleres como espacios colectivos de formación. las prácticas intra cátedra (en talleres
clínicos, en los TP y en la asamblea clínica del eTC),
RECURSOS DIDÁCTICOS
Asamblea clínica, dispositivo creado por Fernando Ulloa.
Crónicas de los distintos aconteceres grupales de los distintos espacios de la cursada, co-
pensadas por los distintos integrantes del agrupamiento.
Escenificaciones o dramatizaciones realizadas en los espacios de capacitación clínica: TP,
Espacio Teórico Cínico, para promover una cierta participación por parte de los estudiantes.
Relato y comentarios de prácticas, casos y situaciones clínicas
Situaciones vinculares y grupales co-pensadas (término que preferimos al de supervisadas)
Puntuaciones conceptuales por parte del docente a cargo de cada espacio.
Fichas bibliográficas para el estudio para diferentes unidades del Programa.
Respecto de la promoción sin examen: dada la relevancia que asignamos al encuentro del alumno
con el conjunto de la bibliografía que se produce en ocasión de preparar el examen final, NO
disponemos del régimen de promoción sin examen
Promoción con evaluación parcial y examen final.
Para aprobar el curso lectivo los alumnos deberán cumplir con los requisitos que se establecen en
el REP, con las siguientes especificaciones:
Asistencia Obligatoria (85%) a los trabajos prácticas a cargo del Personal Docente Auxiliar.
Asistencia a la jornada de experiencia grupal, que se computará como un práctico.
Aprobación de dos evaluaciones parciales que se tomará en el curso del semestre (un
escrito grupal y domiciliario (puntuación mínima 4 y un escrito individual y domiciliario.
(puntuación mínima 4)
Promoción con evaluación parcial y examen final con presentación de tema especial. En el caso
de aquellos alumnos que opten por sostener su asistencia al espacio de los Teóricos, además del
cumplimiento de lo establecido en el punto anterior, se ofrece la posibilidad de rendir el final con
la presentación de un tema especial, que será evaluado por el Profesor a cargo de la asignatura en
el turno en que el alumno elija, bajo una modalidad dialógica. Se suministrará un instructivo
específico para la elaboración de tal tema especial.
27
9. REGIMEN DE CORRELATIVIDADES
Las normativas vigentes estipulan los siguientes requisitos para los cursos:
1. El alumno que desee cursar como regular una asignatura deberá tener aprobada, al inscribirse,
la cursada de la correlativa previa.
2. Para cursar la tercera correlativa (es decir la materia del año académico actual), el alumno
deberá tener aprobado el examen final de la primera correlativa (en los turnos de exámenes que
se especifiquen desde la Secretaría Académica de la Facultad)
3. Asignaturas correlativas para cursar: Finales rendidos: Neuroanatomía y Neurofisiología,
Psicología Evolutiva II, Psicología Social. Cursadas aprobadas: Psicopatología I, Psicopatología II,
Psicología Institucional
4. Para rendir el final de la asignatura deben a su vez aprobarse los finales de: Psicopatología I y
Psicopatología II y Psicología Institucional.
Esta asignatura aún no ha realizado ninguna investigación regular académica, por carecer de
docentes categorizados.
En la cátedra se realiza desde hace ya varios años, una tarea de investigación interna “La
capacitación del psicólogo en las actuales condiciones de producción de subjetividad”. Tal actividad
se realiza fundamentalmente en el cuatrimestre en el que la materia no trabaja al frente de
alumnos. La metodología básica pasa por la supervisión sistemática de las comisiones de trabajos
prácticos, realizada por el docente a cargo de la materia, la recolección y revisión de crónicas de
los agrupamientos y la revisión de escritos producidos por los estudiantes –algunos de los cuales
alcanzan el valor de ensayos- Tales escritos van constituyendo el corpus de dicha investigación.
Desde el año 2003 los docentes de la cátedra han presentado y publicado en jornadas científicas
textos que pueden ser considerados avances de dicha investigación y que están integrados a la
bibliografía actual.