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Como ya sabemos, el libro “Las reglas del método sociológico” (1895) de Durkheim

parte de la definición de “hecho social” para luego desarrollar las reglas que deben
utilizarse para un estudio científico de los mismos.

Los hechos sociales -decía Durkheim- son las maneras de pensar, sentir y actuar
externas a las conciencias individuales y que ejercen un poder de retención sobre
las personas, lo quieran estas o no.

Luego de establecer en el capítulo I de Las reglas del método sociológico (1895)


qué son los hechos sociales (HS a partir de aquí), Durkheim pasa a estudiar cuál es
el método para estudiarlos. Para los fines de la exposición, divido así los temas del
texto:

1) Las prenociones y su papel en la sociología.

2) Crítica de la sociología ideológica.

3) El método de “tratar los HS como si fuesen cosas”.

Las prenociones y su papel en la sociología:


Durkheim comienza el capítulo constatando que las ciencias sociales (CS a partir
de aquí) son precedidas por una forma de conocimiento más simple, las
prenociones. En otras palabras, la reflexión sobre los fenómenos sociales es
anterior a las modernas ciencias sociales. No puede ser de otro modo. La sociedad
no está constituida únicamente por “imágenes sensibles” (la información percibida
por medio de los sentidos), sino que incluye también representaciones (conceptos),
de esas imágenes. Esas representaciones son imprescindibles para vivir en
sociedad, pues las personas necesitamos conocer el suelo que estamos pisando,
el entorno que nos rodea. Por tanto, existan o no la filosofía o las CS, formularemos
conceptos que cumplan el rol de explicación de lo que sucede a nuestro alrededor.
“La reflexión es anterior a la ciencia, que no hace sino servirse de ella con más
método. El hombre no puede vivir en medio de las cosas sin forjarse ideas, de
acuerdo con las cuales regula su conducta.”.

Ahora bien, como nuestra experiencia de los fenómenos sociales es muy limitada,
las ideas terminan por reemplazar a esa experiencia.

“Como estas nociones nos son más próximas y están más a nuestro alcance que
las realidades a que corresponden tenemos una tendencia natural a sustituir a éstas
por aquéllas y a hacer de ellas el tema mismo de nuestras especulaciones.
Entonces, en lugar de observar las cosas, de descubrirlas y de compararlas nos
contentamos con tomar conciencia de nuestras ideas, con analizarlas y
combinarlas.”.
El sociólogo francés describe así la función de las prenociones:

“Estas nociones o conceptos no son los legítimos sustitutos de las cosas. Productos
de la experiencia vulgar tienen por objeto, ante todo, el poner a nuestras acciones
en armonía con el mundo que nos rodea; están formados por la práctica y para
ella.”.

Si bien las prenociones se encuentran presentes en toda actividad humana, es en


el campo de las CS donde su acción es más poderosa. Durkheim explica del
siguiente modo la razón de este predominio:

“Los hombres no han esperado al advenimiento de la ciencia social para forjarse


ideas sobre el derecho, la moral, la familia, el Estado o la propia sociedad, pues no
podían prescindir de ellas para vivir. Ahora bien, es sobre todo en la sociología
donde estas prenociones están en situación de dominar a las inteligencias y de
sustituir a las cosas. Las cosas sociales sólo se realizan por medio de los hombres:
son el producto de la actividad humana. Así pues, parece que no son otra cosa que
la puesta en ejecución de ideas, innatas o de otro tipo, que llevamos dentro de
nosotros, que su aplicación a diversas circunstancias que se dan en las relaciones
mutuas entre los hombres. De este modo, la organización de la familia, del contrato,
de la represión, del Estado y de la sociedad parecen ser algo así como un mero
desarrollo de las ideas que tenemos sobre la sociedad, el Estado o la justicia. Por
consiguiente, estos hechos y los que son semejantes a ellos parece que no tienen
realidad más que en y por las ideas en las que están en germen y que, por tanto,
se convierten en el objeto de estudio propio de la sociología.”
Crítica de la “sociología ideológica”:
Para construir su sociología científica, Durkheim comienza por romper con la
sociología anterior. Luego de formular su teoría de las prenociones (que es el
conocimiento de sentido común sobre la sociedad, desarrollado por las personas
que no hacen de la sociología su medio de vida), sostiene que toda la sociología
anterior a la suya comenzó por las ideas (los conceptos) y no por los HS.

Pone como ejemplos de lo expresado en el párrafo anterior a Auguste Comte (1798-


1857), de quien afirma que “lo que constituye el tema principal de su sociología es
el progreso de la humanidad en el tiempo”; y a Herbert Spencer (1820-1903), quien
postulaba que la esencia de la vida social era “el principio de la cooperación”.

En ambos casos, se confunde el desarrollo histórico con la noción que se tiene de


él y se hace desaparecer la cosa de la que se habla para poner en su lugar a la
prenoción que tiene el autor de la teoría. Durkheim resume así el método de estos
autores: se “enuncia como una cosa lo que no es sino una concepción intelectual
es un cierto modo de concebir la realidad social, que sustituye a la realidad.”.

Durkheim dice que este “carácter ideológico ⦗propio de las sociologías de Comte y
Spencer⦘ es aún más acusado en las ramas especiales de la sociología”. Realiza a
continuación una breve descripción del estado de la moral y de la economía política.
Método de “considerar a los hechos sociales como cosas”:

El punto de partida para una sociología científica debe ser otro. No pueden ser las
ideas que se tiene sobre los hechos, sino los hechos mismos. De ahí que Durkheim
propone tratar a los HS como cosas.

“Los fenómenos sociales son cosas y deben ser tratados como cosas. Basta con
constatar que son el único dato que se ofrece al sociólogo. En efecto, es cosa todo
lo que se da, se ofrece o, más bien, se impone a la observación. Tratar como cosas
a los fenómenos es tratarlos en calidad de data que constituyen el punto de partida
de la ciencia. Indudablemente los fenómenos sociales presentan ese carácter. Lo
que nos es dado no es la idea que los hombres se hacen del valor, pues es
inaccesible: son los valores que se intercambian realmente en el curso de las
relaciones económicas. No es tal o cual concepción del ideal moral; es el conjunto
de las reglas que determinan efectivamente la conducta. Es posible que la vida
social no sea más que el desarrollo de ciertas nociones, pero, suponiendo que esto
sea cierto, tales nociones no nos son dadas de modo inmediato. tenemos que
considerar a los fenómenos sociales en sí mismos, independientemente de los
sujetos que se forman una representación de ellos; hay que estudiarlos desde fuera,
como cosas exteriores o, pues es en calidad de tales como se presentan a
nosotros.”.

El argumento durkheimiano está contenido en el párrafo anterior. Contiene una


crítica del idealismo que lo aproxima al marxismo; también arremete contra el
convencionalismo (las instituciones sociales son producto de convenciones
establecidas entre los seres humanos) base de la filosofía política naturalista:

“Una cosa se reconoce principalmente por el hecho de que no puede ser modificada
por un simple decreto de la voluntad.”. Los HS tienen esta propiedad: “Lejos de ser
un producto de nuestra voluntad la determinan desde fuera; vienen a ser como unos
moldes en los que nos vemos obligados a vaciar nuestras acciones.”.

Es por eso que la sociología debe abandonar el estudio subjetivo en que se


encuentra (los casos de Comte y Spencer), y pasar a la fase objetiva, centrada en
tomar a los HS (no a las ideas) como punto de partida.
Conclusión

Este ensayo argumenta que los hechos sociales son considerados como cosas y
tratados como tal y que la sociología no juzga los actos moralmente.

REFERENCIAS
(s.f.). Obtenido de https://libros.pub/las-reglas-del-metodo-sociologico/

(s.f.). Obtenido de https://docplayer.es/17175610-Emile-durkheim-las-reglas-del-metodo-


sociologico.html

(s.f.). Obtenido de https://vdocuments.site/lasreglasdelmetodosociologico-emiledurkhein-


pdfpdf.html

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