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DESDE DONDE SE POSAN

Desde donde se posan las águilas,

desde donde se yerguen los tigres,

el Sol es invocado.

Como un escudo que baja,

así se va poniendo el Sol.

En México está cayendo la noche,

la guerra merodea por todas partes,

¡Oh Dador de la vida!

se acerca la guerra.

Orgullosa de sí misma se levanta la ciudad de México-Tenochtitlan. Aquí nadie teme la


muerte en la guerra. Ésta es nuestra gloria. Éste es tu mandato. ¡Oh, Dador de la vida!
Tenedlo presente, oh príncipes, no lo olvidéis. ¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan? ¿Quien
podrá conmover los cimientos del cielo...? Con nuestras flechas, con nuestros escudos, está
existiendo la ciudad ¡México-Tenochtitlan subsiste!

15 HACEN ESTRÉPITO Hacen estrépito los cascabeles, el polvo se alza cual si fuera humo:
Recibe deleite el Dador de la vida. Las flores del escudo abren sus corolas, se extiende la
gloria, se enlaza en la tierra. ¡Hay muerte aquí entre flores, en medio de la llanura! Junto a la
guerra, al dar principio la guerra, en medio de la llanura, el polvo se alza cual si fuera humo,
se enreda y da vueltas, con sartales floridos de muerte. ¡Oh príncipes chichimecas! ¡No
temas, corazón mío! en medio de la llanura, mi corazón quiere la muerte a filo de obsidiana.
Sólo esto quiere mi corazón la muerte en la guerra...16 ECHA BROTES Echa brotes la Flor de
Águila, la de ancha fronda. Y están abriendo corolas las Flores del Escudo. ¡Tus flores, Sumo
Árbitro, por quien toda cosa vive! Se reparten Flores de Dardo: abren corolas de jade. ¡Tus
flores, Sumo Árbitro, por quien toda cosa vive! Con flores y con plumas finas ya se estremece
allí: ya no en la presencia de Cacámatl en el Monte de espinas. El Águila da sus gritos, el Tigre
lanza rugidos: ya no en la presencia de Cacámatl en el Monte de espinas. Flores se vienen a
esparcir se han ahumado la cabeza: tus flores, flores de guerra, Flores de Tigre, allá están, en
medio del campo de guerra... En verdad son tan amadas, tus flores, oh dios: se han ahumado
la cabeza, tus flores, flores de guerra, Flores de Tigre, allá están, en medio del campo de
guerra... Ave Garza anda volando aquel por quien todo vive: Flor de pluma de quetzal en la
hoguera se revuelve: viene a hacer caer en lluvia preciosas blancas flores olorosas. Así
también un poco vivimos, oh tú, por quien todo vive: Flor de pluma de quetzal en la hoguera
se revuelve: viene a hacer caer en lluvia preciosas blancas flores olientes.17 EL HUMO DE LA
HOGUERA El humo de la hoguera... allí el estruendo de escudos... ¡El dios de los
cascabeles!... Trepidando están tus flores, oh dios: Hacen estrépito allí muchos Águilas y
Tigres. Se hace amigo de los hombres, sus favores les concede el príncipe del combate.
Flores de carne se marchitan: cual mujeres se estremecen allí junto a los tambores. ¡Muerto
en guerra, en agua floreciente: en el lugar de flámulas de escudo...! Ya no con dardos van a
dominarlo, con proyectiles a la flor preciosa. El musgo teñido de Motecuhzoma ya no a
México vendrá a dejar, la flor de la carne. Floreciendo están las flores: él arriba grita: Ya no
con dardos van a dominarlo, con proyectiles a la flor preciosa. El musgo teñido de
Motecuhzoma ya no a México vendrá a dejar, la flor de la carne. Tu roja ave de luz se empaña
de humo: aquí vas, príncipe Tlacahuepan. Se va tiñendo de humo, lo renueva el dios. Él es
quien te está despojando del cuerpo. Sobre ti allí ya se revuelve, hace ondulaciones la
hoguera: haciendo está estruendo, allí es quemado. Aquí flores de oro se esparcen. Allí estás
tú, oh príncipe mío, Tlacahuepan. ¡Ah, ah, ah...! Estoy afligido, desolado está mi corazón: allí
veo al mísero niño: cual pluma se estremece y se esparce. Y voy a los jardines: con flores ya
se adornan unos a otros los príncipes: allí veo al mísero niño: cual pluma se estremece y se
esparce.18 EN LA GUERRA CON CHALCO Con Águilas y con Tigres haya abrazos, oh príncipes.
Hacen estruendo los escudos. Ésta es la unión para hacer cautivos. Sobre nosotros se
difunden, sobre nosotros llueven las flores de la batalla. Son el placer del dios. Hacen
estruendo los escudos. Ésta es la unión para hacer cautivos. Ya hierve allí, ya se extiende
ondulando la hoguera. Ya se adquiere gloria, ya se hace de fama el escudo. Sobre los
cascabeles se alza el polvo. Oh, nunca habrá de cesar la flor de la guerra, allá está al borde
del río: allí están abriendo sus corolas flores de tigre y flores de escudo: Sobre los cascabeles
se alza el polvo. De la preciada flor del tigre es allí el lugar donde cae. En medio de la llanura
sobre nosotros viene a dar fragancia. Oh... ¿quién lo quiere? Allí está el orgullo y la gloria. Las
flores desagradables no pueden dar placer: se han producido flores del corazón en la llanura,
junto a la guerra. Allá logran éxito los nobles. Allí está el orgullo y la gloria. Con rodelas de
águilas se entrelazan banderas de tigres: con escudos de pluma de quetzal se entreveran
banderas de plumas doradas y negras. Hirvientes ondulan allí. Se han levantado el de Chalco
y el de Amaquemecan. Se resolvió y fue estruendosa la guerra. La flecha con estrépito quedó
rota, la punta de obsidiana se hizo añicos. El polvo de los escudos sobre nosotros se tiende.
Se han levantado el de Chalco y el de Amaquemecan. Se resolvió y fue estruendosa la
guerra.19

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