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Bienes del Estado es el título del Artículo 121 de la Constitución Política de Guatemala,
que indica cuáles son los bienes del Estado de Guatemala.
Funciones:
Es aquella a la que sólo pueden presentarse como oferentes las personas o entidades
expresamente invitadas al efecto por la Administración pública.
La nota diferencial con la licitación pública consiste en que, en esta última, pueden ser
oferentes o licitadores todas las personas o entidades que, hallándose en condiciones
legales o reglamentarias
para ello, deseen presentarse a la licitación. Toda persona o entidad que esté dentro de
lo preceptuado por las normas vigentes, puede comparecer como proponente a una
licitación pública, pudiendo entonces ser ilimitado el número de oferentes, pues, dentro
del criterio de admisión expuesto, no hay limitación al número de licitadores.
Este tipo de licitación esta definida en la Ley 19.886 compras públicas. La licitación o
propuesta privada es un procedimiento administrativo de carácter concursal, previa
resolución fundada que lo disponga, mediante el cual la Administración invita a
determinadas personas para que, sujetándose a las bases fijadas, formulen propuestas,
de entre las cuales seleccionará y aceptará la más conveniente.
La licitación privada es una figura similar a la licitación pública, pero las invitaciones se
hacen en forma expresa a determinadas empresas y no por anuncio público. Estas
empresas deben ser firmas calificadas; seleccionadas en forma no discriminatoria;
incluyendo, siempre que sea posible, a empresas elegibles extranjeras; e invitando a un
número de firmas suficientemente amplio como para asegurar precios competitivos. En
general, se aplican a esta figura los mismos principios y políticas que a la licitación
pública, salvo como se ha expresado, en materia de publicidad.
En una licitación, todas las compañías que entran en concurso deben participar en
igualdad de oportunidades. Para asegurarlo, la Administración debe seguir los
siguientes principios:
Libertad de concurrencia: toda aquella empresa que considere que tiene los
recursos y habilidades, puede presentarse a la licitación.
Transparencia: desde la Administración hay que mostrar todos los pasos que se
realizan de forma clara.
Publicidad: se da a conocer la licitación en el lugar que hay habilitado para ello para
que pueda ser conocido por todas las empresas en el mismo momento.
Objetividad: se tratarán a todas las empresas por los mismos parámetros, sin ningún
tipo de favoritismo.
Para poder ser tenidas en cuenta, las empresas deben demostrar lo siguiente:
Precio: hay que tener en cuenta que toda licitación supone una movilización de
recursos públicos, que son el resultado del esfuerzo fiscal de personas y empresas
que operan en el país. Por lo tanto, se querrá que sea el menor posible, siempre
dentro de unos estándares de calidad.
Calidad: al tratarse de una obra pública, tendrá un gran impacto e incidencia en la
vida de las personas. Así pues, existe preocupación para que se haga de la mejor
forma posible. Para ello, se analizan de forma exhaustiva los informes técnicos que
se han elaborado y se tiene en cuenta el resultado final de obras parecidas.
Experiencia: aquellas empresas que lleven más tiempo realizando obras similares
tienen más probabilidades de ser escogidas. Ello deja en situación de gran dificultad
a empresas que empiezan, que deberán presentar un proyecto muy sólido y creíble
para ser las seleccionadas.
Solvencia: lo peor que le puede pasar a una obra pública es quedarse a medias. Las
consecuencias las paga directamente la población, que es a la vez el beneficiario de
ellas. Por lo tanto, la empresa debe mostrar solvencia y que será capaz de invertir la
cantidad demandada y que seguirá funcionando durante todo el periodo que dure la
obra.
Es la contratación que se efectúa en un solo acto, con una misma persona y por un
costo de hasta Q90 mil. Esta se hará bajo la responsabilidad y autorización previa de la
autoridad administrativa superior de la entidad interesada.
Se conoce como Compra Directa (CD) la operación mediante la cual una dependencia
solicita a la Dirección General de Proveeduría su apoyo para la logística y despacho
aduanero para la lograr la importación de mercancías cuya adquisición fue gestionada
por la dependencia usuaria en estricto apego a la normatividad vigente.
El 80 por ciento de las compras en el primer cuatrimestre del año las efectuó el Estado
a través de compra directa, forma que a pesar de estar en ley, analistas consideran que
es utilizada para fraccionar las adquisiciones, y con ello obviar la cotización y licitación.
Por medio de licitación pública se han otorgado 56 concursos por Q1 mil 186 millones
700 mil 245.88, mientras en el modelo de Transparencia, en el uso de fondos públicos,
se efectuaron 499 contratos, que suman Q1 mil 262 millones 331 mil 528.61.
En el sector público las compras directas son aquellas transacciones para la adquisición
de un bien o servicio que por el monto no requiere realizar una licitación sino se tramita
bajo un cartel con las características del producto o servicio que se va adquirir, cada
Institución pública posee un presupuesto para la compras directas, en base a eso
realizan las gestiones necesarias que comprenden el termino de contratación directa o
escasa cuantía como lo señala la Ley de Contratación Administrativa, el desarrollo del
trabajo se comprenderá concretamente el comportamiento de las compras.
a) Oferente único: Los bienes o servicios en los que se acredite que solamente una
persona o empresa está en condiciones de suministrar o brindar, sin que existan en el
mercado alternativas que puedan considerar ha de determinarse con apego a
parámetros objetivos en relación con la necesidad, acreditando que la opción propuesta
es la única apropiada y no sólo la más conveniente.
Dentro de esta excepción se encuentra la compra de artículos exclusivos, entendidos
como aquellos que en razón de una patente de invención sólo son producidos por
determinada empresa, siempre que no existan en el mercado artículos similares
sucedáneos.
Comprende también la compra de repuestos genuinos, producidos por la propia fábrica
de los equipos principales y respecto de los que exista en el país sólo un distribuidor
autorizado.
Si hubiesen varios distribuidores de partes o repuestos el concurso se hará entre ellos.
En los casos de contrataciones sujetas a prórrogas, de previo a convenir una de ellas,
la Administración se encuentra obligada a estudiar el mercado para determinar si han
surgido nuevas opciones idóneas, en cuyo caso han de adoptarse las medidas
oportunas tendientes a iniciar el procedimiento concursal que corresponda.
Si en aplicación de esta causal, se incorporan partes o piezas a equipos propietarios
que, a su vez con lleven su actualización, la Administración deberá justificar que técnica
y económicamente esa alternativa es una opción más apropiada que sustituir el equipo,
mediante la licitación que corresponda.
Tipos de subastas
Los remates pueden desarrollarse de distinta forma. Por lo general, se trata de una
competencia pública donde los interesados expresan el precio que están dispuestos a
pagar y pueden competir entre sí, superando uno la oferta de otro. También hay
remates de una única oferta, en los que cada interesado hace su oferta en secreto y
confía en haber ganado.
No podemos obviar tampoco en este sentido, que el remate viene a ser una especie de
rebaja. Así, muchas son las tiendas de productos de belleza, de juguetes o incluso de
moda que en determinadas fechas del año, después de haber llevado a cabo un
periodo de rebajas, presentan en sus escaparates lo que denominan “remate final”. De
esta manera, se da cuenta al comprador de que los precios que tienen en ese momento
son aún todavía más bajos.
Por ejemplo: un ordenador optimizado para diseño de imagen sale a subasta en 500
dólares. Tras varias rondas de ofertas, un interesado señala que está dispuesto a pagar
1.700 dólares. En el caso que ninguna persona desee igualar o superar dicha oferta, la
subasta se cierra con los 1.700 dólares como oferta ganadora.
Hay subastas que se realizan a sobre cerrado, donde no existe la posibilidad de superar
la oferta original más alta. Otro tipo de subastas se desarrollan del modo inverso: el
comprador convoca a posibles vendedores y dice lo que está dispuesto a pagar por un
cierto producto o servicio.
Venta y permuta
La permuta puede ser pura si los bienes objeto del trueque tienen el mismo valor o con
suplemento de metálico compensatorio de la diferencia de valor.
La permuta es un contrato:
El contrato de permuta puede darse si la equivalencia del precio del bien de la otra
persona esta saldado más de un 51% en especie (bienes evaluados en dinero) y el
resto puede ser en dinero. Si el 51% es dinero ya no es permuta sino compraventa.
Aunque ambos contrato son nominados, ya que se encuentran regulados por el código
civil, el contrato de permuta trae una remisión normativa a las normas tendientes a la
compraventa mientras no se opongan a la naturaleza de la permuta.
Y el contrato de arrendamiento es aquel contrato a través del cual una de las partes,
designada como arrendador, se obliga a transferir temporalmente el uso y disfrute de
una cosa, ya sea mueble o inmueble, a otra parte que se denominará arrendatario,
quien se encuentra obligado a través del mencionado contrato a pagar un valor por ese
uso y goce.
El valor puede consistir en una suma de dinero que se abona de una sola vez o bien en
una cantidad periódica, que popularmente se conoce como renta. Asimismo, ese precio
o renta puede pagarse de cualquier otra forma y tal como se lo haya pactado
oportunamente. Por ejemplo, si el objeto de arrendamiento es un campo, el arrendatario
puede pagar al arrendador por su uso y goce con la producción del campo, lo que se
denomina como pago en especie.
Entre las causas de finalización del contrato se cuentan: nulidad, muerte de alguna de
las dos partes, vencimiento del plazo estipulado, fuerza mayor, por acuerdo mutuo,
entre las más comunes.
Clases de arrendamientos:
Tiene que ver con el precio que puede consistir en una suma de dinero pagada de una
sola vez, o bien en una cantidad periódica, que en este caso recibe el nombre de renta.
También puede pagarse la renta en cualquier otra cosa equivalente, con tal de que sea
cierta y determinada, por ejemplo, con los frutos que produce la cosa arrendada (renta
en especie); que a la vez puede ser una cantidad fijada previamente o un porcentaje de
la cosecha (aparcería).
Cesión y donación de bienes del estado
Cesión de bienes es el «abandono voluntario que el deudor hace de todo los suyos a su
acreedor o acreedores, cuando, a consecuencia de accidentes inevitables, no se halla
en estado de pagar sus deudas».
Para que esté facultado a la cesión de bienes, el deudor debe caer en insolvencia, por
motivos que no le sean imputables (particularmente que no sea una insolvencia dolosa).
Esta facultad alcanza a todos aquellos bienes que son embargables, sin que pueda
exceptuarse ninguno de ellos.
Características:
La cesión podrá tener por objeto la propiedad del bien o solo su uso. En ambos
casos la cesión deberá llevarse a cabo conforme al fin y la forma estipulados en el
Acuerdo de Cesión.
Adicionalmente esta cesión podrá estar sujeta a alguna condición, término o modo.
El plazo de duración de la cesión será el necesario para llevar a cabo la actividad
objeto de interés público.
A estos efectos los cesionarios deberán remitir cada tres años información que
acredite el destino de esos bienes al organismo público antes citado.
1. Por el contrato de donación, una persona llamada donante transmite a otra llamada
donatario, la propiedad de uno o varios bienes presentes de forma gratuita; es decir,
mediante este contrato transfiero la propiedad de algo que era mío a otra persona,
sin que me dé nada a cambio.
2. El contrato de donación reviste en algunos casos formas más estrictas que los
contratos onerosos
3. En cuanto a la parte fiscal, se encuentran exentas del Impuesto Sobre la Renta las
donaciones entre cónyuges, la que se realizan de ascendientes a descendientes y
las de descendientes a ascendientes, siempre que estos últimos no donen a su vez,
el mismo bien, a otro descendiente.