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Cipolla, Carlo Maria.

Las Leyes Fundamentales de la Estupidez


Humana, Barcelona: Editorial Lampre, e-book. 15pp.

La Real Academia Española define la palabra estupidez como: Torpeza notable

en comprender las cosas. La vida está llena de leyes que guían los destinos de las

sociedades del mundo. Desde Charles Darwin, comprendimos que compartimos nuestro

origen con otras especies del reino animal. Nosotros, sin embargo, poseemos el

privilegio de tener que cargar con un peso añadido, una dosis extra de tribulaciones

cotidianas de un mismo género. Este es un volumen digital, bajo la casa editora Lampre

Editorial E-Books del año 2001.

Carlo M. Cipolla (1922-2000) fue un historiador Italiano especializado en la historia

de la economía. Nació en Pavía, estudio en Sorbona y en la London School of

Economics. Fue Catedrático en las universidades de Pavía y en la universidad de

California en Berkeley donde se retiró en 1991.

Fue un autor prolífico, creativo y con diversidad de intereses. Su autoridad

siempre fue reconocida en la historia económica, especialmente en la historia del dinero

y de la población, aunque también trabajo en la historia de la tecnología, la alfabetización

y los sistemas sanitarios.

Durante su trayectoria obtuvo numerosos reconocimientos y honores, desde el

doctorado honorifico en medicina por la universidad de Pavía, hasta la membresía en la

Royal Historical Society of Great Britain, la American Academy of Arts and Sciences y la

Accademia dei Lincei, a la que perteneció Galileo Galilei desde el 1611.


Además de su historia en la cátedra, premios por una vida dedicada, Carlo M.

Cipolla es autor, entre otros libros, de Entre la historia y la economía. Introducción a la

historia económica (1991), La odisea de la plata española (1999), Historia económica de

la población mundial (2000), y allegro ma non troppo (2007).

Cipolla escribe cinco leyes fundamentales que explican la estupidez humana. Una

que es más poderosa que la misma mafia o más poderosa que un gobierno poderoso.

Este es un grupo que no está organizado, que no se rige por ninguna ley, que no tiene

jefe, pero que al estar unidos los hace peligrosos.

Las personas nos relacionamos con otras personas según cuatro estereotipos

definidos por Cipolla en términos de ganar o perder.

Algunas personas se plantean ganar siempre, a costa de los demás, esto para

demostrar su poderío. A estas personas se les llama malvados.


Existen personas dispuestas a perder, siempre que la otra persona también

pierda. Este es el grupo de los estúpidos.

Otro grupo está dispuesto a perder siempre y cuando alguien pueda ganar. Este

es el grupo de los ingenuos.


Hay quienes se plantean las relaciones en términos de ganar-ganar.

Pese a que reconocemos como buena la posición de los inteligentes, todos hemos

sido malvados, estúpidos e ingenuos en alguna ocasión. Lo trágico de este escrito es

que siempre e inevitablemente, cada uno de nosotros subestimamos el número de

individuos estúpidos que circulan por el mundo. Este suele ocurrir por nuestra

ingenuidad al pensar que personas inteligentes, siempre serán inteligentes.


La estupidez es una prerrogativa indiscriminada de todos y de cualquier grupo

humano y que esta prerrogativa está distribuida, según una proporción constante. La

segunda ley nos brinda la posibilidad de que una persona determinada sea una

estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.

Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra persona o

grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso

obteniendo un perjuicio. Tenemos el ejemplo de personas que ganan dando perdidas

a otros. A veces vemos quienes pierden y nosotros ganamos y hay momentos en que

conocemos quienes ganan, mientras ganamos siendo inteligentes.

Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las

personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que

en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia, tratar con individuos

estúpidos se manifiestan infaliblemente como costosísimo error. La última ley

fundamental de la estupidez humana es que la persona estúpida es el tipo de persona

más peligrosa que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado.

Este es un texto que todos debemos leer en algún momentos de nuestras vidas,

ya que el entendimiento del ser humano y su entorno, brinda la capacidad de trabajar

adecuadamente uniendo o separando a las personas que aceptamos en nuestro entorno.

La capacidad de entender al ser humano a través de la sociología, establece un

parámetro en el estudio de Carlo M. Cipolla que lo envuelve en el positivismo según

Augusto Comte. El fenecido cantautor, Facundo Cabral menciono su temor a los

pendejos (estúpidos), porque son muchos y pueden elegir hasta el presidente. El


estúpido no busca cambios ya que su mundo estará bien si estos no se ejecutan. Los

estúpidos son capaces de arrastrar a otros, tan solo para evitar cambios.

Alex A. Claudio Morales


alexprlibre@gmail.com
Hist. 1402 – sábados 1:00 pm
PHD Historia de Puerto Rico y el Caribe

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