Sei sulla pagina 1di 9

EL ARREPENTIMIENTO

Citas Biblia de las Américas

Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros
después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a
Dios? Y al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Así que también a
los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida. Hechos
11:17-18

Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto
para enseñar, sufrido, corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso
Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad,
2Timoteo 2:24-25

El arrepentimiento es un componente crítico en el alma de una persona que


viene a salvación. No hay salvación sin arrepentimiento; así como no hay
salvación sin fe. El arrepentimiento en las Escrituras no es un elemento secundario
o posterior a la salvación como algunos enseñan erróneamente. No es algo que
se busca posterior a la salvación. Dios concede fe y arrepentimiento a todos
aquellos que Él llama a salvación.

En aquellos días llegó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,


diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Porque este
es aquel a quien se refirió el profeta Isaías, diciendo: VOZ DEL QUE CLAMA EN EL
DESIERTO: “PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, HACED DERECHAS SUS SENDAS.”
Mateo 3:1-3

Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento; Mateo 3:8

No es cuestión de decir “Me arrepiento, me arrepiento” si ese arrepentimiento no


va acompañado de frutos, obras, dignas de arrepentimiento para demostrar que
el arrepentimiento es genuino.

Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino


de los cielos se ha acercado. Mateo 4:17

Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como
maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con
él. Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace
de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un
hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el
vientre de su madre y nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que
el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que

1
es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te
asombres de que te haya dicho: “Os es necesario nacer de nuevo.” Juan 3:2-7

Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea proclamando el
evangelio de Dios, y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha
acercado; arrepentíos y creed en el evangelio. Marcos 1:14-15

Y saliendo, predicaban que todos se arrepintieran. Marcos 6:12

Respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los
que están enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al
arrepentimiento. Lucas 5:31-32

Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.


Lucas 13:3

Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.


Lucas 13:5

Lucas 24:46 y les dijo: Así está escrito, que el Cristo padeciera y resucitara de entre
los muertos al tercer día; y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para
el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
Lucas 24:46-47

El arrepentimiento es parte íntegra de la salvación; así como lo es la fe.

Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a
fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor, Hechos 3:19

Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara
ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan, Hechos 17:30

cómo no rehuí declarar a vosotros nada que fuera útil, y de enseñaros


públicamente y de casa en casa, testificando solemnemente, tanto a judíos
como a griegos, del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor
Jesucristo. Hechos 20:20-21

¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando


que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? Romanos 2:4

El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza,


sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino
que todos vengan al arrepentimiento 2Pedros 3:9

2
Arrepentimiento

Diccionario Swanson
(metanoia), arrepentimiento, cambio de mentalidad que resulta en un cambio
del estilo de vida.

Diccionario Vine
En el NT el tema tiene principalmente referencia al arrepentimiento del pecado,
y este cambio de parecer involucra tanto un apartarse del pecado como un
acercarse a Dios. La parábola del hijo pródigo es una notable ilustración de esto.
Cristo empezó su ministerio con un llamamiento al arrepentimiento (Mateo 4:17),
pero el llamamiento es dirigido, no a la nación, como en el AT, sino al individuo.
En el Evangelio de Juan, de carácter distinto a los Evangelios Sinópticos,
mencionados arriba, no se menciona el arrepentimiento, ni siquiera en relación
con la predicación de Juan el Bautista; en el Evangelio de Juan y en la 1ª Epístola
se acentúan los efectos, p.ej., en el nuevo nacimiento, y, generalmente, en el
volverse activamente del pecado a Dios por el ejercicio de la fe (Juan 3:3; Juan
9:38; 1Juan 1:9), como en el NT en general.

El arrepentimiento bíblico impacta la mente y la conducta de toda la persona.


No es simplemente un cambio de opinión en cuanto a quién es Jesús. Esta fue la
predicación de la iglesia a través de la historia desde que comenzó en Jerusalén
hasta mediados del siglo XX, donde el arrepentimiento se convirtió en algo un
poquito distinto. La iglesia siempre presentó esta realidad del Evangelio desde sus
comienzos. El Evangelio demanda arrepentimiento y fe. Las dos cosas van juntas.

Por eso hay tantas personas que dicen que creen y cuando uno miras sus vidas
uno dice “Bueno, pero ese no es un discípulo de Cristo según lo que N. T. nos
enseña”. No es simplemente uno que profesa creer y vive como se le da la gana.
Los demonios creen dice Santiago, y tiemblan porque son absolutamente
desobedientes a Dios. Ellos saben quién es Jesús, creen en Jesús, pero están
completamente perdidos. En las 95 tesis de Lutero cuando hubo la reforma, la 1ra
decía lo siguiente:

1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: «Arrepentíos...», ha querido que


toda la vida de los creyentes fuera arrepentimiento.

Un creyente verdadero vive arrepintiéndose en el sentido de que cuando peca


inmediatamente confiesa su pecado. Un creyente verdadero es aquí como dice
Lutero, que vive en un acto continuo de arrepentimiento.

3
3. Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes
bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas
mortificaciones de la carne.

El arrepentimiento interno es vacío si no produce mortificación de la carne. En


otras palabras; Martín Lutero dice que el arrepentimiento debe demostrarse por
medio de un corazón contrito (quebrantado) que manifiesta la mortificación de
las obras de la carne. Esta es la actitud que caracteriza a todo creyente
verdadero. No es que vivimos como se nos da la gana.

Llegamos a 1647 cuando tenemos ese magistral documento llamado La


Declaración o Catequismo de Westminster donde estudiosos de la Biblia se
reunieron para hacer preguntas y contestar esas preguntas en base a la Escritura.

Una de las preguntas que el Catequismo de Westminster hace es:


¿Qué es el arrepentimiento para la vida?

Arrepentimiento para la vida es la gracia salvadora por medio de la cual el


pecador, a partir de un verdadero sentido de su pecado y aprensión de la
misericordia de Dios en Cristo, dolor y odio por su pecado, se vuelve de este y se
torna a Dios con el propósito total de obedecerle. (Confesión de Fe de
Westminster)

Al arrepentirse, un pecador se aflige por sus pecados y los aborrece, movido no


sólo por su contemplación y el sentimiento de peligro, sino también por lo
inmundo y odiosos que son, como contrarios a la santa naturaleza y a la justa Ley
de Dios. Y al comprender la misericordia de Dios en Cristo, para aquellos que se
arrepienten, el pecador se aflige y aborrece sus pecados, de manera que se
aparta de todos ellos y se vuelve hacia Dios, proponiéndose y esforzándose para
andar con Él en todos los caminos de sus mandamientos. (Confesión de Fe de
Westminster)

Así como no hay pecado tan pequeño que no merezca la condenación,


tampoco hay pecado tan grande que pueda condenar a los que se arrepienten
verdaderamente. Los hombres no deben quedar satisfechos con un
arrepentimiento general de sus pecados, sino que es el deber de todo hombre
procurar arrepentirse específicamente de sus pecados concretos.

El arrepentimiento a vida consiste en dos cosas.

4
1. El volverse y abandono del pecado.
2. El volverse a Dios.

No podemos volver nuestro rostro a Dios y decir que seguimos a Dios sino
abandonamos el pecado. El mensaje del Evangelio no es simplemente invitar a
Jesús en su vida sin que haya un entendimiento claro de lo que esto implica.
Implica el abandono del pecado. Los padres de la iglesia enseñaron eso, los
reformadores enseñaron eso.

En el arrepentimiento debe existir un abandono real del pecado y un volverse a


la justicia en un acto continuo cada día. El arrepentimiento debe ser total.
Cuántos dicen “Oh renunciaré a este pecado y a este otro, pero se reservan
ciertas lujurias predilectas”. Oh Señores, permítanme decirles: “No es dejar de
lado un pecado o cincuenta pecados. Lo que demuestra arrepentimiento es la
renunciación de todo pecado. Si toleras una de estas malditas víboras en tu
corazón, ese deseo único, así como la entrada de agua en un barco, hundirá tu
alma. No pienses que es suficiente dejar algunos de tus vicios. Son todos o
ninguno. Es lo que Dios demanda y cuando Él demanda arrepentirte Él habla de
todos tus pecados. No digas que te arrepientes de unos, pero te guardas otros”.
Charles Spurgeon

Este fue el entendimiento de lo que implica arrepentirse a través de la historia de


la Iglesia, pero hoy eso no se enfatiza. El arrepentimiento, dicen algunos es un
agregado a la fe. Somos salvos por fe por lo tanto no hay que agregar
arrepentimiento. ¿Ah sí? Eso no es lo que dice la Biblia. El arrepentimiento es parte
íntegra de la fe.

El arrepentirse quiere decir que eres culpable. Un miserable pecador en la


presencia de Dios. No mereces nada sino su ira y castigo. Vas camino al infierno,
quiere decir que comienzas a darte cuenta que esto llamado <<pecado>> está
en ti y deseas apartarte de el cualquiera sea su forma o manifestación. Renuncias
a este mundo cualquiera sea el costo, te niegas a ti mismo y tomas la cruz y sigues
a Cristo. El mundo te puede llamar necio, catalogarte de maniático religioso,
puedes aún sufrir financieramente, pero ninguna de estas cosas es importante
para ti ni hace ninguna diferencia. Martyn Lloyd Jones

El concepto bíblico del arrepentimiento es uniforme en la historia de la Iglesia.


Siempre ha sido así. Fue hasta mediados del siglo pasado cuando la definición
de arrepentimiento fue adulterada y su significado fue simplemente un cambio
en mi manera de pensar en cuanto a quién es Jesús. Hay gente que enseña eso
hoy. El arrepentimiento es parte de la fe salvadora. No es lo mismo que la fe sino
un elemento que acompaña a la fe; van juntas. El significado bíblico va mucho

5
más allá de cambiar mi manera de pensar, es un cambio radical de mente,
actitudes y conducta. En otras palabras, es una conversión.

Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en


los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme
al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia, entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos
en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la
mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Efesios 2:1-
3

Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios
en Cristo Jesús. Romanos 6:11

¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia


abunde? ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo
viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en
Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Por tanto, hemos sido
sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo
resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
andemos en novedad de vida. Romanos 6:1-4

Cuando una persona es salvada, es bautizada en Cristo Jesús en el sentido de


que es identificada con Cristo en su muerte y resurrección. No es lo mismo que el
bautismo en (o del) Espíritu, aunque ambos ocurren simultáneamente. Este último
bautismo pone al creyente en el cuerpo de Cristo (1Co_12:13); no es un bautismo
en muerte. El bautismo en Cristo significa que en la consideración de Dios el
creyente ha muerto con Cristo y ha resucitado con Él. (William Macdonald)

bautizados en Cristo Jesús. Esto no se refiere al bautismo en agua. Todos los


cristianos, al depositar fe para salvación en Él, han sido sumergidos en la persona
de Cristo en un sentido espiritual, es decir, unidos e identificados con Él. (John
Macarthur)

Nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, morimos con Él en nuestro viejo
hombre. Lo que éramos en Adán, pereció, se acabó. Ahora somos nuevas
criaturas en Cristo Jesús. Antes estábamos en Adán, en pecado, en muerte, en el
reino de las tinieblas, ahora estamos en Cristo Jesús. Eso implica un cambio
radical. De pertenecer a Adán y las consecuencias de pertenecer a Adán que
es condenación eterna y vivir bajo en dominio del pecado a estar en Cristo Jesús
donde ahora somos nuevas criaturas. Por eso Pablo dice <<consideraos muertos
al pecado, pero vivos para con Dios en Cristo Jesús>>.

¿Cómo llegamos ahí? Él nos dio vida, nos concedió arrepentimiento.


6
Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
Efesios 2:1

Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros,
sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8

Toda la salvación es don de Dios. Por medio del arrepentimiento y la fe que Dios
nos concedió llegamos a Cristo. No tiene nada que ver con méritos propios. El
verdadero arrepentimiento no puede confundirse con remordimiento. El
arrepentimiento implica abandono del pecado y volverse a Dios. Un ejemplo de
remordimiento por su pecado es Judas. Tanto le remordió su pecado por haber
entregado al Señor que se colgó. ¿Pero fue Judas salvo? No, porque el Señor le
llamó hijo de perdición. Judas nunca fue salvo.

Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste;
y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la
Escritura se cumpliera. Juan 17:12

El otro personaje aparte de Judas que se le llama hijo de perdición es el anticristo.


Tenemos dos, Judas y el anticristo.

Que nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero
venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición,
2Tesalonicenses 2:3

Una persona arrepentida se duele por su pecado, pero también abandona ese
pecado para no regresar a el como hábito y como práctica.

Características de arrepentidos

a) Tristeza y no se lamentaron por haberse arrepentido

ahora me regocijo, no porque fuisteis contristados, sino porque fuisteis


contristados para arrepentimiento. Porque fuisteis contristados según Dios, para
que en nada sufrierais pérdida por causa de nosotros. Porque la tristeza que es
según Dios, causa arrepentimiento para salvación sin remordimiento, pero la
tristeza del mundo produce muerte. Porque mirad, esto mismo de ser
entristecidos según Dios, ¡cuánta solicitud os causó! Y no sólo eso, sino también
disculpas, e indignación; y no sólo temor, sino también anhelo; y no sólo celo,
sino también vindicación. 2Corintios 7:9-11

solicitud: Deseo ferviente de inmediato corregir lo que ahora debe ser justo.
7
b) El arrepentimiento verdadero produce vindicación
Es un deseo de remover todo aquello que impide confianza y dignidad en mi
nombre. Una persona arrepentida está deseosa de quitar el estigma del
pecado, que el pecado ha traído a su nombre, a su vida. Está deseosa de
despojarse de eso.

c) El arrepentimiento verdadero se indigna del pecado


Enojo real por el pecado cometido. Un creyente arrepentido se enoja por su
pecado, está enojado por su pecado. No simplemente está molesto, sino que
tiene odio a ese pecado. Ningún hombre puede arrepentirse a menos que Dios
obre en su corazón.

El hombre tiene que entender de qué se está arrepintiendo cuando


predicamos el Evangelio porque el arrepentimiento es parte íntegra del
mensaje. El hombre tiene que entender:

a) que el pecado es aquello que le separa de Dios, es lo que lo condena, es


lo que lo lleva al infierno

b) debe entender que debe venir a Cristo quien es el único medio de


reconciliación a Dios, que no hay otro camino a Dios sino por Cristo.

Estos elementos deben incorporarse en la predicación. El arrepentimiento


también incluye un elemento emocional (2Corintios 7:9-11).

Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como


justos, y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar;
uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos. El fariseo puesto en pie,
oraba para sí de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los
demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este
recaudador de impuestos. “Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo
de todo lo que gano.” Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta
distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el
pecho, diciendo: “Dios, ten piedad de mí, pecador.” Os digo que éste
descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se
ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado. Lucas 18:9-14

c) Incluye un efecto volitivo.

8
No solamente el deseo de no pecar más sino la resolución y movimiento en
una dirección totalmente opuesta al pecado. El arrepentimiento que salva
es un cambio total de vida.

Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero,


le dijo: “Hijo, ve, trabaja hoy en la viña.” Y respondiendo él, dijo: “No quiero;”
pero después, arrepentido, fue. Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero
él respondió y dijo: “Yo iré, señor”; y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad
del padre? Ellos dijeron*: El primero. Jesús les dijo: En verdad os digo que los
recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes
que vosotros. Mateo 21:28-31

No los religiosos van a llegar al Reino de Dios sino aquellos que hacen la
voluntad de Dios. Hay muchos pecadores tales como los que ilustra el
pasaje, publicanos y rameras que se arrepienten y a pesar de su vida
terrible, pecaminosa, se arrepienten, aunque sea al final de sus vidas y
entran al Reino de los cielos. Los religiosos que confiaban en sus obras y sus
méritos nunca llegarán al cielo. Este tipo de personas están mezcladas con
la Iglesia el día de hoy.

➢ Los que pretenden ser obedientes, pero realmente son rebeldes de


corazón y terminan separados de Dios para siempre.

➢ Aquellos que comienzan rebeldes, pero se arrepienten y por lo tanto


entran al Reino de los cielos.

El arrepentimiento no es opcional para la salvación. En el alma de uno Él


concede fe y arrepentimiento.

¿Realmente has venido a Cristo arrepentido y todo lo que esto implica o has
hecho una mera profesión de creer en el Evangelio sin que haya causado
en ti una experiencia o cambio radical? ¿Hemos sido transformados? ¿Nos
hemos arrepentido realmente? ¿O simplemente hemos hecho profesión de
fe?

///////////////////////////////FIN/////////////////////////////////

Potrebbero piacerti anche