Comunidad Cristiana Agua Viva

Escuela de liderazgo

Curso: ADN 3
Trabajo: Resumen del libro: ‘’Principios y poder de la
sabiduría’’

Profesora: Judith Ladrón de guevara

Alumno: JOSEPH MITCHELL CALIXTO CCORA.
Escuela: CABRERA.

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 PRINCIPIOS Y PODER DE LA SABIDURIA
Autor: Dale C. Bronner.

El libro se divide en 4 partes:

- La vida con sabiduría (3 capítulos).

- La sabiduría fortalece nuestra posición (7 capítulos).
- La sabiduría desaparece los obstáculos (4 capítulos).
- La sabiduría termina bien (2 capítulos).

1.- La vida con sabiduría:

No existe recurso humano más valioso que la sabiduría, un buen líder puede poseer
muchas buenas características, pero sin duda alguna ejercer la sabiduría es lo más
importante, puede ser la gran diferencia en la vida, en la toma de decisiones y ante lo cual
no hay sustituto alguno, ni el conocimiento, ni el equilibrio emocional, es simplemente
saber que hacer, cuando hacerlo y como hacerlo.

De que serviría tener sabiduría sino cumple un propósito en la vida. El propósito en la

vida esta guiado por aquel don que domina nuestro ser, en definitiva es lo que nos
diferencia de los demás, nos orienta y nos vinculará con personas que sumarán a ese
propósito. Ahora todos poseemos muchos dones, la tarea es encontrar aquel don
dominante que nos orientará hacia nuestro propósito, el don nos conduce, es innato, no es
algo que controlamos o reprimimos, es algo que nos apasiona, aun en la peor dificultad
ese don sabe salir a flote obviamente junto con nosotros. No olvidar que todos tenemos
dones, un regalo de Dios.

Debemos ver la sabiduría como un viaje en la vida, más que como una meta o un lugar a
donde llegar. Para ser más precisos es un estilo de vida, y justamente mientras caminamos
en ese estilo vamos creciendo y acumulando las experiencias que suman a ella.

2.- la sabiduría fortalece nuestra posición:

Si bien la sabiduría no es una meta sino algo que se construye a lo largo de la vida eso no
implica que se pueda trabajar organizadamente, una frase que resume ello es ‘’Cuando
usted fracasa en planear, planea fracasar’’. Podemos organizar nuestros pasos guiados
por aquel don dominante que nos marca frente a otros. El planificar tiene muchos
beneficios como lo son: que nos permite agregar un fundamento a nuestra vida, nos hace
vivir en los fundamentos de Dios, nos permite ir acumulando respuestas para situaciones
específicas de nuestra vida, ahorramos recursos y tiempo en los momentos difíciles, nos
permite recuperarnos a pesar de los reveses; por todo ello hacer una planificación es muy
importante.

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La planificación y conocer nuestro don dominante hace que podamos adquirir hábitos
buenos, de los que crean ganadores, crear hábitos implica reprogramar nuestras creencias
lo cual se logra con buenas actitudes, con un manejo adecuado de nuestros sentimientos ya
que ellos alimentan la construcción de una mejor actitud. Los buenos hábitos reemplazan a
los malos, no existe otra forma de construir ello, algunos tips que nos ayudan pueden ser
establecer metas tangibles, celebrar la obtención de ellas, hacerlo divertido, enfocarnos en
la recompensa, pedir ayuda de otras personas de ser necesario.

Existe mucho poder en la influencia, los que hemos dedicado tiempo a adquirir
conocimientos y experiencias hemos sido influenciado por personas, por estilos de vida,
etc. De hecho hay una ley en liderazgo que se trata del círculo íntimo, que marca un ritmo
en la vida, al menos al inicio es notorio ello. Lo importante es darse cuenta que relaciones
son las que suman, y una vez identificadas debemos crear filtros que solo dejen permear
aquellas influencias positivas a nuestro propósito.

Si ya tenemos identificado y formado un círculo íntimo que va a sumar a nuestro propósito,

lo siguiente es saber continuar con la relación, cultivarla, ya que las relaciones se
alimentan día a día, se fortalecen y de esa manera se retroalimentan, buscaremos por ello
personas que nos corrijan, que nos ayuden a desarrollarnos, que nos defiendan, que nos
enseñen a soñar, a ser osados, que tenga recursos por compartir, en resumen en quien
confiemos. Todo esto en definitiva sacara lo mejor de nuestras vidas para el provecho
nuestro y de los demás.

No podemos dejar de lado el tema material y es como vemos ello para nuestra vida,
identificar claramente el objeto del dinero, fuimos diseñados para ser fructíferos y
productivos, por lo tanto lucrativos según el propósito. Administraremos el dinero en
función del propósito, y lo obtendremos para que sirva a ello. La prosperidad es un hecho
que camina en ese ritmo, no es acumularlo sin sentido, debe tenerlo y no ser una meta,
debemos usar el dinero para ello, obtenerlo para lograr ello, no vivir solo para
acumularlo.

Es sabio entonces quien puede obtener y emplear el dinero para el propósito de su vida, asi
que tener estrategias es válido, hay que saber y tener enumeradas las prioridades en ese
sentido, no es sabio vivir endeudado, sin tener un plan para salir de ello, ahorrar es un
hábito positivo, invertir sus ingresos en cosas de gran valía para el desarrollo de la vida
(casa, seguro de vida, educación, fondos de emergencia, etc.)

3.- la sabiduría desaparece los obstáculos:

La sabiduría evita las postergaciones en la vida, tendríamos que preguntarnos ¿por qué
postergamos? La respuesta sería: muchos compromisos, indecisión, no tener fechas
límites, instrucciones poco claras, distracciones, cansancio, extremo perfeccionismo,
actividad poco placentera, apatía. Por ello debemos establecer prácticas tales como:

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identificar las causas, poner fechas límites, aprender a decir no, empezar de una vez,
simplifique en partes fáciles de ejecutar, delegar, reestructurar cuando sea posible,
eliminar distracciones, cambiar de ritmo, ponga descansos, establezca recordatorios.
Finalmente es necesario tener un mentor alguien con quien sentarse y hacer un balance de
todo lo realizado.

Vivir con sabiduría le da equilibrio a nuestra vida, y eso implica que comenzamos a
construir una persona en nosotros, una renovación personal probablemente, un
crecimiento personal adecuado, veamos de manera integral: nuestro cuerpo, salud,
distracción, alimentación, nuestra mente.

Sabiduría es contentamiento, cosa muy distinta que la felicidad, la felicidad tiene que ver
más con lo que sucede a nuestro alrededor, el contentamiento con lo que somos, es algo
interno, no tiene que ver con aspectos exteriores del momento, hay que hacer una
diferencia con la complacencia que es algo más pasivo, limitante.

Finalmente la sabiduría hace que los sueños se hagan realidad, que todo lo que se
planificó se concretice, el propósito de la vida. Todo ello deja algo que es un legado, de
nada serviría solo una vida en una persona si no podemos legar a otros, comunicarlos,
hacer que todo ello sea trascendente. Nuestro Dios nos salvó y nos dispuso hacia una vida
eterna en el día de su vuelta, es un legado el suyo y eso nos trasmite a todos.