La seguridad como concepto puede representar a su vez una multiplicidad de

acepciones dependientes del sentido y del alcance que pretende ser alcanzado, en tal
sentido la seguridad podría entenderse en su concepción más básica como la inexistencia
de peligro o la falta de este y en un sentido más amplio como la sensación de confianza en
algo, en el mismo orden de ideas en el artículo 130 de la magnánima carta de derechos de
la Republica se hace el llamamiento a la defensa territorial de la nación, ahora bien la
defensa física de determinado territorio constituye un acto de seguridad.

Para arribar a alguna conclusión resulta necesario que se entre a conocer las teorías
que componen el paradigma de la seguridad, sin el ánimo remontarse a él origen mismo de
los primeros asientos históricos referidos al tema en cuestión abordaremos la doctrina de
la seguridad nacional como modelo político criminal concebido para la lucha contra la
disidencia, en tal sentido es de suprema importancia destacar que la disidencia no ha de
ser entendida en términos netamente militares, ya que la referida acepción puede ser
entendida desde el punto de vista ideológico los conocidos outsiders.

La doctrina de la seguridad ciudadana representa una evolución sustancial desde el

punto de vista conceptual sobre el reconocimiento de los derechos humanos como pilar
fundamental de derecho constitucional moderno, en tanto que se considere como las
políticas del estado orientadas a la protección del ciudadano y a asegurar una calidad de
vida superior.

Sin embargo como el estado puede construir un programa político criminal de liberación
que permita al ciudadano su absoluta auto determinación, como el Estado puede construir
programas de control de criminalidad resguardando los derechos y garantías
fundamentales que ostentan tanto la víctima como el victimario, son preguntas que
presentan un reto teórico importante y de las cuales no existe como en toda ciencia social
no existe forma exacta de determinar la eficiencia y eficacia de una pollita de seguridad.

En aplicación de las doctrinas expuesta por la escuela de Fráncfort la política de

seguridad ciudadana deberá abarcar una concepción holística pues deberá atender un
pragma de seguridad real y física mientras genera un sentimiento de seguridad a nivel
psicológico, entendiendo por su puesto que la concepción de seguridad ciudadana es
mucho mas amplia que el resguardo a la integridad física y emocional.