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Ensayo #1

Juan José Castro


00131843
28 de febrero del 2019

La Impresión, la Amistad y la Sonrisa

En este presente trabajo, me gustaría enfocarme en tres aspectos, que van de la mano el
uno con el otro a pesar de no ser tan obvia aquella comparación, que Saint-Exupéry remarca en
Carta a un rehén. Las impresiones, la amistad y la sonrisa. Saint-Exupéry, expresándose y
dirigiéndose a un viejo amigo, nos cuenta entre vivencias la relación de cada uno de estos
elementos con el fin de, como un elemento presente en la vida y obras del autor, comprender el
sentido de la vida. ¡La pregunta del millón! Pues es precisamente el legado que el autor quiere
dejarnos, comprender desde lo más profundo de la esencia de la naturaleza humana que estamos
aquí por alguna razón y que estamos aquí con otras <<personas>>. Y es precisamente este
elemento, las personas, la razón por la cual la humanidad se forma con el propósito mismo de
aprender a vivir. Por eso, es imprescindible mencionar los tres aspectos descritos anteriormente
sobre el pensamiento del autor con un enfoque personal sobre su interpretación y significado.

El primer aspecto: Las impresiones. ¿Qué tan vacía se encuentra nuestra vida para tener
que vivir de meras impresiones? ¿De verdad importan las cifras en la descripción de una persona?
Sabiendo que una persona tiene n carros, gana n cantidad de dinero, tiene n casas, y así una
infinidad de cifras que únicamente nos enseñan la carcasa por la cual una persona se esconde, y
depende de nosotros el querer abrir aquella carcasa para encontrarnos con la esencia más pura
de la humanidad, como oro guardado en un cofre, o encontrarnos con un cofre vacío. Pues el
valor se encuentra dentro del cofre, al igual que en las personas, el valor se encuentra dentro de
ellas, más no en el cofre de la impresión. Las impresiones no son más que eso, impresiones que
impresionan únicamente a quién no sabe observar, vivir, y que no han descubierto el significado
de mirar más allá. Saint- Exupéry nos da este primer elemento en Carta a un rehén, el mismo que
podemos encontrarlo en el libro de El Principito, cuando el autor habla acerca de las cifras, y
sobre la facilidad con la que un niño observa la vida, sin impresiones, mirando únicamente lo
esencial. Sobre esto, regresaré más adelante, pues es un tema delicado y clave para entender el
pensamiento del autor.

El segundo elemento, y quizás el vínculo entre los tres elementos mencionados en este
presente trabajo, La amistad. Este es el tema principal de esta corta pero profunda obra del
autor. Es pertinente resumir acerca del acercamiento que se le da a la amistad en esta obra, pues
Saint-Exupéry menciona que cuando el se encontraba en el desierto del Sahara, lo único que se
cruzaba por su cabeza era la necesidad de encontrarse con sus seres queridos, quienes estaban
en peligro. El entendía el concepto de amistad y el sentido de la vida, por esto el autor menciona
que para el, en ese momento, el desierto del Sahara se encontraba y se encuentra más vivo que
muchas otras ciudades vacías. Vacías de amistad, vacías de amor, vacías de lo esencial.

La preocupación del autor viene dada por el hecho de que Francia había sido ocupada por la
Alemania Nazi, pues Saint-Exupéry sufre ya que las personas a las que el ama están en peligro. Es
aquí cuando se introduce a su amigo, un señor de cincuenta años, con limitaciones para beber.
Aquí me permito hacer un famoso paréntesis, con el fin de resaltar el hecho de que en este caso,
para el autor la edad de una persona es algo importante, ya que es una medida sobre cuánto un
hombre ha vivido, naturalmente, pero cuánto de experiencias lo hacen un hombre de verdad.
Finalizado este paréntesis, es importante mencionar las limitaciones para beber del amigo del
autor, ya que este únicamente se permitía beber en ocasiones especiales, y el día que el autor
menciona es una ocasión especial a pesar de que en ese momento el no lo sabía. Pues tras unos
tragos y una invitación a beber a unos marineros que se encontraban en la zona, el autor
descubre en ese lugar algo que le salvaría la vida más adelante. Pues el se sentía entre amigos,
disfrutando de la amistad, donde las apariencias ni la historia detrás de cada marinero importaba
ya, donde las apariencias se desnudaban y la felicidad tomaba el lugar mostrando la sonrisa en
el autor, en su amigo y en cada persona que se encontraba en el lugar. Por esta razón Saint-
Exupéry entiende que esta era una ocasión especial, donde encontraron a la sonrisa como un
reflejo de lo esencial, como un reflejo de la felicidad, de amistad, pues en ese momento sintieron
lo esencial de la vida.

Es a partir del último punto, de donde se parte hacia el último elemento que ya ha sido
mencionado; La sonrisa. El autor cuenta la historia cuando fue capturado por los rojos en
Cataluña, en épocas de la guerra civil española. ¿El motivo? ¡Estaba usando una corbata! Lleno
de dudas sobre su destino final, Saint- Exupéry pensaba en alguna manera de poder convencer a
sus “jueces” de que no culminen con su vida. Pensaba de todo para poder convencerlos, incluso
les dice su edad, como medidor de las experiencias adquiridas y vividas de un hombre a lo largo
de su vida, pero sin ningún resultado, decide pedirle un cigarrillo a uno de sus secuestradores y
lo hace con una sonrisa. Es aquí cuando ocurre un <<milagro>> como dice el autor, pues el
soldado le devuelve la sonrisa y es cuando un sentimiento de empatía nace, una relación, una
salvación. Un gesto tan puro, tan natural, tan humano, tan universal, que puede romper con las
barreras humanas que nosotros mismos hemos impuesto. Es una muestra de lo esencial, de
amistad, de amor y sobre lo que trata la vida, regalar una sonrisa. Fue lo mismo que el autor
sintió cuando se encontraba con su amigo bebiendo entre sonrisas junto con los marineros, es el
verdadero valor de la necesidad humana; la sonrisa. Pues es el mensaje que nos deja el autor en
esta y en muchas de sus obras, la capacidad de mantener viva una amistad verdadera, una
amistad que se encuentra fuera de impresiones, de envidia, de rechazos y de dramas. Una
amistad en la que uno puede ser uno mismo, que nos brinda paz, que nos socorre y nos ayuda a
crecer. El rehén se trata de un amigo verdadero a quién el autor dedica el verdadero significado
de amistad, de lo esencial, a quien puede comprender el sentido de la vida.

Referencias:

Saint-Exupéry, A. (1930). Carta a un Rehén. Plaza & Janés, S.A., Editores. Pg. 180-189. Buenos Aires: 1967

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