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Queridos hermanos, la vida es siempre un caminar. Caminar no sin rumbo fijo, porque
sabemos que por el agua del Bautismo hemos sido hechos hijos de Dios y herederos de
su Reino. Por eso, toda procesión es un gran simbolismo de la Iglesia: Pueblo de Dios
que camina rumbo al Padre.
Hoy caminamos junto a San Esteban, patrono de nuestra capilla…. por eso querido Dios
haz que aprovechemos sus enseñanzas y que lo imitemos en su vida y sus virtudes, y te
pedimos que tu Divina Providencia nos preste auxilio permanente por su mediación
poderosa para que nuestra comunidad crezca en Humildad, Amor y Caridad y sea
protegida de todo mal. Amen.

Iniciamos esta procesión rezando……

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

1) San Esteban, primer mártir cristiano


El nombre Esteban significa “coronado” y recibió de Dios el don del martirio. Por eso se
lo llama "protomártir", porque tuvo el honor de ser el primer mártir que derramó su sangre
por proclamar su fe en Jesucristo. En el martirio la violencia es vencida por el amor; la
muerte por la vida. Jesús transforma la muerte de quienes le aman en aurora de vida nueva.

«Para ti las piedras se convirtieron en peldaños y escaleras para subir al cielo (…) y
te uniste jubiloso a la reunión festiva de los ángeles»

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto
2) La elección de Esteban
Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles y su importancia en la
Historia de la Salvación queda clara por el hecho de que San Lucas le dedica dos capítulos
enteros del libro de los Hechos de los Apostoles.
Su vida se desarrolla en una época en la que la Iglesia primitiva estaba subdividida y
comenzaban a perfilarse el problema: los más necesitados, especialmente las viudas
desprovistas de todo apoyo social, corrían el riesgo de ser descuidadas en la asistencia de
su sustento cotidiano. Para superar estas dificultades, los apóstoles, reservándose para sí
mismos la oración y el ministerio de la Palabra como su tarea central, decidieron encargar
«a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría» para que cumplieran
con el encargo de la asistencia social caritativa, entre estos siete hombres estaba
«Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo…”, a quienes los apóstoles, habiendo
hecho oración, les impusieron las manos»

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

3) Su apostolado
Lo más importante es que, además de los servicios caritativos, San Esteban
desempeña también una tarea de evangelización entre sus compatriotas. San Lucas
insiste en el hecho de que él, «lleno de gracia y de poder» (Hechos 6, 8), presenta en el
nombre de Jesús una nueva interpretación del Antiguo Testamento. Así como Jesús había
explicado a los discípulos de Emaús que todo el Antiguo Testamento habla de Él, de su
cruz y de su resurrección, de este modo, san Esteban, siguiendo la enseñanza de Jesús,
lee todo el Antiguo Testamento en clave cristológica. Demuestra que el misterio de la
Cruz se encuentra en el centro de la historia de la salvación narrada en el Antiguo
Testamento, muestra realmente que Jesús, el crucificado y resucitado, es el punto de
llegada de toda esta historia. Y demuestra, por tanto, que el culto del templo también
ha concluido y que Jesús, el resucitado, es el nuevo y auténtico «templo».
Precisamente este «no» al templo y a su culto provoca la condena de san Esteban. (conf.
Benedicto XVI)

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

3) San Esteban anuncia la buena noticia.


Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
"La Palabra de Dios se difundía; el número de los discípulos en Jerusalén aumentaba
considerablemente, e incluso un buen grupo de sacerdotes había aceptado la fe. Esteban,
hombre lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y señales milagrosas en
medio del pueblo. Se le echaron encima algunos de la sinagoga llamada de los libertos, y
otros llegados de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia. Se pusieron a discutir con Esteban,
pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. Al no poder
resistir a la verdad, sobornaron a unos hombres para que afirmaran: «Hemos oído hablar
a este hombre contra Moisés y contra Dios.» Con esto movieron el pueblo, los ancianos
y los maestros de la Ley, llegaron de improviso, lo arrestaron y lo llevaron ante el
Sanedrín. Allí se presentaron testigos falsos que declararon: «Este hombre no cesa de
hablar contra nuestro Lugar Santo y contra la Ley. Le hemos oído decir que Jesús el
Nazareno destruirá este Lugar Santo y cambiará las costumbres que nos dejó Moisés.»
En ese momento, todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron los ojos en
Esteban, y su rostro les pareció como el de un ángel."

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

5)San Esteban nos muestra la perfecta obediencia fundada en el amor.


Muy cerca del Salvador recién nacido, encontramos a San Esteban…..
¿Qué es lo que le ha valido este lugar de honor a aquel que ha sido el primero en dar
testimonio del Crucificado con su sangre? Con su ardor juvenil ha llevado a cabo eso que
el Señor ha declarado al entrar en el mundo: «Me has dado un cuerpo. Heme aquí, vengo
a hacer tu voluntad» (Heb 10,5-7). Ha practicado la perfecta obediencia que hunde sus
raíces en el amor y se exterioriza en el amor. Ha seguido los pasos del Señor en lo que,
según la naturaleza, es, posiblemente, lo más difícil para el corazón humano, tanto que
llega a parecer imposible: igual que el Salvador, ha observado el mandamiento del amor
a los enemigos. (conf. Santa Teresa Benedicta de la Cruz)

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

6) San Esteban y la virtud de la caridad.


La historia de san Esteban nos enseña que el compromiso social de la caridad no se
debe separar nunca del anuncio valiente de la fe. Era uno de los siete que se encargaban
sobre todo de la caridad. Pero la caridad no se podía separar del anuncio. De este modo,
con la caridad, anuncia a Cristo crucificado, hasta el punto de aceptar incluso el martirio.
Esta es la primera lección que podemos aprender de san Esteban: la caridad y el
anuncio van siempre juntos.
Dijo San Fulgencio de Ruspe, obispo: “Así, pues, la misma caridad que Cristo trajo del
cielo a la tierra ha levantado a Esteban de la tierra al cielo. La caridad, que precedió en el
Rey, ha brillado a continuación en el soldado. Esteban, para merecer la corona que
significa su nombre, tenía la caridad como arma, y por ella triunfaba en todas partes. Por
la caridad de Dios, no cedió ante los judíos que lo atacaban; por la caridad hacia el
prójimo, rogaba por los que lo lapidaban. Por la caridad, argüía contra los que
estaban equivocados, para que se corrigieran; por la caridad, oraba por los que lo
lapidaban, para que no fueran castigados.”

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

7) San Esteban nos enseña a perdonar de corazón


Dijo el Papa Francisco: “Hoy celebramos la fiesta de san Esteban. El recuerdo del primer
mártir sigue inmediatamente a la solemnidad de la Navidad. Ayer contemplamos el amor
misericordioso de Dios, que se ha hecho carne por nosotros; hoy vemos la respuesta
coherente del discípulo de Jesús, que da su vida. Ayer nació en la tierra el Salvador; hoy
nace para el cielo su testigo fiel. Ayer, como hoy, aparecen las tinieblas del rechazo de la
vida, pero brilla más fuerte aún la luz del amor, que vence el odio e inaugura un mundo
nuevo. Hay un aspecto particular en el relato de hoy de los Hechos de los Apóstoles, que
acerca a san Esteban al Señor. Es su perdón antes de morir lapidado. Jesús, clavado en la
cruz, había dicho: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lc 23, 34); de
modo semejante, Esteban «poniéndose de rodillas, exclamó en alta voz: “Señor, no les
tengas en cuenta este pecado”» (Hch 7, 60). Por tanto, Esteban es mártir, que
significa testigo, porque obra como Jesús. En efecto, es un verdadero testigo el que se
comporta come Él: quien reza, ama, da, pero, sobre todo, el que perdona, porque el
perdón, como dice la misma palabra, es la expresión más alta del don.”

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

8) San Esteban y la conversión de Pablo


Sigue diciendo Francisco: “Pero —podríamos preguntarnos— ¿para qué sirve perdonar?
¿Es sólo una buena acción o conlleva resultados? Encontramos una respuesta
precisamente en el martirio de Esteban. Entre aquellos por los cuales él imploró el perdón
había un joven llamado Saulo; este perseguía a la Iglesia y trataba de destruirla (cf. Hch 8,
3). Poco después Saulo se convirtió en Pablo, el gran santo, el Apóstol de los gentiles.
Había recibido el perdón de Esteban. Podemos decir que Pablo nace de la gracia de
Dios y del perdón de Esteban.
También nosotros nacemos del perdón de Dios. Y no sólo en el Bautismo, sino que cada
vez que somos perdonados nuestro corazón renace, es regenerado. Cada paso hacia
adelante en la vida de la fe lleva impreso al inicio el signo de la misericordia divina.
Porque sólo cuando somos amados podemos amar a nuestra vez. (…)
Pero perdonar no es una cosa fácil, es siempre muy difícil. (…) ¿Por dónde comenzar
(…)? Ante todo, por la oración, como hizo Esteban. Se comienza por el propio corazón,
(…) encomendando a quien nos ha hecho el mal a la misericordia de Dios(…). Después
se descubre que esta lucha interior para perdonar purifica del mal y que la oración y el
amor nos liberan de las cadenas interiores del rencor. (…) Y así, como nuestro Padre
celestial, también nosotros nos convertimos en misericordiosos, porque a través del
perdón vencemos el mal con el bien, transformamos el odio en amor y así hacemos
que el mundo sea más limpio.

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

9) Dios escribe derecho en reglones torcidos


Al asesinato de Esteban, primer mártir de Cristo, le siguió una persecución local contra
los discípulos de Jesús (Cf. Hechos 8, 1), la primera que se verificó en la historia de la
Iglesia. Constituyó la oportunidad concreta que llevó al grupo de cristianos hebreo-
helenistas a huir de Jerusalén y a dispersarse. Expulsados de Jerusalén, se transformaron
en misioneros itinerantes. «Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando
la Buena Nueva de la Palabra» (Hechos 8, 4). La persecución y la consiguiente
dispersión se convierten en misión. El Evangelio se propagó de este modo en
Samaria, en Fenicia, y e Siria, hasta llegar a la gran ciudad de Antioquía, donde,
según Lucas, fue anunciado por primera vez también a los paganos (Cf. Hechos 11,
19-20) y donde resonó por primera vez el nombre de «cristianos» (Hechos 11,26).

Padre Nuestro
Ave María
Gloria
Canto

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